El orgullo de un shaman.
Cáp.26: El pasado se hace presente.
Han transcurrido tres días...que para mi han sido muy largos. El joven Ren había programado su viaje de regreso en una semana pero... parecía estar de mas mal humor que de costumbre...lo se por la manera tan fría que trata a todos incluyendo a la señorita Jun... ahora partirá y por ordenes pienso acompañarlo... a mi no me molesta en absoluto pero a él si, puesto, siento que siempre intenta evitarme de alguna manera... ¿En verdad esa respuesta que espero con tantas ansias será tan desagradable?... Cuando salimos de China todos nos acompañarían de regreso pero la decisión de la señora Ran fue el de dejarnos solos un tiempo... me siento un poco incomoda por aquella decisión...
¿Quieres darte prisa?.
Si-si –Respondió Tamao saliendo de sus pensamientos y subiendo al auto que los esperaba frente a el aeropuerto.
Ya habían arribado nuevamente a Japón. El invierno ya estaba presente, la blanca capa cubría las calles y el frió era intenso.
Durante el viaje en auto ambos iban en silencio, Ren mirando a través de la ventana como si hubiese realmente algo interesante en el exterior, Tamao iba mas que nerviosa, presionaba sus manos una con la otra, luego miró al chico de reojo mientras se sonrojaba, inclinó su cabeza con algo de tristeza y suspiro.
¿Los extrañas?.- Mirándola de reojo.
¿Ah?
No solo no nos acompañaron mi hermana y los demás, también dejaste a tus espíritus¿los extrañas?.
Si-si –Inclinó su cabeza muy sonrojada.
Esta farsa terminará muy pronto, luego volverán –Volviendo a mirar a través del cristal.
¿Una farsa?...si, para él todo era una farsa... ¿Será que así está respondiendo a sus sentimientos? –pensó con tristeza.
El auto se detuvo frente al edificio, bajaron de él cada uno con una sola maleta.
¿La señora Miyuki se encuentra aquí? –Preguntó mirando el edificio.
Si – Respondió Ren secamente entrando al lugar.
Subieron por el elevador y entraron a una habitación en especial.
Bienvenidos. –Dijo una voz detrás de ellos.
¡Señora Miyuki!
Miyuki sonrió ante la expresión de la joven.
Se supone que cuando arribáramos aquí, tendríamos que avisarle a mi madre, ya llegamos así que háblale –Exclamó Ren fríamente.
Como usted diga – Sonrió – Que bueno que regresó a la normalidad joven.
El chico solo giró sobre sus talones y se dirigió a la salida.
Lo- siento señora Miyuki –Susurro Tamao – Es que está de muy mal humor y eso es por...
Ya lo se – Rió divertida.
¿Lo sabe! Oo
Mejor te vas, no querrás hacerlo esperar y que se enfade mas
Si-si...pero...¿Acaso no nos acompañarÿ
Lo siento pero, las ordenes fueron dejar tiempo para ustedes.
Ya..ya veo –Exclamó nerviosa.
Vamos, date prisa.
Si...
Los jóvenes volvieron a salir de aquel gran y elegante edificio. Ren decidió ir caminando hasta la mansión, a Tamao no le importaba aquello puesto que esos alrededores ya eran muy conocidos para ella.
Copos de nieve caían lentamente, haciendo el frió un poco mas fuerte pero nada fuera de lo común, ideal para caminar.
Caminaban en silencio, Tamao solía mirarlo mucho, ambos estaban con abrigos, el chico se veía bien y aun mas con esa chaqueta que andaba puesta en esa ocasión.
¿Qué sucede? –Preguntó al notar la mirada de la chica.
Na- nada –Desviando el rostro sonrojado.
hm...
De pronto Ren detuvo su paso, Tamao lo miró con curiosidad y luego volvió su vista al frente.
El camino está bloqueado... –Susurró la chica.
Es obvio hay demasiada nieve.
Pero no es para exagerar o ¿si?
Esta es una vía publica, se supone que las maquinas limpian los restos de nieve – Mirando al frente como algunas maquinas y trabajadores trataban de mover tanta nieve.
Entonces... ¿esperaremos?.
Iremos por el otro camino –Comenzando a caminar.
E- ese es...
Date prisa – Exclamó Ren seriamente.
Joven es que yo... – Inclinando la cabeza.
¿Qué es lo que pasa?
Si vamos...por ahí...pasaremos rápido ¿No es así?
¿Por qué la pregunta?
Por favor... –Susurro
(Suspirando) Si no quieres decirlo esta bien.
El joven siguió caminando y la chica iba detrás de él. Ahora era él quien la miraba puesto que estaba con la cabeza bastante baja y su mirada mostraba... ¿Angustia?.
¡Ahhh!
Ambos se estremecieron por aquel gritó , miraron a todas partes luego Ren corrió rápidamente para verificar de donde provenía el sonido mientras Tamao trataba de seguirlo aunque él era mucho mas rápido.
Llegó y vio a una joven junto a un sujeto que trataba de hacerle algo o mas bien robarle algo.
¡Oye¿Qué estas haciendo! –Gritó Ren.
Vaya, vaya un niño.-Dijo el sujeto.
Vete – Grita la chica – Te pueden lastimar.
¡Ha¿esta basura?.-Exclamó Ren con superioridad.
Tamao llegó al lugar un poco cansada por haber corrido pero en cuanto miró la escena quedó petrificada y mas aun al mirar a la joven, mucho mayor que ella pero muy conocida.
¿Qué harás? –Dijo riendo aquel hombre.
Esto – Abalanzándose rápidamente y golpeando al sujeto con una patada en el costado que lo dejó tendido en el suelo.
Desplegando su cuchilla la colocó en el cuello del sujeto.
Lárgate, no ensuciaré mis manos con una basura.
Sin decirlo dos veces el hombre se puso de pie y salió huyendo.
¿Estas bien? –Preguntó la joven.
... – Ren Guardó su cuchilla sin responder.
Muchas gracias por haberme ayudado, eres muy fuerte a pesar de tu edad
Tamao miraba estupefacta aquello, ella era...
Ren se fijó en la pelirosa, la mirada de está estaba completamente perdida en esa joven.
¿Pasa algo? –Preguntó la joven mujer al notar la mirada de la pelirosa.
No nada –Respondió nerviosa mientras se acercaba a Ren.
Ren la miraba con cierta suspicacia.
Ustedes son viajeros... pero una gran tormenta se acerca – Mirando mas cantidad de copos de nieve al caer ¿No les gustaría pasar la noche en mi casa?
¿Qué-Exclamó Tamao asustada por aquella invitación.
Es solo como muestra de agradecimiento –Sonrió.
Hm... –Ren quedó un poco pensativo ante la actitud de Tamao.
¿Cuál es tu nombre? – Interrumpió la mujer.
.-Mi nombre es Ren tao y ella es...
El chico fue interrumpido de pronto porque Tamao había tomado el brazo de este y lo abrazaba con fuerza.
En ese momento ella lo miró y negó con la cabeza.
No comprendía para nada aquella actitud de la pelirosa pero trató de seguirle un poco el juego y quedar en silencio.
¿Hm, Pues bien –la joven Intentó cambiar la conversación ¿Aceptan mi invitación?.
Esta bien –Exclamó Ren seriamente.
Simplemente no le agradaba para nada la idea pero necesitaba saber que era lo que sucedía con Tamao y era mejor saberlo, siguiendo a la mujer.
Tamao iba en silencio sin soltar por un minuto el brazo del chico, ni siquiera le daba vergüenza hacer esto ya que estaba muy distraída mirando el piso.
El joven la miró varias veces tratando de comprender, pero si ella no diría nada, tendría que averiguarlo por su cuenta.
¿Cuál es tu nombre? –Rompió el silencio Ren.
Miya, Miya Matsumoto –Sonrió.
Al oír el nombre completo Tamao despejó sus dudas... en verdad era ella, aun así no quería levantar su mirada.
¿Se puede saber a que lugar nos dirigimos-Siguió preguntando él.
Pues veras – Sonrió – yo vivo en Ogi.
El chico abrió los ojos de par en par, ese lugar ya lo había escuchado y pudo recordarlo de inmediato, miró a la chica que aun iba abrazada a él por el brazo, era esa la razón de no querer estar aquí.
¿Sucede algo? –Preguntó Miya al mirar los rostros de los jóvenes.
No es nada – Respondió Ren frió y al mismo tiempo muy sereno.
Bueno aquí es –Sonrió.
El pequeño pueblo tenía muchas casas antiguas, representaban muy bien un lugar ancestral por la cantidad de templos que se notaban a simple vista.
El chico miró con cierto cuidado los alrededores y luego volvió su vista a la chica, está estaba mirando estupefacta el lugar.
Jamás creyó regresar y menos...que Miya aun siguiera con vida.
Síganme –Sonrió Miya.
Ambos obedecieron, caminaron por los alrededores, el paisaje estaba cubierto de una capa blanca sobre el piso y estos cubrían también los tejados de los hogares, parecía ser un lugar agradable y tranquilo pero para Tamao era todo lo contrario.
Detuvieron su paso al notar que la joven que los guiaba paró frente a un sujeto que obstruía el camino.
¿Quiénes son ellos! –Gritó molesto.
Son viajeros –Respondió Miya molesta.
Tamao lo miró muy asustada y varias escenas cruzaron su mente. Aquel sujeto era mucho mas alto que Miya, con una expresión de seriedad y frialdad en su rostro, ojos color negro al igual que su cabello y una barba que cruzaba su mentón, se veía bastante intimidante.
El es... –Susurró la pelirosada con cierto temor.
El joven a su lado pudo escuchar perfectamente lo que la chica había balbuceado, ella estaba muy asustada y tomó con mas fuerza el brazo de este acercándose mucho mas a él.
Al notarla de esa manera volvió la mirada al hombre frente a ellos con su ceño fruncido.
¿Qué tanto miras chiquillo?
Ese había sido el colmo por un momento Ren se había decidido darle su merecido al hombre pero lo detuvo la intervención de Miya.
Él me ayudo con un problema, como muestra de agradecimiento les pedí que se quedaran por lo menos esta noche para refugiarse de la tormenta.
¿A si?
Solo son niños.-Exclamó Miya, haciendo que Ren la mirara con cierta molestia.
¿Tu nombre? –Mirando al chico
Su nombre es Ren Tao.-Respondió Miya al sujeto.
Creo que fue a él a quien le pregunte –Exclamó despectivamente.
Que importa, el nombre es el mismo –Respondió fríamente Ren.
Ambos se miraron con el ceño fruncido, no solo por la manera de contestar muy característica de Ren, si no que también el chico lo miraba con bastante desafió.
El hombre dejó de molestarse y dirigió la mirada a la pelirosa, la miró con cierta atención y aun mas con suspicacia.
¿Y quien es ella?
Pues ella... –Balbuceó Miya.
No sabia que responder, ella no había mencionado su nombre, mientras que Tamao se ponía mas nerviosa ¿Qué era lo que respondería?.
Ella es mi prometida –Dijo Ren seriamente.
Aquella noticia sorprendió a los dos adultos e incluso a la susodicha prometida.
Ella es mi futura esposa, con eso es suficiente información.
El hombre miró a los chicos con cierta molestia, Tamao miraba hacia otra dirección mientras que Ren le devolvía la mirada al sujeto pero mucho mas amenazante.
¡No importa! –Dijo mucho mas molesto y se retiró.
El hombre se perdió de vista pero algo en él no le agradaba para nada a Ren, no solo el hecho de que Tamao se asustara demasiado también fue la manera de actuar de ese sujeto.
Por favor no hagan caso –Sonrió Miya – Aquí está mi casa.
Esta era muy parecidas a las otras de al lado sin embargo se veía mucho mas grande y se notaba a simple vista que era muy antigua.
Entren por favor.
Los jóvenes obedecieron, tan solo entrar al recibidor pudo darse cuenta de muchas cosas, ella estaba mas que nostálgica por aquel lugar pero también...
Está oscureciendo –Miya Sonrió.- Por cierto es cierto que...- Señalando a ambos chicos con el dedo.
Tamao somenzó a ruborizarse.
Si – Respondió Ren decidido.
Entiendo –Sonrió.
La pelirosa lo miró con curiosidad¿Por qué estaba aceptando ahora ser su prometido, era mas que obvio que él solo trataba de encubrirla pero le gustaba pensar que era por otra cosa.
Si es así...
¡Miya! –Gritó alguien entrando de imprevisto a la casa.
¿Hm.? –Girando hacia la puerta.
¿Por qué tardaste tanto! – Preguntó molesta.
Ejem... lo siento Yuko –Sonrió la mujer.
Esta era una chica mayor que Ren y Tamao pero aun así era mucho menor que Miya, tenía el cabello castaño tomado en una pequeña coleta y sus ojos color marrón hacían juego con su piel, estaba con una falda ajustada y una camisa manga larga color naranja.
Pero en que estabas... ¿Quiénes son ellos?
Ellos me ayudaron a resolver un asunto
¿Ellos? Son solo niños.
Ren nuevamente fruncía el entrecejo, ya había sido tres veces que lo nombraban niño.
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Él fue quien me ayudo –Señalando a Ren.
Entiendo – Mirando al chico de pies a cabeza ¡Vaya! A pesar de ser pequeño eres bastante apuesto –Exclamó con asombro.
Si lo es –Sonrió Miya – pero no deberías ser tan descortés.
A Tamao le pareció un poco molesto aquel comentario. Sin embargo era cierto.
Ren desvió la mirada completamente serio y algo sonrojado.
¿Descortés-Preguntó Yuko.
Si, ya que ella es su prometida.
¿Qué!
Tamao se ruborizó aun mas.
El chico no habló en ningún momento, no vio necesario hacerlo, sin embargo estaba mas intrigado con todo lo que se suponía, guardaba Tamao desde hace mucho tiempo.
Lo siento no he presentado, ejem... ella es Yuko y vive aquí conmigo – Sonrió.
¿Desean algo para cenar? – Preguntó animosamente en especial a Ren.
No te preocupes, no tengo apetito - exclamó ruborizado.
Entonces les mostraré sus habitaciones, síganme
El chico obedeció de inmediato.
Con su permiso –Dijo a la chica de cabellos castaños, que aun estaba en la sala.
Pasaron por un gran corredor, y subieron por las escaleras, nada había cambiado, según Tamao.
Aquí es –Sonrió, abriendo la puerta y mostrando la habitación.- No hay problema que duerman en la misma habitación ¿No es así? Después de todo están comprometidos.
Tamao veía tan roja como un tomate
No creo que sea correcto –Exclamó Ren lo mas natural posible.
Tamao se sorprendió al ver como el chico hablaba como si nada, en algunas ocasiones sabia fingir pero mas bien sabia como comportarse ante cada situación.
Claro, pero aquí hay dos futones, solo dormirán en la mismas habitación – Sonrió con diversión – Aquí también están sus yukatas.
Apenas son las 6 de la tarde ¿Bajaran a cenar?.
Yo no tengo apetito.- Exclamó Ren frió.
¿Qué me dices tu? –Acercándose a Tamao.
Está se puso bastante nerviosa y solo se limitó a entrar sin responder.
Tu prometida es un poco tímida ... –Susurró al chico.
Él solo suspiró con cierta resignación y entró también en la habitación.
Estaban en silencio, Ren se había sentado en el marco de la ventana mirando el exterior, mientras que Tamao estaba arreglando unas cosas en su maleta, ella no quería hablar, ya que si lo hacia obviamente tendría que contarlo todo y...solo quería olvidar.
Pasaron casi 4 horas en las que estuvieron todo el tiempo en la habitación pero ni una sola palabra.
Hasta que Tamao comenzó a decir algo.
Jo-joven Ren...Podría... –Sonrojándose ¿Girarse?.
¿Hm.?
Es que...deseo vestirme – Exclamó mucho mas sonrojada.
El chico tomó asiento en el piso y miró en dirección hacia la ventana dándole la espalda a la joven.
La chica comenzó a quitarse la ropa y colocarse la yukata.
Por favor no vaya a mirar –exclamó con timidez.
¡Bah¿Por qué tendría que mirar? – Cruzándose de brazos.
¡Que cruel es! –Respondió Tamao un poco molesta, pero oír a la chica molestarse solo causaba gracia al joven puesto que cuando ella se enfadaba nunca lo hacia enserio.
Él rió con ironía, si ella contestó de esa manera significaba que su animo no estaba tan bajo como lo pensó.
La chica extendió el futón y se acostó en él.
Ya está...
Al escuchar aquello, el chico se puso de pie aun dándole la espalda, comenzó a desvestirse, al notar aquello la chica se sonrojó y giró rápidamente dando la espalda.
Su corazón latía muy rápido y su sonrojó no ayudaba mucho, tan solo pensar estar en la misma habitación con él, solo causaba mucha mas incomodidad, aun mas que el estar cerca de Miya aunque...esas comparaciones eran absurdas.
El chico se acostó en su respectivo futón que estaba a casi dos metros de distancia de el de Tamao.
Cuando se acostó dio la espalda, para dormir en dirección a la ventana, al sentir aquello ella giró y miró la espalda del joven, estaba sonrojada y no lo podía evitar, además no tenía sueño.
Transcurrieron las horas y se hizo la media noche, ella aun no podía conciliar el sueño.
Se sentó sobre el futón mirando al chico, parecía dormir profundamente.
Me pregunto... – Susurró Tamao – Si yo le dijera la verdad...¿Me odiaría?.
Suspiró al verse tan cobarde, preguntando aquello mientras el chico dormía, no se atrevía si él la mirase.
No podría odiarte aunque quisiera... –Dijo Ren seriamente, sorprendiendo a Tamao, él aun estaba despierto, no podía dormir y ella que se atrevió a decir todo aquello. Aun así el chico no giró, siempre le daba la espalda.
Jo-joven Ren yo... este... yo...
¿Ella es aquella persona de la que tanto mencionabas cuando te encontramos en aquel lugar?
S-si – Respondió cabizbaja.
Y ese sujeto...
Joven Ren – Interrumpió.- Podría hablar con usted en serio?...yo quisiera...
La chica calló, estaba segura que él se negaría pero un movimiento del chico hizo levantar su mirada con asombro.
Este se había puesto de pie y se había sentado nuevamente en el marco de la ventana, doblando una pierna y atrayéndola a él para colocar su codo sobre su rodilla.
Dilo –Mirando el exterior.
Pues yo...
¡AHHHHHH!
La conversación se interrumpió de inmediato por un fuerte ruido o mas bien un fuerte grito por parte de alguien que obviamente residía dentro de aquella casa.
Ambos chicos decidieron bajar para ver quien era la responsable de esto.
Continuara...
N/A: Bueno aquí van tres caps mas de mis loco fic, por cierto isabel, si te recorde hehedisculpa pero creo que tambien es ilegal contestar reviews ojala y no me lo borren gracias por tu apoyo; ishi dora si es verdad...la verdad es difícil esto pero bueno ojla estos caps te gusten; Alma bueno muchas gracias por leer mi fic y te aviso que no soy la unica que los escribe:Girl Magic del Anime . eslla es otra autora que escribe sobre esta parejita y tiene 4 fics uyyy estan buenísimos, como maldita timidez, duele si no estas, tu obscuridad en mi piel y entre las tinieblas de la noche, ella fue la razon por la que escribo fics y siii pondré otro de Tamao x Ren aunque...con mis locuras...heheh digo que será algo picaron y siiii me encantaria que hubiesen mas personas que escriban sobre esta parejita T.T vamossssss has unoooooo hehehe
