El orgullo de un shaman.

Cáp.31: Una mentira.

¿Qué es lo que pasa aquí?.-Preguntó Jun.

Pues... n ñU

¡Hemos estado aquí por casi tres días! –Exclamó entrando a la conversación.

¡Ah! Pero... si son...

¿Qué hacen aquí? –Preguntó Ren con seriedad al ver a las dos jóvenes

Lo sentimos joven –Haciendo reverencia.

Luo y Qi, están aquí por decisión de mi madre.

¿Qué?

Joven, su madre pidió que nos encargáramos...-Dijo Luo

De entrenar a su futura esposa –Concluyó Qi.

‚¿Qué-Exclamó Tamao sonrojada.

Eso no interesa –Interrumpió bruscamente.

¿Ren-Dijo Jun.

El compromiso no es algo que sea de mi interés.

Pero joven Ren, si no es ella la que se escogió de prometida, su madre tendría que buscar a otra persona –Dijo Qi con respeto.

Si no vemos una buena relación, entre ustedes dos tendríamos que avisar a nuestra señora Ran.

¡Ya basta¿Acaso no se dan cuenta que Ren no esta de humor para responder!.-Dijo Jai.

No es necesario que intervengas Jai, ya que no participaré en otras tonterías. –Exclamó mirando a la chica.

Esta bien –Sonriendo.

Tamao miró a ambos chicos para luego inclinar un poco su cabeza, Aunque Ren pudo notar aquello trató de no tomarle mucha importancia.

Entonces lo correcto es que por ahora descansen.-Dijo Jun.

Tamao Asintió con la cabeza, muy desanimada

¿Se siente mal señorita Tamao-Preguntó Luo.

¿señorita-Repitió Tamao.

Si¿sucede algo-Preguntó Qi.

Ejem... no deberían ser tan formales conmigo n ñU

Por supuesto que si, usted será la esposa del joven.

Tamao: se puso completamente roja.

Ren las miraba de reojo.

Usted será quien la acompañará para todo.-Dijo Qi

La pelirosa quedó un poco pensativa, para luego sonreír y confundir a ambas chicas.

Lo siento pero... a quien deberían entrenar para prometida del joven es a la señorita ...

¡Tamao-Llamó Ren.

Tamao Giró para mirarlo.

Necesito conversar contigo.

¿Ah?

A solas.

¿A solas-Repitió Jai.

¿Por qué no conversarlo acíPreguntó Luo.

Ren la Miró con amenaza.

Lo siento joven...

Entonces yo si deseo saber el porque no hacerlo acá.-Dijo Jun.

El chico giró la mirada con seriedad a todas las presentes.

Necesito hablar a solas con mi futura esposa –Dijo como si nada.

‚¿Qué!

Pe-pero... –Dijo sonrojada.

¿Qué significa esto? –Preguntó Jai.

Necesito hacerlo –Mirándola con seriedad.

La chica dirigió la mirada a la pelirosa haciendo que esta se estremeciera por el cierto rencor en esta.

Ren siguió con su camino, mientras Tamao comenzaba a seguirlo.

Al terminar de subir y caminar por los pasillos el chico abrió la puerta y dejó que la joven pasara, aunque esta estaba algo nerviosa, entró al lugar.

Cerrando la puerta detrás de sí, la miró con cierta seriedad.

No se cansaran.

¿Ah?

Ellos harán lo que sea por verme comprometido –Dijo cruzándose de brazos.

¿Ellos?

Me refiero a mi familia, puesto que yo soy el nuevo pilar –Apoyándose en la pared.

Entonces...puedo preguntar...¿por qué me llamó su futura esposa? –Preguntó cabizbaja y con timidez.

Mirándola por un momento suspiró y decidió contestar.

Quiero terminar con todo esto, trataré de seguirles este juego hasta que llegue a controlar la dinastía.

¿Qué quiere decir?

(Suspiro) que deseo que me sigas el juego solo por un tiempo, cuando llegue a controlar la dinastía podré dejarte en paz.

Dejarme en paz... –Susurró un poco dolida.

¿Qué es lo que respondes? –Exclamó frió acercándose a la chica.

Yo...yo...- Estabas mas que nerviosa y confusa, si aceptaba estaba dispuesta a sufrir una desilusión mas grande, pero...¿seria capaz de negarle algo a él? – E-esta bien –Suspiró derrotada.

El chico asintió para luego girar su cabeza por la altura del hombro y percatarse de la presencia de alguien tras la puerta.

Entrometidas... –Susurró.

¿Sucede algo joven?

Si estas dispuesta a cooperar, tendrás que aceptar las consecuencias –Dijo cambiando la conversación.

¿Consecu...

No terminó la frase, al sentir como algo impedía que las palabras fluyeran, sus ojos estaban completamente abiertos al darse cuenta que Ren estaba uniendo sus labios con los de ella.

Estaba sonrojada y sus manos temblorosas posadas sobre el pecho del chico no hacían el asunto mas sencillos. El chico estaba con ambos ojos cerrados, como si nada estuviese pasando en ese instante; Dejándose llevar, la pelirrosa colocó abiertamente sus manos en el pecho del joven y comenzó a cerrar sus ojos y corresponder el gesto.

Al sentir la respuesta de la joven, este entreabrió sus ojos, solo para poder verla y luego dirigió su mirada hacia la puerta, ahí estaba Luo y Jai un poco incrédulas con lo que veían.

Ambos se separaron pero Ren lo hizo lentamente, tomando los hombros de Tamao mientras que no dejaba de mirar a las personas presentes.

Lo sentimos joven –Exclamó Luo apenada.

Dije que deseaba hablar con mi prometida a solas – Una sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro, su plan había salido como quiso.

Tamao estaba con ambas manos en el pecho con un muy notable sonrojo y una respiración bastante agitada.

Con su permiso –Dijo Luo saliendo rápidamente de la habitación y cerrando la puerta.

Esto...-Susurró Jai.

El chico estaba con una mirada dura, pero en cuanto miró de reojo a la chica a quien acababa de besar se sonrojó levemente, por tal razón dirigió su mirada al lado contrario del salón.

Lo hiciste bien –Dijo Ren un poco culpable, pero sonó lo mas frío posible.

¿Qué es lo que está pasando-Preguntó Jai.

Esta es una farsa –Dirigiendo su mirada inexpresiva a la joven de cabellos rojos.

Al escuchar aquello, las pupilas de Tamao se dilataron de la sorpresa, sin emitir sonido alguno la chica salió huyendo del lugar completamente roja.

Ren había quedado de espaldas y no se sorprendía por aquella reacción de la joven pero...

Es lo mejor ...

Ren... –Dijo Jai al escuchar las ultimas palabras del chico.-No crees que...

¡No me importa, además hicimos un trato! –Exclamó Ren con dureza.

Al escuchar aquello sintió alivio al saber que esa escena no significo nada pero...también sintió algo de pena por Tamao.


Lo mejor es que...no hubiese aceptado, pero... pero... –Susurraba Tamao mientras bajaba las escaleras con mucha rapidez, hasta que se topó bruscamente con alguien, quien la detuvo.

Nos volvemos a ver –Sonrió con malicia. ¿Sucede algo?

Jo-joven Ashura –Exclamó sorprendida.

¿Estas bien?

Po-por que lo dice? –Preguntó nerviosa.

Por la manera en que corres y sin mencionar ese color carmesí en tus mejillas.

No, no es nada –Cabizbaja.

Pienso que esa no es manera de saludar –Tomando las manos de la joven.

Respiró un poco nerviosa, aun estaba agitada por lo anteriormente ocurrido.

Lo- lo siento joven –Apartando su mano – Te-tengo que preparar la cena.

Pero...

No terminó su frase ya que la pelirosada se había marchado lo mas rápido que pudo a la cocina.

Ashura: Es rápida –Susurró con cierta gracia.

‚¿Qué haces aquí! –Preguntó con molestia a lo lejos.

Si, a mi también me da gusto verte Ren –Dijo Ashura sonriendo mirando al chico que bajaba las escaleras junto a Jai.

Te hice una pregunta.

¿Por qué no habría de estar aquí?

Ren lo miró con mucha molestia.

Veo que cada ves estas mas amable, pero no importa ya que solo vengo por unos cuantos asuntos pendientes.

¿Qué clase de asuntos? –Preguntó con frialdad.

Lo hablaremos después –Intervino.

Hermana?

Esa es la razón...por la que hemos vuelto Ren.

Al ver aquella expresión en el rostro de su hermana no cabía duda que se trataba de asuntos familiares.


Llegando completamente agitada se acercó al grifo y con un poco de agua en sus manos trató de enfriar sus mejillas.

¿Ocurre algo señorita?

¿ah?

¿Por qué está así?

Señorita luo, señorita Qi... no deberían ser tan formales.

Nada de eso, por cierto ¿Por qué lava su cara en este lugar-Dijo Qi

E-eso es ...no, yo no estaba... – Apenas dijo por los nervios.

Disculpe si interrumpí algo –Exclamó Luo respetuosamente.

No, no se preocupe

Se ha puesto mas roja ¿Se siente mal?

Tamao Negó con la cabeza.

No te preocupes Qi, es solo timidez –Sonrió Luo.

Tamao se ruborizó aun mas por el comentario.

Entonces serviré la cena.

Yo estaba a punto de...-Intervino Tamao.

Nosotras hicimos el trabajo, no se preocupe.

No deberían...

Tiene que estar lista puesto que tendremos que enseñarle varias cosas si desea ser la prometida del joven Ren.

¿Si lo deseo ser-Se preguntó Tamao en voz alta.

¿Acaso...

No, no es nada –Exclamó con un completo rubor.

Entonces, es hora de cenar, por favor salga.

No, no es, es que no tengo apetito y...y...

Nada de eso

E-es...solo que no tengo apetito, por favor discúlpenme.

Al ver el rostro suplicante de la joven, ambas mujeres no hicieron mas que suspirar y aceptar.

Inclinándose como muestra de respeto, se dirigió a su habitación y se encerró en esta.


Lo que quieren díganlo de una vez –Exigió Ren con un tono neutro en su voz.

Ren, tu...-Comenzó a decir Jun.

La cena está servida señorita Jun –Interrumpió Qi entrando a la conversación.

Esta bien.-Respondió Jun.

Luo y Qi ya habían preparado la mesa en cuento todos entraron, tomaron asiento aunque Ren esperaba la explicación de su hermana.

¿Y bien-Preguntó Ren.

Jun Tomó un poco de té.

Yo te lo diré –Sonrió Ashura con superioridad.

Habla.

Serás el heredero de la dinastía, por tanto deberás aceptar ciertas medidas.

¿Qué clase de medidas? –Preguntó sin inmutarse.

Ren, deberás volver a China para un entrenamiento especial.-Exclamó Jun con preocupación.

¿Y? –Preguntó Ren cruzándose de brazos.

¡Ren, no se sabe el cuando volverías, pero...estando allá esa será tu decisión de volver o no...además...no sabemos que clase de entrenamientos te esperan.

Calma Jun, sabia que este sujeto no le importaría, y eso esta bien puesto que yo iré.-Rió Ashura divertido.

Ren... sabes perfectamente que...puede ser algo muy duro.-Agregó Jai.

Eso ya no importa –Golpeando el puño en la mesa se retiró.

Por favor no se levante la cena ya esta...-Anunció Qi.

No tengo apetito.

Pero...

Déjalo, este sujeto no entiende con las palabras.-Intervino Ashura.

Estúpido – Susurró Ren marchándose.

(Suspiro) aceptó pero...-Susurró Jai.

Ha sido decisión de él –Bebiendo otro sorbo de té.

Jun¿Y si él no sabe a lo que...

Mi hermano ha pasado por cosas peores...creo que por esta vez habrá que respetar su decisión –Mirando el liquido en la taza.

Ashura comenzó a sonreír con ironía.

‚¿De que te ríes! –Preguntó Jai molesta.

Estas muy tensa –Sonrió.

Tu también pasaras por las mismas cosas que Ren y aun así estas muy tranquilo.

En una cosa concuerdo con él

¿Ah?

Solo deseo hacerme mas fuerte –Cerrando los ojos.

La pelirroja calló, parecía que las razones del chico eran bastantes convincentes.


Caminó hasta la sala donde tomó asiento en el sofá mientras murmuraba algunas cosas en Chino.

¿No comerÿ

(Mirando de reojo) No tengo apetito.

¿Usted también? –Preguntó incrédula.

¿A que te refieres Luo¿acaso no estabas en la cocina?

Si –Sonrió – salí un momento decidí ir a entregar algo.

¿Algo?

Luo, Señalando la bandeja que traía en las manos

¿Eso? – Preguntó Ren extrañado.

Quería entregársela a la señorita Tamao.

Al escuchar ese nombre no hizo mas que sonrojarse al recordar lo que había sucedido hace algunas momentos, parecía haberlo olvidado desde que habló con los demás.

Ya veo –Trató de parecer indiferente aunque un sonrojo se mostraba en sus mejillas.

Pero...no ha querido comer...y está en su cuarto, esta un poco extraña.

Girándose, se dirigió hacia la habitación de la joven, dejando a Luo bastante confundida.

Se posó frente a la puerta y aunque al principio decidió tocar, bajó su mano lentamente, sentía algo extraño.

Que estupidez ...-Susurró para sí.

Estaba apunto de girar la perilla de la puerta pero luego se detuvo, se giró y decidió marcharse.

¿Sentirse culpable¿Por qué? Es decir ella había aceptado entonces...por que sentirse de esa manera.

Odia lo que esa humana le hacia sentir y se odia a si mismo por no poder controlar ese sentimiento.


Así transcurrió la noche, pero cuando pasó, lo rayos del sol comenzaban a despertar a los residentes del lugar, en especial a algunos.

Se levantó con dificultad, movió un poco las sabanas y se sentó para estar en una mejor posición, miró en dirección a la ventana, suspiró y tocó su cara.

Me quedé dormida –Susurró Tamao – Estuve casi toda la noche en cama...

Se acercó a la orilla de la cama, se colocó sus zapatillas y se dirigió al baño.

Lavó su cara...aun estaba tibia y después de estar pensando en tantas cosas, no pudo mas.

Tomó una ducha y luego se cambió de ropa. Colocándose una falda de tablones y una camisa de cuello en forma de " V ", se colocó su delantal, este tenía encajes alrededor.

Salió de su habitación aunque su cara mostraba una expresión de tristeza sabia perfectamente que debía cambiar aunque...tuviese que verlo... a él.

Tomando algunas cosas de la cocina decidió salir a limpiar los pisos del exterior. Llevando delante de sí el balde y los paños.

Miró hacia fuera, suspiró y siguió caminando, pero algo la detuvo de presto.

Al escuchar un grito que provenía desde el patio. Trató de fijarse bien, solo para percatarse de quien era esa persona...aunque esa voz la conocía bastante bien.

Tan temprano...y está entrenando –Susurró Tamao al ver al chico de ojos dorados, practicando algunas posiciones con su horaiken.

Al mirarlo aun mas se colocó cerca de un pilar del pasillo intentado esconderse, lo miró por un tiempo mientras se sonrojaba.

No –Se dijo a si misma – No debo...no quiero pensar en eso...esto es...una mentira.

Estaba nerviosa con solo verlo, debía irse y rápido. Justo cuando se marcharía choco con alguien quien amablemente la detuvo (de nuevo)

¡Tamao¿Qué haces aquí! –Preguntó con sorpresa y con cierta malicia, suficientemente alto para que la otra persona escuchase aquello.

Jo-joven Ashura –Exclamó nerviosa y mas aun cuando Ren giró para ver a las personas que hacían tanto ruido.

El chico se acercó con seriedad y mientras lo hacia, cada vez la pelirosa inclinaba su cabeza mas sonrojada.

Ya despertaste, no me sorprende –Rió Ashura con ironía.

Ren lo miró con seriedad aunque luego dirigió su mirada hacia la joven a su lado, esta al notarlo se separó rápidamente de Ashura y salió huyendo del lugar.

Desde ayer esta así –Susurró mirando en la dirección en la que la joven se había marchado.

Ren miraba por el mismo lugar pero luego suspiró y decidió seguir con el entrenamiento.

¿Se puede saber que ha pasado? –Exclamó con seriedad.

¿De que estas hablando? –Preguntó indiferente mirándolo por la altura del hombro.

Tamao está así desde ayer ¿Le has hecho algo?

Eso no te importa.

Veo que estas muy tenso ¿es acaso por la noticia de ayer? O ¿Será otra cosa?

Ren se giró con violencia mirando al chico con enojo, pero este solo mostraba una sonrisa triunfal.

Si, es otra cosa.-Concluyó para sí el joven de cabellos oscuros.

¿Qué deseas probar?

Deseo quedarme con algo pero tu lo haces mas difícil –Suspiró resignado.

¡Estúpido! –Exclamó furioso.

En ningún momento te he mencionado ese "algo" y ¿aun así te enfadas?.

¿Eso es todo lo que dirás? –Preguntó desafiante.

No –Sonrió con ironía – Solo venia a darte una noticia.

¿Noticia?

Hoy partiremos.

¿Qué?

Ya escuchaste, ayer se te dio la noticia y ahora partirás.

No comprendo lo repentino de la decisión –Dijo Ren guardando la calma.

Se te escogió aun prometida –Dijo con desgano – Se supone que debes comenzar afrontar tus deberes como líder.

Ren se cruzó de brazos

Por cierto... se mencionó también que si decides que Tamao no sea mas tu prometida, entonces tienes que quedarte para siempre en China.

¿hu?

Veo que te interesa.

No digas tonterías, solo me sorprendió un poco.

Como sea –Rió por lo bajo – Si ese será el caso no dudes que yo aprovecharé esa oportunidad.

¡Idiota! –Dijo con odio mientras entraba de muy mal humor a la casa.

No importa –Dijo haciendo que el chico se detuviese de espaldas – Ya que pase lo que pase, me quedaré con ese pequeño detalle que dejé escapar.

Al terminarlo de escuchar, solo decidió seguir caminando.

La mañana pasó sin problemas excepto cuando Tamao miraba a Ren, esta salía huyendo del sitio, mientras este solo suspiraba aunque no la culpaba.

Sin embargo todos notaban aquello en especial Jai.

La tarde estaba llegando, por lo tanto la hora de la despedida también.

Tamao Suspiró

Ocurre algo-Preguntó Qi.

No, nada –Sonrió fingidamente.

Ambas chicas estaban cerca de la sala tratando de arreglar algunas cosas para la cena.

‚¿Por qué así de pronto! –Se escuchó un grito a lo lejos.

Tamao y Qi se sobresaltaron un poco al escuchar aquello.

¿por qué habrá tanto ruido? –Susurró la pelirosada.

Creo que es la señorita Jai.

¿Por qué está molesta?

Creo que es por la partida del joven Ren.

¿Partida? –Repitió incrédula.


Esa ha sido una decisión.-Aclaró Ren

Pero... –Inclinando su cabeza.

No te preocupes –Giró su rostro hacia otra dirección – No pasará nada.

¿Estas seguro?.

El chico sonrió difícilmente con calma, pero así pudo tranquilizar a la joven.

Esta bien –Respondió ruborizada.

Ya casi es hora.

Si...

Ren comenzó a abrir la puerta de la habitación.

¿Adonde te diriges?

Solo arreglaré una cosa mas.

El chico salió cerrando la puerta detrás de sí, ahora tendría que buscar algo.

Se dirigía a su habitación cuando pasó por la sala y miró a Qi y Tamao.

¿Preparando todo-Preguntó Qi con respeto.

Tamao inclinó su cabeza con cierta tristeza.

Algo parecido –Sin dejar de mirar a Tamao de reojo.

Con su permiso –Se puso de pie al mirar a ambos chicos e inclinándose salió del lugar.

Tamao estaba apunto de seguirla cuando una voz la detuvo.

Espera.

La chica giró, hacia él, el tono de voz era bastante neutro y hasta un poco frío pero la petición era bastante sincera.

Estaba sonrojada debía admitirlo pero... Si él se iría...por lo menos...estar una vez mas a su lado...

Quería preguntar que era lo que pasaba pero...no se atrevía, después de todo aquello casi no lo miraba, pero justo ahora él se marcharía ¿Por qué?

¿Por qué? –Repitió en vos alta.

¿Qué dices?

Es verdad...que se marcharÿ –Preguntó cabizbaja, pero con cierta molestia en su tono de voz.

Asuntos pendientes –Susurró desviando la mirada.

Ambos quedaron en silencio, Ren abrió la puerta principal y colocó las manos en su chaqueta.

¿Deseas caminar? –Preguntó rompiendo el silencio.

¿Ah?

Pregunte si deseas salir por un momento.- Mirando el exterior.

Al verlo de esa manera, solo asintió con su cabeza.

Continuara...