Disclaimer: Los personajes son de propiedad de Stephenie Meyer solo la historia es de mi autoría.
Capítulo 16. Verdades y muerte
Como pude me fui apartando lentamente hasta alejarme lo suficiente para correr cuando divisé a Alice que se acercaba a mí.
-Bella porque no me avisaste que vendrías. Me dijo angustiada sosteniéndome de los hombros.
-Para que querías que te avisara, para evitar que me enterara lo que estaba pasando con Edward y aquella mujer. Le grite con rabia las lágrimas me nublaron los ojos, me limpie con las manos.
-No quería lastimarte al decirte esto que no tiene importancia porque…
-Ya basta. Grite no quería oír más y utilícese mis manos para quitar las suyas de mis hombros y la empuje, corrí al auto.
-Vámonos a casa rápido, por favor. Le indique al chofer que arranco nadie me siguió al auto, claro que podían decirme para justificar su mentira.
En cuanto llegamos pensé en subir directo a mi habitación para que nadie me viera llorar, entre corriendo, pero me topé con Garrett que bajaba las escaleras en cuanto me vio marchó hacia mí.
- ¡Bella! ¿Dónde estabas? Te hemos buscado por toda la casa creímos que Victoria te había secuestrado o algo peor. Vocifero Garrett mantenía la mirada hacia abajo la levante al escuchar la mención de Victoria.
-Como que Victoria puede hacerme daño ¿acaso la han liberado?
-Ella se escapó, encontró la manera la policía vino para avisarnos, Jacob y Elizabeth fueron con ellos para saber qué había sucedido, creímos que estabas en tu cuarto y para no preocuparte decidimos no decirte nada es hasta hace poco que Sophia y yo nos dimos cuenta que no estabas ¿A dónde fuiste? Me pregunto angustiado me observo con más detenimiento ¿Qué te ha pasado? Respiré profundo decidí hablar con la verdad.
-Yo escuche tu conversación en el despacho y sin pensar en mis acciones convencí al chofer para que me llevara a la mansión, yo lo vi desde lejos con alguien más. Recordar esa escena me quebró baje la mirada cuando empecé a llorar.
-Cuanto lo siento se suponía que no te debías enterar así. Me dijo y me abrazo, consiente de sus palabras me aleje.
-Tú también lo sabias. Lo acuse limpiándome las lágrimas lo mire enojada, me sentía decepcionada.
-Bella por favor perdóname, Emily y yo quisimos decirte, pero nos convencimos de que era algo que tú y Edward debían resolver. Me miro con tristeza.
-Todos lo sabían, estoy sola. Susurre dándole la espalda para que no viera mi rostro cubierto por las lágrimas.
-Eso no es cierto, te lo ocultamos para protegerte, entiende no somos perfectos. Expreso con voz suave, sus palabras me ayudaron e intente ser razonable aun así me atormentaba, me limpie las mejillas y lo mire.
-Tienes el apoyo de todos nosotros, especialmente el mío no hay nada que no haría por ti. Lo mire desconcertada sorprendida de lo que me decía, buscando las palabras adecuadas para no dañarlo le hable con voz suave.
-Perdóname, pero en este momento yo me siento hueca y sin nada que ofrecerte Garrett te has portado muy bien conmigo y por eso prefiero decirte la verdad… es lo mejor yo no puedo verte más que como un amigo. Detuve mis palabras examinando su rostro.
-No, discúlpame tú a mí, yo fui muy imprudente por ahora lo mejor es que nos aseguremos que estés a salvo tenemos que irnos a otro lugar ve con Sophia y recojan todas sus pertenencias mientras yo tanto iré junto a los empleados a arreglarlo todo estén listas en unos 20 minutos. Asentí y me fui corriendo escaleras arriba aturdida por su confesión mi mente estaba hecha un lio, nada estaba bien, entre al cuarto vi que Sophia sacaba una maleta. Mi hija dormía plácidamente en su cuna, me sentí feliz de que no fuera consciente de todo lo mal que la estaba pasando.
-Bella, que bueno que ya apareciste estábamos tan preocupados de que esa mujer te hubiese hecho algo. Manifestó Sophia aliviada al verme.
-Lo siento en serio, Garrett ya me explico que Victoria se escapó me lo encontré en la escalera. Camine por la habitación hasta tomar mis maletas que estaban debajo de mi cama.
-Mis maletas ya están listas ¿te ayudo con las tuyas? Se ofreció.
-Sería perfecto, gracias. Le dije en serio agradecida de que no preguntara más, vi por la ventana como el auto de Garrett arrancaba, nos dedicamos a meter la ropa en las maletas, el ruido ya no era problema mi hija ya se había despertado.
De pronto escuchamos un ruido como el del cristal estrellándose en el piso Sophia y yo nos miramos aterradas.
-Garrett y los empleados ya no están yo vi por la ventana como el auto se alejaba.
-Puede ser Victoria. Susurro Sophia aterrada.
-Es posible tenia cómplices que la ayudaban desde antes, además me amenazo que saldría de la cárcel y vendría por mí. Exprese aquello sintiendo escalofríos mire a mi hija angustiada.
-Aquella vez que fuiste a la comisaria. Me regaño frunciendo el ceño.
-Escúchame con cuidado toma Renesmee y escóndete. Le dije a Sophia muy decidida, ella me vio con desesperación.
-Bella no lo mejor es que nos escondamos juntas y también las maletas ella va a creer que ya nos fuimos.
-No, ella es muy astuta seguro ya nos estuvo vigilando, Victoria sólo vino por mí por favor salva a mi niña, ya no queda mucho tiempo para que suba. Le suplique, con lágrimas en sus ojos tomo a Renesmee de su cuna nos quitamos los zapatos para no hacer ruido y se escondió en uno de los cuartos que estaba lleno de unos muebles, mi corazón latía muy rápido oí voces en el piso de abajo, ella no vino sola ¿Cómo podría defenderme? Camine con cuidado los más rápido que pude hasta el cuarto de Garrett recordando el arma que guardaba entre dejando la puerta semiabierta el cajón y sentí un retorcijón en el estómago tome el arma y revise si tenía balas, estaba vacía, no logre encontrar más balas por ningún lado tendría que atemorizarla fingiendo que era letal.
Baje por las gradas lentamente segura de que, hacia lo correcto, tenía un nudo en la garganta empuje la puerta del comedor y apunte con el arma reconocí inmediatamente a los rostros desconcertados que me miraban desde diferentes ángulos, baje lentamente las manos con el arma, respire profundo agradecida.
- ¿Qué es lo que haces Bella? Me pregunto Elizabeth parada junto a Edward, no pude decir ni una palabra ya que junto a él estaba aquella mujer.
-Bella dame esa arma. Dijo Garrett muy serio desde la puerta del estudio, me acerque a él lentamente.
-Creí que Victoria había venido por mí. Me excuse. –Además sabes muy bien que el arma no tienes balas. Le indique descasquillando la pistola y sacando la cargadora. –Me enseñaste bien. Le asegure mirándolo directamente a los ojos muy su expresión fue compasiva.
-Voy a decirle a Sophia que todo está bien, ella debe estar muy asustada. Corrí por las escaleras sin atreverme a mirar a los demás ni decirles algo.
-Sophia ya puedes salir. Exprese con voz suave al entrar a la habitación de entre unos muebles salió muy lentamente con mi niña en brazos.
- ¿Todo está bien? Susurro.
-Fue una equivocación eran Elizabeth, Jacob, Alice, Garrett y Edward. Caminamos hasta la habitación tome a Renesmee en mis brazos feliz de que estuviera a salvo oímos que gritaban abajo, no quería prestar atención estaba feliz de estar viva.
- ¿Edward es el padre de tu hija? Me pregunto más animada tomando un poco de agua.
-Así es él es el padre de mi hija. Le respondí casi en un susurro.
-Eso es una excelente noticia, él ya sabe todo. Expreso desconcertada.
-Hay un problema recuerdas, recuerdas que más temprano no me encontraban. Ella asintió. –Yo escuché una conversación de Garrett decía que Edward ya había regresado, yo no lo pensé y fui a verlo, pero lo encontré besándose con otra mujer. Al decir lo último sentí una gran tristeza, pero logré mantenerme tranquila.
-Lo siento Bella. Expreso sinceramente Sophia, mire a mi hija en su cuna.
-Entiendo que al creerme muerta continuo con su vida, pero eso no disminuye mi sufrimiento.
- ¿Crees que el venga por Renesmee? Pronuncio Sophia asustada, escuchamos que tocaban la puerta las dos nos miramos preocupadas.
- ¿Quién es? Susurre.
-Soy Alice, ¿puedo entrar? Mi mente comenzó a funcionar muy rápido.
-Por favor llévate a Renesmee a tu cuarto. Le pedí a Sophia, ella sin dudar tomo a mi hija.
-Bella, quiero que tengas la seguridad de que si nuestras sospechas son ciertas tendrás todo mi apoyo, sé que ahora no soy nadie, pero pronto recuperare lo que es mío y así nada ni nadie podrá arrebatarte a tu hija. Me aseguro Sophia en un susurro.
-Gracias. Fue todo lo que le pude decir no me quería imaginar tener que pelear en contra de los que consideraba mi familia, Sophia se fue con Renesmee por la puerta contigua y la cerró.
-Pasa Alice. Grité y me senté en la mesita que daba a la ventana mi expresión era seria, ella entro y se sentó en la silla de enfrente.
- ¿Dónde está Renesmee? Me pregunto sonando casual.
-Sophia se la llevo para que yo pudiera descansar un poco.
-Claro te entiendo la situación no ha sido la mejor, Bella estoy aquí más que como una intermediaria de Edward como tu amiga, sabes que yo no te pondría en una situación que te dañara, escucha lo que Edward tiene que decirte todo va a salir bien. Manifestó con una sonrisa.
-Claro que hablare con él. Le confirme siempre y cuando sus intenciones no fueran ir por mi hija, él no es así me repetía a mí misma.
-Le diré que entre. Me indico Alice, emocionada me quede sentada mirando hacia la pared, pensando en la manera más diplomática de resolver este asunto.
-Bella. Escuche su voz y lo mire, cómo podía una situación que debía ser maravillosa causarme tanta tristeza me puse de pie de manera defensiva, inmediatamente se acercó a mí y tomo mis manos para luego besarlas, el corazón me latió muy rápido su rostro tenía una sonrisa genuina o me lo pareció.
-Bella no sabes lo feliz que estoy de que estés viva. Me dijo emocionado, tampoco es que era una mala persona.
-Tenía muchas razones para vivir principalmente mi hija, al final no estuve sola y escape de ese infierno. Le asegure tratando de sonar fuerte.
-Nuestra hija ¿Dónde está? Quiero verla. Musito emocionado para este momento ya debía saber lo que le sucedió a Elizabeth, él más que nadie había sentido la ausencia de su madre, rogaba que esto le hiciera razonar.
-Voy a traerla. Exprese muy inquieta camine hasta a habitación de Sophia la tenía en sus brazos mientras la entretenía con un collar.
- ¿Qué sucedió? Me pregunto alarmada
-Aún no hemos resuelto nada, pero quiere conocerla no pude negarme.
-Si quieres puedo quedarme afuera de la puerta por cualquier cosa.
-Es perfecto, pero primero ve con Garrett y pídele que apresure todo el cambio de casa. Sophia me entrego a Renesmee y salió presurosa por la puerta, me dirigí a la habitación un poco tranquila Garrett y Sophia no permitirían que me arrebataran a mi hija. Entre a mi cuarto y sus ojos se enfocaron en ella fascinado el tomo de mis brazos.
-Mi hija mi preciosa Renesmee. Expreso besó su frente lo mire desde una distancia prudente.
-Renesmee Elizabeth. Le indique. –Es un bello nombre igual que ella, desde ahora en adelante ya no debes preocuparte por tu seguridad yo me encargare de cuidarlas, todo va a estar bien. Me aseguro con una sonrisa que me confundió.
-No te sientas en la obligación de cuidarnos puedes ver a Renesmee cuando quieras. Manifesté tratando de cuidar mis palabras. Me miro preocupado.
-Perdóname Bella me emocione tanto por verlas vivas a ti y a nuestra hija que deje de lado el malentendido qué viste. Me quede petrificada esperando por su explicación Edward puso a Renesmee en su cuna y nos sentamos en el mueble.
-Necesito que me creas, jamás he dejado de amarte principalmente ese recuerdo fue el que me ayudo a recuperarme después del accidente y en cuanto fui consiente de donde me encontraba, la familia que me socorrió me ayudo a contactarme con Carlisle, te juro que lo primero que hice fue ir a buscarte, fue entonces que me entere de tu supuesta muerte, sentí tanto dolor que me sumí en una profunda depresión.
-Los dos estuvimos en nuestro propio infierno y entiendo que buscaste la manera de continuar. Lo interrumpí mirándolo con compasión.
-Confieso que me apoye en ella en lo que creí era una amistad para recuperarme y buscar justicia contra Victoria lamento mucho que ella lo malinterpretara, lo que viste fue una despedida de su parte porque entendió que al saberte viva jamás tendría oportunidad, tú y nuestra hija serán siempre lo primero para mí. Aquellas palabras hicieron que llorara, pero agradecí que fueran de felicidad, lo abrace feliz de que la vida me lo devolviera, nuestros labios apenas se rozaron cuando el llanto de Renesmee nos detuvo, me acerque a ella y la revise.
-Seguro que tienes hambre. Le dije sonriendo me senté a alimentarla y me cubrí con su manta, Edward se sentó a mi lado.
-Bella has cambiado mucho, no me refiero a tu físico es más tu expresión en tus ojos, siempre alerta.
-Aunque tuve que pasar por muchas situaciones fuertes siempre me mantuve fuerte por Renesmee y ahora no sabes lo feliz que me siento de que este conmigo, pero Victoria ha escapado y sabes lo peligrosa que es además ella juro vengarse de mi, justo después de confesarme que había asesinado a mis padres así que no puedo tranquilizarme. Le explique deduciendo también para mí la razón de mi expresión.
-Por eso aprendiste a usar el arma, se me helo la sangre cuando te vi maniobrarla, que tuvieras que llegar a ese punto.
-Fue una manera de sentir que tenía el control por mi seguridad y la de Renesmee, jamás culpes a Garrett él solo quería dije mirándolo a los ojos para ver si entendía la situación.
-Me enoje mucho cuando dijiste que te había entrenado, pero entre Jacob y mi madre me hicieron entender todo. Me aseguro sonriendo y calmado, escuchamos que tocaban la puerta.
Acomodé a Renesmee en su cuna y abrí la puerta.
-Bella ¿cómo va todo? Me pregunto muy seria Elizabeth.
-Todo está perfecto. Le respondí con voz suave esperando que cambiara su expresión regrese a ver a Edward para que se lo confirmara.
-Lamento tanto tener que dañar este momento, pero la policía nos avisó que reportaron que vieron a Victoria en los alrededores. Escuché eso y cerré mi mano en un puño fuerte Edward se acercó para tomar mi mano. –Tenemos que irnos. Continuo yo asentí con la cabeza.
-Las maletas ya están listas debajo de la cama. Le expliqué a Elizabeth y corrí a la cuna de Renesmee la arrope con su cobija mientras le repetía que todo estaría bien, Sophia y Alice se acercaron para ayudarme vi como Edward y Jacob iban delante de nosotras cargando las maletas.
Me subí al auto junto a Sophia, Elizabeth y Garrett.
Edward, Jacob, Alice y aquella mujer que luego supe por Sophia se llamaba Kate se fueron en su carro avanzamos por lo menos casi por una hora hasta casi llegar a las afueras de la ciudad la casa estaba oculta entre un frondoso bosque, aunque había otras casas a lo lejos seguramente para escapar del ruido de la ciudad nosotros escapábamos de un monstruo.
En la entrada ya nos esperaban las empleadas, la casa tenía dos pisos con cuatro habitaciones.
-Sophia, Elizabeth ¿pueden compartir habitación? Pregunto Garrett, pero Sophia se acercó a él.
Si no les molesta me gustaría compartir habitación con Bella así podría ayudarla a cuidar de Renesmee es que me he encariñado con ella. Nos pidió mirándonos a cada uno de nosotros.
-Yo no tengo problema. Exprese de inmediato.
-Ni yo. Indico Elizabeth rozando la mejilla de Renesmee, inmediatamente nos dirigimos al segundo piso el dormitorio que compartiría con Sophia era muy amplia con dos camas perfectamente amueblada, mientras nos acomodábamos Edward subió a la habitación al verlo Sophia salió de la habitación sonriendo, me acerque a él para abrazarlo beso mi frente y luego mis labios la sensación fue más que agradable dada la situación.
-Me quería quedar aquí para ayudar con la vigilancia, pero no lo consideraron adecuado.
-Tienes que ser un caballero, pero prométeme que vendrás mañana. Le pedí acurrucándome en su pecho.
-No tienes que pedirlo pensaba venir siempre voy a estar para ti y nuestra hija, solo es cuestión de encarcelar a Victoria para que podamos comenzar nuestra vida juntos. Me dio otro beso en los labios se despido de mí y Renesmee, Alice un tanto recelosa también subió a despedirse, se fue más tranquila cuando le asegure que todo estaba bien entre nosotras a pesar de que no me había advertido de ella.
-Todo se solucionó ¿verdad? Me susurro Sophia.
-Si todo se trató de un malentendido ya él me explico todo.
-Estaba casi segura de que así sería, mientras esperábamos a que hablaran una mujer que no reconocí, dijo que si era necesario hablaría contigo para solucionar todo, entonces supe que mis especulaciones eran erróneas, perdóname por preocuparte.
Expreso Sophia casi como un ruego.
-Tranquila no lo hiciste con mala intención solo querías ayudarme. Le dije sonriendo mientras arreglábamos la ropa en el armario, estaba muy agradecida de no haber tenido que hablar con esa mujer porque a pesar de entender toda la situación aquella imagen de los dos aun me destruía.
Fue entonces que entendí todo, Garrett se había hecho ilusiones conmigo pensando en Edward ya había encontrado a alguien más, me sentí tranquila de haber puesto en claro mi situación con él, no había sido mi culpa que se ilusionara todo estaría bien Garrett entendería.
-Bella, Sophia ¿podemos pasar? Pregunto Elizabeth desde la puerta.
-Por supuesto. Le conteste ella y Jacob entraron juntos, Elizabeth se adelantó para darme un abrazo. –Bella estoy tan contenta de que se arregló todo con mi hijo.
-Si estoy tan feliz por ti. Agrego Jacob. –Además queramos disculparnos por asustarlas, todo ese miedo que tuvieron que sentir. Indico mirando en dirección de Sophia.
-No hay ningún problema. Aseguro Sophia también en dirección de Jacob mientras arrullaba a Renesmee. – Lo mejor es tomar en cuenta todo lo bueno que resulto de esto.
-Sí, aunque las circunstancias no fueron las mejores pude reencontrarme con mi hijo, no fue complicado ya le había explicado. Su mirada era de felicidad.
-Ahora que soy madre te entiendo perfectamente. Manifesté imaginado que moriría de dolor si me separarán de mi niña.
Renesmee bostezo y se acurruco para dormirse, lo mejor ahora es que descansemos ha sido un día muy difícil. Recomendó Elizabeth tomando la manita de mi hija.
-Duerman tranquilas estamos custodiadas por un par de guardias que dejo Garrett.
-Buenas noches. Se despidieron y salieron me acurruqué en la cama la cuna de Renesmee estaba a mi lado a pesar de que Victoria estaba libre me sentí en ese momento segura y feliz.
Me desperté con la luz que entraba por la ventana, Renesmee apenas se había despertado unas dos veces en la noche dejé que Sophia descansara, ella había sido tan amable y quería mucho a Renesmee estaba agradecida de estar rodeada de personas que me querían y protegían.
Mire el reloj ya daban las 10 ¿por qué aun no nos había despertado para desayunar? Me levanté y abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido.
-Bella ¿A dónde vas? Pregunto Sophia aun somnolienta.
-Iba a buscar a Jacob y Elizabeth ya son las 10…
-Ellos no están, en la mañana la policía les aviso que tienen una pista desde donde Victoria intenta escapar en la estación de trenes. La mire preocupada.
-Tranquila la policía está con ellos además si intenta escapar de la ciudad es porque se ha dado por vencida está asustada.
-Si está asustada esto ya casi acaba. Respire profundo.
Bajamos a desayunar y nos arreglamos me esmere mucho para recibir a Edward lo más guapa posible, Sophia me ayudo a vestir a Renesmee que se veía hermosa con un vestido que le había regalado Alice.
Nos sentamos a esperar en la habitación a que llegaran, aunque el paisaje que se veía fuera de la ventana de la habitación era precioso hubiera preferido la vista a la calle de la otra casa que me permitía ver el momento de su llegada.
Tampoco recibíamos noticas de Jacob y Elizabeth me repetía que estaban bien para tranquilizarme, como Edward había llamado para avisarnos que vendrían por la tarde para el almuerzo organizamos una mesa de comida en el jardín a lo lejos se escuchaban correr un riachuelo. Escuchamos que tocaban la puerta.
-Bella ya estamos aquí. Escuche la voz melodiosa de Alice.
-Camine con rapidez hasta la entrada. –Hola Alice. La saludé dándole un abrazo feliz de verla, vi como entraba Edward y solté de inmediato el abrazo Alice con una sonrisa entendió.
Camine el corto espacio que nos separaba y lo abrace la sensación fue increíble. –Ya te extrañaba. Me susurro en el oído. Yo más. Le dije y vi a Alice que cargaba a Renesmee Junto a ella estaba Sophia.
Nos ubicamos en la pequeña sala y vi algunas bolsas y cajas. –Son obsequios que envían Esme y Rosalie para Renesmee, Sophia y tú.
Esme y Rosalie querían venir, pero ella se sintió cansada por el embarazo. Indico Alice. -No es nada grave. Afirmo cuando vio la preocupación de mi rostro.
Mientras desempacaban los obsequios y le probaban la ropa a Renesmee, Edward y yo nos sentamos en un sillón cercano.
-Esto te pertenece. Me dijo entregándome una pequeña caja al abrirla encontré mi collar.
-Me lo pones. Le pedí feliz de volver a tenerlo. –Muy pronto todo esto va a terminar y continuaremos nuestras vidas donde la dejamos. Me volvió a asegurar Edward a pesar de eso sus palabras fueron reconfortantes pude imaginar un futuro a su lado.
-El almuerzo será servido cuando lo dispongan. Manifestó el ama de llaves de la casa.
Todos estuvimos de acuerdo en almorzar en ese momento, degustamos las delicias que habían preparado, entre risa pasamos la mejor tarde olvidándonos de lo que estaba pasando, caminamos hasta llegar al rio donde nos quitamos los zapatos y sentimos el agua en nuestros pies, me sentí libre como cuando era una niña sin preocupaciones.
Regresamos ya muy entrada la tarde el ama de llaves corrió a nuestro encuentro se notaba un poco alterada. –Qué bueno que llegaron acaban de llamar de parte de los Cullen para avisar que la señora Rosalie se encuentra muy grave. Todos nos quedamos atónitos ante la situación.
-Debemos irnos a ver como esta. Expreso Alice sollozando a Edward, él asintió.
-No puede ser, Rosalie. Exprese. Como me gustaría ir con ustedes. Continúe con la voz quebrada consiente de que no era seguro salir.
-Nosotros te llamaremos para informarte de todo. Me prometió Edward después de despedirse subieron al auto y se fueron dejándonos angustiadas, subimos al dormitorio.
-Lo que más quiere Rosalie es un hijo. Exprese a Sophia mientras abrazaba con fuerza a mi hija.
-Esperemos que todo salga bien. Manifestó Sophia respirando profundo debía estar cansada de tantas malas noticias, perdimos las ganas de comer, mi hija dormía, nos quedamos en el dormitorio mirando ausentes hacia la pared esperando escuchar el teléfono.
De la nada la puerta se abrió me puse de pie de inmediato al igual que Sophia al ver la figura que estaba parada en la puerta. –Victoria fue todo lo que pude susurrar, Sophia entendió de quien se trataba. Ella llevaba ropa de hombre y sus prendas y manos manchadas de lo que parecía ser sangre una pistola brillaba en su mano con la que me apunto.
-Hola mi querida Bella. Expreso con una gran sonrisa. –Al parecer mi plan dio resultado maravillosamente, hasta conseguí un arma. Se regocijó mi corazón latía muy rápido en mi mente comencé a razonar en búsqueda de una salida, lo primero fue controlar mi respiración y disimular cualquier expresión de miedo en mi rostro.
Victoria dio dos pasos al frente instintivamente di los mismos pasos para enfrentarla.
-Aquí me tienes esto no tiene nada que ver con ellas déjalas ir que esto acabe de una vez por todas. Le suplique, Sophia tomo a Renesmee de la cuna.
-Yo me iba a ir tranquilamente, pero tú me provocaste cuando me fuiste a visitar, ahora por tu culpa todos van a pagar, agradéceme porque todo va a ser muy rápido las sirvientas me hicieron perder mucho tiempo. Me informo con su voz amenazante, como pude ser tan arrogante, me recriminé la mire angustiada al final sonrió me apunto con el arma, cerré los ojos y unas gotas gruesas rodaron por mis mejillas, pero no escuche el disparo una blasfemia se escapó de su boca abrí los ojos el arma no había funcionado me abalance sobre ella.
-Vete con Renesmee le ordene a Sophia como pude entre el forcejeo de pronto sentí un fuerte golpe en la cabeza me desplome desorientada miraba borroso sentí un líquido caliente que me cubría la frente como algo muy lejano a Victoria. -Dame a la niña y nada te va a pasar. Le decía a Sophia mi niña lloraba por el forcejeo tenia que levantarme y me recosté de lado vi la pistola en un rincón del cuarto como pude me acerque, verifique la recamara golpe la cacha y corte el cartucho, el ruido fue suficiente para distraer su atención Sophia aprovecho para empujarla alejándola lo suficiente de ellas, levante el arma y le dispare en dos ocasiones, Victoria cayó al suelo espere un momento apuntándole pero no se movía, me acerque hacia ellas vi la mirada aterrada de Sophia puse el arma a un lado me aleje hasta una esquina consiente de lo que había hecho era una asesina me arrodille de espaldas para no ver.
-Bella salgamos de aquí ya todo acabo. Me imploro Sophia tocándome el hombro cargaba a Renesmee vi su carita llena de lágrimas.
-Si tienes razón tenemos que irnos. Respondí poniéndome de pie el sonido de varios disparos nos aterrorizo de nuevo Edward y Jacob entraron corriendo junto a la policía. Victoria estaba en el piso el arma estaba junto a su mano, a pesar que fue por defendernos me tranquilizo no haber sido yo la que la mato.
Jacob se acercó a Sophia y la cubrió con su abrigo vi como Elizabeth se llevaba a Renesmee, con ella estaría bien vi a Edward acercarse a mí me hablaba, pero no lograba entender lo me decía me cubrió con una manta vi a Victoria sobre el piso antes de que la cubrieran con una sábana.
-Yo no la mate, a pesar de que le dispare creo que falle. Le susurre a Edward mientras lloraba aliviada.
-Claro que fallaste tú no eres una asesina. Me confirmo Edward. Me cargo hasta que llegamos al auto.
- ¿A dónde vamos? Lo interrogue. –Al hospital quiero confirmar que estas bien.
-Claro que estoy bien, ya todo por fin acabo. Manifesté apoyándome en él.
-Si ya todo acabo fuiste muy valiente y te prometo que te protegeré y estaré siempre para ti y para nuestra hija. Expreso abrazándome haciéndome sentir segura pude por fin tener la certeza de que ya no estaba atrapada había vuelto a la vida.
