Yeeeeeeeyh! ésta vez he tardado más en actualizar (me lo merecía). Bueno pos na, lo de siempre, aquí os dejo con otro capítulo, éste ma kedado algo más cortito que el resto (x un par de páginas me parece... ya ves tú XD)

Ahora viene lo que me gusta, xk me parece ke el siguiente va a ser el mejor capítulo de la históra (�¡BOMBAZO!) juas juas juas! Haber si me doy prisa y puedo seguir el ritmo, xro eske kuando se acerca el finde no hay quien me desenganche de la barra del bar jejej '.

Pues nada mis nenas, espero que os siga gustando ah! Y una vez más, muchísimas gracias por vuestros reviews, todavía ahora me ilusiono un montón cuándo los leo!

besitos a todas! YaS

#08# Ni contigo ni sin tí

Por la mañana el estadio se encontraba muy vacío, se hacía casi imposible creer que durante la mayor parte de la tarde se trataba de uno de los lugares más concurridos de la ciudad. Ahora los pasillos permanecían solitarios y oscuros, únicamente utilizados por los servicios de limpieza que se quejaban por el paso de los comerciantes que tenían tiendecillas por la zona.

Maggie caminaba adormilada observando sus pies. Iba cargada con un par de cajas de cera que el viejo Potom le había dicho que comprase y que llevase a la armería. No solían abrir tan temprano, pero aquél día tocaba limpieza, de la qué Kyara se había salvado sin saber cómo; "influencias de Stocktow" pensó Maggie mientras cambiaba las cajas de lugar para que no se le durmiesen los brazos. El silencio del pasillo era roto por sus únicos pasos, parecía que en aquella sección no había nadie aún. Maggie suspiró pensando en que tal vez debía haberse quedado durmiendo, pues Potom no estaría a aquellas horas cómo para saber a que hora había abierto. Pero su buena conciencia se lo impedía, a veces sentía asco de ella misma por ser tan "buena chica". La chica morena detuvo sus pasos cuándo escuchó un par de voces susurrando a través del silencio del pasillo. Se acercó lentamente, caminando con las puntas para evitar que los tacones tocasen la dura piedra. En una esquina encontró a dos siluetas que cuchicheaban manteniendo las distancias entre ellos. En una de ellas Maggie reconoció a la pequeña rata de Amadar, uno de los comerciantes más ricos del norte de Eddelwise, la otra silueta se escondía bajo una gabardina negra, aparentaba ser un hombre, ya que resaltaba unos enormes hombres y era más bien bastante alto. Maggie escuchó aguantándose la respiración, pues juraría que se encontraban hablando en el mismo rincón que cuándo la chica vio por primera vez a algo parecido hacía tan solo un par de días atrás, antes del combate del chacal:

'La cantidad necesaria no es muy cara, es más, te la dejo por la mitad – alcanzó a oír la chica por parte del hombre de la gabardina: "Drogas" fue lo primero que pensó. Amadar pareció coger una especie de potecito que estudió minuciosamente:

'¿Es efectivo? – dijo la rata arqueando una ceja.

'Pregúntale al chacal negro de Stocktow- Maggie se llevó una mano a la boca y una de las cajas de cera le resbaló de las manos para ir a caer al suelo estruendosamente. Los dos hombres se giraron asustados y vieron rodar uno de los potes de cera por la esquina. Amadar husmeó por ésta a la vez que el hombre de la gabardina negra desaparecía para volver a encontrarse en escasos segundos en el lugar en dónde había caído la caja. La chica por suerte no se encontraba allí, permanecía escondida en uno de los mostradores de las tiendas cerradas que había quedado abierto por pura casualidad. Apretaba sus puños y sus ojos deseando que se fueran:

'¿Crees que…? – preguntó Amadar dudoso

'¿y que importa? No detendrán el combate – la rata soltó una carcajada y se marchó en dirección opuesta a la que se encontraba, Maggie esperó a no escuchar nada de nada para asomarse temerosa por el mostrador. Cuando comprobó que se encontraba sola, salió corriendo hacia la armería descuidando la caja de cera tumbada.

Michelanggelo y Anubis escaparon de los entrenamientos deslizándose entre la multitud. Se dirigieron curiosos a la parte trasera del recinto para observar el entrenamiento especial de Raphael. Stocktow lo había separado del grupo para prepararlo, a las ordenes de Hatch, uno de los asesores más duros, para la batalla contra el protegido de Amadar.

Michelanggelo, sentado de cuclillas encima de las tejas del tejado más próximo con Anubis junto a él:

'¿Dónde va?- señaló Anubis a Hacht que se marchaba hacia el interior de la casa mientras Raphael continuaba dándole al saco. Michelanggelo se rió:

'Raph no habrá aceptado que alguien que no sea Leo o el Maestro lo entrene.

'Eso del ninjutsu es muy raro. ¿Cómo puedes entrenarte sólo, sin contrincante? – Anubis pegó un salto sin esperar respuesta y se situó a cuclillas encima del poste en dónde estaba colgado el saco. Raphael pareció sorprendido de verlo aparecer tan de repente:

'¿Tú no deberías estar por ahí durmiendo? – le dijo al chacal mientras se secaba el sudor de la frente y éste lo observaba curioso:

'No es para tanto, ya tuve un día de reposo, puedo moverme.

'¿Puedes o debes? Moverte – Anubis entornó los ojos justo antes de aterrizar al lado de la tortuga:

'Está bien, debo moverme – la tortuga se giró y continuó dándole al saco. El chacal lo observaba curioso, comprobando que cada uno de sus fugaces y duros movimientos tenían algún fin, que solía ser herir a su enemigo dónde más duele. Cada una de las estocadas de la tortuga se dirigía a un punto clave para doblar al contrincante en el mínimo tiempo posible. Debería ser terrible pelear en un mano a mano con alguien que pega así. Michelanggelo imitó a Anubis y apareció de un salto detrás de éste:

'Eso de darle al saco de esa forma ¿es también algo de los ninjas?- Mickie lo miró sorprendido para luego esbozar una enorme sonrisa:

'¡Que va! Únicamente Raph le da con tanta rábia.

'¿qué pasa¿queréis algo en concreto o sólo venís a incordiar? – gruñó Raphael algo nervioso por la presencia innecesaria de su hermano y del chacal:

'¿vas a pelear en un mano a mano Raph? – preguntó Mickie inocentemente aguantándole el saco mientras su hermano seguía aporreándole con rapidez:

'Pues claro. Y pienso aplastárlo.

'¡Así se habla hermano! – Michelanggelo levantó el puño meciendo uno de sus nun-chakus.

'Buena suerte – dijo Anubis con su típica sonrisa pícarona

'Tranquilo perrito, se apañármelas mucho mejor que tú- le dijo Raph sin dejar de pegarle al saco. Anubis borró su sonrisa y lo observó seriamente. Hasta aMickie le había dolido ese comentario. El chacal se dio media vuelta y partió hacia el entrenamiento de nuevo:

'Kyara tiene razón- Anubis miró a Raphael antes de continuar su marcha, la tortuga lo miró cuándo escuchó el nombre de la chica– no eres más que un prepotente que oculta ser un completo imbécil- Raphael lo fulminó con la mirada. El chacal le sonrió arrogantemente- nunca me han hecho una descripción tan detallada sobre alguien- acto seguido, Anubis se marchó. Raphael respiró profundo y arreó un buen puñetazo al saco pillando completamente por sorpresa a Michelanggelo que cayó al suelo sobre su trasero:

'No le hagas caso Raph, sólo lo hace para incordiar – Mickie intentó calmar a su hermano soltando una serie de risotadas nerviosas quitándole importancia al asunto, pero por dentro él era el que tenía más miedo:

'Lo que de verdad le va a incordiar va a ser un brazo roto cómo continúe así.

'�¡Michelanggelo! – la voz de la chica, inoportuna cómo siempre, gritó des de la entrada de la casa, se encontraba con Leonardo a su lado, el cual observaba a Mickie frunciendo el ceño, con cara de pocos amigos y las manos en la cintura. Ambos se acercaron:

'¿Escabulléndote eh? – Leo lo agarró por el cinturón y lo arrastró. Kyara permaneció de pie sorbiendo de el zumo que sostenía en sus manos viendo como Mickie se negaba a entrenar., Raphael continuaba arreándole al saco sin detenerse ni interesarse por la presencia de la chica, únicamente le lanzó una mirada asesina entre puñetazo y puñetazo, Kyara se sorprendió, pues no recordaba que estuvieran discutidos por nada en concreto, decidió romper el hielo ara observar su reacción:

'Ten cuidado ésta tarde. Ya no me hacen mucha gracia éstos combates de mano a mano.

'Claro, cómo si te importase

'¿El que?

'Olvídame.

'¿Perdona?- la tortuga dejó de golpear al saco para atender a la sorprendida mirada de la chica:

'¿se te tiene que repetir todo dos veces verdad? – Raphael levantó el brazo señalando la puerta- Largo – Kyara se enfadó y tiró el zumo al suelo:

'¿Y ahora que he hecho mal?

'Existir

'�¡Pero menudo…! – la chica empezó a marcharse sin terminar la frase, porqué Raphael la continuó por ella:

'¿menudo prepotente que oculta ser un maldito imbécil? – Kyara se giró sorprendida, esas palabras habían salido de su boca la última vez que se había discutido con él. La chica fue a decir algo, pero Raphael le indicó con la mirada que mejor que se callase y marchase:

'Pues si – contestó ella antes de irse por dónde había venido. Raphael volvió a respirar profundo y se sentó al pie de la estaca que sujetaba el saco. Apoyó sus codos en sus rodillas para luego esconder su cara entre sus manos; "pues tienes razón" penso para sí mismo mientras permanecía en esa posición durante varios minutos.

El estadio volvía a estar completamente lleno. La gente se sentaba por dónde podía, incluso las escaleras hacia las gradas se encontraban repletas de grupos sentados en el suelo por no tener asiento. El público aclamaba con euforia el comienzo del combate mientras mecían numerosas banderitas con el escudo de Amadar y otras con el escudo de Stocktow, una manera simple y sencilla de apoyar al luchador que más les agradaba. Las tortugas y algunos luchadores más habían tomado asiento en la zona de las gradas destinada al servicio del estadio. Aquella zona se veía partida en dos, una en cada punta del estadio. Ernest Stocktow permanecía sentado entre sus luchadores observando con furia a Amadar que se mecía orgullosos al otro lado del estadio. Michelanggelo jugueteaba con un papel nerviosamente sin quitar la vista de la blanca arena. Donatello se percató:

'Mickie tío, tranquilo- la tortuga agachó la cabeza y soltó el papel.

'¿quién és su rival?

'Un tal Kobra – le contestó Leonardo que permanecía de pié apoyado en la barandilla de las gradas. Leo suspiró mientras Donatello intentaba calmar a Michelanggelo, el cual volvió a jugar de nuevo con el papelito al escuchar el nombre del enemigo. La tortuga observaba cada uno de los detalles de la arena, sin poder evitar pensar cuales eran los lugares más estratégicos para atacar: "esto me está volviendo loco" penso para sí cuándo se percató que en vez de preocuparse por Raph se encontraba analizando el terreno de batalla cómo si fuese él el que tuviera que pelear. Levantó la cabeza, intentando tragar aire fresco para calmarse entre tanta multitud y tanto jaleo. La telaraña metálica que cubría parcialmente el estadio le deslumbraba a causa de los reflejos de los rayos del sol. Se trataba de numerosas y anchas vigas de metal que confluían en un mismo centro, en el que se levantaba, sobre una plataforma también metálica, una enorme estatua de piedra que parecía amenazar en derrumbarse encima de la arena en cualquier momento. La observó inconscientemente, se trataba de un luchador revestido de metal cómo protección por todos lados. Era un orangután, Un enorme orangután que mecía orgulloso en su mano una noble espada y en la otra levantaba algo parecido a una piedra:

'Algún luchador del pasado

'¿has dicho algo? – Leonardo no se percató de que pensaba en voz alta y Mickie se dio por aludido a causa de sus nervios. La tortuga le sonrió mientras le colocaba una mano encima de la cabeza:

'Nada Mickie, sólo pensaba.

Ambos contrincantes saltaron al campo. Raphael fue el primero y salió acompañado por un enorme alarido de la multitud que, completamente nerviosa, se levantó de las gradas para aplaudirle. La tortuga no izo ningún ademán de corresponder a su público, únicamente esperó plantado en medio de la arena. Por raro que pudiera parecer, por sus venas no corría ni una gota de nerviosismo, pero si de euforia y de ganas de pelear. Se extrañó de sí mismo cuándo se vio completamente indiferente a los gritos de la multitud y al hecho de enfrentar a la muerte cara a cara:

'Aunque esto no está hecho para mí, me siento ligeramente en casa – susurró para si mientras observaba al público. Le extrañaba haberse acostumbrado tan rápido a notar la adrenalina por su cuerpo, a haberse acostumbrado a no temerle a las heridas y ni mucho menos a la sangre. Se sentía muy seguro de sí mismo y ese era el único apoyo que necesitaba en ese momento, para él el público no era nada más que un atajo de invitados a presenciar una muerte cruel y violenta en sus carnes.

La tortuga parpadeó y retrocedió unos pasos temerosos cuándo se encontró a sí mismo sumergido en un mar de pensamientos crueles, sanguinarios y asesinos. No sabía que era lo que le estaba haciendo sentirse tan bien momentos antes de jugarse la vida pero, fuera lo que fuera, le gustaba esa sensación y no quería perderla.

Raphael desenvainó sus sais cuándo la puerta opuesta del estadio empezó a abrirse. Por ella apareció algo deslizándose, algo muy largo, capaz de doblarle en altura si se erguía por completo. Se acercó a paso lento, caminando, sin miedo a que pudiera atacarle por lo lejos que se encontraba aún. Reculó sorprendido cuándo distinguió cómo enemigo a la misma serpiente que le había amenazado el primer día que llegó a Eddelwise, aquella que se le echó encima dentro de la celda.

La tortuga esbozó una sonrisa maliciosa y se alegró sólo de pensar que podría devolverle el atrevimiento:

'Hombre, cuánto tiempo- se mofó éste cuándo la serpiente se había acercado lo suficiente. Ésta pintó una mueca algo parecido a una sonrisa y sacó la lengua husmeando cada uno de los olores que se desprendían en el ambiente – no creí haberte visto salir viva de aquella primera batalla – Kobra estalló a carcajadas pero no llegó a pronunciar ni una palabra, a sus "pies" se encontraba una daga, Raphael la miró curioso:

'¿cómo se supone que vas a coger eso¿con la boca? – le dijo irónicamente con una clara intención de calentar al enemigo. La serpiente reculó unos metros con una sonrisa algo maléfica en la cara. En unos segundos empezó a retorcerse cómo si algo la estuviera partiendo en dos . El público observaba boquiabierto sin comprender lo que ocurría ni el porqué de ese comportamiento tan extraño. La tortuga reculó por precaución cuándo unos bultos en los costados de la serpiente empezaron a estirar des de el interior de su piel dando la sensación de que iban a desgarrarla en cualquier momento. Raphael observaba sorprendido aquel acontecimiento, le daba la sensación de que su rival iba a matarse él mismo. Los dos bultos fueron creciendo hasta que, efectivamente, la piel se resquebrajó y dejó paso a dos brazos que se estiraron con un sonoro "Creck" que indicaba que los huesos se habían colocado en su sitio. La serpiente observó a la tortuga sin borrar de su cara la sonrisa endemoniada de la que caía un hilo de baba por el esfuerza a "sacar" esos brazos aparecidos de la nada. Unos brazos escamados de un color marronoso con únicamente tres dedos en sus manos. Raphael los vio comparables con los suyos si no fuera porque éstos eran el doble de largos y mucho más estrechos. La serpiente alcanzó la daga y se movió velozmente dibujando eses en la arena hasta su presa. Se desplazaba utilizando los brazos, aumentando así su velocidad:

'�¿Pero no decías que tú no tenías manos! – dijo la tortuga mientras daba un salto rápido hacia atrás esquivando la daga de la serpiente. Antes de que pudiera aterrizar, Kobra se colocó en su retaguardia y lo lanzó por los aires de un coletazo. La tortuga amortiguó la caída rebotando sobre sus manos en el suelo para luego incorporarse de nuevo.

Kyara permanecía con la boca abierta en una mueca de asco mientras señalaba con el dedo la pantalla de la televisión tapando por completo a la asquerosa serpiente con su yema. Los luchadores esperaban en la cola observando sorprendidos el comportamiento de la chica esperando a que ésta se dignase a darles sus armas :

'�¡Kyara! – el grito de Potom sacó a la chica de su embobamiento y continuó despachando a la gente con prisa:

'Pero qué demonios quiere si Maggie todavía no ha aparecido. �¡No puedo ocuparme yo sola de todo!

'¡A callar! – Kyara siguió arrancando tiquets de las manos a regañadientes cabreada por no poder ver el combate de Raphael. Había decidido que quería que la tortuga recibiese un buen susto. Se lo merecía. Tal vez con una estocada sería suficiente, pero la muchacha quería que saliese herido. Kyara se sorprendió cuándo pensó que le estaba deseando lo peor a uno de sus amigos: "se trata de Raphael, en este caso no cuenta". Se encontraba muy disgustada por lo que la tortuga le había dicho aquella misma mañana, no comprendía cómo aquellas palabras habían llegado a sus oídos pero si que era cierto que la chica solía describirlo de aquella manera, sobretodo cuándo acababan de pelearse, es decir, siempre. La muchacha continuó sumergida en sus pensamientos justo cuándo divisó a Warlock y a Anubis entre la gente. Entonces se izo la luz y la chica recordó:

'�¡Anubis! – el chacal erguió más aún sus orejas - �¡voy a matarte!- soltó una carcajada nerviosa e intentó mantener las distancias con la chica para que ésta no le hiciera una de sus llaves:

'vamos vamos, no es para tanto. Sólo le he dicho una verdad, ese estúpido se lo merecía

'Vaya, así que has sido tú- Kyara lo fulminó con la mirada dejando al chacal completamente desnudo y sorprendido por la trampa que la chica le había tendido para que él mismo reconociese su chivatazo. El chacal empezó a reírse nerviosamente mientras empezaba a escabullirse. La chica alargó el brazo con rapidez y lo alcanzó del collar de metal que llevaba éste alrededor de su grueso cuello:

'No huirás…-dijo con voz tétrica al oído del chacal – nadie traiciona a Kyara

'�¡Kyara!

'�¿Qué? – contestó ésta gritando con el chacal en sus garras pensándose que se trataba de Potom. Pero para su sorpresa se encontró con Maggie que respiraba con dificultad y parecía agotada. La chica reunió fuerzas antes de dirijirse rápidamente hacia Kyara:

'Tienes que detener el combate.

'¿para qué? Déjale, se merece un par de rasguños.

'Pero no lo entiendes- Maggie extendió sus brazos en forma de cruz con los nervios a flor de piel – la daga de Kobra está envenenada. Amadar ha comprado el veneno ésta misma mañana lo he visto.- La chica pelirroja la observó con los ojos cómo platos durante unos segundos. Cuándo toda la información le llegó al cerebro pegó un bote:

'�!Qué!

'Hoye¿esa serpiente no es la de la cárcel?

'Sí, parece que sí Mickie – Donatello fijó su vista en la pelea- no recuerdo haberla visto entre los 10 supervivientes. Leonardo seguía plantado de pie fijándose en cada uno de los movimientos de la serpiente:

'Raph no debería tener ningún problema para vencerla…no parece gran cosa

'¿Cómo que no? Mira lo rápido que se mueve.

'Pero tener que combinar las dos patas en correr y atacar no es fácil Mickie, eso le resta movimientos – Leonardo se quedó pensativo. Era cierto que la serpiente no era gran cosa, Amadar lo tenía que saber, al igual que también debería conocer la gran habilidad de Raphael para la lucha cuerpo a cuerpo:"…sí es así…¿Por qué se ha jugado dinero apostando por uno de sus luchadores más mediocres si sabe que va a perderlo?". Leonardo se incorporó tirándose para atrás:

'Esto no me gusta, no me gusta ni un pelo – sus dos hermanos lo observaron sin comprender.

Raphael esquivó una nueva estocada de la serpiente a la vez que se colocaba en uno de sus costados y le clavaba uno de sus sais rajándole unos cuántos centímetros de piel. Obra emitió un sonido algo parecido a una queja y, desesperado, se volvió para escupirle a la tortuga una asa pastosa de color verde en la cara. Raphael se llevó las manos a esa cosa intentando quitarla lo más rápido posible. Por instinto, saltó hacia atrás a ciegas confiando en alejarse de la serpiente lo suficiente para poder quitarse eso. Pero cuándo consiguió ver algo, Kobra se había acercado demasiado y le propinaba un puñetazo enviando a la tortuga unos metros más allá mientras se deslizaba por la arena debajo suyo para alcanzarla al caer.

'¡Maldita sea¡ Quieres esperarte y pensar!

'¡No hay tiempo para pensar!

'¡Pero Kyara¡ Pero qué….!- La chica corría desesperadamente por los pasillos del estadio arrastrando del brazo a Anubis que la seguía sin comprender, al igual que Warlock, que los seguía únicamente para saber lo que se proponían - ¡Porque me arratras!

'¡Porque yo sola no puedo con los guardias!

'�¡ Con los qué! – la chica giró una esquina con el lagarto y el chacal detrás - ¿No pretenderás….? – a Anubis no le dio tiempo de acabar la frase, pues Kyara tiró de su brazo violentamente y lo empujó contra los 4 guardias que custodiaban las puertas hacia la planta de los luchadores. El chacal, sin tiempo a reaccionar, se los llevó a los 4 por delante y también a la puerta contigua, cayendo todo al suelo estrepitosamente. Warlock y la chica pasaron por su lado corriendo aprovechando el camino despejado:

'¡Hoye eso a sido una guarrada! – le gritó el chacal a la chica mientras se incorporaba acariciándose una de sus orejas:

'Eso por el chivatazo – Anubis gruñó y se apresuró a seguirles el paso antes de que los perdiera.

Un grupo de guardias no tardó en echarse-les encima tras recibir la noticia de que 3 locos andaban sueltos por el sótano del estadio. Kyara se topó con el primero de ellos y los fue despachando uno a uno con la ayuda de Anubis y Warlock:

'¡No los matéis!

'Aquí cada uno juega con sus cartas

'¡Anubis!-le reprochó la chica pidiéndole que le hiciera caso.

'¿dónde vamos?- preguntó Warlock colocándose delante de todos y abriendo camino.

'A la arena, hay que detener el combate

'Nos va a caer un buen puro por esto nena!- se quejó el chacal tirando a bajo de una patada una de las puertas.

'Yo no os he pedido que vinierais

'Claro que no, prácticamente nos has arrastrado

'Si a Maggie por las buenas no le han hecho caso, me lo van a hacer a mí por las malas. –Kyara pegó una patada alta a uno de los guardias que se estrelló contra la puerta de entrada a la arena, haciéndola volar por los aires. Kyara no entró, únicamente gritó a Raphael des de la puerta. La tortuga giró la vista sorprendido esquivando una de las estocadas que Kobra le había enviado:

'¿Kyara?

'�¡No pelees, el arma está envenenada! – Raphael observaba a la chica a lo lejos sin comprender lo que le decía. La serpiente se acercó por detrás y levantó el arma lista para estocarle por la espalda aprovechando el desconcierto de la tortuga cuándo algo se lo impidió golpeándola bruscamente en la cabeza. Anubis y Warlock se habían desplazado hasta el lugar y habían cancelado el combate a su manera.

Des de el otro lado del estadio, Amadar se puso histérico y le mando un señal con la mano a Stocktow que lo observaba. Stocktow fue a levantar la mano para abandonar, ya que se trataba de la intrusión de sus protegidos cúando Leonardo se la agarró:

'Mire – la tortuga señaló a un rincón de la tribuna de Amadar dónde unos cuántos de sus luchadores saltaban a la arena para combatir los intrusos. Ernest miró a Leonardo. Tras hablarse con las mirada durante unos breves segundos, Leo le izo un señal a sus hermanos y los tres saltaron sincronizadamente al campo. Los espectadores se levantaron de sus gradas asombrados por lo que estaba ocurriendo y aullando aún más fuerte que nunca. Don, Leo y Mickie se colocaron cerca de los demás:

'¿pero qué…?- empezó a preguntar a Raphael observando cómo se había liado la cosa en unos momentos:

'¿Qué pasa colegas? Parece que esto al final va a ser una batalla al completito – Michelanggelo mecía con ganas sus nun-chakus mientras observaba cómo se acercaban los demás.

'¿pero que diablos está pasando?- dijo Raphael algo nervioso

'Eso me gustaría saber a mí- contestó Don sonriendo.

'la daga de Kobra tiene el filo envenenado- Kyara se acercó a Raph- Maggie ha visto esta mañana cómo Amadar lo compraba. Ha intentado hablar con el presidente del estadio y no le han escuchado.

'Así que aquí la teniente Kyara le ha dado por llevar a cabo una evasión al campo a lo bruto- prosiguió Anubis sonriendo maliciosamente. Mientras sacaba sus armas. Raphael reflexionó intentando recordar si en algún momento la serpiente le había dañado, pero no había sido así. Sintió que le habían estado tomando el pelo y que hubiera podido acabar muerto con tan sólo rozar esa daga. Gruñó y saltó violentamente contra Kobra aprovechando que ésta estaba desprevenida y, con un movimiento rápido y brutal, le cortó el brazo en el que sostenía la daga. Ésta aulló mientras se retorcía por el suelo de dolor agarrándose con la otra mano el muñón sangrante que le había quedado. Acto seguido pegó una patada giratoria en la nuca de ésta enviándola a los pies de uno de los protegidos de Amadar que saltó para evitar el cuerpo de su compañero y así continuar corriendo hasta atacar. Anubis se avanzó y clavó sus dos dagas encorvadas en el pecho de éste, cayendo a cuatro patas encima de él para luego saltar y enfrentarse a otro:

'¡Kyara! No te separes de mí - Leonardo se puso delante de la chica con la intención de protegerla.

'¿Y qué más?- la chica le desenvainó una de sus espadas cogiendo por sorpresa a la tortuga y marchó hacia el tumulto de luchadores:

'¡Oye!

Michelanggelo se vio enfrentado a Kobra, la cual no dejaba de lanzar zarpazos con el brazo que le quedaba. Alcanzó a la tortuga en un amago lanzándola por el aire. Raphael pasó por el lado de su hermano en el suelo:

'Mickie no te metas, ésta es mi lucha- Raphael saltó encima de la serpiente, ésta le rasgó el pecho dejándole tres arañazos rojos, pero no se dio por vencido y la tortuga siguió su ataque clavando uno de sus sais en vertical al cráneo de Kobra. Ésta dejó de moverse tan frenéticamente cómo lo había estado haciendo y quedó muerta colgando del sai de Raphael. La tortuga observó cómo se le descolgó la mandíbula a la serpiente dejando entrever a los extremos de su sai traspasándole el cráneo hasta la boca. La tortuga pisó el cuello de ésta para desincrustar el arma de la cabeza del reptil. Un nuevo enemigo lo atacó por la espalda pero Kyara apareció bloqueando la daga con uno de los sables de Leonardo. Raphael se giró sorprendido y propinó una patada al luchador que forcejeaba con la chica:

'No deberías estar aquí

'No debería no debería no debería- la chica lo miró sonriéndole picaronamente- según tú son muchas las cosas que no debería hacer- dijo recordando lo mismo que le había dicho la noche anterior.

'ahora es cuándo tienes que decir "cuándo meto la pata la meto hasta el fondo"- contestó la tortuga con doble sentido pegando un sablazo a otro enemigo.

'Muy bien, veo que te molestas en aprenderte nuestras conversaciones- Kyara cortó con el sable el estómago de algo parecido a un pequeño ratón que se había abalanzado sobre ella con un hacha.

'Es que procuro que sean escasas, así puedo recordarlas.

'No sé porque pierdo el tiempo y me juego la vida salvándote el trasero.

'¿Por qué soy un prepotente….?

'¿… que oculta ser un completo imbécil? – la chica continuó la frase iniciada de Raphael – ya me sé esa cancioncilla. Yo la inventé ¿recuerdas? – Raphael atrajo el cuerpo de la chica hacia sí con un brazo para evitar que a ésta le partieran la cabeza en dos de un martillazo. Fue ella misma quién alargó la pierna propinando una fuerte patada a su atacante:

'Tal vez te arrepientas.

'¿de inventarla? La mayor parte del tiempo no .

'¿Y la menor parte de éste? -Raphael pegó un salto hacia atrás llevándose a la chica consigo para alejarse de un enemigo. Mientras la miraba a los ojos incomodándola tiernamente. Al tocar suelo la chica se apartó para atacar a los pies de uno que pretendía partir a Donatello en dos. Luego se giró y miró a Raphael a los ojos:

'La menor parte de éste, deseo matarte. – la tortuga la miró con una sonrisa maliciosa en la cara antes de ensañarse con un luchador de Amadar. Cuándo pudo volvió a acercarse a la chica mientras le agarraba la muñeca por detrás y él mismo dibujaba un arco en el aire con la espada de Leonardo para provocarle un corte en el cuello a algo parecido a una avispa que se avanzaba peligrosamente:

'Ésta vez te perdono- le comentó a ésta sin soltarla

'No te lo he pedido –respondió la chica forcejeando para que la soltase. Raphael volvió a blandir la espada a través de la muñeca de Kyara para defenderse de otro enemigo a la vez que soltaba una enorme carcajada. La chica se sorprendió de verlo actuar con tanta soltura en un combate de ese calibre:

'No sé porque te resistes, si sabes que me quieres – dijo irónicamente.

'Sí ya. Vaya que te aprecio con locura – Kyara consiguió soltarse y marchó corriendo hacia Leonardo, no sabía si para devolverle su espada aprovechando que casi no quedaban enemigos o para resguardarse de una de las muchas facetas de Raphael que no conocía. Algo en la manera de actuar de la tortuga le había parecido a la chica que no andaba bien, no solamente porque degollase y matase a enemigos sin ningún tipo de problema ni atención, si no porque se encontraba algo más graciosillo de lo normal y, conociendo a la tortuga, en cualquier momento podía saltarle con alguna de sus frases de la que ella no se vería capaz de escapar, así que prefería esquivarla y evitarse tener que quedar mal.

Al cabo de unos minutos una horda de guardias cargados con rifles apareció por las puertas y rodearon a los luchadores de Stocktow y a los pocos que quedaban en pie de Amadar:

'¿qué están haciendo? – comentó Donatello colocando su vara en posición de defensa.

'¿No somos nosotros los buenos? – Michelanggelo frunció el ceño mirando a Leonardo, que observaba confundido la escena. El ambiente se calmó cuándo Maggie apareció acompañada por Stocktow por la misma puerta por la que habían entrado los guardias. La chica morena se dirigió a Kyara preocupada y le observó un pequeño rasguño de la mejilla:

'¿qué ocurre? – preguntó Kyara girando la cara

'Después de que los protegidos de Amadar bajasen a la arena, la organización superior del estadio han creído a Maggie y lo han detenido en las gradas. – Kyara observó cómo uno de los guardias agarraba con unos guantes la daga de Kobra, la cual tubo que arrancar de los dedos muertos de su brazo cortado antes de dipositarla en una bolsita de plástico. Uno de los guardias se dirigió a Ernest y habló con él durante algunos minutos, las tortugas, Warlock, Anubis y las dos chicas, esperaban impacientes a saber la sentencia que se les iba a venir encima por haber saltado al campo. Maggie se sobresaltó asustada:

'¡Mira mira! – señaló a las gradas, arriba del todo, en dónde, en una de las esquinas más altas, una sombra oscura observaba, cuándo Maggie la señaló, ésta desapareció en la nada. Raphael se movilizó inquieto:

'És él - susurró

'Es el tipo que vi hablando con Amadar! El que le vendió el veneno al igual que se lo vendió al comerciante de Jovi – Raphael se acercó a la chica morena cogiéndola por los hombros:

'¿Estás segura? – Maggie asintió algo asustada por su aprisionamiento.

'¿qué ocurre Raph? – Leo colocó su mano en el hombro de su hermano.

'Se trata del mismo que lleva persiguiendo a Kyara des de hace un par de días.

'¿Qué quién me…? – Kyara se sobresaltó. Raph se giró para hablarla:

'Es lo que te decía, lleva un par de días persiguiendo el ojo. Por eso te lo quité- la chica se mordió el labio de abajo mientras se imaginaba, temerosa, el haber sido observada por un hombre que pretendía aprovecharse en cualquier momento de su distracción para robarle. Donatello se acercó a la chica junto con warlock:

'Pues ese ojo…-comenzó a decir.

'Habrá que vigilarlo- Leo se giró a Raphael extendiendo la palma de su mano- yo lo guardaré Raph- La tortuga reculó fastidiada:

'¿qué vas a poder hacer tú por él que no pueda hacer yo?- Leonardo pareció meditar durante uno segundos, y apartó la mano considerando que su hermano tenía toda la razón. No sabía porqué pero Raphael no estaba dispuesto a entregar el ojo, algo en su interior le decía que no lo hiciera. Leo observó a su hermano como se erguía desafiante delante de él, le habló con la mirada, reprochándole el hecho de que hubiera llegado a matar tanto en un solo combate. Raph comprendió porqué su hermano lo miraba así, y habló antes de que pudiera decirle algo:

'Sí, era necesário – Leo bajó la mirada y, con un gesto decepcionado, marchó junto a Warlock y Anubis que hablaban con Stocktow:

'La federación ha considerado la intrusión cómo algo que se les escapaba de las manos, así que únicamente me han impuesto un a multa que va a recurrir a cargo de Amadar, por haber roto las normas y envenenar el filo de la daga:- Anubis frunció el ceño observando a Warlock :

'Entonces…-empezó a decir- ..¿No hay ningún problema?- Stocktow le guiñó uno de sus pequeños ojos:

'Nada que yo no pueda solucionar – el osos pardo empezó a marcharse en su silla flotante, unos metros más atrás, se giró para volver a decir algo –Al final teníamos razón y resulta que si que te envenenaron…-Stocktow izo una pausa antes de echarles una mirada cómplice a sus dos mejores luchadores – Sería una lástima que no se lo comentásemos a Jovi ¿no? – Warlock y Anubis se miraron sonriéndose maliciosamente dando por entendido lo que Ernest les había dicho con segundas. Anubis se cruzó de brazos maquiavélicamente:

'Claro, estoy impaciente por contárselo.


Yeyyyyy ese vengativo de Anubis, ya verás tú cómo va a acabar el minino de Jovi ...si eske no se puede ser así hombre! XD

Ésta vez no tengo ninguna curiosidad por contaros, si eske ¿hay algo que ya no sepais? jejejeje, bn chikillas, pos nada, nos vemos en el siguiente capítulo. Espero que éste os haya gustado, y lo que había dicho antes, el siguiente pa mi ke va a ser el mejor, lo escribiré deleitándome cada vez que coloca alguna de mis yemas en el teclado (hum! hum! hum!() )

Pos muchos besiyus a todas (es decir, a Hada, Itsuki y Karliña) y escribidme Reviews!