DISCLAIMER: Si estos personajes fueran mios no tendría que trabajar para seguir viviendo, pero como no lo son sólo me queda tomarlos prestados para satisfacer a mis lectores y seguir trabajando como burro. J.K. Rowling es la dueña de todo esto, ni hablar.
CAPITULO 7.
LA CABAÑA
Draco entró en la sala común de Slyterin después de su acostumbrada ronda nocturna y de dejar a Hermione en la entrada de la torre de Griffindor, iba a pasar de largo hacia su dormitorio cuando un hilo de humo blanco que salía del respaldo de uno de los sillones le llamó la atención.
-Mejor apaga ese cigarro Zabini, si te quedas dormido no va a ser nada agradable para nadie aquí despertar con la sala común incendiándose – dijo acercándose a ver al chico moreno que estaba recostado en uno de los sillones.
-Vaya jefe, en otros tiempo estarías aquí sentado compartiendo el cigarro conmigo, debe ser realmente buena... - dijo Blaise mientras se enderezaba tomando asiento frente al rubio.
-No comiences con lo mismo Zabini, es que no sabes hablar de otra cosa?.
-Sólo pensaba como han cambiado las cosas por aquí...te extrañamos, sabes?, sobre todo Pansy que se la pasa llorando como si alguien se le hubiera muerto cada vez que te ve paseándote por la escuela con Granger – dijo el moreno aspirando profundamente el humo de su cigarro.
-Porque no se buscan alguien más a quien molestar?, es momento que cada quien tome su camino y yo ya tomé el mío – contestó Draco caminando hacia su habitación.
-Ya lo veo – dijo Zabini poniéndose de pié – tu camino después de siete años resultó ser traidor a la casa de Slytherin y al apellido Malfoy...
No terminó la frase cuando Draco regresó de dos zancadas hacia donde él estaba parado y con una mirada gélida lo hizo callar.
-No soy ningún traidor, los ideales de esta casa son la astucia, la tenacidad y la inteligencia y puedo asegurarte que tengo más de eso que todos ustedes juntos – dijo arrastrando cada palabra como restregándola en la cara de Zabini – en cuanto al apellido Malfoy no tengo nada que traicionar, estoy orgulloso de todo lo que mis antepasados han contribuido al mundo de la magia, cada quien a su manera ha dejado la grandeza de la familia grabada en la historia, cada uno a su manera...y yo ya encontré la manera en la que quiero que mi nombre sea recordado, cosa que dudo mucho que ustedes puedan hacer si siguen esperando tener siempre alguien que les diga que hacer – concluyó arrebatando el cigarrillo de la mano del moreno y arrojándolo a la chimenea.
-Eso incluye unirte a una sangre sucia? – soltó Zabini recalcando las dos últimas palabras lo más que pudo.
Un puño se estrello contra su rostro sentándolo de golpe nuevamente en el sillón.
-Por tu propio bien más te vale no volver a llamarla así...y por todo lo que un vez nos unió, espero que encuentres a alguien que sea por lo menos la cuarta parte de todo lo que Hermione Granger es, aunque lo dudo mucho... – dijo calmadamente mientras caminaba hacia los dormitorios y cerraba la puerta tras de sí.
Blaise se quedó petrificado en el sillón con la nariz sangrando y farfullando frases incoherentes contra el rubio.
......
A la mañana siguiente Hermione se dispuso a pasar a la biblioteca antes del desayuno, el ayudarle a Draco a tener los deberes listos para poder salir a sus juntas se le había vuelto una tarea que realizaba con gusto todas las mañanas.
Iba bajando por las escaleras cuando en un inesperado giro la dejaron en el piso incorrecto.
-Grandioso! Ahora tengo que bajar dos pisos más – dijo fastidiada mientras las escaleras hacían lo que querían con ella.
Comenzó a caminar por el pasillo todavía desierto de estudiantes cuando una fría mano la azotó de espaldas contra la pared.
-Pero que tenemos aquí! La sangre sucia sabelotodo recorriendo la escuela...- escuchó la fría voz de Blaise Zabini mientras se recuperaba del golpe.
-...sabes? hay algunas cosas que he querido preguntarte por algún tiempo – dijo el moreno acercándose peligrosamente a la chica.
Draco salió de la sala común apresuradamente, se le había hecho tarde y seguramente Hermione estaría echando fuego por la boca si no llegaba pronto a la biblioteca, en el camino se encontró con Harry y Ron que lo miraron extrañados.
-No estaba contigo Hermione? – preguntó Ron adelantándose a su encuentro.
-Quedamos de vernos en la biblioteca pero algún idiota atascó la puerta de los baños y no podíamos salir – contestó el rubio mientras Harry y Ron intercambiaban miradas preocupadas – que sucede?
-Nosotros venimos de la biblioteca, necesitamos que Hermione nos ayude con algunos apuntes pero no estaba ahí y salió antes que nosotros, pensamos que estaba contigo – contestó Harry.
El rubio abrió la boca para hacerles más preguntas cuando los tres escucharon un grito por el pasillo.
-SUELTAME!!
-Hermione! – gritó Draco reconociendo la voz de la chica.
-Por las escaleras! – dijo Harry, los tres chicos corrieron por el pasillo hacia las escaleras que seguían haciendo de las suyas de un lado a otro.
-Se escuchó en el tercer piso – dijo Harry – cada quien vaya por una, alguna nos debe dejar en el piso correcto.
Cada uno tomó por una escalera diferente, esa mañana si que estaban vueltas locas.
El primero que alcanzó el pasillo del tercer piso fue Draco que sentía que el corazón quería salírsele por la boca, Hermione estaba en peligro y él no estaba ahí para protegerla como se suponía.
El chico moreno tenía a Hermione replegada contra la pared mientras hundía su cara en el cuello de la chica.
-SUELTAME! – gritó la chica mientras Blaise la tomaba con más fuerza.
-Me pregunto que es lo que tienes para que un mago de sangre pura pueda perder la cabeza por ti... – dijo siseando mientras aspiraba el perfume de la castaña.
-...creo que es un excelente momento para averiguarlo – dijo mientras trataba de subir su mano por debajo de la falda de la asustada chica.
En ese momento Hermione sintió que la una rabia incontrolable iba llenando su cuerpo y tomándolo por el cuello de la camisa lo aventó hacia atrás.
Draco vió en el pasillo a Zabini aprisionando a su novia contra la pared, toda una letanía de hechizos oscuros cruzaron por su mente mientras tomaba su varita cuando vió cómo Hermione empujaba a Blaise hacia atrás mientras un gesto de rabia y enojo que él había tenido el gusto de conocer alguna vez se dibujaba en su rostro.
-Lo que tenga o no tenga no es algo que alguien como tú pueda entender...o merezca saber– gritaba Hermione mientras Harry y Ron llegaban corriendo hasta donde estaba Draco de pie, el rubio los detuvo y con un gesto les señaló hacia donde se encontraba la pareja peleando aún ajenos a su presencia.
-Además Zabini...- decía Hermione acercándose al sorprendido chico - ...deberías saber que tratar de tocar a una chica cuando esta no quiere es algo muy malo – Blaise sintió como la enojada chica lo tomaba por los hombros y hundía su rodilla hasta lo más profundo de su entrepierna y se desplomó crispado de dolor.
-Ouch! – dijo Ron con un gesto de dolor compartido en su rostro.
Se acercaron a Hermione que hasta ese momento se dio cuenta de su presencia.
Draco recibió en sus brazos a Hermione que corrió a abrazarlo mientras Harry y Ron se adelantaron rodeando a Blaise.
-Estas bien? – susurró Draco a su novia.
-Si – dijo separándose del rubio – llevan mucho aquí?.
-Lo suficiente para ver la paliza – contestó Harry sonriente.
-Pensé que el hurón lo iba a descuartizar –dijo Ron mirando al adolorido Zabini todavía en el suelo retorciéndose sin poder hablar.
-Lo iba a hacer – dijo el rubio – pero ví la misma expresión en la cara de esta mujer del día que me dio la paliza a mí en tercer año y sentí compasión por el pobre Zabini.
Los tres rieron de buena gana dirigiéndose hacia el comedor, una buena pelea se merecía un buen desayuno, las tareas podrían esperar a la tarde.
-Un momento...-dijo Draco y regresando hasta donde estaba tirado Zabini, puso una rodilla en el piso junto al moreno y le susurró – sabes que eres hombre muerto si te le vuelves a acercar, verdad? – a lo que el adolorido chico sólo pudo asentir con la cabeza.
-...listo, Vámonos – dijo alcanzando a los demás y dirigiéndose al Gran Comedor llevando orgullosamente a su novia del brazo.
-Te dije que me sabía cuidar – dijo Hermione mientras desayunaban.
-Lo estoy discutiendo? – contestó el rubio mientras le ganaba la última rebanada de pastel de calabaza a Ron.
-No, pero tienes esa cara de inocencia que pones cada vez que vas a comenzar a hacerlo – dijo Hermione devolviéndole la rebanada al enojado pelirrojo.
-Lo notaste, eh?, mi madre tardó 11 años en darse cuenta – dijo Draco quitándole nuevamente la rebanada a Ron.
-Podríamos retirarle la invitación a comer a este tragón? – interrumpió Ron tomando el pastel y cambiando de lugar con Harry que estaba muerto de risa.
......
Había comenzado el deshielo y con este los entrenamientos de quidditch, en las gradas de Griffindor estaba sentada Hermione hojeando distraídamente un grueso libro de transmutaciones mientras como era costumbre de un lado de la canche entrenaba el equipo escarlata de Griffindor bajo los gritos desaforados de Harry mientras en el lado contrario el equipo verde y plata de Slytherin seguía las instrucciones de Draco en el entrenamiento.
Hermione miraba alternadamente hacia uno y otro lado cuando una figura escarlata descendió de su escoba y tomó asiento junto a ella.
-No es mi dia – dijo la delgada pelirroja – Harry no para de gritarme.
-Tal vez si tú le dirigieras la palabra él no trataría de llamar tu atención a toda costa – dijo Hermione haciendo a un lado su lectura.
-No necesita que yo le hable teniendo toda una legión de admiradoras detrás de él – replicó Ginny.
-Harry es un chico muy popular y eso siempre lo has sabido – dijo Hermione ante el gesto de enojo de la pequeña – tal vez no sea la indicada para hablarte de esto, pero...es por las cartas misteriosas, verdad?.
Ginny asintió – tiene algún tiempo recibiendo correspondencia de una chica que no estudia aquí, cada vez que recibe una lechuza de ella la lee con una sonrisota y le contesta inmediatamente – dijo cabizbaja.
-Le has preguntado quien es? – preguntó Hermione tratando de ocultar una sonrisa.
-La última vez que recibió una carta estuvo a punto de decirme quien era, pero yo no quería que viera mi cara de enojo y me fui...- contestó Ginny sonrojándose como buena Weasley.
-Te voy a contar algo pero lo negaré hasta la muerte si le dices a Harry que yo te lo dije – dijo Hermione poniendo cara de misterio.
-Sueltalo! – contestó Ginny con cara de complicidad.
-Desde que Sirius murió Harry ha hecho varias incursiones a la biblioteca de Grimauld place, en una de ellas encontró libros sobre el árbol genealógico de los Black, algo parecido al que estaba bordado en el tapíz, pero más completo, lo estuvo revizando y se dio cuenta que Remulus el hermano de Sirius había mandado a su familia a Alemania poco antes que Voldemort lo asesinara, estuvo buscando cómo localizarlos ayudado por Dumbledore – dijo Hermione mirando hacia Harry asegurándose que no las sorprendiera – encontraron a su esposa y a su hija, Harry se puso en contacto con ellas y al parecer a ellas les dio mucho gusto que se animara a buscarlas, ya que básicamente son algo así como familiares políticos, su "prima" se llama Asil y es la chica que le escribe, así que la emoción que ves en Harry es porque la considera casi su único pariente, así que no tienes nada de que preocuparte – concluyó Hermione sonriendo.
-Soy una idiota! – aseguró Ginny todavía sonrojada.
-Ahora – dijo Hermione – trata de comportarte normalmente con Harry y verás que él pronto te va a contar todo esto...y más te vale que hagas cara de sorpresa cuando él te lo diga!.
-Gracias Herms, eres un sol – dijo la pelirroja abrazando a Hermione, cuando los demás miembros del equipo escarlata se acercaron a las gradas en sus escobas dando fin al entrenamiento.
-Vamos a comer, vienen? – preguntó Harry.
-Si! – dijo Ginny montando en su escoba y mostrando al sorprendido chico una de sus mejores sonrisas.
-Los alcanzo – contestó Hermione viendo que el equipo de Slytherin estaba terminando su entrenamiento.
Los Griffindor enfilaron en sus escobas hacia el castillo cuando Draco se acercó en su escoba hasta donde Hermione estaba.
-Cansado? – preguntó Hermione acercándose a la orilla de las gradas al ver que el chico no se apeaba de la escoba.
-Molido, uno de tus famosos masajes de espalda sería gratamente recibido...- dijo Draco con cara de cachorrito.
-Tendrá que esperar por la tarde porque después de comer tengo una cita con la profesora McGonagall – contestó Hermione sin sucumbir ante esa cara de súplica.
-Otra vez? Te está acaparando mucho últimamente, no?.
-Me está ayudando con un proyecto – mintió Hermione – pero ya tengo hambre, te veo en el salón? – dijo cambiando el tema.
-Ven, te llevo – dijo acercando la escoba a la orilla y tomando a la chica por la cintura la sentó frente a él.
Hermione se aferró a su cintura nerviosamente.
-La valiente Hermione Granger tiene miedo de volar en escoba? – preguntó burlonamente el rubio.
-No es miedo, digamos que las escobas y yo no somos una buena combinación, soy una ávida peatona.
Draco sonrió y elevó la escoba haciendo que Hermione lo abrazara con más fuerza y hundiera la cabeza en su pecho.
-Volar es como estar contigo, te da la libertad de sentir que eres la única persona en el mundo... – dijo Draco tomando la escoba con una mano y con la otra llevaba a Hermione por la cintura -...puedes sentir el aire en tu rostro acompasado con tu respiración, la velocidad hace que tu corazón comience a latir más rápido y sabes que puedes soltarte y dejarte llevar por la emoción de la caída pero siempre tienes la seguridad de sostenerte de alguien confiable que no va a dañarte...- Hermione sintió el corazón de Draco palpitar más rápidamente junto a su oído, nunca lo había escuchado describir lo que sentía con tanta claridad.
-Seguimos hablando de volar en la escoba, verdad? – dijo Hermione al percatarse también que la respiración del chico estaba haciéndose más pesada.
-mhh....si – dijo apoderándose de sus labios, el beso normalmente suave de Draco comenzó a tornarse más demandante, la escoba había quedado suspendida varios metros por encima del campo de quidditch mientras sus ocupantes estaban concentrados en disfrutar de los labios del otro, las manos del chico soltaron la escoba y acariciaron los rizos que caían desordenados por los hombros de la castaña, esta vez fueron las manos de Hermione las que exploraron debajo de la capa del uniforme de quidditch de Draco, su tacto se encontró con la camisa de seda blanca que alguna vez le ayudó a quitarse, desabrochó el primer botón que cayó en sus manos y sus dedos rozaron la piel de su pecho haciendo que de la garganta de Draco saliera un suave gemido de satisfacción, recorrió el camino hasta su cuello y la línea de su clavícula hasta su hombro mientras sus labios seguían juntos, sus respiraciones se mezclaban y se hacían cada vez más agitadas...hasta que por fín tuvieron que separarse antes de que sus pulmones explotaran.
Draco la miraba con un los ojos oscurecidos de emoción, sus caras estaban muy juntas y permanecieron admirándose por algunos minutos hasta que el chico rompió el silencio.
-Te amo – dijo susurrando mientras los ojos de Hermione lo envolvían con es mirada que lo derretía.
-Yo también te amo – contestó Hermione – acabas de quitarme el miedo a volar.
-Para eso estoy- contestó Draco dirigiendo la escoba hacia la puerta trasera del colegio.
-Te veo en la tarde? –dijo el rubio llevando la escoba sobre su hombro.
-No vas a comer?- preguntó Hermione.
-No, creo que mejor voy a darme una ducha, FRIA.
-Es una buena idea, te veo en la tarde- contestó la castaña sonriendo ampliamente, ella también necesitaba una urgentemente, así que se separaron en el pasillo y cada uno se dirigió a su sala común.
Hermione entró en el despacho de la profesora McGonagall con gesto serio, la profesora la esperaba ya junto al escritorio, estaba decidida a hacer todo lo posible por ayudar a Draco y si esta era una manera decididamente lo iba a hacer.
-Está segura señorita Granger? – preguntó la profesora, la castaña además de la mejor alumna de la casa que ella dirigía era una de las personas que más estimaba y su protegida – si surge algún inconveniente regrese inmediatamente.
Hermione asintió y aseguró la capa que Draco le había regalado alrededor de su cuello, puso en el bolsillo su varita y acomodándose dentro de la chimenea del despacho de la subdirectora tomó un puño de polvos flu.
-Casa St. James! – dijo desapareciendo entre llamas verdes, del otro lado una chimenea muy limpia la esperaba, llegó trastabillando a una sala muy iluminada de lo que parecía una cabaña rústica en algún lugar donde hacía mucho frio.
-Señorita, que bueno que llegó, mi amo se alegrará mucho – dijo una elfina doméstica que se acercó muy solícita a saludarla y ofrecerle una taza de chocolate caliente.
-Como sigue? – preguntó Hermione sonriendo ante las atenciones de la elfina.
-Hay señorita! Las quemaduras y fracturas sanan muy lentamente pero parece más tranquilo – contestó la elfina apretándose las manos.
-Puedo verlo? – dijo Hermione tomando aire, no estaba segura de que fuera lo mejor pero tenía que verlo con sus propios ojos.
La elfina asintió y la condujo hacia una de las habitaciones de la cabaña, era una habitación muy iluminada con una cama en el centro cubierta por gruesos edredones sobre los que descansaba un cuerpo muy maltratado.
Hermione se acercó silenciosamente hasta el borde de la cama, vió como lo que quedaba de una melena rubia estaba cuidadosamente acomodado sobre los almohadones alrededor de la cabeza del enfermo, la piel mostraba grandes quemaduras en todo el cuerpo y tenía férulas en ambas piernas y en el brazo izquierdo, la vista impactó a la chica al pensar en la magnitud del ataque que ese cuerpo había soportado, dio un respingo cuando se dio cuenta de que no estaba dormido, el herido abrió los ojos y una mirada gris que le fue muy familiar se posó en ella.
Tras mirarla por largo rato una solitaria lágrima resbaló por una de sus mejillas y Hermione solícitamente la limpió con su pañuelo.
-Vuelvo en unos dias, traigo medicinas y comida, trate de descansar, hay muchas cosas que aclarar – dijo Hermione, a lo que el enfermo asintió con los ojos.
-Adiós Lucius – dijo Hermione cerrando la puerta dejando al enfermo perdido en sus ensoñaciones.
.........
N/A: Cuando revicé mi correo y ví todos los rw casi me da un infarto! nunca de los nuncas había recibido tantos! así que las dos neuronas que quedan sanas en mi cerebro se pusieron a trabajar a marchas forzadas y a cambio de tanta bondad les entrego el nuevo capítulo de la historia, no sin agradecerles también que se hayan tomado la molestia primero de leerlo y después de darle al botoncito de rw.
Así que con toda la alegría de mi corazón les dejo las contestaciones a los rw.
Mari Malfoy: hola! ya te extrañaba por aquí, que bueno que te gustó, como los ves llevandose tan bien, lo que hace el amor...jiji. besos.
Karon: Bienvenida! me encanta que le guste mi historia, y sobre la pregunta...bueno creo que yo nací con una imaginación desbordada porque desde que me acuerdo me invento cada cuento...que para que te cuento. Sobre la carta y la profe no te puedo adelantar mucho pero en este capítulo puedes ver por donde va la cosa, ok? espero que este capítulo también te haya gustado. besos.
Ross Malfoy: Bueno, lo importante es que ya lo viste y que te gusto. no? espero que este capítulo también te haya gustado que me salió todo de corridito y terminé con los deditos hinchados de tanto escribir.
Asil: Preciosa!! inmediatamente entré en tu galería y quedé impactada, te dejé un mensaje ahí así que míralo y más te vale responderme pronto o estarás destinada a "una muerte lenta y dolorosa", besos y besos.
Rose: La parte de la capa también fué mi favorita, es romántico, no? espero que la escena de la escoba de este capi también te guste, gracias por escribir.
Aleja M: Huy! 7 a la 11 potencia es como mucho...gracias, como puedes ver gracias a sus rw pude actualizar rapidísimo, espero que este capítulo te guste, y como puedes ver ya se va viendo por donde va el secreto de Hermione, gracias por acordarte de dejar un rw, cuidate mucho.
Niña Orduna: Que bueno que te está gustando el fic, ojalá el nuevo capi te guste también, cuidate mucho ok?, besos.
Annie Ryddle: Vaya que el secreto no te lo puedo decir!, pero ya te dejé un pista, no?, a mí también me gusta mucho la pareja de Draco-Hermione, no se que tienen estos dos, gracias por dejarme rw y cuidate mucho.
Kotori Monou: Te espanté? con el susto me basta y creo que a Draco también le bastó con el sustito, espero que este último también te guste, así que espero que me digas que te parecio, he!. besos.
Vicu-Malfoy: Si, a mi también me encanta esta parejita, y gracias trato de hacerla lo más entendible posible, aquí tienes la nueva entrega, espero que te guste también.
Lira Garbo: Hay mi niña, pues que te digo cuando a uno le sale la inspiración hay que aprovechar, aquí está el nuevo que espero que también te guste, aprovecho para decirte que acabo de leer el último capi de "El pianista" y todavía esto como extasiada, gracias por acordarte de una servidora y espero tus actualizaciones pronto. besos.
Les agadezco muchisisisisimo a todas cuidenseme mucho y portense mal pero cuídense bien, ok?
Besos
Icy
Miembro de la Orden Draconiana.
