CAPITULO 6: EL ANILLO
Segundos después de que su diosa lo llamara, Mu apareció en la entrada del templo de Atena. Entró en él en silencio y llegó a la presencia de la diosa.
¿Me llamó, Atena?- preguntó Mu, clavando una rodilla en el suelo.
Así es, Mu- dijo Saori- me alegra que hayas vuelto de Jamir con bien...¿tuviste alguna complicación?-
Ninguna, Atena- dijo Mu en su usual tono sereno.
Me alegro- repitió Saori- tengo que pedirte un gran favor-
Usted dirá- dijo el caballero de Aries.
Por motivos personales, Hyoga y Camus estarán ausentes dos semanas, comenzando desde la próxima- dijo Saori, haciendo una mueca de fastidio- Shion también salió por ahora, aunque volverá pronto. Necesito que te quedes en el Santuario, y que no vuelvas a Jamir hasta que Camus regrese-
Pero...yo...-comenzó Mu, pero luego asintió- está bien, será como usted dice. Pero, ¿sabe usted porqué se fue el maestro Shion?¿O a dónde fue?-
Tiene un asunto...personal que arreglar en el palacio de Salem con la reina Deyana- respondió Saori.
Mu la miró interrogante, pero Saori sacudió la cabeza.
Estoy pensando en voz alta- dijo Saori- olvídalo, ya te explicará todo Shion cuando vuelva de su viaje. Yo misma no estoy enterada de todos los detalles, y no quisiera confundirte. Ahora- añadió- ¿tú tienes algo que decirme?-
Sí, Atena- dijo Mu, casi suspirando- traje a una chica a la casa de Aries-
¿Qué dices?- dijo Saori, sorprendida.
Kiki la encontró en Jamir, muy herida, tras luchar contra los espíritus que habitan en el Valle de la Armadura- explicó Mu- y los dos nos ocupamos de ella. Aún no está totalmente recuperada, y no podía dejarla a su suerte-
Ya veo- dijo Saori- bueno, si te parece bien, que se quede contigo, y ve si la novia de Saga puede ayudarte con sus heridas. Y espero que no tengamos los mismos problemas que cuando Selene se quedó con Milo...-
No, claro que no- dijo Mu de pronto- supongo que ella querrá irse a su casa cuando se recupere del todo-
Está bien- dijo Saori- puedes retirarte-
Mu se inclinó y desapareció.
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Mientras Mu estaba con Saori, Lily se paseaba por la habitación. Rory estaba dormida sobre su cama, acurrucada y ronroneando placidamente. Ella alzó una ceja y miró a su gata con algo de envidia. ¿Cómo se atrevía a dormir con tanta paz, cuando el corazón de su dueña estaba tan agitado?
La chica no sabía porqué no podía estar tranquila. Sabía que tenía que llevar a cabo su plan esa misma noche. El tiempo se le agotaba, y su abuela se pondría furiosa si no lograba a tiempo su cometido. Por otro lado, tenía que hacerlo pronto, antes de que se encariñara demasiado con el caballero y eso le impidiera llevar a cabo su misión.
Será esta noche- dijo Lily para sí misma, sacudiendo la cabeza fríamente y cruzando los brazos.
La chica volvió a sentarse sobre la cama y abrió su bolsa de viaje. Aún estaban ahí su vara de oro y su daga. Buscó y lo encontró. Un anillo de engaste color negro, con un grabado de concha nácar en forma de una estrella de ocho puntas, y se lo puso en el dedo corazón derecho.
Escuchó pasos, y guardó todas sus pertenencias dentro de la bolsa, excepto el anillo, el cual conservó en su dedo. Se levantó y abrió un poco la puerta un poco, solo para ver quien pasaba. Pasó un hombre, de largos cabellos azules y ojos color verde, acompañado de una mujer pelirroja.
¡Es él!- dijo Lily para sí misma, abriendo los ojos desmesuradamente. Y se sorprendió aún más de ver que había otro hombre exactamente igual a él, y alcanzó a escuchar parte de la conversación.
Clara y yo iremos con el resto al centro comercial, Kanon- dijo uno- así que creo que llegaré tarde-
Ya lo sé, Saga- dijo Kanon- yo solo iré a comprar algunos víveres-
Una vez que los tres desconocidos desaparecieron, Lily suspiró. De nuevo, escuchó que alguien más se acercaba. Eran otros dos hombres, otros caballeros, supuso ella. Nunca había visto hombres así. Ambos eran altos y de complexión que cualquier otro hombre envidiaría. Uno tenía largos cabellos color azul oscuro, mientras los de su compañero eran cortos y castaños.
Te lo dije, Aioria- dijo el de cabellos largos- fue una muy mala idea haberles dicho que fuéramos hoy-
Pues era eso o las cuatro chicas te golpearían juntas, Selene incluida- dijo Aioria de igual mal humor- que tontería decirles que nos aburre ir con ellas de compras, Milo-
Pues es la verdad, aunque...- dijo Milo, y se interrumpió. Él y Aioria se miraron entre sí.
¿Sientes eso?- dijo Aioria en voz baja. Milo asintió.
Lily vio asustada como los dos caballeros se volvieron hacia donde ella se encontraba. Asustada, cerró la puerta de golpe, desenvainó su espada y se encerró con ella en el vestidor.
¿Quién está ahí dentro?- dijo Aioria en un tono amenazante- contesta ahora mismo-
Lily estaba tan asustada que no pudo responder. Deseaba con todo su corazón que Mu apareciera pronto, pues tenía bien presente sus palabras. Sabía bien que los otros caballeros no la conocían, y podían lastimarla. Y sabía bien que no tenía ninguna oportunidad ella sola contra ellos. Hizo una mueca al recordar que su vara dorada seguía dentro de su bolsa de viaje.
Espera, Aioria- dijo Milo.
¿Qué planeas hacer?- dijo Aioria.
No es un enemigo- dijo Milo- es una mujer, y está asustada. Abre, muchacha- añadió el santo de Escorpión, tocando la puerta- sal de ahí, tienes mi palabra de que no te haremos daño-
Lily no sabía si hacerlo. Su abuela le había enseñado a desconfiar de los caballeros. Pero si le había dado su palabra, no podía ser mentira. Con la mano temblorosa, giró la perilla de la puerta y la abrió un poco. Los caballeros no parecían tan malvados, después de todo.
Vamos, sal- le dijo Milo- te di mi palabra de que no te haríamos daño, y los caballeros siempre cumplimos con nuestra palabra-
La chica salió del vestidor, vacilante, aún sin soltar su espada. Los dos caballeros se quedaron boquiabiertos. No se imaginaban que podría estar haciendo una mujer tan hermosa en la casa de Aries.
¿Qué haces en este sitio?- le preguntó Aioria, cuando se recuperó de su sorpresa- ¿sabes que nadie puede estar aquí sin el permiso de Atena?-
Lo lamento- dijo Lily en voz baja- vine a este con el caballero Mu, y él me dijo que me quedara aquí y lo esperara, porque tenía que hablar con Atena...-
Al parecer, las dudas de los caballeros se disiparon y los dos le sonrieron.
Vaya, eso lo explica todo- dijo Milo sonriente, rascándose la cabeza- discúlpanos por haberte asustado de esta manera, pero no podemos dejar de ser cuidadosos...-
No hay problema- sonrió Lily.
En ese momento, Mu apareció y miró sorprendido la escena. Aioria no hizo ningún movimiento, pero Milo dirigió una mirada muy peculiar al caballero de Aries.
Que gusto verte de nuevo, Mu- dijo Aioria.
Lo mismo digo- dijo Mu, ignorando la extraña mirada de Milo- chicos, les presento a Lily. Lily, ellos son Milo y Aioria, son caballeros dorados también-
Un gusto- dijo Aioria, inclinándose cortésmente- y como dijo Milo, no fue nuestra intención asustarte-
Está bien- dijo ella.
Bueno, Mu, los dejamos solos- dijo Milo alzando las cejas de manera significativa- que Aioria y yo tenemos que llevar a ciertas jovencitas al centro comercial antes de que nos hagan pedazos-
Por cierto- dijo Mu- ¿podrían decirle a Clara que venga a verla antes de que se vayan? Tiene una herida muy grande en su pie izquierdo...-
En un momento la enviamos acá- dijo Aioria.
Los dos caballeros salieron, y Lily le sonrió a Mu una vez que sus dos amigos se alejaron.
Tienes un par de amigos muy simpáticos- sonrió Lily.
Demasiado, especialmente Milo- dijo Mu con cierta amargura.
Ellos dijeron que no podía estar aquí sin el permiso de Atena- dijo Lily.
No te preocupes- dijo Mu- acabo de hablar con ella, y lo tienes-
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¿Viste su cara?- dijo Milo con una sonrisa, mientras bajaban las escaleras, alejándose de las Doce Casas.
Milo...- dijo Aioria de mal humor, mientras se dirigían al Recinto de las amazonas.
¿Qué?-
No creo que sea buena idea andar por ahí diciendo a todo el mundo que Mu trajo a una chica al Santuario...-
¿Mu trajo una chica al Santuario?- dijeron Marín y Melody al mismo tiempo.
Oh, genial- dijo Aioria, cruzando los brazos.
No puedo creerlo- dijo Melody con una sonrisa- por fin Mu conoció a una chica, y...-
No se apresuren tanto...- dijo Aioria.
¿Lo dicen en serio?- preguntó Selene sin sonreír.
Por supuesto- dijo Milo- lo vimos con nuestros propios ojos, ¿no, Aioria?-
Así es- dijo éste.
Una cosa más- dijo Aioria- la muchacha tiene una herida en un pie, y Mu quisiera que Clara fuera a verla...-
Por supuesto- dijo Clara, y besó la mejilla de Saga antes de dirigirse a la casa de Aries- vuelvo enseguida-
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¿Y bien?- dijo Mu, una vez que Clara terminó de examinar la enorme herida en el pie izquierdo de Lily- ¿es muy grave?-
No, la verdad no- dijo Clara- es una herida muy bien cuidada... y tuvo mucha suerte que esa daga pasó cerca, pero no lesionó la principal arteria; de lo contrario, habría perdido el pie-
Lily sintió un escalofrío.
¿Puedes cerrarla con puntos?- dijo Mu.
No está infectada, así no veo porqué no- dijo Clara, abriendo su maletín y sacando lo necesario para suturar.
¿Duele?- dijo Lily en tono de preocupación. Mu sonrió.
No, claro que no- dijo Clara, poniéndose un guante y cargando una jeringa con un líquido transparente- te voy a poner esto, es anestesia...-
Mu esperó pacientemente hasta que Clara terminó de suturar las heridas en el dorso y la planta del pie de Lily. Al final, la joven médico puso un parche sobre cada una de las heridas y sonrió.
Tienes que curarle las heridas y cambiarle los parches cada doce horas- le dijo Clara a Mu- y procura que no se apoye en ese pie. Si se abren los puntos, avísame para colocarlos de nuevo... en una semana se los quito...-
Perfecto- dijo Mu- muchas gracias, Clara-
No hay porqué, Mu- dijo ésta a su vez- los veo luego-
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Bueno, menos charla y más acción- dijo Marín, tomando el brazo de Aioria, una vez que Clara volvió- al centro comercial, chicos...-
Las cuatro parejas (Milo y Selene, Aioria y Marín, Touma y Melody y Saga y Clara) salieron del Santuario rumbo al centro comercial. Las dos amazonas y Clara estaban muy interesadas en escuchar sobre la chica que había llegado al Santuario con Mu. Selene, sin embargo, parecía muy seria.
¿Qué sucede, amor?- le preguntó Milo, rodeándola por la espalda- ¿qué no querías venir de compras?-
No es eso, Milo- dijo Selene- es que...estoy preocupada-
¿Por qué?- preguntó el caballero de Escorpión.
¿Recuerdas lo que te dije la otra vez?- dijo Selene- sobre algo que vi en las cartas hace tiempo... con respecto a Mu-
x-x-x FLASHBACK x-x-x
Selene recordaba muy bien su primer día en el Santuario de Atena. Recordó como pasó toda la tarde leyendo sus cartas a sus nuevas amigas, las amazonas, y contándoles sobre su futuro, y que Kiki las acompañó un momento hasta que Mu llegó y lo mandó a entrenar de nuevo.
-Disculpen a Kiki si las molestó, señoritas- les había dicho Mu.
-Oh, no, no nos molestó para nada- sonrió Selene, recogiendo sus cartas del suelo y acomodándolas en un solo fajo para guardarlas. Tres de las cartas se resbalaron de sus manos y cayeron al suelo. Mu las recogió y se las entregó.
-Gracias- dijo ella, tomando las cartas. Las miró nerviosamente.
Dos de las cartas correspondían a un reloj de arena, y la tercera era...
-Una bruja...- dijo Selene en voz baja- tienes una bruja-
Mu estaba a punto de irse, pero la voz de la gitana lo detuvo.
-¿Perdón?- dijo Mu.
-Nada- dijo Selene, sacudiendo la cabeza algo nerviosa- estoy pensando en voz alta...-
Mu sonrió levemente y desapareció.
-¿Qué sucedió, Selene?- le preguntó Melody.
-Nada, nada- repitió Selene, revolviendo la carta de la bruja en el fajo.
x-x-x TERMINA EL FLASHBACK x-x-x
¿En tus cartas?- repitió Milo.
Así es- dijo Selene- hay a bruja. Una bruja significa una mujer malvada en el futuro de Mu. No lo sé... ¿y si es ella?-
Selene...- dijo Milo, pasándole el brazo por la espalda- no te preocupes por él. Yo la vi y no parece una mujer malvada. De todos modos, Mu es el más prudente y cuidadoso de nosotros. No creo que tenga ningún problema-
Selene asintió, pero no sabía porqué la noticia de que Mu tenía una chica no la emocionaba tanto como a las otras. Tal vez se había sugestionado con la carta de la bruja. Sacudió la cabeza y, sin pensar más en ello, continuó disfrutando sus compras junto a Milo.
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Esa noche, Mu y Lily se dedicaron a preparar la cena en silencio. Kiki no estaba, porque se había quedado con los caballeros de bronce cuidando a Zalika.
Lily tenía su mente en otro lugar. En su casa, para ser precisa. Su abuela estaría muy impaciente para estas alturas. Tenía que hacerlo pronto o su abuela se la comería viva. Pero había una parte de ella que no quería hacerlo.
¿Estás bien, Lily?- le preguntó Mu de pronto- estás muy callada-
Estoy bien, Mu- dijo Lily a su vez, forzándose a sonreír- solo estoy un poco cansada...-
Entonces descansa- dijo Mu- no te fatigues más, yo terminaré con esto-
No te preocupes, yo...-
Insisto- dijo Mu- de todos modos, ya está casi listo...-
Lily asintió y se sentó a la mesa, frotando el engaste de su anillo distraídamente, mientras Mu colocaba los trastos y la comida en la mesa.
¿Bebes vino?- preguntó Mu, y ella asintió. Mu vertió el contenido de una botella en dos vasos, y sirvió la cena. Ambos comieron en silencio, hasta que Lily lo rompió.
Y...¿cuándo piensas volver a Jamir?- preguntó la chica.
Planeaba volver dentro de dos días- dijo Mu distraídamente- pero Atena me ha ordenado que me quede aquí las próximas tres semanas...el Patriarca Shion, mi maestro, salió del Santuario... parece que iba a Salem-
¿Salem?- dijo Lily. Dejó su tenedor sobre el plato, pues sentía que sus manos comenzaban a temblar, y las ocultó bajo la mesa.
Así es- dijo Mu sin percatarse del súbito nerviosismo de su acompañante y levantando la vista- ¿conoces ese sitio?-
Lily asintió nerviosamente.
Yo vivo... cerca de ese sitio- dijo Lily, tragando saliva- me... me han dicho que es un sitio maldito... habitado por brujas malvadas...-
¿Entonces eres italiana?- dijo Mu, y ella asintió- oh, lo siento. Había prometido no hacerte más preguntas...-
Está bien- sonrió Lily, aliviada de que dejara de preguntar sobre Salem - y tu maestro... ¿a que iba a ese sitio?- preguntó ella.
No lo sé- dijo Mu, encogiéndose de hombros- Atena mencionó algo sobre la reina Deyana, pero no lo sé exactamente-
Lily bajó los ojos. Estaba demasiado cerca del peligro. Tenía que actuar pronto, o Mu la descubriría y entonces estaría en verdaderos problemas.
¿Y dónde ha estado Kiki?- preguntó Lily- no lo he visto en todo el día-
Mu puso los ojos en blanco.
El pequeño diablo pasa demasiado tiempo con los caballeros de bronce- dijo Mu- debe estar aún con ellos, perdiendo el tiempo...-
Lily sonrió levemente, aunque su nerviosismo aún no desaparecía del todo.
No seas tan duro con él- dijo Lily- mi abuela lo es conmigo, pero a veces es bueno tomar un descanso y divertirte un poco, ¿no crees?-
Mu sonrió también.
Tienes razón- dijo Mu.
Lily vio su vaso de vino muy cerca de la orilla de la mesa. Sonrió. Esa era su oportunidad para llevar a cabo su plan. Fingiendo un movimiento distraído, la chica hizo caer el vaso de la mesa al suelo. El vidrio se rompió con un fuerte ruido.
Oh, lo siento muchísimo- dijo Lily, llevándose las manos a la boca y fingiendo estar apenada.
No hay problema- dijo Mu con una sonrisa distraída, levantándose y tomando los vidrios rotos del suelo con la servilleta de tela- espera un momento, y te traeré otro vaso-
Gracias, Mu- dijo Lily.
Lily siguió al caballero con la mirada hasta que Mu desapareció dentro de la cocina. "Ahora o nunca" pensó Lily. Rápidamente abrió el engaste de su anillo, del cual cayó una pequeña perla blanca hacia el vaso de vino del caballero. La pequeña perla se disolvió en el vino inmediatamente. Ella sonrió y esperó a que Mu volviera.
Aquí tienes- dijo Mu, poniendo un vaso de vidrio junto a ella, y llenándolo de nuevo con el vino que quedaba en la botella.
Gracias, Mu- dijo Lily de nuevo.
No hay porqué- dijo Mu.
Los dos continuaron su cena en silencio. Al levantarse de la mesa, a Lily le pareció ver a Mu bebiendo todo el contenido de su vaso. Sonrió de nuevo. La orden de su abuela se llevaría a cabo muy pronto.
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Shion se introdujo al palacio de Salem. Ya conocía muy bien el camino. Cruzo los largos corredores hasta llegar a la sala del trono, donde estaba la reina Deyana. Vestía su usual vestido negro y su máscara de oro, aunque sus ojos azules brillaban de ira y ahora de satisfacción.
Vaya, vaya- dijo la reina, cruzando los brazos al ver al recién llegado- Shion, no esperaba volver a verte, y menos en este sitio...-
Ojalá yo pudiera decir lo mismo- dijo Shion- yo no he olvidado tu amenaza...-
Y haces bien- dijo la reina Deyana- sabes bien que la venganza de una mujer suele ser terrible...- Shion no dijo nada, y la reina sonrió bajo su máscara- ¿y se puede saber porqué me honras con tu presencia?-
Sé que planeas llevar a cabo tu vendetta ahora- dijo Shion- pero yo no planeo permitírtelo. Quiero que me digas que te propones...-
La reina dejó escapar una carcajada.
No es necesario que yo te lo diga, Shion- dijo la reina Deyana- vuelve a Jamir, o al mismo Santuario de Atena... ahí está la respuesta, donde aún llora la sangre dorada de mi hija Areli, la traidora-
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CONTINUARÁ...
¡Hola! Adelanté de nuevo este capi, porque mañana voy a estar en calidad de bulto. Para quien me preguntó, las intervenciones de Camus son la introducción del próximo fic. Muchísimas gracias por sus reviews. Espero que les esté gustando. Y lamento dejarlos en suspenso, pero me quedó un poco largo y aquí tenía que cortar. (Siiiiiiiii, soy cruel, no tengo corazón ni sentimientos... los cambié por una bolsa de chicles... ¡y ya los mastiqué todos! Muajajajaja...) Ejem... ¿ven los estragos de no dormir bien? Muchos saludos!
Espero sus comentarios.
Abby L. / Nona
