Wuenas otra vezzz! Ke hay? Uehhh! he recibido más reviews! Ke ilu, aki somos la gran mayoría faniáticas hembras eh? Bueno bueno, pero veo que me ha salido competencia con Raph ( eh? Itsuki? ;) ) Tranquila, dentro de lo que cabe tampoco lo va a passar tan mal, jejejeje.

Bueno, pos he decidio que este capítulo lo dedico a mis lectoras (ya no pongo la xk todos somos tías, ke yo sepa...el problema es Medah, que no sé lo que és..le llamaremos híbrido, XD es coña es coña, bexus! ) po ahí va, siento no dedicaros un capítulo más mono, xk este es algo cruento, pero bueno, más adelante ya lo haré con algún otro más bonito (ooooh! ). Pos lo dedico a Hada, Karla, Itsuki (hum! jejej) y Medeah! Creo ke no me dejo a nadie...si sí lo siento y lo incluyo a la próxima.

Pues "bueno corazones" (cómo dicen en homozapping XD XD) os dejo aquí con la nueva entrega, aber que tal os parece la cosa (oooh! Pobre Anubis!) bexillus des de Barcelona! MUAKS MUAKS!

#05# Sudando sangre

El estadio se encontraba impresionantemente concurrido. Los alrededores de éste estaban colapsados, al igual que cada uno de sus 6 entradas, dónde se alargaba una enorme cola de espectadores intentando conseguir sus entradas de última hora.

El aero-vagón disminuyó su altura cuándo se aproximaron al bullicio de gente, con la intención de que éstos se apartasen. Los guardias del estadio se encargaron de dispersar al personal, intentando dejar un pasillo suficientemente ancho cómo para que la aeronave pudiera aterrizar. Todo el mundo se encontraba nervioso y expectante, la enorme cadena de guardias que protegía la aeronave se vio forzada a utilizar la fuerza en numerosas ocasiones. Todo estaba muy revolucionado. Tal vez demasiado.

El areo-vagón aterrizó alcanzando el suelo con un silbido casi inaudible. Cuándo las puertas de éste empezaron a abrirse la multitud todavía aumentó su histeria y su empeño en acercarse. El primero en pasar fue Leonardo, el cual reculó tras percatarse del percal que se había montado con los espectadores. Con cara asustada, empezó a avanzar por el pasillo libre de concurrencia que los guardias se encargaban de mantener vacío. El próximo en bajar fue Mickie, el cual, tras sacar la cabeza, decidió quedarse un tiempo más dentro del vagón, pero Raphael salió agarrándolo de su bandana y arrastrándolo hasta el pasillo detrás de Leo. Donatello fue el último en salir en compañía de Anubis y Warlock que parecían más que acostumbrados a ese tipo de acontecimientos, luego, detrás de ellos, cuatro protegidos más de Stocktow.

La multitud gritaba enloquecida por ver a sus héroes entrar en el estadio justo antes de la batalla. Algunos se amontonaban para sacar fotos, otros simplemente gritaban y silbaban, las chicas alargaban la mano por entre la cadena de guardias con la esperanza de qué alguno se dignase a tocarlas. Michelanggelo permaneció cerca de Raphael con cara asustada:

'Estoy flipando tío…

'Ni que lo digas ..¿Toda ésta gente está aquí por nosotros? – dijo Raphael señalándolos con el pulgar.

'Bienvenido al mundo de la popularización- comentó Anubis pasando por su lado y tocando las manos de todas las chicas que se ofrecían, a las cuales no se les ocurría nada más que empezar a gritar aún más fuerte. Leonardo proseguía su camino el primero de todos. Miraba a lado y a lado intentando aparentar sereno y queriendo pasar desapercibido. Pero por el mero hecho de ser el primero, la multitud se inquietó aún más y, consiguiendo tirar al suelo uno de los guardias, la cadena se rompió y el pasillo empezó a llenarse de espectadores enloquecidos. Leonardo se vio acorralado por ambos lados y antes de que pudieran alcanzarle pegó un enorme salto pasando por encima de todos y consiguiendo aterrizar justo en la puerta de entrada al estadio, bajo la protección de los guardias. Intentó mirar entre la gente para saber que había sido de los demás.

Por suerte los guardias consiguieron controlar la situación haciendo uso, una vez más, del bastón eléctrico dejando algún que otro desgraciado catatónico perdido en el suelo:

'Esto no me gusta – comentó Donatello al pasar por a lado de uno que había quedado tendido en el suelo con vómitos a causa de la estocada eléctrica. Warlock, que caminaba con tranquilidad a su lado, se rió:

'Te acostumbrarás, ya verás – Después de unos agobiantes minutos, todos se reunieron en el interior del estadio, camino a la armería para coger sus armas. As tortugas se encontraban tremendamente nerviosas. Iban a pelear por segunda vez en la arena pero aún y así no podían quitarse los nervios de encima. Le habían hecho jurar y prometer a Ernest que esta vez no se trataba de monstruos enormes, éste les había comentado que simplemente se trataba de una pequeña batalla de bajo nivel con un grupo de protegidos de uno de los comerciantes de los alrededores, por lo que Mickie decidió participar aún y el estado en el que se encontraba su brazo.

Leonardo se acercó a Stocktow que les había esperado directamente dentro del estadio, habría entrado por otra puerta, seguro.:

'Todo esto de ahí afuera…¿es por nosotros? – le preguntó la tortuga. Ernest sonrió des de lo alto de su silla mecánica, una silla que se desplazaba flotando a cierta distancia del suelo. Stoctow solía utilizarla para ir a los sitios; "para acortar distancias a éste cuerpo tan viejo y maltratado" solía argumentar.

'En vuestro primer combate no tardasteis en ganaros al público, y eso se paga con la popularidad. Sumando el hecho de qué sois algo novedoso para los adictos al Berzercko y que os habéis unido a uno de los grupos de protegidos más conocidos de la zona, digamos que vuestro nivel popular a aumentado en poco tiempo. – Leonardo bajó la mirada pensativo mientras la silla de Stocktow lo adelantaba dejándolo atrás. Sabía perfectamente que el Berzercko se trataba de un espectáculo muy popular en Eddelwise, pero no que llegase a recolectar un grupo tan numeroso de maniáticos y adictos a la sangre.

'Aquí tienes tus armas, son buenas.

'Para buenas las tuyas, preciosa.

'¡Uix! – Kyara pegó un golpe en el mostrador con la mano y se giró a Maggie- ¿por qué demonios tienen que ir soltando esas tonterías cada vez que se les dice algo?- La chica morena se rió mientras cogía el tiquet a otro luchador:

'Tómalo cómo un piropo.

'Sí, ya. Pero es que al final acaba siendo algo aborrecido. Además¡te sueltan cada idiotez! Pienso hacer un diccionario, sí señor; "El diccionario del luchador; consigue a todas las mujeres que quieras sin que huyan de ti" – Maggie continuó riéndose intentando aparentar responsable delante de los luchadores que esperaban su turno y que se habían visto personalizados en el comentario de Kyara:

'Hoye nena, quiero una maza tan redonda cómo ese culo tuyo – comentó una voz por detrás de la pelirroja. Ésta se giró hasta las narices de todo:

'¿Dónde la quieres¿En tu cabeza?

'Puaj, madre mía, te tienen que salir corriendo los clientes. Sigues siendo una borde- Kyara volvió a reencontrarse con la sonrisa picarona de Anubis. Detrás de éste se encontraban las tortugas con Warlock y algunos luchadores más. Únicamente Mickie se dignó a saludarla con la mano.

La chica le entregó a Anubis sus armas, compuestas por dos dagas parecidas a algún tipo de hoz. Cuándo Donatello le dio las buenas tardes Kyara le entregó tan rápido cómo pudo el mantel con las armas dentro. La chica miró de reojo a sus espaldas, controlando los movimientos de Potom por miedo a que le dijese algo:

'¿Esto es...? – balbuceó Leonardo recuperando uno de sus sables y observándolo de arriba abajo. Leo le dedicó una sonrisa y , tras echarle también una mirada a Potom, le soltó un beso fugaz en la mejilla:

'Tened cuidado Leo..¿vale?..lo de Micke ya fue un buen susto…-le susurró la chica.

'Tranquila. Somos los mejores - Las demás tortugas se apresuraron a hacerse con su armamento antes que alguien le diera por cuestionar de dónde lo habían sacado. Arrancándole los sais de la mano, Raphael miró a Leo con ojos rencorosos dejándolo perplejo durante unos instantes. Anubis, apoyado en una de las paredes más cercanas al mostrador, le echó una ojeada celosa a Leonardo al verlo blandiendo sus sables orgulloso de haberlos recuperado. Raph se acercó al mostrador:

'Al final, que curres aquí nos va a servir de algo y todo. – agarró una de sus armas y la observó detenidamente - ¿quién los ha encerado?

'Maggie los limpió, y Kyara los enceró ésta mañana – soltó la chica morena cuándo pasó por allí.

'¿Quién es Maggie?

'Ella es Maggie- le contestó Kyara a la tortuga poniendo cara de circunstancias.

'Aps. ¿Tú los has encerado?

'Si – soltó Kyara orgullosa

'Pues mal echo – la muchacha se quedó perpleja – éste metal se estropea si le das cera. – Kyara fue a vocalizar algo pero no llegó a tiempo, pues Raphael la interrumpió mientras se marchaba a paso tranquilo hacia el grupo:

'Pero bueno, que más quiero, si tú tampoco puedes hacer dos cosas seguidas bien. – la chica se quedó boquiabierta observando cómo el grupo se iba en dirección a la arena. Intentaba reprimirse las ganas de gritar por miedo a que el seboso hipopótamo la mandase a limar espadas, pero tras aguantar un tiempo prudencial no pudo más y estalló en un grito de histeria que resonó por todos los pasillos. Maggie la observó interrogándola con la mirada junto con los demás luchadores de la cola:

'¡Es culpa de ese imbécil¡Si es que me pone de los nervios!- dijo mientras le arrancaba de las manos el tiquet al siguiente luchador.

'Ya claro. Y ni siquiera le has deseado suerte. ¿No ha adivinado Maggie tus pensamientos?- le soltó la chica de grandes orejas con un tono de picardía en su voz. Kyara entornó los ojos y siguió buscando las armas que correspondieran con el tiquet ignorando por completo el comentario con segundas de su compañera.

Maggie acabó de atender al último luchador, pues todos deberían encontrarse ya a punto de entrar en la arena. La chica morena se acercó cuidadosamente a Kyara y condujo detrás de una columna para no estar a la vista de Potom:

'¿Te apetece ver el combate des de primera fila? – Kyara la miró echándole en cara el porqué no se lo había comentado antes.

Un día más la multitud se acumulaba alrededor de la arena, observando des de las alturas el mínimo movimiento de los luchadores, esperando poder verlos descuartizar, atacar, matar y desangrarse si hacía falta. Únicamente buscaban espectáculo con el que poder ir a tomar unas copas por la noche mientras comentan la pelea y las decapitaciones que ha habido:

'Sigo pensando que esto es una brutalidad…- susurró Leo para sí mismo. Raphael alcanzó a escucharle pero no le dio importancia, sólo le golpeó cariñosamente la nuca. Las 4 tortugas, junto con Warlock, Anubis y los otros luchadores, permanecían en el centro de la arena, a la espera de que saliesen los protegidos del comerciante que había apostado con Ernest.

Michelanggelo mecía impaciente sus nun-chakus orgullosos de haberlos recuperado. Aún y tener el brazo mal herido y con poca movilidad, se sentía seguro si él y sus hermanos iban bien armados. Para intentar calmar los nervios del ambiente Mickie bromeó con Raphael simulando que le golpeaba con uno de sus chakus, no tardó en retroceder para evitar la estocada que seguramente le propinaría su hermano, pero para el asombro de la tortuga, Raphael se lo tomó a buenas y únicamente lo agarró por detrás del cuello:

'¿Vas a poder pelear bien con ese brazo? – le preguntó

'Pues claro hermano, se trata de unos estúpidos protegidos cómo nosotros – Raph lo miró con ojos compasivos y lo soltó para dirigirse hacia Leo.

'Bueno, pero igualmente no te separes mucho de nosotros – Mickie asintió mientras volvía a juguetear con sus armas.

Tras unos minutos de larga espera, un gran alarido del público indicó a los luchadores que sus contrincantes acababan de entrar en el campo. No eran mucho más numerosos que ellos en número y sus armas no eran gran cosa, pero todos y cada uno de ellos iban protegidos hasta los dientes y, sólo uno de ellos, parecía realmente peligroso. Se trataba de un enorme rinoceronte que mecía orgulloso por encima de su cabeza una enorme hacha dorada. El rinoceronte fue el primero en acercarse, pero no parecía que fuera a atacar. Se situó en frente de Donatello y Warlock, que quedaron completamente cubiertos por la sombra de la enorme bestia. El lagarto se acercó a Donatello, el cual se encontraba ya en posición de ataque:

'Ten cuidado con él, no vas a poder vencerle con un simple bo – Don lo miró dibujando una enorme sonrisa:

'No me subestimes. No dependo solo de mi arma – acto seguido Don inició la batalla cargando contra el rinoceronte. La tortuga le propinó un fuerte golpe que fue detenido con el mango del hacha a modo de protección. El rinoceronte esbozó algo parecido a una sonrisa y, aumentando la fuerza con la que sostenía su arma y la de Donatello, empujó a la tortuga metros atrás provocando que ésta cayera contra la arena. Don miró a Warlock, que lo observaba divertido reforzando su anterior comentario:

'Qué rabia me da que siempre tenga razón – gruñó mientras se levantaba con la ayuda de su bo.

Michelanggelo se mantenía entretenido esquivando las estocadas de algo parecido a una pequeña iguana que blandía un enorme sable, más grande que su cuerpo mismo. No había supuesto ningún problema para Mickie esquivar esos toques, pues era bastante lento, pero algo lo atacó por detrás propinándole un fuerte golpe en el caparazón con tanta mala suerte que lo izo caer de morros en el suelo. La pequeña iguana, aprovechándose de la situación, levantó su enorme sable para darle la primera y la última estocada:

'�¡ Porque demonios siempre me toca recibir a mi!- soltó mientras se cubría esperando a que llegase el golpe. Un ruido metálico resonó por el estadio. Cuándo Mickie abrió los ojos temeroso se encontró a Leonardo arrodillado que había amortiguado el golpe con sus espadas cruzadas. La tortuga fulminó con la mirada a la iguana mientras le dedicaba una sonrisa picarona. Leo separó una de sus katanas dejando a la otra soportando al sable y blandió un fuerte golpe hacia el cuerpo del lagarto, éste fue rápido y lo esquivó, haciendo que la espada de Leo únicamente le desgarrase el hombro. La tortuga tendió una mano para ayuda a incorporarse a Michelanggelo mientras no perdía de vista a la iguana que se agarraba el hombro evitando la hemorragia que ya asomaba por entre sus dedos:

'¿todo bien? - preguntó

'Todo bien maestro – bromeó mickie antes de propinar una fuerte patada hacia atrás para evitar un nuevo ataque por las espaldas.

Alejados del grupo, Anubis y Raphael se mantenían ocupados con 4 de los protegidos enemigos. Después de repartir algunos golpes esporádicos, quedaron envueltos espalda contra espalda en un corralillo:

'¿Eso es una mujer?- preguntó el chacal refiriéndose a una silueta femenina que vestía un apretado corsé de metal y mecía, a través de una cadena, una enorme bola envuelta en púas:

'Eso parece- le contestó Raph manteniendo la posición con sus sais en alto:

'Pues me la pido – Anubis desapareció del ruedo de un brinco en dirección a la mujer, dejando a Rapha completamente rodeado y solo.

'¡Vuelve aquí traïdor! – berreó Raphael de los nervios mientras esquivaba los primeros toques del contrincante que se atrevió a entrar primero en el círculo. - ¡Pero será…! – la tortuga, cansada de aquello, agarró el brazo de uno y lo empujó de una patada en la espalda contra otro enviándolos a ambos contra el suelo mientras procuraba despachar al siguiente. Parecía más rápido que el resto y utilizaba con agilidad un par de pequeñas dagas que Raphael debía procurar bloquear antes de que le desgarrasen la piel. Después de unos largos segundos bloqueándose alternativamente la tortuga optó por un combate mano a mano y, lanzando sus sais contra la columna de metal para que se quedasen clavados, saltó por encima de su contrincante y le propinó por las espaldas una patada a los pies para hacerlo caer y, una vez en el suelo, golpeó con el codo el estómago de éste para dejarlo inconsciente. Observó a su alrededor. Anubis se encontraba pelando (¿o jugando?) con la pobre chica, la cual no parecía muy amañada en la lucha y los dos enemigos que habían quedado tumbados en la arena habían desaparecido. Así que optó por arrancar sus sais del frío metal y desaparecer también.

'Woooooow…esto es una pasada.

'¿Nunca habías venido aquí?

'No. Sólo he visto la pelea de los chicos por el televisor de la armería – Kyara permanecía en lo alto del muro , al principio de todas las gradas. Se agarraba al muro con fuerza por la impresión de encontrarse dentro de algo tan grande y con tanta gente. Maggie había conseguido meterlas en el pasillo de los guardias, aquél que quedaba más cercano a la arena y en dónde no había espectadores que pudieran molestar. Kyara se había sorprendido del trato de Maggie con el personal del estadio, seguramente ya se conocerían des de hacía tiempo, pues no le había dado ninguna dificultad conseguir que nos dejasen pasar. Aunque estar tan cerca de los guardias ponía a la chica nerviosa, pues únicamente estaba allí, de pié, dejando una separación calculada al milímetro entre ellos y rodeando todo el alto muro de la arena.

Lo más difícil había sido escapar de Potom. Éste debía seguir sentado en su silla creyendo que las chicas se encontraban limando armas en la trastienda. Cómo ya no aparecería ningún luchador porque todos se encontraban en el ruedo, el gordo hipopótamo no las iba a echar de menos cómo dependientas:

'No veo a Leonardo…-dijo Kyara mirando por todos lados.

'¿No es ese?- maggie señaló hacia una esquina del estadio, en dónde se encontraba Leo peleando con la pequeña iguana. Ambos habían recibido algunos cortes, algunos más profundos que otros, pero aún y así el reptil se había llevado los más graves. Leo respiraba con dificultad y ya estaba algo harto de aquel tipo. Cargó de nuevo contra él, provocándole nuevos cortes en las piernas y en el pecho, la iguana no lo soportó y cayó a la arena incapaz de soportar su peso. La tortuga dio el combate por finalizado, pero se puso de nuevo en guardia al comprobar que el reptil se arrastraba por la arena con sus dos piernas completamente muertas detrás de si mientras dejaba un rastro de sangre cuándo avanzaba. Respiraba muy fuerte, ahogado, y pegaba sablazos hacia delante con la esperanza de alcanzar a Leo, éste se quedó observando cómo la iguana se agarraba a su última oportunidad de vencer, retrocedía embobado por el espectáculo. En unos segundo, Warlock apareció por encima del otro reptil , y pisando la hoja del inmenso sable, lo agarró por la cabeza y le partió el cuello bruscamente mientras la iguana soltaba el último chillido. Warlock se incorporó mirando a Leonardo que lo fusilaba con la mirada:

'¡Sí! Es necesario – contestó antes de que la tortuga le preguntase – si vas a pelear sin matar a nadie Leonardo, van a acabar por matarte a ti antes. Y yo no puedo estar allí siempre. – Warlock se marchó cargando contra otro enemigo. Leo se dejó caer de culo al suelo, observando absorto el cuerpo sin vida de la iguana. Un fuerte escozor le recordó que tenía todo el cuerpo magullado por pequeños cortes y, después de intentar por un breve tiempo que dejasen de sangrar, se incorporó para unirse de nuevo a la lucha.

'Vaya…tú amigo Leo va a tener que espavilarse si no quiere morir Kyara- Maggie se apoyó junto a la pelirroja observando el combate.

'Lo se, siempre les digo a los chicos que no duden en matar si es necesario. Pero el entrenamiento que les ha ofrecido durante toda su vida el Maestro Splinter lo prohibe rotundamente.

'¿Pelear sin matar¿Qué clase de entrenamiento es ese? – Maggie frunció el ceño mirando a Kyara

'Je, suena raro aquí en Eddelwise ¿no?- se mofó la chica refiriéndose a lo acostumbrados que estaban sus habitantes a la violencia explícita y carnal.

'�¡Vaya!- gritó Maggie

'¿Qué pasa¿Qué pasa?- insistió Kyara mirando por toda la arena

'Se han cargado a uno de los de Stocktow

'�¿Qué¿A quién?- Maggie solo señaló con el dedo hacia una de las columnas. Allí estaba tumbado en el suelo un cuerpo inerte sin cabeza, a su lado, pegando algo parecido a un grito de victoria, se encontraba el enorme Rinoceronte con la cabeza del desgraciado chorreando sangre a litros entre sus manos justo antes de lanzársela a los pies de Donatello, que permanecía de pie intentado idear una estrategia de tumbar a la bestia después de varios intentos fallidos. La multitud gritó enloquecida aclamando a la bestia por su sanguinario comportamiento. La cabeza rodó por la arena hasta topar con los pies de Don, que retrocedió asqueado. Kyara no pudo evitar taparse la boca con las manos pensando en cómo podía llegar a quedar cualquiera de las tortugas si esa enorme hacha alcanzaba alguno de sus cuellos:

'¿Cuántos quedan?- alcanzó a decir con un hilo de voz.

'Haber…Maggie cuenta 8 de 10 de los protegidos de Stocktow y …7 de 12 de los contrarios.

'¿8¿Han matado a dos?

'Por lo visto. Pero comparando, vamos en ventaja, han matado a 5 enemigos – Kyara miró nuevamente a la arena temiendo perderse alguna muerte más, al ser la extensión tan grande, no se alcanzaba a ver toda de una sola ojeada.

Raphael despachó a uno más enviándolo de una patada hacia Mickie, quién lo remató contra la columna de un puñetazo. Raph observó el terreno con calma, pues no se apreciaba a ningún enemigo cerca. Leonardo se encontraba pelando junto con los otros dos luchadores aliados, Donatello atacaba con paciencia y prudencia al enorme rinoceronte mientras Michelanggelo saltaba de aquí para allá cayendo encima de sus víctimas. Respirando con dificultad a causa del cansancio envió una mirada a las gradas. Llenas hasta reventar por la muchedumbre ansiosa de violencia. Divisó la figura de Kyara junto a la de Maggie, miraba preocupada la arena repasándolos uno a uno para ver cómo se encontraban:

'Saluda Kyara, que nos están mirando – dijo Maggie levantándole la mano a Raphael que observaba estático en medio de la arena. Kyara izo lo mismo cuándo se percató:

'Anubis tiene razón, así cualquiera trabaja..- susurró maliciosamente Raph refiriéndose a la escapada de las chicas. Raphael pareció por un momento volver al ruedo cuándo divisó detrás de Kyara (que lo saludaba) la figura borrosa de algo cubierto por una gabardina negra. La tortuga dio un paso al frente expectante para ver quién demonios era:

'¿Qué mira tanto? Lo van acabar hiriendo- se quejó la chica dada la insistencia de Raphael. La silueta negra alargó una mano hacia el cuello de Kyara sin que ésta se percatase, pero justo antes de que entrase en contacto con su piel, la chica se giró para ver a Maggie y la figura desapareció en la nada. La tortuga se extrañó, tal vez sólo habían sido imaginaciones suyas, pero lo había visto y se lo creía. Tubo que dejar en paz sus ilusiones cuándo un nuevo enemigo se le echó a la espalda rodeándole el cuello con un cuchillo, Raph se lo quitó de encima inclinándose violentamente hacia delante y tirándolo al suelo para luego dejarlo inconsciente de un pleno puñetazo en la cara.

'Por poco- sonrió Maggie a Kyara la cual continuaba expectante el combate.

Al rato, Anubis decidió dejar de jugar con la chica y la lanzó violentamente contra el rinoceronte con la intención de echarle una mano a Don. El monstruo no esperó a que el cuerpo de la chica lo golpease y lo apartó de un hachazo partiéndolo en dos mientras ésta todavía gritaba:

'Uff! Que cosa más bruta joder – soltó Donatello harto de su perseguidor.

'Ni que lo digas, la chica tampoco estaba tan mal – Anubis cargó contra el Rinoceronte con sus dos dagas por delante mientras Don le enviaba una mirada culpándolo de vicioso por su comentario. El chacal fue golpeado en un costado, pero lo soportó y aprovechó para rasgar un ojo a la bestia justo antes de salir volando por los aires víctima de un manotazo histérico por el dolor del corte. Doanatello pensó que la cosa ya no sería tan bruta si no podía ver con claridad lo que tenía a su alrededor, pero se equivocó, ya que el rinceronte empezó a pegar bandazos y estocadas por doquier víctima de un dolor y una rabia insoportables:

'Muy bueno Anubis, nos has complicado las cosas

'Puaj, ya verás como se cansa pronto – soltó el chacal oscuro mientras se frotaba la nuca al levantarse del suelo. Por arte de mágia Warlock apareció sigilosamente por detrás de la bestia y lo cruzó, literalmente, por la espalda usando sus dagas. La bestia mando un hachazo hacia atrás, pero el reptil fue más rápido y lo esquivó mientras se reunía con el grupo. Donatello vió su oportunidad y cargó contra el rinoceronte tirándolo al suelo de una patada. Justo antes de que volviera a levantarse, le pateó violentamente el estómago con la intención de dejarlo inmóvil por un rato, pero cuándo lo consiguió, Anubis se situó ágilmente sobre la espalda de la bestia y , utilizando el hacha de ésta, le rebanó de un corte seco y limpio la cabeza. Finalmente el cerpo permaneció tumbado inmóvil sobre la arena dejando un enorme charco de barro ensangrentado a su alrededor. El chacal se erguió glorioso sobre la bestia y dedicó unas miradas al público que gritó alabándolo por la matanza:

'Siempre hace lo mismo, cómo le gusta alardear- dijo Warlock con una sonrisa en la cara.

'Ni que lo digas- contestó Don dibujando una mueca de asco mientras observaba cómo la sangre salía a borbotones del cuello del animal.

El combate no tardó mucho en darse por finalizado tras algunos kaos más por parte de Michelanggelo y Warlock. El público gritaba eufórico y rompieron en una sesión intensa de aplausos mientras los protegidos vencedores que quedaban en pie recibieron los alagos con mucho gusto (cómo Anubis) o simplemente empezaban a marcharse por la puerta de la arena (cómo el resto). Por un enorme altavoz, la voz de una mujer indicó que en unos minutos se iba a iniciar el segundo combate. A Kyara le pareció oír el nombre de Ernest Stocktow pero le pareció imposible que los chicos tuvieran suficientes fuerzas cómo para llevar cabo otro combate:

'Tendríamos que ir volviendo a la armería, los luchadores no tardarán en traernos su armas – indicó Maggie mientras se esmuñía entre los guardias con Kyara de la mano:

'¿Quién va a pelear ahora?- preguntó la pelirroja procurando no perder a su compañera por entre la numerosa masa de cuerpos:

'Maggie cree que Anubis tiene un mano a mano con no se quién.

'¿Anubis otra vez¿Va a luchar él solo contra otro?

'Ajá

'Pues vaya ganas…seguro que Ernest a apostado un buen montón de pasta por él – Las chicas empezaron a correr por los pasillos que llevaban a la armería, estaban completamente vacíos ya que las puertas de salido del estadio se encontraban en dirección apuesta. Al pasar por un cruce de caminos, Maggie divisó a dos figuras que conversaban medio metidas en las sombras, le pareció raro que estuviesen por allí a esas horas, pero no le dio importancia porque lo único que le inquietaba en esos momentos era saber si Potom se había enterado a o no de su ausencia. Sus dudas fueron disipadas cuándo, al llegar, se encontraron con los toscos ronquidos del hipopótamo que había quedado completamente dormido en su butaca. Las chicas se apresuraron a ocupar su lugar antes de que la multitud se acercase y despertasen al gordo de Potom.

Warlock fue el que se encargó de traer todas las armas para limpiar. Informó que los demás, menos Anubis, se encontraban en la enfermería curando las pequeñas heridas del combate. El lagarto parecía estar cansado por el esfuerzo, aún y estar acostumbrado a ello nunca dejaba de faltarle el aliento al finalizar los combates. Se quedó un rato con las chicas mientras que, apoyado en la barra, observaba curioso el combate de Anubis por la pequeña televisión de la armería.

Su contrincante se trataba de un gato. De complexión más bien alta y delgada, pero tenía pinta de ser muy rápido. Al igual que Anubis, tenía el cuerpo recubierto de un pequeño bello de un color marronoso, unas enormes orejas y una larga cola peluda que le asomaba por la parte trasera del pantalón:

'¡Vaya! Anubis se va a poner contento, perro y gato – soltó Kyara divertida mientras agarraba el bo de Donatello y lo pasaba a Maggie.

'No debería resultarle muy difícil. Su contrincante es rápido, pero Anubis siempre ha sido el más veloz de todos. Además, parece tener una fuerza mediocre, y aunque el chacal tampoco es un musculitos, es bastante más resistente - explicó Warlock mientras se repasaba un pequeño corte en el brazo. Maggie, automáticamente, cogió el botiquín y se sentó frente del lagarto y empezó a curárselo:

'¿Conoces a ese gato?- preguntó Kyara alzando una ceja

'Creo que lo llaman …Jovi, Maggie lo ha visto por aquí a veces – Kyara puso cara de indiferencia. Había visto pelear a Anubis, ya sea en la arena o en entrenamientos, y ese gato no iba a llegarle ni a la suela de los zapatos.

Donatello permanecía sentado en una camilla conla cabeza entre las manos a la espera de que la doctora pudiera sanarle el brazo, algo magullado. Ésta se encontraba distraída con Mickie, que no dejaba de hacer tonterías por miedo a que le pusieran algún tipo de inyección:

'¿Pero quieres estarte quieto Michelanggelo?

'Va a pincharme, seguro.

'No digas bobadas, sólo tiene que envendarte de nuevo el brazo – Donatello se levantó de un salto algo fastidiado por la espera.

'¿Bobadas? La última vez tampoco tenían que hacerlo y me pincharon.

'Eso fue para calmar el dolor – explicó la doctora con un hilo de voz bastante cansada de intentar envendar el brazo por quinta vez.- ¡ No te muevas! – Mickie pareció para quieto por unos minutos tras el grito de la chica. Donatello esperó su turno mientras observaba por la ventana a la arena, la cual se veía pequeñíssima y alejada porque la enfermería se encontraba arriba del todo de las gradas, era el edificio que daba forma al estadio.

Cuándo Don y Mickie salieron de la habitación, fuera ya los esperaban Raphael, que jugueteaba apoyado en la pared con un papelito, y Leonardo que permanecía sentado agarrándose el mentón con las manos:

'Anubis vuelve a pelear en la arena- informó Don señalando con al pulgar la ventana de la habitación que quedaba a sus espaldas. Leonardo puso cara de sorprendido y Raphael únicamente arqueó las cejas:

'Pues que le vaya bonito- comentó antes de tirar con precisión el papelito en la papelera.

El combate ya había comenzado. Durante los primeros minutos ambos oponentes se enzarzaron en una cruenta batalla dónde la rapidez era lo más importante. Aquel gato llamado Jovi no paraba de atacar y Anubis bloqueaba su daga con sus enormes hoces en mano. Des de la armería, Warlock observaba expectante mientras Kyara y Maggie le iban echando ojeadas a la pantalla cuándo su trabajo se lo permitía. Al lagartole pareció muy extraño el comportamiento de Jovi, no paraba de atacar intentando herir a Anubis lo más rápido posible. Siempre que el chacal se lo permitía, lanzaba estocadas directas contra el cuerpo de su oponente,;"¿Por qué no ataca a Anubis a sus puntos vitales? Si quiere herirle de gravedad sería la opción más senzilla…" pensó para sí el lagarto mientras obervaba que el gato únicamente pretendíaherirle, no importase dónde.

Tras unos largos minutos de bloqueos, Anubis consiguió alcanzar a su rival, pegándole un buen tajo en la espalda, Jovi se estremeció de dolor durante unos segundos antes de devolverle el golpe dibujando un pequeño corte en el pecho del chacal. Anubis no pareció inmutarse ni lo más mínimo por aquella minidez pero por otra parte, el gato parecía de lo más orgulloso de haber podido alcanzarlo con el filo de su daga. Una pequeña línea rojiza, acompañada de una pequeña gota de sangre que resbalaba pecho abajo, se esbozó entre el pelaje oscuro y brillante de Anubis. El combate prosiguió otra vez cómo al principio. Estocadas rápidas que eran bloqueadas por el contrario llenaron el aire del estadio mientras los ojos curiosos de los pocos espectadores que quedaban en las gradas seguían sus rápidos movimientos.

Warlock se incorporó un poco des de su posición apoyada al mostrador:

'¿Qué le pasa? – comentó. Kyara lo miró extrañada y luego echó una ojeada a la pantalla. Anubis se encontraba sudando a mares, las piernas le temblaban y apenas podía mantenerse en pie. Respiraba con dificultad intentando tragar grandes bocanadas de aire y sus movimientos cada vez se eran más lentos.

'¡Vamos! Recupérate! – gritó Michelanggelo des de las gradas a las que había acudido con sus hermanos.

'Que extraño…tampoco llevan tanto rato cómo para que se ponga así – murmuró Donatello sentado en las escaleras.

'Antes ya ha estado peleando, es normal que esté cansado ¿no?

'Antes no ha peleado todo lo que podía Mickie, he visto que guardaba sus fuerzas para después- contestó Raphael con desdén recordando el jugueteo que se había traído el chacal con la chica mientras ellos se dejaban los caparazones en la arena.

'Pero no puede ser que esté así- Mickie volvió a girarse hacia la arena. Un pequeño zumbido delató la silla flotante de Ernest Stocktow que se acercaba al grupo por las escaleras. Todos se giraron a mirarle. Parecía muy preocupado por su luchador, no se podía alcanzar a ver si por su seguridad o por la gran cantidad de dinero que habría apostado por él. Permanecía sentado en su silla,al borde del balcón bajo el que se extendía las demás gradas y la arena, se mordía insistentemente los dedos haciendo que sus anillos chocasen entre sí y delatasen un inconfundible nerviosismo.

El chacal ya no se aguantaba de pie, y tras bloquear la última estocada de su rival, cayó de rodillas sobre la arena revuelta sin perder de vista a su enemigo. No pudo fijarse muy bien en sus movimientos, pues la mirada empezó a nublarse y durante unos segundos lo vio todo completamente blanco justo antes de recuperar la vista de nuevo tras frotarse los ojos. Sacando fuerzas de flaqueza lanzó una nueva estocada hacia delante alcanzando la pierna de su rival:

'�¡Así se hace! Sigue! Vamos! – lo animaba Mickie gritando cómo un loco. Anubis le dirigió una larga mirada a la tortuga. Permanecía en el suelo a cuatro patas incapaz de levantarse, cuándo Micke volvió a gritarle algo, el chacal le sonrió y sus ojos se pusieron en blanco desplomándose sobre la arena quedando completamente incosciente. Todas las tortugas se levantaron sorprendidas viendo como el cuerpo inerte de Anubis permanecía muerto a plomo sobre el suelo. Stocktow levantó una mano con brío y la meció de un lado a otro. Des de el lado opuesto de las gradas, otro personaje levantó también la mano en contestación y, segundos después, el megáfono señaló que el combate se había dado por finalizado. Stocktow se marchó por dónde había venido seguido por el zumbido de su silla:

'Id a la entrada, os llevarán a casa- es lo único que les dijo a las tortugas que se habían quedado boquiabiertas por los acontecimientos. Leonardo volvió a mirar cómo los médicos cargaban en camilla el cuerpo de Anubis:

'Bueno, por lo visto, Ernest no es una persona tan fría cómo creía- Donatello se giró a mirarlo frunciendo el ceño – al fin y al cabo…ha tirado antes la toalla negándose a perder a su luchador.


Ala ala, que esto ya está. Ahí termina el capítulo, con una última reflexión profunda de Leonardo (tú sigue así Leo, reflexiona reflexiona, que los demás van a lo bruto).

pues nada, ya nos vemos en la siguiente capítulo, el número...6! Uooooooooh! Pero que brutalidad por dioxx¿Y a mi desde cuándo me gusta tanto escribir? Si en la uni no hago el huevo...U...ke mal repartido ke está el mundo...

Besiyus a todos gentuza! Nos vemos de aki a un par de días o tres,(xk llega el finde y las borraxeras son mu malas :p Mickie: ueeh! Alcohol! yas: borraxo �� ) MUAKS MUAKS Dejad reviews sobre el capítulo! Ke me animan a escribir y así puedo seguir el ritmo! Jejejeje.