El orgullo de un shaman.
Cáp.24:Confesión...
Jo-joven Ren...
Te pregunté que haces aquí.
Solo visitándola –Sonrió.
¿Por qué no dejas de molestarla de una buena vez? –Preguntó Ren con sarcasmo y enojo.
No comprendo porque te sueles enfadar ¿Acaso ella te importa mucho? –Sonrió con malicia.
Al oír aquello Tamao no despegó la vista de Ren, tenía que saber que era lo que pensaba de ello.
Te conozco muy bien Ashura y sé que solo lo haces por jugar –Dijo Ren cambiando el tema.
¿Así? –Preguntó Ashura colocando su mano en la cintura de la chica y acercando su boca rápidamente a la suya.
Al notar esas intenciones, Ren abanicó su cuchilla rápidamente para evitar ese contacto, claro que Ashura lo esquivó mucho mas rápido.
¿Por qué lo detienes? Solo quería probarte que no estaba jugando –Dijo con cinismo.
Tamao lo miró con mucho sonrojo mientras tocaba su labios.
Por lo menos pude rozarlos, aunque te prometo un beso mejor así como el de la mejilla –Río.
�¿De que estas hablando! –Preguntó molesto Ren.
Ashura Sonrió mucho mas desafiante
¿por qué tanto alboroto?.
Se-señora Ran... –Exclamó nerviosa Tamao al ver a la señora ahí.
No es nada –Inclinándose como muestra de respeto.
Ren no hizo nada, pero no despegó la vista del joven de cabellos oscuros.
Aquí está lo que quiero –Le dijo a la señora.
¿Es a ella? –Señaló con un gesto a Tamao.
¿Qué-Exclamó Ren confundido.
Tamao llevó las manos a su pecho ¿De que estaban hablando?.
No solo pelearé por la dinastía, si no que luego de eso tomaré a Tamao como prometida.
Tamao y Ren¿Qué!
Pero esa no es mi...-Balbuceó Tamao.
Tu prometiste estar bajo nuestras ordenes ¿No es cierto?.-Aclaró Ran.
S-si
Pues entonces tu serás la prometida de Ashura y tienes que aceptarlo.
¡No salgan con tonterías¡No pueden obligarla!.-Dijo Ren.
Esta bien... –Intervino sorprendiendo a Ren.- Como...ustedes digan.
¡Que tontería! –Dijo Ren saliendo de la habitación y azotando la puerta al salir.
Joven Ren –Corrió siguiéndolo.
Que extraño es todo esto –Sonrió Ran
Y se me hará mucho mas difícil, si quiero estar con ella –Respondió Ashura sonriéndole.
El chico salió del palacio de muy mal humor pero aun así la pelirosa intentaba seguirlo ¿Por qué se enfado tanto¿Acaso Ashura tenía razón en sus palabras¿Para él, ella era importante?.
El chico entró a unos jardines delanteros que mas bien parecían bosques debido a la gran cantidad de árboles. El joven se detuvo al llegar a un pequeño riachuelo.
¿Qué es lo que quieres? –Preguntó sin dejar de darle la espalda.
'¿Sus- sucede algo? –Preguntó con timidez
¿Por qué aceptaste? –Exclamó enojado.
Eso es porque...la señora Tao tiene razón, yo he aceptado estar con ustedes y aceptar sus ordenes pase lo que pase por eso...si ella me pide eso...no puedo negarme...-Dijo cabizbaja.
Si, claro –Exclamó sarcástico.
Joven Ren... ¿Por qué se enfadó tanto?.
Eso no te interesa.
Creo que si...puesto que yo soy la involucrada –Dijo con timidez.
Esta vez ella tenía toda la razon.
Eso ya no tiene importancia, trata de cumplir tus ordenes y no interrumpiré si ese idiota te besa –Dijo mucho mas molesto.
¿Qué si el me besa? Pero él no ha hecho nada.
¡Tu siempre lo defiendes! –Gritó molesto mirándola.
�¿De que habla! – Dijo un poco molesta, eso sorprendió un poco a Ren pero aunque fuese esta la primera vez que estaban discutiendo, por lo menos no perdería.
¡Tu lo sabes perfectamente!
¡Ni siquiera me beso, además yo no quería que lo hiciera¡En cambio usted... –Dejando de gritar – Usted ...se beso con la señorita Jai.
El chico se sorprendió aun mas y luego miró al piso.
¿Se puede saber porque te molesta tanto?
¿Se puede saber porque a usted también?
Ambos quedaron viendo fijamente a los ojos del otro, un extraño sonrojó los invadió y desviaron su mirada a una dirección contraria.
Es mejor regresar –Dijo Ren girando y volviendo hacia la dirección de la gran casa.
Yo puedo responder a eso... – llevando las manos a su pecho y sonrojándose.
El chico se detuvo en seco pero no giró solo miró hacia el frente.
Entonces dilo...
Joven Ren...yo..lo he admirado...desde que lo conocí cuando éramos niños...usted jamás se rendía ante nada...y eso me daba una cierta alegría...sin embargo pese a todos los problemas que se cruzaron, usted siempre...Bueno... yo...-apretando sus manos una contra la otra – Yo...lo amo...siempre lo he hecho...
El chico abrió a mayor proporción sus ojos, giró lentamente aun sin apartar de su rostro esa expresión de incredulidad, su corazón comenzó a latir demasiado...¿Por qué?
Talvez...luego de esto...ya ni siquiera desee estar conmigo...lo se perfectamente...pero...necesitaba ser sincera...de alguna manera...mis sentimientos a usted siempre han ido creciendo...pero...necesitaba expresarlos de algún modo...por eso justifico...el porque de mi...molestia ante ese beso...y porque...el no besar al joven Ashura –Al fin lo había dicho, levantó su mirada, respiraba con dificultad y sus rostro mostraba un llamativo sonrojo.
Al terminar de oír aquello el chico se sonrojó y miró el piso, giró sobre sus talones y siguió caminando.
Tamao quedó esperando lo peor mas sin embargo el chico solo siguió su camino. Al sentir que ella no caminaba la miró por la altura del hombro.
Date prisa ¿o Acaso te quedaras aquí? –Volvió a girar y seguir caminando.
Ella quedó en shock, no había dicho absolutamente nada, siguió como si nada...¿acaso esa era la manera de responder a que no compartía sus sentimientos? Si, eso debió ser...
La chica inclinó su cabeza y lo siguió de vuelta al palacio.
Sin embargo en todo el trayecto el chico no levantó su rostro, miraba perdido el piso mientras sus cabellos cubrían sus ojos y un sonrojo adornaba sus mejillas pero también llevaba una expresión de seriedad.
Cuando volvieron Ashura recibió con emoción a Tamao pero Ren no hizo nada, solamente siguió caminando como si aquella chica no existiera... si, Tamao estaba convencida había perdido por completo una amistad con Ren.
Durante ese día y el siguiente no le dirigió ninguna palabra, siempre mostraba una mirada fría en cuento al entorno.
Tamao solía mirarlo mucho y el se percataba de aquello pero no devolvía una mirada, ella solía hacer las cosas mostrando alguna sonrisa que mas bien era fingida ya que cuando estaba sola o incluso cuando estaba distraída, mostraba una tristeza muy grande, suspiraba sin razón alguna y siempre se lamentaba haber expresado aquellos sentimientos, pero le dolía el pecho, pero ella tarde o temprano él hablaría con ella y diría en realidad lo que siente y si es así..ella debía estar lista por una respuesta que de seguro seria desagradable.
Por fin el día de la batalla había llegado, Ren estaba en sus habitación poniéndose su traje habitual para pelear y colocando su horaiken en un extremo del cinturón.
¿Ren?
Hermana...
¿Estas listo?
Si... –Dijo sin ánimos.
Confío en que ganaras –Sonrió – Aunque nos tengamos que separar.
¿A que te refieres? –Exclamó arreglando su camisa.
A que cuando esto termine, Ashura se llevara a Tamao.
El chico se miró a través del reflejo de su espejo, ese asunto era lo menos que deseaba pensar, pero así tenía que ser, solo imaginarse a Ashura con ella, simplemente le daba unas enormes ganas de matarlo.
Supongo que así son las cosas –Repitió- pero a ella no le agradan para nada...
Ren miró de reojo a su hermana.
Ha estado muy triste últimamente y...que ahora la obliguen a comprometerse es muy duro...sin embargo ella acepto.
¡Si¡aceptó! –Dijo aprestando sus puños, pero él sabia perfectamente que no solo ese era el motivo por el cual la pelirosa estaba triste.
Pareces muy molesto...¿Por qué no detienes todo esto?.
�¿Qué!
Estoy seguro que ella se alegrara
Así que ya sabias, sobre los sentimientos de ella –Exclamó seriamente.
�¿Ella ya lo confeso! –Preguntó admirada.
Ren volvió a mirar el espejo, sonrojado.
Ren... ¿qué fue lo que respondiste?.
Nada –Dijo secamente.
¿Nada? Ren ...tu no la...
Claro que no, te lo he repetido miles de veces no siento nada fuerte por ella, tu mal interpretas todo.
Si estas tan seguro...¿Por qué no le respondiste?.
Ren abrió sus ojos mientras sus pupilas se dilataban...es verdad...si estaba tan seguro porque no reponerle de inmediato?
La peliverde salió y llegó a una gran sala en unos asientos al frente se encontraban el consejo de ancianos, la madre y el abuelo de Jun y Ren, su padre solo esperaría la noticia ya que el no se presentaría.
Jai estaba junto a Jun esperando cualquier cosa que sucediese, a pesar que sabia sobre el compromiso que se haría entre Ashura y Tamao, se daría cuenta en realidad los sentimientos de Ren...sin este se oponía a la lucha.
Tamao estaba sentada del otro lado con Jun, estaba mas que nerviosa por todo lo que sucedería.
Ashura estaba vestido con un traje completamente negro de camisa china sin mangas y pantaloncillos chinos hasta los tobillos, de pronto sacó su arma como si nada y su tabla mortuoria de color negro.
De pronto llegó Ren Sacó su horaiken y su tabla mortuoria lista para solo llamar al espíritu.
Cuando esto termine me quedó con la dinastía y ya elegí a mi prometida –Sonrió Ashura.
Entonces... ¡ Exijo otro trato¡El que gane se queda con la dinastía y ella no será mas tu prometida!
Todos se sorprendieron por aquel suceso aun mas Jai y Tamao.
Claro –Sonrió con cinismo –Si es que logras vencerme.
¿Estas seguro del trato- Preguntó Ran.
Por mi no hay problema, confió en mis habilidades.- Sonrió Ashura.
. Esta bien¡Comiencen! –Gritó.
Continuara...
