--*--*

NOTAS iniciales DE la AUTORA.- ¡Hola a todos!, me da mucho gusto por fin poderle seguir a esta historia, hacía meses que no escribía sobre ella debido a múltiples obligaciones y a la falta de inspiración, digamos que había llegado a un punto en que creía que había arruinado el relato. Ciertamente aún no sé si lo arruiné, pero estoy haciendo un esfuerzo para mejorar, estoy consciente de que no todos los capítulos pueden ser clímax, y para resolver la historia, necesito tranquilizar todos los corchetes que he abierto. En el capítulo anterior nació el hijo de los Izumi, Toshiro la estuvo pasando mal porque recibió una luz que en vez de iluminarlo, lo cegó (Kari, por medio de su Gatomon, le rogó a su digimon para que estableciera comunicación con su hijo para que éste los sacara del Mar de la Oscuridad), hubo avances con Hidemi, entre otras cosas. En este episodio hay tres diferentes narradores (Ken, Zetaro y un narrador omnisciente), hay retrospecciones, una reunión… se explicará un poco lo que ha sucedido y lo que pasará, también hay bastantes cambios de escenas y de tiempos (ojalá no se confundan)--- ¡espero que les guste! ---

--

Este capítulo está dedicado a Iori_Jestez por su pasado cumpleaños, me disculpo por mi falta de comunicación, ¡Feliz aniversario atrasado!... agradezco los errores que le hallaste a mi fic, yo puse que se "alquiló" la habitación del hospital, porque después de todo se rentan los cuartos para los enfermos (por eso Hidemi pensó en quién estaría pagando los gastos), pero quizá pude decirlo de otra manera o explicarlo de manera más coherente para evitar confusiones (porque es verdad que confunde), así que gracias por la crítica, de ninguna manera me enojaría por eso.

--

*--*--

MEMORIAS borradas

Por CieloCriss

Capítulo 15 **El amor une los mundos**

(POV KEN)

No puedo entender cómo está hecho el ser humano… puede ser fuerte y débil al mismo tiempo, puede estar pudriéndose de debilidad, cada entraña desfalleciendo, el corazón sangrando, y, sin embargo, ése doliente humano se mostrará fuerte, como si fuera capaz de superar cualquier pena que el corazón le regalara. A veces las penas se dan y las recibimos sentados, cuando estamos sentados el dolor se amortigua en el cuerpo, no aterriza directo en los pies, el sufrimiento se duerme y la persona trata de seguir adelante, con una fortaleza posiblemente falsa. Por otra parte, quizá lo correcto sería recibir el sufrimiento estando de pie, ¡pero es tan difícil caminar con problemas!, antes se pretende resolverlos, o anularlos… o tal vez dormirlos, como en mi caso.

Han pasado tres días desde que reviví la pesadilla de verme adentrado en el Mar de la Oscuridad… no fui directamente el afectado, pero me vi reflejado en mi hijo, como si la esencia de él fuera la misma que la mía… pobre de mi Zet; honestamente aún no termino de comprender porqué precisamente fue él el elegido para realizar ese malévolo plan, lo más seguro, es que haya sido mi culpa, ¿cómo pedirle perdón a Zetaro si su mirada, antes inocente, ahora mira como si temiera del suspiro del viento?, han machacado la bondad de Zet, su confianza, eso no pude impedirlo, a pesar de que le juré a mis esposa darme muerte mil veces antes de perder a mi hijo… no quiero pensar en que lo he perdido, quisiera ser optimista, después de todo, en aquél tiempo, yo pude hacer dormir la pesadilla de mi pasado, él debe tener esa misma esperanza. Siempre he estado orgulloso de Zet, por eso no me perdonaré si resulta incapaz de salir adelante.

A veces tiendo a pensar que la pesadilla resultó un sueño hecho realidad, porque, aunque la maldad ha vuelto, los recuerdos de Wormmon y todos los digimons benignos han resurgido como un rayo mágico que ilumina los senderos oscuros de nuestras vidas, y eso es hermoso, aunque terriblemente confuso. Sencillamente no me cabe en la cabeza la posibilidad de haber olvidado a Wormmon, es decir, si  mi digimon ha sido tan importante a lo largo de mi existencia, me parece inverosímil que no lo recuerde… como dijo Takeru el día que recibió sus libros resucitados. "Alguien ha querido que nuestras memorias se borren, se entercó en que olvidáramos a los digimons, ¡se atrevió a encadenar nuestros recuerdos!... pero me temo que falló en su encomienda, no se puede olvidar para siempre, se puede borrar el cerebro, pero el alma no, el alma termina presintiendo y amando para toda la vida todo aquello que le dio felicidad… y es por eso que, ahora que alguien quiere que recobremos todo ese pasado perdido, debemos aprovechar esa ayuda". Si alguien borró a los digimos, ¿quién querría reanudar el lazo?, al parecer más de un bando, porque los raptores de Zetaro deseaban revivir a los monstruos digitales malignos… entonces, la desaparición de los digimons estaba ligada a mí, a Yolei y al resto de mis amigos. Por eso hoy, tres días después del suceso, vamos a reunirnos.

Me levanté de la cama, noté que los pliegues de la colcha estaban arrugados, pero no me molesté en tenderla adecuadamente, tenía nostalgia en mi sangre.

--Retrospección---

Entre las tinieblas, cuando deambulábamos, pudimos ver que una "pared" se rompía para dar cabida a una puerta dimensional. El mar de la Oscuridad es tan negro, que impide ver los colores, pero en aquél portal sí pudimos mirar una tenue luz que salía del hijo de Kari, Toshiro. Apresé a Zet con fuerza, su madre le besó la frente… estábamos felices porque lo habíamos salvado de la muerte. Hikari sonrió ante la respuesta que posiblemente anhelaba, su hijo había abierto la dimensión para salvarnos, lo extraño era que estaba inconsciente y no dejaba de brillar; Takeru la sostenía, estaba herida… ahí estaba la salida, por fin volvíamos a nuestro mundo.

Pero nuestros corazones ya estaban heridos, el pasado es doloroso, el pasado siempre regresa como si se tratara de una maldición viviente, como un perseguidor, un cazador de destinos. En efecto, el pasado es un cazador de destinos. Al salir del mar oscuro, pude ver de nuevo el rostro preocupado de Kurumi, mi hija mayor, quien hizo brotar lágrimas de sus ojos miel, a ella también quería hacerla feliz, y posiblemente también había fallado en esa misión.

-Toshiro, hijo mío – susurró Kari, al verlo encamado y sin conciencia - ¿Qué te pasa?

-Tía Kari – interrumpió Taik Yagami -, quizá ha sido culpa nuestra, él estaba raro, él quiso desmayarse… y sin embargo, una vez dormido, ha brillado de esta forma tan extraña y ha abierto la puerta para traerlos de vuelta; quisiera haber podido ayudarlo, pero Toshi nunca pide ayuda…

Se había escondido los ojos un momento, ver directamente la mirada de un ser que sufre hace llorar. El corazón del pequeño Taik me recordó la grandeza de la infancia, el poder de la empatía, me acordé de mi Zet, a quien traía en mis brazos, herido por la maldad.

-¡¿Cómo?! ¡¿Cómo está mi hermano!? – preguntó Kurumi en un chillido - ¿Cómo es que han podido salir de ahí?, ¡Por favor no se queden callados!... a veces hay demasiado silencio y nosotros necesitamos saber.

-Tu hermano va a recuperarse, tienes qué tener fe – animó Tk, infundió la confianza que yo no pude dar en esos momentos -. Y el portal se abrió porque sus corazones lo permitieron. Verás preciosa, el amor une las dimensiones.

La Esperanza de Tk voló como flecha a mi pecho. No recobré la fe que a lo mejor una vez tuve, pero al menos, por unos segundos, recordé a mi camarada cuando era niño. Vi en mi mente a un Takeru que mantenía una mirada lúcida y repleta de fe, aunque un tanto descontrolada. Lo vislumbré golpeándome con furia, yo traía un disfraz… y luego, su rostro iracundo se iba desvaneciendo hasta volverse amigable, me ofrecía un panecillo con su mano rosada y juvenil. Qué visión tan extraña.

Toshiro fue volviendo en sí, su cabello estaba empapado de sudor, su rostro estaba helado, ¿cómo podía estar tan frío y sudar al mismo tiempo?, parecían secuelas de la luz que habitaba en él, Kari lo sabía, por eso estaba junto al niño, le tomaba la mano.

-Será mejor que acuestes a mi hermano, papá – rogó Kurumi –, podrías recostarlo en mi cama, porque allá habrá más paz, y luego… deberías llamarle al doctor.

Miyako, mi amada Miyako, salió de su trance y se aferró a Kurumi. Yo le negué a mi niña con mucha seguridad: Zetaro necesitaba dormir, un doctor no aliviaría su mal, la energía que había perdido volvería a él poco a poco, justo como sucedió conmigo, cuando me envolvieron en la maldición de esa semilla de la oscuridad. Aún así fui a recostarlo, su rostro estaba levemente arrugado, sus pestañas oscuras eran lo único con vida de su angelical cara, Zet estuvo a un escalón de su muerte, y yo temí que jamás recuperara su esencia. No es sencillo mirar atrás, y sólo yo comprendía como debió haberse sentido: perdido en la maldad, poseído por ella aún estando consciente de su error, eso es lo más terrible que le pudieron hacer, lo más terrible que a mí mismo me hicieron cuando era un niño y sufría por la muerte de mi hermano Osamu.

Tanto silencio y demasiada información qué comunicar. Regresé adonde estaban todos, Toshiro había despertado, nunca antes su par de ojos me parecieron tan rojizos.

-Oh Ken, ¿qué deberemos hacer ahora?, el tiempo es rápido, pero siento que todo lo que hago es en cámara lenta. Veo cosas más atrás de mis ojos, son recuerdos terribles que no comprendo… estoy muy preocupada por mi Zetty, pero no sé qué hacer y apenas puedo moverme.

-Debemos confiar en Zet, Miyako. Él caerá en un sueño muy largo y sus energías volverá poco a poco, los niños son increíbles, hasta mágicos… nuestra situación actual también es mágica, y todas aquellas visiones que te llegan, puede que sean recuerdos.

Nos acercamos adonde Kari estaba con su hijo, más atrás Taiki y Takeru esperaban, Kurumi apareció tras nosotros, traía de la mano a mi pequeño Satoru.

-Aquí están mamá y papá, ¿ves Sato-chan?, ellos volvieron con Zet, como lo prometieron.

Satoru alzó sus manitas, pidiendo los brazos de su madre.

-¡Mamá, estás herida! – se exaltó Toshi, al observar a Kari.

-No es nada mi niño, tú tampoco te ves bien. Hay sombra en tus ojos.

-Perdóname por esa sombra – no entendí esa plática, ¿sombra en los ojos?, son misteriosos los emisores de la luz -, no pude controlar esa luz, no sabía qué era, pero una vez dormido… comprendí que se trataba de ti.

-Y de Gatomon, ¿sabes Toshi?, me acordé de Gatomon y ella me mostró el camino por medio de ti.

-¿Quieres decir tía Kari, que gracias a Toshiro se abrió el portal? – indagó Taiki.

-¡No entiendo cómo puede ser posible que existan otras dimensiones! – renegó Kurumi.

-No. Yo no abrí la dimensión. – aclaró Toshiro – Al menos no lo hice solo, ustedes dos me ayudaron – se refirió a Taiki y a mi Kurumi -. Yo estaba perdido en cosas horribles y hermosas, parecía que el llamado de luz era un llamado de oscuridad… fue como si esa luz hubiera removido partes de mí mismo que siempre quise esconder... y sin embargo, a pesar de que me porté raro, ustedes dos siempre estuvieron conmigo, y se preocuparon, tomaron mi mano cuando estuve desmayado… creo que fueron ustedes quienes me mostraron lo que debía hacer, y finalmente pude hacer algo que no entiendo, pero que resultó bueno… eso quiere decir que dentro de nosotros hay brillos especiales que nunca nos van a desamparar, esos dones tienen que ver directamente con los digimons… aunque, no comprendo mucho.

-Toshiro – no me pude controlar y lo llamé, él volteó hacia a mí con su pálido rostro – eres en verdad un niño muy sabio, que se deja guiar por dones que engrandecen su corazón.

El chico se enrojeció, mi hija Kurumi se pegó a mi pecho "¡Qué palabras tan bonitas dices, papá!" me susurró al oído, yo la abracé para impedir que se soltara llorando. En esos momentos, el tiempo corría rápido, pero había lagunas en los segundos y en nuestros actos.

-Mi papá y los demás no tardarán en llegar – anunció Taiki, viendo hacia la ventana, como si su padre Taichi fuera la solución a sus problemas.

--Fin de la retrospección---

Miro por la ventana, no hay demasiada contaminación el día de hoy, parece un día ideal para compartir secretos. Tres días han pasado, los he transitado leyendo los libros de Takeru, ni siquiera he ido al trabajo, me incapacité, mentí y les dije que estaba enfermo, pero ¿qué acaso la enfermedad es el peor de los males?, hay males en toda mi sangre, porque mis recuerdos son funestos,  me pesa la espalda, como si de joven hubiera acarreado muchas muertes conmigo. Y es probable que sí, en los libros de Takeru yo era un sujeto trastornado que se creía el Emperador de los Digimons, todo fue por culpa de esa semilla maldita.

Dejé a un lado la ventana y entreabrí  la puerta; al no ver a mi familia salí y deambulé un rato hasta aterrizar en la alcoba de Zet. Parecía que mi hijo dormía, eso es lo único que había hecho en todo este tiempo: dormir. No quería comer, ni llorar, mucho menos vernos, estaba en un trance horrible y ni siquiera oía nuestras palabras; Yolei se echaba a llorar delante de él y Zetaro ni se inmutaba, como si le hubieran robado el corazón, ¿qué le había hecho esa semilla a mi niño?, me negaba a creer que acabaran con su gran espíritu, con la sensibilidad que tanto le envidiábamos todos. No quería mirarnos, cerraba los ojos cuando entrábamos y fingía dormir, no respondía los gritos desesperados de su hermana, ni los pedidos sublimes de su hermanito. Era como si no existiéramos en su mundo, Zet sólo quería dormir.

En estos momentos dormía como su fuera un angelito, de nuevo me quedé mirando sus largas pestañas negras y rizadas, lo imaginé sonriendo, poniéndose de pie y abrazándome para luego entonar con su vocecita atiplada "Ya desperté papá, te quiero mucho", pero yo sabía que Zet no haría eso hasta que superara todos esos traumas de la maldita semilla… ¿por qué tuvo que ser él el afectado?, mi esposa y yo lo hubiéramos dado todo con tal de no verlo en esa telaraña de pesadillas.

--Retrospección---

Taiki Yagami tenía razón, los demás llegaron a ayudarnos. Venían Taichi, Yamato y Daisuke, junto con los niños y la magia. El rostro de Davis también retrocedió en el tiempo para mí, se volvió niño en un dos por tres, y vi su sonrisa sincera, y sonreí al recordar que después de mis errores me había ofrecido su amistad… un día había ido a dormir a su casa, y nuestros corazones latieron al mismo ritmo, exaltando un afecto verdadero, que Davis me había regalado desde que era un chico de once años.

-¡Ichijouji! ¿Estás bien?, temíamos no llegar a tiempo, ¡es que han pasado tantas cosas! – fue lo primero que me dijo, luego me palmeó la espalda para animarme. - ¿En verdad estaban metidos en no sé donde?... realmente me da gusto que no sea así.

-Hace un momento sí estábamos en otro sitio lejano a este, pero hemos vuelto – avisó Kari -, y a Dios gracias logramos salvar al pequeño Zet… todo irá bien, me supongo, sin embargo algo me dice que ustedes no la han tenido sencilla el día de hoy.

Tai besó a Kari en la frente, también saludó con nostalgia a su hijo Taik, me pareció que ocultaba algo, pero yo no tenía tiempo de analizar eso.

-En efecto, querida hermana, han pasado muchas cosas en nuestro mundo mientras te fuiste… ¿Estás bien Kari?, siempre te vas a ese lugar cuando estás triste.

-Pero ya nunca más iré a ese lugar, hermano. – respondió Hikari, sonriendo.

-Papá… antes que otra cosa, y aunque interrumpa lo que están conversando, quisiera hacerte entrega de tus libros – dijo Sei

-¿Mis libros? ¿De qué hablas Seiyuro? – se extrañó TK.

-¡Es verdad!, ustedes necesitan enterarse de que todo lo que está pasando tiene fundamentos, y esos fundamentos están en tus libros, tío Takeru – siguió Mayumi Ishida, mientras que junto a Kyosuke y Matt, sacaban los libros reescritos de Tk y se los entregaban.

-¡¡No lo puedo creer!!... están… escritos ¿Te das cuenta Kari?, ¡Esto es lo que él quería que descubriera!, aquí se explica todo.

-¿Alguien quería que descubrieras, quién papá-Takeru? – interrumpió Toshiro, todavía encamado.

-… Patamon.

--Fin de la retrospección---

Miré a mi hijo dormir por unos segundos, me hubiera gustado sentarme a su lado y despertarlo, portarme duro y exigirle que me atendiera, sin embargo desistí antes de intentarlo, paseé la mirada hacia la salida y oí los murmullos de Yolei y Kurumi.

-Quizá sea mejor que yo me quede, no me atrevo a dejarlos solos.

-Mamá, confía en mí, prometo que cuidaré bien a mis hermanos – dijo Kurumi -. Si antes te decepcioné, verás que he cambiado, los cuidaré y nadie se atreverá a venir, además, esa reunión es muy importante, es sobre los misterios de los digimons y todos los involucrados tienen que ir, tú fuiste una niña elegida.

-Pero fuera de eso soy madre, y por un descuido mío esos digimons malignos podrían atacarlos, nunca me lo perdonaría, si algo te pasara a ti y a tus hermanos… ya has visto lo que le hicieron a Zetty, no soportaría más ataques.

Avancé hasta ellas.

-Yolei, podemos irnos tranquilos, estoy seguro de que los digimons no atacarán a los niños.

-¿Cómo  puedo estar segura de eso Ken? ¡No debemos confiarnos!

-En primer lugar los digimons malignos desean atacarnos a nosotros, no a los niños. De Zet ya tomaron lo que quisieron, le robaron la energía para materializarse… pero como me explicó Koushiro, los digimons tienen etapas, primero un huevo, cuando nacen son bebés indefensos… estoy seguro de que los digihuevos apenas se han partido, falta que crezcan para que sean una amenaza, por eso debemos aprovechar el tiempo, debemos reunirnos y buscar la manera de resolver el asunto.

-Dios mío, todo es muy complicado, yo espero recuperar a Hawkmon, ¿lo recuerdas Ken?, siempre tan galante y caballeroso, con él me sentía muy bien, me daba seguridad.

-Y sólo si te reúnes buscarás la manera de recuperarlo, ¡tienes que confiar en mí, mamá!

-Está bien… iré… pero quiero que seas precavida Kurumi, cualquier cosa y nos marcas, ¡y si no pasa nada también comunícate! ¿Queda claro?

-Sí…

-Entonces iré a terminar de alistarme, le llevaré a Mimi toda la ropita que fue de Satoru para que se la ponga a su precioso bebé, ¡Ah, está en verdad lindísimo!, me recuerda a cuando nacieron mis hijos – mi esposa caminó hasta nuestra habitación, Kurumi suspiró y se sentó en la sala de televisión.

Quise hablarle, preguntarle como estaba, pero para mi desgracia no pude hacerlo, charlar con Kurumi se ha vuelto complicado desde que se volvió adolescente, nunca sé que opinar o creer, no piensa como cuando era niña, por otra parte me resulta imposible tratarla como adulto… supongo que así son los adolescentes, después de todo Kurumi ya tiene catorce años. Sé que ella también ha sufrido con todo lo ocurrido, incluso siento que se culpa de algunas cosas que sucedieron. Éstos últimos días ha cambiado, pareciera ser que quiere borrar sus crímenes, y yo quisiera hacerle ver que ella no tiene la culpa de nada. A Kurumi le falta creer en la magia, no se traga las cosas inverosímiles, por eso se culpa, no lo comprende.

-¿Y Satoru, hija?

-Sato-kun está tomando una siesta – me avisó - ¿Quieres que revise si ya despertó?

-No, déjalo dormir, sólo preguntaba – respondí – y dime, ¿cómo te sientes?

-¿De qué?, mmmh, supongo que bien.

-Cuando quieras decir algo, ya sabes que tu mamá y yo estaremos para escucharte ¿Estás consciente de eso, verdad hija?

-Claro que sí, siempre ha sido así, pero en verdad no sé que pueda decirte… quizá, pudiera ser que… bueno, en cuanto de lo de Matsuo, bueno, creo que tenías razón, él no me quería, y estaba endemoniado, así que, ganaste, como siempre.

-No se trata de ganar. Yo no sabía lo que ese patán estaba haciendo contigo, solamente estaba celoso – me costó decirlo, pero era verdad.

-¿Celoso?

-Así nos ponemos los padres con nuestras hijas, es normal, al menos eso creo… sin embargo Kurumi, tu ex-novio no estaba endemoniado, sino poseído por los polvos digitales… eso pasó varias veces y no tiene mucho que ver con la maldad directa de la persona.

-Bueno…

-Olvida eso, por favor, y nunca dejes de hablar con nosotros, tus padres siempre estaremos aquí para ayudarte y escucharte.

-Gracias.

El timbre interrumpió nuestra incómoda pero agradable conversación, a veces no era tan complicado hablar con Kurumi, en ocasiones ella podía volverse una pequeña niña y sonreírme, Kurumi era una de mis debilidades. Se levantó del sofá para abrir, yo me volteé para ver quien era, esperaba que no fuera algo que nos dilatara mucho, pues Yolei y yo teníamos que ir a la reunión de los elegidos en casa de Koushiro.

-¡Hola Kurumi! – saludó Kyosuke Motomiya, más atrás estaba Davis, el pequeño Doguen y Benjamín Tachikawa.

-Chicos, tío Davis, sean bienvenidos.

-Davis, ¿qué te trae por aquí? – saludé – Pensé que nos veríamos hasta la reunión.

-Pues sí, pero se me ocurrió venir por ti, Ichijouji, además aproveché para traer a los chicos, quisieron venir a visitar a Zet.

-Bueno, lo que pasa es que… – comenzó Kurumi, sabía que su hermano Zetaro no quería ver a nadie.

-No te preocupes Kurumi-san, sabemos que Zetaro no desea ver a nadie, no en balde hemos venido otras veces, pero creemos que también te hace falta compañía – dijo el hijo de Joe.

-Si los grandes hacen sus reuniones secretas y no nos dejan estar, haremos las propias – renegó Ben -. Mamá dejó al bebé en casa de los abuelos por la dichosa reunión, pero yo no quise quedarme allí, así que el señor Motomiya ofreció a traerme con ustedes.

-Qué bueno que vinieron – sonrió Kurumi.

-Ichijouji, será mejor irnos ¿Ya está lista Yolei?

-¡En un momento voy! – anunció mi esposa, mientras se acomodaba el cabello con la mano - ¡Ah Davis!, qué bueno que has traído a Kyosuke, seguro que él ayudará a Kurumi con los chicos.

-Claro que sí tía Yolei, no se preocupe.

-Que responsable, no te pareces a tu padre cuando era niño.

-¡Miyako, qué fama me das enfrente de Kyo!, vayámonos, se nos hace tarde -  dijo Davis, lucía enojado, pero yo sabía que no lo estaba.

Por ese instante dejé atrás a mis hijos y a sus amigos, cerré la puerta de mi departamento y suspiré al notar que estaba haciendo algo que siempre quise repetir: trabajar con el digiequipo de mi infancia… a lo mejor todo podía arreglarse.

(FIN POV KEN)

--

La Reunión.

--

-Bien, con Yolei, Davis y Ken ya estamos completos – dijo Sora, al ver que los mencionados entraban a la sala de reuniones -. Entonces podemos dar comienzo.

-En un momento, por favor – rogó Izzy, mientras husmeaba por todo el lugar buscando algo.

-Oye Izzy ¿Qué tanto buscas? Aquí está tu computadora amarilla – dijo Joe, muy extrañado.

-Busco indicios de espionaje – respondió con calma el pelirrojo.

-¿Quieres decir que alguien pretende espiarnos? – exclamó Miyako.

-Exacto. – admitió el ingeniero Izumi, tocándose la barbilla – Pero si realmente intentó hacerlo, no le salió bien; es ingeniosa, aunque la conozco bien – hablaba solo, como si sus amigos no estuvieran. Con mucha paciencia y una sonrisa de triunfo en el rostro, desconectó una lámpara que reposaba en una mesa de su sala.

-¿Qué haces con nuestra lámpara, mi amor? – renegó Mimi, que reposaba en un sillón muy cómodo, todavía estaba convaleciente por su pasado parto, por eso mismo la reunión era en casa de los Izumi, por eso Koushiro sabía que era peligroso no estar alerta.

-Listo – dijo sin responder a su esposa -. Con esta cámara ya desactivé todo, al menos eso creo.

-¿Quieres explicarnos? – pidió Taichi.

-Claro Tai, verás, conozco a mi hija, y sé que es muy curiosa. Por lo mismo sospeché que había instalado cámaras ocultas, últimamente se ha vuelto experta en el espionaje y hay que ser cautelosos, es por eso que desinstalé todo lo que resultaron ser cámaras y micrófonos secretos, y no dudo que en esta ocasión los demás niños le hayan ayudado a Osen, ellos no quieren que los excluyamos de este asunto, lo ven como se sólo se tratara de una aventura…

-Así pensábamos nosotros cuando éramos niños – dijo Cody Hida, abría la boca por primera vez - , en realidad sí nos preocupábamos por el futuro y los peligros, pero después de todo, cuando uno es pequeño, se toman las cosas a la ligera…

-Cuando teníamos esas vivencias con los Digimons nunca nos detuvimos a pensar en lo que nuestros padres pudieron sentir… el imaginar a mis hijos en esa situación me perturba muchísimo – sinceró Yamato, con brusquedad -. Sin embargo pienso que los asuntos relacionados con Digimons tienen qué ver con personas jóvenes, con niños… y sospecho que Mayumi y Kotty ya han vivido aventuras como las nuestras.

-Es muy posible, porque hay lagunas en nuestros recuerdos. Si no fuera por lo que contienen los libros, no supiéramos gran cosa – dijo TK – todo está muy borroso, es como si el pasado estuviera dentro de una laguna, habría que pescar toda la vida para recuperar lo que perdimos.

-¡Ahí está la clave!, lo que debemos hacer es pensar qué pasó para que olvidáramos, ¿Quién quiso que eso sucediera? – intervino Ken, con un dejo de desesperación – A pesar de lo mucho que dicen los libros de Tk, no he sentido todo lo que ha pasado, lo veo como ficción, y las cosas que siento, no son en realidad muy… agradables… lo único que estoy empezando a recordar por mi cuenta es de cuando yo… era el Kaiser.

-Yo cada día sueño con el Mar Oscuro, tampoco recuerdo por mí misma las cosas positivas – replicó Kari.

-Y aunque los libros describen a los digimons, nada más tengo de ellos una imagen borrosa – dijo Mimi -, la verdad es que quisiera recordar más a mi Palmon… me enteré de ella al sentirla dentro de mí por un sueño, y por los libros y lo que me dijo mi Izzy, pero realmente no he tenido tiempo de informarme mucho, mi Tulo necesita muchos cuidados, tengo mucho miedo de que corra algún peligro siendo tan pequeño, por otra parte tampoco quiero descuidar a mi Benji y a Osen-chan, por eso quiero que lleguemos  a algo.

-No te preocupes Mimi, me encargaré de cuidar de los niños y de investigar por ti – dijo Izzy solemnemente.

-¡Claro!, nosotros sabemos que un bebito necesita muchos cuidados – animó Davis – así que no te tortures, nosotros estaremos para protegerlos, ninguno de nuestros hijos correrá peligro, para eso estamos nosotros, que somos sus padres.

-Pero ni siquiera sabemos qué hay que hacer – desanimó Sora.

-Como se dice por ahí, doce cerebros piensan más que uno – siguió Davis, con una cara de demente que era clásica en su infancia.

-Lo primero que debemos hacer es armar los acontecimientos que han sucedido – propuso Taichi.

-Es lo más viable – opinó Iori.

Los doce elegidos suspiraron algo nostálgicos, resultaba difícil todo aquello. Parecía que estaban en un laberinto sin posibilidades de éxito. Les temblaba el corazón, los recuerdos seguían deambulando y no encajaban en el rompecabezas.

-Quizá debamos olvidarnos de los recuerdos – murmuró Kido, bajando la mirada.

-¡Yo no podría olvidar ahora a mi V-mon!, lo que quiero es recordarlo.

-Me refiero a que, para llegar a una solución, debemos desistir de gastar nuestro tiempo en recordar, nos enredamos más.

-Entiendo… - susurró Kari tocándose la venda que le cubría la herida causada por el rompimiento de un digihuevo en el Mar de la Oscuridad, luego explicó a Daisuke – Davis, cuando V-mon y los demás vinieron a nuestra mente no lo planeamos, ellos llegaron a nosotros porque nos necesitamos… por otra parte ya leímos mucho sobre digimons y no hemos digerido la información, no la recordamos con precisión…  Joe cree que para eso se necesita tiempo,  él opina que es mejor gastar ese tiempo en buscar una solución a lo actual sin involucrar al pasado.

-Entonces no dejaremos atrás es pasado, sino que este irá llegando poco a poco…

-Me parece buena opción – Koushiro encogió los hombros sin mucha seguridad.

-Por el momento es lo mejor – dijo Tk -. Ahora busquemos solución a lo actual. Debemos estar preparados para ataques, los polvos digitales que anteriormente poseían a las personas se han materializado en huevos que posiblemente ya nacieron, no sabemos a que velocidad van a crecer, aunque talvez sea rápido, porque robaron la energía de Zetaro para eso… ¿cómo podemos contraatacar a eso? Y lo más importante ¿Qué pretenden hacer con nosotros o con la Tierra?

-Además habría qué averiguar qué hace Wallace en esto.

-Wallace, el niño solitario que conocimos en Norteamérica, apenas lo puedo creer – replicó Davis.

-Es posible que él nada más sea un títere – dijo Cody -, como lo era el Señor Oikawa que mencionan los libros… el señor Oikawa que era amigo de mi padre. En aquél entonces ese hombre se convirtió en juguete del digimon maligno porque tenía una obsesión por conocer al Digimundo, a lo mejor le sucede lo mismo a Wallace.

-Creo que Cody tiene razón – dijo Miyako.

-Mencionó que ÉL no olvidó lo que nosotros sí. Por lo que se deduce que probablemente recordaba al Mundo Digital, deseaba renovarlo y no le importó hacerlo de esta manera… la soledad es muy pesada, debió sentirse desamparado, sin ningún amigo, de niño sólo tenía a los digimons – razonó Takeru.

-Ojalá pudiéramos secuestrarlo – renegó Taichi.

-Podría usar mis contactos para rastrearlo, seguramente el tal Wallace está aquí en Odaiba – propuso Ken.

-Contamos con eso – pidió Matt.

-Yo… he pensado en una manera de contraatacarlos – anunció con algo de timidez Izzy.

-¡Anda Izzy, dilo! – sonrió su esposa Mimi.

-Sí, como en los viejos tiempos – dijo  Kari.

-Siempre con buenas ideas – agregó Sora.

-Por algo eras uno de nuestros guías – siguió Miyako.

Koushiro se sonrosó bastante, entrecerró los ojos y suspiró intimidado, pero contento, luego abrió su vieja laptop y se concentró en el monitor.

-El lenguaje digital elaborado hasta el 2027 fue parcialmente borrado, de modo que fue sustituido, eso indica que los digimons y el Digimundo mismo estaban formados por esas bases de datos, que son parte del sistema operativo que se usa desde que aparecieron las computadoras. Al desaparecer el lenguaje, toda la información referente a los digimons fue borrada, ¿si me entienden?

-Lo que no entendemos fue porqué se borraron las memorias. – admitió Yamato.

-Es imposible que las memorias se borren de un día para otro – dijo Jou -, ahí tuvo que intervenir otro factor.

-El factor de lo absurdo y fantástico – ayudó Tk -, pero por favor, continua Koushiro.

-La información que teníamos sobre digimons no se borró, es posible que se haya ocultado en el inconsciente, pero en realidad no sé mucho de psicología. Si el conocimiento sobre los digimons hubiera desaparecido, en estos momentos no estaríamos recordando…

-Eso es verdad – reflexionó Sora.

-Pero ese no es el punto, lo que quiero explicar fue lo que hizo el "enemigo" – Koushiro hizo una breve pausa en la que se tocó las ojeras de desvelo, luego prosiguió -, cuando se desfragmentaron las bases de datos, los digimons cambiaron de forma, se volvieron datos distribuidos al azar en nuestro mundo, y desde que olvidamos han estado deambulando por toda la Tierra… de alguna manera, los datos de digimons malignos lograron juntarse (obra posiblemente de Willis) y se dedicaron a atacar a lo que ellos pensaron que eran los culpables de su pérdida, o sea nosotros. – Izzy esperó que lo interrumpieran, pero nadie se atrevió a hacerlo -. Con la ayuda de Wallace pudieron materializarse, ese hombre es un genio, lo recuerdo bien, a mí me ha ayudado bastante…

-Pero ¿Cómo? – preguntó Davis.

-Por medio de la semilla – contestó Ken.

-Sí, de alguna manera Wallace sabía de la semilla que estuvo en Ken, buscó la manera de hacer una copia de ella para instalarla en el niño adecuado.

-Mi pobrecito Zetty – recordó Miyako, horrorizada.

-No sólo eligió a Zetaro Ichijouji por su vínculo con Ken y la Bondad, sino que me atrevo a decir que resultó electo por una de sus cualidades sobresalientes.

-¿Qué quieres decir, Izzy?

-Que lo eligieron por su habilidad de dibujante. – dedujo Koushiro, muy seriamente – Zetaro puede dibujar a los digimons aún sin saber que lo que traza son digimons, lo ha hecho desde siempre, yo lo sé porque mi hija me enseña esos dibujos cuando Zet se los regala, y ahora que los miro nuevamente, reconozco a los digimons.

-Eso… es verdad – dijo Kari, sacando el arrugado dibujo de Angewomon para mostrárselo a todos -. Zetty lo hace de manera inconsciente, porque sus recuerdos están en su inconsciente… toda esa información sale a flote por medio de sus dibujos, y eso lo averiguó Wallace.

-¡Increíble! – opinó Cody.

- Lo que debemos hacer es imitar las acciones del enemigo. Buscar la manera de adjuntar los polvos digitales de nuestros amigos digimons, y materializarlos… pero es difícil, porque no podemos depender de Zetaro para ello. Sé que cada uno de nosotros tiene una manera de explorar nuestro inconsciente, aunque como ya lo mencioné, no sé mucho de psicología.

-Parece coherente… - dijo Joe.

-Si Zet pudiera ayudarnos – resopló Ken – todo sería más sencillo. Tal vez…

-¿Tal vez qué, Ken?

-Tal vez Zet necesite ayudarnos – dijo el esposo de Yolei -. Lo que ha sufrido no lo dejará vivir, mi hijo buscará arreglar lo que considerará que ha descompuesto… habría que esperar, pero no sé si pueda permitirlo, no quiero que Zet corra peligro, sería una decisión de mi hijo, eso me temo.

-Opino igual, no debemos involucrar a los pequeños – mencionó Sora – Al menos ya tenemos una teoría, podemos comenzar a trabajar con algunas acciones, seguramente encontraremos la forma de triunfar. Por lo pronto me tomaré unas vacaciones del despacho, todos deberían hacer lo mismo con sus trabajos.

-Entonces, el grupo de antiguos niños elegidos, entrará en acción – se animó Daisuke.

--

La cuchara rebanaba el mantecado una y otra vez, la nieve de fresa se estaba derritiendo, la fruta perdía brillo, pero ni así ella se apresuraba a comer, nada mas jugaba con la comida. A su lado estaba una pequeña grabadora, no quitaba su atención de ese artefacto.

-Parece que ya han terminado de hablar… se oye mucho silencio.

-No, lo que pasa es que la comunicación se cortó – anunció la niña, apagando la grabadora.

-¿Quieres decir que tu papá nos descubrió?

-No sé, según mi punto de vista, se descompuso alguno de los aparatos y no da señal, qué lástima.

-Al menos grabamos la esencia de la reunión, ya sabemos qué es exactamente lo que harán nuestros padres, podremos ayudarlos; después de todo Seiyuro dijo que Wizardmon nos pidió ayuda a nosotros.

-Es verdad.

-Por otra parte O-chan, es admirable lo bien que engañaste al tío Izzy. Es curioso, el sabía lo que harías y aún así pudiste burlarlo.

-Sabía que no buscaría en el broche de cabello de Mamá-Mimi – dijo Osen, pero luego se entristeció – Aunque no me siento orgullosa de eso, Toshi-kun, pero ya no puedo cambiar las cosas, últimamente he decepcionado mucho a mi papá – la niña hizo una pausa para guardar la pequeña grabadora -; supongo que espiarlo esta vez sí era mi obligación.

-Así es, no tienes porqué sentirte mal, lo hacemos por una razón muy válida. – animó Toshiro, engullendo su helado -. Tendremos qué analizar esa grabación para comunicársela a los demás.

-Sí.

-Pero antes debemos que atender ciertos asuntos, O-chan – Toshi sonrió, se veía ligeramente perturbado, sin embargo sabía disimular bien -. De antemano te agradezco que me acompañes.

-Es un placer – declaró la pelirroja hija de Izzy -, por cierto Toshi, ¿no quieres mi ración de mantecado?, es que perdí el apetito.

-Mh, está bien, me lo comeré rápidamente para ir a nuestras obligaciones.

-Gracias.

El niño abrió la boca de manera impresionante, miró hacia todo el lugar para asegurarse de que nadie lo veía, luego se empinó el mantecado de un solo bocado. Se tapó la cara y se lo tragó.

-Auch, se me congeló el cerebro… es molesto y fascinante al mismo tiempo.

-Eso te pasa por comértelo de un bocado.

-A veces se me pegan las costumbres de mi primo Taik – excusó Toshiro, mientras se limpiaba la boca con la servilleta -, ¿entonces ya nos vamos?

-Yo ya estoy lista.

-¡Bien!, será como en nuestras viejas aventuras ¿Recuerdas?, cuando Taik, tú y yo vivíamos en una misma casa y explorábamos la ciudad haciendo diabluras.

-En realidad el perverso era Taiki, ¿no Toshi?

-Ya lo creo – el canelo se puso de pie y ayudó a su "hermanita" a hacerlo, pagó la cuenta y evacuaron el sitio

-¿A dónde iremos primero?

-Al Hospital, quiero ver a Yuri… pero… mejor no, ¿qué te parece si le damos una vuelta primero a Zetaro?

--

En casa de los Ichijouji, los niños se entretenían jugando a los videojuegos; Kurumi se sentía aliviada por tener visitas, ya no tenía miedo de cuidar a sus hermanos, porque sus amigos estaban con ella. Kyosuke jugaba alegremente a la consola, se movía ágilmente en el control y vencía sin esfuerzo a Ben. **GAME OVER** le marcó la pantalla al hijo de Mimi.

-¡Este control no sirve! – exclamó molesto, mientras le rolaba el juego a Doguen.

-Eso dijiste antes, ya te cambiamos de control – dijo el miope -, lo que pasa es que no quieres admitir que mi primo Kyo es mejor que tú.

-Ya cállate, Llorón – se enfadó el Principito.

-Oigan muchachos, ¿no gustan algo de beber? – preguntó Kurumi, mientras dejaba al soñoliento Satoru con los demás.

-¿No es mucha molestia, Kurumi-san?

-Claro que no Doguen.

-¡Entonces sí! – pidió Kyo, analizando el rostro de la linda Kurumi con rubor en sus cachetes.

"Se nota a leguas que a Kyo le gusta Kurumi, qué interesante" pensó Ben.

-Yo te acompaño, Kurumi – dijo Ben.

Los dos chicos se adentraron en la cocina, Kurumi abrió el refrigerador mientras Ben preparó los vasos.

-Kurumi…

-¿Qué sucede, Ben?

-¿Tú tenías un novio, verdad?

-… eso ya es pasado, no quisiera hablar de eso – la chica se enfadó de pronto, Benjamín hubiera querido tener más tacto con las chicas.

-¿Sabes Kurumi?, estuve leyendo los libros sobre el Digimundo del tío Takeru… encontré asuntos geniales sobre nuestras mamás, ellas dos se llevaban muy bien, a tu mamá le encantaba estar con la mía.

-Mamá siempre me ha comentado que le hubiera gustado tener a Mimi de hermana – admitió la hija de Ken y Miyako.

-Eso me hace ver que si nuestras madres son tan amigas, a lo mejor tú y yo también ¿No crees? – sinceró Ben, con una extraña sonrisa.

-¿Tienes fiebre, Benji?

-Ash, uno no puede ser amable porque lo tachan de enfermo. Hablo en serio Kurumi, aunque en realidad lo que quería decirte es que no debes sufrir por ese inepto que fue tu novio, tienes la posibilidad de ganarte a un niño mejor que babea por ti.

-¿Un niño que babea por mí? ¿Quién Ben? ¿Acaso tú? – bromeó la peliazul, con amargura.

-No gracias, estás linda y todo, pero eres muy mayor para mí – replicó con "honor"  el Principito -, es alguien más, averígualo.

El chico de ojos miel sirvió jugo en un vaso y se regresó al living sin pensar en ayudar.

-¡Oye Ben! Regresa acá, yo no puedo con todos los vasos, ¡malcriado! -  renegó la Ichijouji.

-Mi madre me crió muy bien, pero me da pereza ayudarte – dijo el chico mientras se sentaba entre Kyo y Doguen.

Kyosuke Motomiya negó con una sonrisa, se levantó y fue directo a la cocina para ayudar a la niña.

-Ben, no deberías ser tan descortés con las niñas.

-Cállate Doguen, la verdad es que he hecho la obra de caridad del día.

-¿Cómo que obra de caridad?

-No seas bestia, es fácil saberlo, esos dos se gustan.

-¿Y eso que tiene que ver?

-Los he dejado solos para que fluya el romance. No es que me importe, pero a veces hay que ser caritativo, justo como era mi madre en su juventud.

-Ay Ben…

-Sigamos jugando, Llorón, tú también bebé Satoru.

-Ok.

Kyosuke llegó hasta Kurumi. La vio de espaldas y notó que la muchacha se estremecía. ¿Qué le había hecho o dicho Ben?, le hubiera gustado devolverse y golpear al "Principito".

-Kurumi-chan, no te preocupes, he venido a ayudarte – se acercó, un escalofrío lo recorrió al escuchar unos leves sollozos. - ¿por qué lloras, Kurumi-chan?, ¿te hizo algo Ben?

Kurumi negó con rapidez.

-No quiero que me veas llorar, Kyo, en un momento les llevo los jugos… es solo que – Kyo la tomó de los hombros y le dio la vuelta, le miró las lágrimas.

-Yo quiero verte llorar – le dijo -, me gusta más que te rías, pero si estás triste, quisiera verte llorar siempre, para poder consolarte, aunque no estoy seguro de que yo sepa ser consuelo, o un paño de lágrimas. Si estás triste, no lo ocultes, tú nunca ocultaste tus sentimientos, ¿por qué hacerlo ahora, que estás madurando?

-No he madurado… siempre es sido así, pero hasta hace poco me di cuenta de que soy una boba.

-¡No debes decirte así!

-Soy una boba Kyo, esa es la verdad… me embobé con un chico mayor que yo porque creí que era lo suficientemente atractiva e inteligente, ¡por culpa de ese sujeto puse en peligro a mi hermano y a mi papá! ¡Por culpa de mis tonterías!... a veces pienso que todo lo que sucedió es mi culpa, si no hubiera sido tan vanidosa aquella tarde, habría controlado a Zet, él no hubiera salido y no le hubieran insertado esa semilla que lo tiene como un zombie… no le presté la suficiente atención a Zet, ¡fue mi culpa!

-¡Deja de decir eso! ¡La culpa no es tuya, ni siquiera de ese cerdo que tenías como novio! ¿Entiendes eso Kurumi?, NADIE TIENE LA CULPA DE LO QUE LE PASÓ A TU HERMANO.

-Eso no importa, yo sigo sintiéndome culpable.

-¡Pues estás mal!, ¿qué puedo hacer para que no te sientas así? ¡Dímelo y lo haré!

-¿Por qué? – preguntó Kurumi, frenando un poco su llanto.

-Pues… ¡porque sí! – Kyo se veía seguro, pero los colores en sus rostro no eran estáticos, todos los tonos carmines viajaban por su morena piel, haciéndolo cada segundo más encantador. Haló a Kurumi y la abrazó sin decir más, estuvo feliz de obedecer su impulso, pero en cuanto analizó lo que estaba haciendo, se separó al instante, muy apenado - … lo siento…

Con presteza desvió la mirada, tomó dos vasos con jugo y salió disparado hacia los chicos, quienes habían dejado de jugar al oír los gritos. Kurumi se secó las lágrimas y emitió una débil sonrisa. "Qué chico más lindo" pensó antes de seguir en su encomienda de servir más jugos.

--

Seiyuro Takaishi miraba atento el juego de ajedrez que encabezaban su abuela Natsuko y su prima Mayumi; él, su hermaniya y sus primos Ishida estaban de visita en casa de la abuela Takaishi porque su progenitor y los demás elegidos iban a tener una reunión "secreta". Sei odiaba los secretos pero no podía hacer nada en esos momentos para impedir la reunión, sólo esperar, porque sabía que su amiga Osen Izumi espiaría la conversación "Entonces nosotros podremos entrar en acción" le había dicho a los demás niños sin mucha preocupación.

-Jaque mate, May.

-¡Rayos!, pensé que lograría sostener el juego por más tiempo, abuela.

-Oh, lo haces muy bien. Ninguno de mis hijos supo ser rival mío, y tú, si sigues así, podrás vencerme.

-¿Y yo podré hacerlo algún día, abuelita? – intervino Kotty Ishida, con su vocecita dulce, el pequeño de siete años estaba en otra habitación, sin embargo era muy atento, prestaba atención a toda la casa.

-Si tu hermana te enseña, creo que sí, Kotaro – dijo la abuela mientras se ponía de pie -, chicos, iré a tomar una siesta. Te dejo a cargo, Seiyuro.

-De acuerdo abuela, ve a dormir junto con Min-chan.

La señora se retiró muy contenta, le encantaba tener de visita a sus nietos, era como revivir aquellos momentos que murieron cuando se separó su familia. Sus nietos eran encantadores, Seiyuro le recordaba mucho a Takeru cuando era adolescente: chispeante, sonriente y vivo, a lo mejor si su hijo no hubiera crecido con el trauma de haber perdido a su familia hubiera sido como el nieto. Mayumi era Matt en femenino, y para la señora era muy hermoso poder convivir con alguien tan parecido al hijo que nunca tuvo a su alcance. Por otra parte, Kotaro y Minagawa eran dos angelitos que irradiaban ternura y felicidad; amaba a sus nietos.

-Los bebés y los abuelos duermen todo el día – se quejó Kotty -. Y yo que quería mostrarle a abuelita lo bien que toco la armónica que me regaló papá.

-Ya se lo mostrarás después, cuando hayas perfeccionado tu técnica – dijo Mayumi, mientras guardaba las piezas del ajedrez occidental. –Por cierto primo, ¿es verdad que tío Tk vendrá por ti para ir al Periódico Odaiba?

-Sí. ¿Te lo dijo Toshi?

-Sí, me dijo que tío Tk tenía una cita con el Director del diario.

-Se llama Sasuke Toriyama, un antiguo jefe de papá. Toshiro investigó que se trata del sujeto que atacó a mi padre hace días… es decir, ese tal Toriyama es el que fue poseído por los polvos digitales – "fue a quien le apunté con un arma y quise matar" se lamentó el rubio, luego prosiguió en voz alta -, Toshi arregló una cita con el sujeto, pero se negó a ir, por eso quise acompañar a papá, al parecer mi madre también trabajó con ese hombre – informó Seiyuro.

-¿Y no temes que ataquen al tío Tk?

-Nah, mi papá dice que al tal Toriyama no le conviene hacerle nada… piensa que será interesante verlo para saber qué sintió el sujeto cuando lo poseyeron las mariposas digitales.

-Vaya… - opinó Kotty, rascándose el cráneo de cabello zanahoria.

--

Osen y Toshiro se habían trasladado hasta la casa de los Ichijouji, afortunadamente el barrio no era tan grande y las distancias no era excesivas, aún así el hijo de Kari notó que su O-chan se había cansado, y la vio débil, pero no dijo nada.

-Bien, finalmente llegamos O-chan, ojalá podamos hablar con Zet.

-Eso espero… aunque es posible que de nuevo nos ignore… él está muy afectado…

-En realidad es comprensible, siente muchas tinieblas a su alrededor, aún así yo tengo fe en que hoy será diferente – Toshi llamó a la puerta, la cual fue abierta con Doguen Kido.

-¡Hola Doguen!

-Superior Doguen, ¿qué lo trae por aquí? – saludó Osen.

-Ehh, lo que pasa es que estamos de visita, pásenle.

-Eres muy gentil, Doguen – sonrió Toshiro mientras se quitaba los zapatos para entrar.

Kurumi los recibió muy animada e inmediatamente les trajo bebidas, Kyo se mostraba silencioso, Satoru jugaba con unos dados, Doguen y Ben le prestaban más atención al juego de video.

-Así que han venido a visitarme ¡Qué bien!

-En realidad no estaremos mucho tiempo, O-chan y yo le prometimos a tío Tai que pasaríamos por Taik, que está con la psicóloga – dijo Toshiro -. Pero quisimos venir a saludarte, también quisiéramos hablar con Zet.

-No creo que Zet se porte amable con ustedes, eso ya lo saben – susurró la anteojuda.

-Nada se pierde con intentarlo… la verdad es que estuve recordando que un día yo estuve tan deprimido como Zetaro, fue hace poco y sin embargo no lo recordaba… tengo en mente a cada uno de ustedes animándome, me decían que lo que yo había hecho no era tan malo, y poco a poco fui superando mi pesadilla.

-¿Qué dices? ¿Cuándo sucedió eso? – interrumpió súbitamente Kyo.

-No lo sé con precisión, pero lo voy a averiguar, Kyo.

-Toshiro – habló el hijo de Davis -, ¿han espiado la reunión de los adultos?, Ben me aseguró que Osen-chan lo haría.

-De eso hablaremos después. Como adelanto les diré que captamos la mayoría de las conversaciones.

-¡Eso está genial! – dijo Ben, sin dejar de mirar la pantalla.

-Por eso queremos hablar con Zetaro – murmuró Osen, intimidada.

-Entonces deberías hablar tú solita con él – sugirió Kyosuke.

-¿¿YOOO?? ¿SOLA?

-Sí, sola, sería más benéfico, al Zet ordinario le gustaría más, eso te lo apuesto – aseguró el muchacho con googles, porque sabía lo mucho que quería el morado Ichijouji a esa pelirroja -, ¿Qué no sabes Osen-chan, que el amor hace milagros?

-¿Cómo que el amor? – renegó la chica Izumi, sonrojándose.

-¡¡TI, MANO TET QUIEDE AMOD!! – exclamó Satoru, para la admiración de todos ("¡¡Sí, hermano Zet quiere amor!!")

-Estoy de acuerdo con Kyo y Sato-chan – admitió Kurumi -. No lo había pensando, pero en realidad tú eres una persona muy especial para Zet, y es posible que si tú le hablas reaccione, ¡Anda Osen, te lo agradecería mucho!

La niña se sacudió la cabeza, estaba aturdida, Ben frunció las cejas en actitud celosa, iba a reclamar, pero se sorprendió al notar que Doguen Kido le había tapado la boca para que no interviniera "Qué se cree este insecto miope" renegó Ben, tratándose de zafar.

-Date prisa O-chan, yo te espero aquí – sonrió Toshi, mientras Kurumi y Kyo arrastraban a Izumi hasta la habitación del mediano. – No salgas hasta que le hayas arrancado al menos una palabra.

-¡Esperen un poco, por favor! – rogó la ojinegro con nervios notables. Los raptores sonrieron y la metieron al cuarto, luego le cerraron la puerta.

--

(POV ZETARO)

Toda la tarde  he oído risas que provienen de la antesala de mi casa… son risas bonitas, antes solía hacer coro con ellas y me sentía feliz. Ahora todo es diferente, la risa no sale de mi boca, hay amargura. ¿Quién soy yo ahora?, las cosas a mi alrededor parecen de papel, se arrugan, estoy cansado y no quiero ver a nadie. Deseo dormirme para siempre; no puedo; las voces se meten en mi cabeza y me llaman a estar despierto. Han venido muchas personas a verme, todas se van pensando en que las ignoro, quizá sea verdad, aunque ellos no se han puesto a pensar en que cuando las veo, ya no puedo expresarme.

Hay mucha suciedad en lo que pienso… recuerdo que mis dibujos se tornaron reales, quería alzar mi imperio como si fuera un rey… traté mal a mis padres y a mis hermanos, por un momento no los amé, ¿y aún así quieren que les hable?, no los comprendo, después de todo yo me volví malo, los traicioné, hice que la maldad tuviera forma; de todo eso me acuerdo, por eso me dan ganas de llorar.

¿Qué debo hacer para no estar triste?, no lo sé, primero quiero estar seguro de saber quien soy en realidad… Me acuerdo, soy Zetaro, un niño que consideran muy ingenuo… cuando ya no quise ser ingenuo me volví malo, no quería volverme malo, me obligaron, me metieron algo en el cuello… ¿una semilla?, no lo sé… ya no seré inocente, pero extraño ser como antes… ¿por qué sentía ansiedad y no quise ser como siempre?, no entiendo, hay mucha niebla, por eso nada más quiero dormir, nada es reconfortante, debería desaparecer para olvidar todo aquello que hice y que hará sufrir tanto a mi mamá… mi mamá, siempre tan hermosa, la he hecho llorar, no era mi intención… papá también ha llorado, mis hermanos igual. Todo gira alrededor de mí, no me gusta la atención, quiero alejarme.

Los pasos se acercan, la puerta se abre; cerraré los ojos para que me crean dormido… oigo más risas y ligeros quejidos; cierran la puerta y se van. No. Alguien se queda y me mira, siento su intensa mirada en mí a pesar de que tengo los ojos cerrados, ¿quién vino?, no voy a abrir los ojos, guardaré silencio para que se vaya, no tengo ánimos para ver a nadie, no importa si es Kurumi, o mis padres, o Satoru, o alguno de mis amigos.

Camina hacia mí, su caminar me gusta, no hace ruido. Se sienta junto a mí, su olor es muy agradable, quiero abrir los ojos, ¡pero no!, no puedo hacerlo, no merezco ver a nadie, hice cosas muy malas, debo dormirme.

-Oh Zet… tenía miedo de que estuvieras despierto – me dice, mi corazón aumenta su tun-tun-tun, habla de manera dulce, la tengo en mi mente, sé quien es -. No iba a saber qué decirte, yo no soy buena en estas cosas, aunque sé que si yo estuviera deprimida tú hallarías la manera de animarme, siempre has sido muy lindo conmigo, me has dado tantos regalos y sonrisas… y yo no te he dado nada a cambio, perdóname Zet.

Parece que solloza, ¡ella no debe llorar por mí!, no merezco sus lágrimas, me volví malo, menos deseo su compasión, ¿por qué no se va?, ¿por qué no te vas, Osen?

-Ellos creen que voy a ayudarte, los voy a decepcionar porque no sé qué hacer para que estés mejor, todos tenemos fe en ti, pero lamentablemente está en tu poder el querer recuperarte... ¿Sabes?, leí sobre los digimons, sobre nuestros padres, sobre tu papá. A él le pasó algo parecido a ti, y lo superó – sus suspiros son sinceros, quiero abrir los ojos porque nunca la imaginé llorando por mí, debe verse preciosa, aunque ¡No debe llorar por mí! – Por eso también debes superarlo, no puedes seguir así toda la vida… Zet, soy cobarde, si tú estuvieras despierto no hubiera dicho nada de esto, lo más probable es que hubiera salido corriendo por los  nervios.

La voz le flaquea, se voltea y comienza a toser, los sollozos no paran, sus lágrimas están cayendo sobre mi mano. No quiero que lloren por mí, no quiero lástima, no soporto que deseen mi bienestar siendo que me volví malo y resucité a mis dibujos. ¡No soporto esta situación!

-Osen… - dije, con los ojos abiertos.

-¡ZET! – gritó, quitándose las manos de la cara - ¡Mi querido ZET, has despertado!

Su llanto aumenta y se lanza hacia mí, me abraza, llora conmigo… qué bien se siente.

-O-sen…

-¡Estaba tan preocupada por ti! – me dice, casi ahogándome -, me sentía muy  mal porque no te he ayudado en nada.

Osen no sabe como estuve, no lo imagina. Cuando estaba poseído por esa semilla me avergoncé de mí mismo, fue una suerte que ella no lo hubiera visto.

-Deseo… dormir…

-No es verdad, has dormido demasiado, si quieres que me vaya dímelo, pero no me pongas pretextos. – dice soltándome con sus grandes ojos mirándome con rudeza -. No es justo que le hagas esto a tus padres, no pueden con ese dolor que les causas.

-No quiero… que me compadezcas – susurro, nunca antes la vi tan viva ante mí, parece que está investigando un misterio.

-Para nada, no te compadezco. Si vine a verte es porque eres mi amigo y deseo ayudarte, la ayuda consiste en hacerte sentir mejor por medio de tu superación.

-¿Cómo?

-Zet, no sé si comprenda lo que sientes, pero trato de hacerlo… si a mí me hubiera ocurrido algo semejante, no me quedaría dormida, haría algo para remediarlo.

-No podría remediar lo que hice porque no sé cómo lo hice.

-¡Para eso están tus amigos!, mira, yo podría decirte qué podemos hacer para mejorar la situación, así no te culparás y te sentirás orgulloso de ti mismo, ¡nadie va a compadecerte!... si se burlan de ti, te juro que… ¡se las verán conmigo!, ¿confías en mí, Zetaro?

A lo mejor papá tiene razón cuando dice que las mujeres embrujan, la voz de Osen y sus palabras, me hacen sentir que no soy el único que sufre. Si me quedo encerrado en mí mismo voy a fracasar, si miro hacia el frente y trato de arreglar mis defectos, es probable que crezca… y definitivamente yo quiero ser mejor, espero ser como antes y pensar positivo. La miro a los ojos, ya no está llorando por mí, me sonríe… me gusta observarla así.

-Confío en ti, claro, pero me gustaría que me dieras un beso. – bueno, me animó tanto que le hice una petición, es la segunda vez que le pido eso.

-¡Ay Zet! ¿Cómo me pides eso!? – se exalta, voltea la cara. Súbitamente se acerca y me besa la mejilla  - ¿Ya estás mejor? ¿Te levantarás y saludarás a todos?

-Gracias por el beso – agradezco -, y sí, creo que me voy a levantar… de nada sirve que me lamente eternamente.

-Los seres humanos tienen un alma muy grande – comenta – en nuestro corazón caben muchos sentimientos, por eso no debes dejar que lo negativo invada todo.

-Osen, me salvaste.

-Zet, tú hubieras hecho lo mismo.

-Oye, ¿me explicarías lo que tengo qué hacer para compensar lo que hice cuando…?

-¡Claro que sí!

(FIN POV ZETARO)

--

(POV KEN)

Kurumi nos llamó a Yolei y a mí por celudigital hace unos minutos, nos rogó que fuéramos cuanto antes a casa, mencionó que Zetaro nos necesitaba. Por eso nos ausentamos tempranamente de la reunión a la que asistimos, nuestros amigos lo comprendieron a la perfección, y después de todo ya habíamos hablado de lo esencial. Por mi parte sabía lo que tenía que hacer, me encargaría de localizar al tal Wallace.

Entramos al departamento con presteza desesperada, vimos a los niños muy tranquilos jugando a la nueva consola de video juegos.

-¡Kurumi, ¿en dónde está tu hermano?! – gritó Miyako, exasperada al ver la calma de los chicos.

-En su habitación, los está esperando.

No nos detuvimos a analizar las sonrisas que pusieron Kurumi, Kyo, Ben y Doguen, ni siquiera sospeché de los aplausos sin sentido que protagonizó mi bebé. Teníamos miedo de que Zetaro se hubiera puesto mal. Entramos a su alcoba y lo llamamos, la cama estaba hecha, vacía. Cerré la puerta al adentrarme y vislumbré a mi hijo mediano estar sentado en su escritorio, dibujando.

-¿Zetty? – indagó mi esposa, atónita, el corazón debió latirle igual de veloz que a mí.

Mi hijo se volteó, nos sonrió, sostuvo la hoja en la que trabajaba y con paso lento, cansado y algo torpe, se acercó a nosotros. Siempre tendré presente cuando estiró sus brazos haciendo entrega de unos bocetos, un águila y un gusano… Hawkmon y Wormmon. Y en medio de ambos había un letrero: Gracias por todo.

A Yolei le salieron las lágrimas y lo abrazó tan fuerte como si quisiera asfixiarlo.

-¡Hijito, has vuelto a ser tú mismo! ¡Mi Zetty!, No tienes nada qué agradecer… te queremos tanto, no soportábamos verte así.

-Perdóname por preocuparte mamá, no quiero que llores más por mí.

-¡Son lágrimas de felicidad! – excusó mi esposa, mientras lo besaba con amor e intensidad -. Por Dios Zetty, ¡seguramente debes estar hambriento! ¿Qué quieres que te prepare mamá?

-Quiero… sushi, si no es molestia.

-¡Mi Zetty, claro que no es molestia!, estás muy delgado, llevas días sin probar bocado… no quiero que te me desnutras… espera aquí y descansa.

Lo soltó con cuidado, Zetaro le secó las lágrimas, entonces mi Yolei me besó los labios con una alegría sobrehumana. Nadie puede imaginar el amor que los padres le tienen a sus vástagos… de repente remembré a mi madre llorando por mí, en esa imagen, yo le daba las gracias por darme la vida, le pedía perdón, despertaba de mi letargo, como ahora lo hacía mi hijo. Nunca debí de dudar de la fortaleza de Zet, los niños son mágicos, siempre se superan, tal vez duerman sus penas y éstas despierten en la madurez, pero aún así es excepcional la forma en la que se superan… admiro a Zetaro por sonreírme en estos momentos a pesar de que lleva un dolor impreso en su espíritu.

Nos quedamos solos, él bajó la mirada y su voz sonó melancólica.

-Papá… fuiste mi ejemplo a seguir en esta pesadilla, por eso ahora no voy a decepcionarte.

Le acaricié la melena lisa y corta.

-No Zet, saliste adelante por ti mismo.

-En parte sí, en parte no. Sentía…una oscuridad enorme a mi alrededor, y a pesar de que sabía que había muchas personas que me querían ayudar, no deseba salir de ahí, odié imaginar que me tuvieran lástima o compasión… pero me contaron sobre ti; para no sentirte culpable de lo que te pasó, intentaste arreglarlo, yo haré lo mismo… además, Osen me prometió que no permitiría que alguien me tuviera lástima… confío en ella, confío en mis hermanos y mamá… confío en ti.

Zet no me abrazó, dobló el dibujo y me lo dio. Su rostro no era el mismo, era otro que buscaba la superación. Me sentí conectado de alguna manera con él, como si su corazón y el mío estuvieran unidos por un punto en común, por un hilo, por las tinieblas. Y ambos siempre estaríamos relacionados con ellas, mas no mezclados, porque sabríamos superar las penas. Zetaro estaba madurando, yo comencé a recordar.

(FIN POV KEN)

--

Fin del capítulo 15

--

*--*--

NOTAS finales DE la AUTORA.- ¡Gracias por leer!, espero les haya gustado al menos un poquito y no se hayan confundido con mis incoherencias. Traté de tranquilizar un poco las cosas para postergarlas porque en los pasados capítulos hubo demasiada acción y ya no sabía qué hacer!, después de todo los polvos digitales se materializaron en digihuevos y tardarán en nacer y en hacerse malvados. Quise resolver el conflicto de Zetaro, lo he hecho sufrir mucho, sé que temas importantes me quedaron pendientes, como "Hidemi", "Wallace", ¡y muchas cosas más!, pero poco a poco iré tratando de resolverlo todo (yo tengo la culpa por complicar tanto este fic, ahora no puedo saber exactamente cuando finalizará). Espero me tengan paciencia y sigan leyendo, sus opiniones son para mí muy importantes.

Gracias, y por favor, no se olviden del Review…

Dudas, Opiniones, Críticas Constructivas en el review, o en mi nuevo mail: cielocriss@graffiti.net

¡Hasta pronto!

P.D. De nuevo apareció Sasuke Toriyama, un personaje sacado del fanfic "En fuga…"

--*--*