Estaba dejando su plato de comida en el fregadero cuando la alarma de su reloj de simio arcoíris sonrisa dulce color violeta empezó a parpadear. Se alegró al ver la señal pues ya llevaba varios días sin recibir ninguna misión y la espera de recibir noticias de Kuki se le estaba siendo muy larga. Necesitaba algo de acción.

Le dijo a sus padres que subiría temprano a su habitación pues tenía tarea por hacer como buena niña responsable que era. Tenía un perfil que mantener. No se iba a dejar derrotar por su hermana, ni por nadie.

Entró a su habitación y cerró la puerta con seguro. Se acercó a sus ventanas y corrió las cortinas. Ya había entrado la noche por lo que lo único brillante en su habitación era su reloj. Estaba a oscuras. Tocó unos botones de su reloj de simio arcoíris y su armario se abrió automáticamente. Se corrieron sus cosas a un lado, dando paso a un pequeño centro de control con un monitor que se encendió por sí solo.

La pequeña cabina de mando de Mushi se la instaló Tommy antes de que él cumpliera 13 años. Se lo agradecía infinitamente. La niña pertenecía al sector Q, o al menos lo que quedaba de él. Tenía un compañero, Número 223, un chico que según ella no estaba a la altura de su potencial pero al menos era bueno en crear planes de respaldo en situaciones bajo presión. Casi estaba segura que solo funcionaba de esa manera.

Debido a que muchos en KND operaban ya de forma más secreta, solo se veían cuando tenían misiones y entre clases en la escuela. Él estaba en otro salón pues era un año menor.

La pantalla mostraba las letras "TRANSMISIÓN ENTRANTE" y ella presionó un botón en forma de triángulo rosado y luego apareció un chico bastante lindo con frenos. Correspondía al Número 65.3, el primo de 63.5, aquel oficial de comunicación subido de peso, que ya había salido de KND hace algunos años al cumplir 13.

—Este es un mensaje pregrabado para todos los operativos de Los Chicos del Barrio. La siguiente misión consiste en utilizar a cada operativo activo y disponible para la invasión a una fiesta adolescente en la mansión de los ya conocidos, Los de la Otra Cuadra.

"¿Los de la Otra Cuadra? Pensé que estaban inactivos desde que Uno desapareció"

—Según nuestros informantes, ya saben, los hermanos menores de los adolescentes que fueron invitados, solo se puede entrar con invitación y muchos ninjas también están involucrados. Creemos que ellos traman algo y nuestro trabajo es descubrir su plan y terminar con eso antes de que empiece. De paso recordarles que KND sigue firme a pesar de nuestras bajas— se quitó un sombrero que tenía puesto e inclinó un poco la cabeza, luego volvió a ponérselo —Es obligatorio que cada operativo esté presente salvo que se le haya asignado una misión de alta prioridad. Se les enviará a todos las instrucciones de la misión al finalizar la transmisión.

En la pantalla aparecieron las letras "Fin de la transmisión" y de la pequeña caja que estaba al lado, se imprimió un papel con las instrucciones. Mushi lo tomó una vez el proceso se finalizó y empezó a leerlo.

"Operación P.O.N.C.H.E.

Perfecta

Oportunidad en la

Noche para

Combatir e

Huir

Ilesos"

—Definitivamente 65.3 no sabe darle nombre a las misiones— habló para sí misma Mushi antes de continuar con la lectura de las indicaciones de la misión.

"Día: Sábado por la noche

Hora: 9:00 p.m.

Lugar: Mansión de los de la Otra Cuadra.

Instrucciones:

Todos los operativos deben estar listos en posición 5 minutos antes de la fecha acordada. Entre más niños se encuentren en el lugar atacando al mismo tiempo, más probabilidades se tendrá de éxito.

Se recomienda llevar varias armas encima por si la misión se complica.

Analizar rutas de escape ante cualquier posible escenario peligroso y…"

La pantalla parpadeando y la computadora informando de otra transmisión entrante interrumpió a Mushi de la lectura de su misión.

—Hola que tal Número 333— le saludó Sonia en esta ocasión. No portaba el casco y por lo que se veía detrás de la rubia, estaba en la base lunar.

—Oh, solo eres tú Número 83.

—No pareces muy contenta de verme.

Traidora— dijo en un susurro y luego suspiró fastidiada —¿Necesitas que vaya en alguna misión de rescate o algo así?

—Me temo que no. Ya te deben estar llegando las instrucciones de la misión.— Mushi miró como la hoja de instrucciones se imprimía y parecía ser mucho más larga que la anterior.

—¿Qué es todo esto?— se pregunta más para sí misma al tomar la hoja de instrucciones y se dispuso a leerla —¿Tommy?, ¿Quieres que lleve a Tommy a la fiesta?

—Quiero que ignores todas las instrucciones anteriores y sigas las que te mande con lujo de detalle.

—¿Joey aprobó esto?— alzó una ceja. —Vaya quién lo diría, hasta el Líder Supremo se sale con la suya.

—Muestra algo de respeto a tu Líder— suspiro pesadamente. Hablar con Mushi le demandaba mucha energía pero no tenía a nadie más a quien encargarle algo tan importante. —Se que no te llevas bien con 444 pero él sabe lo que hace. Ahora regresando al tema de la misión— hizo una pequeña pausa —Está contra las reglas que un operativo mayor de 13 años se le asigne una misión de KND pero ya qué Número 87 parece no hacer bien su trabajo aprovecharemos a Tommy lo más que se pueda. Después de todo, ustedes de alguna forma trabajan bien juntos y se entienden.

—¿Ascendieron a 87? No creí que eso pasaría.— Luego de decir esto, notó cuanto hacían falta las noticias de KND hoy en día las cuales se habían interrumpido de forma indefinida.

—Su hermano pronto cumplirá los 13, es algo que ya sabíamos que iba a pasar— en la pantalla al lado de Sonia, apareció Lee, también sin casco, sin su característico gorro; lucía tan diferente.

—Ustedes realmente han crecido— dijo Mushi en un tono triste. No estaba lista para despedirse de ellos. Eran sus modelos a seguir.

—No te pongas llorona ahora 333— le repuso Número 84 —Ya termine de hablar con Número T.

—En serio 84, eres el único que le dice así— dijo Sonia. —Bien, debemos irnos. Por favor Mushi, ten mucho cuidado y ponte en contacto con Tommy luego. Con respecto a tu hermana— soltó un pesado suspiro al mencionarla —no tenemos noticias por ahora.

Mushi iba a replicar pero decidió quedarse callada. No podía pedirle más nada a KND. Ella iba a actuar pronto y terminaría con todo esto de una buena vez por toda. Estaba segura que eso le aseguraría el éxito y la haría ascender en la base lunar con un cargo altísimo.

Se despidió de sus superiores y llamó entonces a Tommy y ambos, luego de terminar su conversación se quedaron con la duda de aquel a quien debían proteger y que era el motivo prioritario de la misión. ¿Quién era "El Sujeto"?


Nigel restregó sus ojos un par de veces antes de por fin abrirlos. Había tenido un sueño bastante pesado y le estaba costando el hecho de levantarse de la cama e ir a sus clases. Luego como si se diera una ducha fría, recordó de golpe los sucesos de la noche anterior. Esto le sirvió para levantarse con prisa y ponerse un suéter para salir afuera.

—No puedo creer que esto sea verdad— hablo Nigel para sí mismo al salir de su casa y ver su imponente casa del árbol justo donde la recordaba.

Un sentimiento de nostalgia lo llenó por completo. Tuvo que contenerse para no gritar y asustar a sus padres o a sus vecinos. Se acercó al gran tronco y lo tocó con sus manos para comprobar que era real. Cuando la computadora preguntó por el acceso y él dijo su nombre se abrió una compuerta donde estaban los elevadores. Tuvo que agacharse un poco para entrar en el que decía el número 1, de nuevo la vida recordándole que ya no era un niño.

Cuando llegó a la gran sala donde se reunían todos cuando él dictaba las directrices de las misiones no pudo evitar que algunas lágrimas se le escaparan, parecía un sueño. Estaba nuevamente en su hogar. Una lástima que ninguno de sus amigos fueran seleccionados para seguir siendo parte de KND en la división de TND, lo cual le parecía extraño, todos eran excepcionales, incluyendo a Cuatro, hasta el merecía tener el privilegio de permanecer con sus recuerdos.

Entró primero a su habitación, la cual esperaba que estuviera más vacía. De seguro al nunca ser decomisionado provocó que nunca desmantelaran la cosa correctamente de sus pertenencias. Incluso en algunos cajones todavía había ropa de cuando era niño. Sin embargo sus armas no estaban y sus artefactos, probablemente los demás los usaron o simplemente se los llevaron cuando ya no quedó ningún agente operando en la casa del árbol.

El cuarto de Dos lucía muy apagado, con muchas cajas llenas de chatarra y partes de quien sabe que arma o nave eran. No había nada que estuviera en buenas condiciones, excepto su viaje nave que conservaba gran parte de su forma original pero aun con todas las piezas en su lugar, él dudaba que eso siguiera funcionando. Ya después se ocuparía de obtener o construir una nueva.

Seguía inundado de peluches el cuarto de Tres, pero fuera de eso no había nada más importante en esa habitación. Recordó una vez que en una de sus misiones galácticas encontró un castillo lleno de peluches y recordó a la chica que vivía en aquella habitación, Kuki de seguro no querría salir de ese castillo si viera algo como lo que él pudo apreciar. Se volvería loca y ni siquiera con la ayuda de Cuatro la podría sacar de ese lugar.

Nigel no entró a la habitación de Cuatro, solo se asomó por la puerta. La cama en forma de ring de boxeo seguía allí pero nada más.

Sin duda la habitación en la que pasó más tiempo aparte de la suya, fue la de Cinco. Su amiga, su cómplice, su compañera y la chica que lo introdujo a KND. Ella lo tenía todo para ser la mejor entonces, ¿Porque no se quedó en TND? Nigel pensó que tal vez le habían ofrecido el puesto pero por alguna razón ella lo rechazó. Pero entonces, no sería la Abigail Lincoln que él conoció. ¿Qué habrá pasado?

Empezó a sentir el vacío de su ausencia de 5 años en su pecho. ¿Qué tanto habían cambiado sus amigos que él creía conocer como la palma de su mano? Se perdió sus cumpleaños, sus aventuras, sus cambios, crecer con ellos…

Revisó el reloj de su teléfono y se dio cuenta que llegaría tarde a la escuela. Ya habrá tiempo después para arrepentimientos, por lo pronto debía apurarse, después de todo hoy era un día importante.

Patton llegó más temprano de lo usual a la escuela para encontrarse con Wally y así ponerse al corriente del escondite secreto y de sus nuevas obligaciones. Se sentía un poco mal por no recoger a Fanny esa mañana pero con el mensaje de ella diciéndole que su padre la llevaría sintió que podía respirar mejor. Él tenía que trabajar en su desapego hacia ella, no podía ser que él sintiera todo y ella no sintiera nada.

Pero, ¿Cómo se puede mandar al corazón?

―Y esta es tu llave― le dijo Wally pasándole una tarjeta ―Si puedes memorizar el código para no llevar siempre la tarjeta contigo sería mucho más eficaz― era un código de 10 dígitos, hasta el se sorprendió de que alguien como Wally pudiera memorizar tantos números, realmente lo habían transformado en otra persona.

Ambos iban saliendo de la cafetería cuando un adolescente enfadado se aproximaba a ellos con pasos apresurados ―¡WALLY!― le gritó Tyler cuando estuvo frente a él. La diferencia de tamaño era muy notoria y aun así el imponente semblante de chico malo de Wally no se vio afectado. ―¿Puedes explicarme que es esta mierda?― señaló hacia Patton y el solo ladeo la cabeza hacia un lado ―¿Como se te ocurre quitarme mi puesto para dárselo a Drilovsky?

―Oh cállate, me harte de tus berrinches. Además Drilovsky parece ser más capaz de hacer el trabajo que no querías hacer.

―Pero, ¿Que pasara con mi oficina?

―Créeme ni yo ni nadie quiere entrar allí, tu código aun funcionara con esa cosa que llamas "oficina", en serio no me interesa las cochinadas que hagas allí. Ahora si me disculpas tengo otras cosas más importantes que hacer.― Wally metió sus manos en su chaqueta de cuero y dejó a ambos adolescentes solos.

"Oh genial, ahora quien aguanta a este malcriado millonario" pensó Patton viendo cómo se quedaba solo con el enemigo.

―Escúchame bien Drilovsky— se paró frente a él —No sé qué está pasando pero llegaré al fondo de esto. Nadie, absolutamente nadie, pasa por encima de mí.

Patton solo rodó los ojos ante su amenaza. Antes de que Tyler pudiera decir algo más, él simplemente se fue del lugar. No tenía ánimos de pelear tan temprano en la mañana.

Pasando la cocina de la cafetería, detrás de unas despensas, se llega a un pequeño cuarto que se usa para guardar implementos de cocina. A simple vista no sé pero hay un lector que deja a su paso una puerta donde se bajan unas escaleras y está la entrada principal del dichoso escondite de los adolescentes en donde Patton ahora tenía acceso, sólo que no se imaginaba que el lugar subterráneo fuera tan grande y complicado. Demasiados cuartos, pasillos e incluso había un elevador para más niveles inferiores. Le llevaría un tiempo hacer un recorrido de todo y poder hacer un buen mapa y estudiar las debilidades de seguridad del lugar, pero era su trabajo y tenía que hacerlo. Estaba seguro que en algún lugar de esa trampa subterránea estaban los desaparecidos, estaba Rachel…

—Espero que la información que me des ahora sea importante, aún tengo papeleo que hacer y tareas por terminar.— se quejaba como siempre Fanny en el centro comercial.

—Esto nos servirá de excusa por si nos ven, que realmente pasamos tiempo juntos fuera de la escuela y además, tú querías comprar ropa para la fiesta y al final te probaste un montón de cosas y no llevaste nada.

—Los hombres nunca entienden— se cruzó de brazos enojada —Eso explica su falta de buen gusto a la hora de vestirse.

—Hey, puede que no lo parezca pero cuido bastante mi imagen.

—Como sea, ahora dime a qué nos enfrentamos.

Como si se tratara de una orden, el semblante de Patton cambió y su voz sonaba más seria al hablar.

—Es una base subterránea, tiene cámaras de seguridad pero no lo suficiente a mi parecer, hay demasiados pasillos y cuartos y todo parece estar enumerado y clasificado en números y letras, supongo que para que ellos mismos no se pierdan. Hay dos elevadores, uno que utilice con Matador y con eso pude ver que son 9 niveles inferiores. El otro elevador lo mire de lejos parece de carga es más grande pero no estoy seguro si también tiene acceso a los 9 niveles o si habrán más.

—Me pregunto, ¿Cómo construyeron algo así debajo de la escuela sin que nadie notara nada?

—Quizás ya estaba eso allì, alguna base de un villano anterior o algo así. Cuando tenga esa información te la haré saber con detalles.

—Puede que tengas razón…— se detuvo cuando Patton dejó de caminar a la par —¿Que pasa?

—Creo que los que están allí sentados son Tyler y Matador. Es la oportunidad perfecta.

—¿De qué hablas?

Wally había ido al centro comercial a comer una buena hamburguesa para desestresarse y librarse de sus obligaciones por una tarde pero no contaba con que Tyler lo siguiera para hablar o reclamarle lo acontecido con su rango perdido.

—¿No tienes una misión a la base lunar que debes ejecutar a la perfección?— le preguntó Wally mirándolo seriamente mientras agarraba su hamburguesa para darle una gran mordida.

—No se para que me envías a supervisar el trabajo del dúo de Bartie y Veronica si ya sabes lo expertos que son— comentó Tyler mientras jugaba con sus papas con chile —Son uno de los mejores equipos en todos los ninjas adolescentes, a veces creo que solo lo haces para fastidiarme, como quitarme mi puesto y dárselo al estupido de Drilovsky.

Dentro de la organización de los ninjas adolescentes, muchos suelen trabajar en grupos, entre ellos destaca el dúo de Bartie y Veronica, una pareja de adolescentes los cuales podrían cumplir cualquier misión complicada. Juntos eran imparables.

—Tengo mis razones— habló al fin luego de casi atragantarse con la comida, debia comer más despacio —Además estoy cansado con tu falta de compromiso en las misiones y que siempre molestes a las chicas que tenemos como sujetos de prueba.

—Eres muy aburrido Wally, consíguete una chica o algo.

El rubio se quedó en silencio al escuchar eso. Tenía una chica o eso creía, una a quien cuidaba, pero nadie tenía que saberlo. De pronto, notó que Tyler tenía la mirada fija hacia un punto y vio que miraba a Patton con Fanny los cuales no parecían darse cuenta que el otro los miraba con desaprobación.

—No entiendo tu obsesión con la chica de Drilovsky cuando claramente ella no quiere nada contigo y tienes una novia bastante bonita a mi parecer.

—Que vas a saber tu Wally. No puede ser que esa chica me rechazara.

Patton se detuvo y se movió mirando frente a frente a la chica pelirroja. Esta era la oportunidad. Tyler no sabría que ellos saben que ya fueron detectados por ellos y toda la escena parecería natural a los ojos de cualquiera.

—¿Qué estás haciendo?

—Escúchame con atención— el chico se acercó más a la chica poniéndola nerviosa —El estúpido de Tyler está aquí y estoy seguro de que no sabe que nos dimos cuenta de que nos mira, podrás golpearme después pero necesito hacer esto para que te deje en paz y crea que nuestra relación es real.

—¿Q-Qué? Estás loco.

"Por supuesto que estoy loco por ti"

—Voy a besarte pero entre más nos demoremos más sospechoso será, tiene que ser ya. Lo siento.

¿Besarla? No hablara en serio, ¿o sí? Antes de que ella pudiera reaccionar, Patton la tomó suavemente por los hombros y se acercó a su rostro, pensó en moverse, golpearlo, darle una cachetada, una patada en las costillas pero su cuerpo no se movió. Simplemente lo dejo hacerlo.

Cuando sus labios se tocaron, Fanny casi podría jurar que pasó electricidad por todo su cuerpo. Pensó que solo sería un toque pero Patton la atrajo más a su cuerpo y la beso con más fuerza, profundizando el acto con su lengua y jalando ligeramente su labio inferior. Nunca la habían besado de esa forma y se sentía extraño pero al mismo tiempo, se sentía cálido, con cosquillas, algo en su pecho crecía cada vez que escuchaba como él suspiraba saboreando sus labios.

El beso demoró más de lo que ambos pudieran controlar.

—Oh genial, ahora tengo que verlos comerse vivos también fuera de la escuela y yo que pensaba que no se querían en lo absoluto— comentó irritado Tyler a Wally, el cual había terminado ya su hamburguesa —¿Podemos irnos ya?

—Realmente eres una molestia en mi zapato— dijo Wally levantándose de la mesa y Tyler lo seguía con paso apresurado, quería irse lo más rápido de allí. Ya no soportaba mirarlos.

Patton se separó suavemente de la chica la cual tenía sus mejillas rojas y sus labios entreabiertos. ¿Cómo resistirse a esa imagen? Prácticamente lo estaba incitando a seguir, ¿Dónde estaba su autocontrol cuando lo necesitaba? Antes de que pudiera hacer alguna otra cosa, la chica se giró rápidamente y balbuceó algo como "baño" y ella se alejó rápidamente al área de los baños que quedaba cerca de donde estaban.

Abrió el grifo y se lavó la cara. No podía ser que su cara estuviera tan roja. ¿Acaso era pena, vergüenza, enojo? La imagen de Rachel apareció como si fuera un reflejo en el espejo. Le estaba fallando a su amiga.

Ella siempre se mostró tan ruda y se sentía tan mal por haberse dejado seducir de un hombre de esa manera. ¿Dónde quedó la Fanny que odiaba a los hombres por sobre todas las cosas? Maldijo internamente a sus hormonas adolescentes. El maldito de Patton sabía besar bien y esperaba que con tal espectáculo que había dado, Tyler Remington la dejara al fin en paz. ¿Por qué ese tarado seguía tan empeñado en hacerla una chica más de su plan de conquista? No tenía sentido.

Respiro profundamente varias veces y se calmó antes de salir del baño y enfrentar al chico que le había alterado todos los sentidos. Hasta sus piernas flaqueaban, que tonta se sentía.

No dijo una palabra hasta que llegaron a la camioneta. Una vez que Patton se puso el cinturón y giró la llave para encenderla, recibió una cachetada por parte de la pelirroja la cual luego de eso, solo se limitó a mirar por la ventana. A decir verdad, él esperaba una Fanny explosiva, gritando, y golpeándolo al menos unas 50 veces pero nada. No pasó nada.

Algo andaba mal.

Ella estaba dolida, no estaba enojada.

"Eres un idiota Patton, lo arruinaste."

El chico condujo en silencio y la dejó en su casa. Ni siquiera se despidieron ni se dijeron una sola palabra.

Él la había lastimado, y se sentía pésimo por ello.

—Lo siento— susurro cuando ella se bajó de la camioneta y entró a su casa, seguro de que ella no lo habia escuchado.