Capítulo 2: Una visita inesperada

Uno, dos y tres!- dijo Snape

El numero 4 de Privet Drive era un sepulcro no es escuchaba ni un ruido dentro de la casa, alumno y su profesor mas odiado estaban a punto de enfrentarse…en teoría el duelo ya se había iniciado, pero ninguno de los dos había movido un dedo, solo se apuntaban con la varita – Que pasa Potter ya te asustaste…que esperas para moverte? – retó Snape a Harry – No veo que usted se muevo mucho que digamos profesor – Harry estaba concentrado en lo que iba a hacer, sabia que perdería el duelo, aun no estaba preparado, pero al menos no seria vencido antes de iniciado el duelo.

Dos mentes frías esperando el momento propicio para dar el primer golpe, este prometía ser un duelo muy interesante. Los tíos de Harry seguían sus movimientos con la mirada mientras seguían escondidos…

-Expelliarmus- gritó Harry decidiendo que había que empezar con esto de una vez.

Snape fue lo suficientemente rápido para moverse a tiempo. A este ataque le siguieron una serie de hechizos continuos por parte de ambos duelistas que no se daban tregua alguna. Snape decidió que era el momento de atacar en serio, apuntó a una de las mesas que había en la habitación y la convirtió en una abeja enorme.

Harry no lo pensó dos veces y apunto a la abeja lanzándole el encantamiento reductor con lo que la convirtió en una pequeña abejita, pero esto le dio una idea que aunque no le gustaba del todo, sabia que seria de mucha utilidad en ese momento…

-Serpensortia- dijo haciendo que una serpiente salga del extremo de su varita. -Engorgio- la serpiente había adquirido el tamaño de un gran Basilisco, Snape aunque miraba aterrorizado tuvo que admitir que fue una estupenda ampliar la habitación, ya que sino hubiera sido imposible conjurar tremenda serpiente.

Asustado Profesor Snape? – una sonrisa burlona apareció en los labios de Harry – Potter no te pases de listo conmigo…- Snape tenia que pensar en algo rápido o sino seria comida de serpiente

-Enroscalo y déjalo fuera de combate- le dijo Harry a la serpiente, los tíos de Harry pensaban que se estaba volviendo loco para ponerse a silbar de esa manera en ese momento.

Snape estaba aterrorizado pero decidido a ganar el duelo. La serpiente atacaba a Snape sin darle un solo segundo para descansar, lo estaba acorralando mientras Harry recuperaba un poco de fuerzas. Snape era conciente que sus energías se estaba terminando, realmente el nivel de Harry había aumentado demasiado en muy poco tiempo, tenia que hacer algo pronto,

Felizmente para el encontró la solución.

Lumos maxima!-grito el Profesor de pociones cegando a la serpiente- Diffindo- con un certero hechizoSnape acabó con el basilisco haciendo que su cabeza se desprenda de su cuerpo.

Es hora acabar con esto Desmaius!

-Protego!-dijo Harry, los hechizos chocaron y provocaron una gran explosión expulsando hacia atrás a los dos oponentes. Harry alcanzo a caer sobre la lona unos metros más atrás, pero algo chico contra su cabeza y vio todo negro.

Harry despertó en su habitación a la mañana siguiente con un gran dolor de cabeza. Al comienzo no recordaba nada de lo que había pasado pero luego recordó el duelo. No tenía idea de quien lo había ganado, solo recordaba que chocaron los hechizos y luego algo lo había golpeado, pero que había sido?

Decidió dejar de lado eso, no era de vital importancia y en ese momento tenia mucha sed, así que bajó a tomar un poco de agua, mientras que escucho que sus tíos estaban cerca de las escaleras. Se metió en la cocina y de pronto escucho un grito; corrió a ver que había sucedido y se encontró con algo que le pudo haber resultado cómico si hubieran sido otras las consecuencias.

Tía Petunia se había rodado las escaleras y parecía realmente muy lesionada por la caída, estaba inconsciente y tenía una gran herida en la pierna; la cual estaba en una posición algo sobrenatural.

Tío Vernon que había subido a su recamara, bajaba ya apurado las escaleras .Al ver esto y a Harry a su lado le entro una ira indescriptible.

-Qué demonios has hecho con tu tía- grito furibundo. Harry estaba desconcertado con la reacción de su tío, entonces espero ha que termine de bajar las escaleras y dijo lo único que se le ocurrió.

-Yo no he hecho nada, solo escuche sus gritos y vine hacia acá, pero si quieres puedo hacer algo para remediarlo-

-Lo único que debes hacer es llamar a una ambulancia- grito su tío.

Sin hacerle caso Harry agarró su varita de su bolsillo y apuntó hacia tía Petunia.

-Scougify-dijo limpiando la herida de la pierna que dejó de sangrar –Ferula- esta vez entablillo la pierna de su tía por si tuviera una fractura, su tío Vernon solo lo miraba asombrado incapaz de mencionar palabra alguna.

-Movile corpus- dijo apuntando a su tía y llevándola hacia su dormitorio mientras tío Vernon estaba como en trance

Harry la recostó en su cama y le dijo a Tío Vernon

- Será mejor que le de algo para fortalecer el hueso la pierna y despertarla por si tiene una lesión cerebral, puedo preparar una poción.- dijo Harry serenamente mientras se dirigía a su habitación para traer una poción que ya tenia hecha, mientras entrenaba la necesito en varias oportunidades.

Harry no tardo mas de 5 minutos en volver, se acerco a su tía y la despertó – Enervate- la tía de Harry despertó confundida sin saber muy bien que había sucedido.

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Dos semanas después de este incidente el tío Vernon llegó a la casa con la cara muy sonriente.

-Petunia – llamo a su esposa que gracias a las atenciones de Harry en ese día ya estaba totalmente recuperada - esta noche vendrán a cenar una familia de dentistas que probablemente me hagan un pedido muy importante de taladros para su consultorio dental-dijo tío Vernon- y tu Harry solo bajaras si necesitas algo importante, aunque seria mejor que no lo hagas - la actitud de sus tíos había cambiado un poco después del accidente.

Esa noche cuando sonó el Timbre Harry subió a su habitación y se quedó muy tranquilo ahí, la verdad no le importaba mucho los negocios de su tío, pero algo le decía que esa iba a ser una noche muy interesante para el.

Mientras tanto, en el piso de abajo...

-Buenas noches Señores Granger...