El orgullo de un shaman.

Cáp.19: De nuevo a la infancia.

Había pasado una larga semana desde aquel incidente, y las cosas estaban algo tensas. Tamao parecía huir siempre de Ren, cambiando la conversación o incluso ni siquiera mirarlo, Jai por su parte trataba de volver acercarse al joven pero era difícil ya que lo que había ocurrido solo causaba mas confusión dentro de él.

Como todos los días desde aquel encuentro con Ashura, Ren salió a entrenar el doble cerca de un pequeño lago que se encontraba situado en medio del bosque, también lo hacia para tratar de relajar su mente de todo aquello que lo aquejaba.

¡Chuuka - zanmai! –Gritó derribando seis árboles al mismo tiempo con tan increíble ataque.

¿Le ocurre algo señoriíto?

¿Por qué lo preguntas?

- Normalmente cuando utiliza su técnica más poderosa un gran poder espiritual emana de usted, si embargo pareciera que desde hace algún tiempo está distraído de su entrenamiento.

El chico quedó un poco sorprendido, pero el espíritu tenía razón. Él no estaba completamente concentrado, luego de que prácticamente los sentimientos de Jai por él fueron revelados no sabia que responderle porque solo estaba confundido y más aun el extraño alejamiento de Tamao, quien miró completamente todo ¿Acaso eso fue lo que le habrá afectado?. Varias cosas surcaban por su mente en ese momento.

¿Señoriíto?

- No ocurre nada –Sacudiendo su cabeza y volviendo a la posición de combate.

Miyuki estaba limpiando la mesa cuando fijó su mirada en la chica que estaba a su lado arreglando algunos objetos en el recibidor.

¿Qué es lo que pasa? –Volvió a mirar la mesa que estaba limpiando.

- No es nada no se preocupe – sonrió con dificultad.

- No me engañas –Aun sin despegar la vista de la mesa – con esa sonrisa que tratas de fingir.

La pelirosa la escuchó atentamente para luego inclinar su cabeza dando a entender que no quería hablar del tema. En ese momento Miyuki no pregunto nada más.

La puerta de la entrada se abrió de pronto, haciendo ruido tanto Miyuki como Tamao salieron a verificar de quien se trataba.

Miyuki y Tamao: Bienvenido de nuevo. –Inclinándose.

.: Gracias –Sonrió Ashura

¿Cómo estuvo el entrenamiento?

- Lo normal, nada del otro mundo.

¿S-solo usted viene? –Preguntó con timidez y preocupación.

- Creo que sí –Parpadeo varias veces.

¿A que te refieres Tamao?.

Tamao: (Inclinando la cabeza ruborizada)

- Hm... creo que lo sé – Dijo Ashura con seriedad.

La conversación fue interrumpida al notar que alguien estaba moviendo la puerta para abrirse paso.

El joven de cabellos violáceos entró pero luego se detuvo al mirar a los tres casi frente a él.

- Pensé que te tardarías mas –Sonrió burlón.

- No estoy de humor para tus tonterías.

Miyuki: Bienvenido de nuevo.

- Bi-bienvenido...de nuevo –Dijo cabizbaja.

Ren se quedó mirándola por largo rato, pero luego Ashura lo sacó de sus pensamientos.

- Vaya, estoy un poco cansado –Sentándose en el sofá.

Miyuki siguió con la mirada a Ashura mientras que Tamao y Ren aun estaban frente a frente, ella mirando el piso y él mirándola directamente, al notar que ella nunca lo miraría decidió hablar.

- Miyuki¿Aun no vuelve mi hermana y Jai?.

Tamao se asombro por la pregunta y decidió irse de aquel lugar sin decir ni una sola palabra.

Todos la observaron ¿Qué era lo que sucedía, de inmediato Miyuki y Ashura dirigieron su mirada al chico de cabellos negro violáceos.

¿Por qué me miran así? –Preguntó con molestia entendiendo el mensaje de los presentes.

- Joven Ren¿Le ha hecho algo malo a Tamao? –Preguntó con respeto.

¿Qué! –Respondió molesto.

- Bueno... es que estos últimos días a estado muy distraída casi no sonríe y no me a dicho la razón.

Ren quedó un momento pensativo y mirando hacia la dirección en que la pelirosa se había marchado ¿Por qué estaba actuando así? La única respuesta que se le venía a la mente era...

- Espero y no le hayas lastimado de alguna manera –Dijo mirando de frente a Ren.

- No digas tonterías, no le hice nada –Exclamó mucho más molesto, subió las escaleras perdiéndose de vista.

Miyuki miró con preocupación a Ren, y Ashura por su parte decidió seguirlo.

- Tonterías –Murmuraba mientras caminaba por los pasillos.

- Señoriíto¿Qué cree que le esté pasando a Tamao?.

- No lo sé –Contestó molesto. Entró a su habitación.

Cuando lo hizo miró un pequeño portafolios sobre la mesa de la pequeña sala de su alcoba.

- Esto...

- Es mío –Dijo Ashura entrando a la habitación y cerrando la puerta detrás de él.

¿Qué es lo que quieres? –Mirándolo de reojo.

- He venido por mi portafolios.

- No mientas ��

Ashura tomó el portafolios y sentándose en el Sofá lo abrió sacando un frasco, en él había liquido.

Desplegó su arma con tres cuchillas y comenzó a colocar unas gotas del liquido de ese frasco sobre el filo de su arma.

Ren lo miró de reojo.

¿Quieres saber lo que es?

- No me importa, solo dime a que has venido.

¿Qué es lo que le has hecho?.

- Ya he dicho que nada –Exclamó molesto comprendiendo lo que estaba hablando el chico.

- Si entonces no le hiciste nada ¿Por qué esta así? –Pregunto aun agregando gotas al filo de su arma.

- No lo sé y no me importa –Contestó fríamente mirando hacia otra dirección.

- No es bueno fingir demasiado – Sonrió con malicia. Se acercó a la puerta para salir de la habitación, pero alguien se adelanto abriéndola y golpeando al chico de ojos oscuros haciendo que soltara el frasco y cayera sobre Ren empapándolo todo.

- Idiota mira lo que hiciste –Dijo Conchi al otro.

¿Qué yo hice? Tu empezaste la pelea.-Respondió Ponchi

- Tal parece que estos dos estaban peleando – Sonrió aunque luego se asusto al mirar a Ren, no fue por su expresión de "los voy a matar" mas bien fue por él liquido que cayó sobre él.

Los espíritus aun seguían discutiendo para descubrir al culpable y Ren por su parte tenia los puños apretados, parecía estar murmurando algo.

¡Diez! –Gritó, desplegó su cuchilla y mandando a volar de un golpe a los dos espíritus.

- Señoriíto¿estaba contando hasta diez?.

- Cállate Bason �' '�

- Ejem...Ren ¿No te sientes extraño?

¿Por qué?.

- (Señalando lo empapado que estaba)

- Tu frasco solo traía agua¿Acaso es algo malo? –Preguntó Ren con una ceja alzada.

- Creo que no –Sonrió. – Ahora lo malo es que tengo que traer más.

- Hm... ��

- Me voy –Dijo saliendo de la habitación.

Ren suspiro estaba agotado, no por el entrenamiento mas bien por todo alrededor sin embargo de pronto el sueño lo domino fue extraño ya que no estaba tan agotado como para que de pronto le diera sueño, pero aun así se tendió en la cama y quedó profundamente dormido, Bason por su parte notó muy extraño aquello pero pensó en que solo es cansancio así que salió de la habitación.


La noche por fin había caído, Jun y Jai habían vuelto a casa y se preparaban para cenar .

Todos estaban en el comedor excepto Ren, Tamao y Miyuki estaban sirviendo la comida hasta que Jun habló.

¿Dónde está mi hermano? –Preguntó Jun con extrañeza.

De inmediato Tamao y Jai también se dieron cuenta que no se encontraba ahí.

- Debe estar dormido.-Respondió Ashura.

Tamao y Jai¿Dormido?

- Cuando estaba bajando, decidí ir a verlo y estaba profundamente dormido.

Tamao y Jai tenía una expresión de preocupación pero luego ambas cruzaron miradas, Tamao se sonrojó y giró su vista muy seria y Jai suspiro y miró su plato con comida pero sin apetito.

- No pasa nada debe descansar –Sonrió Jun tratando de alegrar a las jóvenes.

- Si, eso debe ser –Sonrió sin mucho animo y se retiro al igual que Miyuki.

Aun con el ambiente silencioso todos pasaron la cena como si nada, y luego fueron a dormir.


La mañana estaba apareciendo y los rayos del sol trataban de entrar a la habitación.

Un pequeño bulto en una cama se movía de un lado a otro por los molestos rayos que iluminaban su pequeña cara.

Poco a poco abrió sus ojos con dificultad, acerco sus manos a su rostro pero luego se detuvo y las miró... ¿Qué estaba pasando?.

El joven de ojos dorados salió de su cama para ponerse de pie, su ropa estaba muy grande.

Sus ojos mostraban mucho asombro, luego apretó fuertemente su puño y salió de la habitación aunque con dificultad ya que la ropa estaba muy grande.

Caminó rápidamente por los pasillos y se detuvo en el cuarto de Ashura, de un solo golpe abrió la puerta.

¡Ashura! –Gritó despertando al joven un poco mareado.

- Que diablos...¿Quién hace tanto escándalo?.

¡Idiota¿Qué era lo que estaba en el frasco? –Preguntó saliendo de sus casillas.

¿Qué! Eres tu...?

¡Claro que soy yo!

¿Por qué tanto ruido? –Exclamó entrando a la habitación.

¿Ya estabas despierta?.

- Sí, desde hace muy temprano, pero que...

La chica de cabellos verdes quedó sin habla al ver al pequeño que estaba al lado de Ashura, esa figura ya la conocía muy bien, era un niño que parecía de seis años.

¿R-ren? –Preguntó casi sonriendo.

- Si, soy yo – Dijo sonrojado para luego mirar a Ashura ¿Qué era lo que contenía ese frasco?.

¿Qué te hace pensar que fue el frasco?

¡Idiota! No me imagino que por entrenar hubiera vuelto hacer un niño.

¡Por eso te pregunte si te encontrabas bien cuando te mojaste!.

¡Eres un estúpido! Como iba a saber que el agua me tendría que afectar, además tu no dijiste nada –Estaba molesto.

¡Cállate chiquillo!

¿A quien llamas chiquillo? –Dijo con una vena saltada.

¡ Los enanos de solo 6 años son unos chiquillos!.

¡Basta ya! –Intervino Jun.

Ambos dejaron de discutir de inmediato y callaron por un buen rato.

- Dime Ashura ¿Qué fue lo que pasó?.

- Por un accidente ayer, mojé a Ren con un poco del agua de Erhai.

¿Agua de Erhai? –Preguntó con curiosidad.

- Eso es...

- Si, es el agua sagrada que se encuentra en yunnan.

- Si no me equivoco ahí hiciste tu entrenamiento. –Exclamó con seriedad.

-Así es –Poniéndose de pie – Para regenerar mi arma se me permitió tomar un poco del agua de Erhai, sin embargo se me advirtió que está solo se usaría para recuperar el poder de una arma.

¡Entonces ¿Qué me pasó!

- Es...No lo sé –Sonrió

¿Cómo se puede recuperar?.

- Cuando le coloco esa agua a mi arma normalmente pasan 6 días hasta que la vuelvo a utilizar, es por eso que mi técnica especial solo puede ser utilizada tres veces –Dijo mirando con cierta seriedad a Ren.

- Entonces...debe estar así por ¿seis días?

- Ejem...creo que en tu caso serian por lo menos 40 días.

¿Qué!

¿Por qué? –Preguntó sombrada.

- Yo he dicho que mi arma tarda seis días en rejuvenecerse por un par de gotas que le agrego en cambio en ti calló mucha mas cantidad, mas o menos calculo esos días

¿Y si no funciona?.

- Claro que debe funcionar es decir ese liquido no es permanente.

- Entonces...¿esperaras?.

- No tengo otra opción –Exclamó molesto.

- Hm... –Mirando la puerta –Tal parece que no has perdido toda tu fuerza y tampoco tus recuerdos.

Ren lo miró de reojo.

- Lo correcto es no decirles a los demás, es decir trata de comportarte como un niño.

¿Ah?

¿De que estas hablando! – Preguntó un sorprendido Ren.

- Se preocuparían mucho, además así no te dará tanta vergüenza –Sonrió.

El chico lo pensó momentáneamente, en algo tenía razón su hermana, todos se preocuparían, pero si fingía no recordar nada hasta tendría tiempo de colocar la mente en su lugar.

- (Suspiro) Acepto.

- Muy bien hermanito –Sonrió – Lo mejor es que vayamos a comprar ropa de acuerdo a tu edad.

-No, espera un... – Era muy tarde ya que Jun se lo llevó de aquel lugar sin mas que decir. Pidió un taxi y se marchó con el chico de muy mal humor, pero simplemente no podía negarse a las peticiones de su hermana.


- Buenos días joven Ashura.

- Buenos días.

- Se ha levantado muy temprano.

- Si, es que me despertaron.

- Entiendo, yo también me levanté muy temprano pero fue por algunos ruidos, pensé haber escuchado la voz de un niño.

- En serio -Dijo sonriendo con dificultad.

- Sí

- A propósito –Cambiando la conversación ¿Jai aun no despierta?

- No, aun no –Dijo con cierta nostalgia.

- Duerme como una roca.

¿A quien llamaste roca?

- A nadie.-Sonrió

-Cuida tus palabras.

- Bueno días...señorita Jai.

- Buenos...días –Respondió con cierta incomodidad.¿Aun no despierta Ren?.

- No – dijo cabizbaja.

La conversación se interrumpió al oír el timbre de la puerta.

- Yo voy –Dijo retirándose con respeto.

Cuando Tamao abrió la puerta pudo ver a Jun y a su lado...

¿Un niño?.

El pequeño estaba con una camisa de mangas muy largas que llegaban hasta cubrir casi por completo sus dedos y unos pantaloncillos cortos, le daba un aspecto adorable.

Tamao se puso de rodillas para mirarlo detenidamente, ese pequeño le causaba algo familiar, al verla tan cerca el chico solamente se sonrojó y giró su vista hacia otra dirección.

- Conozco esa expresión...¡Joven Ren! –Gritó con sorpresa.

¿Qué?.-Dijo Jai sorprendida.

- Parece que lo descubrieron n ñ

¿Qué está pasando aquí? .

- Te explicare –Dijo tomando asiento y metiendo muchas bolsas que la mayoría traía Ren.

Continuara...