cap 14

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Felicidad y recuerdos

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Los dos jóvenes se encontraban descansando bajo la sombra de un arbol. Hermione dormía sobre su pecho y él acariciaba su cabello suavemente para no despertarla, pero un grito arruinó esa tranquilidad haciéndolos saltar por la sorpresa.

-Ay! Están juntos! Que genial- gritaba una Pansy muy emocionada.

-Le dije que no viniera pero nunca me hace caso- dijo Blaise con tranquilidad. Hermione estaba totalmente roja y miraba al suelo mientras que Draco sonría viendo a Pansy hablar como loca. Luego le susurró a Herminio:

-Crees poder acostumbrarte?

¿A que te refieres- preguntó confundida.

-Espera y lo veras- le respondió besándole la mejilla.

Después de que Pansy terminara de gritar emocionada se acercó a Hermione.

-Ehh…Granger..yo lamento haber sido así contigo…¿Puedes perdonarme- Hermione se quedó sorprendida por lo que la rubia le dijo pero rápidamente contestó sonriendo un gran – Si!

-Gracias! Por que el paquete "Draco Malfoy" viene con amigos incluidos- dijo la rubia muy emocionada.

-Claro, solo si tu quieres- agregó Blaise tomando a Pansy de los hombros.

-Yo… claro, si quiero ser su amiga- Hermione no se lo podía creer, toda la felicidad que creyó perdida la recuperó en un solo día. Draco la abrazó y le empezó a hacer cosquillas mientras ella trataba de zafarse riendo.

Así pasaron toda la tarde riendo y contando anécdotas e historias. A Hermione nunca se le pasó por la mente que los Slytherins fueran tan divertidos y amigables, se moría de risa con la personalidad de Pansy y le sorprendía la paciencia que mostraba Blaise, además Draco y ellos no eran como todos decían, no reían a costa de los demás, eran como cualquier otro grupo de amigos y en el cual ella quería estar. Estuvieron un buen rato platicando hasta que Blaise dijo que tenía hambre y Pansy lo acompañó al comedor, entonces Draco la llevó al bosque de las hadas para preguntarle algo que, aunque ya sabía la respuesta, tenía que preguntar.

-Hermione…gracias- dijo bajando la mirada.

-Gracias? de que- preguntó confundida?

-Gracias por hacerme feliz- al escucharlo, ella lo abrazó muy fuerte, como teniendo miedo de dejarlo ir, queriendo estar junto a él siempre- Hermione, quiero hacerte una pregunta.

-Tu dirás- le respondió sonriendo

-Quieres ser mi novia- preguntó sonrojado, eso hizo que ella riera por dentro.

-No lo sé, es que tu me gustas mucho, pero también creo estar enamorada de alguien más- le contestó ella mirando al suelo. Draco sintió que su mundo se venía abajo pero se atrevió a preguntar por esa persona.

¿Quién es él- dijo en voz baja.

-Yo le llamo señor Vampiro- respondió ella con una gran sonrisa. Él, al escuchar eso, la tomo de la cintura y le hizo girar en el aire hasta dejarla resbalar por sus brazos para juntar sus labios con los suyos. – Te quiero mucho Draco.

-No sabes cuanto he soñado con esto. –le susurró tiernamente.

Después de un rato los dos regresaron a sus casas con una gran sonrisa para realizar sus actividades. Draco se sentó en su escritorio y sacó un pergamino y una pluma para ponerse a escribir.

Querida preciosa:

Te escribo para decirte que te extraño y que pronto nos veremos para navidad, tengo que contarte muchas cosas! No lo vas a creer pero Hermione y yo somos novios! No sabes como me siento, nunca creí que ella me correspondería pero lo hizo, además tengo que darte las gracias, si no fuera por ti yo sería como Lucius y talvez estaría convirtiéndome en un acecino, gracias por ser la única que me dio cariño desde que tengo memoria, espero que estés bien y que tu también seas feliz…

Te ama

Draco…

Draco envolvió el pergamino y lo amarró a la pata de su lechuza.

-Llévaselo a Narcisa Black.

El ave salió por la ventana en dirección a la casa de los Black donde una hermosa mujer esperaba su llegada en la ventana.

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-Narcisa… te llegó una carta, al pareces se confundió de ventana. – le dijo Remus Lupin entregándole el pergamino a la rubia.

-Gracias Remus…Es de Draco- dijo ella sonriendo entusiasmada- No lo puedo creer! Hermione aceptó, y viene para navidad! Esto es estupendo.

-Me alegra verte sonreír, desde que estas aquí no lo haz hecho.- le dijo mirándola a los ojos, ella se sonrojó levemente por la forma en que la veía y volvió a sonreír.

-Creo que he estado un poco ausente estos días, perdóname, prometo sonreír más.

-Quiero que sonrías cuando estés feliz, no para hacerme feliz, aunque déjame decirte que si lo logras.- le contesto Remus sonriendo.

-No entiendo como puedes ser tan lindo conmigo- dijo Narcisa bajando la mirada.

-Tu sabes por que soy así contigo, y no es por que seas su prima.- Ella alzó la miradla escuchar eso. ¿sería posible que después de casi diecisiete años siguiera sintiendo lo mismo por ella?

-Remus ¿aun me quieres-pregunto nerviosa

-Cada día más – respondió mirando a la ventana queriendo evadir su mirada, pero un dulce beso en la mejilla le hizo voltear.

-Yo también.

……………………...……………………..

Al día siguiente Hermione se despertó temprano para tomar una dicha y arreglarse un poco, aunque siempre se había dicho que no c pasaría horas arreglándose solo por tener un novio no pudo evitar intentar verse más boita, se peinó el cabello y se pudo brillo labial, ya que se veía mejor sin maquillaje. Bajo al comedor intentando no despeinarse para que Draco la pudiera ver desde lejos pero no fue necesario por que al llegar él estaba entrando y una sonrisa se formó en sus labios.

-Te ves hermosa- le susurró antes de irse a su mesa, ella le sonrió y deletreó un gracias.

Ese día la comida le supo diferente, ya no sabía amarga, sino dulce y deliciosa, tomo un jugo de calabaza y dos tostadas con mermelada de freza, después se paró para dirigirse a su clase de pociones que por primera vez en la vida esperaba con ansias.

Al llegar se sentó en un lugar vacío para esperar al profesor. Alguien se sentó a su lado y cuando giró para ver quien era se encontró con Pansy Parkinson dedicándole una sonrisa, ella le correspondió y se dispuso a platicar con la rubia.

-Hola Hermione, te ves muy linda con ese peinado, deberías peinarte así más seguido¿Cómo amaneciste?

-Muy bien gracias, hoy me ha ido muy bien, hace mucho que no me sentía así.-le respondió ella.

-Deberías haber visto la sonrisa de Draco jaja era del tamaño de su cara, te juro que nunca lo había visto tan feliz, en verdad te quiere. – le comentó Pansy muy sonriente.

-Gracias, eso espero…

-Claro que si!

En ese momento llegó el maestro y le ordenó silencio, se sorprendió un poco al ver a la Gryfindore con Pansy pero lo disimuló muy bien.

-Hoy veremos como hacer la poción de los recuerdos. Para realizarla se necesitan dos personas, una dará una gota de su sangre y la otra tendrá que beber la poción. El resultado será que la persona que la beba verá todos sus recuerdos, o por lo menos los que más tenga grabados la otra persona. – comentó Snape con voz indiferente mientras todos se morían por ser la persona que viera los recuerdos. – Las parejas están en el pizarrón. –en ese momento unos nombre aparecieron en el pizarrón, todas las parejas eran Gryfindore- Slytherin y para sorpresa de Hermione su pareja no era otro que Draco Malfoy. Por lo menos así se conocerían más. Hermione se sentó a su lado, Draco parecía muy nervioso y miraba al suelo.

¿qué tienes- le pregunto ella

-No se si sea buena idea mostrar mis recuerdos, yo…no me gusta contar mi vida.

¿ni siquiera a tu novia- le dijo indignada.

-Bueno… es que…que tal si no te agrada mi asado y..

-Eso no va ha pasar- le dijo dándole un rápido beso en la mejilla para que nadie lo viera, no le había preguntado si quería que todos se enteraran, pero ella deseaba que si.

-Bien, en esta clase se dedicarán a realizar la poción y a final de ésta los de Gryfindore tomarán la poción.- dijo Snape seguido de varias quejas por parte de los Slytherins.

La clase paso rápida y como era de esperarse la mejor poción fue la de Draco y Hermione. Draco tuvo que picarse con un alfiler para derramar una gota de sangren el la poción para que todo quedara listo.

-Tomen sus pociones

Hermione tomó la pocion con cara de asco por el sabor amargo que tenía y de inmediato sintió que se transportaba a otro lugar. Se encontraba en una hermosa mansión que dedujo que sería la casa de los Malfoy. La abitación era enorme y, aunque estaba obcuro por ser de noche podía observar los muebles y adornos que se encontraban en él. Su vista se quedó fija en una espaciosa cama donde una bolita pequeña se movía haciendo soniditos como si tuviera hipo. Se escuchó un trueno y la abitación se ilumino por el relámpago. Entonces de la cama se escucho un grito y lo que se encontrara dentro se encogió aun más. La puerta se abrió y de las colchas salió una pequeña cabecita con cabellos platinados todos desordenados.

-Draco ¿te encuentras bien- preguntó una hermosa mujer entrando por la puerta.

-si…sniff…pero no me gustan los truenos…sniff…quiero que terminen.- contestó le pequeño tapándose otra vez. La mujer se acercó a él y se sentó a su lado, en ese momento otro trueno se escucho y Draco la abrazó fuertemente.

-Ya Dragón, todo esta bien, yo estoy aquí.- pero la puerta se abrió azotándose y Lucius Malfoy entró en la habitación.

¿Qué estás haciendo aquí? Draco no tiene por que estar llorando, los Malfoy no lloran. –despues de gritar eso, tomó a su hijo del brazo haciendo lo levantarce de la cama. Era del tamaño de un niño de cuatro años y sus pies se encontraban descalzos. Lucius lo levó hasta el jardín para aventarlo al piso y serrar la puerta dejando al pequño llorando en la lluvia suplicandole que lo perdonara.

-Perdon papi! No vuelvo a llorar, pero por favor déjame entrar. Tengo mucho frío papi. Mamita! Por favor! Sniff, sniff no me dejes solo mami. – gritaba le pequeño Malfoy desde afuera. Narcisa lloraba silenciosamente del otro lado de la puerta sabiendo que no podría ayudarlo. Los ojos de Hermione se llenaron de lagrimas y la tierra empezó a dar vueltas hasta que se detuvo en el despacho de Lucius Malfoy, Draco estaba entrando por la puerta, parecia tener unos 7 años.

-Queria verme, padre- pregunto fríamente

-Me informaron que te vieron hablando con un sangre sucia- dijo sin levantar la vista de los papeles que estaba leyendo. Draco palideció y asintió lentamente.¿Qué te he dicho de ellos? Tienes prohibido juntarte con ellos si no es para molestarlos y recordarles que son inferior a ti!

-Pero…

-Nada de peros… Crusio- Draco cayó al suelo reprimiendo grito y sus lágrimas, mientras que Hermione no podía aguantar más. Denuevo la tierra se movió y se encontró en el tren de Hogwarts en el compartimiento donde su querido Draco se encontraba, la puerta se abrió y se sorprendió al verse entrar por ella.

-Hola has visto a un sapo llamado Trevor, lo perdió un niño, se llama Neville. –dijo Hermione muy rápido

-Ehh… no, no recuerdo haber visto a un sapo. – dijo calmadamente.

-Ahh gracias de todas formas¿Cómo te llamas? Yo soy Hermione Granger

-Yo…yo soy Draco Malfoy- contestó serrando los ojos esperando a que ella saliera corriendo de ahí por que ¿quién querría estar con un Malfoy?

-Mucho gusto en conocerte- respondió risueña. –Tu nombre es interesante sabes, tiene varios significados.- él volteó a verla sorprendido.

-Si lo se, pero yo… ¿no conoces a los Malfoy?

-No pero me alegra conocerte, soy nueva en este mundo pero pareces simpático, nos vemos Draco Malfoy- dijo saliendo del compartimiento. Draco se quedó sorprendido y sonrió tristemente.

¿Por qué tengo que ser un Malfoy? No se merece ser insultada por un idiota. Parece ser muy inteligente. –dijo tristemente mientras volteaba a ver el paisaje en la ventana. El suelo se sacudió denuevo y se detuvo en la enfermería a mitad de la noche donde Draco Malfoy se encontraba sentado junto a la cama donde Hermione se encontraba Petrificada, luego en momento en el que Hermione le dio una cachetada. Después en el Baile de cuarto y luego cuando la profesora Dolores U. la amenazó con un crusio. Por ultimo se detuvo en el baile de Hallowin donde Hermione y él se encontraban en el jardín de las hadas. Y después de eso regresó al salón de pociones donde Draco Malfoy miraba el suelo como si de un momento a otro eso fuera lo más interesante en el mundo. Hermione no pudo contenerse y lo abrazó sin importarle nada ni nadie y se sintió tranquila al sentir unos fuertes brazos a su alrededor.

-Te quiero mucho Draco, nunca te voy a dejar solo, por favor tu no me dejes.

-Nunca…-le respondio susurrando en su oido y después le dio un tierno beso en la frente…

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Perdon! Se que me tardé mucho y que no valió la pena la espera pero es q no tengo tiempo, pero les prometo que yo veré como hacerle para no tardarme tanto

Gracias por sus reviews en verdad me emociona leerlos, espero que me manden más

Los quiero

Besos…

Ana