Rumbo a la Lucha Final, Parte 3
"Al fin y al cabo, lográron recuperar el Cristal-Rosa," se lamentó el pequeño Anshar a su hermana Sin en el salón principal del palacio de Lady Apsu. "Pero aún así, tenemos en manos uno de los Cristales Arco-íris. ¿Cuán modificado crees que ya estará el Destino?"
"Lo suficiente, creo yo," la Scout Opuesta dijo satisfecha, "pero, ¿que te parece si hacemos más cambios? Para eso, ¿me podrías emprestar a Kishar un rato?"
"Bueno... Está bien."
Dicho esto, Sin se llevó la mascota de su hermano hacia la presencia de su superiora, Lady Apsu. Ella hizo aparecer la imagen de un cierto muchacho familiar.
"Le pido que cambiemos el destino de este niño, Shingo Tsukino," reveló Sin. "Él es hermano menor de Usagi Tsukino... La chica que en realidad es Sailor Moon."
"Él está muy próximo al Cristal de Plata," argumentó Lady Apsu. "Aunque esté debilitado, sigue teniendo una fuerza magnífica. Si fuése a usar mi poder para desbalancear el Destino... Temo que dependerá apenas de tí apenas hacer el niño caer en la ruína. Cof, cof..."
La villana empezó a tosir fuertemente, sintiendo la boca y la garganta secas, y un leve mareo por el torso. Sin también sabía bien lo que la afligía. "Usted... No va a durar mucho, ¿no es cierto? Pues... Yo prometo traerle pronto el Cristal de Plata, cueste lo que cueste."
"Muchas gracias... Sin... ¡Cof, cof!" Con esto, Sin y Kishar se transportáron rumbo a su nuevo objetivo.
(xx)
Era final de tarde en la Tokio de 1995, y Shingo venía de regreso de la escuela cuando vió, en la puerta de su casa, la curiosa vista de un gato con orejas largas, miándole de forma extraña pero amistosa.
"Oye, ¿pero que es esto?" se preguntó intrigado el muchacho. "Nunca ví un bicho así antes, pero me pareces bonito y simpático. Pasa acá hacia dentro, te puedo dar de comer, ¿que te parece?"
La creatura mió satisfecha y siguió a Shingo. Obviamente él no sabía de que se trataba de una trampa a futuro.
(xx)
Mientras tanto, las Sailor Scouts lográban regresar a su presente por el mismo portal abierto en la localidad de Mare Serenitatis, y inmediatamente fuéron hacia el departamento de Mamoru para curarlo de su aflicción. Había cierto recelo de que los villanos le podrían haber hecho algo en su ausencia.
Afortunadamente, nada le pasó mientras las heroínas y los gatos sabios se aventurában en el pasado. El brillo de las Joyas Reales y del Cristal-Rosa puestos a los costados del futuro Rey pronto le devolviéron la salud, y tanto él cuanto las demás eran la pura visión de la alegría - Sobretodo Usagi y Chibiusa, su novia y su futura hija, que lo abrazáron fuerte y efusivamente.
"Usako... Chibiusa... Chicas... Luna y Artemis... No sé como agradecerles," Mamoru les dijo sujetando la emoción que casi se transbordaba por los ojos. "Los hice preocuparse tanto, a punto de arriesgárse por mí. Creo que les debo disculpas."
"Ay no, ¡no digas eso, Mamo-chan!" Usagi le dijo igualmente feliz y derramando lágrimas de alívio a su lado. "Pero realmente... Pensé que te fuéra a perder por siempre..."
"Jejeje, no hagas esa cara," Mamoru jugueteó con su amada, limpiándole las lágrimas en las mejillas. "¿Ves? Estoy bien ahora, gracias a tí y las demás."
"¡Exactamente!" Rei exclamó. "No hay por qué lloriquear. ¡Mamoru está vivo y cien por ciento sano ahora!"
"¿No es bárbaro todo eso?" comentó Makoto. "Aunque... No deja de ser medio raro, no lo créen?"
"¿Cómo así?" la Scout líder preguntó intrigada.
"El Destino Maldito estaba atrás de los Cristales de Plata, tanto tuyo cuanto el de Chibiusa," la Scout del Trueno explicó. "¿Entonces por qué irían querer lastimar a Mamoru?"
"Conmigo fuera de la história, les sería más fácil alcanzar sus objetivos," dedujo el jóven héroe.
"¿Oh? ¿Por qué dices eso?" Michiru inquirió curiosa.
"Los Reyes Celestiales me lo explicáron en mis sueños," respondió Mamoru. "Hay una fuerza maligna emanando desde el cometa que cruza las épocas. Esta fuerza puede cambiar el Destino, pero aún hay cosas que no puéde afectar directamente. Ese es el caso de las portadoras del Cristal de Plata y de quien sea más próximo de ellas. Están más allá de su alcance."
"Ahh, entonces por eso no pasó nada contigo, ni con nuestros hogares," concluyó Usagi.
Hotaru se puso a pensar en voz alta. "Ya veo... Como mi proprio Destino y el del Cristal de Plata estuviéron alejados por tanto tiempo, y yo misma sufrí influencia maligna externa, por eso tuve mi Destino cambiado al punto de volver a ser la Dama 9 por un tiempo."
"Y eso puede que se aplique a nosotras también," Ami ponderó. "Viajamos hacia lejos, nos fuimos hacia el pasado y nos alejamos de Azabu-Juuban. Sabemos que nuestros Destinos no fuéron alterados directamente, pero... temo que eso no se aplica a nuestras famílias y amigos."
Todo eso dejó Usagi visiblemente aprehensiva. "¡Cielos! Entonces... Será que nuestra casa..."
"Es perfectamente posible que aún se alteren ciertas cosas," Michiru volvió a hablar. "Si estos cambios indirectos síguen acumulándose..."
"Entonces nuestros Destinos terminarán alterados," concluyó Haruka.
"Ay caray, ¡¿que hago entonces!?" la Scout de bollos cuestionó. "No hay caso, ¡tendré que irme a casa a ver si no les pasó nada!"
"Déjame ir contigo," Hotaru le pidió.
"Por supuesto," Usagi pronto asintió. "Oye, Setsuna, puedes venir con nosotras también?"
"Ciertamente," la Scout del Tiempo también aceptó.
"Supongo que todas nosotras estemos preocupadas con nuestros proprios hogares," Minako finalmente habló a las demás. "Cada una debe irse a su casa para ver si no les pasó nada."
"De acuerdo," Rei respondió. "Si algo pasa, nos comunicamos y nos encontramos en el Templo Hikawa."
"Excelente idea," afirmó Haruka. "Vámonos a nuestra mansión, Michiru. De allá podemos llamar nuestras famílias."
"No hesíten en llamárnos si pasa algo," Makoto les recordó. "¡Hasta pronto, chicas!" Una a una las demás Scouts saliéron del apartamento de Mamoru y se diéron prisa hacia sus respectivos hogares.
"Muy bien, mejor vámonos pronto," Chibiusa sugerió a Usagi, Hotaru, Setsuna y Luna, que se quedáron con ellas. "Mamoru, tu cúidate y descansa un rato más, está bien?"
"No se preocupen," les garantizó el jóven. "Como ya estoy mejor, si algo les pasa, apareceré como Tuxedo Mask para ayudarlas como siempre hago. Pero tendré mas precaución, eso les prometo."
Con un rápido beso en sus labios, Usagi se despidió de su amado y salió de su hogar junto de sus compañeras rumbo a más una misión. Sólo espero que nada les haya pasado a mis padres y a Shingo...
(xx)
Poco más de media hora después, entre la espera y el viaje de bus, Usagi y sus compañeras llegáron a su casa y no halláron nada fuera de lugar, por lo menos a principio.
"No te confíes todavía," le sugerió Luna.
"Es cierto," añadió Setsuna. "Mejor ver si no hay nada peligroso en la residencia."
De hecho, tras revisar la sala de estar y la cocina y no ver nada sospechoso, las heroínas pronto subiéron las escaleras y primero verificáron la pieza de Shingo. El chico estaba jugando con lo que parecía ser un gato.
"Eh!? Que haces aquí tan pronto, Usagi?" Su hermano menor le preguntó. "Ya no te dije que no es para entrar así en mi cuarto?"
Antes que pudiéra entrar, Chibiusa pareció entrar en colapso y se cayó al suelo como si hubiése sido acomedida por un mal súbito.
"¡Chibiusa! ¿Que te pasó?" su futura madre le acudió.
"Oh... Siento como si... Como si mi energía hubiése sido drenada de mi cuerpo..." la chica contestó y de a poco fué perdiendo la consciencia.
"Oye, ¿pero que bicho es ese?" preguntó Hotaru al ver Kishar a su costado. Así que la Scout de la Muerte habló, la mascota se puso en posición de ataque y soltó un siseo.
"Shingo, ¡aléjate de esa creatura!" Usagi le ordenó a su hermano, que mantenía una pose y un rostro neutros hacia todo.
"¡Demasiado tarde!" afirmó una voz familiar. "Este muchacho ahora nos pertenece. Y si lo quiéres de regreso, ¡entrega el Cristal de Plata!"
La Scout líder entonces dió un paso adelante. "Esa voz... ¡Sin! Eres tú, ¿no es cierto? Shingo no tiene nada que ver con esta lucha, ¡así que déjalo ya!"
"Ahh, así que mismo la brava Sailor Moon se pone más cautelosa y siente miedo al ver su hermanito involucrado en la trama. Mis termos síguen en pié: Entrega el Cristal de Plata y lo dejo ir."
"Tu también tienes un hermano menor, no es cierto?" Hotaru argumentó con la voz de Sin. "Deberías saber entonces lo importante que es tener família y no lastimar los parientes ajenos."
"Pues es exactamente por eso que lo hice," Sin respondió con un tono de molestia.
"Que horror," comentó Usagi. "No tienes vergüenza ni sentimientos."
"¿Y por qué quiéres tanto el Cristal de Plata?" Setsuna rompió su silencio por fín.
"Su existencia hace que el Destino que deseámos no se concretize," la Scout Opuesta le respondió.
"Y que Destino es ese que tanto anhelas?" preguntó nuevamente la Scout del Tiempo.
"Ya que insistes tanto, te lo diré. Nuestro mundo ideal no tendría conflictos ni separaciones causadas por obtener el Cristal de Plata... Y en el que la Família Real de la Luna Blanca no existe."
"¿Pero qué dices?" Hotaru retrucó. "El Cristal de Plata existe justamente para salvar y ayudar a la humanidad."
"Ah, ¿en serio?" Sin ironizó. "¿No que el Clan Black Moon se había rehusado a ser purificado? ¿No que el Negaverso quería tomarlo por las malas?"
"Pero-"
"Ah, ni sé por que aún insisto." Dicho esto, Shingo desapareció de la vista de todas.
"¡SHINGO!" Usagi gritó por su hermano. Y inmediatamente, Kishar dió una fuerte investida sobre la Scout de bollos.
"¡Usagi! ¿Estás bién?"
"¡Sáquenme esta creatura de encima mío!" ella reclamó mientras trataba de empujar Kishar hacia lejos, pero este clavó sus garras en sus ropas. Antes que le hiciéra más daño, Luna saltó en su dirección, espantándolo por la ventana.
"Ustedes váyanse atrás de Shingo y cuiden de Usagi y Chibiusa," la gata sabia les recomendó mientras corría atrás suyo.
"Les daré un corto plazo para que se vengan a la Tokio de Cristal del Siglo XXX," la voz de Sin les avisó. "Si en 24 horas no se viénen, ¡trucidaremos el mocoso!"
"Ah, ¿que haremos ahora?" Hotaru se preguntó.
Todo lo que Usagi pudo hacer fué murmurar por su hermano secuestrado. "Shingo..."
La voz de la madre de Usagi sonó desde el primer piso, totalmente ajena al conflicto. "Usagi, ¡tiénes visitas! ¡Son Haruka y Michiru!"
Unos segundos de silencio bastáron para que ambas Hotaru y Setsuna se enterásen que su líder no estaba en condiciones mentales de respondérle. Al ver que no había más señal de peligro, la propria Hotaru salió de la habitación y habló con doña Ikuko: "Usagi está medio cansada, pero dijo que puede mandarlas pasar hacia acá."
Dicho y hecho, la pareja de Scouts subió hacia la pieza de Usagi y se encontráron con sus compañeras.
"¿Halláron algo fuera de lugar?" inquirió Michiru.
"Por supuesto que sí," contestó Hotaru con un sesgo de preocupación. "El hermano de Shingo se trajo un bicho extraño, y cuando nos dimos cuenta, los del Destino Maldito se lo lleváron. Usagi está visiblemente trastornada por esto..."
"Y ustedes, ¿viéron algo extraño?" Setsuna les preguntó a la pareja.
Haruka fué la primera a contestar: "Véan ustedes, hace poco hablé con Kameda, mi mecánico y jefe de equipo de carreras, y él no pareció acordárse ni de mi misma, cuanto más que yo era su cliente asídua y miembra de su equipo."
Michiru agregó su parte: "Y cuanto a mí, dijéron que yo no era voluntaria del centro comunitario ni tenía obras de arte expuestas en ningún lugar. Hasta mi violino favorito, que mi madre me había regalado, desapareció."
"Parece que todas tenemos problemas," la recién regresada Luna dijo mientras se asomaba por la ventana. "Sus Destinos ya están siendo modificados, así que hay que actuar pronto. Vámonos de nuevo al Templo Hikawa para discutirlo mejor. ¿Que crees, Usagi?"
La Scout líder seguía angustiada tras la desaparición de su hermano. "Oh... Lo siento, chicas... Si fuéramos luchar ahora, no creo que lo lograría."
"Entiendo," Setsuna se compadeció. "Ni tu ni la Pequeña Dama parécen estar en condiciones de combate. Mejor que se quéden a solas acá en su casa por mientras."
"Gracias, Setsuna... Y una vez más, perdón. Cuando recuperemos las fuerzas iremos atrás de ustedes, ¿esta bién?"
Con simples asentidos de cabeza las Scouts Externas acudiéron a su líder y marcháron en dirección al Templo Hikawa. Usagi sólo tenía fuerzas para cargar a su desmayada futura hija y acomodárla en su cama. Hecho esto, la jóven se sentó a la mesa de escritorio y ahundó su rostro entre sus brazos, sollozando y respirando fondo. ¿Cuando esto tendrá un fín?
(xx)
No pasó más que media hora después que las Externas saliéron cuando Chibiusa logró despertarse.
"Oooh... ¿Pero que pasó?" la pequeña Scout murmuró tras ver que aún estaba en la pieza de Usagi.
"Por fín te despertaste..." Usagi comentó aliviada a su lado. "¿Cómo te sientes?"
"Me duele un poco la cabeza, pero nada serio," la pelirosa le contestó. "¿Y adónde están las demás? ¿Y Shingo?"
"Mira... Te desmayaste de repente," Luna trató de explicar. "Y en ese medio tiempo, los enemigos secuestráron a Shingo. Estábamos justamente esperando que te despertáras para que fuéramos todas juntas al Templo Hikawa. De allá iremos hacia donde el enemigo se lo llevó."
"¡Oh no!" Chibiusa exclamó, igualmente preocupada por su futuro tío que Usagi. "¡Vámonos entonces!"
Sin decir más nada, la pequeña Scout se levantó de un salto y pronto se puso a marchar hacia el Templo Hikawa. Usagi y Luna se entremiráron y la siguiéron.
(xx)
Allá llegando, las tres se encontráron con Mamoru, Artemis y todas las Sailor Scouts ya transformadas y listas para el combate.
"Entonces es cierto que se lleváron a Shingo," comentó Sailor Venus.
"Esto huele a trampa," dijo Sailor Jupiter.
"Mismo que lo sea, la vida de Shingo está en riesgo," afirmó Usagi. "¡Tenemos que ir rescatárlo de cualquier modo!"
"Aún así es demasiado peligroso ir así sin saber nada de lo que planean," Sailor Mercury argumentó.
"Exactamente," Tuxedo Mask finalmente habló. "Todas tiénen un punto, pero de hecho no podemos quedárnos acá sin hacer nada."
"Pues no hay lo que discutir," insisitó la Scout de bollos. "Vámonos al futuro, ¡y ya!"
"Muy bien entonces, yo las guiaré," Sailor Plut les afirmó. "Ya no siento más energía maligna por el Portal de Espacio-Tiempo. Me parece que los enemigos están todos concentrados en su escondite original y lo dejáron así para que fuésemos atrás de ellos."
"¿Y que estámos esperando?" Chibiusa preguntó. "¡Vámonos!"
Con eso, la Scout del Tiempo alzó su Cetro Granate, que lanzó un fulgor que cubrió el salón de hogata del Templo y en un parpadear de ojos transportó las heroínas hacia el lugar que necesitában estar.
(xx)
Así que aterrisáron frente al Portal del Espacio-Tiempo, las Sailor Scouts y Tuxedo Mask viéron un sujeto pálido de pelo verde y orejas largas y pontudas parado frente al Portal. Portaba una sonrisa que mezclaba legítima alegría y aprehensión.
"Espéren acá," la Scout del Tiempo les pidió a las heroínas, y entonces se fué hacia donde la figura estaba. "¿Quién eres?"
"Hace un buen rato que no nos vemos, ¿verdad, Mamoru?"
Tuxedo Mask reconoció la voz y la persona. "Fiore... ¿Pero cómo? Pensé que habías desaparecido por completo..."
"Tenemos que agradecer a la tal Apsu por traerme de regreso," Fiore le explicó. "Y en hora buena."
"¿Por qué? ¿Y que háces aquí?"
"Apsu me ha dicho que escojiste un Destino muy infeliz," el alienígena le contestó. "Y vine a corrigirlo. No puedo dejar mi único amigo en el mundo a la merced de un Destino cruel."
"Eso no es cierto," el héroe mascarado trató de corrigirlo. "Mi Destino es el mejor posible, para mí y para el mundo."
"Fiore, ¡estás siendo engañado!" Sailor Moon le afirmó.
"Es posible," Fiore retomó la palabra mientras dába de ombros. "Pero que se le vá a hacer, ella tiene poder suficiente como para resucitárme. ¿A quién más iría confiar? En realidad, sólo a tí, Mamoru. Es sólo por tí que acepté volver a la vida..."
Tuxedo Mask apenas sacudió negativamente la cabeza al ver que su otrora amigo de infancia seguía igual de obsesionado con él que en su derrado encuentro. Él entonces le pidió a las Sailor Scouts: "Váyanse adelante."
"¿¡Eh!? ¿Pero por qué?" inquirió Sailor Moon.
"Yo..."
"Es hora de cobrir el mundo con flores," Fiore habló nuevamente. "¡Un lindo campo de Flores Xenian!"
"Él realmente está obstinado en no dejárnos pasar hacia el futuro," Tuxedo Mask explicó. "Déjenlo conmigo, que yo sabré cómo derrotárlo."
"Pues muy bien," Sailor Mercury asintió y las demás fuéron hacia el Portal a pasos largos.
"¡Apúrate, Sailor Moon!" ordenó Sailor Mars al ver que su líder hesitaba. "Que te pasa?"
"Yo... Yo tengo que quedárme acá y ayudar a Tuxedo Mask."
"A donde créen que ván?" Fiore cuestionó enfadado al enterárse de que las Scouts estában caminando hacia el Portal, pero antes que les hiciéra cualquier cosa, Tuxedo Mask lo golpeó con su bastón. "¡Mamoru! ¿¡Que crees que estás haciendo!?"
"¿Que más crees? ¡Impidiéndote de hacer una locura!"
"No puede ser que tendré que luchar contigo otra vez," el villano murmuró mientras se preparaba para el combate.
El héroe mascarado apenas dió un movimiento con la cabeza en dirección a sus compañeras, un modo breve de decírles que se apurásen para entrar el Portal del Espacio Tiempo antes que Fiore les hiciéra cualquier cosa. No había otro modo si no obedecerlo.
Y mientras cruzában el pabellón de convergencia de líneas temporales, el pensamiento de Sailor Moon iba todo para su amado. Tuxedo Mask... Ten cuidado, por favor. No quiéro perderte...
(xx)
Nada parecía fuera de lugar en la Tokio de Cristal del Siglo XXX, o por lo menos hasta que miráron en dirección al Palacio de Cristal.
"¡Míren!" Sailor Jupiter balbuceó al apuntar hacia el susodicho lugar. Todas quedáron atónitas al ver el futuro hogar de la Familia Real distorcionárse como un espejismo.
"¿¡Que está pasando!?" Sailor Moon se preguntó nerviosa.
"El Destino de Tokio de Cristal ya está cambiando," respondió Sailor Uranus aprehensiva.
"Y todo porque Apsu logró apoderárse de uno de los Cristales Arco-Íris y de Shingo," añadió Sailor Mercury.
Tán sólo fué hablar del hermano menor de Usagi que un holograma suyo apareció justo en su frente. Sailor Moon pronto corrió en su dirección. "¡Malditos séan! ¡Devuélvan ya a mi hermano!"
Pronto el holograma de Shingo desapareció y dió lugar a imágenes de las Scouts Opuestas.
"Si quiéres tu hermanito de vuelta, vénganse al Fuerte de las Tinieblas," habló Nabu. "Es ahí donde lo mantenemos en cautiverio."
"Pero Anshar es muy impaciente," añadió Marduk. "Como puéden ver, el Palacio de Cristal ya está dejando de existir por su actuación."
"¡Manga de descaradas!" Sailor Uranus gritó desde lejos hacia las villanas. "Si són Scouts, ¡vénganse acá a luchar de igual para igual! ¡No métan a inocentes en esto!"
"¿Oh? ¿Quiéren una lucha justa ahora?" Nabu se burló. "Les daré un consejo para cuando me enfrenten: Yo aprecio la eficiencia. Piénsen en eso."
"Tiénen dos opciones," Marduk volvió a hablar. "O sacrifícan a Shingo Tsukino y sálvan su futuro, o sálvan a Shingo Tsukino y sacrifícan su futuro. ¿Que escójen?"
"Jajajaja, tal como en aquélla peli, La Decisión de Sophie," se rió Ishtar. "Bueno, acá es La Decisión de Usagi, pero dá igual. Uno se petatea y el otro vive, que chévere, no?"
"Para mí lo que importa es el ajuste de cuentas," irrumpió Nergal. "¡Vénganse luego al Fuerte de las Tinieblas para que reciban su merecida paliza!"
Dicho esto, las Sailors Mercury, Mars, Jupiter y Venus se viéron repentinamente separadas del resto de las heroínas y cubiertas en densas sombras.
"¡Una dimensión distorcida!?" Sailor Mercury se preguntó.
"¿Adónde están las demás?" se quejó Sailor Mars.
"Ellas realmente quiéren una pelea con nosotras," dedujo Sailor Jupiter.
"Pensáste lo mismo que yo," agregó Sailor Venus. "¡Esto solo puede ser obra de las Scouts Opuestas! ¡Aparézcan ya!"
"Muy astuto de su parte," Nabu les elogió, junta a las demás villanas que apareciéron en frente suyo. "No es la primera vez que estuviéron acá, de todas formas, entonces no era de extrañárse."
"No importa cuanto llóren y gríten, nadie las vendrá a salvar," se jactó Nergal. "¡Ustedes desquiciadas están lejos del resto, y no tiénen a donde huír!"
"¡No es cierto! ¡Nada de esto es cierto!" la Scout de las Aguas trató de argumentar. "Esto es sólo una ilusión, y ese tipo de truco ya no es extraño para nosotras."
"¿Estás segura de eso?" Marduk preguntó en tono de burla. "Si vamos a discutir así, ¿no preferirían un Destino en que no necesitarían estar luchando a todo momento?"
"A mí si me encantaría un Destino así," interrumpió Ishtar. "Ya déjense de buscar líos y acépten su lindo y rosado Destino. ¡De seguro les irá a encantar!"
Las Scouts Opuestas chasqueáron sus dedos al mismo tiempo, y pronto una a una las Sailor Scouts empezáron a tener visiones distintas para cada una. Visiones de lo que más anhelában en sus vidas.
(-)
Ami se vió como la esforzada doctora que siempre quiso ser. En su consultorio de repente entráron dos personas conocidas y cuya presencia alegró la Scout de las Aguas a no más poder.
"¡Mamá! ¡Papá! Ustedes pasáron a visitarme, ¡que gusto verlos! Pero... ¿Que hácen acá tan pronto, y juntos? ¿Pensé que ustedes estában peleados uno con el otro..."
"Ah, ¡eso no fué nada, muchachita!" Su padre le habló alegremente. "Vinimos acá justamente para invitárte a cenar esta noche en el Ritz. ¿Que te parece?"
"Oh, ¿querido?" la madre de Ami habló en tono de sorpresa. "Esta noche temo que no puede ser... Es su aniversario de matrimonio con Ryo, ¿no te acuerdas?"
"Uff, ¡que tonto fuí en olvidárme de eso!" el hombre se maldijo sin seriedad.
"Ah, descuida, papá," la chica peliazul le habló. "Quizás no podamos cenar, ¿pero que tal si almorzámos juntos?"
"¡Suena excelente!" los dos padres contestáron alegremente.
(-)
Rei se vió paseando por las iluminadas calles del districto de Shinjuku junto al hombre que en el fondo todavía amaba pero que dejó ir por un bien más importante.
"¡Ay, Mamoru!" la morena suspiró enamorada tras detenerse en frente a un parque.
"¿Oh? ¿Que es eso de repente?" El jóven le preguntó intrigado. "Andas muy coqueta conmigo ultimamente. Y además, ¿no que tenías que encontrárte con la Cabeza de Chorlito?"
"Nah, eso puede esperar," Rei le contestó con un balanzo de mano. "En este momento sólo pienso en lo que haremos tu y yo."
"Bueno, si tu lo dices... ¿Que lugar tienes en mente para ir?"
La Scout del Fuego se sonrojó y soltó sin querer queriendo lo que el pecho ya no aguantaba sujetar: "Tu habitación."
"Pero si no hay nada de interesante en mi habitación," Mamoru contestó medio confundido con la propuesta.
"¿Quien dijo que no lo hay?" Rei insistió mientras lo tomába de la mano y lo tiraba para írse con él. "¡Vámonos pronto! Jijiji..."
(-)
"¡Kuwabara, mi amor!" llamó Makoto a un sujeto de pelo copete y pinta de delincuente en las afueras de su colegio.
"Hey, nena," el sujeto le contestó efusivamente. "Estás bién amable ultimamente, ¿eh? Oye, aquella chica de bollos estaba atrás de tí."
"Ah sí, ¿te refieres a Usagi?" la Scout castaña dedujo. "Bueno, más tarde paso a charlar con ella. Ahora díme, ¿que te pareció el almuerzo que te traje hoy día?"
"¡Sabía increíble! Pocas veces comí algo tan delicioso como esta lanchera que me trajiste. ¿Quien diría que una chica marimacha fuése así tan excelente cocinera?"
"Ay, me llamáste de marimacha de nuevo," Makoto habló medio molesta. "Tu sabes muy bién que no me gusta."
"¡Oh, jajajaja! ¡Perdón! Se me olvidó otra vez. Pero oye, eso es justamente lo que me gusta de tí. No veo por qué te avergüenzarías de eso."
"Ay, cariño... ¡Así me acabas!" la Scout del Trueno exclamó mientras se aproximaba de su amado para darle un merecido beso.
(-)
Minako corría alegremente por un pasillo de su escuela hasta encontrárse con un muchacho de una clase distinta a la suya. Ella se detuvo en su camino para dirigírse a él. "Umm... Con permiso..."
"¿Eh? ¿Te conozco?" el jóven preguntó intrigado.
"Bueno, eh... Mi nombre es Minako Aino... ¡Por favor, lee esto!" La Scout rubia entonces le dió al chico una carta manuscrita que exhalaba un dulce aroma. Sin ver cual sería su reaccón, ella volvió a correr hacia afuera del edificio hasta encontrárse con su colega de clase.
"Oye, Hikaru, ¡lo logré! ¡Le dí la carta de amor a Minami!"
"¿Ah sí? ¿Y que fué lo que él dijo?"
Obviamente Minako no supo responder, pues se había hido tan pronto la carta cambió de manos.
"Caray, Mina," Hikaru interyectó medio enfadada. "¿Cómo esperas encontrar novio si no te detienes un sólo rato?"
(-)
"¿Y entonces, cómo lo encontráron?" la voz de Ishtar resonó en las mentes de las Sailor Scouts y las hizo volver a la realidad, todavía atrapadas en el domo oscuro. "¡Todo eso será suyo por apenas dárse por vencidas y no pelear más! Uta, que ofertón, ¿no lo creen?"
"De hecho, no habrá merito en más combate," Nabu habló de forma más seria. "¿Que pretenden hacer ahora?"
"Irían mismo desperdiciar sus vidas y sus Destinos pacíficos por causa de la tonta de Sailor Moon?" inquirió Nergal.
"¿Ya pensáron alguna vez si ser Sailor Scouts era lo que ustedes realmente querían?" añadió Marduk.
"Destransfórmense, y una vida pacífica será suya por todo siempre," Nabu lanzó el ultimátum.
Sailor Venus suspiró profundamente y empezó a hablar: "Es cierto lo que dícen... En el fondo queremos una vida común y corriente."
"Y no hay por qué negarlo," agregó Sailor Jupiter. "Pero ya hicimos nuestra decisión. Juramos luchar junto a Sailor Moon, y así lo haremos."
"Si no fuéra por ella, estaríamos sólas y infelices," Sailor Mars recordó.
"Es élla la que nos juntó y nos dió no solo este deber, si no que una nueva perspectiva de vida," finalizó Sailor Mercury. "Por el mundo, por nuestras famílias y amigos, y por Sailor Moon... ¡Nosotras lucharemos hasta el final!"
Nergal apenas sopló por la nariz y giró los ojos en desaprobación. "Que discursitos más cursis y sin sentido... ¿Hasta cuando preténden hacer eso?"
"Desperdiciáron una gran oportunidad de ser quienes ustedes realmente quiéren ser," exclamó Marduk.
"Uy, nunca vi gente tán cierta de mantenérse infelices y arruinar sus proprias vidas," lamentó Ishtar.
"Hmph... No esperaba menos de las Sailor Scouts," comentó Nabu. "Si así lo quiéren, lo respetaremos. ¡Prepárense para nuestro encuentro en el Fuerte de las Tinieblas, pues de ahí no saldrán con las suyas!"
Y de repente, el espacio oscuro y las Scouts Opuestas desapareciéron de la vista de las heroínas, y estas despencáron al suelo aparentando estar lastimadas. Sailor Moon y Luna fuéron a su encuentro. "¡Chicas! ¿Que pasó, están bién?"
De a poco, las Sailor Scouts se levantáron sin muestras de heridas graves.
"¿Eh, Sailor Moon?" preguntó Sailor Mars.
"Caramba, ustedes estában como que hipnotizadas y de repente se cayéron al suelo como que desmayadas. ¡Que susto que me diéron!"
"Fué obra del enemigo," explicó Sailor Venus.
"Nos atrapáron en una ilusión cuando bajamos la guardia," agregó Sailor Mercury.
"Pero no te preocupes, que ellos tendrán que hacer mejor que eso para dañárnos," se jactó Sailor Jupiter.
"¡Bien dicho, Jupiter!" la Scout del Fuego la elogió.
"Me alegro que estén bien, pero... Todavía tenemos que rescatar a Shingo y a mi yo en el futuro. No voy a escojer uno por sobre el otro, ¡vamos a dar un modo de salvarlos a los dos!"
"Muy bien dicho," se escuchó la voz de Sailor Uranus de lejos, acompañada de Sailor Chibi-Moon, Artemis y las demás Scouts Externas. "Pero si me permíten opinar, digo que debemos primero salvar a la Neo-Reina Serenity. Los del Destino Maldito parecen temer enfrentárla cara a cara, ya que el Palacio de Cristal es territorio hostil para éllas y no podrán usar de sus trucos."
"Pero Shingo también está en peligro, y él es más débil," argumentó Sailor Saturn. "Pienso que es mejor ir por él primero, dadas las condiciones en que se encuentra."
"Es cierto, pero es posible que algo le pase a la Neo-Reina en el entretiempo," contra-argumentó Sailor Neptune. "Todo indica que están apenas esperando una abertura para llevar a cabo un ataque masivo contra el Palacio.
"Lo peor es que los veo haciéndo exactamente eso," comentó Sailor Jupiter. "¡Que bola de tramposos!"
"No queda otro remedio si no dividirnos en dos grupos," sugerió Sailor Mercury. "Uno será responsable por rescatar a Shingo, y el otro por salvar la Familia Real y el Palacio de Cristal."
"Bien pensado," dijo Sailor Venus. "¿A ver, quien se vá a que lado?"
"Yo voy por Shingo," Sailor Moon pronto respondió. "Es mi hermano menor y es de mi entera responsabilidad. Además, no pienso en interferir con mi yo del futuro, tal como lo hice con mi yo del pasado."
"Pues yo iré atrás de mi mamá y de mi papá," Chibi-Moon afirmó.
"De acuerdo," la Scout líder asintió, ya sintiendo una punta de esperanza. "Yo me iré con las Scouts Internas y tu con las Externas."
"Excelente," Sailor Mars afirmó. "Tengo una espina a sacárme con Nergal, y de seguro las demás lo tiénen con las Scouts Opuestas que les tocáron."
"Tienes toda la razón," Sailor Jupiter. "Quiero dárle una lección a la engreída de Marduk."
"Y yo quiero ver si pongo juicio en la cabeza hueca de Ishtar, ni que sea a porrazos," añadió Sailor Venus.
"Admito que también quiero desquitárme con Nabu," finalizó Sailor Mercury.
"Pues muy bien, a darle lo que merécen a los villanos," Sailor Uranus afirmó.
"Son unos despreciables," afirmó Sailor Neptune, "y sus actos no tendrán perdón."
"Cuénten conmigo para hacer justicia," Sailor Plut dijo calmamente.
"Y yo también lo haré," Sailor Saturn terminó.
Las diez heroínas se diéron las manos y se deseáron buena suerte una a la otra de forma silenciosa pero segura.
"Cuando te encuentres con la Neo-Reina, dile que le mandé saludos," Sailor Moon le dijo a su futura hija. "Y nada de bajar la guardia, ¿oíste?"
"Heh... Te digo lo mismo, Sailor Moon," la pequeña Scout le respondió a la altura.
"Ya, ¡nos vemos!" Dicho esto, las Scouts Internas partiéron a su misión de rescate atrás del Fuerte de las Tinieblas, mientras que Chibi-Moon y las demás se apresurában rumbo al Palacio de Cristal.
"Oye, Luna," Artemis preguntó a la gata negra tras los dos quedáren solos. "¿Que haremos nosotros ahora?"
"Yo voy con Chibi-Moon y las Externas y tu te vás con las Internas," Luna le contestó.
"Perfecto, y cuando cada una termine su misión, nos encontrarémos en el Portal del Espacio-Tiempo," sugerió el gato blanco. "Cada uno avisa su respectivo equipo."
"Así es. Muy bien pensando, gatorrón," Luna no evitó de elogiar su compañero. "Cuidate, ¿ya?"
"Y tu también," Artemis contestó y pronto se puso a correr en la dirección combinada, aunque también para esconder su sonrojo. "¡Nos vemos!"
(xx)
El Fuerte de las Tinieblas nada más es que la residencia de Lady Apsu y la base del Destino Maldito como un todo. La propria villana vió el desencadenar de los eventos en la Tokio de Cristal desde su salón principal.
"Así que se vienen hacia acá," comentó Apsu. "Si el Destino se cumple, moriré mañana a la hora del amanecer... No voy a dejar que esto suceda. Yo me apoderaré del Cristal de Plata sin fallos, y seré su única usuaria. Con el poder de cambiar el Destino y con el Cristal de Plata en manos... Seré invencible, y seré inmortal. ¡Seré la Reina Eterna!"
"¿Lady Apsu?" el devaneo de la villana se interrumpió al oír la voz de la Opuesta Sin. "Vengo informárle que las Sailor Scouts se dividiéron en dos grupos."
"Eso no será problema mientras la cerimonia siga adelante sin percalzos," Apsu respondió. "Confío que ustedes podrán por lo menos atrasárlas un buen rato."
"Entendido," la Scout Opuesta asintió. "Y que mal que le pregunte, ¿en donde será hecha la cerimonia?"
"En la cima de la Torre de Cronos," la villana contestó. "Creí haberlo dicho antes. ¿Por qué la pregunta?"
"Es que en este momento, Fiore sigue luchando con Tuxedo Mask en su entrada, y ninguno dá cualquier señal de detenerse."
"En este caso pídele a Anshar que suelte la traba de acceso directo."
"Ahora mismo, Lady Apsu."
"Y acuérdate, mi niña... El mundo que tu y tu hermano tanto anhelan y necesítan pronto vendrá. Un mundo de paz y abundancia, sin dioses ni maestros..."
"Yo le agradezco por todo, Lady Apsu. Con permiso."
Finalmente tras la salida de Sin, Lady Apsu pudo tosir lo que seguía ahogando sus pulmones y debilitando sus entrañas. "Dénse prisa... No tengo... No tenemos mucho tiempo."
Mil perdones por actualizar la fic a lo Togashi, es que la vida se me hizo medio complicada, y admito que me quedé muy descuidada con mis proprios plazos.
Pero como puéden ver, se acerca el clímax de la adaptación, y con eso el juego se pone más y más difícil. ¡Pero lo terminaré lo más pronto posible!
Agradezco de todo corazón a los lectores y seguidores que viniéron apareciendo, y en especial a mis queridas litakino1987 y Karina Souza por sus excelentes reviews y charlas.
En el próximo capitulo: ¿Que será de los dos equipos de Sailor Scouts? ¿Lograrán rescatar a Shingo y a la Neo-Reina Serenity? ¿Y cuanto a Tuxedo Mask? ¿Que más sorpresas aguárdan nuestras heroínas?
Saludos de Hospitaller Knight.
