DISCLAIMER: ES EL MISMO DE LOS DEMÁS CAPITULOS ASÍ QUE NO ME MOLESTEN.
CAPITULO. 4
LA DEMOSTRACION
Las manos de Hermione descansaban en el pecho de Draco sintiendo como su corazón latía desbordado, sentía los fríos labios del rubio quitándole el aliento y sus brazos rodeando su cintura en un abrazo desesperado, después de la sorpresa inicial no había podido ni querido rechazar ese beso.
Al separarse pudo ver que la mirada gris de Draco normalmente gélida tenía un brillo que nunca había notado, por sus mejillas aún corrían algunas lágrimas así que pasó sus manos por la cara del chico secándolas, Draco tomó una de sus manos y depositó un beso en su palma.
La enorme pena de perder a su madre lo estaba ahogando, pero el tener a Hermione en sus brazos correspondiendo a su desesperado beso lo aliviaba, cuando al fin retiró sus labios de la dulce tortura del beso abrió los ojos a algo que nunca había visto, tenía el rostro de la chica a unos cuantos centímetros del suyo, unos hermosos ojos cafés lo miraban con una ternura que jamás había recibido en un rostro que no recordaba tan bello, sintió la suave mano de la chica secando sus lágrimas y no pudo controlar el impulso de besarlas, tomó una de sus manos y beso su palma todavía humedecida por su propias lágrimas y hubiera continuado besando cada parte de ese pequeño cuerpo si no es por el sonido de la puerta de su padrino abriéndose.
Al escuchar la puerta abrirse soltaron rápidamente su abrazo y miraron con culpabilidad hacia la oficina de Snape.
-Señor Malfoy, veo que ya está un poco más calmado- dijo el profesor- sería conveniente que visitara la enfermería para que revisen sus manos, a juzgar por el estado de la mayoría de los muebles de mi oficina, creo que están algo lastimadas, hay algunos asuntos que debemos arreglar pero pueden esperar a mañana- concluyó volviendo a entrar en su oficina.
Snape tenía razón, Hermione tomó las manos de Draco y vió que los nudillos de ambas manos todavía sangraban un poco y sus manos tenían huellas de fuertes golpes.
-Tienes que ir a la enfermería- dijo la chica sosteniendo las manos del rubio.
-Sólo si vas conmigo.
-Draco Malfoy le tiene miedo a la enfermería?.
-Miedo no, pero siempre he pensado que la señora Pomfrey tiene algo de sádica – dijo arqueando una ceja- vamos?
Hermione sonrió y tomó el brazo de Draco, juntos se dirigieron en silencio a la enfermería, en el trayecto encontraron a varios alumnos del colegio que les miraban con curiosidad, Hermione trató de soltarse del brazo del chico pero él no lo permitió, sólo levantaba la cabeza y les dirigía retadoras miradas a quienes los veían.
-Se puede saber que pretendes?- murmuraba la chica viendo el revuelo que estaban causando en el colegio.
-Granger, ya te dije que no voy a permitir que nadie me diga que debo o no debo hacer, la única persona que alguna vez lo hizo asesinó ayer a mi madre y por su propio bien espero que no se le ocurra presentarse ante mí, porque pondría en práctica todo lo que me enseñó.
Hermione se limitó a tomar el brazo de Draco con más fuerza con un gesto de preocupación, había mucho dolor en las palabras del chico.
-Señor Malfoy! Dos visitas en una semana, voy a empezar a pensar que le gusta venir a verme- dijo la señora Pomfrey en cuanto los vió entrar – el profesor Snape me acaba de mandar una lechuza contándome lo que pasó, me permite sus manos?.
Draco obedeció con algo de renuencia, de verdad que esta mujer debía ser algo sádica.
-Necesito que se ponga esta bata y se recueste en la camilla del fondo- dijo la enfermera soltando sus manos y extendiéndole una bata blanca al chico que la miraba sorprendido.
-Pero son sólo mis manos!...
-No son las heridas físicas las que me preocupan, obedezca – dijo poniendo la bata en las manos del chico y señalando la camilla.
Hermione tomó la bata y jaló del brazo al chico antes que comenzara a soltar hechizos contra la mandona enfermera.
Al llegar a la camilla Draco tomó su varita y con un movimiento cambió sus ropas por la bata de la enfermería.
-OYE!! Porque no hiciste eso cuando te iban a vendar las costillas?- dijo Hermione indignada.
-Y perderme tu cara toda sonrojada mientras me desvestías? Nunca!, aunque... si lo que quieres es volver a desvestirme puedo regresar mi ropa a su lugar- dijo con una sonrisa.
-Eres un idiota!- contestó Hermione aunque el recuerdo de su anterior visita a la enfermería todavía le hacía sonrojarse levemente.
La señora Pomfrey curó y vendó las heridas en las manos de Draco, con una pequeña sonrisa ante el gesto de dolor del chico cada vez que tocaba sus nudillos sangrantes.
-Ahora sólo necesito que se tome esto y descanse- dijo la enfermera extendiendo una taza con una poción al chico.
Draco dio un pequeño sorbo e inmediatamente reconoció la poción que le estaban dando.
-Caléndula, no, no quiero que me duerma- dijo dejando la taza sobre la mesita.
-Tiene que tomarla toda, necesito que descanse- dijo poniendo la taza nuevamente en sus manos y retirándose.
-Anda tómala, tiene razón, debes descansar y por ti mismo no creo que puedas conciliar al sueño tan facilmente.
-Sólo si te quedas conmigo hasta que me duerma.
-Pareces un niño mimado.
-Alguna vez lo fui- dijo Draco tomándose el contenido de la taza y entregándosela a Hermione- ahora me vas a contar un cuento?
-Te voy a contar hasta tres para que te duermas antes de que te duerma yo de un golpe- contestó mientras lo arropaba cubriéndolo con las cobijas.
-Ven, siéntate aquí conmigo mientras me duermo- dijo Draco haciéndole un lugar junto a él en la camilla, Hermione dudó un poco pero terminó sentándose junto al chico que inmediatamente rodeó su cintura con sus brazos y descansó la cabeza sobre su vientre. La poción comenzaba a hacer efecto y los párpados de Draco eran cada vez más pesados, sintió la mano de la chica acariciando su cabello y con lo que le quedaba de conciencia murmuró:
-Gracias Hermione....
Hermione estaba sorprendida, en siete años nunca había escuchado a Malfoy dando las gracias por nada, mucho menos a ella y sin mencionar que ya no era "Granger", ahora era "Hermione", recargó su cabeza en la cabecera de la camilla recordando todas las veces en que fue blanco de las burlas del chico y la escena de la tarde cuando le dio la noticia de la muerte de su madre, parecía mentira cuándo había cambiado en sólo unos meses.
La señora Pomfrey se acercó a revisar que Draco se hubiera terminado la poción, lo vió profundamente dormido en el regazo de Hermione quien le acariciaba el cabello, tomó la taza e hizo una seña a la chica preguntando se el chico la había tomado, la castaña asintió con la cabeza sonriendo, la enfermera se limitó a mover los labios diciendo "buenas noches" y se retiró a su oficina con una sonrisilla dibujada en su rostro.
.......
Una punzada en el cuello la hizo despertar, tenía toda la espalda adolorida, trató de moverse pero sintió su cuerpo aprisionado así que se talló los ojos con las manos y los abri sorprendida, todavía estaba en la enfermería sentada en la camilla, el sol entraba por las ventanas y lo que apresaba su cuerpo era el cuerpo de Draco que estaba abrazado a ella y la tenía completamente inmovilizada, HABIA PASADO LA NOCHE AHÍ!!, consultó su reloj viendo que eran las siete de la mañana, afortunadamente era sábado y no tenían clases, pero seguramente en el dormitorio estarían preocupados por ella.
Con todo cuidado se deshizo del abrazo del chico y bajó de la camilla tomando sus cosas de la silla donde las puso la noche anterior, antes de retirarse contempló el rostro de Draco, parecía tan tranquilo... hacía algo de frío así que lo cubrió con las cobijas, sonrió con ternura y salió de la enfermería.
Draco estiró un brazo buscando el cuerpo que lo había mantenido tranquilo casi toda la noche, la poción no había sido lo bastante fuerte como para mantenerlo dormido por mucho tiempo, en el transcurso de la noche había despertado sobresaltado varias veces pero al sentir el tibio cuerpo de Hermione en sus brazos respirando tranquilamente había podido conciliar el sueño nuevamente. Sintió las sábanas aún tibias y el perfume de Hermione flotando a su alrededor, desilusionado se limitó a hundir su rostro en la almohada maldiciendo la luz del sol.
Hermione caminaba lentamente hacia la torre de Griffindor, su cabeza era una maraña de ideas y pensamientos que luchaba por ordenar, la amistad que había comenzado con Draco ahora estaba enfilando hacia otros rumbos que la atemorizaban, qué había significado ese beso?.
Draco se había convertido en pocos meses en una persona muy importante para ella, tal como lo eran Harry y Ron, pero por el rubio se había desarrollado un sentimiento adicional que había tratado de reprimir, pero ahora, con el beso había salido a flote a toda velocidad –ESTOY FRITA- pensó sonriendo al entrar en la sala común.
Harry y Ron estaban sentados frente a la chimenea, cada uno en un sillón tratando de atinar el mayor número de grageas de todos los sabores en la boca del otro, habían esperado hasta muy tarde la llegada de Hermione pero al ver en el mapa del merodeador que estaba en la enfermería acompañada de Draco decidieron irse a dormir y esperarla temprano, por lo que todavía llevaban puestas sus pijamas y batas de dormir.
En cuanto la chica entró ambos se pusieron de pié y fueron hacia ella.
-El profesor Dumbledore nos dijo todo, como está Malfoy?- preguntó Harry.
-Deprimido, pero no se preocupen ahora está descansando en la enfermería- contestó Hermione dirigiéndose a su dormitorio sin detenerse – y si no les molesta yo necesito un baño.
-Lo que nos preocupa no es Malfoy, eres tú- dijo Ron seriamente.
Hermione se detuvo frente a la puerta de su dormitorio y dio media vuelta para mirar de frente a sus amigos, ambos tenían semblante de verdadera preocupación lo que la conmovió totalmente, en realidad estos chicos eran como sus hermanos y como tales debía darles una explicación, así que regresó sobre sus pasos y los llevó a ambos a sentarse en un sillón uno a cada lado de ella.
-Que les preocupa chicos?- preguntó tranquilamente.
-Que pasa realmente entre Malfoy y tu?, sabíamos de sus paseos nocturnos, pero que te defienda de su mejor amigo y desahogue sus penas contigo es algo que definitivamente no esperábamos- dijo Harry preocupado.
-Verán, es algo complicado, después de la tregua Draco y yo seguimos con nuestra amistad casi sin darnos cuenta, nos veíamos en el lago después de las rondas y él me acompañaba aquí de regreso, pero ayer...bueno ya les conté lo de Zabini, cuando supo lo de su mamá y el profesor Snape los corrió a todos del pasillo, estuve consolándolo por un rato y luego....eee.....pues....me besó.
-QUE! Que le pasa? Creé que puede hacer contigo lo que le pegue la gana o que?- dijo Ron indignado.
-Y yo no lo rechacé...- interrumpió la castaña algo sonrojada – después Snape nos mandó a la enfermería y lo demás ya lo saben.
Los chicos permanecieron en silencio por unos momentos hasta que Harry pasó un brazo por los hombros de Hermione y muy bajito le preguntó.
-Lo quieres?...
-Creo que sí...
-Y él a ti?- preguntó ron.
-No lo sé...- susurró Hermione – pero no quiero que ustedes metan su cuchara en esto, tengo que arreglarlo yo, me lo prometen?.
Los chicos se miraron y cruzaron los dedos en sus espaldas al mismo tiempo mientras dijeron muy seguros.
-LO PROMETEMOS.
Hermione sonrió y se dispuso a ir a su dormitorio.
-Ahora si me disculpan, de verdad necesito un baño.
-Vas a desayunar?- preguntó Harry
-No, paso a la cocina por algo y me voy a terminar los deberes a la biblioteca, cosa que deberían hacer ustedes también- contestó sonriendo.
-Te alcanzamos allá, vamos a desayunar al comedor y llevamos nuestros apuntes- dijo Ron despidiéndose.
En cuanto la chica entró en su dormitorio los chicos voltearon a verse con una mirada de complicidad en sus rostros.
-La plática del hermano mayor?- preguntó Harry.
-Definitivamente- contestó Ron – le decimos algo a Ginny?
-Le dirás tú porque a mí no me dirige la palabra- contestó Harry caminando hacia el dormitorio de los chicos.
-Que le hiciste?- dijo Ron en tono cansado, estos dos se la pasaban peleando.
-Nada!, sólo vió una carta de Asil y se puso como loquita- dijo Harry levantando los hombros.
-Y le dijiste quién es?- preguntó Ron sonriendo.
-No me dio tiempo, y ahora pretende que soy invisible cuando me ve.
-Bueno, eso lo arreglamos después, ahora hay que buscar al hurón- respondió Ron empujando a Harry dentro del dormitorio.
........
Draco caminaba hacia las mazmorras de Slytherin, por la mañana en cuanto la Señora Pomfrey lo dio de alta se dirigió a la oficina de su padrino, le había explicado que con la muerte de su madre la mitad de las posesiones que tenían sus padres pasaba a sus manos, incluyendo la mansión de verano que tenían en Escosia, aunque le sugirió que por el momento y hasta que supieran algo de su padre permaneciera en el colegio por su propia seguridad, incluyendo las fiestas navideñas, esto lo puso de mal humor, esas fechas eran las únicas en las que otros años podía convivir con su madre y ahora su padre se había encargado de quitarle esto también.
Escuchó un sonido a sus espaldas pero al voltear sólo vió el pasillo desierto, siguió caminando cuando sintió dos pares de manos que lo tomaban por los brazos y lo empujaban hacia un salón vació del otro lado del corredor.
-Se puede saber que diablos les pasa?- Preguntó el rubio, aún no veía a nadie pero sabía perfectamente que se trataba de Harry y Ron usando la famosa capa de Potter.
-Queremos hablar contigo- dijo Harry quitándose la capa y mirándolo fijamente.
-Sobre Hermione- completó Ron.
-Le pasó algo?- un frío recorrió su espalda sólo de pensar que alguien le pudiera haber hecho algo.
-No, está bien, pero nos contó lo que ha estado pasando entre ella y tú.
-Eso no es de tu incumbencia Potter- dijo Draco con un gesto de desagrado.
-Lo es, Hermione es como nuestra hermana y no vamos a permitir que nadie se burle de ella o le haga daño, así que queremos saber que tienes con ella- contestó Ron de golpe.
-No voy a discutir eso con ustedes, pero tengo bastante imaginación y si quisiera burlarme de ella podría encontrar muchas otras formas de hacerlo- contestó Draco encarando a los dos chicos.
-No pretendes lastimarla o engañarla?- preguntó Ron.
-Es lo que menos intento.
Los amigos intercambiaron miradas y se dirigieron a la puerta, casi al salir Harry se detuvo y giró para mirar al rubio.
-Ella te quiere sabes?, no sé lo que vió en ti y no la voy a cuestionar, pero no te atrevas a lastimarla porque no descansaría hasta hacerte pagar el daño que le hagas- dijo muy seriamente Harry.
-Yo también la quiero- soltó Draco secamente.
-Demuéstralo- dijo Harry cerrando la puerta tras de si.
Draco pasó el resto del fin de semana encerrado en su dormitorio, pensaba en Hermione y en lo que había confesado a Harry, se sorprendió a si mismo admitiendo que de verdad quería a la chica, era la única persona que había permitido que lo tocara y ella había llegado con su toque hasta su hasta ahora insensible corazón.
El lunes por la mañana despertó de muy buen humor, se arregló y bajó a desayunar más temprano de lo normal, sentado en la mesa de Slytherin esperaba impacientemente la llegada de Hermione, lo había pensado mucho y se había decidido, se iba a permitir querer a quien su corazón había escogido sin importarle nada más y siguiendo la recomendación de Potter lo iba a demostrar.
Hermione pasó el fin de semana metida en la biblioteca haciendo deberes pendientes e inventándose otros por si se los pedían la semana entrante, la verdad es que trataba de distraerse para no pensar en Draco, debía dejar que él meditara lo que estaba pasando entre los dos, pero para el lunes estaba ya hecha un manojo de nervios, se arregló por la mañana y se dirigió al comedor con Harry y Ron, al llegar como era costumbre dirigió la mirada hacia la mesa de Slytherin en el lugar de siempre.
Y ahí estaba él, inclinó la cabeza a manera de saludo como todos los dias cuando para su sorpresa el chico se levantó de la mesa y se dirigió a ella con los ojos brillantes.
Draco vió en la entrada del comedor como llegaba Hermione acompañada de Ron y Harry y su corazón comenzó a latir rápidamente, al encontrar su mirada con la de ella no tuvo que esperar más y se dirigió a su encuentro.
-Buenos dias- dijo tímidamente Hermione.
-Buenos dias- contestó Draco tomándola por la cintura y sorpresivamente y frente a toda la escuela la besó, Hermione estaba sorprendida, pero tener nuevamente los labios fríos de Draco aprisionando los suyos hicieron que se olvidara del resto del mundo, así que simplemente cruzó los brazos detrás del cuello del chico y disfrutó de calor que emanaba del beso, al separarse pudo ver los ojos grises de Draco algo oscurecidos por la emoción mientras la mantenía abrazada por la cintura.
-Te quiero- escuchó en un susurro, su corazón latía desbocado, y no pudo sino contestar.
-Te quiero- dijo sonriendo
-Desayunamos?- preguntó el rubio con voz ronca, tomando a la sorprendida chica de la cintura y llevándola hacia la mesa de Griffindor.
Harry y Ron esperaban en la mesa, sorprendidos como todos en la escuela, aunque Harry sabía que esa era la demostración que había pedido a Malfoy.
-Recórrete comadreja- dijo Draco tocando en el hombro a Ron, quien iba a contestarle pero al ver la mirada divertida de Hermione no tuvo mas que recorrerse para dejar lugar al chico rubio.
Draco se acomodó junto a Hermione y desayunó en la mesa de los leones, todos estaban sorprendidos además de que estuviera con Hermione de que fuera un buen conversador, de verdad que cuando no estaba fastidiando a la gente era una persona agradable.
Mientras tanto en la mesa de Slyterin todos estaban contrariados, que diablos le había dado esa sangre sucia a Malfoy?, Pansy despotricaba con la chica diciendo que seguramente le había dado algún tipo de poción, mientras las demás opinaban que tal vez era vudú, en silencio un chico moreno de maliciosos ojos azules lo miraban con odio.
-Con que la conseguiste- murmuró para si mismo- no por mucho tiempo jefe...
.......
N/A: Holas chicas!!! Estoy muy emocionada por la cantidad de rw que recibí, y con la emoción pues me llegó la inspiración para traerles este nuevo capítulo, así que no se atrevan a irse sin dejarme otro.
Me alegra mucho que les esté gustando la historia, y especialmente para Asil: cumplido, pero estate pendiente que tengo algunas nuevas ideas contigo aquí.
Las quiero a todas, pórtense mal y cuidense bien.
Besos.
Icy.
