El orgullo de un shaman

Cáp. 39: Al pasar la noche.

Esto es demasiado difícil... –Susurró con pesar al pensar en todo lo que pasaría.

Suspiró, se dispuso a entrar a la habitación donde estaba su alcoba y decidió desempacar con calma.

Después de arreglar algunas cosas, se percató que al final de su maleta estaba su tablilla; la tomó mientras sonreía pensando en esos dos espíritus, sonrió y de presto comenzó a recordar otras características de ellos como el de sus grandes perversiones. Cambio la expresión de su rostro a uno molesto.

Tontos...-Susurró algo sonrojada.

Se abrió la puerta de par en par asustando completamente a la pelirosada.

Ren, escucha... –Detuvo su habla al encontrarse con Tamao – Oh, eres tu...

Si desea hablar con Ren, está en la pequeña oficina del apartamento –Sonrió.

Claro –Dijo xiumei con sarcasmo saliendo de la habitación, no podía evitar estar molesta siempre que veía a esa... –Chiquilla, es solo una niña –Balbuceó acercándose a Ren al divisarlo mientras estaba sentado revisando unos papeles.

Ahora que sucede? –Preguntó bastante frío.

¿Acaso me escuchaste?

El joven no respondió pero frunció un poco el entrecejo mientras seguía mirando los papeles.

Siempre me sorprendes –Sonrió con cierto cinismo - ¿Acaso es tan notoria mi presencia?

No sabes cuanta –Dijo Ren mientras movía varios papeles.

¿Puedo tomarlo como un cumplido? –Sonrió sentándose en la silla frente a él.

Por favor –Rió mientras cerraba sus ojos y sonreía con sarcasmo – tu presencia es demasiado hostil, no es difícil detectarte.

¿Y como sabes que solo soy yo? –Sonrió mientras cruzaba sus piernas.

Porque la presencia de Tamao en ningún momento ha sido desagradable – Exclamó mientras seguía como si nada la vista en los papeles.

Ah... es ella de nuevo –Frunció el entrecejo – Solo es una humana común, no quiero que me compares con ella.

Nunca lo haría –Exclamó con una sonrisa que solo causó que Xiumei se enfadara mas al notar su sarcasmo.

No comprendo porque estas con una chiquilla, es mas según recuerdo... al principio deseabas matarla –Rió por lo bajo haciendo que el joven levantara su mirada – es decir, yo nunca hubiese perdonado a alguien que me hubiese hecho tanto daño como se lo causaste a ella.

Ren abrió sus ojos...estaba molesto? Si, definitivamente...y la razón es que ella estaba en lo correcto pero...

Te quedas callado? Veo que no me equivoco para nada.

Eres detestable –Susurró molesto.

puede que sea cierto pero aun así cada vez me gustas mas.

Así que vienes a fastidiar un poco?

Una parte la hago por los negocios, la otra es por tratar de que veas la realidad.

¿En serio? –rió por lo bajo con sarcasmo - ¿Y como harás para que vea la "realidad"? –Elevó un poco la voz en la ultima palabra.

Xiumei rió de la misma manera, mostrando así que ella también sabía jugar a los sarcasmo.

Imagino que no las has tocado aun ¿no es así? –Sonrió haciendo que el chico se sorprendiera un poco – Y es mejor así ¿no lo crees, ya le has hecho mucho daño, seria mejor dejarla en paz.

Ren frunció el ceño, de verdad estaba molesto pero...una parte de él decía que ella tenía razón, aun así...

no importa.

�¿qué!

No importa, ella aceptó –Exclamó como si nada volviendo a los asuntos en su escritorio.

No cabe duda que eres alguien muy especial.

no cabe duda que eres ilusa al pensar que me confundirías –Exclamó sin mirarla.

¿qué te hace pensar que traté de hacer eso? –Sonrió poniéndose de pie y acercándose peligrosamente a él.- Además este no es un ataque...digamos que es mi bienvenida – La joven se acercaba a los labios de él, mientras este sonreía con cierta malicia y justo cuando estuvo apunto de rozarlos el chico volvió su rostro a los papeles.

Si no tienes nada mejor que hacer vete –Dijo seriamente.

Xiumei se molestó por esa reacción, al notar aquello el chico la miró de reojo.

¿Acaso creíste que te besaría? –Sonrió con cierta maldad – Este no es un ataque , digamos que es mi bienvenida. – luego metió unos papeles en un portafolios y se puso de pie, saliendo del lugar.

La joven quedó bastante avergonzada y molesta, aunque obviamente el asunto no iba a quedar así.


Se acercó a la puerta principal dispuesto a irse cuando escuchó un llamado.

Regresa pronto – Sonrió Tamao. Ren giró y solamente levantó su mano como muestra de respuesta.

La pelirosa volvió a sonreír de una manera bastante dulce cuando sintió que Xiumei se acercaba con una expresión en el rostro muy seria.

Date prisa, debes estarnos esperando –Exclamó Ren ocultando una sonrisa de satisfacción al haberle ganado.

Ya lo se –Suspiro Xiumei pasando de largo junto a la pelirosada.

Ambos salieron del apartamento, dirigiéndose a su reunión, mientras que Tamao, al verlos salir solamente suspiró... debía admitirlo, al saber los gustos de Xiumei hacían que se pusiera un poco celosa, aunque solo sonrió para sí, simplemente no podía evitar aquello, aun así Xiumei no le desagradaba para nada, mas bien la encontraba demasiado animada; al pensar mejor en ello rió por lo bajo.


Ambos iban caminando lado a lado, en ocasiones Xiumei lo miraba de reojo aunque esto no pasó desapercibido por el joven.

¿Y ahora que pasa? –Preguntó con seriedad.

¿Acaso no puedo mirarte?

Por ahora trata de ser un poco seria, estamos frente a...

No repitas lo que debo hacer –Sonrió

Pues bien, es mejor así –Exclamó con frialdad.

Se encontraron con un sujeto de traje negro quien los esperaba, hizo reverencia y abrió la puerta de la gran oficina.

Señor, ellos...

No te preocupes –Intervino el joven – Yo los llamé, no tardaran en venir.

Como usted diga –Exclamó aquel hombre dejando pasar a ambos a la gran sala de juntas.

El tiempo pasó volando dejando a ambos jóvenes exhaustos de tantas preguntas.

Debo decir que no esta mal, para alguien que apenas a llegado al mando –Rió Xiumei.

Cállate –Dijo él, quien no estaba de humor para escuchar halagos.

como mañana se partir�, lo mejor es que arregle mis cosas – sonrió y rápidamente plantó un beso en la mejilla del chico.

¿Aun sigues molesta por lo de hoy? –Preguntó con seriedad.

Bueno por algún lugar se debe empezar, y que mejor que en la mejilla ¿no te parece?.

No hagas eso de nuevo –Exclamó molesto y se comenzó a retirar del sitio, mientras que Xiumeí aun sonreía.

Llegó a la puerta de su apartamento y la abrió sin problema, gracias a la tarjeta de acceso, ya habían dado las 8 de la noche.

Se fijó en el sillón que estaba a espaldas de él, se acercó para ver a la pelirosa quien estaba con la pijama de la vez anterior y su cabello suelto, sentada mientras parecía limpiar algo, aunque al lado de ella en la pequeña mesa frente al sofá se percató de un recipiente con...

¿Rapado? –Preguntó el joven mientras alzaba una ceja.

Tamao se sorprendió para luego girar rápidamente.

Ren, lo siento estaba... –No hizo mas que sonrojarse mientras el joven miraba lo que tenía en el regazo, parecía estar limpiando su tablilla – Es que...estaba un poco sucia.

ya veo – Exclamó con seriedad para luego mirar mas de un recipiente – Solo tu eres capaz de comer raspados por la noche.

La pelirosa estaba con una pequeña cucharía en la boca mientras sonreía.

Bueno... la señorita dijo que ordenara algo así que... –Se ruborizó mientras que con el dedo índice rascaba su mejilla.

Ordenaste raspados –Suspiró – Imagino que ella quedó bastante confusa.

La pelirosa solamente sonrió para luego cambiar la conversación.

¿Está todo bien?

Se supone que mañana tendré que ir a Tokio.

Entonces de seguro lo hiciste bien.

El joven no respondió, solamente dejó el portafolios a un lado.

Por cierto... ¿ la señorita Xiumei...?

Debe estar preparando lo necesario para partir mañana.

Pensé que estaría contigo – Exclamó acercándose a él, mientras este se sentaba en el sofá.- ¿Te encuentras bien?

No te preocupes por mi... –Dijo Ren desviando su rostro.

Pero... –Se acercaba cada vez mas y en un mal movimiento del pie, resbaló cayendo sobre él mientras este por su posición la tomó de la cintura; ella estaba con su cabeza en el hombro del joven mientras que él estaba con las manos en la cintura. Una de las piernas de Tamao estaba sobre el sofá muy cerca de Ren, mientras que ambas tirantas de la pijama de Tamao se habían caído dejando desnudos los hombros de esta.

Ren, ya se nos fue avisa... –Calló así como entró a la habitación (muy rápido) , miró la escena completamente sorprendida.

Ambos chicos parpadearon varias veces para luego mirar en que posición "tan" comprometedora en la que estaban.

¡Ahhh, lo - lo siento mucho –Exclamó nerviosamente Tamao mientras se quitaba de encima y se sonrojaba.

No es nada –Agregó el joven de igual manera sonrojado pero desviando su mirada.

Ejem... si harán eso –Agregó con molestia - aseguren la puerta de el departamento.

No, no señorita –Intervino Tamao muy apenada – vera, es que...

No tienes que explicar nada, ella debe ser cortes en tocar la puerta –Dijo Ren con sarcasmo –Son modales básicos.

Sabes perfectamente que son los negocios –Dijo algo molesta Xiumei.

Y bien? –Preguntó seriamente.

No se si es un comentario en general pero todo está listo para mañana, se partirá a las 11:00 en punto –Exclamó la joven.

¿Por qué tan tarde? –Preguntó Ren con una ceja alzada.

Se supone que el vuelo está preparado a esa hora –Dijo sencillamente con un tono bastante irritado.

Tamao al notar esto trató de sonreír y ayudar un poco.

Señorita Xiumei... no debería enfadarse... es mejor ... es decir.. ¿le gustaría pasar la noche aquí?

�¿Qué! –Intervino Ren molesto.

Xiumei sonrió para sí, aunque estar enojada con Ren no era lo mas conveniente.

No, lo siento –Comenzó a retirarse – Hasta mañana ... Ren – Exclamó por lo bajo haciendo enojar mas al chico.

Ren... ¿qué sucede? –Preguntó la pelirosa que no entendía el por qué del enojo.

No es nada – Respondió mal humorado y dirigiéndose a la habitación, aunque Tamao le seguía el paso.

El joven entró al vestidor un poco molesto y después de varios minutos salió de él, para luego sentarse en el borde de la cama. Tamao se acercó, sentándose al lado de él y tratando de calmarlo un poco.

Estas muy cansado es mejor que duermas ya – Exclamó dulcemente para luego ruborizarse, ya que ese día dormirían a cada lado de la cama, es decir, juntos.

El joven alzó una ceja al mirar el nerviosismo de Tamao.

Si es por este detalle de estar juntos aquí, no te preocupes, no te tocaría.

Ese comentario pareció ofender de verdad a Tamao.

Entonces... ¿le perezco desagradable?

¡Claro que no! – Se apresuró a decir en voz alta – Yo no dije eso.

Pero... acabas de decir que no me tocarías...

Ren se estaba sonrojando por las cosas que decía Tamao aunque la verdad en la manera tan extraña en que él habló, simplemente ella no podía pensar en otra cosa y él lo sabía aunque no sabía como reparar el error.

Quedaron en un profundo silencio... el joven estaba tan confundido consigo mismo que era incapaz de darle una respuesta lógica aunque una mentira no estaría mal; no hizo mas que suspirar y comenzar a hablar pero cuando giró se encontró con el rostro de la joven que estaba lleno de dudas.

¿Cómo iba a decirle algo mas, a veces se decía que la única razón por la que estaba con ella era por pagar todo lo que le hizo pero... ella nunca le tuvo algún rencor y eso fue lo que ,mas bien lo atrajo hacia ella pero... ahora ella le preguntaba si fuese capaz de tocarla... claro, por supuesto que lo haría pero, era aquella culpa que hacía que siempre se rindiera.

Al ver ese rostro lleno de confusión , la pelirosa sonrió con cansancio.

Esta bien... no tiene que responderme con palabras – Tomó entre sus manos el rostro del chico y comenzó a besarlo tiernamente haciendo ruborizar de inmediato a Ren y sorprendiéndolo de sobremanera.

Rápidamente, Tamao se acercó mas a él mientras poco a poco Ren comenzó a responder y ambos iban cayendo hacia la cama, Ren quedó sobre ella sin desaparecer el beso, de pronto él mismo rompió aquello dándose cuenta de lo que estaba haciendo; se separó de ella colocando sus manos cerca de la cabeza de la joven. La miró por algunos segundos seriamente tratando de saber su propia actitud.

Te das cuenta que... – Susurró él.

La pelirosa lo calló con un dedo que puso en sus labios mientras le mostraba una sonrisa y asentía con su cabeza.

Si esto sucede... no te libraras de nada... en cambio...aun puedes retractarte –Exclamó con seriedad.

La joven solo sonrió mientras que con su mano derecha acarició la mejilla del chico.

Ren colocó su mano sobre la que ella tenía en su mejilla.

Tonta... –Susurró para luego tomar ambas manos de la joven por la muñeca y colocarlas al lado de su cabeza para comenzar otro beso aun mas profundo, sus manos se entrelazaban con fuerza mientras que caricias y algunos ruidos por falta de aire se hacían presentes, parecía que ambos habían perdido la razón o la poca cordura que les quedaba pero no querían que esto se detuviese...


Ya había amanecido, lo notaba fácilmente ya que la luz molestaba en su rostro, abrió los ojos lentamente y fijó su mirada en el techo de la habitación... sentía su cuerpo pesado y cansado.

Se sentó con dificultad en la cama dejando que la sabana que la cubría cállese a su cintura solo para percatarse que estaba completamente desnuda. Se sorprendió mucho y se sonrojó tomando la sabana y acercándola a su pecho para cubrirse.

De pronto cada escena de la noche anterior regresaba tan rápido, sintió como si le hubiese caído un balde con agua fría, comenzó a sonrojarse de sobremanera...al mirar a su lado en la cama

Estaba completamente sola... inclinó un poco su cabeza con cierta tristeza para luego mirar hacia la ventana y percatarse que alguien estaba ahí, era él; estaba ya vestido con un traje negro azulado. Estaba mirando a través de la ventana de espaldas a ella.

Tamao quedó sin palabras...de verdad estaba apenada y sonrojada pero aun así... no podía evitar felicidad...

Bu-buenos días... –Dijo con dificultad esperando con ansias una respuesta.

Ren al escuchar su voz, pareció haber salido de sus pensamientos para luego sonrojarse levemente y girar lentamente su cabeza hasta poder mirarla de reojo.

Buenos días... –Respondió pausadamente - ¿Cómo te sientes?.

Tamao sonrió con rubor en sus mejillas mientras presionaba ambas manos en su pecho deteniendo la sabana que la cubría.

Bien – Exclamó con un tono dulce.

Ren no dijo mas y comenzó a salir de la habitación; cuando abrió la puerta y estuvo a punto de irse, paró su paso.

Ahora que estas despierta, puedo retirarme.

¿Despierta? –Repitió ella - ¿Acaso estabas esperando a que lo hiciera?

Pensé que si me iba antes que despertaras... y después de lo que pasó ... estaría mal – Dijo secamente mientras se retiraba y cerraba la puerta detrás de sí.

Tamao sonrió mientras se sonrojaba...ella recordaba con sumo detalle todo... y por la actitud de Ren parecía que también le sucedía igual.

Simplemente...se dio cuenta que ella era lo mas valioso para él. Miró a su alrededor y encontró su pijama y demás ropa sobre la pequeña mesa de noche, estaban dobladas y era obvio que Ren las pusiera ahí porque...cuando lo pensaba mejor la noche anterior quedaron bastante separadas... se sonrojó nuevamente al volver a recordarlo.

Continuara...


Ejem, ejem... pues no hay lemon... solo insinuaciones hehehe agradezco los reviews aunque ahora mismo puse el 38 hehee pues me adelanté con el 39, gracias por su apoyo por lo de jannet ¡siiii! mas fics de Ren x Tamao genial! son tan pocos ejem... pues lo que debes hacer es registrarte primero y luego ellos te dan las instrucciones de uso.