Los vere abajo, recuerden comentar porque eso me pone muy feliz.


Bueno, si este lugar no tiene demasiada clase para ser un club para adultos…

Había visto restaurantes familiares con baños menos finos y aseados que este lugar, aunque en su mayoría parecía ser usado como tocador por las trabajadoras.

Apenas notar su presencia con algo de indiferencia, dos crupier terminaban de maquillarse para salir del baño, dejando a Michiru en soledad.

Estaba tan limpio que incluso pudo reservarse ciertas precauciones sobre los baños públicos, tras terminar sus asuntos, fue al fregadero a lavarse las manos.

"Mi-chi-ru" sintió un escalofrío al escuchar su propio nombre dicho con tanta miel encima, por un momento pensó que Robin había venido a hacer alguna declaración de guerra, pero solo era la risueña Paulette, quien también se acercaba a lavarse las manos.

"¿…Usa los baños de la recepción?" pregunto con obvia extrañeza.

"… b-baje a dar una vuelta y me dieron ganas de ir" pareció un poco apenada por admitirlo, realmente no tenía muchos motivos para hablar con ella, solo el sonido del agua corriendo se escuchó hasta que ambas terminaron de lavarse "De nuevo, les agradezco mucho su ayuda, sé que puede ser algo incomodo estar aquí" sonaba como un agradecimiento genuino, pero su voz seguía desprendiendo una jovialidad incómoda para Michiru.

"P-para nada, bueno… a mi papá se le caería el cabello si se entera de que entre aquí, pero yo no tengo (tantos) problemas" intento sacudir esa idea de la conversación.

"No hace falta ser tan amable Michiru, sé muy bien que esta línea de trabajo es… escandalosa, todos lo piensan, incluso los que recurren a ella" Compartió ese pensamiento con la chica con un poco de amargura.

"b-bueno, puede ser cierto… pero si lo sabe, ¿entonces cuál es el punto de tener el club?" Hizo una pregunta personal, pero la rubia no se vio afectada en lo absoluto.

"Me gusta este ambiente, claro… a mi familia le producía terror, pero no es como que importe, quería que las chicas que se dedican a esto tuvieran un ambiente más cómodo, seguro y bien remunerado, digamos que no deja de ser algo… atrevido" Michiru aun no estaba tan convencida.

"Y aun así las chicas que salieron afectadas volverán a trabajar" Era algo como una reprensión.

"Las tres tienen derecho a un descanso pago mientras no se lidie con el responsable y no se sientan capaces de volver" Explicó mientras se aseguraba de que su labial siguiera en su lugar.

"¿Y si nunca lo están?" Es lo que ella haría, no volver nunca.

"Renna y Penny pidieron volver hace días… Felicia aún está en espera para arreglar su plan dental, no quiere que ningún cliente la vea así" explicó con sosiego, Michiru le dedico una mirada llena de alarma.

No entendía en absoluto que podría hacerlas volver.

"Tendrás que preguntarles, si yo lo dijera seria presuntuosa" Dicho con una leve sonrisa, delato su intención de salir del baño.

Pero Michiru aún tenía una pregunta.

"¿Por qué todo el mundo aquí conoce a Shirou?" Se sentía mal por preguntarle a terceros, pero no había obtenido una respuesta directa del mayor y realmente eso la ponía intranquila.

Paulette, aun con esa personalidad parlanchina y desinhibida, por primera vez se vio contrariada al responder.

"Esto… bueno, yo… es mejor que vuelva a mi oficina, si necesitan cualquier cosa…" camino de espaldas hasta pasar la puerta, eludiendo por completo la pregunta.

El raro malestar de Michiru solo empeoró.


A pasos inseguros y exteriorizando su inseguridad, intento volver donde Shirou cuanto antes, estaba al borde de volverse muy insistente al respecto de su relación con este lugar.

Pero había un detalle minúsculo.

Se congelo al ver al mencionado hablando con alguien que particularmente resulto ser una mujer, inconscientemente se ocultó detrás de una columna para ver más a detalle, incluso sus orejas se alargaron para ver si podía escuchar la conversación, pero había tanta distancia y ruido de fondo que no podía distinguir lo que decían, no era Robin o alguna chica que hubiese visto hasta ahora.

Pelirroja cobriza con dos enormes trenzas, loba, con un hocico pequeño parecido al suyo, cubierta de pelaje café claro, figura atlética con busto talla E, atuendo: Maid… que puto original.

Y aun así, era el disfraz que más cubría en todo este lugar, incluso le daba un toque refinado.

Pero para gracia de Michiru, esta parecía hablar enérgicamente con un hastiado albino, quien se mantenía inmutable ante el parloteo insistente de la chica, por un momento sonrió maliciosamente con satisfacción.

O lo hacía, hasta que Shirou repentinamente también sonrió… una sonrisita de nada, al tiempo que rápidamente se cubría la boca con el antebrazo para vista de una maravillada loba.

Para Michiru, obtener una sola risa era toda una hazaña…

Mientras sus emociones burbujeaban, alguien más se acercó a importunarla.

"Buena noches" El solo saludo alarmo a Michiru y la hizo voltear rápidamente "yo… estuve observándote un rato y me preguntaba si ¿querrías tomar algo?… o bueno, solo acompañarme, Paulette no las deja beber después de todo jaja~" pregunto con una mezcla poco compatible de educación y descaro.

Usaba un traje negro, su estatura estaba rodeando la de Shirou o Pingua, tez blanca y cabello castaño bien peinado a un lado, solo de ver su rostro… tuvo cierta remembranza a Shindou, el presidente de la asociación de gatos… y a Alan Sylvasta.

Cosa que solo le causo repulsión.

Las palabras "No soy una prostituta" se cargaron en su cabeza listas para ahuyentarlo, incluso la idea de reír a carcajadas para hacerle saber que ni por dinero estaría con él.

Pero Shirou no tenía tanta paciencia.

"Ella está ocupada…" el mencionado se apareció justo detrás de ella con una cara que decía que no tenía una pizca de gracia en él, y por la expresión asustada del castaño, este ni siquiera lo vio llegar, el lobo le puso una mano en la espalda y empezó a guiarla lejos del extraño.

Eso se veía mal, junto a ellos, la chica maid paso para sonreírle de lado a Michiru.

Lo hizo a propósito… ella le dijo que estaba hablando con uno de los clientes.

"Shirou…" angustiada, intento explicarse para que no se diera una idea equivocada.

"Deberías ser más terminante al decir que no" aunque era su manera de decirle que entendía, el regaño al final la irritó de sobremanera.

"¡Iba a hacerlo!" subió la voz para sobresalto del lobo y algunas personas cerca de ahí.

Carajo.


"Tu no estabas haciendo un mejor trabajo diciéndole que no a la señorita maid" De vuelta en su puesto improvisado detrás de esa barra, inevitablemente iniciaron esa discusión.

"La señorita maid no estaba intentando convertirme en cliente" Se recargo en una de las paredes intentando minimizar sus respuestas y no hacerlas contundentes.

"Lo que dijo te pareció bastante gracioso" Rodo los ojos mientras se cruzaba de brazos.

"N-no lo era, solo me reí por lo tonto que fue" Oh, había visto eso, se enervo un poco mientras desviaba la mirada.

"¿Y que fue…?" preguntó viéndolo fijamente.

"… nada" se ruborizo levemente, y se dio una bofetada mental, sabiendo que eso solo la haría enojar más "Tampoco es tan importante, deberíamos estar centrados en el trabajo"

"Yo lo estoy, tú eres a quien Robin y "como se llame" abordan como si se conocieran de toda la vida" Soltó un quejido al final, había dicho lo que pensaba, pero no se sentía bien.

"Conozco a Robin, no somos amigos cercanos, pero la conozco tanto como tu conoces a Marie o a Pingua ¿Qué pasa contigo?" Realmente la desconocía, sabía que no estaría cómoda aquí, pero también quiso creer que encontraría la manera de manejarse hasta que terminaran el trabajo.

"Que esperaba mas de ti, no creí que tú de todas las personas vendrían a aquí a…" Corto esa oración a la mitad sabiendo a donde iba.

Pero era tarde, la expresión de Shirou paso por una serie de cambios, hasta caer en el fastidió.

"Soy un adulto Michiru, no le debo ninguna explicación a nadie…" le replicó con frustración antes de darse la vuelta y dirigirse a la recepción.

"¿A dónde vas?" había mucha preocupación en su voz.

"A hacer mi trabajo, quiero irme a casa pronto" le respondió a secas antes de ir a otro lado.

Conocía casi todas las facetas de Shirou, sabia como era cuando estaba enfadado o incluso furioso… pero ahora, solo sonaba triste.

Salió de la barra para ir en dirección opuesta a donde había ido Shirou… era mejor darle espacio.


Había un pasillo en la parte posterior del club que llevaba a una salida de emergencia, ahí podría sentarse a pensar o tragarse el nudo en la garganta que amenazaba con hacerla llorar.

Quería aferrarse al optimismo que le susurraba débilmente que una vez que volvieran a la cooperativa, Shirou se olvidaría de todo lo que dijo y volvería a hablarle con normalidad, pero una parte de ella sabía que podía no ser así.

Al llegar al pasillo se encontró con alguien familiar.

Por un momento, creyó que había encontrado a Robin fumando recargada contra una pared, pero viendo con atención, se dio cuenta de que estaba comiendo dulces de regaliz.

Sus miradas se encontraron y Robin parecía espantada de haber sido descubierta.

"… no le digas a Dubon" le pidió casi en una súplica.


Paulette seguía con su pequeño paseo por el club, no tenia un motivo en especial, si se aburría en su oficina bajaba a pasearse por la recepción, era solo un habito y realmente le gustaba hablar con las chicas o solo recibir cumplidos de los clientes.

Siendo el lugar no tan grande, no tardo en encontrar a otro de sus invitados.

Shirou estaba parado junto a un jarrón, pereciendo querer ser indetectable para los que pasaban junto a él, quería estar centrado… pero las palabras de Michiru se sentían como una esquila de acero ardiendo en su cabeza sin dejarlo en paz, era inconcebible que la opinión que tuviera de el fuera esa… y peor aún, que eso pudiese demolerlo así.

Quería plantarse frente a ella, probar que ella estaba mal y restregárselo en la cara… pero no podía.

"Shirou" al ser llamado levanto la cabeza con una reacción inmediata, esperanzado de que la peli azul hubiese venido a hablar con él, pero solo se encontró con Paula quien lo miraba con preocupación "¿Estas bien?"

"Lo estoy" respondió a secas con la intención de moverse a otro lado.

"¿Seguro? Parecía que estabas a punto de llorar" le cuestiono sin tacto y con un tono innecesariamente maternal, se detuvo en sus pasos y se plantó frente a ella.

"Yo no lloro" le dijo casi indignado, Paula solo hizo un puchero a la necedad del hombre "Quiero terminar con esto rápido y llevarme a Michiru de aquí" Se excuso queriendo desviar el tema.

"¿Ocurre algo con Michiru?" Pero a la mujer rubia le dio igual y extendió su preocupación a la tanuki.

"NO" Se puso demasiado rápido a la defensiva.

Esta vez Paula solo lo miro con desaprobación, si antes no lo dejaría en paz, ahora no se la sacaría de encima.


No sabía si quería a Robin como confidente, pero enserio necesitaba sacárselo del pecho, y ella fue muy amable al preguntarle porque se veía tan triste, además de compartir su regaliz con ella.

Le explicó solo lo esencial, omitiendo las partes que la involucraban a ella.

"eso está mal…" la pelirroja le dijo lo primero que se le vino a la cabeza a la vez que masticaba el caramelo.

"lo se…" bueno, debió suponer que no sería su prioridad hacerla sentir mejor, mastico el caramelo rojo para ver si el azúcar podía hacerlo.

"Aun así está mal, si querías destruirlo, podrías haberlo empujado de una escalera" el ejemplo solo lo hacía sonar peor.

"Solo quería saber qué relación tiene con este lugar, no sé de dónde salió lo demás" Si sabia, pero aún no estaba lista para admitirlo.

Estaba celosa… de la sola idea de que Shirou buscara… eso… aquí.

"¿Eso? viene como dos veces por año para hacer una evaluación de la seguridad, eso y también porque el club tiene algunos problemas cada cierto tiempo, la última vez fue por una amenaza falsa de bomba" Michiru sintió un hueco en el pecho, por eso el personal lo conocía.

Genial, arruino su amistad por unas evaluaciones de rutina.

"Si es solo eso ¿entonces porque hacías esas bromas?" Casi sonó como un reclamo, pero la avecilla no se vio contrariada en lo absoluto.

"Porque él me gusta…" la petirroja admitió encogiéndose de hombros sin muchos rodeos, Michiru se bloqueó al instante en una expresión estúpida "… cuando alguien te gusta muestras interés, así es como funciona, por eso siempre lo sigo a ese café y hablo con él" Robin dijo algo que tuvo mucho peso en Michiru.

Una parte de ella quería que dijera que era una broma.

"No es tan raro, también viví en la cooperativa por un tiempo ¿sabes?" A Michiru se le erizo el pelaje "Shirou fue quien me encontró perdida en los muelles cuando llegue a la ciudad, el barco que me trajo me dejo sin un solo centavo encima, no había comido en más de un día, temía que no duraría una sola noche aquí, fue cuando me lo encontré ahí mismo, desde un principio me pareció guapo, solo me hizo un par de preguntas y me llevo arrastrando sin decirme a donde, tenía altas las esperanzas, pero solo me llevo a un lugar donde podría dormir, comer y orientarme" recordó un poco de aquel entonces con cierto anhelo "Después de que encontré un trabajo y mi vida estaba algo estable, empezó a gustarme de verdad, nunca me interesaron los ligones, y en ese aspecto Shirou era todo lo contrario, probablemente es la persona más sobria y confiable que conocí, supongo que los chicos así siempre fueron mi tipo, así que hacía todo para conectar con él, pero siempre parecía inaccesible"

Eso era un dato nuevo, uno que no le habían dicho en un principio, pero la avecilla no tenía frenos para hablar "En una ocasión, me le quede viendo mientras tomaba un refrigerio en la azotea, me preguntó molesto ("¿que puedo hacer por ti?") y yo le respondí ("Puedes hacerme una mujer") se atraganto con lo que estaba comiendo y se enfadó conmigo" Robin soltó una risita que se contagió a Michiru, a pesar de que la historia le sabia agridulce…

"Después, conseguí un lugar para mí, tuve que dejar mi espacio en la cooperativa, empecé a trabajar en el club y perdí un poco el contacto con Shirou, en un encuentro, me contó que tu habías llegado a la ciudad, bueno, al principio solo se quejaba…" Michiru frunció las cejas recibiendo ese golpe invisible "Pero… con el paso de los meses, cada vez que nos encontrábamos, parecía estar de mucho mejor humor…" se volvió melancólica en la última frase.

Michiru sentía que escuchar todo eso era como meter la mano en una hoguera "¿t-tu trabajo no se vería afectado si empezaras una relación?" la expresión de Robin se volvió confusa y luego molesta.

"Michiru, soy una camarera" le aclaro con severidad "no es que sea algo malo ser scort, aquí se gana bastante y muchas de las chicas de servicio son muy agradables, pero no creo que sea lo mío" Le informo algo que pudo evitar una presunción grave hace tiempo.

"… perdón" Michiru se disculpó automáticamente bajando la mirada.

Lejos de verse más molesta, Robin le dedico un largo vistazo, una sonrisa zurrona se formó en los labios de la pelirroja.

"¿También te gusta verdad?" Robin le pregunto con una malicia cruel que le recordaba a Marie.

Antes habría sido tan sencillo sacudir esa insinuación de la mesa, pero al mismo tiempo que su cara adquiría un adorable rubor rojizo, la chica del antifaz solo espeto un sonido apenas audible "no estoy segura…"

"Eso es un SI" Robin ya no le dio la chance se negarlo, se llevó la cabeza atrás a la vez que miraba el techo "Wahhh~ Que envidia… tu vives con él, pero no le sacas provecho, y aunque yo intento ser directa para llevármelo a la cama, parece que no tiene remedio, me pregunto porque será~" la pelirroja canturreo mientras picaba uno de sus costados para tormento de Michiru, no era como la comadreja en el arte de provocarla… era peor.

Ahora que lo pensaba, Shirou se veía igual de incomodo cuando Pingua venía de visita sin avisar, y también era un ave.

Robin se dio cuenta de que entre ambas habían terminado con sus dulces…

"Bueno, ese es el fin de mi descanso" Se puso de pie para volver al bar.

"¿Podrías mantener esto en secreto?" le pidió con algo de súplica, lo último que quería es que Shirou se enterara por la voz de un pajarito.

"Seguro, no voy a mejorar mis chances hablando mal de ti" le aseguro con una sonrisa de complicidad "Sería bueno que hablaran... parecen del tipo que se perdonarían todo sin dudar" la provocó de nuevo antes de salir corriendo al bar.

Michiru se tomó su tiempo para pensárselo.

Aun si sabía que había sido un malentendido… ¿era siquiera tan malo? Shirou solo había dicho la verdad, era un adulto, también tenía necesidades…

Entonces, lo que le molestaba, ¿era que no las atendiera con ella?

Su cara empezó a calentarse de nuevo.

En el último año, desde aquel malentendido en su habitación… asumió que tal vez no era el momento de intentar ser "algo" por los conflictos que se habían presentado en aquel entonces, pero sin esos conflictos, ¿qué más había hecho?

Tenía comodidad con él, en su pequeña rutina de compañeros y amigos, incluso, llego a pensar que estaban mejor solo como amigos…

Pero de solo imaginarse que, en algún momento, Robin simplemente podría invitarse sola a la cooperativa, meterse a su oficina, subirse a su regazo como una niña mimada, para que luego Shirou le diera un beso frente a ella… solo imaginado la escena casi se muerde la lengua.

No, la amistad no le bastaba, lo quería todo para ella… su atención, su tiempo, su cariño.

Y solo podría hacerlo si hacia lo que Robin.

No estaba segura de poder ser tan… directa, pero al menos podía empezar por algo sencillo, pedirle que fueran a beber o a comer algo, incluso hacer algo tonto como ver una película.

Bueno, eso si quería volver a hablarle.

Sus ánimos se vinieron abajo y lo demás empezó a sonar imposible.

Estaba tan centrada en eso, que no noto como la mano de alguien acariciaba su cuello.


Los vere la próxima semana, recuerden comentar y apoyar el capítulo.