Hello, everybody! FELIZ AÑO NUEVO!!! (Pipipi....serpentinas y papelitos...sidra gratis para todo el mundo!)
Antes de dejarlos con esta "penosa" creación, quería aclarar una cosita. Verán, resulta que un par de lectoras de este fic y del otro que tengo me recomendaron que habilitara los reviews anónimos. El caso es que yo recién empiezo con esto de los fics y, en fin, como ya se imaginarán vuestras mercedes, no tenía ni la más pálida idea de que existía esa opción!! vvUU En definitiva, quería disculparme muy seriamente con todas aquellas personas que hayan intentado dejar un rr sin estar registradas y no hayan podido!! LO SIENTO! Pero les juro que no sabía! Y aprovecho para agradecer a aquellas maravillosas lectoras que me pusieron sobre aviso :D
Bueno, ya los dejo con el chap, pero antes sólo dos cositas más: Primero, como ya saben, ni los personajes ni los escenarios que aquí se nombran son creación mía (qué lástima :p) si no de J.K Rowling; segundo, dedico este capítulo a mi queridísima Magical, quizás más conocida por aquí como Momo Cicerone, cuyos fics recomiendo sin dudar y cuyos reviews agradezco infinitamente! Here you go, Mag !
2.¿El fin de los Mortífagos?
-¿Dices que Draco Malfoy informaba a Snape de los movimientos de los Mortífagos?
Harry asintió. Luego de relatar lo que había pasado a los señores Weasley y a sus tres mejores amigos había tenido que repetir la historia para los gemelos. Fred se encontraba sentado a su lado, mientras que George estaba en la cama de Ron. Éste, Hermione y Ginny estaban sentados en el suelo.
-Es una historia increíble, Harry –dijo George. Fred asintió. Luego dijo:
-Espera un momento. Tú dices que cuando llegaste había cuatro mortífagos...luego aparecieron otros cuatro, es decir, van ocho...y cuántos dices que viste al salir?
-Dos –afirmó Harry.
-Eso significa...- siguió George
-...que si los cálculos del Ministerio no fallan...acabas de presenciar el final de los últimos mortífagos, Harry! –finalizó Fred.
-¿Estás seguro? –inquirió el aludido, muy sorprendido.
-Es probable–corroboró Ginny.- Yo oí como papá le decía a mamá que para el Ministerio no quedaban más que diez, y si en el sótano de los Malfoy había diez cadáveres...
Un silencio absoluto reinó en la habitación. Parecía como si cada uno estuviera intentando procesar toda la información que habían recibido en las últimas horas. Luego de unos minutos, la puerta se abrió dejando pasar a la señora Weasley.
-Ya está lista la cena –anunció con voz alegre–. Harry, querido, ¿te encuentras bien?
-Mejor que nunca –afirmó éste con una gran sonrisa, que se contagió a los demás.
Finalmente llegó el 1° de septiembre. Nuevamente Harry fue el centro de todas las miradas del andén 9 y ¾ , ya que la noticia de la muerte de nada menos que diez mortífagos había sido portada de El Profeta. De vez en cuando tanto conocidos como personas a las que Harry no había visto jamás lo paraban para decirle cosas como "¡Felicitaciones, Potter!"; "¡Eres el mejor mago de la historia, Harry!"; "¡Nos has salvado, Harry, nos has salvado!" o "¡No sabes cuánto me alegro por ti, chico!". Instintivamente, lo primero que hizo el ojiverde al llegar a la estación fue buscar con la mirada entre todos los rubios, pero no encontró al que buscaba. Después de despedirse de los señores Weasley, los gemelos, Lupin, Moody y Tonks (que, ya recuperados, habían decidido visitarlo su primer día de clases), subió al tren junto a Ron, Hermione y Ginny.
No fue difícil encontrar un compartimiento para él y sus amigos. Una vez el tren se puso en marcha, no pasó mucho tiempo hasta que Harry acabara sumido en sus pensamientos.
-Oye, Harry –dijo de repente Hermione, como si pudiera leerlos.- ¿Has pensado en hablar con Malfoy?
-Sí –asintió Harry-. Aún tiene que explicarme muchas cosas...
-¡No me refería a eso! –replicó la castaña poniendo los ojos en blanco.
-¿Y entonces a qué te refieres? –preguntó Ron, mirándola confundido.
-Quiero decir que lo que Malfoy necesita no es precisamente que Harry lo atosigue a preguntas...Pero sí creo que le debes un agradecimiento, Harry. Y una disculpa.
-¿Estás loca? ¡Eso sólo lograría aumentar su ego! –le recriminó Ron con los ojos muy abiertos.
-¡Ron! ¡Malfoy le ha salvado la vida! –exclamó Hermione.
-Mira, en eso estamos de acuerdo –dijo Harry.- Pero...¿Por qué tengo que disculparme?
-Bueno...no sólo tú, todos...-comenzó lentamente la chica, ante la mirada de incredulidad que le dirigió Ron-. ¿No crees que hemos sido un poco, digamos, duros con él? Después de todo estaba de nuestro lado, y ha sido de gran ayuda, y....
-¡Sí, pero eso no quita que sea un imbécil! –la interrumpió Ron. Ginny y Harry rieron.
-Además, Hermione...recuerda que tú le diste una bofetada! –añadió Ginny, sin parar de reír. La castaña no pudo evitar esbozar una gran sonrisa al recordar su tercer año.
-Es verdad –admitió.- Pero sigo insistiendo en que deberíamos ser un poco más...amables con él.
-Lo que me faltaba –susurró Ron.- Sólo quedaría que te pusieras de novia con él, Hermione....
-¿Te molestaría? –replicó la chica con aires de superioridad. Ron se sonrojó.
-Yo no he dicho eso...
Harry y Ginny estallaron en carcajadas. Finalmente, el moreno se puso de pie.
-Está bien –afirmó mirando a Hermione, con la esperanza de acabar con la discusión.- Voy a hablar con Malfoy –la chica le sonrió ampliamente. Mientras salía del compartimiento, pudo oír cómo empezaba a reñir con Ron nuevamente. Sonrió.
"Bien –pensó-. Si fuera un Slytherin amargado...¿a dónde iría? Indudablemente...hacia el final". Harry caminó en dirección al último vagón. Tal y como había pensado, ahí estaba Malfoy: en el último compartimiento del último vagón. Solo. El Gryffindor llamó a la puerta.
-No quiero nada, gracias –oyó que decía la apagada voz del Slytherin.
-No vengo a vender comida –replicó Harry-. Soy Harry Potter -hubo una pausa.
-Pasa.
Harry entró al compartimiento y se sentó en la esquina opuesta al rubio. Éste lo miró despectivamente.
-Yo no he dicho que podías sentarte –dijo al fin.
-Ni yo te lo he preguntado –contestó el moreno-. Pero no he venido aquí a pelear contigo.
-No me digas...¿Y a qué debo entonces el honor de tu presencia, si se puede saber?
-No cambiarás nunca, ¿verdad Malfoy?
-¿Por qué habría de hacerlo? –inquirió fríamente el rubio.
-Mira, yo sólo quiero saber por qué...por qué me has ayudado.
-Yo no te he ayudado, Potter. Y en el remoto supuesto de que lo hubiera hecho eso no significa que esté dispuesto a soportarte.
Harry no sabía qué decir. Ahora resulta que no lo había ayudado...
-Me conmueve tu modestia, Malfoy –replicó el moreno al fin-. Pero creo que tanto tú como yo sabemos que estuve a punto de morir. Y tanto tú como yo sabemos, además, que si aún sigo aquí no es por pura suerte que digamos.
-Lo único que hice, Potter –respondió Draco, exasperado- fue ayudar a capturar a un montón de imbéciles a los que odiaba casi más que a ti, si eso es posible. Eso NO significa que estuviera pensando en ayudarte.
-¿Ah, no? Y entonces, si tanto me odias, ¿por qué no dejaste que los Mortífagos me mataran y luego avisaste a los Aurores para que los capturaran?
-¡Por Merlín, Potter! –estalló el Slytherin, dando un puñetazo contra el asiento de al lado-. ¿Tú eres imbécil o qué? ¿Acaso no tienes cerebro? Dime una cosa, cara rajada, ¿de verdad crees que los Aurores son tontos? ¿Crees que no se habrían dado cuenta si yo hubiera esperado para avisarles? Si te hubiera dejado morir, probablemente sería yo el que no estaría aquí ahora, aparte de ti.
-Osea que según tú, de no ser porque algún Auror te habría ajusticiado, me hubieras dejado morir sin problemas, ¿cierto?
-Escúchame por última vez, pedazo de idiota, y espero que te entre en esa cabeza de chorlito que tienes: Yo-sólo-quería-librarme-de-los-Mortífagos! Deberías preocuparte, Potter, porque tienes una insoportable tendencia a creer que todo el mundo hace cosas por ti, pensando en ti, en tu salud, y en lo espectacularmente maravilloso que eres! ¡San Potter, el héroe de los niños! A ver si te das cuenta: ¡EL MUNDO NO GIRA ALREDEDOR TUYO! ¡ME DA IGUAL SI TE MUERES MAÑANA! ¡JAMÁS MOVERÍA UN MÚSCULO SÓLO POR SALVARTE! ¿Lo entiendes o es demasiado para ti?
-¡NO PUEDO CREER –gritó Harry poniéndose de pie- QUE POR UN SÓLO MOMENTO HAYA PENSADO QUE PODÍA LLEVARME RAZONABLEMENTE BIEN CONTIGO! NO ENTIENDO CÓMO FUI CAPAZ DE PENSAR QUE TAL VEZ NO FUERAS TAN ESTÚPIDO COMO SIEMPRE HABÍA CREÍDO!
Dicho esto, se fue dando un portazo que retumbó en los oídos del Slytherin hasta mucho tiempo después de que Harry lo hubiera dado.
Momentos después, el Gryffindor relataba a sus amigos lo sucedido con Malfoy.
-Es que es un idiota, no hay nada que hacer –sentenció Ron cuando su amigo hubo acabado.
-¡Ron! ¿Quieres parar ya? Escucha, Harry: era sabido que esto iba a pasar. – dijo Hermione, satisfecha. El chico la miró confundido.
-Y entonces, si sabías que no iba a funcionar...¿para qué insististe en que fuera? –preguntó el ojiverde.
-¡Claro que ha funcionado! –ante la mirada aturdida de Harry y Ron, la castaña suspiró con resignación y comenzó a explicar lo que para ella era obvio: -Vamos a ver, Harry...¿Qué esperabas? Que Malfoy se abalanzara sobre ti diciendo "Oh, Harry, claro que te perdono, seamos los mejores amigos, estoy orgulloso de haberte salvado"? Tú acabas de valorar algo que él ha hecho, y por más que no lo reconozca, hasta una persona como él apreciaría ese gesto. Simplemente es...demasiado vanidoso para admitirlo –se encogió de hombros-. Pero te garantizo que es cuestión de tiempo que las cosas mejoren –finalizó la chica con una gran sonrisa.
Ron miró a Hermione como si fuera una desconocida.
-Si se puede saber...¿Dónde has aprendido tú tantas cosas sobre el cerebro de Malfoy? –inquirió el pelirrojo. Hermione y Ginny comenzaron a reír.
-Verás, hermanito...las chicas somos mucho más observadoras que los chicos, ¿sabes? Lo que acaba de decir Herm no es específico de Malfoy...es como se comportan todos! –exclamó su hermana rotundamente.
-¿Todos? Pues...me acabo de enterar de que soy tan complicado –dijo Harry guiñándole un ojo a Ron, quien comenzó a reír también.
En ese momento el tren se detuvo lentamente. Los cuatro se levantaron y comenzaron a hacer fila para bajar del vehículo; mientras tanto, Harry recibía saludos y felicitaciones de todas partes.
Una vez en la estación, buscaron un carruaje y subieron en silencio, a la espera de que se pusiera en marcha. De repente oyeron un chillido que conocían muy bien:
-¡Ayyyyy! ¡Aléjate de mí! ¡Me das ASCO! –gritaba Pansy Parkinson.
Los cuatro Gryffindors se asomaron a ver qué pasaba. Draco Malfoy tenía un pie puesto en el escalón del carruaje donde se encontraba Pansy, pero ésta no lo quería dejar pasar.
-¡Vete! ¡Déjame! ¡No quiero verte!
-¡Ni yo tampoco, Parkinson! –gruñó Draco–. ¡Pero necesito el carruaje! –de repente la cabezota de Goyle asomó por detrás de la de Pansy.
-Búscate otro, Malfoy –dijo. Crabbe, que estaba en ese mismo carruaje, asintió.
Malfoy fue entonces al carruaje más próximo, ocupado también por gente de Slytherin, pero le cerraron la puerta en las narices. Sin pensárselo dos veces, Hermione gritó:
-¡Malfoy! ¡Aquí hay un sitio libre!
-¿Pero qué haces? –gritaron Ron y Harry horrorizados.
-¡Cállate, Ron! –le espetó la castaña.
Draco los observó un momento como si dudara; luego giró la cabeza con gesto altanero y comenzó a caminar en la misma dirección en la que iban los carruajes.
-¿Piensa llegar hasta Hogwarts...a pie? –preguntó Harry incrédulo.
-Eso parece –asintió Hermione, quien parecía algo contrariada-. Lo cual significa –añadió con el ceño fruncido mientras el carruaje se ponía en marcha- que este Malfoy es un hueso duro de roer...
-Por favor, Hermione, ¿por qué no dejas que se hunda en su amargura, y ya?
-¡Claro que no, Ron! –exclamó la castaña, visiblemente enfadada- ¿Cómo te sentirías si Harry no estuviera hoy aquí? –Ron padileció; Ginny dejó de sonreír repentinamente, y Harry se limitó a mirar por la ventana-. Entonces –dijo Hermione contenta por el hecho de que su amigo hubiera entendido el punto- más te vale que empieces a ser amable con Malfoy, porque como ya te habrás dado cuenta, todos le debemos mucho.
-Vaya, si hasta va a resultar que es un mártir –replicó Ron enfadado, sacudiendo la cabeza, reticente a la idea de abandonar seis años de hostilidades continuas.
-¡Yo no he dicho eso! –exclamó la chica en voz baja, harta de discutir con el pelirrojo.
Después de eso, tanto uno como otro decidieron zanjar la cuestión, al menos por el momento, algo que Harry y Ginny agradecieron enormemente, pues estaban cansados de oírlos discutir ininterrumpidamente.
Aquella noche la cena estuvo bastante tensa; Hermione y Ron no se hablaban, Ginny había ido a sentarse con unas amigas de su curso y Harry se encontraba sentado en el medio de sus dos amigos, sin saber qué hacer para terminar con todo aquello. En el fondo, tampoco tenía demasiadas ganas de ponerse a resolver problemas ajenos; le bastaba con los suyos propios. Las palabras que había recibido por parte del Slytherin aún rondaban su mente; parecía que no pensaban abandonarlo por un largo tiempo.
Luego del banquete, se dirigió con Ron hacia su habitación; durante una hora se entretuvo hablando desde su cama con Dean, Seamus y Neville –Ron estaba mudo-, pero finalmente todos se durmieron. Todos menos Harry. El moreno se sentía como si todas las cosas que tenía en la cabeza le pesaran demasiado; odiaba admitirlo, pero estaba enojado por lo que había pasado. Sabía que en parte sonaba ridículo, pero era cierto: tal vez no debería haber sido tan rudo...tal vez él tenía la culpa de que todo hubiera acabado a gritos. Pensó que quizás se sentiría mejor si tomaba algo de aire fresco, así que bajó de su cama procurando no despertar a nadie y se sentó en el alféizar de la ventana, observando distraídamente los terrenos del Colegio. De repente, algo llamó su atención.
Entornando los ojos pudo ver que una persona se encontraba de pie, apoyada en el tronco de un árbol sin hojas. La luz de la luna permitió a Harry ver que se trataba de un alumno, puesto que gran parte de su rostro se encontraba envuelto con una bufanda verde y plata...el estómago del moreno dio un vuelco al comprobar de quién se trataba: aquellos cabellos rubios eran inconfundibles. Sin embargo, algo más captó su atención; había alguien moviéndose por unos matorrales cercanos. Harry no pudo distinguirlo bien hasta que la figura estuvo bajo los rayos lunares; se trataba de una persona completamente vestida de negro. El Gryffindor no pudo identificarla ya que llevaba una capucha y algo que parecía una máscara. Un estremecimiento recorrió su columna vertebral, mientras el aire que antes lo había refrescado ahora lo helaba, produciéndole un molesto dolor en las orejas, el cuello, la nariz...
La figura se detuvo frente a Malfoy haciendo que éste se pusiera completamente erguido. Harry, haciendo un esfuerzo por aguantar el frío que invadía sus huesos, asomó un poco más la cabeza, esperando entender qué pasaba allí. El enmascarado, por lo visto, estaba enojado con el rubio; el moreno vio con horror cómo sacaba una varita y con un rápido hechizo (Expellarimus, dedujo Harry) lo tiraba contra el árbol contra el que momentos antes se había apoyado. Harry entro en pánico, aferrando con fuerza el borde de la ventana. Un torbellino de pensamientos inundó cada uno de sus sentidos, hasta dejarlo completamente aturdido. ¿Qué debía hacer? ¿Y si aquel enmascarado, fuera quien fuese, decidía herir seriamente a Malfoy? Pensó en ir a despertar a Dumbledore; pero, ¿y si para cuando éste estuviera listo ya era demasiado tarde? Despertar a sus compañeros tampoco serviría de mucho...él, él tenía que hacer algo. Resuelto, corrió a su baúl y rescató la capa invisible de su padre, se la colocó y salió rápidamente hacia la Sala Común. En ese momento, un solo pensamiento ocupaba su mente: "Tengo que llegar a tiempo...tengo que llegar a tiempo...tengo que hacerlo".
Well...eso es todo por hoy! Espero que les haya parecido medianamente aceptable! Sean buenitos y dejen rr ;D
Por cierto, acá contesto los que tengo :) :
Nympha Nix Nivis: Tranquila! Prometo hacer todo lo que pueda por actualizar pronto! Como tú, soy lectora asidua de fics...y sé de sobra lo feo que es tener que esperar para que se actualicen! ;) Me alegra que te guste mi fic, y con respecto a la PostData...no pasa nada, mi musa me abandona todo el tiempo pero te aseguro que siempre, siempre, siempre vuelve ;)
Momo Cicerone: EH!! Me alegró mucho verte por aqui!! Quería agradecerte infinitamente el rr....Y no te preocupes, porque la sinceridad es una cualidad que valoro por casi sobre todas las cosas en una persona...Y suelo ser bastante directa también, así que no problem :D En fin, te contesto un par de cositas :):
"...poco suelo dar consejos en los fics que leo, a menos, claro esta, que la escritora sea amiga mia ;)."
(Lucky asfixia a Mag en un abrazo)
"Regla de los fics numero dos: Dedicarle mas tiempo y detalle a cierta escena esencial."
Bueno, creo que este Chap no fue una súper demostración de descripción y tal, pero sí pienso que está un poco mas decente que el anterior en ese aspecto...De todos modos intentaré mejorar ese aspecto, lo prometo! :))
"...fue lo que menos me gusto del fic (que el fic me agrado bastante )"
Eeehhh...Mag...te gustó esto???? :P
"Es decir, si lees de nuevo el dialogo de Draco, veras que es imposible que alguien cuente semejante historia tan detalladamente de un solo soplo y con tal abnegacion xD!"
Jajajaja, me reí mucho con esto! La verdad es que tenés razón, después de leerlo un par de veces me di cuenta de que es cierto!! Sabés a qué me hace acordar?? Había una escena, en un sketch que hacían los actores del Chavo del 8, en la que pasaba lo siguiente: Un hombre se acercaba a una mojer joven, que estaba sola, en la cubierta de un barco; y en cuanto intentaba hablar con ella, la mujer le decía: "Usted lo que está intentando hacer es entablar conversación conmigo para seducirme! Por eso no le voy a decir que estoy SOLA, que mi número es el 5555555, y que vivo en la calle tal, en tal número...." XD
"...que Draco se le esta declarando a Harry con solo contarsela, del tipo: "Hey,Que crees? Te quiro! Vendi a mi padre a los aurores por ti, a que nunca nadie haria algo asi por ti?"
Puede ser, sí....en un principio mi intención era que Draco lo hubiera hecho pensando más en sí mismo que en Harry; digamos que la idea es que se vayan enamorando, como quien dice, "de a poco". Por eso decidí incluir el diálogo del tren en este chap, en donde Draco dice que lo hizo sólo para que capturaran a los mortífagos. Lo que estoy temiendo, y me gustaría que me dijeras si es así o no, es que haya quedado muy del tipo "Ay, como sí me gustas, no voy a parar de decirte que te odio! Y QUE NO-ME-GUSTAS-PARA-NADA". Es decir, temo que este chap haya quedado muy obvio también en el sentido de la tipica reaccion de "tengo que evitar que se entere de que me gusta, asíque no voy a parar de negarlo" :S
"Lo siento mucho si este revi te parecio algo agresivo, incluso despectivo, pero te aseguro que esa no fue mi intencion."
Para nada! Usté siempre es bienvenida a mis fics! ;)
"asi que mas te vale continuar este fic o te las veras negras conmigo "
Y bueeeeeeno...tendré que continuarlo, entonces P
"PS: para aceptar reviews anonimos, ve a tu perfil y quita el "Do not accept anonymous reviws" o te perderas muchos revis! "
GRACIAS!!! Jejeje fue muy gracioso leer esta parte, porque justo a un par de lectoras más se les ocurrió decírmelo...jejeje, están sincronizadas!! ;)
Bueno, eso es lo que hay...sean felices! Nos vemos,
ThE LuCkY OnE
"I don't mind spending everyday out on your corner, in the pouring rain..." Maroon 5
