Chapter eighteen.
Genzo.
Me voy al baño a cambiarme de ropa, en vista de que Lily no quiere verme hacerlo. Bueno, ella se lo pierde...
Mientras batallo para ponerme la camiseta que le pertenece a Misaki (he aquí que mi amigo es mucho más chaparro y delgado que yo), me pongo a pensar en qué tan difícil sería hacer que Lily cayera en mis redes, dada la situación actual en la que nos encontramos: los dos solos en una cabaña lejana, atrapados en medio de un aguacero... Rika y Misaki, los dueños del lugar, no regresarán sino hasta mañana... Y bien podría llover toda la tarde y toda la noche, irremediablemente tendríamos que quedarnos aquí...
Una vez más, vi mi oportunidad y la agarré al vuelo. Ésta sería la ocasión, haría que Lily regresara conmigo. Y esta vez no fracasaría en el intento.
Regresé a la sala. Lily estaba acurrucada delante de la chimenea, envuelta en una frazada que sacó de quien sabe donde. No volteó a verme cuando me sequé muy cerca de ella. Me sorprendió descubrirla algo triste y alicaída.
- ¿Qué te pasa?.- interrogué.
- Nada que te importe.- contestó ella, en su habitual manera de ser.
- Veo que no has cambiado nada... .- resoplé.- Si no quieres decirme, no lo hagas, pero te advierto que es muy probable que nos quedemos aquí toda la noche, así que no estaría mal tener un tema de conversación.
- Y supongo que te encantaría saber cual es el motivo de mi tristeza, ¿no? Más porque tú tienes la culpa...
- ¿Yo?.- me sorprendí.- ¿Yo tengo la culpa de que estés así? Discúlpame, pero estás en un error. Yo nunca haría algo que pudiera lastimarte.
- ¿Qué no?.- ella me volteó a ver con una mirada acusadora.- ¿Estás seguro?
Durante unos instantes Lily me miró con rabia. Después clavó sus pupilas negras en el fuego que ardía delante de nosotros. Durante un momento, me sentí muy perturbado. Esta niña habla con la mirada...
- Izawa terminó conmigo.- murmuró, después de un rato.
- No lo sabía... .- musité.
- Pues ahora ya lo sabes... Y tú tienes la culpa de eso.
- Yo no le pedí que terminara contigo.- protesté.- Todo lo contrario, le dije que me retiraría sin problemas...
- ¡Sí, cómo no! ¡Ni que no supieras que si nunca me abrazaba o me besaba cuando estábamos con sus amigos fue porque tenía miedo de tu reacción!
No respondí. Esto ya me lo sospechaba, pero no fue fácil escucharlo a través de una acusación hecha por Lily.
- Tengo hambre.- comentó ella, después de un rato.
- Vamos a ver qué hay en la cocina que se pueda comer.- respondí.
Lily se envolvió con la frazada. Supongo que notó la mirada de deseo que le lancé cuando la vi llegar con ese camisón... No es mi culpa, soy un hombre como todos los demás y no puedo evitar maravillarme ante la presencia de una mujer hermosa vestida con un camisón transparente.
En la cocina no encontramos comida que pudiera llamársele "normal": champaña, caviar, aceitunas negras, mermelada de rosas turcas... No me imagino a qué vendrán Rika y Misaki a hacer a este lugar... (Por si no lo notaron, estaba siendo sarcástico).
- Rayos, ¿qué no habrá nada decente qué comer en este lugar?.- refunfuñó Lily.- No se me antoja ni el caviar ni la mermelada... Además, ¿esa mermelada te la comes o te la untas en el cuerpo a manera de perfume?
- Jajaja, no lo sé.- me reí.- Habrá que preguntarle a tu prima...
- O a tu amigo...
- Mira.- encontré una lata de espagueti en la alacena y se la mostré a Lily.- Podemos comer esto.
- Eso se ve mucho mejor... ¿No habrá por ahí pan o algo así?
Ya sabía de sobra que Lily no sabía cocinar, así que me puse a preparar el espagueti mientras ella buscaba pan y algo menos alcohólico que beber.
Lily.
Menos mal, Genzo se puso a preparar el espagueti. Yo de plano lo quemaría o lo dejaría incomible...
De pura casualidad me encontré una hogaza de pan, corté unas rebanadas y les puse mantequilla y algo de queso y las puse en una cacerola. Genzo protestó porque le estaba "robando su lugar como chef". Yo me reí y lo empujé. Él me siguió el juego, pero no pudo evitar salpicarse un poco la cara con la salsa con la que estaba cocinando la pasta.
- Jajaja, no inventes, ¡pareces un niño!.- lo regañé juguetonamente al tiempo que tomaba una servilleta y le limpiaba la cara.
- Tú tienes la culpa de que yo me comporte así.- replicó, guiñándome un ojo.
Los dos estábamos muy cerca uno de la otra. De pronto, él me acarició con suavidad el rostro. Yo me dejé de reír y me separé de él.
- Lo siento, no quise incomodarte.- se disculpó.
- Está bien, no te preocupes.- musité.- Pero mejor cuida el espagueti o se va a quemar...
En cuanto todo estuvo listo, nos sentamos a comer. Genzo tuvo que destapar la botella de champaña porque no encontré otra cosa que beber. Ni modo... Encendí el estéreo de Rika, para cortar un poco el ambiente tenso que yo sentía.
- ¡Mmmm! Sí que sabes cocinar.- felicité a Genzo, una vez que probé la pasta.- ¡Te quedó delicioso!
- Gracias. El pan tampoco quedó tan mal.- contestó él, pícaramente.
- Mira tú, qué amable, gracias.- le enseñé la lengua.
Dejamos que fuera la música quien le pusiera algo de ruido al ambiente, pues ninguno tenía mucho qué decir. En cuanto acabamos, nos llevamos los platos a la cocina y después nos dirigimos a la sala. Genzo se llevó la botella de champaña.
- ¿Te piensas embriagar o qué?.- le reclamé, al verlo con la botella y un par de copas.
- ¿Con esto? ¡Bah! Se necesita más que una simple champaña para ponerme ebrio.
- Uhm, yo con la copa que me tomé ya me siento mareada...
Pero a Genzo esto le vino valiendo cacahuates. Tomó una copa, la sirvió hasta el borde y me la pasó. Yo la acepté pero solo le di un sorbo.
- No seas cobarde.- me retó.- Toma un poco más.
- Tomátela tú, ya te dije que me siento mareada.
Me arrebujé en la cobija y me dediqué a contemplar el fuego, aunque mis ojos no podían evitar desviarse hacia el tórax de Genzo, cuyos músculos amenazaban con romper la camiseta que traía puesta...
- ¿Qué fue lo que pasó con nosotros, Lily?.- me preguntó él, sentándose muy cerca de mí.
- Yo no sé nada, dímelo tú.- repliqué.
- Sí, yo sé que tuve la culpa, debí ser menos necio...
- Al menos lo reconoces...
- Misaki me confesó la razón por la cual no fuiste a nuestra cita al Jardín del Cantador.- me dijo, de pronto.
- ¿Qué cosa?.- grité.- ¿Cómo pudo?
- ¿Por qué no me lo dijiste?.- me reclamó.
- ¡O sea, hello con tu hello, Genzo Wakabayashi!.- volví a gritar.- ¿Cómo que por qué no te lo dije? ¿Me dejaste hacerlo, acaso? ¡Cuando quise explicarte lo que pasó me gritaste que era una cobarde y que no podía contra mi miedoso corazón!
Me levanté, furiosa, pero Genzo me tomó del brazo e hizo que me sentara de nuevo junto a él.
- Sé que fue mi culpa, debí haberte escuchado.- susurró.- Cometí un error muy idiota al dejarte ir, pero no voy a permitir que suceda de nuevo...
Genzo me abrazó. Yo intentaba resistirme... El estéreo había comenzado a tocar una canción que se apegaba muy bien a nuestra situación:
*Solo que aun hoy, sigo, aun hoy...
Sigo amándote a ti...
Genzo.
No iba a dejarla ir. Era ahora o nunca, tendría que convencerla de que se quedara conmigo, por siempre...
La abracé y le acaricié el cabello. Le quité la frazada que traía alrededor del cuerpo. A través del camisón pude sentir su respiración...
- Lily, por favor.- susurré.- Dame otra oportunidad. Yo todavía estoy enamorado de ti... Como un idiota, como un loco... Te amo, Lily.
Amor, mi amor...
Dos cuerpos con alma, se esconden del sol...
- Es muy tarde.- respondió ella.- Yo ya no...
- ¿Ya no me quieres? ¿Es eso verdad? Mírame a la cara y repítemelo.
La tomé del rostro y la obligué a mirarme a los ojos. Ella temblaba y sus ojos me dijeron que aun me seguía queriendo. La besé y la abracé con más fuerza. Sentí como ella se estremecía ante mi abrazo, igual que la primera vez que la besé. Lentamente, mis labios comenzaron a bajar por su cuello... Mis manos comenzaron a acariciarla y a quitarle el camisón.
La recosté sobre la alfombra. Lily aun ponía algo de resistencia, aunque poco a poco su cuerpo comenzaba a responder a mis caricias.
- Solo déjate querer.- murmuré.
Ella ya no puso ninguna resistencia.
Lily.
De noche se escapan,
De noche se van...
Una parte de mí aun se resistía. No es que no amara a Genzo o que no deseara estar con él pero... Mi orgullo no quería que las cosas le resultaran más fáciles. Pero me fue imposible seguir negándome...
- Solo déjate querer.- murmuró, al tiempo que sus manos continuaban acariciándome.
Yo, con esto, perdí el control. Me dejé llevar por el remolino de sensaciones al cual Genzo me llevaba. Me olvidé de todo, del coraje que sentía hacia él por no haberme dejado explicarle lo que había pasado, de su terquedad, de sus celos... Caí en sus redes, así sin más...
Mucho rato después, me quedé dormida entre sus brazos.
Por la madrugada, cuando desperté, ya había dejado de llover. "A buena hora", pensé. "Ahora ya da lo mismo...".
Genzo me acariciaba la espalda y me besaba el cabello. Yo suspiré.
- Mi amor.- susurró.- Después de esto... ¿Aun vas a seguir negando que me amas?
- No.- contesté.- Ya no podría decirte que no te amo con toda mi alma, porque te estaría mintiendo... Pero... ¿Qué va a pasar después? ¿Con tu vida en Alemania, con mi carrera en Médicos Internacionales Unidos?
Y una vez más, Genzo acabó con todas mis dudas... Pero dejaré que sea él quien les cuente el desenlace de esta historia...
Genzo.
Sabía que tarde o temprano Lily me haría esta pregunta. Era inevitable. Pero yo ya estaba preparado para responderle, lo estuve desde la primera vez que supe que la amaba más que a nadie...
- No te preocupes por eso.- respondí.- Solo tienes que responderme lo que voy a preguntarte y yo me encargaré del resto.
- Pero...
- Solo responde, por favor. Solo con un "sí" o con un "no".
Ella se quedó callada, esperando mi pregunta. Yo me tomé mi tiempo, quería que fuera lo más especial posible...
- ¿Te casarías conmigo?.- pregunté, después de un largo rato.
Y Lily, por supuesto, se tomó todo su tiempo para responderme.
- Sí.- murmuró.- Porque te amo, Gen.
Eso era todo lo que yo necesitaba saber.
Fin.
Notas:
- *Una noche, interpretada por The Corrs y Alejandro Sanz.
- Entre este fin y el epílogo va un capítulo especial lemon que realmente no influye en el final de la historia.
- Tengo que admitir que mi inspiración para hacer este fanfic provino de un comercial que ahorita ya no me acuerdo de qué era, creo que promocionaban un automóvil, no recuerdo bien, pero el caso es que el comercial empezaba con un niño diciendo que su papá y su mamá aún no se conocían pero que estaban a punto de hacerlo. Ese comercial me dio ideas para hacer esta historia con el formato de narración en primera persona con Genzo, Lily y Jazmín; así también, la primera parte de la historia estuvo inspirada en mi vida como Médico Interno de Pregrado y la segunda parte sí es totalmente inventada.
