II
Podía sentir el frío viento rozarle las mejillas y despeinar su cabello, colarse suavemente por todo su cuerpo produciéndole terribles e impetuosos escalofríos que le sacudían el alma. Sentado sobre el tejado miraba hacía el horizonte mientras sus ojos luchaban por no cerrarse y su boca encerraba un grito agudo y violento de increíble dolor.
¡HASTA CUANDO ME DEJARAS TRANQUILO!
Su voz resonó en el eco del recuerdo.
CDE-
Es un ser inferior Ren, no debe ser tratado con conmiseraciones-la voz profunda e intransigible de En Tao sonaba dentro de su pequeña e infantil cabeza-Esos seres están para servir, ser humillados y utilizados, son bestias, no sienten, carecen de alma.
Pero al poner su mano sobre el rostro de Denbe y sentir su tersa piel aquella idea infundada por su progenitor le parecía absurda, obsoleta, no entendía porque... algunas veces... podía sentir su esencia.
CDE-
El gran y poderoso Basón observaba el desfallecimiento de su amo con cada día que pasaba, las grandes y negras ojeras opacaban el brillo fulgurante de sus ojos dorados, había rebajado por lo menos tres kilos y el silencio ahora era su fiel compañero.
Sabía bien que ninguno de aquellos preocupados rostros que intentaban hablar y consolar a su querido señorito podían ayudarlo, no entendían que a Ren lo que lo estaba acabando era el remordimiento.
No puedes continuar así Ren Tao.
El joven heredero volvió el rostro para confrontar al de su fiel vasallo, sus ojos ambarinos mostraban confusión y un poco de molestia; Basón jamás le había hablado nunca de esa manera.
¿Qué dijiste?-preguntó autoritario.
Debe pedir el perdón de Denbe-respondió simple y profundo el guerrero.
Ren soltó una carcajada burlesca.
Has perdido la razón-dijo recuperando la compostura y mirándolo con repugnancia.
Es la única forma de redimir sus pecados-Ren le lanzó una mirada cargada de odio antes de dar media vuelta y comenzar a alejarse-¿Es que acaso pretende vivir atormentado por siempre? ¿Quiere continuar con la conciencia gritándole a todo pulmón sus culpas?-El joven Taoísta detuvo su marcha, sus puños apretándose con fuerza debido a la desesperación- ¿Desea escuchar por siempre en su mente aquel disparo y sentir la palabra asesino tatuársele en la piel con fuego?
Lágrimas silenciosas resbalaron por aquellas tersas mejillas, hacía tanto que no lloraba...
Estúpidamente creyó que sus pecados habían quedado eximidos al derrotar a su padre, y por mucho tiempo trato de ignorar aquellos gritos que escuchaba durante sus sueños más oscuros, olvidar por completo los rostros de todas aquellas personas a quienes les había arrebatado la vida, pero ahora... todo era tan diferente... la paz había llegado... y con ella... el terrible atormentador.
Lanzó un suspiro melancólico, su espíritu acompañante tenía razón.
Para poder vivir en paz... Tenía que pedirle perdón...
... A su primera víctima.
CONTINUARA...
Notas: Lamento tanto el retraso, pero es que verdaderamente la escuela me esta absorbiendo demasiado, espero de verdad me disculpen e intentare proseguir más rápidamente con esta historia y con El jardín, que la he tenido muy abandonada, espero me comprendan y muchísimas gracias por sus reviews. Los veo en el próximo capitulo, cuídense, chao.
