yeyyyyyyyy! Esas súper vacaciones que nos hemos pegado eh? Pero ahora ya de vuelta a la rutina...ke asco, pero ueno, es lo ke hay..

Pos na, estamos ya en la carrera final! Spring! Spring!

Sé que os prometí capítulos más largos, xro eske ya keda pco pa acabar la historia y me molaría poder alargarla un poquillo en cuánto a capítulos, así que supongo que no podré evitar que los últimos sean los más cortos e intensos, xro bueno.

Si hay algo que no entedáis preguntádmelo en los reviews y os contestaré en el próximo cap. (lo digo xk la cosa se ha liado bastante y tal vez os hayais perdido un poco , jejejej, suele pasar cuándo le metes tensión y acción a algo, jejeje)

Pos nada gentuza, aki os dejo con el ante-penúltimo capítulo, espero que os guste. Besiyus a todos !

YaS

#13# Quédate conmigo

Los dos guardias, un rino algo viejo y algo parecido a un loro desaliñado, empezaban a hacerse algo pesados y , por más ofensivas que les lanzase Kyara, no estaban dispuestos a dejarlas pasar y se cruzaban de brazos erguiéndose en toda su altura en frente de la puerta:

'¿Es que no conocéis a Maggie? – preguntó ésta enfadada, pues su popularidad era alta entre el personal del estadio.

'por supuesto, la subordinada de Potom en la armería ¿no? – el rino soltó una carcajada – eso no significa que te dejemos entrar. Consigue un permiso.

'�! Pero qué permiso ni qué…?

'No te esfuerces Kyara, no nos dejarán pasar.

'Escucha a tú amiga- indicó el loro mofándose de Kyara. La chica pelirroja se sintió ofendida y algo cabreada y fastidiada levantó la mano hacia el guardia, que no tardó en sacar de su cinturón la barra metálica que propinaba esas brutales descargas eléctricas. Kyara retrocedió vacilante mientras enseñaba los dientes al guardia que la observaba amenazante:

'Tsk. Ese gordo de Potom. Debería vigilar mucho mejor a su personal – se burló el rino que seguía cruzado de brazos. De repente, una enorme masa corporal apareció por las espaldas de los guardias empujándoles hacia delante, aplastando cómicamente al rinoceronte contra la pared:

'Voy a conseguir que se te caiga el pelo por ese comentario – la sórdida, monótona y odiosa voz del viejo hipopótamo asomó entre los pasillos oscuros y vacíos del estadio. Potom observaba amenazante a los guardias aplastando contra la pared con una sola mano al rinoceronte que no se atrevía a articular palabra alguna.: Maggie y Kyara intentaron escabullirse para pasar desapercibidas ante la presencia de su cabreado jefe:

'¿Qué diablos estás mirando pedazo de carne desgraciada? – gruñó Potom al otro guardia que observaba la escena confundido - ¡Déjalas pasar! – el guardia pareció obedecer pero vaciló al último momento:

'Lo…Lo siento Potom, pero des de el incidente del luchador de Straughter no se permite la entrada a gente ajena al estadio en horario nocturno.

'¡me importa un huevo lo que le pasase a ese desgraciado de Jovi, ahora¡obedece!- y así lo izo, el guardia dejó pasar a las muchachas que miraban asombradas la gran autoridad del viejo hipopótamo.

Una vez tuvieron acceso a los pasillos del estadio, Kyara empezó a andar muy rápido, casi corriendo, observando a Maggie para qué ésta cumpliera lo que le había dicho la vieja Chontra y la llevase delante de Martzoom. Maggie la miraba preocupada para luego volver a mirar al hipopótamo que caminaba delante de ellas en dirección a la armería. No les había dicho nada a las chicas por la escapada del día anterior, pero estaba más que claro que pensaba cobrarse esas horas de más. Maggie vaciló y sucumbió ante la mirada suplicante de Kyara que le pedía que se diera prisa. La chica empezó a vocalizar algo pero Potom se le adelantó y las habló dándoles la espalda a medida que caminaba:

'Ya

'…………...- las chicas se quedaron algo sorprendidas por ese comentario que no venía al caso.

'Se cuece algo importante ¿verdad?- soltó el hipopótamo a la vez que se giraba y sonreía a las chicas arqueando una ceja. Kyara vaciló.

'¿Qué…?

'¡Oh, vamos! Uno es viejo pero no tonto – el hipopótamo se detuvo en una de las puertas del largo pasillo. Empezó a abrirla usando un manojo de llaves que sacó de su enorme bolsillo. Las chicas se miraron entre ellas sorprendidas. Potom abrió la puerta y les indicó a las chicas que entrasen:

'Largaos de aquí antes de que me corten el cuello por esto – Maggie fue la primera en entrar y lo izo enviando una mirada agradecida a Potom, que giró la cara con terquedad y orgullo. Kyara imitó a Maggie y la siguió a través del umbral de la puerta algo confusa. Antes de que se alejasen demasiado, Potom les gritó des de el final del pasillo:

'Patearle el culo a Ra no va a ser fácil – las chicas se giraron sorprendidas preguntándose cómo podía estar enterado de todo, pero antes de que pudiera haber alguna respuesta, el hipopótamo cerró la puerta bruscamente dejándolas a solas en los negros pasillos:

'Que raro….- susurró Kyara

'Mucho

'¿Dónde llevan estos pasillos?

'Hacia Martzoom

'….bien….¿y dónde est�? – Maggie se asomó por la ventana para contestar la pregunta de Kyara y señaló la enorme estatua de piedra que se levantaba airosa en lo alto de su telaraña metálica que cubría todo el techo del estadio –Genial…así que ha eso se refería la vieja.

'Chontra da muchos rodeos – comentó la chica morena mientras empezaba a correr de nuevo pasillo a través.

'Ni que lo digas…¡hoye¿tenemos que escalar hasta allí arriba?

'Maggie cree que hay un acceso en lo alto de las gradas. Tiene que haberlo por fuerza – Kyara la siguió sin rechistar quejándose de tanto en tanto por su tobillo lastimado a causa de la aparatosa caída des del despacho de Stocktow. Maggie disminuyó su paso para dirigirse nuevamente a Kyara en un tono preocupado:

'Hoye Kyara….sabes que Maggie no encuentra muy buena idea todo esto…- Kyara entornó los ojos antes de sonreír:

'No te preocupes, soy fuerte – dijo para quitarle importancia al asunto:

'No lo entiendes….si te apoderas del poder del amuleto, vas a entregar tú vida a él…¿no crees que se tratará de una vida muy esclavizada?…¿no temes dejarte llevar por la corrupción y acabar cómo Ra¿Llevándose todo por delante con tal de conseguir algún amuleto más que le otorgue más poder del que ya tiene? – Kyara agachó la mirada y vaciló unos instantes, se llevó la mano al bolsillo, acariciando con sus yemas la silueta del amuleto que se marcaba en su estrecho tejano. Finalmente, Kyara volvió a levantar la mirada hacia Maggie:

'¿Y que si ocurriera¿Nunca te has parado a pensar que, tal vez, Ra empezase cómo yo? Es decir, acaparando el poder del amuleto para evitar que alguien más peligroso que él se lo llevase. Tal vez yo también acabe loca perdida por obtener más amuletos, pero es lo único que de momento puedo hacer…hasta que nadie me de otra solución que sea igual de eficaz, yo cogí el ojo y voy a ser yo quién se lo quede – Maggie envió una mirada sospechosa a Kyara incomodando a la chica - ¡Qué?

'nada nada – dijo la chica morena meciendo su cabeza con una sonrisa – parece que empiezas a sentirte atraída por ese ojo. Tal vez no seas tu el neutralizador.

'Bah, pues no sabes el alivio que significaría para mí, así podría olvidarme de toda ésta historia – la chica morena sonrió y buscó en su pequeña mochila.

'Toma- Maggie entregó a Kyara una pequeña daga parecida a una navaja de un color dorado con una empuñadura roja. La muchacha la tomó y la observó detenidamente. Interrogó con la mirada a Maggie – si las cosas se ponen muy feas…úsala¿vale? Maggie te la regala – Kyara sonrió antes de susurrar un gracias casi inaudible. No tardó en volver a perseguir a Maggie tras colocarse la pequeña navaja en el calcetín tapándola con al pantalón. Notaba en su bolsillo cómo el amuleto empezaba a arder en cuestión de segundos. Se calentaba, cada vez más, no llegaba a quemar ni siquiera el tejano de la chica, pero estaba muy caliente:

'¿Qué ocurre? Debemos darnos prisa – advirtió Magie girándose cuándo comprobó que Kyara se retrasaba mientras hurgaba en el bolsillo de su tejano controlando el amuleto:

'nada….nada – la chica pelirroja volvió a correr para alcanzar a Maggie, pero frenó estrepitosamente tras comprobar que una sombra muy veloz agarraba a la chica des de su espalda con fuerza y rapidez y luego se tiraba a por ella. Kyara pegó un grito de espanto antes de encontrarse sostenida en el aire a forma de saco de patatas con Maggie al otro lado :

'¿Qué diablos os habéis creído? Aún no ha nacido quién pueda burlarme – la maliciosa sonrisa de Anubis parecía más seria que nunca y, tras cargar con las dos sorprendidas chicas, empezó a volver sobre los pasos de éstas dirigiéndose de nuevo hacia las plantas más bajas del estadio:

'�!Que haces¡Bájanos Anubis! Esto es importante! – Kyara se mecía histérica encima del hombro de Anubis que no paraba de correr tambaleándose por los movimientos violentos de las dos chicas:

'A Maggie no le gusta que la cojan, déjame en el suelo por favor.

'Joder Maggie, con ese poderío que le hechas a la situación al igual te hace caso – se mofó Kyara por el tono de tranquilidad que había adquirido la chica al encontrarse sostenida por el chacal - �¡Me estoy cansando de esto maldito chacal! Bájanos de inmediato o…!

'¿O qué? – entre la confusión, Anubis se había desplazado a los pasillos principales del estadio y, para el asombro de las chicas, se había reunido con el grupo comandado por un cabreado Leonardo que se cruzaba de brazos en medio el pasillo de una manera muy poco amigable. Kyara se estremeció cuándo Anubis, con una sonrisa en la cara, la bajó y Leo avanzó hasta tenerla delante. Ninguno de los dos dijo nada, la chica se llevó de nuevo la mano en el bolsillo, notando que el amuleto volvía estar frío. Leo, con una infinita seriedad en su rostro, agarró una de las muñecas de la chica y puso la mano:

'El amuleto – Kyara retrocedió todo lo que su presa le permitió.

'NO

'¡Estoy empezando a cansarme de todo esto! No sé que diablos has pensado cuándo lo has robado pero aquí se acaba la fiesta – Leo pareció perder los nervios y la calma que lo caracterizaba por unos segundos. Tras volver a respirar insistió- el amuleto Kyara.

'Soy yo la que debe desatar su poder, si lo consigue Ra no podremos volver a casa y por aquí las cosas van a ir a peor.- la tortuga no pareció ni inmutarse - ¿Es que no lo entiendes Leo?

'No, no lo entiendes tu. Ra te necesita a ti para hacerse con ese poder y caer en sus manos no sería lo más adecuado para ti.

'Te lo aseguro – gruñó Donatello tapándose una herida provocada por la espada del humano.

'Y me parece que hiendo por allí sola no es la mejor manera de protegerte – insistió Leo sin soltar a la chica. Kyara frunció el ceño enfadada y se soltó de un tirón de la mano de Leonardo:

'¿ Y según tú debo rodearme de gente inocente para protegerme? Éste es solo mi problema y es lo más eficaz. ¿No queréis volver a casa y recuperar a Raph? Pues dejadme – Kyara empezó a marchar de nuevo abriéndose paso entre las demás tortugas que la miraban confusas. La chica se cruzó con la mirada entristecida de Michelanggelo que no podía evitar resentirse por ese comentario tan borde. La chica pareció flojear y, dispuesta a reblandecer la situación, se dirigió de nuevo a Leo:

'Agradezco que os preocupéis. Pero se trata de algo que simplemente debo hacer sola ¿vale?

'¿Sola? Ni hablar – Donatello se adelantó y rodeó a la chica con su brazo- ¿no somos un equipo? – Kyara le sonrió y miró compadecida a Leo que continuaba en las mismas. La chica se adelantó para decir algo pero el grito de Warlock la interrumpió:

'�¡ Al suelo! – inconscientemente todos obedecieron y se protegieron las cabezas tras comprobar que una de las paredes del pasillo reventaba en mil añicos de tocho que saltaban a modo de metralla provocando pequeños moratones. Leonardo esperó a que todo se calmase para levantar la cabeza y comprobar, entre la enorme nube de polvo, el estado de cada uno de sus hermanos. Se volteó asustado cuándo comprobó que la explosión había afectado a más de un pasillo. Algo muy potente se había abierto paso a través de las paredes y había dejado un enorme agujero en el que se veía la arena

A lo lejos, en medio de los agujeros que traspasaban uno a uno todos los pasillos se encontraba la arrogante silueta de Ra, que permanecía semi-doblada a causa del enorme estocazo que había propinado con su espada, de la cual era visible que desprendía algo parecido a humo. Mantenía una sonrisa arrogante en la cara y desafió al grupo invitándolos a la arena cuándo se incorporó de nuevo.

Las tortugas fueron las primeras en marchar decididas hacia la arena, deseando poder encontrarse de nuevo con Raphael. Warlock y Anubis parecieron vacilar unos instantes, pero se vieron forzados a seguirles cuándo comprobaron que Maggie lo hacía.

La arena se veía vacía, silenciosa y muy grande, tal vez se veía más grande a la luz de la luna que de día. El viento fuerte de la noche se coló por los pasillos a causa de los agujeros en los muros, provocando una especie de remolino que levantaba numerosas cantidades de arena y polvo a su paso.

En el centro del estadio, semi-ocultos entre el polvo que se levantaba, se erguían dos siluetas que permanecían en estado de espera, observando uno a uno cada movimiento de las tortugas, que se abrían paso entre la ruinas para llegar.

Los dos extremos de una bandana roja bailaron al ritmo del viento y del polvo que saltaba a su alrededor. Raphael delató su presencia levantando sus sais y haciéndolos rodar en sus manos mientras sonreía maliciosamente. Su cuerpo se encontraba completamente magullado y herido y la sangre seca adornaba la mayor parte de sus extremidades, pero no parecía ni inmutarse por el dolor.

'El engaño suele ser pagado con la muerte – susurró Ra apareciendo al lado de Raphael.

'¿Qué hablas? – soltó Mickie con un tono despreciante bajo la avergonzada mirada de su hermano mayor que le rogaba que se callase.

'Creí que lo que hacía falta para desatar el amuleto era la fuerza bruta del corazón de un guerrero que había sido manchado por la ambición del amuleto, y así me lo hicisteis creer- Ra levantó su espada en dirección al gran numero de agujeros en los muros de los pasillos – pero se trataba de alguien que no pudiera ser ensuciado por el ojo, un neutralizador – Donatello apretó los puños al comprobar que Ra se había dado cuenta de que se trata de Kyara la herramienta que necesita y envió una mirada a Warlock y Anubis, preocupado por la situación. Ra bajó de nuevo la espada y se dirigió al grupo que esperaba un ataque expectante- esa humana…Kyara, no va a poder controlar ella sola ese poder. Que me entregue el amuleto y yo me haré cargo – Leonardo se colocó a la defensiva y desenvainó sus sables:

'Ni hablar, de lo único que te vas a hacer cargo va a ser de cuidar tus espaldas.- Ra soltó una carcajada.

'Ya lo hago – con un gesto de la mano del humano, Raph atacó rápidamente al grupo que se vio cogido por sorpresa mientras intentaba esquivar las estocadas de Raphael.

Michelanggelo fue enviado por los suelos de un puñetazo y se incorporó polvoriento y frotándose la mandíbula:

'Esto empieza a ser repetitivo …¿quién demonios le ha dado su otro sai?- Mickie volvió a esquivar un nuevo ataque de su hermano tras comprobar que Raphael blandía con orgullo sus dos armas, seguramente las recuperaría cuándo atacó el Campo de Entrenamiento. Anubis no tardó en socorrer a Mickie y cargó violentamente contra Raph dejándolo inmóvil en el suelo.

Maggie permanecía en un rincón observando la batalla cómo si se tratase de uno de los numerosos espectáculos de la arena, sólo que aquella vez, todo le resultaba más doloroso y más espeluznante. No dudó en correr a socorrer a Warlock cuándo éste fue acertado por un nuevo haz de luz azul de la espada de Ra. El lagarto se sentó aturdido con Maggie agarrándole por los hombros:

'No entiendo…¿qué demonios es esa espada?

'Se trata de el poder de uno de los amuletos que Ra pueda poseer. Maggie está segura, al igual que esa enorme velocidad sobrehumana que tiene – Warlock se volvió a ver a la chica interrogándola con la mirada:

'Es decir….

'Pues que si conseguís quitarle los amuletos, Ra no será nada más que un humano corriente – El lagarto pareció ver la luz por unos instantes pues el verdadero problema era el controlar a un berzercker cómo Ra. Un berzercker al cuál no llegaban ni a la suela de los zapatos. Raph podía ser parado por sus hermanos, con dificultad, pero tarde o temprano acabaría sucumbiendo, y más por las enormes heridas que decoraban su cuerpo, pero Ra era algo totalmente diferente, podía matarlos en tan sólo proponérselo y, si no cuidaban sus pasos, todo podía acabar realmente mal.

Warlock se incorporó y corrió hacia Donatello que permanecía en el suelo tumbado a causa de un ataque de Raph:

'¿Cómo lo llevas?

'Pues fatal ¿tú que crees? – soltó tercamente Don incorporándose con la ayuda de su bo.

'¿te atreves con el berzercker? – Don miró de reojo a Warlock.

'…..¿qué maquinas?

'Pudiste robarle un amuleto sin que se percatase…

'¡Ah¡Ni hablar! –soltó Don antes de que el lagarto acabase la frase. Warlock aprisionó a la tortuga por el brazo:

'¿quieres recuperar a tu hermano y volver a casa? – Don asintió – pues róbale el resto de amuletos a Ra.- la tortuga lanzó una mirada despectiva al lagarto mientras hacia rodar su bo por su espalda para detenerlo finalmente a escasos milímetros del único ojo bueno del lagarto:

'Sabes por dónde te voy a meter esto cómo no funcione tu plan ¿verdad?

Leonardo se echó a un lado tan rápido cómo pudo, pero su velocidad fue escasa y la tremenda estocada azulada de Ra le rebotó en el brazo provocando que la tortuga se tambalease a causa del escozor y cayese al suelo. Ra se acercó amenazadoramente colocándole a Leo la punta de su espada en la garganta:

'¿Dónde está la chica? – la tortuga frunció el ceño confuso aún y sentirse amenazada, pues Kyara había permanecido con ellos des de que comenzó todo y no comprendía cómo Ra no había podido verla. Algo por dentro le advirtió y Leo se sobresaltó temiéndose lo peor. Columpió su mirada ligeramente por toda la arena y descubrió la silueta de la chica corriendo por las últimas gradas más elevadas del estadio. La muy terca había aprovechado la distracción para escabullirse de nuevo en dirección a Martzoom.

Ra siguió la mirada de Leo y se percató de la posición de la chica. El hombre giró la cara de nuevo a la tortuga y le sonrió maliciosamente antes de desaparecer de un enorme y veloz salto de la arena:

'¡No! – el grito de Leo advirtió a los demás que se giraron confusos observando cómo Ra empezaba a desplazarse velozmente por las gradas para atrapar a la chica.

Kyara escuchó su nombre resonar por todo el estadio y, jadeante, se giró para observar. Leo le advertía de algo, y no supo lo que era hasta que descubrió la débil sombra de la gabardina negra del humano que se acercaba rápidamente hacia ella. Soltó un grito y siguió corriendo por las gradas esperando a poder llegar antes de que la alcanzase a la estatua.

La chica se detuvo, pues comprobó que la enorme telaraña metálica que sostenía a Martzoom se encontraba completamente ajena a las gradas, es decir, no había acceso alguno des de el exterior, así que se deslizó rápidamente por la puerta más cercana intentando encontrar un acceso por el interior, algo que la llevase a lo más alto del estadio.

Por unos instantes se vio corriendo a más no poder por los pasillos vacíos y oscuros del estadio. Únicamente se oía el retumbar de sus pasos y su respiración agitándose con fuerza por el cansancio. Agarró el amuleto de su bolsillo ya que éste empezó a quemar aún más de lo que había estado ardiendo antes y a la chica se le hacía imposible de aguantar en su pantalón.

Giraba las esquinas sin orientación alguna, esperando encontrarse la mágica puerta que la llevase de nuevo al exterior. Pero nada. Todo era un simple pasillo de tocho oscuro que se alargaba por metros y metros sin ningún cruce ni ninguna puerta.

Por unos instantes, Kyara se vio nuevamente corriendo por las calles de aquella ciudad en la que fue a hacer su última misión cómo miembro de Los Toros. Aquella ciudad en la que todo resultó un desastre y acabaron corriendo huyendo del enemigo por todos los rincones.

Nuevamente se veía perseguida por algo a lo que no podía hacer frente y, cómo la otra vez, se dirigía hacia el camino más inseguro, ya que aquella vez los enormes y bastos campos de Asturias habían sido reemplazados por un estrecho pasillo con una única salida y entrada. Una trampa. Siempre acababa metida en una trampa y jugándose la vida por algún hecho ajeno.

Sólo cruzar la esquina se detuvo. Su cuerpo no le permitía avanzar más, no por el momento. Intentó tranquilizar su respiración para intentar poder oír algo por encima de ella. Nada. No se oía nada. Tal vez la única diferencia de aquella situación con la de su última hazaña era que, en la primera vez, ella se percató de que la seguían, pero ésta vez, se le pasó por alto que su enemigo no era un humano común y, antes de darse cuenta, se vio empujada violentamente y con fuerza contra la pared más cercana a la vez que alguien la agarraba por el cuello y la levantaba sin dejarle pisar el suelo.

La ardiente mirada del hombre humano se clavó en el rostro de Kyara a la vez que éste le dedicaba una sonrisa endemoniada. La chica hacia todo lo posible por escapar de esa presión que la ahorcaba y que tarde o temprano acabaría separándole las vértebras de su cuello a causa del peso que debía de soportar por no tocar el suelo:

'No te esfuerces, no podrás soltarte – Ra soltó una pequeña carcajada – pero tampoco voy a matarte – dejó caer secamente a la chica al suelo, que quedó sentada apoyada en la pared agarrándose el cuello con fuerza y tosiendo. El hombre se arrodilló enfrente de ella y acercó su cara a la suya:

'Cuándo nos conocimos por primera vez, no creí que fueras a resultar alguien tan importante y tan molesto.

'Cuándo nos conocimos por primera vez no creí que alguien cómo tú pudiera llevar con orgullo un nombre cómo el de berzercker – Ra se rió y agarró un muñón de pelo de la chica y la levantó hacia arriba.

'Subestimas el poder de llevar ese título. ¿Te crees que somos héroes? Hum…se nota que no eres de aquí.- Ra arrastró a la chica por el pasillo. Kyara se resistía y andaba a trompicones a causa del dolor que le resultaba que le estirase del pelo con tanta brusquedad:

'¡No pienso darte el ojo!

'No hace falta que lo tenga yo, sólo te necesito para desbloquearlo, luego no tendré ningún problema en matarte – Kyara continuó resistiéndose con leves gruñidos y estirones que acababan cediendo en un par de pasos. Las lágrimas empezaron a resbalar por el rostro de la chica a causa del dolor de los tirones y de la rabia y la impotencia de sentirse arrastrada por un enemigo contra el cual no tiene nada que hacer, aún y así, la chica no iba a rendirse. Se agachó a duras penas y, con un movimiento fugaz, agarró la pequeña navaja que Maggie le había dado minutos atrás y, de un sablazo, se cortó el muñón de pelo por el que Ra la mantenía prisionera. Aprovechando la confusión del individuo, la chica empezó a correr en dirección contraria con la esperanza de poder huir. Pero, de nuevo, se le volvió a pasara por la cabeza de que no trataba con un humano corriente, así que, en cuestión de segundos, la silueta de Ra se dibujó en frente de la chica y la lanzó contra el suelo para luego echarle todo el muñón de pelo cortado encima suyo. Kyara no supo si sentía más dolor por el hecho de haber sido atrapada de nuevo, o por ver una parte de su hermosa cabellera tirada por el suelo cortada a trasquilones:

'Vaya jueguecitos. No estoy dispuesto a seguir arrastrándote, así que si no vienes por tu pie, vas a ir por el mío. Y ya sabes a que me refiero – la chica retrocedió arrastrándose por el suelo despavorida en tan solo pensar que Ra iba a volver a adueñarse de su persona de nuevo. No estaba dispuesta a dejarse controlar otra vez, pero se vio atrapada cuándo el hombre la agarró fuerte de las sienes y la levantó a peso hasta ponerla de pie contra la pared. La chica cerró sus ojos y sus manos alrededor de las enormes muñecas de Ra, que empezó a introducirse lentamente en los rincones más profundos de la mente de la chica.

Anubis se tambaleó y fue recogido por Don cuándo iba a caerse al suelo. Raph le había provocado un profundo corte en uno de sus gemelos y sus piernas se estaban resintiendo negándose a funcionar con normalidad.

Todos habían estado intentando alejarse de la arena y dirigirse a las gradas, tras Kyara y Ra, pero Raphael se lo impedía cada vez que alguno intentaba alejarse. Donatello dejó al chacal en el suelo y saltó encima de su hermano de nuevo. Ya no sabía cuántas veces lo había hecho, cada una de ellas conseguía herir a Raphael, pero éste se devolvía y acababa yendo él por los suelos. Así pues, una vez más, Don acertó un golpe en la cara de Raph, pero éste se devolvió más fuerte y lo despachó de una patada.

Mickie permanecía aullando en el suelo a causa de sus heridas. No se quejaba de ninguna en concreto, sino de todas ellas en conjunto. Algunas pasaban por ser unos rasguños, pero otras eran profundas y sangraban a borbotones con cualquier movimiento de la tortuga.

Raphael se percató y, aprovechando la distracción y el desvanecimiento de la mayoría de sus hermanos, se lanzó hacia Michelanggelo con el arma en alto, pero momentos antes de estocarle, Raph cayó a peso sobre la arena, a los pies de Mickie, que observaba absorto la situación.

Una vez más, Raphael había salido de esa oscura habitación y recobraba de nuevo su cuerpo y, una vez más, las heridas, ahora más numerosas que anteriormente, empezaron a resentirse dejando a la tortuga casi inmóvil en la arena. Parecía que todos y cada uno de los rasguños que se había ido ganando de batalla en batalla se abriesen a la vez. Todos sus músculos le dolían y se vio impotente de poder levantarse y unirse a sus hermanos.

Leonardo retrocedió asombrado cuándo Raph soltó un gritó de dolor permaneciendo tumbado en la arena:

'Las heridas….por fin le duelen- susurró Warlock a las espaldas de Leo asombrado por el comportamiento de la tortuga. Nadie se atrevió a acercarse, incluso Mickie retrocedió arrastrándose por al arena:

'�¡Joder! – la jerga de Raphael cayó en el ambiente y todos se dieron cuenta de lo que había ocurrido. Raph había vuelto en sí.

Donatello corrió a su lado intentando incorporarlo:

'Eh…¿de verdad eres tu? – preguntó Mickie algo temeroso.

'Pues claro imbécil, no he dejado de serlo – gruñó Raph a su hermano pequeño que observaba atónito. Donatello consiguió que Raphael se sostuviera por su propio pie en la arena. La tortuga se miraba confusa y aturdida. Esos cambios de mente no parecían ser muy sanos y siempre venían acompañados de unos instantes de confusión y aturdimientos en los que ya no sabía ni dónde se encontraba:

'¿Estás bien? -se apresuró a preguntar Leo agarrándolo por la cara. Raph se soltó con un movimiento de cabeza:

'No lo entiendo…- todos lo observaron confusos

'Pues nosotros menos – añadió Anubis.

'¿Ra ha quitado su control sobre ti? – Raphael levantó la mirada hacia Warlock

'Eso es lo que no entiendo…

Los recuerdos de Kyara empezaron a mezclarse y a pasar por delante e sus ojos con rapidez. Muy rápido, parecía que alguien estuviera ojeando el libro de su mente asando velozmente las páginas.

La sensación era algo parecida a cuándo Chontra entró en su mente,. Pero la vieja había mantenido cuidado y respeto por todos aquellos rincones que le eran ajenos. Pero Ra no. Ra parecía intentar adueñarse de todas y cada una de las vivencias de la chica, incluidos los episodios más oscuros del pasado de Kyara.

La chica se encontró desnuda en las manos de su agresor. Pequeños recuerdos e impresiones volvían a repetirse y a adueñarse de la mente de Kyara. Así pues, la chica volvió a revivir en cuestión de segundos toda su vida. Discusiones, amores, atentados, asesinatos, misiones, reuniones…sus hermanos, sus padres…su familia. Kyara empezó a sentirse extrañamente melancólica a pesar de que alguien intentaba apoderarse de toda su mente.

Ra pareció gruñir cuándo destapó los secretos más oscuros del pasado de la chica. Kyara los revivió uno a uno una vez más, lamentándose por haber hecho cosas que nunca hubiera querido hacer y por no haber hecho otras que debería haber hecho.

Casi sin percatarse, la chica fue tomando poco a poco el control de su mente, moldeando los recuerdos a su gusto, observándolos uno a uno. Parecía aprovecharse de la capacidad de Ra para abrir su mente para explorarla y limpiarla después de tanto tiempo.

El hombre pareció retorcerse por unos instantes. No sabía por qué pero le era imposible de controlar la mente de aquella chica. No porque se tratase de una mente algo castigada y amoratada…era por algo más.

Ra soltó violentamente a Kyara cuándo se percató de que la chica empezaba a engullirle a él mismo en su cabeza. Asustado, retrocedió hasta apoyarse a la pared, dónde tomó aire intentando ordenar sus pensamientos.

Kyara cayó al suelo de rodillas, confusa y algo aturdida. Cuándo levantó la vista se encontró con un cansado Ra que la miraba con desprecio y odio:

'¿por qué….¿Qué ocurre? – Ra se estabilizó de nuevo y andaba hacia Kyara amenazadoramente y más cabreado de lo que había estado anteriormente. La chica no sabía lo que ocurría, no entendía, pero tampoco iba a quedarse quieta para que alguien se lo contase así que, en cuánto se vio al humano muy cerca, se levantó y echó a correr nuevamente sin hacer caso a su tobillo resentido.

Antes de que hubiera podido avanzar unos metros, Ra alargó la mano hacia ella y, sin moverse, algo golpeó a Kyara que corría pasillo a través y la lanzó violentamente contra el suelo, arrastrándola unos metros más allá hasta golpearla contra la pared deteniendo así su marcha.

La chica intentó incorporarse algo dolorida y asustada por el golpe, pero Ra ya había llegado hasta ella y desenvainaba su espada a paso rápido:

'El amuleto…el qué tú lo tengas debe hacerte inmune al control mental…- el hombre parecía muy cabreado. Alguien había burlado sus grandes técnicas y eso no le agradaba. Ra pareció olvidar por unos instantes que necesitaba a Kyara viva y empezó a patear a la chica contra la pared cuándo ésta se encontraba en el suelo. La cara se le desencajaba de rabia con cada golpe que propinaba y Kyara únicamente gritaba y se protegía la cabeza con las manos hecha un ovillo en el suelo. Se sentía cansada, muy maltratada y muy confusa por todo cómo para levantarse y pelear. Le daba la sensación que cómo Ra continuase pateándola de esa forma, le iban a salir las entrañas por la boca en cualquier momento, y casi acertó. Pues en una patada demasiado bien colocada, la chica no pudo evitar vomitar la poca cantidad de alimento que podía quedar en su estómago. Levantó la mirada confusa mientras se limpiaba la boca con la manga y comprobaba que su atacante la miraba con repulsión mientras levantaba su espada para estocarle.

La chica juraría que llegó a notar cómo sus pupilas se dilataban por el miedo al encontrarse con el filo de esa espada cayéndole encima con todo su peso y la fuerza de Ra sumados. Inconscientemente, giró la mirada, sin protegerse, ya que prefería morir al primer sablazo que no protegerse con una mano y quedarse sangrante sin ella.

Un ruido algo metálico y sórdido resonó por todos los vacíos pasillos del estadio. Un pequeño silbido y nada más. Silencio. Sólo eso.

Kyara abrió los ojos aturdida y confundida y vaciló un poco antes de levantar la mirada hacia su atacante. No pudo evitar dibujar una leve sonrisa cuándo se encontró cara a cara con Ra y Raphael.

La tortuga se erguía orgullosa al lado del humano, casi codo con codo. Había bloqueado el estocazo con el dorso de su mano derecha justo cuándo Ra había bajado la espada frente a su cara. La mano de Raphael sangraba sin piedad y mostraba un profundo corte aún con el filo de la espada incrustado. Pero la tortuga no parecía ni inmutarse. Permanecía bloqueando la espada de Ra con la mano mientras apretaba fuerte ambos puños y parecía haberse congelado en una mueca de odio y rencor que dirigía al humano mirándole de reojo.

El hombre se encontró confuso por la reacción de la tortuga, pues no había caído que intentando controlar a Kyara mentalmente había quitado su control sobre Raph, el cual no había tardado demasiado en encontrarlos a pesar de sus heridas.

Le parecía casi imposible que la tortuga pudiera haberse movido con tanta velocidad después de lo maltratado que había dejado su cuerpo. Ra lo observó desdeñoso e incrédulo mientras forcejeaba para intentar atravesar la mano de Raphael.

La tortuga apretó más el puño en contestación justo antes de dirigir una mirada algo congelada a Kyara, que observaba confundida y a la vez alegre arrodillada en el suelo:

'Largo de aquí¡vamos! – la orden de Raph sonó igual que la primera frase que le dedicó la tortuga el día del asalto a la base de los Dragones Púrpura. Seca, autoritaria y sin posibilidad alguna de oposición o competencia.

Aquella vez Kyara no le obedeció, y pareció sufrir las consecuencias por ello. Pero ésta vez era algo distinto, si no obedecía, las consecuencias no solo podían afectarla a ella, si no a todos.

Kyara se levantó y pasó por el lado de Raph cómo una flecha en dirección a Martzoom corriendo pasillo a través. La tortuga volvió a mirar a su presa y, en un movimiento rápido, desencajó el dorso de su mano de la espada y se apartó desenvainando sus sais de su cinturón:

'Eres un maldito infeliz.- la sonrisa arrogante de Raphael pareció volver a la vida después de tanto tiempo congelada - ¿lo sabías?


OwwwwwTodas a la vez (o sea, tú y yo Itsuki)"" tOUCHÉ rAPH!"", si eske no hay tortuga cómo él hombre! XD Kawai kawai!

Pos nada, akí estamos ya acabando la saga de Standby. tengo el final más que repensado, he estau toa la semana santa dándole vueltas y ya me he decidio. La cosa va a estar bien, juas juas juas!

Pos nada, des de aki un saludo a mis nenas que no les he dicho nada (tmb saludo a todos los que estén leyendo! ke aki no hay favoritsimos eh? jejejej)

Pos nos vemos en el próximo capítulo, cómo ya he vuelto a las andadas espero tenerlo actualizado en menos de un par de días (xro ya sabeis cómo soy, tal vez me tiro to el día tecleando y lo saco pa esta noche, pero vaya, intentaré no maltratarme mucho XD)

Besos a todos y dejadme reviews! (preguntad si no entendeis algo ok? )

besos! Yas!