EL ORGULLO DE UN SHAMAN.
Cáp.7: Un bocadillo de medianoche
Tamao se maravillo al ver tan lindo jardín, en una casa que parecía estar sin vida y su aspecto tétrico.
- Bueno ya que estas aquí – Dijo poniéndose de pie – Te diré como usar tu tablilla.
¿ U-usarla? – Preguntó nerviosa.
- Ven, toma asiento, así te lo puedo explicar mejor – Sonriendo.
La pequeña de cabellos rosas se puso muy nerviosa, al notar la mirada de Miyuki quien parecía seria con la escena, sin olvidar a Ren quien miraba con un semblante de un "Si claro" a Tamao pero...¿Por qué?.
Tamao llegó a la mesa y tomó asiento siempre con una cierta timidez. Jun cruzó sus piernas y brazos de un modo muy elegante esperando alguna interrogante de Tamao.
- Me-me podría explicar ¿Qué pasa? – Inclinó la cabeza, para mirar la tablilla que estaba en sus piernas.
- Te has dado cuenta ¿Cierto?.
Ante tal aclaración Tamao levanto la vista hacia Jun tratando de entender lo dicho por ella.
- Me refiero a que no somos comunes. Mi hermano me dijo, que cuando fue por ti al bosque tu viste lo que hizo con Bason ¿o me equivoco?.
- S-si – Respondió un poco asustada.
: Bueno, la tablilla que tienes ahí puede servir para contener a espíritus, creo que te has dado cuenta que Conchi y Ponchi son espíritus ¿Verdad?.
La chica solo asintió mientras su mirada se dirigía a los espíritus que estaban atentos a lo que decía Jun.
- S-señorita ¿A qué se refiere con contenerlos?.
- Conchi y Ponchi te causan muchos problemas, por eso es bueno aprender a controlarlos.
-Oo ¿Qué! –Gritaron ambos espíritus.
¿Por eso estamos aquí?
¿Nos encerraran?
- Ustedes no obedecen ordenes de Tamao, por tanto ella debe aprender a controlarlos, aunque no habló de un encierro completo mas bien habló de un encierro temporal. – Dijo firmemente haciendo que los dos espíritus no se quejaran más.
¿
pero como lo haré?
-aun no has tenido un entrenamiento de ningún tipo, por lo tanto te resultaría imposible, sin embargo tienes una habilidad de ver espíritus así que por lo menos puedes contener un alma.
- Aun no comprendo...
- Déjalo así hermana, ella solo es una humana – Dijo estando de pie junto a Jun de brazos cruzados y sus ojos cerrados.
- Nada de eso Ren, ella debe hacerlo. – Sonrió – Yo sé que puede.
Ante tal sonrisa Tamao no pudo evitar sonrojarse y asentir inmediatamente.
- C-como usted diga .
- Muy bien lo que debes hacer, es tratar de llamar a esos dos espíritus, con tu tablilla.
¿Con esto? Oo – Levanto el objeto y lo miró detenidamente ¿Cómo haré eso?.
- hum... que te parece si solo los golpeas.- Sonrió divertida.
Tamao, Conchi y Ponchi ¿Qué!.
- Si los golpean con la tablilla ellos entraran automáticamente.
¿De que demonios estas hablandoU - Dijo Ren Mirando a la chica de cabellos verdes.
- Si no puede hacerlo, se debe hacer a la fuerza o ¿no? – Rió en voz baja.
Miyuki: n ñU
Tamao: Oo
Ren-' '- U
Conchi y Ponchiú . ú
¿Qué esperas? Hazlo.
Tamao obedeció.
- Bu-bueno lo siento – Dijo y abanicó aquel objeto, sin darse cuenta que aquellos seres habían esquivado el golpe.
¡Oye chiquilla ¿Qué te hace pensar que dejaremos que lo hagas!.
- Esto – Exclamó seriamente mientras desplegaba su arma y se las mostraba a ambos espíritus.
Tamao se acerco tímidamente y con un movimiento rápido golpeo a ambos en la cabeza, haciendo que esas almas entraran a la tablilla.
¿Realmente están ahí? – Preguntó observando cuidadosamente el objeto antes mencionado.
- Si, pero hay un pequeño detalle , ellos estarán introducidos ahí por un lapso de 30 minutos.- Explicó sonriendo.
- 30 Minutos... – Repitió
- Tu no tienes capacidad para poder retenerlos ya que...
¿Qué es un shaman? – Interrumpió
- Veo que tienes curiosidad – Sonriendo.
La pequeña se sonrojó, parecía que no se había dado cuenta de lo que había preguntado, se podría decir que las palabras salieron solas.
- L-lo siento.- Mientras abrazaba con fuerza la tablilla.
- Si tanto te interesa, te lo diré n n.
Ren hizo un gesto de indiferencia y se retiró del jardín al igual que Miyuki, ambos entraron a la casa.
¿Dije almo malo señorita? – Preguntó un poco apenada.
- No te preocupes, y bien ¿Aun deseas saberlo?.
- Si-si Señorita – Inclinó su cabeza sonrojada.
En ese momento, la señorita Jun me mencionó muchas cosas con respecto a los acontecimientos que vi cuando estuve junto al joven Ren, Fueron extraños... También me explicó que ella al igual que la señora Miyuki tenían esa capacidad de controlar almas... no tuve el valor de preguntar por que lo hacían, solo me limite a conformarme con lo poco que sabía sobre esa extraña familia, pienso que no tenía ningún derecho puesto que yo siempre huía cuando en alguna conversación se preguntaba sobre mi pasado...además después de conocerlos...me pude dar cuenta por qué el joven Ren decía que era diferente a las personas comunes...pero no entiendo ¿Por qué odia a las personas¿Por qué siempre suele entrenar tan obsesivamente? Como si algo espera de ello, Poco a poco iban transcurriendo los días y me entere que toda su familia estaba en china, siempre mandaban a personas a verificar los adelantos del joven, tanto su fuerza física como mental ya que todos los días viene un tutor y a pesar que las clases terminan el joven siempre suele estudiar mucho ...él se esfuerza demasiado...y todo esto ha pasado en tan solo un mes¡Vaya! Un mes a transcurrido desde mi llegada, a pesar de ello el joven Ren casi nunca suele dirigirme la palabra, en cambio la señorita Jun suele ser muy gentil conmigo , ella es una persona a quien estimo mucho al igual que a la señora Miyuki, pero... aun así... Por alguna extraña razón...quisiera...
¿Qué té pasa? – Preguntó Conchi acercándose a Tamao.
La chica estaba viendo a través de la ventana de su habitación.
- No nada...- Dijo sin despegar la vista del cristal – A estado lloviendo mucho últimamente...
- Entonces esa debe ser la razón por la que ellas no hayan regresado. – Colocándose junto a Tamao.
- Tienes razón...pero... – fijó su mirada al exterior con preocupación.
- Ponchi, esta niña esta preocupada por otra cosa – Explicó maliciosamente.
¿D-de que hablas? – Preguntó un tanto nerviosa mientras un color rojo adornaba sus pálidas mejillas.
¡Ahh! Ya veo – Contestó en tono burlón – conque...
" Pum "
Tamao había golpeado a ambos espíritus con su tablilla, significaba que por 30 minutos quedarían atrapados dentro de está. Debía admitirlo este método para controlar a esos espíritus traviesos funcionaba de maravilla.
Los pensamientos de la pequeña fueron interrumpidos por el ruido de una puerta. Tomó rápidamente una toalla del armario que se encontraba en un sótano en el pasillo y bajó las escaleras.
- Bienvenido de nuevo – Dijo inclinando su cabeza como muestra de saludo.
¿Aun no regresan? – Preguntó seriamente mientras cerraba la puerta detrás de sí. El chico venía completamente empapado.
- No – Dijo tímidamente – Hum...joven Ren...
El chico no respondió, ni siquiera la miró, solo se preocupaba por quitarse los zapatos en el recibidor y colgar su chaqueta.
- Tome... – Estirando sus brazos, le entregó la toalla que andaba en las manos. – S-si no se seca puede resfriarse.
El joven levantó la vista para mirar a la chica frente a él, claro que este gestó hizo que Tamao se sonrojara y bajara su cabeza para no mirarlo. Ren solo tomó la toalla y se la colocó en la cabeza para tratar de secar su cabello, aunque lo hizo con indiferencia, en el idioma del chicoél haber tomado la toalla o dirigirle una mirada significaba gracias, eso hizo que Tamao sonriera.
Ren pasó a la sala seguido de Tamao.
¿Desea algo para cenar?
El chico solo dirigió su mirada al reloj de pie que estaba junto a una pequeña mesa, al notar que eran las 10:35 PM solo se limitó a suspirar.
- No tengo tiempo .
El chico subió las escaleras mientras que Tamao solamente lo seguía con la vista, para luego volver a la cocina.
- Se esfuerza demasiado... – Pensó para luego sacudir su cabeza. – N-no me tengo que preocupar...es decir...es decisión de él...Bueno no ha comido nada así que no tiene nada de malo que le lleve algo – Exclamó decidida al fin.
La pequeña pelirosada sabía que llevarle mucha comida seria muy pesado después de los entrenamientos que pocas veces ella había visto que el chico practicaba, eso era cuando él decidía practicar dentro de la casa o en los jardines. Así que lo mejor sería llevarle un vaso con leche.
Antes de subir Tamao vio el mismo reloj de pie y se dio cuenta que Ren estaría en el cuarto de estudio, ya que utiliza la mayor parte del DIA para entrenar y estudiar en las noches hasta muy tarde.
Subió los escalones y llegó a la habitación. Por suerte la puerta no estaba cerrada así que pasó sin problemas. Desde lejos pudo ver que Ren estaba estudiando en un escritorio que se encontraba cerca de los muebles con muchos libros.
¿Ah?
- B-buenas noches ...yo solo...
¿Qué es lo que sucede- Interrumpió
Tamao sabia que el chico no la dejaría explicar así que mejor actuaba. Caminó un poco apenada hasta el escritorio del chico, puso la bandeja a un lado y colocó el vaso de leche frente a él. Aunque este abrió los ojos de par en par por la sorpresa, desvió la mirada.
¿Por qué traes esto¢'¦lt;/p>
- No ha comido nada y... si estudiará es mejor que pruebe algo- Exclamo tímidamente.
El joven colocó sus codos sobre el escritorio y con la palma de la mano detenía su rostro como si aquel gesto significara que le parecía algo tonto o aburrido.
- Te dije que no quería nada – Dijo con tono autoritario mientras la miraba.
- Pero se puede enfermar – Habló cabizbaja.
El chico volvió a desviar su mirada.
- Mas bien, parece que tu té estas enfermando.
¿Hm- Levantó la vista.
- Te has puesto muy roja – Dijo sin ánimos.
-bueno me tengo que ir q-que d-descanse – Tomó rápidamente la bandeja y salió mucho más apenada, cerrando la puerta detrás de sí, bajando nuevamente los escalones hasta llegar a la sala principal.
Tomó asiento en uno de los sofás y así pasó una hora.
- Oye chiquilla ¿Acaso no subirás? – Dijo mientras bajaba flotando.
- Vaya, parece que por fin salieron n n
- Si- Dijo molesto.
¿Dónde está Ponchi?
- Ese idiota se durmió dentro de ese objeto - x
- Ya entiendo n ñU
¿y tu¿Iras a dormir?
- Pues...la señorita Jun y la señora Miyuki, no han regresado, lo mejor es que espere un poco mas – Dijo preocupada.
- Pero casi es media noche – Mirándola de reojo.
- Pronto subiré, no te preocupes n n
- Vaya, contigo no hay remedio -
- De verdad estoy...
¿Qué hacen aquí?.
Tamao y Conchi: O . o
¡Bah! Solo es el chiquillo.
¿A quien le llamas chiquillo? Engendro ¢ '¦lt;/p>
¿Qué!
- Calma Conchi n ñU
¿Qué hacen aquí? – Dijo fijando su mirada a Tamao.
- B-bueno ... – Inclinó su cabeza, no podía evitar sonrojarse.
- Eso no creo que te importe – Dijo con un tono de malicia haciendo que Ren perdiera los estribos y desplegara su arma.
- Ahora veras...
- C-conchi ve a dormir s-si – La chica se interpuso entre el arma para ver de frente al fantasma mientras que Ren no tuvo mas remedio que bajar su cuchilla.
El chico volvió a separar su cuchilla y la dejó en la pequeña mesa de la sala.
- Aun no respondes – Exclamó malhumorado.
- E-estaba... – Fue interrumpida por un gruñido que parecía ser él estomago de Ren.
¿Qué tanto miras! O O
La chica rió un poco divertida.
- Lo siento¿Desea comer algo? – Sonrió
- Que mas da
¿Qué es lo que desea comer?
- Comida china.
- Bueno...
¿Pasa algo
- La señora Miyuki es la que me ayudaba a preparar la comida china...pero si eso es lo que quiere haré mi mayor esfuerzo nn
Ren la miró de reojo.
Tamao se entretuvo mucho tratando de hacer una buena comida, ya que para esa clase de cocina no era muy buena, en ese aspecto la ayudaba Miyuki pero en cuanto a una comida normal japonesa era muy buena, lo lastimoso era que solo a Jun le gustaba esa clase de comida y aunque Ren la probaba de vez en cuando, su paladar era siempre gustoso de comida china.
¡Aquí está
Luego le sirvió un vaso de leche tibia. El chico se sentó en el comedor de la cocina y comenzó a comer.
- D-disculpe joven pero... ¿No se sentiría mejor estando en el comedor, que aquí en la cocina?.
El joven dejó de comer para levantar la vista y mirarla seriamente.
- Y-yo lo siento mucho
- Esta...bien – Mirando el platillo preparado por la chica.
¿ L-le gusta- Preguntó entusiasmada aun estando de pie.
- No es para tanto – Cerrando los ojos – Solo dije que estaba bien, por lo menos no es veneno – Dijo fríamente.
- (Suspiro) Esto es cansado – Exclamó en voz baja para que no la escuchara, sin embargo el chico pudo oírla , dejó de comer nuevamente y levantó la vista, haciendo que Tamao se erizara y sé asustara.
La pequeña giró rápidamente y se dispuso a lavar la bajilla y las cacerolas. Al sentir la mirada penetrante del chico atrás de ella, hacia que su corazón latiera mucho más rápido pero ¿por qué? Talvez era por que le causaba mucho temor...si eso debía ser .
- Termine
- S-si – Respondió nerviosa, no era capaz de girar y verlo a los ojos.
- Oye tu... – la llamo haciendo que la chica girara, no tuvo mas opción.
- Si joven – Respondió , por suerte el chico se había puesto de espaldas dispuesto a retirarse.
- (suspiro) Te...lo agradezco
No sabia lo que sucedía de la sorpresa la pequeña Tamao estaba en shock.
- Eél dijo... dijo... ¿Gracias? – Luego de volver en sí se sentía muy bien, estaba realmente feliz pero...era por eso...era por ese simple palabra que el joven dijo?
Después de tanto pensar lo mejor era ir a dormir.
Poco a poco sus ojos iban abriéndose, a pesar de todo había dormido bien, luego de fijar su mirada a los rayos del sol que entraban por la ventana miro su pequeño reloj que estaba en la mesa junto a su cama.
¡Las 10:00 AM!
Salió rápidamente de la cama parecía que Conchi y Ponchi no estaban en la habitación. Entró rápidamente al baño que estaba en su habitación , se puso una falda rosa una camisa manga larga blanca y su delantal blanco , salió y cerrando la puerta detrás de sí caminó hasta bajar los escalones y llegar a la sala.
Para su sorpresa ya habían personas en la sala, dos para ser exactos.
- Oo B-buenos días...bienvenida de nuevo.
- Tamao por fin despertaste n n
Ren solo se limitó a mirarla de reojo.
Tamao: Bueno días , joven Ren. – Saludo sonrojada
El chico desvió su mirada hacia la ventana.
Al ver aquel gesto la pequeña no pudo evitar sentirse mal , después de todo parecía que el chico nunca cambiaria su manera de ser, a pesar de que la noche anterior por primera vez se dirigió a Tamao con amabilidad.
¿Sucede algo? – Preguntó al mirar a la chica distraída y su cara un poco triste.
- No, nada ¿La señora Miyuki esta aquí- Dijo más animada.
- En la cocina n n
- Bueno , con su permiso señorita iré a ayudarle nn
- Espera.
¿Ah?
- He estado pensando que si estarás aquí trabajando... lo lógico que este es tu empleo...
¿Empleo? – Interrumpió.
Ren levantó un poco la vista al oír estas palabras, pero aun estando sentado de brazos y piernas cruzadas.
- si, y como tal tendrás un salario n n
¿Ah!
pero señorita... ustedes me han salvado esto lo hago en muestra de agradecimiento – Protesto tímidamente.
-Lo sé... pero este será tu trabajo así que no quiero quejas – Sonrió dulcemente, a lo que Tamao no quedo de otra mas que asentir y sonrojarse a mas no poder.
- El desayuno está listo - Dijo Miyuki llamándolos cortésmente.
- Sí.
Ren se adelanto y pasaron al comedor junto a Jun. Mientras que Tamao aun se quedó en la sala solo suspiro, parecía que todo este asunto de tener empleo iría creciendo.
Continuara...
