3- CABLE
Ya podía agregar una hazaña más a su haber, una marca más a sus katanas, por así decirlo. Nunca había tenido que eludir la vista de tantos policías para escapar, aunque tenía que admitir que el montón de cuerpos en el piso era un buen distractor. Ahora, viendo los primeros rayos de sol en el horizonte, enfilaba por fin de vuelta a casa, antes de que la ciudad se despertara y comenzara su actividad diaria.
Unas horas más tarde, casi empujaba a Donatello a sentarse frente al computador.
.- Si me repites una vez más qué es lo que quieres encontrar. – Dijo Don, tronándose los dedos antes de posarlos sobre el teclado, algo que Leo detestaba.
.- Información. Todo lo que la policía, o cualquier otro, tengan de este tipo.
.- El del sombrero gracioso y la katana samurai.
.- Ese mismo ¿Crees que puedas hacerlo? - Preguntó. Don sacudió la cabeza.
.- ¿Meterme en las bases de datos de la policía? ¿Es en serio? Es sumamente complejo y altamente peligroso, nadie debería siquiera intentarlo. - Leo lo miró con aflicción, no pensó que pudiera ser tan difícil, pero entonces Don sonrió.- Estaba bromeando, es pan comido, pero si dejo que ustedes piensen que es tan fácil, se malacostumbrarán.
Leo lo miró alzando una ceja.
.- ¿Ah, sí?
.- Sí, Leo, contrario a lo que seguramente debes pensar, no soy Oráculo y tú no eres Batman, no puedes esperar a que deje todo lo que estoy haciendo cada vez que necesites alguna información.
.- Estabas jugando Guitar Hero…
.- Bueno, claramente nuestras prioridades no son las mismas, aún así…
.- Por favor… Don…
Leonardo lo miró con su mejor sonrisa y Don terminó suspirando.
.- Está bien. Está casi listo…
Durante los siguientes cinco minutos, Leo sólo observó como Donatello hacía volar sus dedos sobre el teclado, con las ventanas que se abrían y cerraban en el computador reflejándose en su rostro, ocasionalmente murmurando cosas para sí mismo en un idioma que sólo él podría entender, absolutamente absorto, con una concentración que jamás mostraba durante las prácticas.
.- Ok.- Dijo al fin.- Aquí tenemos algo.- Leo se aproximó aún más a él, poniéndose tras la silla que ocupaba su hermano frente al computador. En la pantalla apareció una ficha de antecedentes.
.- Le llaman "Cable", no dice por qué... No hay fotografía, ni siquiera un retrato hablado, sólo la descripción de su vestimenta. Descripción: Mercenario internacional, sicario, se le busca por varios cargos por homicidio… Es todo un caso, hace más de cinco años que la policía trata de atraparlo. La investigación está a cargo de... déjame ver... – Donatello hizo unos cuantos clicks más y apareció ante ellos las fotografías de dos oficiales de policía. Leo reconoció enseguida a la mujer: era la misma que había intentado iluminarlo con esa linterna en el galpón hacía sólo unas cuantas horas atrás.- Detectives Alíne Meza y Daniel Mercado. Aquí hay algo extraño...
.- ¿Qué? ¿Por qué?
.- Mercado aparece reportado como caído en acción.
.- Muerto.- Murmuró Leo, Don asintió.
.- Sí, murió durante la investigación. Creen que Cable trabajaba como asesino personal de Raúl Aliaga, ya sabes, el mafioso. Eso fue lo último que averiguaron antes de que Mercado muriera. Suena bastante complejo…
.- ¿Aliaga? ¿Quién es ese?
.- Tienes que haber oído de él. Un conocido mafioso, narcotraficante. Según esto, se cree que Cable podría estar trabajando para él, pero como todo lo relacionado con Aliaga, no se ha podido comprobar nada.
Leo asintió.
.- Sí, he oído de él, hace y deshace bajo sus narices, pero no aparecen evidencias que lo incriminen… Extraño.
.- Sí. Ese es el problema. – Añadió Don sin dejar de mirar la pantalla.- Desde ese punto la investigación aparece como "Clasificada" y es guardada en el sistema bajo un código.
.- ¿Y cómo...?
.- Calma, calma, no dije que no pudiera hacerlo, sólo que va a tomar más tiempo...
.- Está bien, déjalo así. Me moveré con lo tengo hasta ahora.
Don arrugó la cara.
.- ¿De detective? ¿Tras de qué andas, hermano?
.- Aún no sé. Pero hazme un favor.- Leo esperó a que Don se volviera a mirarlo, apartando de una vez los ojos de la pantalla del computador.- Ni una palabra a Raphael.
.- Bueno, pero...- Don lo miró, preocupado.
.- Estaré bien. Te llamaré más tarde.
Leo se dirigió a la puerta dispuesto a marcharse, Don lo siguió con la vista hasta que desapareció tras ella. Entendía un poco por qué Leo prefería que Raph no se enterara de sus pasos, todo parecía indicar que se estaba buscando una nueva dosis de problemas y con todo ese asunto de la guerra de pandillas todavía fresco en la memoria, ya podía imaginarse cuál sería la reacción de Raphael. Con suerte habían salido enteros de todo eso y Raph todavía culpaba a Leo por haberlos arrastrado a esos absurdos enfrentamientos. Considerando eso, era poco probable que fuera a tomar bien el que su hermano se estuviera metiendo en más problemas.
Esperaba que no fuera ese el caso, pero si sus experiencias pasadas servían de algún precedente, no creía que fuera a ser de otra forma.
TBC
