Capitulo 2: Una conversación necesaria

Un hombre de mediana edad estaba sentado en una de las bancas de una plaza de juegos de un barrio acomodado de Inglaterra. Era una noche estrellada, muy despejada... todo lo contrario a como estaba en la noche anterior, en la cual llovió fuertemente. Algo no estaba bien con el clima y no era precisamente el calentamiento global que los muggles tanto hablaban el causante, había algo o alguien sobrenatural detrás de esto. Por lo menos un grupo de magos creía eso y el hombre sentado en esa banca era uno de ellos.

Remus Lupin era su nombre. Había llegado mas temprano de lo acordado, ya que antes tenía que tratar unos asuntos con una de los habitantes de ese barrio, el cual había sido resuelto con resultados bastantes positivos para la organización en la que él participaba. La Orden del Fénix.

De repente vio acercarse a quién estaba esperando. Un adolescente entre 15 y 16 años de edad, el cual tenía su pelo alborotado como siempre, el cual le recordaba a uno de sus grandes amigos... uno de los poco que tuvo y que se había ido.

- Hola. Veo que has llegado temprano.- le dijo el chico mientras lo miraba fijamente a través de unas gafas.

- Hola Harry, bueno la verdad que si he llegado un poco más temprano, es que me gusta mucho estar afuera de noche y disfrutarla tranquilo. Por mi condición de licántropo debo aprovechar estas ocasiones.- le respondió con cierto dejo de tristeza por así decirlo.

- Te entiendo.- le respondió, lo comprendía ya que incluso una vez había tenido la mala suerte e verlo transformarse. Realmente no se veía muy cómodo que digamos.

- Pero bueno, los Weasley te mandan saludos. Hoy pase por la Madriguera para entregarle unos documentos a Arthur y le mande tus saludos a todos en especial a Ron y Ginny

- Gracias, ¿Te dijeron algo? Cuéntame.- le dijo Harry emocionado.

Remus se alegró de verlo así, como cualquier chico ansioso de saber algo que le están ocultando. Ojalá que todo fuera más fácil, pensó él.

- Bueno me preguntaron cómo te había visto, así que les conté como se habían dado las cosas. Estaba un poco apurado por lo cual no puede platicar mucho con ellos, pero si me pidieron que te diera unas disculpas por parte de ellos y Hermione porque en sus cartas no pueden poner mucha información ya que pueden ser interceptadas.

- Que no se preocupen, desafortunadamente sabia que eso iba a suceder. Estoy estancado aquí sin saber nada de lo que realmente importante hasta el primero de septiembre, ya que dudo que me den autorización para ir al callejón Diagon a comprar mis materiales para la escuela.- espeto Harry desganado.

- Sé que es una situación complicada, pero es bueno que comprendas que es por tu bien. Además no vas a estar totalmente desconectado, yo no soy invisible por si no lo sabías

- Sí lo sé, pero es momentáneo. Luego te irás ya que este no es tu trabajo, es el de Fletcher.

- Es que se me había olvidado contarte. Le pedí a la Orden y en especial a Dumbledore que si me podían dejar a mí vigilarte hasta que comenzaran las clases, para que estuvieras a alguien con quién hablar. Solo cuando haya luna llena me ausentare por un tiempo.- con una sonrisa cómplice que le rejuveneció por unos instantes su cara.

- ¿Por qué no me lo habías dicho antes? Es lo mejor que me han dicho en días. Realmente genial.- dijo un feliz Harry y de impulso lo abrazo.

A Lupin esto lo tomó de improviso, pero le contestó rápidamente el abrazo. Hacia tanto que no sentía uno de verdad, bueno desde que Sirius muriera.

- Ahora, me vas a decir por qué no has querido ir a visitar a la señora Fig.

- Es complicado, no lo entenderías.

- Pruébame, no pierdes nada con intentarlo.

Un silencio incomodo de apodero del lugar, una ráfaga de viento paso razonado sus rostros, mientras que el de Harry miraba fijamente al suelo, como si estuviera la cosa más maravillosa de la Tierra en él.

La verdad es que no quería decirle el por qué, ya que no lo entendería hasta que supiera toda la verdad y eso incluiría contarle sobre la profecía y él aún no estaba listo para retransmitirla, no quería que sintieran mas lástima de él de la que ya sentían. Además ni él mismo la asimilaba totalmente aún...

- ¿Es por Dumbledore? – Le preguntó Lupin sorpresivamente.

- No lo entenderías.- le respondió sombríamente

- Esta bien, sé que cuando estés listo me lo podrás contar. Pero escúchame bien una cosa.- Lupin lo miro de frente por lo cual Harry tuvo que levantar la vista y mirarle a los ojos.- Tú puedes confiar en mí, sé que nunca podré reemplazar a Sirius ni tampoco lo quiero hacer, ya que nunca lo lograré, pero si quiero estar ahí para ti y lo voy a estar, pase lo que pase lo voy a estar.

Harry no aguantó y de nuevo puso su vista hacia el suelo. Sabía que podía confiar en el hombre que estaba a su lado, pero todo aquel que estaba cerca de él sufría y no quería eso para él, no se lo merecía. Nadie se lo merecía.

- Todos los que están cerca de mí terminan sufriendo- murmuro Harry, pero Remus le oyó y le contestó:

- Eso no es verdad. Nosotros, todos los que estamos en esto sabemos las consecuencias que hay por enfrentar. Es lo que hacemos. No es solo por tu culpa. Es nuestra elección

- Pero si no fuera por mí, nadie estaría muerto. ¡ Ni mis padres, ni Cedric, ni... ni Sirius!- Harry grito colapsando tenia que decir lo que sentía a alguien

- Harry cálmate. No te pongas los problemas del mundo en tus hombros, no es tu culpa ni responsabilidad.

- Si lo es

- No Harry. Nuestras cabezas ya tenían precio para Voldemort desde antes que tu nacieras. Y ahora que él regreso nuevamente es lo mismo. Pero a la vez esto es diferente. Ahora el ministerio nos apoya, sabemos su forma de atacar por lo cual tenemos una mayor ventaja.

- Puede ser...

- No es que pueda ser... es la realidad.

Se quedaron en silencio, Harry trataba de analizar todo lo que le había dicho Remus, y sí bien no le había cambiado totalmente la perspectiva de las cosas, le había aliviado un poco la culpa que sentía.

- Gracias.- le dijo Harry mientras levantaba la vista

- Para eso estoy Harry, no hay de que.

- Se quedaron mirando el cielo por un instante, hasta que alguien dijo:

- Le extraño

- Yo también, pero él y todos los que se han ido no nos han abandonado realmente, aunque muchas veces lo dudes.

- Me cuesta creerlo aveces... - le dijo

- A todos nos cuesta Harry, pero ten siempre en mente esto. Ellos realmente se van cuando nosotros los olvidamos, es algo que he ido aprendiendo con el tiempo.- le dijo Remus tranquilamente

- Remus

- ¿Sí?

- ¿Qué es ese velo que hay en el departamento de misterios?

Le tomo por verdadera sorpresa la pregunta, pero no se la podía responder aún, no aún.

- Es que Luna me dijo algo que me quedo rondando por mi cabeza. Ella al igual que yo pudo escuchar unas voces, como murmullos detrás de él.

- No soy la persona más competente para hablarte sobre él.

- Déjame adivinar.- le espeto Harry sarcásticamente- Dumbledore es el que debe

- No seas así Harry, quizás sea él el indicado o quizás no. Pero no es el momento, sin embargo te prometo que cuando sea tiempo lo sabrás y déjame decirte para tranquilizar un poco tu curiosidad que no va a hacer en un largo periodo de tiempo.

- Esta bien, pero realmente molesta esto de nunca saber todo, tengo derecho sabes.

- Si lo sé, pero todo a su debido tiempo. No te preocupes, ok

- Esta bien

- Dios, es tarde... tienes que volver. Mañana nos encontramos de nuevo.

- Esta bien, mañana... tratare de llegar antes para que tengamos mas tiempo

- Me parece una excelente idea.- le guiño un ojo

Comenzaron a caminar rumbo al número 4 de Privet Drive, mientras que hablaban en el camino

- Quizás un día de estos traiga un acompañante, si no té molesta

- Depende de quién.- le respondió Harry entre receloso y divertido

- Un cierto pelirrojo que al parecer es tu mejor amigo, pero no estoy seguro jajjaa

- ¿Ron? Sería genial... ojalá que puedas

- Ya verás, no te preocupes

- Entonces ningún problema.

- Ya llegamos

- Verdad, saludos a todos... te espero mañana

- Donde siempre.- Remus agrego

Y mientras Harry trepaba para subir a su habitación, se dio vuelta para mirar a Remus por última vez por esa noche. Este le sonrió y luego desapreció.

Harry con una paz que hace tiempo no sentía se quedo dormido rápidamente, y descanso como hace tiempo no lo hacia, y debía aprovechar, ya que los problemas no dudarían en aparecer.