El orgullo de un shaman.
Cap.8:.Tiempo compartido.
Toc, toc.
- Yo voy señora Miyuki -Exclamó sonriente Tamao saliendo de la cocina.
- De acuerdo n n
La chica se dirigió al recibidor.
¿Quién serÿ Ya es medio día. –Pensó Abriendo la puerta – Buenos días – Dijo al ver de quien se trataba
- Buenos días – Respondió con un tono frío y calculador.
- pase adelante.
: Muy buenos días profesor Chou – Saludó – Mi hermano lo espera.
: De acuerdo, me retiro – Dijo subiendo las escaleras.
La pequeña no despegaba la vista de aquel hombre.
¿Sucede algo Tamao?
- Él exige mucho... y el joven Ren debe estar cansado... – Habló con un tono de preocupación y al mismo tiempo de protesta.
Jun abrió los ojos de par en par, para luego reír por lo bajo.
¿Ah- Dijo extrañada.
- He,he...lo siento Tamao es solo que... – Trato de calmar su risa aunque su cara siempre mostraba una simpática sonrisa – No sabia que le tuvieses tanto cariño a mi hermano, para que te preocupes tanto por él.
¡Ahh! O o N-no señorita yo solo – Aunque lo estuviese negando parecía que su sonrojo no, la chica no tuvo mas remedio que callar e irse a la cocina con la excusa de lavar la bajilla, haciendo que Jun sonriera mas placenteramente.
¿Sucede algo Tamao? –Preguntó Miyuki al ver a la chica.
¿Ah¿Por qué lo pregunta?
: Te veo un poco roja ¿te sientes bien?.
- Oo N-no se preocupe – Giró ocultando su rostro.¿Qué es lo que me pasa? – Pensó quedando completamente callada.
Otro día normal en la mansión de los Tao transcurrió sin problema, luego de que Ren terminara sus lecciones, se dispuso a entrenar aunque está vez lo hizo en las habitaciones de entrenamiento.
Por otro lado, lo que hacía Jun era muy distinto, ya que si no estaba leyendo un libro, estaba tomando una taza de té, por esa misma razón Tamao se preocupaba mas por Ren o por lo menos esa fue su conclusión al tratar de explicar su constante nerviosismo al estar con él.
"RING" "RING".
¡Yo voy señora Miyuki! – Dijo Tamao terminando de limpiar los pisos
- Esta bien – Respondió mientras pasaba la aspiradora en las alfombras.
: Buenas tardes, Residencia de los Tao – Contestó lo más respetuosa posible.- Un segundo por favor... – Dejó la llamada en espera y subió las escaleras a la habitación de Jun
- Señorita Jun tiene... no está... – Susurró al no encontrar a Jun.
¿Para que la buscas-Preguntó una voz atrás de ella.
: J-joven me asusto creí que...
¿Para que la buscas?. –Repitió, parecía que nunca abandonaba una pregunta.
- Quieren hablar con la señorita Jun de la compañía en Otsu, parece que surgió un problema.
- Yo atenderé esa llamada.
: E-espere... creo que no debería ...esa llamada es de la señorita, puede que sea muy importante.
¡Mi hermana está cansada! – Exclamó mal humorado, dándole la espalda a Tamao. – y esos imbeciles no pueden hacer nada solos.
¿Esta cansada? –Susurró preocupada.
El joven de china, ya había bajado, para cuando Tamao llegó a la sala Ren ya había colgado, no sin antes darle instrucciones a Miyuki sobre algo.
: Tamao, te encargo mucho el resto del aseo – Sonrió Miyuki
¿Ah?
: Ella ira, en vez de mi hermana. Diga que se acepta la propuesta – Volvió a recordárselo a Miyuki.
- Como usted diga, joven– Se puso su chaqueta y tomó su paraguas ya que el cielo se estaba nublando completamente.
- La limosina ya debe estar fuera, según lo que me dijeron, Jun iba a regresar así que el auto estaría aquí.
Miyuki: Si, con su permiso –Salió por la puerta cerrándola detrás de sí.
- Joven...¿sabe donde se encuentra la señorita Jun?. – Mirándolo un poco preocupada.
: Solo está dormida – Respondió frívolo
¿Dónde? Talvez ella deseé que le lleve algo...
- No te metas ... – Interrumpió – En nuestros asuntos.
La pequeña calló, era lo mejor ya que Ren se notaba mucho mas molesto que antes.
¡Demonios¿por qué no deja de llover? – fijando su mirada hacia la ventana de la sala.
¿Aun así quiere entrenar?.
- Solo por ahora no entrenare de noche – Mirando su reloj que marcaba las 6.15 PM – no serviría.
- Eso es un alivio... le puede pasar algo – Luego de terminar su oración , cubrió su boca rápidamente mientras se ruborizaba¿Cómo podía haber dicho eso en voz alta?. El chico solo la miraba de reojo con una cara llena de confusión.
¿Qué hay para cenar? – Preguntó poniendo sus manos en los bolsillo de su pantaloncillos cortos y dándole la espalda a Tamao.
¡La cena! –Gritó
¿Quieres dejar de hacer escándalo! – El chico habló un poco espantado al oír de presto el grito de la pelirosada
: L-lo-lo siento es solo que...aun no la he hecho TT
Ren: hm...-Mirándola de reojo
: D-de verdad lo siento – De pronto la chica corrió hasta la cocina, no sin antes tropezar con un pequeño escalón entre la sala y el comedor.
PUM"
- Vaya esto si es tonto - Asomando un poco la cabeza para mirar a la chica que ahora yacía en el suelo.
¡Me dolió! – Dijo mientras se acariciaba la cara que estaba muy roja y unas pequeñas lagrimas salían de sus ojos.
La pequeña estaba con sus rodillas dobladas y aunque aun miraba el suelo, sintió que alguien estaba cerca así que levantó un poco su vista.
- Levántate – Extendiéndole la mano y mirando hacia una dirección opuesta.
¿Qué?.-Preguntó incrédula.
¡Tonta¿Acaso te quieres quedar en el suelo? – Dijo muy enojado y girando su vista hacia el piso para mirarla.
La pelirosada de pronto se había puesto muy nerviosa pero aun así, tomó la mano de Ren para poder ponerse de pie.
Cuando lo hizo, algo calló del bolsillo del delantal que Tamao andaba puesto.
¿Qué es eso? .-Viendo el objeto en el suelo.
: E-eso es mío...es mi pendiente ... –Se puso de cuclillas lo tomó y luego se puso nuevamente de pie sin haber soltado la mano del chico.
- oye... ¢ '¦lt;/p>
- si¿Qué es lo ... – bajó su mirada y miró las manos entrelazadas. - o.o l-lo siento. –Soltándose rápidamente.
Ren: ya no importa – Se alejó y se sentó en uno de los sofás de la sala
- Entonces...¿preparo algo para cenar?
: No tengo apetito – Respondió indiferente.
: Pero...si hace algunos momentos me pregunto si había algo...
: Eso no importa – Interrumpió – Yo solo preguntaba, para cuando mi hermana despierte.
: Debería...comer algo... – Dijo cabizbaja.
El chico la miró por un segundo, para luego girar su vista hacia otra dirección.
¿Qué hay para cenar?.
: A-aun no he preparado nada pero supongo que cuando la señorita despierte tendré algo...- Dijo con un aire de tristeza.
: No lo digo por eso...yo comeré algo – Sin mirarla.
¿E-enserio?.
No podía creerlo, después de todo parecía que el joven había aceptado ,a la pequeña pelirosada se le había dibujado una gran sonrisa que no podía ocultar.
: De acuerdo, yo lo llamaré cuando este lista
: No es necesario – Dijo un poco molesto mientras se adelantaba a la cocina.
Para cuando Tamao había llegado al antes mencionado lugar, Ren estaba ya sentado en el pequeño comedor que había en la cocina.
La pequeña se puso nerviosa por un momento, por suerte el chico estaba de espaldas a ella así que no podía verla cuando entró a la cocina. Tamao caminaba con sus manos delante de ella, tomadas una con la otra. Luego se puso delante del chico.
¿Desea algo en especial?
: Lo mismo de siempre -Dijo Ren en un tono indiferente.- Esta bien, como usted diga (Suspiro).
De verdad ella quería que le pidiese otra cosa que comer, pero a Ren siempre le gustaba comer lo mismo.
Después de 45 minutos, la cena por fin estaba hecha, en todo ese tiempo Tamao estaba de espaldas preparando todo, aunque podía sentir como Ren la miraba y a pesar que las miradas del joven ya no eran tan rencorosas siempre se mostraban molestas, al principio todos estos gestos asustaban a Tamao pero ahora mas bien la entristecían ¿Por qué?.
Colocó la comida en la mesa y puso un vaso con leche tibia al lado, nuevamente regreso a la estufa.
Lo primero que hizo Ren fue tomar un sorbo de leche.
: Es...leche tibia...pensé que era mejor ya que el clima empeora – Exclamó apenada.
¿Tu ya cenaste? – Pregunto sin hacer caso de lo primero que dijo Tamao.
: Si , muchas gracias por preguntar – Ruborizada. Luego tomó una taza y vació algo en ella, Tomó asiento en una de las sillas de la mesa.
Se había servido té y para el colmo de Ren se había sentado frente a él. Pero no tenía que reprochar, es decir él es quien se había sentado en ese comedor, cuando el tendría que comer en el comedor principal, pero la única razón por la que el joven hacía eso era para vigilar a la chica, él nunca confiaba en nadie y a pesar que solo era una tonta (según él) por lo menos debía observar lo que hacía.
Habían pasado casi 20 minutos, Ren ya había terminado de comer, solo seguía tomando leche, mientras que Tamao solía mirarlo en varias ocasiones, en todo ese tiempo no se habían hablado para nada y el clima comenzaba a empeorar la tormenta fue tan fuerte que muchos rayos caían.
Tamao cerró sus ojos fuertemente
¿Sucede algo? –Preguntó al mirar a la chica – No me digas que te dan miedo las tormentas ¿o sí? –Dijo burlonamente.
- S.-si – Respondió cubriéndose los oídos para no escuchar tan espantoso estruendo. Al levantar sus manos Ren pudo percatarse nuevamente de aquel objeto color azul ya que la chica lo andaba en la mano.
¿Por qué siempre estas con eso? ¢ '¦lt;/p>
¿Esto? – Señalando el pendiente y dejando de cubrir sus oídos.
: Sí ¦lt;/p>
: B-bueno – Comenzó a sonrojarse mientras miraba su pendiente – Cuando era muy pequeña...mi madre me entrego este collar...ella dijo que era un amuleto del recuerdo.
¿Qué quieres decir? –Preguntó muy intrigado aunque no quiso parecer curioso, así que trato de sonar frío.
: Mi madre decía que si el amuleto se lo das a un ser a quien quieres...este nunca te olvidara – Sonriendo – Creo que es cierto.
¿Quién eres en realidad? – Preguntó con cierto enfado.- Has pasado mucho tiempo aquí, exijo que me digas quién eres.- Interrumpiendo la anécdota de Tamao.
El silencio reino por algunos minutos, para luego escuchar la respuesta de la pequeña pelirosada.
- Co-como usted diga – Parecía que está vez no evitaría el tema de conversación – Yo...nací en Saitama...el nombre de mi madre era Kanako y el de mi padre Osamu...
: Es decir que ellos están muertos – Dijo sin ninguna expresión en el rostro, Tamao al mirarlo no podía comprender ¿cómo mostraba tanta frialdad?.
: Si...
¿Hace cuanto murieron?. – Cerró sus ojos , su voz se mostraba más frívola mientras que sus codos descansaban en la mesa.
: H-hace tres años...- Respondió con cierta tristeza mientras su mirada estaba fija en sus manos que estaban bajo la mesa.
¿Cómo fue que llegaste aquí?
¿A que se refiere?
: Tú lo sabes, no es común encontrar a alguien flotando en un río – Su tono se escuchaba sarcástico pero aun así no abría sus ojos.
: Cuando ellos aun vivían...conocieron a alguien...su nombre era...Miya, ellos me dijeron que debía estar con ella...pero cuando murieron...ella muy amablemente me ayudo así que... nos fuimos de Saitama y nos dirigimos hacia Shiga para situarnos en Ogi que como usted sabe...es el pequeño distrito rural que está a las afueras de este bosque...
: Si vives por estos rumbos ¿Por qué no vuelves? – Pregunto muy sereno mientras abría un poco sus ojos.
Tamao levanto la vista un poco asustada por el comentario.
¡Yo no voy a regresar ahí! – Gritó un poco nerviosa.
Otro silencio volvió a tomar aquella conversación, Ren parecía muy calmado, parecía estar pensando en algo mientras que Tamao estaba mucho más nerviosa, por esa razón levantaba su vista a cada momento para poder ver al joven.
: Lo...siento yo no quise...
- En ningún momento dije que te tenías que ir – Interrumpió , haciendo que Tamao levantara la vista de la sorpresa por tal comentario – Solo pregunte él porque no habías vuelto, a mi no me interesa lo que te haya pasado, solo quería saber por lo menos quien eres, pero... después de escuchar tus antecedentes ya me di cuenta que no eres ninguna amenaza.
: (Inclinó su cabeza con cierta tristeza)
: (Poniéndose de pie y dándole la espalda) No tienes porque hablar mas de tu pasado si tanto te molesta, y si lo deseas puedes quedarte aquí – El joven se retiró de la cocina , al terminar esta ultima frase.
Por unos minutos Tamao había quedado pensativa, y luego sonrió sin razón alguna solamente esbozó una sonrisa cálida que ni ella misma comprendía ...auque...talvez si...
¡Tamao!
Tamao¡Ahh¿Qué¿Qué pasa? Oo – Giró para ver de quien se trataba.
- Vaya, esa no es forma de saludarnos ®¦lt;/p>
Tamao: Son ustedes – Dijo con un suspiro de alivio al ver a Conchi y Ponchi
¿A quien esperabas?
¡Yo sé! Debe ser su nuevo amor – Rió picaramente.
¿Amor! –Preguntó exaltada y ruborizada.
¿Qué amor? – Preguntó, entrando a la cocina.
: Se-señorita Jun o.o
Conchi y Ponchi: Es Jun!
: Hola n ñU- Que bueno que despertó
¿Desperté? Oo?
¿Acaso no estaba dormida?
¿Ah?
: Eso fue lo que dijo el joven Ren
¡Ah! Si claro, pero eso no importa – Dijo un poco nerviosa, a lo que Tamao encontró muy sospechoso.¿Por qué Conchi y Ponchi gritaban sobre amor?.
Tamao se escontraba completamente ruborizada.
¡Eso es porque...
Pum
De un solo golpe aquel Zorro ya estaba dentro de la tablilla de la joven.
: No-no es nada – Ruborizada. Por alguna razón, Tamao no quería que ellos dijeran algo de eso, aunque no sabia exactamente de lo que hablaban esos dos espíritus.
¿Por qué lo haces?
Tamao: . Ustedes molestan demasiado.
: Oo Pero...¿qué les pasara? – Pensó Jun.
Es extraño... sin darme cuenta...el tiempo transcurría muy rápido en este lugar aunque... no me incomodaba, mas bien sentida una calidez como...en una familia, la señora Miyuki siempre parecía estar de buen humor y trataba siempre de dejarme menos trabajo, aunque... yo le dejé muy claro el que yo también trabajaba en este lugar , la señorita Jun siempre aparecía con esa simpática sonrisa haciendo que me sintiera muy cómoda... poco a poco me di cuenta de sus grandes habilidades como el de ser una Taoísta, la verdad me daba mucho miedo ya que en varias ocasiones pude apreciar sus técnicas...aun así ella tenía la misma idea que el joven ... los espíritus solo son herramientas ... cuando miraba a Conchi y Ponchi me daba la impresión que eran mis amigos...y no objetos pero...nunca les hice saber mi punto de vista, yo sabía que no era la persona indicada para eso, Luego está el joven Ren ...es una persona que parece nunca cambiar esa expresión de frialdad, pero parecía que cuando pasaba momentos tranquilos con la señorita Jun ...supongo que se le veía sonreír... el joven no es como otras personas...él no expresa lo que siente abiertamente, es por eso que mostraba una dulce sonrisa cuando estaba con Jun...así expresaba su sentimiento hacia ella.
Al ver eso... no podía evitar estar feliz por él ...parecía que el joven quería vivir de esa manera...pero , su semblante cambiaba mucho cuando recibía ciertas llamadas que luego me di cuenta de quien se trataba...Parecía que era de su familia que se encontraba en China...por esa razón, no me gustaba que recibiera esa clase de llamada. Han transcurrido 6 meses mas y la verdad me gusta estar con ellos...y sé que no puedo evitar cierta simpatía por la señorita Jun aunque...también por el joven...a veces me daba la impresión...de que ya estaba acostumbrado el verme por esos alrededores, lo digo por la manera en que no me miraba con odio o con molestia ...si no mas bien era una mirada serena...que parecía no darle importancia ...Pero... no quería que me viera de esa manera ...
Supongo que el joven expresa lo que siente con su mirada...entonces ¿Será que aun me odia? ...la verdad no puedo creer, que me sienta de está manera solo por él...¿Por qué¿Por qué siento esto? Será que ...no, no puedo...es decir, no ...ni siquiera...
¿Dónde estoy?... está oscuro...¿Por qué?.
Era un salón muy grande y oscuro, pero había una luz en el centro
¿Quién esta ahí? – Preguntó , viendo una silueta en medio de aquella luz.
¿No te parece que este lugar es cómodo?
¿Me hablas a mí? Oo – Dijo acercándose para ver de quien se trataba.
Paso a paso, se iba acercando pero de pronto de topo con...
¿Qué¿Un durazno gigante! Oo
El durazno tenía una carita muy dulce y parecía sonreírle a Tamao, este era mucho más grande que la chica.
De pronto la silueta giro para salir de entre las sombras y mostrar sus rostro.
¿J-joven Ren? Oo
: Esto es inservible – Sonrió malévolamente , luego sacó su cuchilla y apuntó a la fruta , partiéndola en varios trozos.
¿Po-porque?...
¡TAMAO!
¿Ah? –Comenzó abrir sus ojos.
- Estabas hablando dormida –Dijo Conchi acercándose.
: Parecía que tenías una pesadilla
La chica abrió los ojos de par en par para luego sentarse en la cama...
- Señor...durazno... – Susurro mientras cabellos cubrían sus ojos.
Conchi y Ponchi¿Señor durazno?
: Pobre señor durazno TT
Conchi y Ponchi ¿Qué!
La chica se levanto y se comenzó a vestir con su cara un poco triste. Salió y cerró la puerta detrás de si.
: Buenos días –Dijo sonriente Jun.
: B-bueno días – Dijo sin muchos ánimos¿Sucede algo?.
: No se preocupe solo fue un mal sueño n ñ
¿Qué hacen paradas en medio del pasillo? Acaso no se dan cuenta que obstruyen el paso – Dijo un poco frívolo.
: Sí, bueno días para ti también Ren.- Jun, Sonriendo como siempre.
Tamao se quedó viéndolo por un largo rato con una cara un poco seria.
¿Qué es lo que pasa? ¢ '¦lt;/p>
¡Hasta en los sueños es malo conmigo! –Dijo enojada mientras bajaba las escaleras.
¿Ah? Oo
: y ahora ¿Qué es lo que le pasa? – Preguntó extrañado el joven.
- Parece que fue un mal sueño – Llevando una mano a su barbilla.
: Que tontería ú 'úU
Continuara...
