DISCLAIMER: Ya quisiera yo que todos fueran mios, pero por una mala jugada del destino son todos de J.K. Rowling. snif snif.

CAPITULO 6.

FELIZ CUMPLEAÑOS.

-DRACO MALFOY!! QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO DESNUDO EN LA CAMA DE PARKINSON??

El eco del grito resonó en su cabeza, el cerebro adolorido del rubio despertó de repente tratando de recordar en donde estaba y porque diablos sentía que su cabeza se partía en dos, las imágenes del festejo nocturno llegaron de golpe a su mente, los brindis, los regalos y la madrugada que lo sorprendió sosteniéndose de las paredes de las mazmorras, recordó que había entrado en la sala común, aprovechando que estaría desierta por dos dias decidió obviar el uso de pijama y dejó sus ropas en el camino desplomándose en su cama o ... un momento, la cama de Parkinson??

Abrió un ojo y se dio cuenta que alguien había abierto las cortinas, probablemente la misma persona que había gritado como poseída, los rayos del medio día reflejados por la nieve entraban por los ventanales inundando la habitación, se sentó en la cama con las palmas de las manos oprimiendo sus adoloridas sienes rogando que su cabeza no estallara, abrió los ojos y se encontró con una figura parada a los pies de la cama, se restregó los ojos para enfocar mejor aunque ya había identificado la voz de la poseída.

La chica estaba de pié a los pies de la cama, mirándolo con la cabeza ladeada y una expresión en el rostro que no sabía si estaba a punto de reírse o de lanzarle una maldición.

-Feliz Navidad preciosa...- murmuró una voz ronca que salió de su garganta- ...yo....

-Lo único que te salva de una muerte lenta y cruel es que llegué primero a la sala común de Griffindor y encontré a todos en peores condiciones que tú - dijo Hermione interrumpiéndolo y sonriendo por fín – Pero lo último que pensé es que teniendo todo Slytherin para tí escogieras la cama de Pansy para dormir.

-Digamos que no la escogí, me falló la orientación... mi cama está en el mismo lugar en la habitación de al lado...espera, como sabes que es la cama de Parkinson?- preguntó el rubio sonriendo.

-Quien más tendría fotos tuyas pegadas en la pared?- contestó Hermione señalando la cabecera de la cama adoselada en donde se veían una gran cantidad de fotos de Draco desde los primeros años en Hogwarts hasta los últimos partidos de quidditch en los que participó.

-Siempre pensé que estaba mal de la cabeza – dijo Draco levantándose para ver mejor la colección de fotos, lo que provocó que la sábana que lo cubría resbalara y lo dejara totalmente al descubierto frente a la castaña, quien se sonrojó violentamente. El rubio recogió la sábana y la enrolló en su cintura sonriendo ante la turbación de su novia.

-Emmhh! te espero afuera- dijo Hermione dando media vuelta y llevándose un fuerte golpe en la frente con el dosel de la otra cama- ouch!!, estoy bien, estoy bien, te espero afuera...- dijo tambaleándose hacia la salida que llevaba a la sala común.

Draco aún sonriendo tomó la parte de su ropa que estaba tirada en los alrededores y se dirigió a su habitación de donde salió vestido con su pijama y su bata de dormir, en la sala común estaba Hermione de pié junto al ventanal mirando hacia las lejanas montañas nevadas del bosque prohibido, hasta ese momento reparó en la fina capa que la chica llevaba puesta, de seda color negro con capucha larga caída hacia atrás, tenía un forro de gamuza roja que la hacia bastante abrigadora y un hermoso broche de plata con la forma de dos leones que se unían por las garras asegurándola alrededor de su cuello.

-Ese sastre sabe lo que hace, ahora entiendo porque mi madre no dejaba que nadie más le confeccionara el guardarropa- dijo acercándose a Hermione – Te gustó tu regalo? – preguntó abrazando a Hermione que seguía de espaldas pasando sus brazos alrededor de los hombros de la castaña.

-Me encantó, pero no crees que es demasiado?- dijo la chica descansando la cabeza en el hombro del rubio.

-Acostúmbrate. Nada es demasiado para ti- dijo Draco dando un pequeño beso en la sien de Hermione.

-Como supiste mi talla?- preguntó Hermione sintiendo el inicio de pequeños espasmos en su espalda con la cercanía de Draco.

-No está hecha por talla, está hecha a tu medida, mira...son seis besos del hombro al cuello...- dijo dando pequeños besos desde el hombro de Hermione hasta llegar a su cuello- ...alrededor de tu garganta son ocho besos...- prosiguió con su demostración apoderándose del cuello de la chica que trataba desesperadamente que Draco no notara su respiración agitada.

-...tu frente llega a mi barbilla...- dijo dando la vuelta a Hermione y dejando un beso en su frente, Hermione estaba aprisionada entre el frío hielo del ventanal y el cálido cuerpo de Draco que se pegaba al suyo cada vez más-...y tres besos más abajo está tu boca...- dijo dando un beso en cada uno de sus ojos, otro en la nariz y por último se apoderó de su boca, en un beso en el que trató de trasmitir todo lo que sentía por esa pequeña hija de muggles que le había robado el corazón, los brazos de Hermione rodearon su cintura haciendo que se sintiera envuelto completamente en su esencia y se olvidara del resto del mundo.

Las manos expertas del rubio buscaron bajo la capa de Hermione y encontraron su cálida piel bajo el suéter de algodón que ella llevaba puesto, pudo sentir cómo los músculos de la espalda de la chica se estremecían al contacto de sus dedos y no pudo reprimir un pequeño gruñido de satisfacción.

-Lamento la interrupción!- dijo una voz desde la entrada – pero estamos esperándolos en el Comedor- dijo Harry con el cabello más desordenado que de costumbre y con unas ojeras profundas rodeando sus ojos color esmeralda.

-Maldita sea!- dijo Draco apartándose de Hermione- desde cuando demonios la sala común de Slytherin se volvió pública?.

-Supongo que desde que el prefecto llega tan borracho que deja la puerta abierta- dijo Hermione sonriendo, se levantó de puntillas y susurró en su oído – Feliz navidad, vamos?.

-Me baño y los alcanzo allá- dijo Draco dirigiéndose a su habitación resignado y todavía con el aroma de Hermione impregnado en su cuerpo.

........

La mesa de los profesores albergaba a los mismos comensales que en la cena de la noche anterior además de Hermione que acortó su tiempo de salida regresando esa mañana de la casa de sus padres.

-Tómense eso- dijo Ron poniendo frente a Harry y Draco dos tarros llenos de una sustancia viscosa que despedía un extraño vapor violeta.

-Nos quieres envenenar?- no te parece suficiente la muerte en vida que traemos?- dijo Harry quien todavía no tocaba nada de los alimentos que habían aparecido en su plato.

-Claro que no, el regalo de Fred y George también incluía un remedio para el dia después, según ellos esto nos va a quitar la resaca y nos dejará como nuevos- dijo el pelirrojo triunfalmente.

-Ya lo probaste?- gruño Draco mirando desconfiadamente el brebaje en su tarro.

-No, creí lo más justo que lo tomáramos los tres al mismo tiempo...- contestó Ron, pero fue interrumpido por el aletear de una bandada de lechuzas que traían el correo matutino (o de medio dia, pues ya era bastante tarde).

Una de ellas se paró delante de Hermione dejándole un pergamino sellado sin remitente que ella tomó inmediatamente y guardó entre sus ropas, esto extrañó mucho a los chicos, sobre todo a Draco que iba a preguntarle de que se trataba cuando una lechuza picoteó su mano tratando de llamar su atención hacia los documentos que debía entregarle.

-Ouch! Maldito plumero, ya te ví, dame eso- dijo tomando el paquete que le estaba entregando.

La lechuza hizo un gesto de arrogancia ante el insulto y se emprendió el vuelo a través del ventanal abierto.

Draco desenvolvió el paquete y revisó los papeles que le habían llegado, era la sesión total de los bienes de la familia Malfoy a su nombre para su disposición y manejo inmediato.

-Lo que me faltaba, más trabajo- dijo botando los papeles sobre la mesa - ahora tengo que hacerme cargo de todo desde aquí.

-Y porque te los mandan en navidad?- preguntó Harry repasando los papeles que tenía enfrente.

-Porque hoy cumple 18 años- contestó Hermione sonriente – Feliz cumpleaños! – dijo dando un beso en la mejilla al rubio.

-El hurón cumple años en navidad?, jamás me lo hubiera imaginado – dijo Ron – eso amerita un brindis.

Harry y Draco voltearon hacia él con un gesto de angustia, quería otro brindis sobre la resaca que ya traían?.

-Tomen sus tarros!- dijo Ron tranquilizándolos y levantando su tarro vaporoso frente a ellos- por el cumpleaños del hurón y que por fin va a ser un hombre de bien y no un vago malcriado.

Draco iba a protestar por la segunda parte del brindis pero sintió la mano de Hermione apretando su pierna en señal de que lo dejara pasar, así que levantó su tarro con algo de pesar, Harry hizo lo mismo y Hermione se les unió con un vaso de hidromiel – Salud!!- corearon apurando el contenido de sus tarros, los tres chicos apretaban su nariz para tratar de bloquear el nauseabundo olor del brebaje que Ron había preparado.

-Puagg!, que diablos le pusiste a esto, sabe horrible- dijo Draco con cara de asco.

-No querrán saberlo, uggh! De verdad sabe horrible, pero se van a sentir mejor- contestó Ron igualando el gesto de asco del rubio.

-Más te vale si quieres llegar vivo a año nuevo- dijo Harry terminando con la maloliente pócima, mientras Hermione se desatornillaba de risa al ver la cara de sus amigos.

Y de verdad funcionaba, a los pocos minutos de haberlo tomado, el dolor de cabeza y la pesadez desaparecieron, la cara demacrada de Harry se restableció y nuevamente se sintieron listos para divertirse.

-Que tal un partido de Quidditch?- propuso Harry terminando su postre.

-Tengo que hablar con mi padrino sobre estos papeles- dijo Draco – pero adelántense y los alcanzo en unos minutos.

-Yo también tengo que pasar a la oficina de la profesora McGonagall- contestó Hermione – pero antes, tengo algo para ti- dijo sacando una pequeña caja de terciopelo de una de las bolsa de la capa.

-Feliz cumpleaños- dijo abriendo la pequeña caja que contenía un anillo de oro con una incrustación en plata en el centro en forma de un pequeño dragón enroscado- espero que te guste.

Draco sonrió emocionado por el regalo que acababa de recibir, tomó el anillo y se lo puso en la mano derecha.

-Es perfecto! Pero como?...

-Tu dedo anular es del tamaño de mi dedo gordo, de ahí supe la medida- interrumpió Hermione sonriente.

-Gracias! – dijo Draco levantándose de la mesa y tomando a Hermione por la cintura la apretujó contra su pecho.

-Pero entonces...esto te va a quedar perfecto - dijo poniendo a la chica en el suelo.

Levantó su mano izquierda y de su dedo meñique quitó un pequeño anillo que todos habían visto ahí desde que lo conocieron pasándolo al dedo anular de Hermione donde ajustó perfectamente.

-Este anillo me lo dio mi madre cuando era pequeño, desde entonces siempre ha estado en mis manos, quiero que tú lo tengas - dijo mirando profundamente a Hermione.

Ella sabía todo lo que su madre representaba para él así que no sabía si debía aceptar tal responsabilidad.

-Estás seguro? - preguntó algo nerviosa.

-Tan seguro como que te quiero - dijo el rubio sonriente, a lo que Hermione no tuvo más que sonreír también y poniéndose de puntitas dio un beso en los labios del chico.

-Hey! Vámonos antes de que tanta miel nos deje pegados al piso - dijo Ron levantándose de la mesa y tratando de jalar a Harry.

-Necesito que este grandulón romántico se mueva - dijo Harry al ver a Draco bloqueando su salida de la silla.

Todos rieron saliendo del comedor, en el corredor tomaron hacia diferentes direccións, Harry y Ron fueron a sus habitaciones por su equipo para el partido de quidditch, Hermione se dirigió a la oficina de la profesora McGonagall y Draco se encaminó a la oficina de su padrino y profesor de pociones, Severus Snape.

Tenía el asunto del misterioso pergamino que recibió Hermione dándole vueltas en la cabeza, pero trató de concentrarse en lo que su padrino le decía después de revisar los documentos que le enviaron.

-Estás conciente que deberás presidir las reuniones semanales de la junta de negocios?, yo preferiría que siguieras en el colegio, aunque es tu decisión si quieres dedicarte de lleno a manejar el legado de la familia Malfoy- dijo el profesor Snape dando una última ojeada a los papeles.

-No, quiero terminar el colegio, las juntas son los viernes por la tarde así que no van a interferir con mis deberes aquí, sólo tengo que cambiar mis guardias nocturnas y tener los deberes listos el fin de semana- respondió el rubio acomodándose en el sillón.

-Un puro?- preguntó Snape ofreciéndole una caja de madera que estaba sobre su escritorio.

-No, ya no fumo - contesto Draco.

-Te molesta?- dijo sacando un puro de la caja, Draco se limitó a negar con la cabeza.

-Parece que la influencia de la señorita Granger de verdad te ha cambiado mucho- dijo el profesor

-Mas de lo que quisieras? - contestó Draco, mirando fijamente a su padrino, era la única persona de la que recibía opiniones sobre sus acciones y le interesaba saber su opinión sobre la relación que tenía sobre Hermione.

-Ya que lo preguntas, ciertamente me sorprendió al inicio, llegué a pensar que Parkinson tenía razón y tal ves te había hechizado o algo así, pero después te ví más feliz de lo que recuerdo haberte visto nunca...a pesar de ser una Griffindor y tener esas amistades tan fastidiosas creo que no podrías encontrar una chica más confiable o más inteligente...

-O más bonita...- dijo Draco sonriendo.

Snape dibujó una media sonrisa en su rostro, que era el máximo de felicidad que su maltratado corazón podía expresar.

-Eso no lo voy a discutir, sólo ten cuidado... se pueden hacer muchas cosas por amor – concluyó el profesor con una bocanada de humo saliendo de su boca.

Draco asintió mientras sus dedos pasaban sobre el anillo que descansaba en su mano derecha, la aprobación del profesor Snape a su relación con Hermione le daba mucha tranquilidad, además era la primera vez que Snape dejaba ver algo de su pasado, Draco sabía que había estado enamorado por muchos años y que por ese amor había sido un agente doble ayudando a Dumbledore con información de Voldemort, cosa que obviamente su padre no sabía ya que de otro modo no le hubiera confiado a su hijo como ahijado.

-Debes hacer pronto tu presentación oficial, ya pensaste en la fecha?- dijo Snape cambiando el tema.

-Estaba pensando hacerlo para finales de marzo, en inicios de primavera, tal ves Hermione quiera ayudarme con la organización y los arreglos que hay que hacer en la mansión- dijo el chico frunciendo el ceño, los bailes oficiales nunca habían sido de su agrado y ahora que su madre ya no estaba para organizarlo se sentía algo perdido en eso.

-No dudo que quiera ayudarte, pero te sugiero que comiencen los arreglos lo más pronto posible- dijo Snape levantándose de su escritorio - al parecer esos son todos los pendientes, disfruta lo que te queda de vacaciones y... Feliz cumpleaños...- dijo dando un fuerte abrazo a su ahijado.

Draco salió de la oficina de su padrino y se dirigió a su habitación, todavía tenía un partido de quidditch pendiente, tenía que aprovechar el tiempo que le quedaba como un chico normal antes de sumergirse en el mundo de los negocios de la familia.

Hermione salía de la oficina de la profesora McGonagall con gesto de preocupación, el consejo y ayuda de su mentora la había tranquilizado un poco sin embargo pensar que tenía que guardar un secreto sin compartirlo con Draco la ponía algo nerviosa, pero era lo mejor para él...por lo menos por ahora.

Caminaba sumida en esos pensamientos cuando al pasar por el ventanal escuchó los gritos de sus amigos en el campo de quidditch, desde la ventana vió varias escobas volando con sus alocados ocupantes de un lado a otro de los aros del campo mientras Harry y Draco volaban haciendo cabriolas tratando de tener la snitch primero.

-Al diablo, ya me preocuparé después...- pensó, se ajustó la capa y salió corriendo hacia el campo de juego a disfrutar sus últimos dias de vacaciones.

...........

N/A: Holaaa chicas.... que tal las vacaciones, como pueden ver yo tambièn tomè las mias pero ya estoy de regreso con un nuevo capìtulo que espero les guste, como veràn la historia ya va tomando direcciòn, diganme que les parece, besitos a todas.

Aquì les dejo la contestaciòn a los rw:

Lira Garbo: Como ya te contestè en el rw del el pianista, cuando vì que te gusta mi historia...diosssss, es Lira!!!, espero que este capìtulo nuevo tambièn te guste.

Baby-kotori-sama: Mi pareja favorita tambièn son estos dos como puedes darte cuenta, me encanta que te guste y en cuanto al cake.....creo que me sobrepasè en estas vacaciones con tu recomendaciòn....besos.

Asil Black: Mi niña...no me llores, no me puedo negar a lo me pide una lectora tan fiel como tù, estate pendiente porque vas a tener varias intervenciones por aquì...oye! que te parece si me dejas algunas ideas de lo que te gustarìa hacer con estos chicos?. besos

Annie Ryddle: Noooo. como te pudiste dar cuenta afortunàdamente no era Pansy, te asustè? imagìnate lo que sintiò mi Draco cuando escuchò el grito!! jejeje, pero no sufrio mucho. te mando saludos desde el lado opuesto del paìs, cancùn Q. Roo.

Delia: Muchas gracias me alegra que te estè gustando, espero saber si este nuevo capìtulo tambièn te gusto, cuidate mucho.

besos a todas.

Icy