EL ORGULLO DE UN SHAMAN.

Cáp.3: Aventura en el bosque.

Una pequeña seguía caminando entre los árboles mientras una gran tormenta caía. De pronto se dejó ver una luz muy fuerte seguida de un sonido aterrador.

- Ah! TT no soporto los rayos – Decía asustada y completamente empapada.

Aun así la chica decidió seguir caminando. Adelante se dio cuenta que había una cueva.

- Bueno talvez ahí me refugie – Se dijo así misma.

Pero al acercarse, se dio cuenta que había una fogata, y por lógica personas. La chica solo se acerco un poco tratando de mirar quienes eran aquellas identidades.

Para su sorpresa eran alrededor de cuatro hombres que no se veían muy amigables.

¡Bah! No puedo creer que no pudiésemos robar nada en ese pueblo - Dijo un sujeto dirigiéndose a los demás hombres a su lado.

- Tal parece que ese era un lugar muy pobre – Respondió otro de los presentes.

¡Cállense! El jefe shusaku se acerca.

- Son ladrones... – Pensó asustada la pequeña.

- Todos son unos ineptos, no pudieron conseguir algo que valiera la pena- Reclamó Shusaku.

La niña se sorprendió al ver aquel sujeto , era muy grande su cara presentaba muchas cicatrices , andaba una chaqueta negra larga y su cabello largo color negro le daban un aspecto intimidante.

- Pe-pero jefe tenemos mas información.

- A que te refieres Ichiro? – Dijo de brazos cruzados.

- Pues hemos visto que por estos alrededores existe una mansión, parece ser de una familia muy importante – sonrió malévolamente

- Oh no , se refieren al hogar de la señorita Jun – Pensó Tamao preocupada.

- Bien¿Ya averiguaron quienes son los habitantes? – Preguntó Shusaku.

- No sabemos mucho, pero hemos visto que son una mujer y dos niños - Respondió otro.

- Debo...avisarle a al señorita Jun – Dijo caminando hacia atrás la pelirosa – Cuanto antes.

¿Ah? – Mirando por la altura del hombro.

¿Pasa algo señor?

El jefe de los hombres solo camino hacia la salida de la cueva y de su bolsillo saco una navaja.

La chica se dio cuenta que el hombre estaba muy cerca de donde se había escondido así que se inclino mas, pero luego con agilidad Shusaku se movió velozmente y tomo de la muñeca a la chica.

- Vaya, vaya una niña – Dijo muy serio Shusaku.

La única reacción de Tamao fue quedarse petrificada mientras el hombre la halaba mas por la muñeca.

¿No me digas que espiabas? – Pregunto Ichiro ¿Sabes que podemos matarte por esa intromisión?

¡Que crueles son! – Gritó la pequeña – No deberían comportarse así, no deberían robar.

Los hombres rieron a carcajadas , acepto el jefe esto hizo que Tamao se sonrojara, aunque aun la tenían sujetada de la muñeca.

Uno de los hombres acerco su cuchilla a el cuello de la chica, está solo cerro los ojos.

- Vamos ¿Acaso no gritarás?.- Dijo divertido el hombre.

¿Ah? Entonces...¿Si grito me dejaran ir? – Pregunto como si fuese la cosa mas normal del mundo.

- ..U ¿Pero que demonios le pasa a esta niña¿Acaso no temes morir?.

L a chica inclinó su cabeza.

- Creo que morir...da temor porque sabes que dejaras a alguien sufriendo, ese...no es mi caso.

Shusaku miro fijamente a la chica.

- Lo mejor es dejarla ir – Dijo soltando la muñeca de Tamao haciendo que cállese sentada.

- Pero jefe ¡Es una espía- Reclamó el sujeto.

- Bueno no me importa lo que hagan con ella, yo no meteré mis manos en este asunto – Dijo mientras entraba a la cueva.

La lluvia había terminado, haciendo que todo fuese más visible.

- Yo la matare.

¡No! Yo lo haré.

- Ya basta, hágalo quien sea.-Gritó desde la cueva Shusaku.

Aunque no deseaba mostrarlo Tamao estaba muyy asustada llevando sus manos a su pecho y comenzaba a sollozar.

¡No me importa lo que digas! – Grito y se abalanzó con navaja en mano hacia la chica que yacía en el suelo.

Una sombra se acercaba velozmente y desvió el ataque haciendo que la navaja saliese volando y quedara clavada en el suelo.

¿Quién a sido? – Preguntó mientras sostenía su mano con la otra, parecía que se había lastimado ante tal ataque.

Todos vieron una pequeña sombra, que luego se dejó ver por la luz de la luna.

¿Un niño?.

¿Qué? –Exclamó sorprendido Ichiro.

La pequeña abrió lentamente sus ojos, para mirar aquella figura que la había salvado. Se sorprendió al descubrir de quien se trataba. El chico caminaba lentamente sosteniendo en su mano derecha una cuchilla, mientras que la otra mano estaba en su bolsillo.

¿Cómo pudo hacer eso un chico? – Preguntó uno de los sujetos a los demás.

- Estúpidos – Sonrió.

¿Quién eres? – Gritó Ichiro al chico.

¡Ha¿Acaso creen que se les diría mi nombre - Preguntó con orgullo.

¡Joven Ren! – Gritó con alegría la pelirosa.

- Ha, ese es tu nombre – Riendo

- Estúpida niña – Susurro Ren, mientras ponía una mano en su frente y tenia una vena saltada.

- Lo s-siento.

�¿Qué es lo que quieres! – Gritó otro sujeto.

- Solo déjenla en paz – Decía seriamente. – O ¿Acaso desean pelear?.

- Vaya, vaya parece que tienes mucho valor para decir eso.

¿Ah? Es usted jefe – Dijo Ichiro mirando que el hombre salía de la cueva.

- Veamos que tan fuerte eres – Sonrió malévolamente ¡Konichi, Kenishi!

- Muy bien chiquillo, yo soy Konishi.

- Y yo Kenishi.

- Que estupidez – sonrió – Presentarse cuando van a morir.

Terminando de decir esto el chico corrió rápidamente donde estaba Tamao, y la colocó detrás de él, tratando de protegerla.

- No cometas ninguna de tus estupideces, solo quédate detrás de mí – Dijo fríamente.

- Pero...joven Ren ellos...son muy fuertes...lo lastimaran- Exclamó preocupada.

¡Bah! No me hagas reír – Dice sin mirarla – Ya te he dicho que los humanos inútiles no pueden vencerme.

- No entiendo a que te refieres, pero de todos modos te matare.

- Vaya – Sonrió el chico orgulloso – Y yo que creí que está niña era la única tonta.

¡Joven Ren¡Que cruel es! – Dijo con tono molesto.

- Basta de palabrería, ahora pelea.

En el instante se abalanza sobre el chico junto con Konishi , pero Ren los esquiva sin problema , sacando su cuchilla haciendo que se desplegué completamente. El chico golpeó a los dos sujetos en él estomago, estos cayeron al suelo adoloridos.

Los otros dos ladrones miraron con asombro las habilidades del chico.

- Bueno, tal parece que yo peleare contigo – Dijo Shusaku sonriendo.

- Pe-pero jefe ¿Cree que pueda vencerlo? –Pregunto temeroso

- Eso es cierto – Dijo Ren, poniendo su cuchilla en su hombro ¿Crees poder ganarme?.

- Ya veras que sí.

Ren y shusaku comenzaron. Ren puso en posición su cuchilla pero shusaku era más hábil que los demás así que esquivo los golpes que le daba el joven, de pronto en un movimiento rápido el hombre desenvaino una espada.

- Ahora morirás chiquillo.

- Me sorprende el que hayas esquivado mis golpes- Sonrió – Nada mal para ser humano, sin embargo sigues siendo un gusano.

Tamao estaba cerca de un árbol y miraba preocupada la pelea.

- Joven Ren...-Susurro mientras presionaba las manos en su pecho.

Uno de los sujetos que estaba en el piso herido se puso de pie con mucha dificultad; miró a Tamao que estaba de espaldas y la decidió atacar acercándose a ella corriendo con navaja en mano.

Tamao giro poco a poco la cabeza, y miro horrorizada que aquel sujeto se acercaba.

¡Bason! – Gritó al mirar la escena¡Concédeme tu alma!.

Diciendo esto rápidamente el espíritu entró a su cuerpo, en ese instante intercepto el ataque de aquel ladrón. La chica miro impresionada, como Ren dejaba que un espíritu entrara a su cuerpo aunque los demás no entendían ya que ninguno podía ver espíritus.

Los movimientos de Ren se hacían mas veloces y después de golpearlo hizo lo mismo con los demás, pero en un descuido Ichiro pudo meter una daga en la pierna del muchacho, este hizo solo un pequeño gesto de dolor , pero luego cambio su mirada a una llena de odio.

¿Por qué¿Por qué siento temor? –Pensó Shusaku al ver como el chico con un movimiento rápido golpeó a Ichiro.

El joven de ojos dorados estaba mas que furioso, así que les apunto con su lanza. Este estaba decidido a matarlos.

Tamao miró con miedo aquel momento ya que se pudo dar cuenta de las intenciones de Ren.

¡Pagaran gusanos! – Grito mientras de abalanzaba hacia ellos. El chico corría con todas sus fuerzas pero de pronto algo lo tomó de golpe, sintió como alguien le tomaba el brazo haciendo que perdiese el equilibrio por el asombro y cállese de lado.

¿Qué¿Tu? – Dijo Ren sorprendido.

- Joven Ren usted no puede matar a las personas – Exclamo la niña aun aferrada al brazo del chico.

�¿Pero que estupideces hablas! .- Grito mal humorado

Mientras tanto Shusaku aprovecho el descuido , y tomo el cuerpo de Ichiro.

¡Vamonos! – Grito a los demás que corrieron con dificultad.

Las figuras de los cuatro sujetos desaparecieron en el espesor del bosque, no sin antes escuchar un "me las pagaras" de parte de Shusaku.

El joven que yacía sentado con la chica aun aferrada a él, intento seguirlos pero esta no lo dejó, tomando con todas sus fuerzas el brazo del chico.

- Ya los venció no tiene porque matarlos – Dijo cerrando los ojos fuertemente.

Ren miró a la chica, apartó su brazo rápidamente de ella y se puso de pie.

- Volvamos a casa – Dijo secamente.

La niña miró con asombro lo que había dicho Ren.

- Joven...yo no... Ahhhhhhh! – Se interrumpió la chica, que corrió hacia un árbol y se escondió detrás de él.

¿Qué te sucede? – Dijo molesto y a la vez sorprendido.

La pequeña se asomo un poco para mirar de lejos a Ren.

- Joven Ren...usted esta con un Fa-fa-fantasmaaaa- Cerrando sus ojos con fuerza.

Al oír esto, quedó totalmente sorprendido.

�¿Lo puedes ver!

- siiiiii -Cerrando fuertemente los ojos.

Ren no podía creer lo que escuchaba.

¡Bason! Expulsión de almas.

La chica miro con atención aquella figura parecía ser un guerrero de la antigua china, pudo darse cuenta por el tipo de armadura que llevaba puesta aquella entidad.

- Lo que faltaba, una tonta humana que puede ver espíritus ��.

¡Lo escuche! – Dijo con un tono molesto, asomándose un poco más.

El fantasma miraba aquella humana con atención. Ren se dio cuenta de esto.

- Bueno lo importante ahora es regresar. La lluvia a cesado así que lo mejor es irnos ahora.

- No...yo no regresare – Dijo inclinando su cabeza, pero aun así oculta detrás del árbol.- Agradezco mucho el que me haya ayudado, de verdad... gracias.

- Escucha niña – Exclamo molesto y señalándola – no me importa lo que te pase yo solo...he venido porque mi hermana lo pidió

¿La s-señorita Jun-preguntó sorprendida

- Sí – Dijo mucho más molesto.

- Pero...usted...

- vamonos – Dijo girando.

¡Espereee! TT

- Ah? – Giro nuevamente para mirarla.

- Por favor haga que el espíritu ¡se vaya! TT.

El chico rió sarcásticamente.

- Este espíritu té salvo ¿no?.

¿No es un espíritu maligno? – Pregunto temerosa aun escondida.

¿Y si lo fuera¿Habría algún problema?.

La chica se puso azul, del miedo pero luego pensó lo que había dicho Ren. Ese espíritu salvo su vida.

Tamao salió lentamente de su escondite y camino solo algunos pasos. El chico giro, y se dispuso a caminar.

Los tres iban en silencio, Tamao se sintió un poco incomoda así que trato de hablar un poco para tratar de olvidarse de lo tenebroso del bosque.

- Jo-joven Ren usted es muy...fuerte.-Exclamo nerviosa – pero...¿por qué deja que un espíritu controle su cuerpo?.

El chico se detuvo y giro lentamente con cara de pocos amigos.

- L-lo siento muchooo –Cerrando los ojos fuertemente.

- Aunque te lo explique dudo que lo entenderías – Dijo muy calmado.

¿Por qué lo dice? – Preguntó sonriendo, pensando que Ren ya no estaba enojado.

- Porque los humanos son tontos – Dijo en tono burlón

¡Que malo es conmigo - Gritó un poco molesta.

- No hables tonterías. – Dijo sin mirarla

La pequeña solamente suspira cansada y siguió caminando, pero en el transcurso notó que Ren no caminaba muy bien.

¿Se siente bien joven Ren?

El chico no contesta

¿Esta lastimado?

Nuevamente el joven se detuvo pero esta vez no fue la constante habladuría de Tamao, mas bien fueron unas presencias extrañas.

Pequeñas luces azules aparecieron enfrente de ellos haciendo que Ren pusiera una posición de combate y Tamao se maravillara viendo aquel espectáculo.

- Ah! Chiquillos molestos ¿Qué hacen en la parte prohibida?.-Se escuchó una voz.

�¿Las luces están hablando!

- No son luces, son espíritus.

¿Qué? – exclamó Tamao asustada.

De pronto las luces tomaron formas de animales.

- Animales?...-Susurro confundida.

- Estos mocosos han traspasado nuestros dominios – Dijo un espíritu en forma de liebre.

- Además nos han despertado por tanto escándalo – Dijo otro que tenia forma de lobo.

¡Bason! – Gritó llamando a su espíritu mientras estiraba su lanza- Esto es tu culpa niña tonta.

¿Mi culpa?

-Me han amenazado, con una arma – Gritó la liebre a los demás – Enciérrenlos.

- Qué te hace pensar que harás eso? – Pregunto con una sonrisa triunfadora.

En ese momento algunas almas alrededor de la liebre empezaron a girar.

- Quieren matar a nuestro rey – Se escucharon a varias almas.

¿Rey? –Dijeron al unísono Tamao y Ren.

De la nada se abre un agujero debajo de ellos haciéndolos caer en él.

¡Bason! – Llamando a su espíritu pudo amortiguar su caída. Sin embargo Tamao calló sentada.

- TT eso duele.

- Niña tonta – Susurro un poco divertido al mirar la escena.

¿Dónde hemos caído? – Mirando hacia arriba.

- No tengo idea – Dijo mientras veía como desde arriba obstruían el agujero. – Parece que nos han atrapado.

- Es muy profundo y oscuro - Decía mientras comenzaba a llorar.

- Eres muy débil, no llores – Dijo muy serio y sin mirarla .- Lo importante ahora es salir de aquí , además le dije a mi hermana que te llevaría sana y salva así que nada te pasara.

- M-muchas gracias – Exclamo sonrojada mientras se limpiaba las lagrimas.

Ren se dirigió hacia las paredes de aquel lugar que parecía mas bien una cueva.

- Creo que puedo...-El chico dejó de hablar para fijarse que en una esquina de ese lugar ojos luminosos los observaban.

¿Y ahora que? – Preguntó completamente asustada.

Continuara...