Besos de mariposa contra las mejillas del otro.
Solía despertar siempre antes del amanecer, por lo que a pesar de los últimos días agitados fue el primero en abrir los ojos encontrando la imagen de su extraordinaria esposa frente a él, profundamente dormida, su cabello plateado caía suavemente sobre su rostro, sus mejillas sonrosadas y sus labios tentadores ligeramente abiertos.
Su esposa.
Todavía no podía creerlo, cada vez que pensaba en la palabra sentía un escalofrío recorrer su cuerpo, una emoción intensa que pellizcaba su corazón sonrojando sus mejillas, ayer fue un día mágico, nunca había podido sentir la magia a su alrededor, pero lo que vivió le hizo pensar que así debía sentirse la magia, irreal, emocionante e increíble, pensó que sería difícil, que su familia y la realeza estarían en contra, Solid lo estuvo, débilmente, los Kira y la nobleza se opuso.
Pero tenían el apoyo explicito de lo Vermillion, al menos los que eran cercanos, de los Silvas y otras familias nobles que los ayudaron, Noelle solía decir que habían sido tocados por su magia, de esa forma el día anterior había por fin celebrado su boda, dicha boda que se salió de control, ya que Noelle originalmente quería algo privado, pero eso no era posible siendo el matrimonio de la realeza.
- ¿Asta?
- Buenos días. – Saludo acariciando su mejilla con suavidad dejando un beso en su frente – Puedes dormir un rato más, es temprano.
- ¿Desde cuándo estas despierto? – Cuestionó bostezando.
- Un rato, no quería despertarte, te ves preciosa cuando duermes. – Dijo con una sonrisa, ella resopló conociendo su hábito madrugador.
- Después de tener que sonreír tanto ayer, creo que me duelen las mejillas. – Comento, realmente estaba extasiada con el resultado de su boda solo que habría preferido compartir solo con su familia, más que tener que saludar y conversar con personas que no conocía – Estuviste increíble.
- Eso debería decirlo yo, estabas muy hermosa. Pensé que el Capitán lloraría cuando caminaba contigo por el pasillo. – Se inclino para dejar un beso de mariposa en su mejilla.
- Se le pusieron los ojos húmedos. – Señalo con un sentimiento cálido – No lo esperaba, que mis hermanos se conmovieran tanto.
- Bueno, reparaste tu relación con ellos, así que es normal que estuvieran felices por ti.
- Por nosotros. – Corrigió pasando su mano por su cuello para besar muchas veces su mejilla – Te amo, idiota.
- Te amo más, Noe. – Asta se movió para colocarse en la parte de arriba sonriendo ampliamente – Cada parte de ti. – Empezó a dejar besos rápidos y delicados en su rostro, siendo especialmente insistente en sus mejillas ruborizadas como fresas. – ¿Cuánto tiempo estaremos en nuestra luna de miel?
- Dos semanas, dos semanas para nosotros, sin nadie más. – Ronroneo pasando sus manos por su tonificada espalda.
- Y Liebe. – Puntualizo Asta.
- Y Liebe, pero él puede quedarse dentro de tu grimorio, así que no hay problema. – Noelle sonrió ante otro beso – Solo me refiero a no tener a todos encima nuestro, estas últimas semanas han sido estresantes.
- Estaban organizando una boda mientras decidían si la decoración debería ser negra y plata, por suerte, Vanessa los detuvo.
- Y los intentos de Luck de hacerla "más emocionante", confabulándose con Zora para poner las trampas.
- No sabía que Nebra y Zora estaban juntos, escucharla gritarle fue divertido, es raro verlo sentirse culpable.
- Se lo agradezco habría sido terrible tener una chinche apestosa en nuestra boda, pero sí tampoco lo esperaba, no sé cuánto tiempo tienen juntos.
- Lo bueno es que ya sabemos que tenemos otra boda a la cual asistir como invitados. No esperaba que el ramo le cayera a Nebra en las manos cuando ni siquiera estaba cerca. – Noelle se rio alegremente.
- Oh, ella lo hizo, uso su magia para mover el ramo sutilmente. – Asta parpadeo confundido hasta que se unió a sus carcajadas después de entender– Hizo trampa, me habría gustado tener varios ramos, para poder lanzarle uno a Grey o a Gauche, si no creo que nunca darán el paso.
- Intentaste agarrar el ramo de la boda del capitán legalmente a diferencia de tu hermana.
- Mi magia no es tan discreta como la de Nebra, habría inundado todo. Pensé que se te olvidarían tus votos. – Paso su mano por su mejilla para atraerlo en un beso.
- Estaba muy nervioso, pero lo practique con todos, muchas veces para no equivocarme ni una palabra. – Replico orgulloso – Los tuyos los dijiste sin pestañear.
- Te mueves cuando estas nervioso porque eres inquieto, si solo fuéramos nosotros me habría puesto a tartamudear, pero con todos esos nobles alrededor entre en modo "realeza", por eso lo siento si se escuchó impersonal.
- Estabas nerviosa también, además tus ojos no dejaban de brillar. – Concordó con una sonrisa – Estoy muy feliz, Noelle.
- Yo también lo estoy. No puedo creer que finalmente lo conseguimos luego de todo el tiempo que perdimos y tonteamos.
- No creo que sea una perdida solo estábamos practicando antes de poder estar juntos. Te amo, esposa.
- Te amo más, esposo.
- No, yo más.
- Yo. – Las carcajeadas llenaron la habitación mientras los rayos del sol entraban por la ventana marcando el inicio de sus nuevas vidas juntos.
