CAPITULO IV
Un paseo por la ciudad
Todos se quedaron mudos por unos momentos, ellos sabían que Shun era un chico pulcro y ordenado pero nunca antes había tenido este olor así, al menos tan fuerte.
El silencio duro un rato más hasta que Shakka hablo.
- El olor a flores en casos así representan la santidad y pureza de los seres que la emiten.
- Quieres decir que este es otro tipo de manifestación sobre Shun?. Pregunto consternado Seiya.
- Si
- A decir verdad yo también había escuchado algo así. Dijo Shiryu.
- En serio? Y que es? Dijo Aioros.
- Que el aroma a flores es una manifestación de la bondad y amor de Dios, también escuche que los ángeles del cielo emiten aromas de las flores.
- Un ángel? Pensó Hyoga.
- Pues viéndolo bien no hay mucha diferencia entre un verdadero ángel y Shun. Dijo Seiya
- Además que posee la belleza de uno. Dijo Hyoga hablando mas para si, sin darse cuenta de que algunos lo miraron con unos ojos asesinos.
Mientras todos seguían hablando, la paciencia de Ikki se iba acabando, su hermanito se encontraba descansado después de sufrir un ataque y sus supuestos amigos lo único que hacían era molestar y divagar. Así que se dio media vuelta y poniendo su expresión mas dura y asesina dijo:
- Cállense y salgan de aquí, de inmediato.
Todos sudaron frió ante esto y salieron en un dos por tres no sin antes verificar de que ambos estén bien.
Ya una ves solos Ikki se trajo una frazada acerco al sillón junto a su hermano y se dispuso a velar por su hermano.
Las horas pasaron, la noche se estaba poniendo cada vez mas fría e Ikki se sentía algo incomodo, se desierto y vio que la ventana de la habitación de su hermano estaba abierta así que le levanto para cerrarla, al hacerlo pudo contemplar la luna en todo su esplendor, era luna llena se veía tan hermosa, se quedo viéndola un rato mas, hasta que escucho una voz detrás de el.
- Nissan?
Ikki dio media vuelta y vio el apacible rostro de su hermano iluminado débilmente por la luna. Ikki quedo hipnotizado por la imagen.
- Niisan? Volvió a preguntar por segunda vez al ver que no le respondía.
- Ah.. si dime Shun te sientes bien?.
Shun movió la cabeza en afirmación. Ikki se le acerco.
- Que bueno.
- Pero dime hermano por que estas aquí?
- Te molesta.
- Tu presencia nunca me molestaría hermano. Dijo Shun con una leve sonrisa.
Ikki también sonrió.
- Otro ataque hermano?
- Ah.. si, pero esta ves no fue muy grave (mintió), pero de todas formas mañana te vera un medico entendido?
- Hai.
- Bien por ahora lo mejor será que duermas entendido.
- Por que no duermes conmigo en la cama niisan?
- Que?
- La noche esta Oria y además ese sofá no debe ser muy cómodo para dormir.
- Estas seguro?
- Por supuesto, no recuerdas que de niños tu y yo solíamos dormir juntos en una sola cama para estar calientes?
- Es verdad, lo había olvidado. Dijo con una tristeza.
- Vamos ven, dijo dándole espacio en la enorme cama a su hermano.
- Hai. Ikki se acerco y se introdujo en la cama, una vez cómodo se llevo una gran sorpresa cuando los brazos de Shun lo rodearon en un abrazo, de la misma forma que cuando eran niños.
- Buenas noches Niisan. Dijo con una gran sonrisa Shun.
- Buenas noches Otouto. Dijo Ikki con acariciando su suave cabello.
Y antes de dormir Ikki pensó que esta noche no había sido tan mala después de todo y se durmió muy tranquilo, sin que las horribles pesadillas que a veces tiene.
A la mañana siguiente Shun fue el primero en despertar, el día estaba hermoso, el aire fresco entraba por su ventana, así que suavemente se levantó procurando no despertar a su hermano y salio a respirar un poco de aire fresco, aun era muy temprano así que todos seguían aun dormidos.
Al salir de su habitación pudo percibir aun el olor a sangre que sintió antes pero ahora era mas leve, pero aun así le molestaba, así que se tapo la boca y la nariz hasta salir de la Mansión. El extenso jardín de la Mansión de cierta forma también le incomodaba, así que prefirió alejarse lo más posible de la Mansión y de sus habitantes, por lo menos un rato.
Las horas pasaron y ya era hora de que todos despertaran pero Shun sabia que su hermano siempre se levantaba hasta muy tarde, así que no se preocupo y siguió caminando, llego hasta una pradera y se sentó a disfrutar del paisaje, el lugar estaba lleno de hermosas flores, y la tranquilidad del lugar lo cautivaba, hace mucho tiempo que no la sentía, no mejor dicho nunca la sintió, por que durante toda su vida vivió preocupado por su hermano y por las guerras que eran provocadas.
Ante este pensamiento Shun sintió el deseo de irse en ese mismo instante, alejarse de todo y de todos, pero lo único que lo mantenía atado a ese lugar era su querido hermano, si no fuera por el hace mucho que el no estaría, tal vez hace mucho que el no estaría vivo.
Pero como siempre Ikki se aleja de el y lo única forma que tiene de verlo y saber que esta bien es tener que pelear, si no fuera por Ikki el no se molestaría siquiera en mirar a Atena. Ella era solo una molestia mas para el, una carga.
Cansado de pensar así, se concentro en mirar las flores del lugar, había flores de todos los colores y tipos, pero las flores que más abundaban y que mas le llamo su atención eran los girasoles, tan hermosos y sus pétalos brillando como el mismo sol, no había duda que esta flor hacia honor a su nombre.
Al mirar esta flor un sentimiento de nostalgia lo inundo, no sabia por que pero esta flor le recordaba a alguien pero no recordaba quien.
El suave viento soplo en su rostro de marfil, cerro los ojos para disfrutarlo, y cuando los volvió abrir una mujer de cabellos largos hasta el suelo de color castaño oscuro estaba frente a el, ella misma emitía un suave resplandor de su rostro que le impedía verla claramente, era acaso la misma mujer que había visto antes? No esta era otra persona, pero quien, los nervios lo estaban matando así que pregunto:
- Quien eres?
No hubo respuesta.
- Quien eres? Volvió a preguntar poniéndose de pie para acercarse a la mujer, la cual era un poco mas pequeña que el.
- La mujer sonrió suavemente, para Shun fue un golpe a su corazón, esa sonrisa… ya la había escuchado antes…
La muchacha extendió su mano hacia la de Shun y en ella coloco un girasol, Shun la tomo en sus manos y la miro, luego volvió su vista a la mujer.
- Muy pronto. Dijo la extraña mujer y de un momento a otro había desaparecido sin dejar rastro.
Shun se quedo en silencio, sostuvo la flor con fuerza en su mano, ya era hora que volviera a la mansión a si que se dio media vuelta pero antes de irse dijo: si, muy pronto, ni el mismo sabia a que se referían estas palabras, pero no les dio mucha importancia se sentía feliz y eso era lo que le importaba.
Ya en la Mansión todos estaban desayunando menos Ikki, así que Shun , entro a la cocina y el mismo preparo la comida para su hermano, y cuando estaba subiendo la escalera los demás caballeros lo vieron, rápidamente lo llamaron:
- Shun! Dijo Seiya, Pero este ni lo escucho y siguió su camino hasta habitación.
- Pero que modales tiene este niño y después de lo preocupados que estábamos por el. Dijo molesto Afrodita.
- No el nunca hace eso, de seguro a un sigue algo perturbado, lo mejor será que vaya a verlo dijo Hyoga.
Y antes de que otro caballero se ofreciera a ir en su lugar, el ya se encontraba en la puerta de la habitación de Shun.
- Shun puedo entrar? Dijo tocando la puerta y luego entro y tuvo que agarrarse de la perrilla para no caerse de la sorpresa, Ikki se encontraba dormido en la cama de Shun y este se encontraba a su lado acariciando su rostro con adoración.
- Shun?
- Ah?.. ah hola Hyoga buenos días
- Buen.. buenos días Shun.
Shun se acerco a Hyoga y le hizo señas para salir de la habitación para dejar a su hermano dormir. Ambos se encaminaron hasta el jardín. Allí se encontraban los demás menos Sahory quien tenia algunos trabajos pendientes.
- Shun?! Dijeron todos sorprendidos al ver al peliverde tan tranquilo.
- Hola, buenos días a todos, dijo muy tranquilo.
- Veo que ya te sientes mejor. Dijo Aioria
- Así es.
- Y donde esta Ikki? Pregunto Shakka.
- El se quedo durmiendo.
- En tu habitación?
- Hai.
- Pero si se queda mucho tiempo en el sillón, le dolerá la espalda. Dijo Milo.
- El esta en la cama de Shun. Dijo algo molesto Hyoga.
- Ah entonces estará bien.
- Oye Shun no quieres jugar con nosotros un partido de fútbol? Dijo Seiya.
- No gracias Seiya, por el momento tengo otras cosas en mente.
- Ya veo es una lastima.
- Los segundos pasaron y Shiryu noto la flor en las manos de Shun.
- Oye Shun y ese girasol? De donde lo sacaste, en el jardín de la Mansión no hay girasoles.
- Ah pues veras… una amiga me la regalo. Dijo muy feliz cuando dijo amiga.
- Una amiga, June?
- No otra persona.
- Es acaso tu novia Shun? Dijo con picardía Milo.
Hyoga estaba a punto de congelar a Milo por su comentario.
- No, claro que no este fue solo un obsequio.
- Pero no recuerdo que hay venido alguien a la Mansión.
- Pues veras, esta mañana muy temprano Salí a caminar y me la encontré.
- Ya veo, pero debiste haberla traído contigo para que la conociéramos.
Shun solo sonrió.
- Y cual es su nombre? Pregunto Hyoga.
- no lo se.
- Como que no sabes?
- Es que no recuerdo cual es su nombre, ni como la conocí pero si se que es mi amiga.
El silencio reino por unos momentos.
- Bueno Shun, pero si la vuelves a ver nos la presentas de acuerdo?
- Por supuesto. Bueno Y si me disculpan quisiera ir a tomar un baño, con permiso.
Horas después Shun había sido revisado pro el doctor quien nuevamente no encostro nada grave en Shun, ni siquiera tuvo que ponerle sangre ya que se encontraba muy bien.
Ya con esto todos se dieron cuenta de que Shun no necesitaba a un doctor para resolver su problema, el los necesitaba a ellos y ellos con gusto lo ayudarían.
- Oye Shun a donde vas? Pregunto Hyoga
- Quiero ir a dar un paseo por la ciudad.
- Pero Shun tu estado no es el mejor para que hagas eso.
- Por favor niisan, me siento muy bien y te prometo que si me siento mal vendré de inmediato. Pidió suplicante Shun
- No lo se, creo que seria mejor si te acompaño.
- No te preocupes yo iré con el. Dijo Hyoga.
- En serio?, muchas gracias Hyoga!!
- Para eso son los amigos. Dijo con una sonrisa conquistadora.
Y esto a Ikki no le gusto matalirelirelon.
- Ni en tus sueños pato, no dejare a Shun con un descuidado como tu. Dijo muy molesto.
- Vamos Ikki no seas así, déjalos que salgan a divertirse son jóvenes y lo merecen. Dijo Dokko quien pasaba por allí.
- Si, por favor hermano. Dijo con ojos llorosos Shun.
- Ahh, esta bien pero escúchame bien pato será mejor que lo cuides bien o sino. Ya no tenia que seguir hablando por que su puño cerca del rostro de Hyoga lo decía todo.
- Claro, vamos Shun!! Ambos se apresuraron antes de que Ikki se arrepintiera.
- Mas le vale a ese pato sin cerebro cuidarlo.
- El lo hará, no te preocupes.
Tanto Shun con Hyoga estuvieron paseando por varias partes de la ciudad, y cuando llegaron a un parque compraron unos helados, para Shun uno de frutilla y para Hyoga uno de chocolate.
Los dos comían su helado muy a gusto y de pronto Shun hablo:
- Muchas gracias por haberme acompañado Hyoga.
- No tienes por que, ya te lo dije.
Shun le sonrió muy dulcemente, luego volvió a hablar:
-Sabes, no te imaginas las ganas que tenia de salir de la Mansión.
- Ah? Y eso?, a ya se de seguro no te gusta que Ikki te este vigilando todo el tiempo.
- No, no es eso.
- Entonces?
- Simplemente no soporto más ese lugar. Dijo muy serio.
- Pero, por que? Pregunto muy confuso.
- Por la misma razón que tu Hyoga. Dijo mirándolo muy fijo a los ojos.
- Por la misma razón? No entiendo Shun de que hablas.
Shun puso una mirada de desagrado (no para Hyoga) y dijo: tanto tu, mi hermano y yo nunca deseamos vivir en esa casa.
Hyoga prestaba atención muy seriamente.
Shun continúo.
Además tampoco hemos tenido vivencias nada gratas allí desde un principio nuestra estadía allí fue horrible, ya sea por el entrenamiento que Mitsumasa Kido nos obligo a realizar, y los maltratos e insultos por parte de Tatsumi y de Sahory.
- Pero Shun eso fue hace mucho tiempo, dijo Hyoga tratando de reconfortar a su amigo.
-Si pero eso no quita el hecho de lo que paso, además todos nosotros fuimos sometidos a un trato inhumano obligadamente y cuando ya pensábamos que todo eso había terminado nos vimos obligados a proteger a Atena.
- Ese es la misión de un caballero. Dijo muy, muy serio Hyoga.
Shun permaneció calmado. Y prosiguió: si, pero nosotros nunca pedimos ni deseamos convertirnos en caballeros.
Hyoga permaneció en silencio, no podía refutar el comentario de Shun por que el sabia que tenía razón. En ese momento le vino el recuerdo de su madre, si tan solo ella no hubiera muerto tal vez su vida seria diferente.
- Sabes, yo pensé que al volver de la isla del entrenamiento, volvería a ver a mi hermano y ya la armadura no tendría importancia, pero al volver me dijeron que si quería volver a ver a Ikki debía participar en el torneo galáctico, no sabes cuanto odie a Sahory por eso. Dijo con un tono amargo en su voz.
- Shun… Dijo triste Hyoga.
- Pero mi hermano cambio mucho en la isla de la reina muerte y era mi deber, no mi deseo ayudarlo y es por eso que estuve con ustedes en su contra, a mi en verdad jamás me intereso lo que pudiera pasarle a Sahory o a la armadura de oro, todo lo que me importaba y me importa es mi hermano y nada mas.
- Entonces por que participaste en la guerra contra el santuario y demás?, dijo muy tiste Hyoga.
- Tu bien sabes que mi hermano no se cuida a si mismo y necesita a alguien cerca de el para que lo haga, es por eso que lo hacia, además era la única forma de que pudiera verlo y ayudarlo, por que sabia que el pelearía, y estoy seguro de que Ikki lo hacia pro motivos similares a los míos.
Ambos se quedaron en silencio Hyoga estaba muy triste por lo que Shun había dicho.
- Eso quiere decir que tampoco te importamos nosotros? Dijo bajando la cabeza.
Shun lo miro fijamente y con unos ojos llenos de dulzura le respondió.
- Rápidamente me fui encariñando con ustedes y me hacia muy feliz ayudarles y ahora los considero parte de mi familia, Hyoga.
Hyoga se puso muy feliz por las palabras de Shun y sin decir mas terminaron sus helados y siguieron con su paseo.
Continuara…
