Estos personajes no me pertenecen, como todos saben, es posible que a lo largo de la historia ponga algún personaje creado por mi, pero de momento todos pertenecen a la autora de CCS
Fic de CCS
Amor entre príncipes
Capítulo 6.
-¿Qué haces aquí?
-Creo que es de lógica, vine a verte.
-No debiste, ahora no estamos prometidos.
-Pero no por eso debo dejar de verte, ¿verdad? –Shaoran había subido a la habitación de Sakura y ahora ambos hablaban.
-Sabes que esto no está bien. Li, por favor, no me encuentro bien, avisa a Meiling y a Tomoyo que no bajaré a cenar.
-Pero…, Mei tenía muchas ganas de verte… Y no bajaste a recibirnos, además, yo quiero quedarme otro rato contigo.
-¡¿Por qué no te vas con tu prometida y me dejas tranquila?! –exclamó la princesa enfadada. Segundos más tarde, cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer, salió corriendo dejando al joven Li en la habitación.
Corría por los pasillos cuando las frías lágrimas empezaron a recorrer su rostro. En las escaleras principales tropezó con una animada Tomoyo que subía distraída. Ambas cayeron al suelo. La chica de pelo oscuro, al ver a la princesa bañada en lágrimas se levantó enseguida para ofrecerle la mano y ayudarla a levantarse, pero Sakura se levantó enseguida ella sola y bajó corriendo las escaleras.
-¡¡¡Sakura!!! –gritó Tomoyo al verla bajar de aquella manera-. ¡¡¡Sakura!!!
Shaoran apareció tras Tomoyo.
-¿A dónde fue?
-Bajó las escaleras, creo que fue a sacar su caballo. Li, ¿qué ocurrió?
-Luego te lo contaré –dijo bajando él también las escaleras para conseguir seguir la pista de Kinomoto.
Mientras, Sakura corría apresuradamente hacia el establo para sacar a su mejor y más fiel caballo.
-¿Kero? –dijo entrando despacio. El caballo se acercó lentamente hasta su dueña, que colocó la silla de montar y lo sacó al jardín.
-¡Sakura! –llamaba Shaoran mientras corría hacia ella.
La joven lo ignoró por completo y subió a su caballo dispuesta a salir. Pronto se haría de noche y el bosque sería peligroso, pero en ese momento no le importaba. Quería salir de allí lo más rápido posible, así que, con una orden, el caballo empezó a correr hacia el bosque. Tras un largo rato, se detuvo cerca del río para dejar que el caballo pudiese beber agua. Mientras, la chica se sentó al pie de un árbol, donde pudo contemplar la puesta de sol. Cuando menos se lo esperaba, algo se le tiró encima, quedando ella tumbada, entonces pudo ver unos ojos de un marrón intenso que la observaban con cuidado.
-Creo que ahora no te puedes escapar –Shaoran la había seguido hasta allí y se había lanzado sobre ella.
-Li, suéltame –dijo ella intentando levantarse.
-Yo no me llamo Li, me llamo Shaoran, como tu bien sabes.
-Tu apellido es Li.
-¿Y que? El tuyo es Kinomoto y yo no te llamo así.
-Ahora no estamos prometidos, no tomes tantas confianzas conmigo.
-¿Sabes? Te diré un secreto –dijo acercandose al oído de la joven-. Es precisamente ahora cuando más quiero estar contigo –susurró.
-¡Suéltame! Ya te dije que te fueras con Nagoya.
-¿A que se debe esa reacción? –preguntó el chico con una sonrisa malévola-. Oh, creo que ya entiendo… Déjame pensar… Son…, ¿celos?
-¿De que hablas? –dijo molesta-. ¡Suéltame!
Sakura, con un ágil movimiento, consiguió escaparse del joven. Y se dirigió a su caballo, montó en él y se dispuso a irse, pero el príncipe también estaba listo, esperando para seguirla. La princesa dio la orden al caballo y ambos iniciaron una carrera. Al llegar al establo, Kinomoto bajó, pero el chico fue más rápido, y sin que ella pudiese darse cuenta, se dirigió al castillo. Era la hora de la cena, y la chica subió las escaleras, evitando pasar por el comedor para no encontrar a su familia y tener que dar explicaciones, atravesó los pasillos en silencio y por fin llegó a su habitación. Tras entrar, suspiró aliviada, pero no todo acababa ahí, un portazo tras ella le indicó que no estaba sola.
-¿Tú otra vez? –preguntó. No obtuvo respuesta, pero el chico volvió a rodear su cintura para impedir que se moviera.
-¿Estás molesta?
-No tendría porque estarlo si tu te fueses con tu "prometida" –dijo en un frío tono.
-¡Ya te dije que no quiero estar con ella! ¿No lo entiendes? –dijo empujándola contra la pared-. Sólo quiero estar contigo y… -bajó el tono de voz hasta llegar a un ligero susurro-, besar tus labios, de nuevo.
-Li… -empezó a decir Sakura. Pero el príncipe la interrumpió.
-No… Para ti siempre seré Shaoran. Dime que no me volverás a llamar Li o…
-¿O que?
-O te las verás conmigo.
-¿Si? ¿Y que crees que me vas a hacer?
-Algo así – Shaoran se acercó a Sakura firmemente y besó los delicados labios de la chica. Fue un tierno beso por parte del chico, pero aún más por parte de la chica, que sin habérselo pensado dos veces, se lo devolvió. Al poder por fin reaccionar, la princesa se separó enseguida asustada.
-Dios mío, ¿qué hice?
-Mmm… ¿Besarme? –dijo Li, con semblante pensativo-. Oh, vamos, no es nada malo.
-¡No sería nada si estuviesemos prometidos o libres! Pero ambos ya tenemos otro compromiso. Mira, Shaoran, creo que lo mejor será que solo mantengamos una relación de conocidos.
-¿Es eso lo que deseas?
-Si.
-Muy bien, pero quiero que sepas, que siempre estaré a tu lado, apoyando y defendiendo todo lo que hagas, y que sepas también, que yo nunca te olvidaré –tras decir todo esto, el chico salió por la puerta, dejando a Sakura sola en la habitación. La chica se tumbó sobre la cama y se puso a pensar, sin saber que, justo en la habitación de al lado, un chico de pelo rebelde y mirada intensa, hacía lo mismo.
"¿Qué fue lo que hice? ¿Cómo pude? Pensará mal de mí. Aunque… Por otra parte no estuvo nada mal. ¡Que estoy pensando! Esto es ridículo. No debo precipitarme."
Estos eran los pensamientos de la joven princesa, pero al otro lado de la gruesa pared que separaba los dormitorios, el chico también pensaba.
"Sigo sin entender porque lo hice, seguramente la asusté. No debí precipitarme. Pero estuvo realmente bien… Creo que la próxima vez debo pensar bien las cosas."
-Buenos días –dijo el joven cuando salió por la mañana de la habitación coincidiendo con la chica.
-Buenos días, Li.
-¡Shaoran! –por el otro lado del pasillo, llegaba corriendo Nanako.
-Hola.
-Buenos días, princesa Sakura –dijo la otra chica cuando llegó frente a ellos. Sakura no se había fijado en el aspecto de la chica. Tenía el pelo liso, por debajo de los hombros y recogido en una cola. Su cabello era de un color castaño como el chocolate y tenía unos ojos azules, que llamaban mucho la atención. Era delgada, y algo presumida.
La princesa, al oír las palabras de la joven, dio media vuelta y bajó las escaleras hasta el comedor. Allí encontró a Meiling hablando animadamente con Tomoyo, al verla, la chica china pegó un salto y se avalanzó sobre Sakura.
-¿Dónde te metiste ayer?
-No me encontraba bien, Meiling.
-No te preocupes, hoy podemos ir a dar un paseo para recuperar el tiempo perdido.
Tomoyo se levantó y se dirigió hacia donde estaban sus dos amigas.
-A mi me parece bien –dijo la chica de pelo oscuro.
-Bueno… supongo que no me vendrá mal.
-¡¡¡Bien!!! –gritó Meiling.
-¿Tenéis planes para hoy?
Las chicas se dieron la vuelta para intentar descubrir de quien era la voz. El rey Kinomoto se encontraba allí. Sakura seguía enojada con él, así que no contestó, Meiling, por la sorpresa, tampoco dijo nada.
-Sí, señor –dijo Tomoyo educadamente y haciendo una reverencia.
-Muy bien, vosotras podéis ir, Sakura se quedará aquí hoy. Tengo que hablar con ella y con el joven Li.
-¡Pero papá! –exclamó la princesa.
-Creo que ya has sentido lo que he dicho, ve a buscar a Li, y reuníos conmigo en la biblioteca.
El rey se retiró con paso firme. La chica se quedó quieta unos momentos y se dirigió enfadada hacia la habitación de Li. Llamó a la puerta y una vez masculina ordenó que pasara, Sakura cogió aire y entró.
-¿Puedo llevarme a tu prometido un momento, Nagoya? –preguntó la princesa.
-¿Puedo saber para qué? –preguntó en un tono desagradable.
-No –respondió fríamente-. De todas formas, él vendrá conmigo, por ordenes del rey –dirigió una mirada a Shaoran, que se levantó de la cama, donde ambos estaban sentados, y se dirigió a la puerta.
-¿Qué demonios te pasa con Nanako? –preguntó el chico una vez fuera de la habitación.
-Nada.
-Ya, claro. ¿No me lo quieres decir, verdad? Sabía que no confiabas en mi.
-Si es eso lo que crees, no me importa.
-Bueno, ¿qué querías?
-Mi padre quiere hablar conmigo, y necesita que tú estés delante. Y no preguntes porqué.
Llegaron a la biblioteca y Sakura llamó a la puerta. Haciendo una reverencia, ambos entraron.
-Me alegro de que vengáis los dos.
-Padre, tengo prisa.
-Pues espera, Sakura, espera. Quería darte una noticia, y necesitaba que el joven Li también estuviera al corriente, así que decidí contarlo una vez a los dos juntos –miró a ambos jóvenes que permanecían en silencio y continuó-. Kiosuke Yamamoto vendrá mañana para conocerte, hija.
-¿Qué? –preguntaron ambos asombrados, se dirigieron una mirada y volvieron a quedarse callados.
-Así es –continuó el rey-. Espero, Sakura que estés de acuerdo con esto.
-Pues no, padre, no estoy de acuerdo.
-¿Qué fue lo que dijiste? –preguntó el rey empezando a enfadarse.
-Que no estoy de acuerdo contigo, no estoy de acuerdo con tu reino, con tu carácter, con tu forma de pensar y actuar, no estoy de acuerdo con que lo eches todo a perder –dijo la chica en tono fría y bastante molesto-. Ya te dije lo que pienso.
Sakura dio un portazo y salió de la biblioteca, despacio al principio pero acelerando el paso cada vez mas. Al final, entró corriendo a su habitación y cerró la puerta con llave. Se dirigió al balcón y abrió la gran puerta blanca. Caminó hasta el límite, donde se apoyó sobre la barandilla y se quedó pensando y mirando al horizonte. Desde aquella parte del palacio, podía contemplarse la gran montaña que separaba el reino Kinomoto y el reino Li. Entonces pensó algo y caminó rápidamente por los pasillos hasta llegar a la habitación de su hermano.
-¿Touya? –preguntó-. ¿Touya estás ahí?
Al no obtener respuesta, la princesa abrió lentamente la puerta. En la habitación no había nadie, estaba desierta, estuvo unos instantes observando a su alrededor, pero poco después se dispuso a cumplir su objetivo y se asomó al balcón. Caminó rápido hasta quedar frente a la baranda y observó la vista. Desde allí podía verse el reino perfectamente, el pueblo, las tiendas, la gente, incluso las campanas de la iglesia.
-Tengo una idea.
Una chica vestida con un sencillo vestido de color rosa y una capa oscura por encima, salió a escondidas del palacio por la puerta trasera. Quería ver el pueblo, quería respirar el aire puro de allí, quería ver la gente pasear, los niños correr. Quería verlo todo. Tras pasear un largo rato, vio una cosa que hizo que pensara mucho. Unos niños pobres, al parecer hermanos, buscaban entre las basuras algo para comer, ambos niños estaban sucios. Sakura llevaba algo de dinero, así que se dirigió a la parada más próxima y les compró algunas frutas, que metió en una bolsa y entregó, minutos más tarde, al mayor de los hermanos.
-Tienes un buen corazón.
Kinomoto se dio la vuelta para poder ver quien hablaba.
-¿Eriol? ¿Qué haces aquí?
-Pues supongo que lo mismo que tú, pasear.
-¿Dónde está Tomoyo?
-¿Porqué me preguntas eso? –dijo el joven asombrado.
-No, por nada… Sólo os vi el otro día en el jardín… Nada importante en mi opinión, pero muy interesante…
El chico se sonrojó un poco.
-Bueno, supongo que estará con esa amiga tuya.
-Si…
-¿Porqué no has ido con ellas?
-Mi padre quería hablar conmigo –Sakura empezó a contarle todo a Eriol, sabía que era buena persona y podía confiar en él, le contó también todo sobre su ex compromiso con Shaoran y lo que sabía de su nuevo prometido-. Vendrá mañana.
-¿Yamamoto vendrá mañana?
-Si…
Siguieron hablando hasta llegar al palacio.
-Muchas gracias por acompañarme.
-No debes dármelas.
-Oye… Pásate por aquí más a menudo, Tomoyo estará feliz al verte.
-Si la princesa lo ordena…
-Exacto, yo lo ordeno –dijo Sakura dedicándole una sonrisa.
-Entonces no puedo negarme. Nos vemos, Sakura.
-Adiós, Eriol.
Comentarios de la autora:
Wola! Ya estoy aquí de nuevo (por suerte para algunos y por desgracia para otros)! ¿Cómo va todo? Espero que bien.
No se como habrá salido este cap, pero espero que os agrade a todos. Tardé algo en subirlo porque ando un poco ocupada, ya saben, los típicos exámenes.
Bueno, por culpa de unos errores técnicos (maldito mail!!!), no podré dar los agradecimientos a los lectores que me dejaron reviews.
Os espero a todos en el próximo capitulo. (Tuve un pequeño problema con fanfiction, por eso tardé un dia más en publicarlo, lo siento)
Sango-chan95
