#02# Un recuerdo que olvidar


Los huesos empezaron a crujirme al haber permanecido tanto rato en la misma postura. Tenía los ojos tapados. Había notado como me tanportaban de un lado a otro…incluso en ¿avión?…quizás me lo había parecido…

Cuándo por fin conseguí notar algo de luz a través del pañuelo negro que cubría mi rostro por completo me desanimé, pues sabía del cierto que venían a recogerme y que su trato conmigo no sería precisamente delicado. No fallé.

Me sacaron a patadas del camión. Quedé en el suelo, tumbada, indefensa y llena de barro y sangre seca. A rastras y agarrándome fuerte por los hombros, me llevaron a algun interior, un sitio con muchas voces, todas hablaban ..¿inglés?…¿dónde me habían llevado? Tras un par de empujones me sentaron en una silla, o almenos eso me parecía. Finalmente me destaparon el rostro y me quitaron la pelota de golf de la boca. Noté la lengua áspera y seca. Miré a mi alrededor asustada considerando por primera vez , por raro que parezca, que definitivamente me habían secuestrado.

Un hombre alto, grande, ancho y rubio se presentó delante de mi rodeado por una horda de macarras callejeros que, a judgar por el tatuaje que llevaban todos impreso en la piel, se trataba de miembros de Los Dragones Púrpura. Tube miedo. Mucho. Me encontraba amordazada y secuestrada por la banda de rivales que siempre había querido meterme un tiro entre ceja y ceja. Me extrañé….¿por qué no lo habían hecho todavía?

El hombretón empezó a hablarme en un castellano bastante forzado:

'Bienvenida Kyara Mochón. Perdona por la hospitalidad de mis hombres, pero suelen ser bastante rudos- el hombre acercó su enorme masa corporal- supongo que habrás notado que ya no estás en…¿cómo era?…Astúrias – le fusilé con la mirada deseando poder rodear su enorme cuello con mis manos.

'Ahora te encuentras entre los Dragones Púrpuras, y más te vale que colabores. Puedes estar segura que tu vida va en ello.

'¿A si? – me atreví a decir por primera vez.- vaya, creí que en los últimos meses nunca me había jugado la vida- no pude evitar soltar una carcajada nerviosa mientras soltaba la frase con un tono irónico. El hombretón acorraló mi cuello y parte de mi cara en un movimiento fugaz mientras me aplastaba contra la pared:

'No estás en condiciones de bromear niña, podría partirte en dos ese cuerpecito en questión de segundos y lo sabes. Así que adaptate a las condiciones y todo irá bien – no pude contestar, pues cuándo el hombre me soltó noté como toda la sangre volvía a circular por mi cabeza y mi respiración podía volver a la normalidad.

'¿Qué…que quereis de mi…? – balbuceé mientras tragaba bocanadas de aire

'Sabemos que eres una guerrera de élite de Los Toros aún y tu temprana edad.. ¿qué son?

'19 – contesté. El gigante esbozó una sonrisa.

'Que tierna – empezó a dar vueltas a mi alrededor observandome palmo a palmo, estudiando cada una de las partes de mi cuerpo, me sentí realmente incómoda.

'Eres una letal asesina a pesar de que tus técnicas no están del todo perfeccionadas.– se paró delante de mí finalmente- Te hemos estado estudiando mediante nuestra "franquícia" en España. Eres sigilosa en las sombras, ágil en las alturas y te riges por una técnica simplemente callejera y sin reglas.- el hombre rubio acercó su rostro al mío, pude olerle el aliento, tube que contener las angustiosas arcádas que me produjo – únete a nosotros Kyara, y personalmente me ocuparé de tu instrucción profesional. Llegarías a ser una muy buena guerrera- No pude reprimirme más y, ya sea por el cansancio del viaje, por el hambre que tenía, por el estado en que me encontraba o por el apestoso aliento de aquél hombretón, bomité encima del bonito traje azul que el gigante llevaba. Éste se incorporó y, con toda la calma, pintó una mueca de asco mientras miraba hacia su pecho. Rápidamente gesticulo con la mano y un grupo de su personal me cogió y se me llevó.

Cuánto tiempo llevaba encerrada ahí?…Demasiado…esa cárcel me estaba volviendo loca…pasaba los días rasgando los barrotes de la celda y observando el movimiento de personal de un lado a otro. Realmente aquel…¿almacen¿guarida?.. era muy concurrido.

Las visitas de aquel hombre eran constantes. Siempre la misma pregunta "¿Has reflexionado?" y yo siempre la misma respuesta"no.más tiempo". Si querían que me uniese a mi mayor rival, lo tenían crudo. Iba a huir de allí, lo sabía.

Durante todo el tiempo que me encontré reclusa perfeccioné mi inglés metiéndome con la chusma gamberrilla que pasaba por allí. Era divertido ver como se rebotaban. Al poco tiempo dominaba el inglés como una lengua secundária, ya que mi acento español es acentuado.

Tras unos meses, una noche en concreto, la guarida parecía estar mucho más ajetreada. Algo pasaba. ¿Estaban siendo atacados?…Que los maten a todos, porqué sino iba a hacerlo yo.

De un estruendoso golpe la puerta que quedaba a la derecha de la estancia salió volando por los aires y un miembro de los D.P(Dragones Púrpura) con ella. Acto siguiente, no supe si me encontraba en un estado de grave somnolencia o que ya me había vuelto loca, pero juré ver aparecer a un par de tortugas gigantes armadas hasta los dientes y con cara de pocos amigos. Me acurruqué en un rincón de la celda cuándo me miraron y se quedaron confusas sobre que hacer. Escucharlas hablar ya fue lo más. Tortugas gigantes, humanoides, y… hablaban…que curioso…

Una de ellas se acercó y atizó con uno de sus sais la cerradura de la puerta, la cual cedió tras un estruendoso ruido metálico:

'Largo, vamos – indicó ésta abriéndome la puerta y haciendo un gesto con la cabeza hasta la salida. Le hice caso, no pude evitar mirarlas de arriba abajo cuándo me crucé con ellas.

'Cuidado al salir – me indicó la otra , la cual sostenía un bo de roble macizo por detrás de su cuello para apoyar los brazos en él – la noche está alborotada.

Las dos mutaciones marcharon corriendo en dirección contrária por dónde habían entrado. Corriendo y repartiendo leña a todo aquél que se les cruzase en medio…curioso…realmente curioso….. Algo de mí gritó "vamos!vete, huye ¿a que esperas?" pero mi instinto vengativo me izo seguir el camino de las tortugas para encontrar a ese asqueroso tío rubio y rebanarle el cuello.

Nose cuánto rato estube corriendo por los pasillos oscuros de aquél lugar. No se que puerta buscaba, ni que dirección debía seguir, únicamente me dedicaba a seguir el rastro de heridos que se amontonaban en los pasillos. Muchos heridos pero ningún muerto. Que extraño. ¿Podría ser obra de aquellas tortugas atacantes de la base de los D.P? Pues seguro.

Cuándo me quise dar cuenta me choqué de frente con un enorme pecho. Al alzar la mirada me encontré con mi presa, la cual me propinó un fuerte golpe con su enorme mano, lo suficientemente fuerte como para lanzarme contra la pared y dejarme medio atontada:

'¡Tú! No deberías estar aquí – el hombre se acercó a mi amenazadoramente y me agarró por los tirantes de mi camiseta. Por instinto, levanté la pierna para propinarle una fuerte patada en su nuca. Pero no tubo ningún efecto. El hombre gruñó y me lanzó nuevamente por los aires. Me levanté como pude:

'¿Sabes? – balbuceé- ya he reflexionado.- el hombretón puso cara de pocos amigos sabiendo lo que iba a responderle.

'¿Te unes a nosotros?

'Ni muerta – acto seguido chasqueó los dedos y de entre las sombras aparecieron decenas de macarrillas armados con cadenas, cuchillos y pistolas. Macarras dispuestos a defender a su jefe. En poco tiempo todos se me tiraron encima. Al primero lo agarré por el brazo y le arrebaté su cuchillo tras partirle la muñeca. Así pues, armada con un solo machete me enzarcé en una brusca pelea.

En un descuido acabé nuevamente en el suelo, uno de los chicos se alzó contra mí dirigiéndose hacia mi cuello, cerré los ojos para esperar el corte. Pero nada. Tras abrirlos con miedo y precaución me encontré con el enorme caparazón de una de esas tortugas. Me entró de nuevo el miedo:

'No te he dicho que te fueras? – gruñó ésta.

'Te..tengo algo que hacer aquí – me levanté corriendo y aún con mi machete en la mano me lancé al cuello del hombretón rubio, al cual pillé por sorpresa y únicamente le dio tiempo de agarrarme la mano a escasos centímetros de su cuello. Me agarró nuevamente por la cabeza, aplastándomela hasta sentir que me desvanecía. La presión era insoportable, estaba dispuesto a aplastármela con sus monstruosas manos. Algo fugaz le propinó un profundo corte en su mano, haciendo que me soltase. La sangre caliente me salpicó por la cara mientras me veía lanzada de nuevo hacia la pared. El hombre rubio había sido atacado por una de las tortugas…¿era la misma de antes? El jefe de los D.P salió corriendo pasillo a través tras deshacerse de la tortuga que le había atacado, otras tres fueron detrás de él apresuradamente, ésta última iba a seguirlos cuándo me divisó:

'¡Lárgate de una vez joder! Esto es peligroso – se giró y partió – no quiero verte más por aquí – me quedé pensativa en el rincón de la sala. Tal vez debería huir y averiguar cómo volver a casa. Solo quería eso, poder volver sana y salva. Nada más. No podría volver con mis hermanos si me quedaba allí… pero en mi interior, el afecto que sentía por Los Toros y el orgullo de guerrera que corría por mis venas me obligaba a matar a ese hombre. Así que me incorporé de nuevo con la razón completamente encegada.

Tal vez no me quise dar cuenta, o simplemente no noté su presencia. Pero aquél batallón de hombres que se escondía entre las somras cayó encima de mi como un yunque. Para cuándo me dí cuenta alcancé a ver como una daga me abría en canal y como empezaba a ahogarme en el suelo con mi propia sangre rodeada por enormes botas que no paraban de causarme numerosas contusiones. Lloré. Recuerdo que por primera vez en mucho tiempo empecé a llorar cómo una cría. Me ví perdida, cada golpe que medaban me provocaba bomitos de sangre. Me aguantaba el vientre creiendo que en cualquier momento mis visceras iban a desparramarse por el suelo. Pero ese momento no llegaba. Un talón me fue a dar en tal mal sitio que me quedé tendida, inconsciente, sangrante y con los ojos llenos de lágrimas.


Kyara se levantó llena de sudor y con la respiración muy agitada. No pudo evitar llevarse una mano debajo de su camisón para tocarse el vientre. Todo seguía en su sitio. Se levantó el pijama, la cicatriz continuaba ahí, inborrable, inmutable, recorriendo todo su cuerpo, desde principios de su seno derecho hasta su ingle izquierda. La tachaba de punta a punta. Le resultaba tan asquerosa. Realmente la odiaba, desearía poder hacer-la desaparecer… Respiró más profundo, cálmandose, intentando olvidar ese sueño sobre su pasado, el mismo sueño que la atormentaba en las prácticas de meditación, ese asqueroso sueño que la había separado de España y la había traido a Nueva York, ese sueño que la había convertido en una pieza muy buscada por los D.P, ese sueño en el que conoció a los chicos…

'Que borde que fue Raphael …. – pensó en la primera frase que le dedicó la tortuga por primera vez "Largo, vamos","¡Lárgate de una maldita vez, joder!". Lo que más le apenaba pensar es que, en el fondo, Raphael tenía razón…"si me hubieras echo caso no hubieras recibido esa tremenda paliza"…

La guarida se veía animada de buena mañana. La patrulla de la noche anterior no había sido muy exhaustiva y los chicos se sentían en plena forma. Michelanggelo fue levantado del sofá por las garras de Leonardo, que lo obligaba a entrenar con él. Donatello se había metido, solo despertar-se, de lleno en su enfrascada pelea con el ordenador mientras Rapahel se dirigía hacia la cocina recién levantado:

'¡Don! – gritó des de la cocina - ¿café?

'Sí, gracias.

'Buenos días Donny! – gritó Kyara que ya se había espavilado y se había apoyado sobre los hombros de Don.

'¿Qué hay nena?

'¿Que haces? – preguntó curiosa husmeando por encima del hombro de Donatello.

'Digamos que… se trata de un prototipo de "móvil", tal y como le llamaba Mickie – Kyara abrió los ojos.

'Y..¿en que se diferencia?

'Su alcance es mucho mayor, su proyección de comunicación por video muchísimo más nítida que los comunicadores que utilizamos y… además, si consigo perfeccionarlo, podríamos incluso transportar materia de concretas dimensiones a través de cable- Kyara entornó los ojos, pensando que tal vez Donatello necesitaba algo más de entretenimiento, pero decidió seguirle el hilo aunque solo fuese para hacerlo contento:

'O sea….que se podría teletransportar una canica en questión de segundos.

'Exacto. Veo que dominas mi jerga.

'Si bueno, me estoy adaptando – Don sonrió a la chica mientras le revolvía el pelo justo antes de volver a meter las narices en la computadora. Raphael salió de la cocina con dos cafes:

'Toma – colocó la taza sobre el escritorio de Don, Miró luego a Kyara

'¿Quieres? – dijo éste señalando la taza

'Vaya pues…

'Pues te compras – acto seguido marchó hacia el sofá dejando a la chica perpleja y por los suelos. Kyara no le quiso dar importancia, no se sentía con ganas de iniciar una batalla campal en la guarida.

Des de el salón se escuchaban los gruñidos de Michelanggelo y los golpes que le propinaba Donatello contra el tatami:

'No puedes atacarme por delante si no has estudiado mis movimientos- le gritaba Leo

'Si claro, me planto en medio de la caye y "oigan, malechores¿pueden colocarse en fila mientras les estudio uno a uno?"

'Deberías saber hacerlo en questión de segundos. Golpea alto. Vamos – seguidamente Michelanggelo acabó nuevamente por los suelos tras un revers de Leonardo- ¿qué te he dicho antes? Protegete la cara. – Mickie estaba realmente fastidiado, entrenar con su hermano mayor no era una de sus aficiones, pues no te enseñaba nada, unicamente sabía decirte los fallos que cometías:

'Hoye Leo, lo dejo. Estoy recibiendo de lo lindo hoy.

'Tu no vas a ninguna parte. No hemos terminado – Leonardo se plantó delante de él y le lanzó uno de los bo de entrenamiento entre sus piernas- Levanta, vamos.

Kyara había permanecido en el salón jugueteando con una pelota vieja intentando no llamar la atención de Raph y de no molestar a Donatello. Estaba pensativa, preocupada por su incapacida de mantener una sesión de meditación estable.. quería hacer algo al respecto, sabía que el Maestro Splinter no querría darle clases particulares, pues era siempre el primero en insistir en que cada uno debía encontrar su camino:

'Hoye Don- dijo la chica sentada contra la columna y lanzándo una pletoa de tenis contra la pared. Donatello emitió un sonido de afirmación - ¿tú podrías…ya sabes…ayudarme con eso de la meditación? – La tortuga levantó por primera vez en mucho rato la vista de la pantalla, se miró a la chica con asombro.

'Lo siento, yo no estoy lo suficientemente perfeccionado cómo para enseñarte, además el maestro insiste en que no meditemos nunca solos – Kyara bajó la mirada.

'¿Y Leo….?

'Te dirá lo mismo – Donatello volvió a darle la espalda – deberías hablarlo directamente con Splinter. – Kyara arrugó los morros en señal de aborrecimiento. Necesitaba algún método para poder perfeccionarse, pero sin el maestro de por medio. No entendía porque Splinter insistía en encontrar nuestro propio camino si luego no nos dejaba meditar a solas…

La muchacha se levantó y mientras se desataba su melena de la cola se sentó en el sofá junto con Rapahel, el cual permanecía recostado hacia atrás con el mando entre las manos. La chica fue a abrir la boca, pero la tortuga se le adelantó:

'Ni hablar

'Pero si no sabes lo que iba a decirte

'Sí lo se, ibas a pedirme que te entrenase en la meditación ¿no?

'Pues…¡no!- mintió la chica por rábia- sólo iba a decirte que cambiases de canal.

'Mentirosa – la tortuga cambió de canal y se sentó con los codos apoyados en sus rodillas - ¿Has vuelto a soñar en ello no? – Kyara se sorprendió, Raph a veces realmente la asombraba, parecía que en muchos aspectos no prestase ni la mínima atención o simplemente le resultaba indiferente, pero en realidad estaba en todo, le importase o no, y Raphael no tenía pelos en la lengua:

'Vaaaya – se rió Kyara – al final voy a importarte mucho más de lo que parece – La tortuga giró lentamente la cara hacia ella, su expresión resplandecía de indiferencia y se esforzaba por mantener la calma dado su incontrolable temperamento frente a los comentarios pícarescos de la chica.

'No te hagas ilusiones. Tú y tus pesadillas podeis iros a otra parte y no me importaría.- La chica frunció el ceño disgustada por el comentario, intentaba mantener un dialogo estable con Raph, pero aún y así éste seguía a la defensiva cuándo ella estaba cerca.

'Eres un desagradable. – la chica se levantó lentamente apartándo la mirada – sólo venía a pedirte consejo. – La tortuga se quedó mirando como Kyara se marchaba dirección a la sala de entrenamiento. La expresión de su rostro cambió de indiferencia a curiosidad, por una vez la muchacha no le había contestado con gritos e insultos, algo muy raro en ella. Tal vez estaba quedándose con él o tal vez hablaba en serio y realmente solo quería hablar. Por una vez Raphael sintió algo de arrepentimiento hacia su comentario a la chica. Se levantó rascándose la nuca y buscándola con la mirada por dentro de la sala de entrenamiento, pero no la veía des de el salón.

Michelanggelo estaba asqueado. Muy asqueado. Su cuerpo no daba para más y su hermano no tenía la intención de aminorar la marcha del entrenamiento. Le aborrecía de lo lindo tener que someterse a un entrenamiento diário con Leo; "Almenos el maestro a veces es algo más flexible…" pensó para sí mientras bloqueaba la rodilla de Leo que pretenía perforarle la cara. Mickie decidió contraatacar y se agachó para hacerle caer al suelo propinándole una patada en el pie de soporte de Leo, éste fue más rápido, saltó a tiempo hacia atrás y cargó contra contra el estómago de Mickie, éste cayó al suelo abrazándose la barriga y murmurando palabras indescifrables. Leo le tendió la mano para ayudarle a levantar-se, Michelanggelo no la rechazó pero tardó en recuperar el equilibrio. Leonardo no pudo evitar soltar una carcajada al verlo en tal estado, acto seguido, divisó la figura de Kyara que observaba des de lo alto de uno de los postes de entrenamiento. Ella siempre se encntraba por las alturas, seguramente estaría más segura pudiendo controlarlo todo des de arriba:

'¿Qué Kyara¿Te unes a la fiesta? – le gritó Leo mirando hacia arriba.

'Eso eso. Ensáñate con ella que ya le toca- Michelanggelo intentó partir hacia la puerta, pero la garra de Leonardo lo agarró antes por los extremos de su bandana amarilla.

'Quieto – la chica bajó de un saltó cayendo al suelo casi a cuatro patas

'¿No crees que tal vez te pases un poco con el pobre Mickie? – leonardo la miró para luego girarse hacia Michelanggelo, el cual puso ojos de cordero degollado. Leo le soltó la bandana y se llevó una mano a la frente:

'Está bien, está bien. Te perdono por hoy.- Leo señaló amenazadoramente a Mickie para luego marchar hacia la ducha. Michelanggelo respiró tranquilo.

'Gracias nena, no sabía como quitármelo de encima – Kyara esbozó una ancha sonrisa en la cara.

'Por cierto Mickie…..

La biblioteca nunca había resultado ser un lugar muy acojedor, más bien todo lo contrario. Se trataba de un espacio cuadrado, iluminado por una ténue luz, rodeado por estanterías llenas a rebentar de libros de todo tipo, algunos de ellos manuscritos de Splinter de gran valor. Las baldosas de la sala lucían mugrientas y frías, al igual que las paredes que se decoraban con algún que otro pergamino abierto.

La muchacha había pedido ayuda con su meditación a Michelanggelo, el cual no le había respondido nada diferente de Don. Kyara se había puesto tan pesada que la pobre tortuga se había visto forzada a decirle que tal vez en la biblioteca de Splinetr encontráse algo.

La chica se dirigió a una de las oscuras estanterías y empezó a rebolotear con el dedo la solapa de todos los libros buscando algo útil. Michelanggelo permaneció por un momento de pié en la puerta fregándose la nuca, observando absorto en sus pensamientos:

'No te quedes ahí – le susurró la chica – ayúdame anda.

'pufff, pues bueno soy yo con los libros – le contestó acercándose a otra estantería – los libros de arte porqué tienen fotos, que si no lo único que leería serían los cuentos.

'Pues mira¿quieres que te lea la caperucita? – se mofó Kyara con el libro en las manos mientras observaba divertida la portada.

'No gracias, era el único cuento que Raphael se dignaba a contarnos a mi y a Donatello cuándo eramos pequeños.

'¿En serio?- se rió Kyara - ¿De verdad Raph os leía cuentos?

'Claro, Leo también. Pero los de Rapha solían ser más divertidos – Kyara soltó una carcajada en voz alta. No podía imaginar-se a Raphael contándoles un cuento a sus dos hermanos más jóvenes que él por un par de años, más bien siempre había creído que se trataba del hermano matón que se dedicaba a zurrar a los dos más pequeños y a discutir-se con el mayor, más o menos lo que hacía ahora. "Un Rapha en pequeñito,hehe" pensó la chica antes de volver a col.locar "La Caperutica" en su hueco de la estantería, pero, en el fondo de ésta, justo en el mismo hueco del libro pero más atrás, la chica observó un libro grueso, de piel negra. Lo sacó cómo pudo, apartándo los demás libros que lo tapaban. Se trataba de un tocho que pesaba toneladas, con la portada completamente de piel negra y el dibujo de un dragón en dorado:

'¿Y esto? – preguntó Mickie asomándose por los hombros de la chica.

'No lo sé, estaba escondido.

'Puaj! Vaya tocho¿quien se lee eso? – kyara lo abrió, para su asombro el interior del libro estaba bacío, sin hojas, sin letras … únicamente un hueco que comunicaba la tapa delantera con la trasera, un hueco en dónde se encontraba un papel doblado y viejo.

Michelanggelo se adelantó y lo tomó. En su interior, envuelto, se encontaba un ojo de cristal. Un ojo de gemma verde, grande como la uña de un pulgar y rodeado por una serpiente de plata oscura:

'�¿Hum¿Tanto rollo para esto?- soltó Michelanggelo levantando el objeto a la altura de su vista.

'Perece un colgante. ¿Es bonito no?

'¿Si? Pues ala, todo tuyo – Mickie la lanzó el ojo a Kyara mientras volvía a dejar el libro falso dónde lo habían encontrado:

'¿Tu crees que…nose…no lo necesitará nadie?

'¿eso? Pues tal y cómo estaba guardado, una de dos;o es peligroso o es de alguien que ni se acuerda que estaba ahí.

'Me quedo con la segunda opción

'Y yo. – Mickie siguió rebuscando por los libros – si fuese peligroso no se habría dejado tan al alcance.- Kyara lo miró, pudo ver su rostro reflejado en el negro puro y oscuro de la pupila. Un negro rodeado por una color verde esmeralda precioso. Los dragones que lo decoraban tomaban una forma serpenteante alrededor del ojo, una forma que acababa en un gancho, "seguramente para colgarlo del cuello" pensó la chica. Kyara depositó el ojo en el bolsillo y siguió buscando por las estanterías:

'¡Eh¡Gente! – la voz de Raphael apareció en la sala. Se encontaba de pie apoyado al marco de la puerta de entrada - ¿Qué diablos haceis aquí?- la tortuga y la chica se quedaron boquiabiertos. La entrada a la biblioteca no estaba prohibida, para nada, pero era algo raro que alguien que no fuese Donatello o el maestro la frecuentasen:

'Em…pues…le leía "La caperucita" a Michelanggelo – se apresuró a contestar Kyara mientras retomaba el libro en sus manos. Rapahel se quedó pensativo. Le había dado la sensación de que Kyara lo había dicho con malicía o burla, y así era, la chica le tiró una indirecta despreocupada sobre su infancia. Raph no le dio importáncia:

'El maestro te busca nena, y tú, Mickie, ayúdame a entrenar anda.

'¿Qué? Ni hablar hermano – michelanggelo intentó escabullirse por una esquina de la puerta, pero ,al igual que Leonardo hacía unos instantes, Rapha lo alcanzó por su bandana:

'¿qué quiere Splinter de mí?No he hecho nada malo…¿no? – Rapahel se encojió de hombros mientras arrastraba a Michelanggelo pasilló través:

'Algo de la meditación, supongo – Kyara se asombró. Finalmente había llegado a oïdos del maestro que la chica buscaba ayuda. No sabía si saltar de alegría o encojerse de miedo, pues el maestro podia ser realmente severo de vez en cuándo y temía que fuese a meterle la bronca. Aún y así, la chica corrió todo el pasilló dirijiéndose a la habitación de Splinter.

'¿El maestro va a darle clases particulares a Kyara? – preguntó Michelanggelo intentando deshacerse de la garra de su hermano que lo arrastraba contra su voluntad hacia la sala de entrenamiento.

'No, no lo creo. Me ha dicho que intentaría darle consejo,

'Ah, vaya. Así que has sido tú el que ha ido a hablar con él – Raphael fulminó con la mirada a su hermano mientras lo asiaba aún más fuerte. Michelanggelo retrocedió como pudo con las manos cómo parando algún golpe invisible:

'¡Vale vale! – se apresuró a decir – no diré nada Raph.

'¡Hum! – Rapahel dio media vuelta para continuar su camino hacia la sala mientras Mickie respiraba tranquilo antes de ser arrastrado nuevamente por su hermano.

La habitación de Splinter era pequeña pero muy abierta y ventilada. Gozaba de una pequeña salida hacia un jardín interior que él mismo cuidaba. El ambiente estaba bañado con un fuerte perfume a incienso y por el sonido del riachuelo de las alcantarillas fluyendo por el jardín.

La anciana rata se encontraba arrodillada en un pequeño cojín rodeado de quatro velas que permanecían encendidas. Kyara baciló antes de decir algo, pues el maestro parecía sumido en una eterna concentración, pero justo antes de que ella abriese la boca, él se adelantó:

'Adelante niña. Coje asiento – el anciano abrió los ojos pos primera vez y meció lentamente su cola de un lado a otro.

'¿Quería verme Splinter?- Kyara no solía llamarle maestro muy amenudo, ya que únicamente la enseñaba a meditar porque de las técnicas de batalla se encargaban los chicos. Así que no tenía porque ser su maestro, únicamente lo tataba de "usted" por respeto.

'Me han dicho que estás preocupada por tus avances con la meditación¿No es así?

'Si…bueno si..¿Pero quién le ha…? – la anciana rata levantó una ceja y sonrió. No pretendía violar la privacidad de Raphael, así que no contestó.

'Bueno niña…por lo que puedo conocerte y por lo que he observado, sé que tienes un pasado algo oscuro no muy bonito

'Si…bueno, no es del todo oscuro. Más bien no me gusta recordar cómo llegue hasta aquí – la chica apartó la mirada y suspiró – pero no lo entiendo. No le tengo miedo para nada a mi pasado, y aún y así no deja de atormentarme y cada vez lo paso peor.

'Tú no le tienes miedo, pero tu mente ha considerado que esos recuerdos es mejor esconderlos, por eso te hace creer que no les temes, pero en realidad tu inconsciente está realmente dañado a causa de ellos, por eso debe liberarlos cuándo le es posible.– El maestro tomó aire – y suele hacerlo cuándo te encuentras en un estado no consciente, para que no te duela.

'Es decir…únicamente temo a mis recuerdos cuándo se me aparecen, que suele ser cuándo estoy meditando o durmiendo.

'Exacto – la rata esbozó una sonrisa – que aguda. Ojalá a mis hijos les costase tan poco entender las cosas – Kyara no pudo evitar reirse pensando en las cara que pondrían los chicos si hubieran escuchado el comentario "inteligéncia femenina maestro" pensó. Por unos instantes la sa lleno de un silencio sepulcral mientras el Mestro Splinetr se levantaba y se dirigía hacia un pequeño altar lleno de pergaminos. La chica, aún arrodillada frente al cojín de la rata, frunció el ceño considerando que la conversación no había terminado:

'…Entonces…

'Entonces debes aprender a controlar a tu insonsciente – soltó la rata mientras tomaba con sus manos uno de los pergaminos viejos y polvorientos.

'¿Cómo?

'No te será fácil niña, pero por supuesto te ayudaré – El maestro se acercó y le entregó a Kyara el pergamino – Leete esto. Mañana lo pondrás en práctica durante la clase de meditación. – La chica desenrolló el pergamino y alcanzó a ver un par de parágrafos con instrucciones algo abstractas:

'¿Qué es?

'Se trata de una guia espiritual que te ayudará a calmar tu subconsciente cuándo medites. Supongo que te será de gran ayuda. Podrías probar – El anciano desapareció a paso lento entre la vegetación de su pequeño jardín dando la conversación por finalizada:

'Que tengas un buen día anciano, y gracias – dijo Kyara antes de desaparecer por la puerta. Una vez fuera, se apoyó contra ésta y desenrolló de nuevo el pergamino; "Cierras los ojos y tu cuerpose sumerge en una oscuridad profunda dónde únicamente escuchas los latidos de tu corazón.Puedes verlo, lo tienes delante, puedes tocarlo,lo llevas en tu pecho. Tu cuerpo de desliza a través de una cataráta de calma y emociones que te sumergen de lleno en aquel mundo al que se le llama cabeza. Algo te come por dentro, cada vez más al exterior, tanto que te acaba devorando y te das cuenta que te has quedado sin cuerpo. Aún y así te miras, y te ves allí, completamente inmaterializado …". La chica se quedó con los ojos fuera de sus orbitas¿qué demonios era eso?" No había entendido ni una palabra y encima tenía que ponerlo en práctica. El maestro tenía razón, aquello no iba a resultar fácil. Kyara empezó a desanimarse mientras enrollaba el pergamino de nuevo:

'¿Qué es eso? – Leonardo apareció por el fondo del pasillo a un metro de ella, con una mano en el cinturón y la otra sosteniendo algo que mordía.

'Ah! Nada nada – dijo la chica apresurándose a guardar el pergamino- una ayudita, nada más. – Leonardo abrió los ojos con una expresión de indiferencia y aburrimiento:

'Ha venido April.

'¿A si?

'Está con Raphael y Michelanggelo - Leo empezó a caminar retomando nuevamente su camino inicial y pasando por delante de Kyara – De ti no lo dudo, pero más le vale al cabezota de Raph pedirle perdón por lo de la noche de la tras-tienda.

'Ah, es verdad – la chica agachó la cabeza. La tortuga le dedicó un gesto con la mano y marchó dirección a las alcantarillas.


¿Que tal va con el segundo capítulo? La verdad esque estoy alargando mucho las cosas, pero me interesa que se conozca la relación que tiene la chica con las demás tortugas

Bueno, nos vemos pronto! dejen Reviews!