El orgullo de un shaman.
Cáp.25: Una Prometida
¡Comiencen! – Exigió la mujer.
El joven de cabellos dorados no perdió mas tiempo y fusionó su horaiken con su espíritu acompañante.
(Riendo por lo bajo) Siempre estallas con facilidad.
Ren no hizo nada mas que mirarlo con desafió.
Ir al grano, me parece una gran cualidad tuya –Sonrió Ashura con malicia ¡Bishamon!
Bishamon... –Susurró con cierta curiosidad
Es uno de los siete espíritus de un alto rango –Dijo Jai Sin despegar la vista de los combatientes.
¿A que se refiere con rango? –Preguntó Tamao colocando las manos en su pecho y preocupándose a un mas por el joven de cabellos violáceos.
En nuestra familia...disponemos de muchos espíritus, aun así tratamos de controlar a los que se consideran dioses. – Explicó Jun.
¿Dioses?
En los rangos mas altos, están los siete dioses de la felicidad, las personas los denominaron así por ser espíritus que se suponían traen la buena fortuna. La familia Tao los a conseguido completamente y ellos aceptaron servirles, es un trato muy ancestral conocido por todos lo integrantes de la familia.
Sin embargo, ellos eligen a su amo.
Es decir... que el joven Ashura...
Posee a uno de ellos, siendo uno de los mas fuertes guerreros de la dinastía.
La pelirosa dirigió su mirada a Ren con mucha preocupación.
No te preocupes –Dijo Jun sonriéndole – Tu sabes que Ren es un buen guerrero y la razón es...que a pesar de no poseer un espíritu de ese rango, está entre los guerreros mas fuertes junto Ashura.
El joven de cabellos oscuros, llamó al espíritu quien salió de inmediato de la tabla mortuoria, tenía casi la misma armadura de Bason, sin embargo parecía estar mas equipada y su rostro mostraba una gran frialdad. Solo haciendo una señal con su arma de tres puntas, aquel espíritu entró a posesionar aquel objeto que rápidamente tomó forma haciéndose mas larga y las pequeñas cuchillas mas grandes.
El chico de ojos oscuros avanzó sin previo aviso, directamente hacia Ren, sin embargo este esquivó el ataque mas sin embargo pasó rozando su mejilla y haciendo un gran hueco en la pared que fue ahí donde calló completamente el ataque.
Movimientos rápidos –Dijo Ashura dándole la espalda.
¡Pelea de una vez!
Claro –Sonrió Ashura con malicia y girando lentamente intentó hacer otro ataque corriendo rápidamente por la habitación y así quedando a espaldas de Ren.
Pero justamente cuando lo atacaría horizontalmente por la espalda, el joven de cabellos violáceos colocó la empuñadura de su arma en su espalda deteniendo así las cuchillas que estaban dispuestos a lastimarlo. Ante tan rápido movimiento Ashura abrió con sorpresa sus ojos, pero esta duro poco al sentir como Ren con su empuñadura desvió el arma aprovechando la falta de defensa en Ashura, arrojándole una patada en el pecho y golpeándolo contra la pared.
Vaya –Sonrió Ashura, mientras se paraba con dificultad – Que buen golpe.
Ashura es un tonto, en vez de pelear se la pasa halagando los movimientos de Ren –Dijo Jai algo molesta.
Pero...esa es una actitud muy extraña –Exclamó Jun suspicazmente.
Tamao miró a ambas chicas y luego volvió a posar la vista en la pelea.
Ya que vi lo que puedes hacer, peleare en serio.
Dijo... en serio... –Susurró Tamao con mas preocupación.
Se abalanzó rápidamente, pero esta vez dio varios saltos por las paredes hasta llegar al objetivo. Abanicó su arma tratando todo lo posible de golpearlo pero Ren los esquivó todos. Sin embargo los ataques de Ashura poco a poco se estaban haciendo mas certeros.
Ren, contraatacando el arma de Ashura para esquivar los ataques, estaba acorralado pero por alguna extraña razón dirigió su mirada a un lugar especifico, perdiendo así por un momento la concentración y logrando que Ashura diese un golpe certero casi atravesándole el hombro, haciendo que el chico se golpeara contra la pared y cayendo al piso.
Joven Ren –Susurró presionando sus manos una con la otra.
Vamos, Ren...-Exclamó Jai.
No se preocupen –Exclamó Jun seriamente – Parece que Ren ya se dio cuenta...
Ambas chicas la miraron con cierta curiosidad ¿A que se estaba refiriendo?.
Ahora –Sonrió Ashura levantando el arma – Utilizare mi técnica.
Comenzó agitar su arma provocando aquel ataque con electricidad que Ren ya había experimentado. El chico de ojos dorados se levantó con dificultad poniendo una mano en el hombro lastimado, pero este estaba sonriendo con cierta ironía.
Ese gesto puso un poco serio a Ashura, pero no detuvo el ataque mas bien, aun lo seguía preparando.
Eres un tonto¿Utilizaras la misma técnica conmigo?.
Un poco confiado¿Por qué lo no intentas?.
Ashura lanzó el rayo hacia el chico mas sin embargo este enterró su horaiken en el suelo causando que varias cuchillas salieran de él, al ver aquel ataque, Ashura dio un salto para desde un angulo superior poder ejercer el ataque, pero en el momento que lo hizo Ren ya estaba frente a él en el aire y con la hoja plana de Horaiken le propició un golpe justo en las costillas, haciendo que abriese mucho los ojos por aquel golpe y cayera al suelo de inmediato.
Calló de espaldas mientras Ren calló de cuclillas aun tocando su hombro ensangrentado.
Al ver que Ashura estaba tendido, Ren se acercó y le puso la horaiken en el cuello.
He ganado –Dijo Ren seriamente.
Idiota –Susurró Ashura mientras el dolor en su cuerpo no paraba – No solo me golpeaste las costillas...en ese momento... le diste muchos golpes a mis puntos vitales.
(Mostrando una sonrisa torcida) Tu ataque...tiene una debilidad, cuando lo usas bajas tu defensa...
Creí...que no te percatarías de aquello.- Dijo sentándose con dificultad y colocando una mano en sus costillas.
No lo hubiese hecho...si en aquellas ocasión que luchamos, no hubiese recibido el ataque directamente.
Ashura se sorprendió y luego rió por lo bajo.
Definitivamente eres un sujeto bastante hábil – Cayendo nuevamente acostado en el piso – Te felicitaría pero... no puedo mover mi cuerpo.
¡Bah! –Exclamó poniéndose de cuclillas y colocando una mano en su hombro.
El ganador... Ren Tao.-Exclamó Ran.
Las tres chicas se pusieron de pie, estaban mas que felices por la victoria de Ren.
Ahora solo es cuestión que se recuperen.
El consejo de ancianos asintieron con su cabeza aquella decisión, pero un dato importante estaba a punto de ser mencionado
Ren, eres el heredero de nuestra dinastía...pero algo mas fue expuesto aquí... –Ran, Dirigiendo su mirada a la pelirosa – Y como venciste ella será tu prometida.
¿Ah-Exclamó Jun.
¿Cómo- Preguntó incrédula Jai.
Tamao y Ren¿Qué!
(Sentándose nuevamente) No puedo creer que haya apostado algo tan importante -Decía Ashura con pesar.
¿De que está hablando, se supone que yo solo acepte el trato para que no la obligaran a casarse con él –Señalando a Ashura con la cuchilla.
Lo siento, pero cuando apostamos ella era mi prometida y la razón por la pelea era que ella no se casaría conmigo porque lo tendría que hacer contigo.
¡No te metas! –Golpeando al chico en la cabeza.
Él tiene razón-Dijo Ran.
Tamao y Jun se arrodillaron junto Ashura para tratar de sentarlo, pero les era muy difícil no solo por lo lastimado que estaba si no también por aquel golpe que le propició Ren en la cabeza.
¡He dicho que no- Gritó Ren exasperado.
Al oírlo tan decidido Tamao lo miró por un momento y luego inclinó su cabeza.
Ran se percató de esto y la miró por un segundo para luego mirar a su hijo.
Hm... la verdad a mi tampoco me agrada la idea de comprometerte con una humana, pero ese fue el trato.
¡Ese no ha sido el trato!
Si así lo quieres ella se quedará conmigo.
¿Qué! – Dijo Jun
Ella acepta mis decisiones sin ningún pretexto por lo tanto.
Pero ella lo hace por...
Esa fue la razón de el trato, ella podrá tomar sus decisiones. –Exclamó Ren fríamente.
Lo siento pero tus razones no fueron completamente explicadas así que, es tu prometida o se queda acá.
Tamao... –Llamó Jun a la chica para tratar de que esta hablase en su defensa.
Lo...siento señorita Jun...pero...yo...
Tu aceptaras nuestras decisiones no es así?
La chica asintió con la cabeza un poco intimidada.
¡No puedo creer lo débil que puedes llegar hacer! –Gritó Ren apretando su puños, tomó su horaiken y la colocó en su cintura para después marcharse.
La pelirosa estaba mas que sorprendida por aquellas palabras, pero aun así eran muy dolorosas escucharlas proviniendo de él.
Jai aunque no estaba muy convencida por aquello se alegró de que Ren se negara ante el compromiso mas sin embargo... dudaba de el porque Ren peleó por la chica de ojos rosas.
Transcurrió una hora desde que llevaron Ashura a su habitación para comenzar a curarlo pero ninguna señal de Ren. Tamao ayudó a colocar los vendajes pero no podía olvidar el estado del otro joven.
Toma – Entregándole una pequeña caja.
Hm?
Ren debe estar en su habitación –Susurró Jun al oído de la joven pelirosada – Esta es tu oportunidad de hablar con él.
Pero... – Dijo enrojeciendo.
No te preocupes detendré a cualquiera que intente acercarse, así podrán estar con mas tranquilidad –Sonrió.
No-no me refiero a eso - Exclamó mientras enrojecía como una pequeña lámpara.
Vamos, apresúrate –Empujó a la chica hasta las afueras de la habitación y cerró la puerta.
Después de pensarlo, solamente suspiró resignada, debía admitir que realmente quería verlo y si la oportunidad se había presentado no dejaría que pasara por una Tonta timidez pero... ¿Qué tal si no quería verla? . Varios pensamientos cruzaron su mente, cuando se dio cuenta ya estaba frente a la puerta de la habitación del joven.
Acercó su mano temblorosa hacia la manecilla de la puerta y la abrió con cuidado y ahí lo miró de espaldas sentado en el suelo con las piernas cruzadas metido en sus pensamientos, aun no se había quitado su traje de combate , a su lado estaba Bason y la horaiken estaba en el suelo.
Al no ver una reacción por parte del chico esta se acercó con mas silencio, talvez no se había dado cuenta de su presencia.
¿Qué quieres? –Preguntó Ren con frialdad aun dándole la espalda.
La chica se asustó un poco pero no se sorprendió de que Ren se hubiese percatado por su presencia mas bien se sorprendió el haber pensado que no lo había hecho, es decir había pasado tanto tiempo con él que conocía muy bien sus habilidades y el ser distraído no es una de ellas (Pero si, el no entender sentimientos humanos)
¡Ah! Tamao –Dijo Bason con cierta alegría.
Hm... yo solo... –Mirando la caja – Este...
¡Bason! –Llamó Ren.
Si
Déjanos solos.
Tamao se pusó nerviosa por aquella petición del joven.
¿ah?
Ya me escuchaste.
Si, señoriíto.
El espíritu obedeció y desapareció pero aun así el chico le daba la espalda a Tamao.
Contesta.
Yo... –Acercándole hasta quedar cerca de la espalda del chico – Usted...está lastimado...por eso...
Yo no he pedido nada así que mejo...
Abriendo los ojos de la sorpresa sintió que la joven ya se había puesto de rodillas a espaldas de él.
Esta sangrando mucho...se ve no solo a través de las ropas...- Mirando como la sangre bajaba por el brazo del chico ya que era una camisa sin mangas.
Esto no es nada –Exclamó indiferente.
Joven...es una herida muy profunda...por que no deja...
¿Cómo sabes que es profunda? –Preguntó con curiosidad interrumpiendo a la chica.
Porque... –Sonriendo e inclinando su cabeza – Desde el momento que el joven Ashura le propició ese golpe... no a tenido control de tomar el arma por el brazo derecho... normalmente con ese brazo toma a horaiken...
Se sorprendió bastante al escuchar aquello, parecía que la joven conocía cuando él se lastimaba enserio sin embargo hacia un gran escándalo por cada pequeño golpe que se daba.
El chico suspiro y llevó su mano al cuello de camisa mao y desabrochó cada botón hasta quitársela.
La pelirosa sonrió esa era una clara señal que él se dejaría curar.
El Joven miraba hacia el frente completamente concentrado en otra cosa mientras la chica se encargaba de curar su hombro. Durante un tiempo dirigía su mirada hacia aquella señal que tenía el joven en su espalda, aquella que era una clara señal de pertenecer a la familia Tao.
Tamao dejó de colocar el vendaje para poner su mano en aquella marca que tenía el joven en toda la espalda.
¿Qué sucede? –Preguntó seriamente al sentir la mano de la chica en ese lugar.
La joven respondió con un silencio incomodo y un muy notable sonrojo, parece que se dio cuenta de cuando colocó sus manos ahí, rápidamente volvió su atención al vendaje.
Actúas como si nunca la hubiese visto –Exclamó con indiferencia.
Aquello era muy cierto, ella había visto esa marca desde que conoció al joven.
Es que... veo que tiene muchas mas cicatrices –Dijo sonrojada tratando de vendar el hombro del chico.
¿Acaso te das cuenta cuando tengo mas cicatrices? –Preguntó en tono burlón.
Normalmente siempre soy yo la que le pongo los vendajes por esa razón... me doy cuenta si hay mas daños –Respondió enrojecida
Otro silencio reinó la habitación, el chico estaba pensativo, era verdad de que ella siempre estaba a su lado, por esa razón todo lo que ocurría era otro día mas, pero...ella había mencionado sus sentimientos... jamás se imaginó que aquellos fuesen tan fuertes, lo mas extraño... es que cuando escucho aquellas palabras sintió alivio y...talvez...¿Felicidad?
Ren Sacudió su cabeza
¿Su-sucede algo? – Preguntó con timidez.
... No es nada – Respondió con fastidió mientras un rubor cubría sus mejillas.
Termine... –Bajando sus manos y colocándolas en sus piernas que estaban dobladas
Ren solamente volvió a colocarse la camisa sin abrochársela, encogió una de sus piernas y colocó su codo en ella, aun mirando hacia el frente, durante todos aquellos minutos no se habían visto a la cara, parecía que era la única forma de entablar una conversación después de tantos sucesos comprometedores.
El chico no despegó la vista de la ventana que estaba frente a él, pero se dio cuenta que la pelirosa aun no se marchaba.
Si quieres decir algo dilo de una vez.
Yo...quería...explicar...mis razones –Dijo Tamao cabizbaja.
¿De que estas hablando? –Mirando hacia el frente.
Ya dije...que acepto las ordenes que se me imponen...porque es mi deber...
Si solo venias a decir eso, no te preocupes ya lo sabia – Exclamó fríamente.
También... –Susurró mientras hundía su cabeza en la espalda del chico y colocaba sus manos en ella.
Esto sorprendió mucho al joven quien abrió sus ojos mientras sus pupilas se dilataban, estaba sonrojado y sentía que su corazón estaba latiendo muy fuerte.
Le agradezco...que haya luchado por el que yo tomara una decisión...
Estaba mas que sonrojado pero no quería moverse, su mirada volvió a su aspecto serio pero también su nerviosismo y su sonrojo no dejaban de notarse.
Gracias...y cualquiera que sea su respuesta –Sonrió con tristeza – Yo la aceptare con gusto...
La joven de cabellos rosas levantó su cabeza, se puso de pie y se marchó dejando aun mas confundido Ren.
Simplemente ¿Qué podía hacer? Él quería estar a su lado pero esos sentimientos...eran demasiados extraños, aunque la pelirosa siempre se los demostró nunca quiso prestarles atención pensando que si lo hacia tendría que hacerse cargo de ellos (Por lógica) pero al pensar en que ella no estaría mas a su lado o que Ashura la tocara...
¿Pero en que demonios estaba pensando? Estaba actuando como si...
Mejor caminaré un rato –Cruzando sus brazos salió de la habitación.
Caminó por los pasillos en dirección al patio pero varios sonidos lo hicieron desviarse de su camino.
Llegó a la entrada de la habitación, la puerta estaba abierta. Dentro de la pieza vio a Jun junto a Jai que estaban mirando al sujeto en la cama.
El chico se acercó un poco y pudo ver a Tamao colocando un vendaje en la cabeza del chico. Ella se encontraba de pie mientras el chico aun dormía.
¿Qué pasa aquí! –Preguntó Ren malhumorado.
¡Ren-Dijo Jun.
¿Cómo te encuentras?.-Preguntó Jai.
Tamao, Mirándolo completamente roja
Estoy bien¿Aun no despierta?
No, parece que tardará en recuperarse.-Respondió Jai.
La pelirosa se colocó lo mas cerca que pudo del chico que estaba en la cama para tratar de ver otra herida, luego tomó asiento en la cama, para ponerse mas cómoda.
¡Ahh¡Genial! –Gritó el chico que parecía estar aun inconsciente y sin pensarlo se sentó el cama mientras abrazaba efusivamente a Tamao.
Está se sonrojó pero en un parpadeó Ren ya lo había golpeado haciendo que el chico volviese en si.
Idiota –Susurró Ren con molestia.
Vaya, parece sentirse mejor.-Exclamó Jun.
Se puedo ver – Dijo Jai.
¿Qué es lo que te pasa! –Gritó Ashura molesto.
¡Agradece que te volví a la normalidad!.
¡Idiota! –Mientras acariciaba su cabeza.
Solo vine porque escuche mucho alboroto.
¿Cómo se siente joven Ashura?
Bien, no te preocupes – Sonrió.
Eso es un alivio .-Sonrió la pelirosada.
Ren los miraba con molestia, definitivamente esa escena no era muy agradable.
Así que... ahora están comprometidos – Poniendo las manos en su cuello y acostándose en la cama.
Bu-bueno - Exclamó nerviosa.
Volveré a Otsu.-Dijo Ren.
Todos lo miraron con sorpresa.
¿Volverás?.-Repitió Jun
Solo vine a esto y pospuse varios días de entrenamiento.
Pero si te vas llevaras a tu prometida contigo.
Giraron para mirar de quien se trataba.
Madre...-Exclamó Jun.
¿A que se refiere?.-Preguntó ren.
He decidido, que por lo menos deben pasar tiempo juntos y luego volver a recibir a Tamao para entrenarla como toda una esposa.
Tamao se ruborizó aun mas.
No sigan con sus tonterías, he dicho que...
Son ordenes o ella estará aquí para siempre.- Dijo Ran.
¡Demonios¡Hagan lo que quieran! –Salió de la habitación mucho mas molesto.
Pero madre...
Señora Tao no debería...-Intentó ayudar Tamao.
¿Te atreves a contradecirme?
No – Inclinó la cabeza.
Entonces se ha decidido.
Continuara...
