DISCLAIMER: Pues ahora si puedo decirles que todo lo que no hayan leído en los libros de Rowling y esté aquí es mio…hay que bien se siente esto, bueno lo demás es de ella, ni hablar.

Capítulo 9.

La Cena.

Draco entro en la habitación con la varita desenvainada después de tocar insistentemente a la puerta, un dolor en el pecho le punzaba de pensar que algo le hubiera ocurrido a Hermione en su ausencia…y en su casa!.

La vio tendida inmóvil sobre la cama y sintió que la tierra se abría bajo sus pies, se acercó lentamente y lo que vio terminó por desarmarlo, Hermione estaba profundamente dormida sobre la cama, al parecer el ajetreo y las emociones del viaje habían sido demasiadas para la castaña, sus rizos caían en desorden alrededor de su cara mientras una profunda tranquilidad se plasmaba en su rostro.

El alma le volvió al cuerpo mientras guardaba su varita y cuidadosamente se sentó en la cama apoyándose en su codo para deleitarse con la vista que tenía frente a él, el pecho de Hermione subía y bajaba acompasadamente con su respiración mientras sus pestañas enmarcaban los ojos que eran la vida del rubio, rozó el rostro tan querido con las yemas de los dedos como temiendo romper una fina copa de cristal, se detuvo en los labios húmedos que entreabiertos parecían esperar ser besados, así que sin poder resistirse se inclinó sobre ella y la besó muy suavemente.

Hermione entre sueños reconoció el tan familiar sabor de los labios de Draco mientras su esencia la inundaba, si abrir los ojos correspondió al beso entrelazando sus dedos con los rubios mechones que rozaban su rostro hasta que algo golpeó su mente.

-La cena!! Me dormí!! – gritó levantándose de golpe, haciendo que Draco resbalara y cayera de espaldas de la cama – Que hora es?? Porque no me despertaste??!!... – de pronto se dio cuenta del gesto de dolor y la posición extraña en la que Draco se encontraba en el suelo.

-Que haces ahí?...te ayudo?... – dijo entre carcajadas tomando la mano del maltrecho rubio.

-Quería ver que la alfombra fuera lo suficientemente cómoda… – dijo mientras se levantaba tratando de hacer que su melena volviera a la perfección inicial.

-Si, muy gracioso… - gruñó al ver que la risa descontrolada de Hermione no paraba –. …y antes de que te vuelva a dar un ataque de angustia…la reunión acaba de terminar así que todavía hay suficiente tiempo para que te prepares para la cena.

Hermione suspiró aliviada y para sorpresa de Draco se abrazó fuertemente a su pecho rodeándolo con sus brazos, él se limitó a hacer lo mismo mientras depositaba un beso en los rizos desordenados de su novia.

La puerta se abrió de golpe y Antón entró como tromba en la habitación, había cambiado la elegante túnica con la que Hermione lo conoció por un jersey deportivo y unos pantalones holgados, llevaba consigo una réplica en miniatura de la nimbus 2003 que Draco usaba en el equipo de quidditch y una radiante sonrisa en su rostro.

-Draco!! Prometiste volar con nosotros después de la reunión! Hace buen tiempo afuera y William ya preparó el jardín…se van a besar? – dijo atropelladamente mientras los miraba con ojos brillantes.

-Nadie te enseñó a tocar la puerta enano?? – dijo Draco sin soltar a Hermione y todavía con la cara hundida en su perfumada melena.

-Mi mamá…pero Alana dice que se ven cosas interesantes si no tocas – contestó el pequeño rubio radiante como si les estuviera develando uno de los misterios del universo.

-Espero que tus padres no te escuchen o Alana y tú estarán en problemas – dijo el rubio quien no pudo contener una sonrisa ante la franqueza del pequeño, tomó en sus manos las manos de la chica y con cara de súplica le preguntó.

-Vamos? – mientras daba pequeños besos en las puntas de los dedos de una divertida Hermione.

La castaña asintió y los tres salieron de la habitación rumbo al jardín, Draco y Hermione caminaban abrazados cuando la chica sintió una pequeña mano tomar confianzudamente la suya, miró al sonriente dueño y simplemente compartió su mirada de complicidad.

Así, escoltada por lo dos rubios fue conducida a una sección del enorme jardín de la mansión donde como Antón había dicho William ya tenía todo preparado, los recibió con una pequeña mesa redonda adornada con un hermoso mantel de lino que tenía bordado el emblema de la familia, sobre ella un fino juego de té acompañado con galletas y una gran variedad de postres, en uno de los asientos estaban recargada dos escobas, una de ellas demasiado familiar…Hermione se preguntó si acaso el malcriado heredero tenía dos iguales o la había traído de contrabando en su maleta.

Alana ya estaba sobrevolando el jardín y al verlos comenzó a gritar y a hacerles señas para que la alcanzaran.

-Vayan, créanme voy a estar mucho mejor aquí abajo – dijo Hermione acercándose a la mesa.

Antón se adelantó solícito a acomodarle la silla.

-Gracias Antón, eres muy amable – dijo sonriente Hermione mientras tomaba asiento.

-Por nada, es lo que debe hacer un caballero – contestó el pequeño con una graciosa reverencia, lo que lo hizo aún más parecido a Draco, montó en su escoba y se elevó alcanzando a Alana en las alturas.

-Antón te admira mucho – dijo mientras Draco miraba fijamente a sus primos en el aire.

-Si, está en una edad muy influenciable, afortunadamente para él tiene a Alana – dijo el rubio viendo cómo los dos chicos volaban de un lado a otro – yo a su edad estaba rodeado de crueldad y envidia.

-Tus tíos parecen agradables…

-Solo mi tío Neil y su esposa Melisandra, los padres de Alana…los demás no son de fiar… - decía Draco cuando los gritos de los chiquillos lo interrumpieron urgiéndolo a que los acompañara.

-Segura vas a estar bien?

-Estas bromeando? Voy a dar cuenta de todos estos postres!! – contestó Hermione con los ojos muy abiertos.

-Sólo procura no sobrepasarte para la cena – dijo Draco montando su escoba.

-Si papá… - dijo la castaña dándole una gran mordida a una empanada de frambuesas.

Draco se elevó sonriendo dejándola a sus anchas con los postres, después de algunos minutos una voz la sorprendió mientras admiraba las piruetas del rubio y de los dos chicos.

-Pensé traerle algo en que entretenerse, el señorito Draco dice que le agrada la lectura – dijo William poniendo algunos libros sobre la mesita, Hermione le sonrió con gratitud mirando ávidamente los libros frente a ella.

-Tal vez le gustaría hojear el ejemplar encuadernado en piel verde y plata – dijo mirándola fijamente.

Hermione tomó el libro y leyó en elegantes letras grabadas en la cubierta "La Dinastía Malfoy".

-Pero … - trató de decir algo pero fue interrumpida por el mayordomo.

-No se preocupe, puede leerlo con toda confianza, le aseguro que nadie de la familia lo extrañará en todo el tiempo que le tome leerlo, además créame que la información que verá ahí no la encontrará en ningún otro lugar.

-Gracias por la confianza William – dijo Hermione casi en un susurro.

-A lo largo de todos mis años al servicio de esta casa he aprendido a conocer a la gente y, señorita Granger créame que sé que usted es una persona confiable y leal.

Hermione se sonrojó ante el halago y sonriente tomó el libro que le ofrecía el mayordomo.

-Gracias William, podría decirle a Draco que fui a alistarme para la cena? – dijo poniéndose de pié.

-No se preocupe mi Lady, yo le informo, necesita que le envíe a alguna elfina que le ayude a arreglarse? – contestó William solícito.

-No William gracias puedo hacerlo sola – dijo Hermione retirándose, caminaba por el pasillo divertida ante la idea de ser llamada "mi Lady" y que William pensara que podría necesitar a alguien que la ayudara con su arreglo…aunque…tal vez la cena era más formal de lo que ella pensaba…y si el atuendo que había traído no estaba de acuerdo con la ocasión…comenzó a sentir un malestar en la boca del estómago con la incertidumbre de sus propios pensamientos cuando una voz infantil la sacó de su ensimismamiento.

-Madre! Porque esa chica tiene puesto mi anillo? – miró hacia ambos lados del pasillo que conducía a los dormitorios en la planta alta y lo encontró vacío cuando una segunda voz llegó hasta ella.

-Draco, te he dicho que seas amable con la gente, la única forma de que la señorita tenga tu anillo es porque tú mismo se lo diste – Hermione ubicó de donde provenía la voz, era un enorme cuadro colgado de la pared del que no se había percatado, en él se veía pintado al fondo la misma parte del jardín de donde venía y una atractiva y elegante rubia que supuso era Narcissa Malfoy acompañada de su pequeño vástago, el mismo Draco Malfoy a la edad aproximada de cinco años.

-Pero mi padre me dijo que sólo debo ser amable con la gente de mi mismo nivel y ella no lo parece, mira su cabello, no está peinado como el tuyo y su ropa está llena de hojas del jardín – dijo el pequeño Draco barriendo con la mirada a Hermione y echando a correr hacia una parte alejada de la pintura.

-Tendrás que disculpar a mi pequeño, me temo que le falta mucho para ser el chico que tú conoces, porque tú debes ser Hermione Granger, no es así? – dijo la mujer del retrato.

-Si…pero…cómo?… - balbuceaba Hermione desconcertada, como es que ese retrato sabía de ella si nunca la conoció.

-Primero que nada tengo que agradecerte que mi hijo volviera a hablar conmigo, por mucho tiempo lo vi pasar frente a nosotros sin mirarnos siquiera, como si le doliera vernos juntos, pero hace algunos meses se detuvo y comenzó a hablar conmigo otra vez, me puso al día con lo que ha pasado porque como puedes ver colgada aquí no tengo muchas noticias de lo que ocurre en el mundo – decía la rubia mientras Hermione la miraba intrigada - y creo que hasta disfruta venir a platicar conmigo, aunque no tiene mucha paciencia para hablar consigo mismo, me contó sobre ti y por primera vez en muchos años disfruto su cara llena de felicidad y todo gracias a ti.

-El la quería mucho…la quiere…heee – balbuceó Hermione, estaba muy turbada, no era muy común para ella mantener charlas con los retratos, en Hogwarts había bastantes retratos pero todos eran personas desconocidas y para nada relacionadas personalmente con ella.

-No te preocupes, ya estoy enterada de lo que me sucedió, pero no estoy muy segura de que la versión que tiene Draco sea la más acertada, es verdad que su padre puede llegar a ser muy cruel pero todo lo que hizo siempre fue buscando el bienestar de la familia, especialmente el mío y el de Draco, el amor puede llevarte a hacer muchas cosas pero también te permite llegar a conocer a tu pareja tanto como a ti mismo.

-Yo también creo que hay algo que no sabemos – dijo por fin Hermione sorprendida al tener frente a ella a la fuente de donde Draco heredó los rasgos tan finos en su rostro y la elegancia de sus movimientos.

-Es mejor que te apresures, ya se acerca la hora de la cena y no sabes como se ponen si llegas tarde, trata de pasar a conversar conmigo en alguna ocasión – dijo Narcissa aún sin sonreír pero con una mirada serena.

La castaña asintió con un movimiento de cabeza mientras mantenía apretado a su pecho el libro que William le había dado y pasaba su dedo índice sobre el anillo de oro blanco con una D formada por pequeñas esmeraldas que Draco había puesto en su dedo.

-Una cosa más querida!! – dijo antes de que la chica se alejara por el pasillo – Draco es el heredero de la familia, al traerte aquí demuestra que eres parte importante de su vida por lo que la familia va a esperar mucho te ti, tienes un gran peso sobre tus hombros así que ve y déjalos con la boca abierta.

Hermione le regaló una pequeña reverencia y apresuradamente se dirigió a su habitación, todavía con las revelaciones del retrato rondándole la cabeza.

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Ahora estaba realmente desesperada, el hacerse hermoso peinado no había sido problema, después de la ducha su cabello ahora manejable se había acomodado perfectamente en rodete en su coronilla con algunos rizos sueltos que le daban un toque elegante pero juvenil, la razón de su desesperación era la sencilla túnica color azul celeste que estaba extendida sobre el edredón de la cama, al principio le había parecido muy adecuada pero después de dar una hojeada al libro y saber la importancia que la familia de daba a esas cenas formales había entrado en pánico, la túnica era hermosa pero para este momento le parecía ya bastante más simple de lo que pareció al principio.

Caminaba de un lado a otro de la habitación enfundada en la bata de baño anudada a su cintura, no quedaba mucho tiempo para que tuviera que presentarse en el comedor principal, pensó hacer algún hechizo para modificar la túnica pero esos eran hechizos demasiado avanzados incluso para ella, suspiró resignada mientras se disponía a vestirse cuando unos golpes en la puerta la sobresaltaron.

-Adelante – dijo ajustándose el cinturón de la bata.

William entró en la habitación con una hermosa túnica blanca con bordados plateados colgando de un gancho.

-Me disculpo por la interrupción con tan poco tiempo para la cena mi Lady, pero el sastre de la familia mandó esta túnica hecha según las medidas que el señorito Draco le dio para su capa, al parecer se sintió muy halagado por ser elegido para tal regalo y se esmeró con este presente para usted, estoy seguro que ya tenía preparado un hermoso atuendo para esta noche pero sería un gesto muy significativo para él que usted accediera a lucirla en la cena del día de hoy – dijo mientras Hermione se acercaba con los ojos brillantes a tomar la túnica que el mayordomo le ofrecía.

-Podrías agradecerle de mi parte y decirle que será un honor llevar esta noche su regalo? – dijo por fin tras lograr calmar su emoción.

-Con gusto mi Lady, necesita que le ayude en algo? – contestó el mayordomo.

Hermione sólo pudo mover negativamente la cabeza, se sentía recargada de tanta amabilidad donde menos pensaba encontrarla, sentía una gran empatía con aquel mayordomo que desde su llegada a la mansión Malfoy se había dedicado a ayudarla en todo lo que podía y aún tenía la sensación de que estaba ocultándole algo más.

-Me retiro entonces, la cena será servida en 20 minutos en el comedor principal, si necesita cualquier cosa sólo tire del cordón junto a la cama y una elfina aparecerá para atenderle – dijo antes de salir con esa sonrisa de complicidad que le brindaba a Hermione desde su llegada.

Apenas el mayordomo salió Hermione se abalanzó sobre la túnica y terminó de arreglarse, no podía permitirse llegar tarde ante esa gente que estaba esperando una falla de ella para burlarse de Draco.

Draco miraba absorto por uno de los ventanales, se sentía algo culpable por someter a Hermione a toda esa presión, estaba seguro que era la persona con quien quería compartir todo y por eso no había podido resistirse a presentarla en su familia. El sonido de unos pasos llamó su atención a la entrada de la pequeña estancia donde se encontraban él y parte de la familia esperando por la hora de la cena.

Su rostro se iluminó al ver que era Hermione quien estaba de pié en la entrada, miró extasiado la figura de la chica enfundada en una hermosa túnica blanca, cerrada desde el ruedo que tocaba el suelo hasta el cuello alto de la chica con blancas perlas nacaradas que hacían de botones, se ajustaba perfectamente a su cuerpo en el talle y las largas mangas cerradas también por perlas mientras desde la pequeña cintura caía en sobrias ondas que se movían con el vaivén de los pasos de la castaña, el corte era sencillo, pero los detalles como los botones y el fino bordado plateado en los bordes la hacían muy elegante, la melena recogida en un sencillo peinado atraía la atención hasta su hermoso rostro que le brindaba una sonrisa tan grande como la que él mismo tenía en el rostro, estaba sorprendido ante la facilidad con la que la castaña hacía que su rostro mostrara tanta felicidad cuando estaba acostumbrado a ocultar sus sentimientos.

Hermione dio unos pasos hacia él cuando fue interceptada por Alana quien se encontraba sentada en un sillón con su madre y corrió hasta interponerse en su camino hacia el rubio.

-Hermione! Que bonito vestido…se parece a los que usaba la tía Narcissa – dijo mientras caminaba alrededor de la castaña – es nuevo?

-Gracias Alana, es un regalo del sastre de la señora Malfoy…- dijo Hermione sonrojada.

-Debes ser muy buena clienta porque a nosotras nunca nos ha querido hacer una sola túnica - dijo una voz desde la sala, fue cuando Hermione se dio cuenta que en la salita estaban ya algunos miembros de la familia, el tío Rupert y el tío Andrew la miraban despectivamente desde el otro extremo de la sala mientras sus hijos Jared y Oliver la devoraban con la mirada, la voz provenía de Melisandra, la madre de Alana que estaba sentada en sillón acompañada de su esposo Neil quien la tomaba cariñosamente de la mano.

-Pues si no lo era, lo será – dijo Draco aproximándose a Hermione y abrazándola con un gesto protector por la cintura.

-Te ves preciosa! – susurró en el oído de la chica que sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal.

Hermione sonrió sintiéndose protegida con el rubio junto a ella y la pequeña Alana prendida de su mano, cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir, tanto Melisandra como Tina que estaba solitaria sentada en otro de los sillones y como Claire la madre de Antón también eran "La señora Malfoy" pero al parecer entendieron perfectamente a quién se refería.

-Hermione! – escuchó el grito del pequeño Antón que venía por el corredor acompañado de sus padres, se dirigió a elle pero su carrera fue detenida por la voz atronadora de Nicholas, su padre.

-Antón! – el pequeño se detuvo de golpe y Hermione puedo ver una demostración del control que los Malfoy tenían sobre sus hijos, Antón se irguió pareciendo incluso algo más alto mientras una máscara de frialdad cubrió sus rasgos infantiles, exactamente el mismo porte que Draco usaba en el colegio.

El pequeño tomó la mano de su madre que ya estaba de pié junto a él y entraron en el salón con paso elegante junto a su padre, a pesar de su gesto inmutable al pasar al lado de ella, Hermione pudo ver la mirada suplicante que el pequeño le dirigía.

-La cena está lista – dijo William desde la entrada al comedor, Draco guió a Hermione hacia allá sin soltar su cintura, mientras con un ligero apretón de mano Alana llamó su atención.

-Tío Nicholas le ha llamado la atención por ser amable contigo – susurró la pequeña mirando tristemente a su primo, Hermione miró preocupada al pequeño rubio mientras entraban en el comedor, ya tendría tiempo de redituarle el regaño que había tenido por su culpa.

-No está mal para ser sangre sucia, no? – dijo Oliver a Jared a quien se le iban los ojos detrás de la bella figura de Hermione.

Los ojos verdes de Jared se parecían enormemente a los de Harry, pero la mirada de malicia del rubio era algo que la mirada de Harry nunca tendría, Jared era bastante alto, casi de la altura de Ron con una cabellera rubia oscura peinada escrupulosamente hacia atrás de manera muy parecida a su padre, Rupert. Mientras que Oliver tenía una mirada azul y una cascada de rizos rubios caía desordenadamente sobre sus hombros dándole un aire travieso.

-No, nada mal, Blaise tiene razón, debe hacer algo bastante bien para tener a Draco comiendo de la palma de su mano – dijo mientras seguían al resto de la familia al comedor.

Una amplia mesa rectangular dominaba la habitación, puesta con toda elegancia luciendo cubiertos plateados en pulcras servilletas bordadas con el escudo de la familia, Hermione admiraba los tapices que colgaban de las paredes haciendo el ambiente algo más acogedor y pasa su sorpresa detrás del asiento principal en una de las cabeceras de la mesa y dominando el comedor se encontraba otro cuado, un retrato de tamaño real del heredero con su uniforme de Hogwarts, parecía haber sido pintado hace unos dos años pues ya lucía la insignia de prefecto en su pecho, Draco se acercó al él sin soltar la cintura de la castaña, el retrato levantó una ceja y una media sonrisa se dibujó en su rostro misma que fue devuelta por el rubio, este gesto de complicidad divirtió mucho a Hermione, es que ya sentía algo por ella en ese entonces? Pensó mientras el retrato le guiñaba un ojo.

Draco ocupó la cabecera mientras Hermione se sentaba a su derecha, pudo ver cómo cada uno de los hombres de la familia tomaba ya un lugar que parecía preestablecido para cada uno, junto a ellos sus esposas y sus hijos tomaron su lugar también, de manera que para decepción de Hermione Alana y su familia quedaron acomodados en el extremo más alejado de la mesa y frente a ella el tío Rupert la escrutaba con su fría mirada.

La cena comenzó a aparecer sobre cada uno de los platos, deliciosos manjares estaban frente a ellos así que la cena comenzó, William entró en la habitación con una botella de vino que mostró a Draco, este asintió y William comenzó a llenar las copas de los comensales.

La plática comenzó girando en los negocios de la familia, Draco discutía con sus tios sobre tal o cual negocio pero a cada comentario que se hacía el rubio se inclinaba hacia Hermione para explicarle de lo que estaban hablando, la chica se sentía totalmente incluida en la plática no así las tias Tina y Claire que se limitaban a dar pequeños bocados de su comida en silencio y la tía Melisandra que mantenía una animada plática con su esposo y su hija alejados de los asuntos oficiales.

Así Hermione aprendió sobre los negocios que la familia manejaba, la exportación de materias primas, la compra y venta de propiedades, la importación de telas y pieles y el diseño y venta de joyería, un imperio en realidad…y todo ahora sobre los hombros de Draco…lo miraba y ahora más que nunca veía la diferencia entre el mundo muggle y el mundo de la magia, mientras en el otro mundo un chico de su edad estaría dedicado sólo a estudiar y divertirse aquí Draco era ya considerado un adulto capaz de dirigir todo esto, y lo más sorprendente de todo es que parecía no costarle ningún trabajo.

La cena transcurrió tranquilamente entre la plática con Draco y sus tío y las miradas de complicidad que compartía con Antón que la miraba con cierta ansiedad desde el otro extremo de la mesa, Hermione le hizo simpáticos guiños para que él supiera que no estaba molesta por lo sucedido antes de la cena, a lo que el chico respondió con una mirada brillante y una media sonrisa…como se parecía a Draco.

Hermione la pasó muy bien gracias a Draco y su empeño en mantenerla al tanto de todo lo que estaban hablando en la mesa aunque si por ella hubiera sido estaría sentada al otro extremo de la mesa donde la familia de Alana parecía estar divirtiéndose bastante a juzgar por las carcajadas de la pequeña que bañaban los oídos de la castaña.

Al terminar la cena uno a uno se fueron retirando a sus habitaciones, Antón le mandó un discreto beso a Hermione mientras literalmente era arrastrado hacia su habitación por su madre y Alana la dio uno muy sonoro mientras la abrazó fuertemente por el cuello, al final Draco y ella fueron los últimos que se retiraron del comedor, caminaban lentamente por los desiertos pasillos fuertemente abrazados por la cintura.

-Lamento no haber podido dedicarte mucho tiempo el día de hoy – decía Draco mientras jugaba con los rizos de la castaña.

-No hay problema estuve muy entretenida, pero mañana voy a desquitarme – dijo Hermione sonriente.

-Soy todo tuyo!

Hermione recargó su cabeza sobre el pecho del chico pensando en el secreto que estaba guardando, necesitaba aclarar pronto lo que había sucedido con su madre, Draco confiaba mucho en ella y no se sentía bien de ocultarle algo tan importante.

Aún con ese pensamiento en la cabeza notó que Draco se detenía y pudo ver que ya estaban en el pasillo de los dormitorios, tal como Alana dijo la puerta frente al dormitorio de Hermione era el dormitorio de Draco, así que se dispuso a despedirse para retirarse a descansar.

-Gracias por soportar la tortura – dijo el rubio deteniéndose frente a ella.

-Fue divertido, por favor agradécele al sastre este regalo…por cierto, porque no quiere atender a tus tias?

-Porque él sólo atiende a la señora Malfoy…mira, en la familia las esposas no tienen mucha ingerencia en las decisiones, sólo una puede hacerlo…la esposa del heredero que en este caso, era mi madre, todos saben que al traerte aquí les estoy demostrando que eres alguien muy importante…y como soy el heredero…

-…soy la próxima señora Malfoy? – interrumpió Hermione sonrojada completamente.

-Eso depende de ti…yo estoy más que puesto- dijo Draco recorriendo con su dedo índice la mandíbula de la castaña.

La cara de Draco estaba tan cerca de la suya que Hermione podía sentir su tibio aliento bañando su rostro, estaba consciente de lo que provocaba en ella?, gozaba de la tortura de la cercanía de Draco sin saber que él estaba sintiendo exactamente lo mismo, sólo que él no pudo resistirse y se adueñó de los labios de la castaña, sus brazos la rodearon mientras ella llevaba sus manos hasta su cuello subiendo lentamente por su pecho, Draco hubiera podido pasarse la eternidad besándola y sintiendo que le pertenecía para siempre, el beso que comenzó tiernamente comenzó a tomar fuerza cuando Hermione comenzó a dar pequeñas mordidas en el labio inferior del rubio lo que provocó un gruñido de satisfacción de parte del rubio que tomó un respiro perdiéndose en la inmensidad de los ojos castaños de Hermione, esta vez fue ella quien tomándolo por el cuello hizo que se inclinara para besarlo, estaban recargados en la puerta de Hermione y mientras se besaban ella abrió la puerta a sus espaldas llevando hacia el interior al chico que la miró sorprendido.

-No quiero dar espectáculos en el pasillo – murmuró Hermione con las mejillas encendidas y cerró la puerta.

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N/A: Hay que mala soy!! Pero pensé…bueno…de todos modos me van a matar por haberme tardado tanto…voy a dejarlas en suspenso…

Chicas!! Perdón por la tardanza pero viéndolo por el lado amable…recibí más rw que nunca!!! Heee!!! Como pueden ver este capítulo y el anterior están muy centrados sobe ese fin de semana y como pueden ver el próximo pinta para lo mismo, pero creo que es muy importante poderles mostrar como es el ambiente de la mansión y la familia para que lo que viene de la historia sea más entendible.

Mmhhh, todavía me odian??, no por favor! Ahora contesto los reviews.

Lira Garbo: Mi niña perdón por el atraso, me llevó dos capítulos del pianista poner uno mio!! Pero el otro ya va adelantado y espero subirlo pronto, abrazos!

Karon: preciosa! Que crees! La linda neurona que me prestaste se puso a hacer migas con las mias y se la han pasado de fiesta, jejeje, no es cierto, la verdad es que me ayudó bastante, pero esto del trabajo no me ha dejado mucho tiempo para poder subir el capi…oye…me la podré quedar otro rato, espero que si, también espero que te guste este capi nuevo y sobre los niños…que te digo a mi también me encantan.

ro-herms: híjole creo que te he tenido sin dormir un buen rato, verdad, pero ya esta aquí! Espero que te guste y de verdad que el siguiente no va a tardar tanto, gracias por el rw. Besos.

Anni Ryddle: A mi también me encantan estos niños! Y si, van a formar parte muy importante de la historia, espero que te guste como va esto, si no también se aceptan reclamos! Besos.

Zara Zabini: Verdad que estos niños son de lo mejor?, que bueno que tengas unos así, yo no así que me los tendré que inventar, gracias por escribir!

Nora: Mi niña!! Ya leí tu fic y como te dije en el rw, me encantó!! Así que a escribir!, entre todas mis lectoras eres la que tiene la imaginación más alocada de todas!! Pero no andas tan mal, la historia va por ahí, pero leé para que veas a que tanto le atinas…lo personajes nuevos, híjole la verdad es que me quebré la cabeza con lo de las personalidades porque son varios y todos tienen un papel importante en la historia, me alegra que te gusten y sobre separarlos…bueno tu leé y vas viendo. Jejeje, si soy mala!. Besos

Asil: Que bueno que te gustan los primillos, de hecho están basados en personitas como tú, todos transparentes y lindos, gracias por escribir y nos vemos pronto por acá.

Just-my-soul: Huy me sonrojas, gracias por el halago y me agrada enormemente que te guste mi historia, espero que este capitulo nuevo también te guste y pueda seguir saludándote por aquí, besos.

Kire: Te creo sólo porque tú no mientes, gracias mil por escribir y espero que te siga gustando, besos.

Black mermaid: Hay ese Zabini, no entiende, veremos si se trama algo más para la próxima, que bueno que te gustaron los niños, son lindos, no?. Gracias por escribir, muchos besos.

Rakel: pues yo también espero que por fin se decidan porque Draco está acabando con el agua corriente de Hogwarts!, la familia yo creo que planea algo porque mira que soy muy susurradores cuando la gente pasa…gracias por escribir y espero que te siga gustando. Besos.

Sayakaf1: Linda! Me alegra mucho que te siga gustando y sobre la traducción, yo estoy emocionadísima, si quieres escribirme, mi mail es iceequeenf de Hotmail, escríbeme y nos ponemos de acuerdo para la traducción, te parece?, espero que si, muchos besos.

Lakesys: Me da mucho gusto leer tu rw eres de mis lectoras más fieles y me encanta que te guste la familia Malfoy, son algo raros pero ya los irás conociendo a cada uno. Espero que te siga gustando mi historia y espero leerte pronto por aquí. Besos.

Airi felton: perdón por la demora!!! Pero ya está aquí, prometo no tardarme tanto con el 10 pero mira que lo bueno de tardarme es que por lo menos para el reclamo pero recibí bastantes rws!!. Besos.

Moon 30: Huy! Gracias por lo de superescritora…me sonrojo…pero aquí está el 9! Y te prometo que no vas a tener que esperar 4 semanas para el siguiente, espero que haya valido la pena la espera…besos.

Chicas, a todas, muchas gracias por dejarme un cachito de ustedes en el rw, gracias por dejarme compartir con ustedes todo esto que sale de mi loca cabecita y que espero les siga gustando…

Un gran abrazo y muchos besos a todas.

Icy

Miembro de la Orden Draconiana.