Tatatachán! Juas juas juas. Actualizado el capítulo final! Ueeeh! Después de tanto sudor, tanto darle a la azotea y de acabar con las yemas de los dedos sangrando cada noche durante un par de ¿meses, Por fin! por fin llegó el final de Stanby!

Pues espero que os guste, ya me direis haber que tal os ha parecido en los reviews. he intentado no ser muy dramática, ke si no la cosa parecía no tener arreglo ( y eso no me interesa jejejeje (risa misteriosa))

Bueno gentuza, pues ahí os lo dejo ( x cierto, bienvenida de nuevo Karliña., ya creía ke te había perdido por la península, jejejej besiyus)

Besos a todos

YaS

#15# Un recuerdo por tener

La sonrisa de Michelanggelo parecía más angustiosa de lo que había sido nunca. Intentaba transformarse en una mueca de temor al saber que estaba matando a su propio hermano. Por unos instantes pareció que la cadena del nunchaku se aflojase, pero a Ra le bastó con mirar a Mickie a los ojos para que éste la volviera a apretar.

Sólo fue por unos segundos, unos instantes nada más, en los que Maggie, aparecida del borde de la plataforma, se lanzó violentamente contra Ra con todo su peso empujando al humano al vacío.

La chica quedó tumbada de nuevo en el borde asustada y atemorizada cuándo Ra le dio tiempo a agarrarle del camal del pantalón y arrastrarla hacia abajo junto con él.

Un grito ahogado de Maggie fue lo suficiente para dejarse las uñas en la esquina de la plataforma. Pero éstas cedieron y los dos cuerpos no tardaron en caer al vacío.

La chica cerró los ojos deseando que algo la matase antes de que el fuerte golpe contra el suelo lo hiciera, pero antes de volver a abrirlos se encontró oscilando colgada en el más espantoso y oscuro vacío. Algo la había agarrado a tiempo y la subía a marchas forzadas. Al llegar a arriba se encontró con la sonrisa sangrienta de Warlock, que parecía respirar tranquilo después de haber salvado a la chica.

Leonardo, también recién aparecido en la escena, le fue suficiente con agarrar a Michelanggelo por las muñecas forzándole a aflojar las cadenas que mataban a Raphael, para que Mickie se tambalease y cayese redondo al suelo por unos instantes preso de una enorme confusión a causa de la pérdida de control mental de Ra.

Abajo, en medio de la oscuridad y encima de una de las enormes columnas de metal de la arena, se encontraba el cuerpo inerte de Ra, reventado por todos costados dando a mostrar todas y cada una de sus vísceras. Des de la altura en la que se encontraba el grupo, el cuerpo muerto apenas era un débil punto rojo espasmoso que parecía que aún estuviera luchando por mantener su respiración.

Raphael cayó de rodillas al suelo agarrándose la garganta, intentando que su tráquea volviera a la normalidad para dejarle respirar con tranquilidad:

'¿Te encuentras bien? – Raphael no contestó a la pregunta de Don, y únicamente intentó incorporarse todo lo que sus heridas le permitían antes de observar cómo Mickie empezaba a gruñir a causa del dolor de sus heridas:

'Eso ha dado susto - susurró la tortuga mientras observaba a Raph compasivamente pidiendo perdón con la mirada. Raphael le alargó una mano para ayudarle a levantarse – Lo siento hermano, yo …

'Lo sé.

'¿Y el amuleto? – preguntó Maggie agarrándose con fuerza a la cintura de Warlock para intentar pasar el espanto que todavía conservaba.

Anubis cayó sobre sus rodillas y sus brazos colgaron muertos a lado y lado de su cuerpo. Kyara, algo aturdida y confusa, se acercó gateando al chacal con precaución y le palmó una de sus manos:

'¿Anubis? – el chacal pareció recuperar la respiración por unos momentos y tragó una fuerte y sonora bocanada de aire. Confundido y asustado, enfocó su mirada a su alrededor para luego mirar sus manos - ¿estás…bien?

'Tengo un par de costillas rotas si a eso te refieres – la burlona sonrisa del chacal volvió a pintarse en su rostro antes de incorporarse y de echarle una mano a Kyara para hacer lo mismo. La chica se asomó con precaución por el borde de los párpados de Martzoom, y observó que el berzercker se encontraba muerto y que, en la plataforma, Leonardo y las demás tortugas en compañía de Warlock y Maggie, parecían respirar con tranquilidad por primera vez en muchas horas:

'‚?Hoye Mickie! Ese moratón en la cabeza te queda estupendamente – le gritó Anubis des de arriba agitando su mano con fuerza y burlándose de la tortuga. Michelanggelo sólo sonrió antes de empezar a ascender con bastante más rapidez de lo que parecía que hubiera podido a causa de sus heridas.

Los primeros rayos del sol de la mañana empezaron a bañar la estatua de Martzoom y, por unos momentos, el lugar se lleno de una calidez agradable que invitaba a adormilarse después de tanto ajetreo.

Kyara se acercó a la enorme pupila de piedra con el amuleto entre sus manos. Y sin esperar ningún tipo de apoyo ni consentimiento por parte de nadie lo ahuecó en el boquete correspondiente. Al principio, el amuleto pareció no caber, pero víctima de un pequeño destello de una luz blanca, el metal se moldeó y quedó perfectamente colocado en el hueco. El amuleto empezó a calentarse muchísimo más de lo que se había estado calentando anteriormente. Kyara intentó apartar su mano pero, asustada, comprobó que el amuleto la había rezagado por completo y no podía separarla de él.

Gritó con toda sus fuerzas cuándo la palma de su mano y sus yemas empezaron a quemarse. Casi daba la sensación de que se había derretido junto con el metal del amuleto. Pequeñas serpentinas rojizas empezaron a fluir del ojo engullendo paso a paso la estatua y retorciéndose alrededor del brazo de la chica que, atemorizada y confusa por el dolor, intentaba arrancar su propio brazo de la pupila de Martzoom:

'¡Qué estás haciendo!Suéltalo! – le gritó Anubis asustado por los acontecimientos y esquivando los pequeños hoces de luz que se disparaban cómo chispas hacia todas direcciones:

'‚?No puedo! – los gritos de la chica advirtieron a todos los presentes, que comenzaron a ascender lo más rápido posible observando que por allí dónde pasaban, la estatua empezaba a teñirse de color sangre.

El chacal se acercó a la chica y tiró de ella, pero al tocarla, una enorme descarga recorrió todo su cuerpo obligándole a retroceder aturdido y confuso. Únicamente pudo observar cómo el amuleto empezaba a temblar con violencia llevándose a la chica consigo, que no dejaba de gritar e intentar separarse de él.

Leonardo fue el primero en hacer cima y retrocedió asustado cuándo observó el espectáculo. Raphael, por otro lado, no se quedó atrás y corrió hacia la chica agarrándola con fuerza. Pero la misma descarga que había afectado a Anubis anteriormente le atizó con más violencia lanzándolo por los suelos.

El grupo únicamente pudo observar, confuso, aturdido, con miedo, sin saber lo qué pasaba ni cómo actuar. Ni siquiera Maggie parecía verlo cómo algo normal.

De repente, los gritos de Kyara cesaron y la chica cayó de rodillas casi colgando con su mano todavía pegada del amuleto:

'‚?Kyara! – gritó Maggie preocupada y corriendo hacia ella. La chica morena pareció vacilar antes de tocarla, pero cuándo lo izo, comprobó que la descarga había finalizado - ‚?Kyara¿Estás bien? – la muchacha subió la mirada hasta encontrarse con la de Maggie, se encontraba exhausta y parecía que la hubieran absorbido toda su energía. Esbozó una molesta sonrisa para quitar preocupación al asunto, pero se asustó cuándo todas las serpentinas rojizas que habían estado bañando la estatua progresivamente retrocedían a cámara rápida para reunirse en el espacio de entre ojo y ojo de Martzoom. Se formo un pequeño remolino de color sangre que giraba sin parar. Y allí permaneció. Completamente silencioso e inquieto, observado por los ojos confundidos de todos los presentes.

Michelanggelo pareció acercarse ha examinarlo mientras Leo lo agarraba para que no se acercase demasiado.

Anubis permanecía inmóvil, asustado, con la mirada clavada en el extraño remolino mientras Warlock le devolvía el apretón de brazo al chacal.

Raphael se avanzó a todos, postrándose en frente del espiral de color rojo que se movía con un leve zumbido:

'¿Eso es…….?

'Nuestra puerta a casa – le interrumpió Mickelanggelo – supongo ¿no?

'Lo es – soltó Kyara con un hilo de voz cansado a la vez que intentaba una vez más, soltar el amuleto.

'¿cómo lo sabes? – preguntó Leo envainando la última de sus espadas a su espalda. la chica pareció arrugarse de hombros:

'Únicamente….lo sé. – Maggie se preocupó por ella y le acarició la mano que permanecía agarrada al amuleto, intentando hacer desvanecer el dolor que la chica pelirroja debía de estar pasando a causa de las quemaduras.

Raphael se alejó del remolino y se acercó a Kyara:

'¿Estás bien?

'por supuesto. Muchos de vosotros tenéis heridas peores – se mofó la chica con una sonrisa algo forzada en el rostro.

Por unos instantes todos se giraron observando a Leonardo, que permanecía de pié, inmóvil, observando la situación. La tortuga se dio por aludida y comprendió que todos estaban esperando una decisión por su parte, pues se les presentaba en los morros la posibilidad de volver a casa.

Ésta vez, leo no tubo ningún tipo de problema en decidir que, definitivamente, se iban a ir de inmediato, ni él ni ninguno de sus hermanos estaban dispuestos a dejar escapar la oportunidad. No sabían cual era la verdadera naturaleza del amuleto ,y si se cerraba la puerta, podía ser muy posible que nunca volviera a abrirse.

Leo avanzó hacia Mickie y posó su mano encima de la cabeza de éste:

'¿Listos para volver a casa?

'¿No deberíais reposar antes? – preguntó Anubis tirando hacia atrás sus dos enormes orejas en una expresión interrogatória. Donatello se giró con una sonrisa en la cara:

'Tu lo que quieres es que nos quedemos por un tiempo más.

'Y va a ser que no – gruñó Raphael mientras agarraba a Kyara por la muñeca y la arrastraba hacia el portal. Algo le impidió seguir tirando de la chica, pues pareció que ésta se resistía.

Raph se volvió algo enojado pensando en que tal vez la chica quería despedirse de todos. Pero la confusión se esparció por el ambiente cuándo Raph descubrió que la chica lo observaba cabizbaja, entristecida, y con su mano todavía pegada al amuleto.

Un hilo de voz, casi un susurro callado, salió de la garganta de Kyara:

'Yo……..no puedo irme.

'¿Qué piulas? Vamos. Suelta eso – Raph volvió a estirar levemente de la chica. Pero comprobó de nuevo que su mano permanecía pegada fuera de la voluntad de Kyara. Por primera vez, Raphael perdió su eterna expresión irónica siendo sustituida por una profunda preocupación que parecía perderlo en un mar de confusión.

Leonardo avanzó hacia Kyara y, tras dedicarle una tierna mirada, tocó la mano de la chica. Ardía, mucho, podía apreciarse cómo la palma de su mano se veía a carne viva justo encima del amuleto. Leo intentó separarla con delicadeza, pero lo único que consiguió fue un quejido de la chica que lo izo retroceder.

'No…. No puede ser….- Michelanggelo pareció perder los nervios y se agarró la cabeza con las dos manos mientras andaba hiperactivamente de un lado a otro de la zona. Automáticamente, las miradas interrogantes de las tortugas, fueron a confluir en Maggie que, por ser la más experta en amuletos junto con Anubis, parecía poder dar algún tipo de solución:

'El amuleto requiere de toda la fuerza vital del dueño que lo ha desatado para funcionar – Maggie suspiró intentando elegir una a una todas sus palabras – por lo visto, para poder mantener abierto el portal, alguien tiene que alimentar al amuleto des de el otro lado. – Todos observaron intentando sacar conclusiones, deseando encontrar alguna posible solución para el problema. Pero el comentario de Maggie los devolvió a la cruda realidad – Kyara debe quedarse en este lado.

'‚?Que? – Leonardo mostró su impaciencia en una mueca de sorpresa que casi le desencajó la mandíbula, abriendo sus brazos en cruz, imitó a Michelanggelo y se agarró la cabeza con ambas manos mientras perdía su mirada en el suelo

Anubis y Warlock observaban la escena mientras, con ojos tristes, miraban a Kyara que permanecía con la mano en la pupila de Martzoom y evitando no romper a llorar. Maggie la abrazó consolante, pero se echó a un lado cuándo Raph se dirigió a la chica con paso decidido:

'No me lo creo – fue lo único que vocalizó bajo la confundida y aturdida mirada de la chica, que luchaba por mantener sus lagrimas en su lugar. Parecía que los ojos fueran a explotarle de un momento a otro. Nadie le había advertido de que eso iba a ocurrir. Bien pensado, Potom pareció insinuarle algo acerca del tema, pero ahora ya era demasiado tarde y ella debería separarse de las tortugas para permanecer en Eddelwise. Lo único que le consolaba era pensar que Maggie, Anubis y Warlock iban a estar a su lado.

La chica intentaba no mirar a Raphael a la cara por miedo de estallar a llorar en cualquier momento.

'No me lo creo- volvió a repetir – dime tú de tu boca que no puedes despegarte de esa mierda de amuleto – la chica seguía con la cabeza gacha y empezó a sollozar a la vez que Raph se impacientaba.

'‚?Kyara!

'‚?Sí puedo!- le gritó algo nerviosa - ‚?Pero si lo hago el portal se cerrará y entonces si que no estoy segura de que se vuelva a abrir!. – Raphael se asustó por la reacción de la chica y más cuándo ésta empezó a llorar desconsolada cuándo le gritaba cerrando los ojos con fuerza. La tortuga se vio fuera de lugar, retrocedió confundido, asustado, observando con odio el maldito portal que permanecía abierto con un leve zumbido.

Todos esperaron expectantes, de nuevo, miraron a Leonardo esperando alguna orden. ¿Dejar o no dejar a la chica allí? Ese era el problema, y muchos de los presentes conocían a Kyara, y sabían del cierto cuál sería la solución.

La mirada de Donatello se cruzó con la de Leonardo, que, asustada, parecía intentar buscar algún tipo de solución. Finalmente, tras suspirar, Leonardo subió la mirada convencido:

'Nos quedaremos. No pienso dejarte atrás.

'Has pensado que…tal vez¿no podáis volver Leo? – interrumpió Warlock arqueando una ceja y observando cómo la tortuga parecía volver a venirse abajo. Kyara estalló impaciente y, sin dejar de llorar, ya sea por el dolor de su cuerpo y de su mano, o por el dolor que le suponía aquellos momentos tan tensos, frunció el ceño enfadada y empezó a gritarle de nuevo al aire:

'‚?Qué estáis diciendo! – todos la miraron. La chica clavó su mirada cabreada en Leonardo y habló en un tono de voz más calmado y amenazante – Aunque hubiera la remota posibilidad de que el portal pudiera volver a abrirse, si os quedáis, Leo, no os volveré a mirar a la cara a ninguno de vosotros.- las palabras de la chica sonaron sinceras y muy serias. Leonardo agachó la mirada a la vez que Don lanzaba una mirada cómplice a Raphael pidiéndole que la hiciera entrar en razón o algo parecido. Pero todos los allí presentes entraron en desconcierto y no quisieron hacer nada al respecto, pues sabían que la chica hablaba en serio y lo último que querían era peligrar su amistad por algo así.

Unos fuertes sonidos parecidos a latigazos procedieron del extraño espiral. Éste empezó a tambalearse violentamente soltando numerosas chispas:

'Parece inestabilizarse – explicó Don retrocediendo. De nuevo, un grito de Kyara surcó el aire cuándo el amuleto volvió a quemarle la palma de la mano. El ojo parecía estar gastando toda su energía en mantener la puerta abierta durante tanto rato.

Kyara volvió a agarrarse el brazo intentando disipar el dolor mientras le ensordecían los latigazos de la puerta, que parecía que fuese a desvanecerse en cualquier momento. La chica les dio la espalda encarándose con la dura piedra:

'No podrá aguantarlo mucho tiempo más – informó nerviosa Maggie. Leonardo volvió a vacilar, a dudar. Observaba confuso los esfuerzos de la chica por mantener la puerta abierta. Parecía que se iba la vida en ello:

'‚?Qué estáis haciendo¡Marchaos de una maldita vez! – Kyara les gritó sin mirarlos a la cara, soportando el dolor de las quemaduras intentando no meterse de lleno en una larga y dolorosa despedida.

Leonardo subió la mirada y se dirigió hacia ella con paso firme:

'¿Estás segura?

'¿Cómo voy a estarlo¿Pero a caso eso importa?- Kyara lo miró por el rabillo del ojo intentando evitar, sin mucho triumfo, que las lágrimas le cayeran mejilla abajo - ¿No debes proteger a tu familia Leo?- la tortuga agachó la mirada mientras le posaba una mano en el pelo de la chica. – pues éste es el momento. Volveremos a vernos , te lo aseguro – Leonardo posó un fugaz beso en la mejila de la chica mientras las lágrimas de ésta no dejaban de surcar su rostro incesantemente:

'Siempre serás bienvenida – la tortuga se encaró hacia la puerta e izo un gesto hacia sus hermanos, indicándoles que iban a marcharse. Michelanggelo, junto con Don, se acercó a ella con preocupación en el rostro:

'¿Vas a volver verdad? Tú puedes…tú eres Kyara y siempre puedes hacerlo todo…¿no? – la chica le sonrió sin querer mirarlo del todo a la cara.

'Claro que lo hará. Confío en ti nena – le dijo Donatello acariciándole la mejilla y guiñándole el ojo. Antes de que pudiera responderle, Raphael la cortó:

'No digas chorradas, sabes del cierto que si te quedas no vas a volver – la chica volvió a girar la cara temerosa de encontrarse con la culpabilizante mirada de Raphael que la hacía responsable de sus actos muchísimo más que nunca- Almenos acéptalo y no nos mientas.

'No empieces….

'Mírame a la cara, te estoy hablando – le dijo en un tono más bien informativo que amenazante. La tortuga agarró el mentón de la chica y lo torció hasta encarar su rostro con el suyo – no volverás. – la chica estalló de impaciéncia y le agarró en un movimiento fugaz uno de los sais del cinturón de Raphael:

'¿Ves esto? Pues dentro de poco lo volverás a tener en tus manos – la tortuga la miró compasiva antes de agachar la mirada en un suspiro. Kyara le prometía devolverle algún día su sai, indicándole que sí, que iban iban a volver a verse. Pero Raph sabía del cierto que lo hacía solo para demostrárselo a sí misma y tranquilizar a los demás, sobretodo a Mickie.

Raphael volvió a mirarla levemente a los ojos, comprovándo que la chica seguía llorando mientras sostenía su sai en alto:

'Necesito que estés conmigo – le susurró de manera que sólo ella podía oïrlo. La chica esbozó una sonrisa, intentando quitar seriedad al asunto y evitar que se preocupasen:

'A caso…¿no lo estoy? – Raphael la sonrió con sinceridad. Pocas veces la había sonreido así. Demasiado pocas. Y en aquellos momentos era él el que más se arrepentía de no haberle sonreido con cariño en más ocasiones.

Leonardo les izo un señal, deseado que aquella dolorosa despedida terminase antes de que la puerta se cerrase por completo o el dolor matase antes a Kyara. Raphael observó a su hermano para luego volver a mirarla. Fugazmente saboreó por última vez los labios de la chica antes de encaminarse junto a sus hermano:

'Lo quiero de vuelta – le dijo con una sonrisa señalando el sai que sostenía la chica en las manos. Todos lanzaron una última mirada los presentes antes de dedicarle un adios a la chica, que observaba sollozando cómo desaparecían travesando el portal.

Cuándo Leo, el primero en cruzarlo, entró en contacto con la extraña superfície, el cuerpo de Kyara pareció estremecerse y se hundió en sus rodillas. Maggie se acercó para atenderla, pero otra descarga le impidió acercarse a la chica.

Bajo la atenta mirada de Raphael, Kyara siguió combulsionándose, gruñendo y gritando. Luchando por mantener abierto el portal. La tortuga giró la mirada cuándo notó que la escena le estaba doliendo muchisimo más de lo que había pensado, y, deseoso de perder ese dolor de una vez por todas, no se izo de rogar al traspasar el portal justo detrás de Michelanggelo. La enorme espiral rojiza desapareció en unos segundos cuándo Raphael se introdujo en ella.

Todo se sumergió en un incómodo silencio que fue interrumpido por un extraño ruido parecido a una ventosa, provocado por la mano de Kyara que, por fin, se había separado del amuleto.

La chica se agarró la mano. Efectivamente, su palma y sus yemas se encontraban en carne viva, ardientes, sangrando. Pero en aquellos momentos no era eso lo que más le dolía. En unos segundos, el amuleto pareció despegarse de la pupila de Martzoom y cayó al suelo, junto a la chica. Anubis se adelantó y lo agarró mientras miraba compasivamente a Kyara.

Warlock se agachó junto con Maggie y la ayudaron a incorporarse:

'¿Estás….bien….? – balbuceó el lagarto sin encontrar nada mejor que decir. Kyara sacudió la cabeza negativamente mientras se abrazaba a Maggie y rompía en llantos bajo la atención de Anubis y Warlock que no sabían muy bien cómo actuar en aquellas situaciones.

Un espiral rojizo apareció justo en el centro de la biblioteca del Maestro Splinter. Uno a uno, fueron aparecidendo todos. La chica había sabido utilizar con efectividad el amuleto y había abierto el portal hasta la biblioteca, seguramente habría actuado inconscietemente, pero, de alguna manera, debía de estar conectada mentalmente con el amuleto, para poder hacerlo funcionara su gusto.

Parecía que las heridas de las tortugas justo empezaban a resentirse, el sentirse al fin en casa provocó que sus músculos se destensasen y entrasen en una fase de relajación, en la que todos se sientieron realmente agotados por primera vez en mucho tiempo:

'En casa, al fin – balbuceó Don

'Wow. El tramo final del viaje es alucinante ¿no? – se rió Mickie intentando darle algo de salsa al asunto.

'Quita de en medio enano - Raphael lo apartó con un manotazo para abrirse camino hasta la puerta en la que, justo antes de cruzar el umbral, se encontró con la confundida y sorprendida mirada de April que había sido atraïda hasta la biblioteca por el ruido. La chica pegó un grito de alegría y se colgó del cuello de Raphael al ser el primero en cruzarse con ella.

'‚?Habeis vuelto¡Habeis vuelto! Maestro Splinter! – la tortuga intentaba reprimir el dolor que le proporcionaban las sacudidas de la chica. Intentando huir de nuevo del lugar, Raph izo a un lado a la chica apartándola suavemente de la cintura:

'Perdona – justo cuándo salía, se cruzó con la anciana rata que lo observó con una mirada de preocupación y de alegría entremezcladas entre sí. Por respeto, Raphael junto sus manos y postró la parte superior de su cuerpo en forma de reverencia a Splinter justo antes de seguir su camino– Maestro.

'Raphael. Estoy contento de que hayais vuelto.

'Pues nosotros más – gritó Michelanggelo por la sala con una notable alegría. Pero cambió su cara al comprobar que nadie estaba para bromas y grititos.

Las demás tortugas saludaron al maestro con el mismo respeto, para luego dar un fuerte abrazo a April. Finalmente, la esperada pregunta cayó en el ambiente por boca de la chica:

'¿Dónde está Kyara? – un silencio incómodo volvió a apropiarse de toda la guarida. Incluso Raph, que se encontraba echando a un lado la cortina de su habitación, se detuvo por unos instantes al escuchar de nuevo el nombre.

Leonardo se acercó al maestro y tomó asiento en una de las butacas, deseándo no mancharla con la sangre seca que cubría su cuerpo. Posó sus codos en sus rodillas tapándose la boca con las manos y perdiendo la mirada en la moqueta:

'Algo no va bien…¿qué ha pasado?

'Por lo visto era necesário un potenciador y un neutralizador. – explicó Donatello mientras imitaba a Leo y se sentaba para descansar su enorme herida que parecía que, por el momento, había dejado de sangrar- el potenciador debía de estar en aquella dimensión. Pero el neutralizador era procedente de ésta, y una vez allí, no podía marcharse.

'Se ha quedado. Ella era ese neutralizador - abrevió Michelanggelo dirigiéndose con la cabeza baja a la enfermería deseando que su hermano le curase las heridas. April se llevó una mano a la boca antes de mirar compasivamente al maestro para luego, casi inconscientemente, mirar la cortina que tapaba la entrada a la habitación de Raphael.

'Lo supe todo el tiempo que algo así iba a ocurrir – suspiró Splinter mostrando una eterna compasión y tristeza.

'Ya habías estado allí¿verdad maestro? – preguntó Leo des de su butaca. La anciana rata asintió:

'Así es, yo también acabé en Eddelwise por una meditación profunda. Allí es dónde conseguí el amuleto del ojo que Kyara encontró en la biblioteca. – la anciana rata empezó a partir hacia su habitación – tube la suerte de que el amuleto que utilicé para volver, así cómo el neutralizador necesário para desatar el poder, era de alguien de aquella época. Todavía recuerdo su rostro y su nombre. Potom, me parece que se hacía llamar. Un noble guerrero. – de nuevo otro silencio se apoderó de la sala – descansad hijos míos, me alegro que estéis de vuelta sanos y salvos, pero por ahora debeis curar vuestras heridas antes de empezar de nuevo.

La habitación estaba oscura. No se había molestado en abrir las luces, tampoco le apetecía hacerlo. No quería ver nada más que sus pensamientos, su mente. Había tenido la oportunidad de estar dentro de ella durante mucho tiempo y ahora, por primera vez, la valoraba mucho más que antes. Valoraba cada uno de sus recuerdos, de aquellas imágenes que quedan congeladas y se guardan en un rincón. Imágenes que únicamente ves de tanto en tanto. Pero en aquellos momentos comenzó a verlas todas, era cómo si intentase hacer limpieza, eliminar aquello que no quería tener.

Pero le era imposible.

Simplemente había recuerdos que quedaban allí y que por más que quisiera olvidarlos, permanecían en los agujeros más oscuros de su cabeza.

Empezó a ponderar si las vivencias en Eddelwise podrían considerarse cómo buenas o malas. Había una parte de ellas que no deseaba recordar. La sangre, la adrenalina, el movimiento constante, el dolor, aquella extraña sensación que se apoderó de él por unos días. Aquella sensación que le otorgó el ojo, la sensación de ser capaz de matar, de despellejar, de moverse tan rápido cómo desease….todo eso quería olvidarlo.

Pero por otro lado, había recuerdos que le interesaría conservar. Aquellos momentos en los que pudo sonreir a las bromas de Mickie, aquellos momentos en que se emborrachaba noche tras noche en la cantina del Campo de Entrenamiento. Las palabras siempre sabias de Warlock, la testarudez y malícia de Anubis, el cariño y la tranquilidad de Maggie…..y la alegría y la simpatía de Kyara.

Raphael alzó su único sai en alto. Observándolo, estudiándolo. Brillaba con la poca luz que podía filtrarse por debajo de la cortina. Únicamente podía destinguir su silueta y algunas pequeñas manchas de sangre seca que parecían pegadas al frío metal. La tortuga las rascó con la uña, intentando despegarlas, mientras no podía evitar esbozar una sonrisa temblorosa en su rostro y susurrárse a sí mismo:

'Por eso no hay que encerarlos, Kyara, porque la sangre se pega.


Pues ala, ahí queda la cosa

Ya sé ya sé, podría haber sido algo más bonito, más harmonioso, pero mira, una ke tiene ganas de complicar las cosas...pero ¿quien dice que no vayan a arreglarse? nuse, me planteado hacer una espécie de prologo, xk pienso seguir escribiendo sobre TMNT y le he cogido demasiado cariño a Kyara cómo para prescindir de ella en las próximas historias, así ke...nuse, ya me las apañaré.

Pues nada gente, nos veremos en el prologo (ke va a ser mu chikitin) y tal vez más adelante o más patrás (¿kien sabe?) nos encontramus en otro fic, eso esta más claro kel agua. jejeje

pos nada gentuza

muchas gracias por todos vuestros reviews, ke he estado reciebiendo varios de mis nenas y de mucha otra gente ke ni siquiera sabía ke me leían. Merci por todo!

Besiyus y nos vemos en el prologo!

YaS RaphRaphRaphRaphJuasjuasjuas