BARRERA DE VOLUNTAD
Por Sekari Sumeragi
Capítulo I.
"¡Date prisa, Chang, tenemos una llamada urgente!"
"Ya, pon en marcha ésta chatarra, hace mucho que no tenemos un caso interesante"
Era la primer semana en el Precinto 543, para el Detective Trowa Barton, después de que imprevistamente fuera removido de su antiguo puesto. También era la primera vez que tenía una misión con su nuevo compañero, Wufei Chang, quien inexplicablemente, consideraba que hacía mucho que eran un equipo. Tal vez se debiera a que el Detective Barton conociera al aquél que había sido su compañero anterior.
Llegaron al lugar al cual les llamaron, una casa de dos pisos en un barrio de los suburbios. Parecía completamente normal, jardín al frente, el césped muy bien cuidado, una enredadera trepando por la pared, ladrillos limpios que seguramente debían tener más tiempo ahí que el Departamento de Policía en el que trabajaban, una entrada protegida por un techo y escaleras al frente... completamente de estilo victoriano, al igual que todas las casas de ésos alrededores.
"Me alegra verlos por aquí tan pronto, Barton... Chang" dijo una profunda voz a espaldas de los recién llegados detectives.
"Como siempre, el primero en llegar¿no es así, Detective Kushrenada?" contestó Trowa al hombre que los asaltó por detrás, "Espero que su carrera siga ascendiendo".
"Yo también espero eso de usted, Detective Barton. Especialmente le pido que tenga cuidado con su nuevo compañero, por lo que recuerdo de cuando yo estaba en su lugar, no duda en poner en riesgo su vida, junto con la de quien se encuentre cerca", un comentario peculiar de Treize, que miró sonriente a Wufei, quien sólo volteó cruzando los brazos.
"¿De qué se trata esto? Por que espero que haya algo qué hacer por aquí además de hacer remembranzas, no he venido para perder el tiempo", fueron las palabras de Wufei, algo enfadado por la reciente falta de sucesos.
"Bueno, pues en éste lugar ha ocurrido algo que no se ve todos los días. Parece que ha sido un asesinato doble. Entremos y verán a lo que me refiero", dijo Treize, recobrando su habitual compostura profesional. "Pero debo decirles que en esto no estamos solos. Se han presentado un par de personas antes de que yo llegara, y han estado revisando el lugar de las maneras más extrañas..."
El trío entró a la casa y subieron las escaleras, llegando al que parecía la habitación principal. Estaba decorada de una manera muy peculiar, pero la combinación de colores era exquisita, todo en absoluta armonía, toda la habitación siguiendo un patrón monocromático, todo el lugar estaba adornado en profundos tonos rojos...
"Sangre, la de ambos" dijo Treize, mientras señalaba dos cuerpos desnudos tirados sobre la cama, en posiciones anormalmente manieristas "No sé cómo es que han podido hacerlo, pero sus cuerpos están completamente vacíos de sangre, no tienen ni una gota".
Cuando Trowa se acercó, pudo ver que no sólo por la posición, sino que también el color de su piel los hacía más parecidos a un par de muñecas de porcelana que a un par de humanos. Sorprendentemente, no tenían ni una marca, ni un lugar por donde alguien haya podido extraer una gota de sangre. Intactos, blancos como el marfil, ya eran más un par de estatuas renacentistas, o fruto de un arduo trabajo con papel, que cadáveres humanos.
"¿Quiénes son ellos?" preguntó Wufei.
"Son los propietarios de la casa, marido y mujer. Apenas los han encontrado hace un par de horas, que es poco menos del tiempo que el forense certificó que llevaban muertos. No les encontró nada anormal, ni sus registros marcaban que padecieran alguna enfermedad, y aún así, nada puede explicar que en sus cuerpos no haya resto de sangre, las venas y arterias no sufrieron ningún colapso, están en perfecto estado".
"¿Quién los encontró?" fue lo siguiente que salió de la boca de Wufei.
"Las personas que llegaron antes que nosotros, antes que la policía, un par de sujetos que acompañaban a la hija de éstas personas".
"¿Hija? Entonces¿dónde..."
"Buenas noches, caballeros" dijo una voz en la puerta de la habitación, interrumpiendo al detective.
Voltearon los tres, y se encontraron con un par de hombres, no mayores que Wufei y Trowa, ambos con expresión seria, y vestidos con largos abrigos negros.
"Permítanme presentarnos" continuó el hombre, "soy Duo Maxwell, y mi acompañante es Heero Yuy, vinimos a petición de la señorita Relena, hija de estas pobres personas".
Aquél que se presentó como Duo tenía el cabello largo, color castaño claro, sin recoger. No era más alto que Trowa, y sus edades debían estar bastante cercanas. Sus facciones, vistas de cerca, y sin el marco del cabello, reflejaban unas facciones un tanto infantiles. Aquél al que presentaron como Heero sí era acaso un poco más alto que Trowa, con el cabello corto y oscuro, sus ojos azules brillaban en su rostro bronceado.
"Buenas noches" respondió Treize, "ahora, si tuvieran la amabilidad de explicar qué es lo que han hecho aquí y cómo es que llegaron justo después de que todo haya pasado".
"¡Que rudo! Yo esperaba que al menos se presentaran también" dijo, ofendido el que se hacía llamar Maxwell "Pero bueno... Vinimos porque sospechábamos que esto iba a ocurrir, pero llegamos demasiado tarde para evitarlo. Y ahora no podemos seguir trabajando, ya que alguno de ustedes se interpone- siguió, dirigiéndoles una mirada escrutadora, "si me permiten" dijo, acercándose al grupo.
Primero, miró a Treize, y sin más lo pasó de largo. Luego se acercó a Wufei, lo miró de arriba hacia abajo, caminó a su alrededor sin dejar de mirarlo, mientras que aquél sólo podía quedarse quieto ante ésa inspección. No acababa de reponerse de la sorpresa de que aquella persona se le acercara tan súbitamente mirándolo por todos lados, que Maxwell se detuvo frente a él, se le acercó y con sus manos sujetó la cabeza de Wufei por las mejillas, y juntando sus frentes, cerró sus ojos y susurró unas palabras incomprensibles por unos momentos. Fue entonces que los ojos de Wufei se abrieron desmesuradamente, después de lo cual, el tal Maxwell lo soltó, y Wufei perdió la conciencia, y cayó de espaldas... o lo habría hecho, de no ser porque Treize fue más rápido y logró detenerlo.
"¿Pero qué es lo que se proponen¡Debería arrestarlos por atentar contra un oficial!"
Pero al hombre de cabello largo aparentemente no le importó la amenaza, y se dirigió hacia Trowa.
"Has de ser tú, pero más vale que estemos seguros... no me gustaría que todo fuera culpa de ése bruto que me amenaza" dijo Duo, dirigiéndole una mirada ofendida.
Trowa no tenía ni la más mínima idea de lo que me estaba hablando, pero no tuvo la oportunidad de preguntar, ya que aquél chico de cabello castaño comenzó a caminar a su alrededor, mirándole. Pudo escuchar que mientras lo hacía, estaba pronunciando palabras que no alcanzaba a entender. Cuando se paró en seco, frente a frente, y juntó sus frentes de la manera en que lo había hecho con Wufei, Trowa sintió como si le hubieran dado un toque eléctrico casi imperceptible, como si sólo fuera el toque producido por la cercanía. Fue entonces que Duo se alejó.
"Nunca me había encontrado con nadie que guardara tal cantidad de exergía" dijo sonriéndo "Me da gusto que seas tú el que está causándonos semejantes problemas. Viéndote bien, creo que eres el indicado. Ahora debo pedirte que te retires de éste lugar, para que pueda trabajar".
"Eso no puedo hacerlo, aún tengo cosas qué hacer por aquí, yo también tengo trabajo qué hacer, así que si me disculpa..." comenzó Trowa, pero fue interrumpido.
"Creo que sería bueno que llevaras a tu amigo a un hospital. No le ha pasado nada grave, pero tal vez estaría mejor en reposo que en los brazos de ése tipo" dijo con un tono un tanto burlón.
Treize miró con rabia a Maxwell, y se incorporó, pasando un brazo de Wufei por mis hombros,
"Llévalo, yo me encargaré de ellos" por el tono de su voz, se podía adivinar que no deseaba escuchar nada más. Trowa tuvo que salir del lugar, ya que después de todo, aquél era su superior.
Salía de la habitación, cuando el hombre que estaba en la puerta le ofreció una tarjeta,
"Tómala si quieres saber qué es lo que realmente sucedió aquí" y eso fue lo que hizo, y se retiró del lugar.
Salió de la casa, y abrió el auto. Colocó a Wufei en el asiento de pasajeros, el cual de todas formas era el que usualmente ocupaba.
'¿Quiénes son ésas personas¿A qué han venido¿Qué es lo que querrán decir con 'el indicado'?'
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Al día siguiente
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Después de una noche agitada, el detective Barton se dirigía a un café en el cual había quedado de verse con aquellas personas que había visto la noche anterior.
Agitada, debido a que fue anoche que se dio cuenta de lo llenos y activos que pueden estar los hospitales, incluso a altas horas de la noche. Wufei seguía inconsciente cuando lo llevó y aún esa mañana. Según los médicos, nunca habían visto en una ciudad un caso tan severo de intoxicación. No recuerdo el diagnóstico exacto, pero implicó una transfusión de emergencia, suero intravenoso y lo conectaron a un respirador artificial. Treize llegó poco después de que acomodaran a Wufei en una habitación para 6 personas, y se quedó con él desde entonces.
"¡Buenos días!" dijo Maxwell sonriente cuando entré en el café en el que me había citado "Me alegra que haya venido detective Barton".
"Buenos días", no había tenido más opción que ir, después de todo, Maxwell había llamado a su departamento toda la noche, y sospechaba que aún seguiría haciéndolo de no haber prometido ir...
"Siéntese detective... ¿puedo llamarte Trowa? Los apellidos son demasiado formales. Me puedes llamar Duo, y a ese chico callado le puedes decir Heero" dijo señalando a la persona que estaba sentada a su lado.
"Hn", fue lo único que aquél dio como respuesta.
"La razón por la cual pedí verte, Trowa, es por lo que sucedió ayer" Duo ponía su quinta cucharada de azúcar en la taza que le habían servido "quiero que sepas algo muy importante".
"Yo también quiero saber qué es tan importante, quisiera saber qué es lo que sucedió con ésas personas, qué es lo que sucedió con el detective Chang y qué es este lugar y a lo que se dedican ustedes".
"Eres una persona interesante... vas directo al punto. Bueno, todo lo sabrás a su tiempo" Duo hizo un movimiento a Heero, y éste se paró a su lado "por ahora, quiero que sepas la razón por la cual te pedí que vinieras aquí".
"¿Y ésa sería...?"
"Déjame explicártelo todo desde el principio" Duo se recargó en su asiento y entrecruzó sus dedos "el lugar en el que estás es el Bureau de Investigación Extrasensorial, o BIE de cariño".
