El orgullo de un shaman.

Cáp. 9: Malas noticias

: Muy bueno días pequeña Tamao -Sonrió Miyuki.

Exclamó la mujer al notar la presencia de la pelirosada

: (Suspiro) Bueno días

¿Pasa algo?.

- Nada, solo...no pude dormir bien -U

: Hm... lo mejor será que yo prepare el desayuno – Exclamó con tono de preocupación.

: No, no, para nada, yo también ayudare, es mi trabajo.

- Pero...

- Le agradezco que se preocupe por mí, pero no me pasa nada grave

- Esta bien –Sonrió.

Ambas tomaron su delantal y se lo colocaron para así seguir con su trabajo. Todo empezaba como un día común en aquel lugar, Miyuki preparando el desayuno, Tamao ayudando a poner la mesa y los utensilios aunque...parecía que en cuanto cocinar necesitaba ayuda de Miyuki, para algunas instrucciones. Así pasaron algunos minutos para que estuviese listo el desayuno, estuvieron tan ocupadas que Tamao olvido por completo el enojo que andaba tiempo atrás.


: Creo que no deberías esforzarte – Dijo Jun mientras estaba sentada en uno de los sofás de la sala.

¿Qué te hace pensar que es un esfuerzo? – Preguntó en tono de burla. El joven estaba apoyado en la pared junto a la ventana con sus brazos cruzados.

- Sabes a lo que me refiero – Mostró una cara mas seria.- Has estado entrenando en esté lugar por mucho tiempo...pronto será hora.

¿Y eso que? – Mirando hacia un lado opuesto al de su hermana – Ese es mi deber

: Lo sé...tendremos que dejar todo estos momentos – Inclinó su cabeza un poco triste.

El joven shaman giró para ver con cierta sorpresa a su hermana.

Jun: (Levantando su vista para mirar a Ren con una media sonrisa) Me preguntó...si será correcto pensar de está manera.

: Hermana...

¡El desayuno está listo! – Entrando a la sala e interrumpiendo la escena.

: Bueno... a desayunar – Mostró una sonrisa forzada y se retiro.

Tamao y Ren la siguieron con la vista hasta que entró al comedor.

¿Acaso le pasa algo a la señorita? – Poniendo sus manos en el pecho.

El chico no respondió, solamente se dispuso a retirarse hasta que sintió que alguien halo de su camisa.

: D-disculpe si lo molesto pero... de verdad quiero saber lo que le pasa a la señorita – Mostrando una cara muy preocupada

El joven abrió mucho sus ojos, de la sorpresa al verla de esa manera, así que giró dándole la espalda.

: No te preocupes ella estará bien.

: Pero...

: Ella esta bien – Interrumpió – No debes ponerte triste. –Trató de decir esta ultima frase con mucha indiferencia.

: Si usted lo dice...entonces está bien – Sonriendo por lo bajo y ruborizándose un poco.

El chico estaba apunto de irse, cuando escucho un sonido que lo obligó a quedarse.

"RING, RING"

: (levantando el teléfono) Buenos días residencia... –De pronto la chica fue interrumpida, para luego pasar rápidamente el teléfono a Ren.

¿Quién es? – Mirándola de reojo

: Es... de parte de su padre.

Rápidamente el joven tomó el teléfono. Tamao al notar esa expresión de completa seriedad en la cara del chico, se retiró.


¿Sucede algo señorita? –Preguntó Miyuki mientras servía el desayuno.

: Supongo...que el plazo termino –Dijo con cierta nostalgia.

Miyuki pareció entender lo que pasaba, con esas simples palabras. En ese instante Tamao entró al comedor.

¿Dónde está Ren?.

- Está atendiendo una llamada telefónica.

¿Ah¿Quién es?

- Esa persona me dijo que tenía un mensaje urgente para el joven Ren de parte de su padre.

Jun y Miyuki quedaron completamente petrificadas al oír aquello. Pero rápidamente la joven de cabellos verdes, salió de su trance

- Con permiso –Se levantó rápidamente y se dirigió a la sala.

¿Acaso es tan malo? –Susurro

- No te preocupes – Recogiendo los platos – Todo lo que hacen es su obligación.

- Es la primera vez...que escucho que una llamada proviene del padre del joven Ren y la señorita Jun, Por esa razón...me preocupo aun más – Su mirada fija en el suelo.

-sonrió, se acercó a ella y le dio una palmada en el hombro.

- Vamos, apresúrate - Dijo mirándola de perfil, antes de retirarse del comedor.- Tenemos que limpiar

- Si, tiene razón - Sonriendo.


- (Colgando el teléfono)

¿Ya es hora?.

- (mirándola de reojo) Si, tenemos solo tres días.

- Bueno...no existe otra alternativa – Habló con un tono un poco triste.

- Él quiere ver mi progreso. – Mirando directamente a su hermana.

-Sí...lo sé...Pero...

- No te preocupes por ella – desviando su mirada.

¿Ah?

- Ellos no le harán nada.

¿Lo dices por Tamao? Oo

- (Brazos cruzados) Sé que te preocupas mucho por ella, no es necesario, está trabajando para nosotros, así que no la lastimaran.

- Eso es un alivio ... –Sonriendo dulcemente.

- No comprendo tu actitud –Dijo molesto.

- Pero... a pesar de eso... tu también decidiste ayudarla.

- No digas tonterías, yo solamente la ayude porque me lo has pedido.

Jun¿ha sido por mí? ...Te lo agradezco – Sonriendo.

- Me voy a entrenar – El joven se retiro con su cara muy sonrojada, parecía que había hablado de más.

¡Espera!

-(Deteniéndose , y mirándola por la altura de su hombro)

- A veces...me da la impresión de que él ayudarla... no solo es por mí

¡No insinúes tonterías! – Dijo alterado mientras un leve rubor cubría sus mejillas.

Jun parecía que siempre avergonzaba a Ren de una u otra manera.

- Bueno lo mejor será avisarles (Suspiró)

- Has lo que quieras yo me retiro. - siguió su camino y subió al segundo piso.

- Lo mejor es que les dé la noticia en el almuerzo – Susurró.

¿Noticia?

De inmediato Jun levantó la vista para averiguar de quien se trataba.

¿Ah?

: L-lo siento no fue mi intención entrometerme.

: No te preocupes, de todas maneras debes saberlo.

¿Saber que?

: Quiero que llames a Miyuki, ambas deben saberlo.

: C-como usted diga – Se retiró con una gran confusión aunque pronto sabría lo que querría Jun.


: Ya me canse...que siempre moleste con lo mismo – Dijo enfadado mientras golpeaba un saco de arena con puñetazos y patadas.

¿Acaso está confundido? – Preguntó el espíritu quien había salido de la tabla mortuoria.

: (deteniendo su ataque) No digas tonterías – Susurro aun más molesto. Mientras colocaba una toalla en su cabeza.

: (regresando al interior de la tabla).

¿Confusión? – Susurro para sí, inclinando la cabeza, provocando que la toalla cubriera sus ojos – No se me permite estar confundido.


¿Desea algo señorita? – Poniéndose frente al sofá donde Jun estaba sentada.

: Si – Habló mas seria mientras se ponía de pie.- Efectivamente, enviaron un mensaje de parte de nuestro padre.

Miyuki y Tamao se sorprendieron un poco, pero aun así siguieron sin decir ni una palabra.

: El entrenamiento de mi hermano Ren a concluido en este lugar, por lo tanto debemos regresar a china.

¿Regresar...? – Susurro para sí misma.

: (Suspiro) ¿Cuándo partirán, señorita?

: Dentro de tres días – Dijo mirándolas seriamente.- Por esa razón , Miyuki, ayúdame a preparar mis cosas.

: Como usted diga – Mirando de reojo Tamao, quien ya había puesto un semblante muy triste.- Bueno entonces me retiro, estaré preparando las cosas en su habitación.

: Esta bien –Sonriendo, para luego fijar su mirada en la pequeña.

: En verdad...¿sé Irán de aquí?

: Tamao... – se acercó a la ventana, dándole la espalda a la pelirosa – Hay Muchas responsabilidades de por medio... y Ren debe cumplirlas todas.

Al oír el nombre del chico, Tamao levantó un poco la vista.

: Nuestra familia debe cumplir una gran tarea. Y Ren es el heredero de toda nuestra dinastía.

: Entonces...quiere decir... ¿Qué el joven...no puede tomar sus Propias decisiones? – Preguntó tímida y a la vez triste.

: (Giró para mirarla a la altura de su hombro) Aunque parezca cruel, ese es su destino.

¿Usted volverÿ –Preguntó cabizbaja.

: (Mirando a través de la ventana) Si, además...quisiera regresar, he pasado buenos momentos en este lugar.

Tamao: Y...

: Con respecto a él – Interrumpió – No estoy segura...ya que si regresa a china, puede ser que se quede para siempre, esa será decisión de mi padre.

¿Para...siempre? – Susurro, pero está vez levantando una mirada de angustia.

: Pero...- Acercándose a Tamao mientras muestra una gran sonrisa – Puedes preguntárselo a él

: Oo ¿Q-que?

¿Por qué no le preguntas si él quiere regresar, así sentirás alivio o ¿me equivoco?

¿Ah? Oo ¡N-no no es por eso! – Levantando el tono de su voz, gracias al nerviosismo.

¿Por qué es entonces? – Sonriendo maliciosamente.

: (Dándole la espalda, mientras llevaba las manos a su pecho) E-es que...usted dijo que regresaría ...eso me alegra...aunque también...quisiera que...es decir...

Algo era obvio, Tamao no sabia como mentir, eso hacía que Jun sonriera aun más triunfante.

- T-tengo que ir a limpiar – Salió corriendo hacia la cocina.

: (Sonriendo burlonamente) Lo mejor es que vaya ayudar a Miyuki – Se dijo.

¿Q-que me sucede? – Se pregunto a sí misma, mientras miraba su reflejo en el agua que estaba en una sartén – Aun estoy muy roja...¿por qué?.

¿Estarás resfriada?

Tamao: Oo ¿AH?

¿Por qué siempre gritas cuando nos ves? ‚

¡porque siempre me asustan! – Dijo molesta a los dos espíritus.

: De acuerdo, de acuerdo.-Dijo Ponchi.

- Solo veníamos porque...queremos salir.

¿Salir? Oo

: Veras, somos fanáticos de los kimonos ¿Correcto?

: Correcto o

: Así que queremos salir a investigar un poco los alrededores, talvez encontremos algo de nuestro gusto –Rió picadamente.

: Bueno...si eso quieren o o'U

¡Bien, volveremos pronto.

: Por lo menos...no me molestaran por un rato –Suspiró aliviada

: Me pareció oír voces – Dijo Miyuki entrando a la cocina.

: S-señora Miyuki ¿Tan rápido ayudo a la señorita Jun?.

: No, la señorita, esta haciendo unas ultimas cosas así que más tarde iré a ayudarle

: Comprendo... – Tono triste.

: Es inevitable que se marchen ... los extrañare mucho.

: si...

: Es mejor terminar todo, solo faltan dos días

: Solo...dos días -Susurro

: Aunque la buena noticia es que la señorita regresara

: Si, eso me da algo de alivio.

- Pero, no estamos seguras sobre el señoriíto Ren.

: ...- Inclinó su cabeza.

: Entiendo...-Esbozando una cálida sonrisa.

¿Ah? –Preguntó confundida mientras levanta su mirada

: No, no es nada, Por cierto ¿con quien hablabas?

: Hace unos momentos estaba con Conchi y Ponchi.

¿Te estaban molestando de nuevo?

: No, solo querían salir.

¿Salir?

: Si, a ver unos kimonos, pienso que deben gustarles mucho

¿Ellos te dijeron eso?

: Si -Sonrió

: (Riendo por lo bajo) Eres muy ingenua.

¿Ah¿Por qué lo dice? Oo

: hehe, no es nada, Lo mejor es terminar los quehaceres de la casa

: Si...esta bien

Continuara ...