¡Hola! Aquí de nuevo haciendo otro capítulo. Espero que les haya gustado el anterior, aunque después modifiqué algunas cosas.
Los personajes de mi villano favorito no me pertenecen.
Así que comencemos…
Llegó sábado y Margo realizó todas sus tareas de la universidad y luego comenzó a prepararse para ir a casa de su amiga Olivia.
Escuchó que tocaron la puerta de su habitación-Adelante- Respondió ella mientras guardaba ropa en su mochila.
-Permiso Margo, soy yo- Dijo Lucy entrando y cerrando la puerta tras ella.
-Mamá ¿Necesitabas algo? - Preguntó la castaña entretanto hacia presión en su mochila para que entrasen sus cosas.
-No no, sólo quería ver si necesitabas ayuda, si querías que te diera mi punto de vista de lo que te vas a poner esta noche- Rió
Margo la miró y ladeo su cabeza sabiendo que no venía por eso- Mamá…- La nombró
-Bueno está bien, me descubriste- Echó un pequeña risa- Venía a decirte que tu papá está algo intranquilo de que salgas esta noche- Cuando Margo estaba por responderle, Lucy la interrumpió- No es que no quiere que vayas, pero ¿Si al terminar el baile no habría problemas que yo las busque? Es más para que se tranquilice él- Y obviamente ella.
Margo suspiró y negó con la cabeza- Bueno está bien, yo te mando un mensaje cuando estemos por salir ¿De acuerdo? -
Lucy la abrazó y le dio un beso en la frente- Bueno mi amor, disfruten y bailen mucho- Se dirigió a la puerta y antes de salir le lanzó con beso.
Margo a veces creía que sus padres exageraban, debe ser por tantas veces que estuvieron en peligro. Pero ella sabía defenderse, Edith le enseñó algunos trucos por si llegaba a estar en apuros, además llevaba con ella a todos lados su gas pimienta.
Una vez ya alistadas sus cosas, se dirigió al laboratorio de su papá para saludarlo- Me voy papá- Le avisó la castaña
Gru respiró hondo y le sonrió de forma exagerada para ocultar su nerviosismo- De acuerdo Margo, disfruta mucho, no olvides de llamarla a Lucy para que te busque, no te vayas caminando sola, no aceptes bebidas de extraños y tampoco te vayas con desconocidos. Tus amigos y tú no beban, no manejen alcoholizados y tampoco consuman sustancias raras- Gru le mencionaba todo eso con sus dedos- Mejor te llevo yo hasta la casa de Olivia así le advierto todo esto a la mamá- El hombre la sujetó del brazo arrastrándola hacia la salida.
-¡Papá! - Vociferó Margo soltándose de su agarre- Papá ¿Qué te pasa? No es la primera vez que salgo, cálmate- Bufó molesta- Ya tengo 18 años, puedo manejarme sola, no necesito que siempre me estén cuidando. Si tienes miedo que me pase algo, entonces hubieses pensado antes en ser un villano y ganarte tantos enemigos- Caminó hasta la entrada del laboratorio- Chau Gru-
-Escúchame señorita, esta conversación no ha terminado. Sé que eres adulta pero mientras estés bajo mi techo harás todo lo que yo te diga ¿Oíste? - Gritó Gru siguiéndola, pero lo detuvo Lucy
-Déjala amor, Margo tiene razón, ya es una mujer grande y tiene que independizarse- La pelirroja le acarició el rostro
-Pe..pero- Gru dio un sonoro suspiro y le dio un beso en la mano, por supuesto que se preocupaba cuando salían sus hijas, como todo padre… Pero esta vez presentía algo malo y tenía miedo, sentía miedo. Quizás se estaba sacando de quicio por los nuevos proyectos que estaba realizando y el bebé. Encaminó hasta el laboratorio para tratar de distraerse o pensar en otras cosas.
Cuando Lucy vio que Gru desaparecía de su vista, miró para todos lados y llamó a Kevin, Dave y Stuart.
-Escuchen, Gru y yo estamos preocupados por Margo, así que les daré la misión de vigilarla ¿Okey? - Sabía que estaba mal lo que hacía y sabía que recibiría el rechazo de su hija, pero necesitaban saber si se equivocaban- Esta noche ella saldrá a una disco con sus amigos, quiero que la cuiden-
Los tres minions asintieron y buscaron disfraces para que Margo no los reconociera, que claramente ella sí lo iba a hacer.
Lucy les levantó el dedo pulgar y corrieron tras la pelicastaño así no la perdían de vista.
4 horas después, Margo y Olivia ya estaban listas, la pelinegra había optado por ponerse un top rojo con tiras y una pollera plisada corta a cuadros rojo y negro, en sus pies botas largas de cuero con plataformas color negro también. En su cabello se realizó dos media coletas; Margo, optó por un vestido corto, cuello largo y sin mangas ceñido al cuerpo. En sus pies botas largas de cuero con plataforma; En su cabello se hizo media coleta. Las dos amigas estaban realmente hermosas, iban a robar muchas miradas en la fiesta esa noche.
Un rato después, escucharon el auto de uno de sus compañeros esperándolas afuera. Se despidieron de la mamá de Olivia y subieron al vehículo.
-Chicas están hermosas- Dijo Hanna, una chica rubia que cursaba con ellas.
-Gracias cariño, tú también lo estas- Respondió Olivia formando un corazón con sus manos.
En el camino iban escuchando música, hablando y tomando algunas latas de cerveza, excepto el chico que manejaba. Llegaron y vieron dos filas, una para varones y otra para mujeres. Estacionaron el auto y se acercaron al lugar. Las tres amigas hacían la fila y hablaban con otras chicas de allí, Margo reía hasta que sintió que alguien le había dado un pequeño empujón, ella molesta se giró y vio a un hombre medio alto, con chaqueta de cuero y una gorra con visera, no sabía por qué pero el pánico comenzó a apoderarla. Ese hombre le transmitía una vibra rara. Respiró hondo y decidió ignorarlo, quizás fue el rechazo de que un extraño la había rozado. Continuó hablando con sus amigas hasta que entraron a la disco.
Pasaron 2 horas sin problemas y con pura diversión, Margo cantaba y bailaba con sus amigas, reían, bebían, la estaba pasando muy bien, no sabía por qué su papá se preocupaba tanto. Estaba por darle un sorbo a su bebida, hasta que sintió que alguien la observaba, miró para todos lados y lo único que veía era gente bailando. Negó con la cabeza, pensar en su padre la volvió a ella paranoica. Se quedó sin de su trago y le dijo a su amiga que se iba a comprar uno. En la barra, sintió que alguien le daba un empujón y bufó molesta ¿Hoy todos la iban a empujar? Miró quien había sido y tampoco vio a nadie. Creo que ese iba a ser su ultimo trago.
2 horas más tarde, ella y sus amigas ya estaban muy bebidas y la pelicastaño decidió parar, igual iba a dormir a la casa de su amiga Olivia, pero a la mañana iba a despertarse con terrible dolor de cabeza. Bailaba hasta que chocó con alguien, se dio vuelta y vio a un muchacho medio alto, flaco, pero con su buena forma, cabello castaño como el de ella y con el corte de moda de ahora. Tenía una nariz pronunciada pero igualmente era guapo. Ella le sonrió y comenzó a bailarle, él la sujetó de la cintura y la pegó más a su cuerpo. Margo se sonrojó, ese muchacho tenía los brazos bien fuertes, lo observó de nuevo, le veía cara conocida pero no recordaba de donde y su pánico volvió a rodearla, algo le decía que se alejara del chico y ¡Ya! pero su borrachera era más grande y más curiosa, por eso lo besó ignorando su mal presentimiento, lo besó con muchas ganas. Por Dios, ese hombre con pinta de chico malo, era tan buen besador, sus brazos que la agarraban con firmeza, le estaban dando cosquillas en el estómago y sintiendo por primera vez un calor que se sonrojaba en pensarlo, debía ser producto del alcohol.
Cuando se separaron, el chico pelicastaño la tomó de la mano y la guio a donde estaban todos los autos estacionados y nada de gente. O través su pánico la volvió a rodear- Discúlpame, me tengo que ir, mis amigas deben estar buscándome, lo siento- Dijo ella ya caminando hacia donde estaba antes.
-Quédate conmigo unos minutos, no te voy a hacer daño- Habló el muchacho, con una sonrisa torcida.
Margó sintió un escalofrío recorrerle y le prestó más atención- Yo te conozco...- Musitó y entonces sus ojos se abrieron como platos y su corazón comenzó a latir con fuerza- Ya sé quién eres- Dijo asustada y volteó para escapar lejos del muchacho, pero él la agarró del brazo y le inyectó un líquido.
Margo se soltó de él y corrió, se maldecía de haber bebido tanto, su papá tenía razón, la próxima vez que le dijese que no saliera le haría caso, casi se iba con el villano que una vez la secuestró a ella y a sus hermanas. Comenzó a sentir sus piernas cansadas y muy pesadas, cayó de rodillas y su respiración era cada vez más lenta, tenía que llegar con sus amigas como fuese posible, trató de levantarse, pero sus piernas no respondían, gritó para que alguien la escuchase y nada. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pidió perdón a sus padres y a sus hermanas, se suponía que era la mayor y la que tenía que dar el ejemplo y ahora estaba en peligro por beber tanto. No pudo gritar más, entonces su vista se volvió toda negra.
El chico se acercó a Margo y sonrió triunfante, vigiló que no estuviese nadie de testigo y levantó a la chica para llevarla a su auto. Cuando estaba por subirla, escuchó un par de voces y vio a tres minions corriendo hacia ellos. El chico se apresuró y cuando estaba por subirse al vehículo, uno de los minions lo agarró del brazo y otro empezó a darle bofetadas. Kevin abrió la puerta del acompañante donde se encontraba Margo para salvarla, sin embargo, el pelicastaño logró zafarse de los otros minions y empujó a Kevin para cerrar la puerta y arrancar con toda velocidad para perderlos.
Dave buscó el mini coche en el que ellos habían ido, y Stuart tocaba un botón rojo para cuando algunas de las chicas estuviesen en peligro. Siguieron el auto el chico.
Del otro lado de la ciudad, Gru y Lucy estaban en el laboratorio del primero, no lograban dormir ninguno de los dos, así que decidieron arreglar algunas maquinas que estaban fallando hasta que escucharon el sonido y lo reconocieron de inmediato. Prepararon todo lo más apresurado que podían y le dijeron a Edith que se hiciera cargo de sus hermanos.
Se subieron al auto de Lucy y Gru manejó a toda prisa, el botón que uno de los minions había presionado tenía gps, así que en una pantalla Lucy lo guiaba.
-Sabía, sabía que algo malo iba a pasar, tendría que haberme hecho caso y me ignoró- Bramó Gru. Lucy le acarició el hombro para calmarlo. Él la miró- Y tú también tenías ese presentimiento y no me ayudaste a detenerla- Le dijo en voz alta a su esposa.
- ¿Disculpa? Lo presentí, por eso y gracias a mi fueron Kevin, Dave y Stuart. Si no les ordenaba que la vigilasen, nosotros no nos enteraríamos que Margo está en peligro- Ahora era Lucy quién hablaba fuerte. Gru gruñó y apretó el acelerador para llegar más rápido.
Margo despertó por los movimientos del auto y miró confundida lo que pasaba, giró a su izquierda y lo vio. Sus pulsaciones aumentaron y escuchó otro auto detrás que iba a los bocinazos, los reconoció, eran los minions.
Bajó la ventanilla- ¡Chicos ayúdenme! - Gritó desde ahí y moviendo un brazo. El chico la vio y la empujó para que se acomodase de nuevo y le hizo oler un paño con cloroformo, haciendo que Margo se durmiese de nuevo.
Los minions se aproximaron al auto del chico, del lado que estaba Margo e intentaron abrir la puerta, él giró el volante y chocó a las criaturas, ocasionando que perdiesen el control y salieran del camino.
Se refregó la cara y pegó un pequeño grito, luego se calmó y rio. Casi que su plan se iba por la borda, otra vez, pero logró deshacerse de esas criaturas antes de que llegasen al lugar dónde había dejado su nave. No obstante, escuchó otro bocinazo, pero más fuerte, miró por el retrovisor y el que ahora estaba asustado era él, atrás de ellos los seguía un muy enojado Gru y su esposa que llevaba su rayo congelador, oprimió más el acelerador y se escabullía entre los autos que iban por el carril.
- ¡Maldito! - Gritó Gru
Lucy se colocó unos prismáticos para no perderlos de vista - Los tengo Gru, presiona el botón para volar-
Gru le hizo caso y el auto comenzó a elevarse hasta llegar a donde iban el desconocido y su hija, apretó de nuevo el botón para que el vehículo sea normal y se arrimó hasta la ventana del conductor.
Sus ojos se abrieron de par en par, su corazón latía de miedo, pero mucho más de rabia, después de todos esos años ese idiota venía a molestarlos de nuevo - Vector - Rugió Gru
- ¿Vector? - preguntó Lucy, sabía quién era, pero no lo había reconocido, cambió bastante.
- Hola Gru, tanto tiempo. Mira si no te molesta me llevo a tu hija y después te la devuelvo - Dijo Vector soltando una carcajada apretando más el acelerador y alejándose más de ellos.
-No te escaparas de mi maldito- Gru hizo lo mismo y divisó que el pelicastaño doblaba por un camino entre árboles.
- ¡Mierda! - Dijo entre dientes Vector y vio que Margo se despertaba de nuevo- Maldita- Y buscó de nuevo el paño para volver a dormirla.
La chica miró por dónde iban y volteó para ver si los minions los seguían, no obstante, lloró al ver a sus papás tras ellos, bajó la ventanilla- ¡Ayúdenme! - Gritó con desesperación
- ¡Margo! - Gritó también Gru y presionó más el acelerador
Vector puso el modo automático el auto y sujetó su lanzador de calamares y apuntó al auto de Lucy.
Margo justo vio lo que hacía y quiso detenerlo, pero él la empujó, todavía estaba débil. Vector apretó el gatillo y un calamar salió volando. Gru trató de esquivarlo, pero para su mala suerte el animal quedó pegado en el vidrio y eso hizo que tuviera que frenan para no chocarse contra un árbol.
Gru y Lucy con desesperación y miedo de perderlos de vista sacaron al calamar rápido y esta vez decidió manejar la pelirroja, porque Gru no podía siquiera conducir de lo mal que se veía y sentía.
Lucy apretó hasta el fondo el acelerador y unos minutos después distinguió las luces del vehículo de Vector, pero estaba frenado y había otras luces más. Se miraron con Gru y se apresuraron hasta sacarles fuegos a las ruedas del auto y cuando llegaron, vieron a Vector en la puerta de entrada de su nave, con Margo en brazos.
-No te preocupes Gru, yo cuidaré muy bien de tu niña- Dijo y carcajeó apretando un botón para que la nave comience a despegar.
- ¡PAPÁ NO! - Gritó Margo estirando los brazos para que Gru la alcanzase, pero ya era tarde, la nave ya estaba en el aire y se volvía invisible
- ¡NO MARGO, NO, ¡LUCY SALVEMOSLA! - Gru subió al auto y presionó de nuevo el botón para que el auto comience a volar, sin embargo, perdieron de vista la nave- ¡CARAJO! ¡MALDITO, MALDITO, ¡MALDITO! - Gritaba el hombre golpeando el volante.
Lucy lloraba y se colocó los prismáticos para poder ver objetos invisibles, pero no los veía por ningún lado, no había rastro, señal, nada de la nave - Perdón cariño- Dijo entre sollozos - Tendría que haberla detenido, o comentado de nuestro presentimiento y no lo hice porque no quería que se enojase con nosotros- Lucy se llevó las manos a su rostro y lloró.
Gru también con los ojos llorosos, sujetó la mano de su esposa y le dio un beso - La encontraremos, no nos vamos a rendir, vamos a pedirle ayuda a nuestros amigos, a Dru, a quien sea, pero vamos a encontrarla-
Siguieron volando unas horas más hasta que decidieron regresar a su casa y contarles todo a Edith, Agnes y los minions.
Vector manejaba la nave con una sonrisa y observó a la chica que dormía producto del cloroformo- Prometo Gru que te voy a hacer sufrir, lo prometo- Y siguió piloteando por varias horas más.
