Yo de nuevo trayendo una historia de mi ship favorito de star wars, saben disfrute mucho escribiendo este capítulo, tengo el otro en proceso el cual estaré próximamente subiendo, espero no demorar tanto.
Espero les guste mucho :D
El castillo de Maz Kanata estaba lleno como de costumbre, en aquella ocasión Han mantenía una conversación con la pirata mientras que Rey sin prestar atención a la charla miraba aburrida como un grupo de seres interplanetarios jugaba a las cartas.
Han Solo le había ofrecido empleo un par de años atrás cuando habían coincidió en una trifulca muy violenta dentro de un carguero pesado, ella le había demostrado su valía cuando ambos colaboraron juntos para salir de aquel embrollo.
Rey se había escabullido en ese sitio a escondidas y había engañado a la mayoría de los tripulantes pero en cierto punto la mentira había dejado de surtir efecto.
Cuando era una pequeña niña su abuelo le enseño un par de "trucos", aunque siempre encontró espeluznante al anciano este al momento de querer educarla mantenía un aire orgulloso, como si deseara que ella fuera la mejor en el arte en el que él era un gran maestro.
Cuando sus padres se enteraron de lo que el viejo estaba haciendo inmediatamente la mantuvieron lejos de él, Rey no sabía exactamente la razón por la que dejaron Exegol pero no le no le importó en ese momento, ella odiaba ese planeta por ser árido y aterrador, entre más lejos estuviera de ahí ella sería feliz, pero aunque era una niña de tan solo 7 años cuestionó la decisión que sus padres habían tomado al irse a un planeta igualmente desértico, con la única diferencia que ahí hacía un calor de mil diablos.
Tal parecía que el haber abandonado su antiguo hogar les había traído una racha de mala suerte, la muerte prematura de sus padres había afectado a Rey, en cuanto se supo que estaba sola fue acogida por un orfanato de poca monta del cual a la edad de 13 años logró escapar, si bien había padecido hambre y frio en muchas ocasiones nunca se comparó con el tormento de ser acosada por otros niños mayores y que intentaban someterla. Los viejos trucos que su abuelo le mostró se quedaron muy arraigados en ella, y los utilizó sobre todo para defenderse y realizar una que otra travesura. Finalmente cuando su decimotercer cumpleaños llegó se largó de ahí gracias a una planificación de casi tres años.
Rey observó como uno de los hombres que había tirado un par de cartas en la mesa se ponía furioso y soltaba improperios al otro jugador. Finalmente apartó su mirada y presto atención a lo que Maz estaba preguntando.
–Eso significa que ¿Ben regresará a casa?
Rey había escuchado muchas veces el nombre del hijo de Han Solo y físicamente lo conocía por una vieja foto que su jefe siempre tenía en la cabina del Halcón, en ella también figuraba su hermosa esposa Leia Organa, el muchacho solo tenía 15 años y ya había superado la altura de su madre por mucho; el cabello negro apenas cubría sus orejas y vestía un traje propio de la nobleza.
Ella encontraba hermosa esa foto pues en su lugar ella no tuvo oportunidad de tener un recuerdo de ese tipo con su familia. Con respecto a Ben sentía que era un buen muchacho pues su sonrisa era genuina y hasta agradable.
–Supongo que solo será por un par de días o tal vez semanas, Luke lo mantiene muy ocupado, es como si no quisiera soltarlo.
–Tal vez solo se a encariñado con él– Maz llevo el cigarrillo a su boca y absorbió una bocanada, la cual dejo salir lentamente mientras volvía a hablar– recuerdo que los primeros años solo venía a platicar sobre lo frustrado que estaba, por lo rebelde que era tu hijo y luego simplemente dejo de venir; supongo que las cosas mejoraron y yo estaba feliz porque mis oídos ya no escuchaban lo mucho que se quejaba de él– Maz soltó una gran risa y tomó el líquido que contenía su gran taza.
Siempre que tocaban el tema de Ben Rey imaginaba todo como si se tratase de una película y quería saber más, sentía mucha curiosidad sobre el hijo de Han y deseó poder conocerlo.
–Imagino que estará presente en el festival de Pasaana.
–Leia me aseguro que sí, pero no confío del todo en ello, sabes bien como es Ben.
–No lo culpes por tener un espíritu indomable, tiene de donde sacarlo.
Han soltó una pequeña sonrisa y sin decir nada más del tema se dirigió a Rey –Toma tus cosas y asegúrate de no olvidar nada, nos vamos a Pasaana.
– ¿No es muy pronto? – Rey levantó una ceja
–Tengo un par de pendientes y quedan de camino.
–Vayan con cuidado– Maz tomó entre sus manos lo que parecía una caja – por favor Rey cuídate, sabes que aun creo que eres muy joven para estar en el negocio…– le entrego el paquete a la chica.
–Te lo agradezco Maz pero se cuidarme yo solita– Rey le guiño un ojo y puso la caja bajo su brazo, se acercó a la mujer bajita y la abrazó con el otro.
…
Rey tenía malos hábitos y a pesar de ello creía firmemente en lo valiosa que era.
–Debes dejar el maldito cigarro.
–Y tu deberías dejar ese estúpido licor coreliano.
En los labios de Han se formó una tenue sonrisa –yo ya no tengo remedio niña pero tu… me lo agradecerás cuando seas mayor.
Rey tenía 17 años y ella creía que no era tan joven, además gracias a la vida que había llevado aprendió cosas que comúnmente no eran parte de un aprendizaje sano ni de acuerdo para su edad. Se levantó de la silla maltrecha y al hacerlo llevo la mano a su trasero tirando levemente del short de nylon.
Han miro con desaprobación aquel acto –Debes ser más cuidadosa con tus modales.
Con cierta irritación Rey articuló – ¡si, si! Ya sé que no es propio de una dama; Han te recuerdo que no eres el mejor ejemplo para hablar de modales.
A pesar de su corta edad tenía una personalidad un tanto abrasiva y la verdad la encontraba divertida, Rey solía ser así y lejos de molestarle y sentirse ofendido era como verse en un espejo.
Una vez que llegó a la cocineta del Halcón comenzó a preparar tres vasos con fideos instantáneos, nunca había comida decente en la nave pues los viajes solían ser muy agitados y rápidos por lo cual no existía tiempo para las compras ordinarias.
Conocer los fideos había sido para Rey como amor a primera vista, normalmente la comida instantánea no tenía buen sabor además de tener un aspecto asqueroso, sin embargo los fideos eran deliciosos aunque muchos lo encontraban poco nutritivo.
Habían estacionado la nave muy cerca de donde los nativos de festejarían el festival, todos estaban muy animados y recibían con alegría a los visitantes.
Sentado fuera del Halcón estaba Han y pelaba lo que parecía una papa, de vez en cuando miraba la danza que muchos de los habitantes de Pasaana realizaban con fervor. Estaba tan absorto que no se dio cuenta cuando una mano se posó sobre su hombro.
– ¡Carajo! – ante la sorpresa hundió la afilada hoja en su pulgar.
–Disculpa no fue mi intensión asustarte.
Han se levantó aun con el dedo sangrándole y sin pensar en la pequeña punzada abrazo a Ben.
– ¡Oye Han los fideos están listos!, a menos que no quieras estaré dispuesta a comerlos por ti– Rey bajó por la rampa con un vaso humeante de fideos.
Ben al escuchar la suave voz no pudo evitar voltearse inmediatamente. Si bien su madre había comentado que su padre tenía un nuevo tripulante nunca creyó que se trataría de una pequeña y delgada chica.
Rey había llevado la pasta caliente a su boca cuando vio al enorme joven junto a su jefe.
– ¡Rey él es Ben!
Ella tragó sin ni siquiera saborear el bocado.
– ¿Es una broma? – Ben no pudo guardar silencio.
– ¿A qué te refieres con eso? – Han lo miro perplejo.
– ¿Ella es tu segundo al mando?
Esas palabras picaron el orgullo de Rey y sin poder contenerse exclamó – ¡Oye tú! ¿Tienes algún problema con eso?
Ben nuevamente dirigió su atención a ella y le desagradó el tono con el que se estaba refiriendo a él. –Han puede darle a quien él quiera el mando de su nave, incluso si es a un pequeño Cacahuate como tú.
Rey abrió mucho los ojos – ¡Soy muy capaz de pilotear esta y otras naves, sin la necesidad de ser un hijo de mami al que todo le dan!
Aquello era lo más absurdo que Han estaba presenciado, apenas se conocían y ya saltaban chispas por todas partes.
Finalmente Ben dijo algo ofensivo sobre los padres de Rey y esta no se contuvo, dejó caer el vaso de fideos y se le lanzó como un gato rabioso. No importó que Ben fuera mucho más alto que ella, eso no le impidió darle un buen golpe en la mejilla con su puño cerrado.
Han vio como Ben miraba con profundo odio a Rey y antes de que siguieran con los golpes e insultos se interpuso entre los dos – ¡basta!, ¡háganme el favor de calmarse!
– ¡Si educaras a tu hijo esto no tenía por qué haber pasado!
– ¡Mira quién lo dice una pequeña contrabandista que ni siquiera puede vestirse decentemente!
– ¡De nada te sirve tu linda ropa si eres un verdadero idiota!– Rey lo miraba enfurecida y sin darle oportunidad a que siguiera ofendiéndola se metió al Halcón maldiciendo entre dientes.
–No debiste ser grosero con ella
Ben llevó la mano a donde Rey lo había golpeado, un leve rastro de sangre escurría de su comisura labial –Para ser solo un mocoso tiene fuerza– una sonrisa muy peculiar apareció en los labios afelpados de Ben.
Han puso los ojos en blanco y no dijo nada más.
…
Jamás en su vida había estado tan equivocada, en todo ese tiempo había creído que Ben Solo era una persona amable, cariñosa y ligeramente rebelde pero resultaba todo lo contrario, era un patán engreído.
Se encerró en su pequeña cabina y de un tirón quitó de su pizarra un par de artículos que hablaban sobre el hijo de Leia y Han.
Se reprendió a sí misma, había actuado como una pequeña mocosa enamorada de un joven que evidentemente había idealizado basándose en la opinión de otros, sus ojos pardos observaron el aspecto que tenia de joven y lo comparo con su actual apariencia, un sonrojo invadió sus mejillas furiosamente y con enojo tiró los recortes en el ducto de la basura.
Ben entró al halcón y se percató de que no había cambiado en nada a excepción de que se notaba más limpio, fue hasta la cocineta y al abrir la pequeña nevera encontró un montón de cerveza.
–Ni se te ocurra tocar mis cosas– la voz de Rey tenía un ligero tono amenazante.
Ben abrió mucho los ojos – ¿No crees que eres muy joven para beber?
–Eso no es de tu incumbencia, si has venido solamente para juzgar la vida que llevamos aquí será mejor que te largues– Rey se acercó y lo empujo a un lado, agarro la puerta de la nevera y tomó una lata de cerveza sin prestarle mucha atención al hijo de Han, cerro la nevera y se fue caminando por los pasillos de la nave destapando su recipiente de aluminio.
Ben bajó por la rampa con una lata de refrescante cerveza y se fue a sentar a la silla que Rey había estado usando hacia unos momentos antes.
–Rey te matara si sabe que le robaste.
– ¿Por qué la dejas beber?
–Rey es una chica difícil, cuando nos conocimos ella ya tenía sus hábitos, aunque intente que los dejara solo me gane insultos y que se marchara un tiempo– Han tomaba un poco de licor con un par de hielos en un vaso metálico – ¿conoces a Bala-Tik?
Ben negó con un movimiento de cabeza.
–Rey se fue con ellos cuando trate de quitarle el cigarrillo y sus cervezas además de algunos otros hábitos que definitivamente no me agradaban, se fue por meses hasta que Maz me mandó un mensaje haciéndome saber que Rey estaba con ella, Chewie dijo que debíamos ir por ella y solo así volvió, prometió ser mejor persona pero su gusto por el cigarro y la bebida no entraba a discusión, solo logramos reducir su consumo…
–La disciplina nunca ha sido tu fuerte… y para que tu hables de hábitos desagradables realmente debió ser algo de otro nivel– Ben se había quitado la chaqueta de cuero negro.
– no hablare sobre eso, ¿Tuviste problemas con Luke por estar aquí?
Ben le dio un largo trago a su bebida –Lo deje
– ¡¿Qué?! – Han lo miraba con los ojos desorbitados.
–Lo que escuchaste, no termine con su entrenamiento…
Han no dijo más, conocía lo reservado que era Ben con ese tema y además el mismo había omitido detalles sobre el comportamiento de Rey de los que no quería hablar.
…
Ella pegó un tremendo grito cuando supo de los nuevos planes – ¡¿Qué tu hijo ahora es parte del equipo?! –
–Será por un corto tiempo
Rey miraba con furia a Han – ¡dile a ese idiota que se mantenga alejado de mí y de mis cosas!– decía mientras se alejaba hacia su cabina.
En el pasillo ambos se encontraron, esta vez Rey vestía un ajustado pantalón de cuero negro, un par de botas cafés y una blusa blanca sin mangas, ella fingió no verlo y paso de largo, en cambio Ben sí que la había observado, era muy joven pero también muy bonita, además de que su carácter explosivo era la cereza del pastel.
