Historia: Mía, es decir, de MeryChan 0
Disclaimer: Ninguno de los personajes es mío, pertenecen a una mujer inglesa llamada J.K.Rowling que los sacó un día de su cabecita haciendo realidad los sueños de miles de personas...
A pesar de todo...
3. Altercado
El alba empezaba a despuntar en el horizonte, manchando de azules colores los terrenos de Hogwarts, aunque nadie se había percatado de la hermosura de la escena, porqué dentro, en el castillo, los habitantes aún estaban durmiendo, cada uno en su dulce sueño, aquel que le alejaba volando de las preocupaciones del mundo, a las cuales, en pocas horas deberían enfrentarse.
Las gotas de rocío caían silenciosamente de las hojas de los árboles del Bosque Prohibido y las sirenas del fondo del lago cantaban sus estridentes canciones, que solo escuchaba el calamar gigante. Aragog, la araña gigante seguía vigilando a sus descendientes, aquellos que algunos años antes, habían atacado a dos chicos de la escuela, sin provocar nada más lejos, que un par de cortes y un trauma, aún mayor del que ya tenía, a uno de los muchachos. De eso hacía ya largo tiempo y para los chicos, parecía una eternidad.
Uno de los antes nombrados, se hallaba durmiendo en una cama que no era suya, en una habitación lejos de su casa; en la que se encontraba durmiendo su ex compañero de aventuras.
Empezó a despertar de su letargo. Abrió lentamente los ojos para poco después, volverlos a cerrar, pues un molesto rayo de sol que iluminaba su rostro al completo se le filtraba por los ojos, haciéndole perder el mundo de vista.
Se incorporó, tapándose el rostro con una mano y, aún desde la cama, miró la habitación en la que se encontraba.
Dos sofás, una sola cama, una mesita de café, una chimenea... y una ventana de la cual no se había percatado la noche anterior.
Intentó recordar qué hacía allí, pero parecía como si su cerebro lo hubiese enterrado todo en un sueño, pues solo recordaba algunas cosas...
Una huida, encontrarse en un pasillo que no recordaba, la puerta caoba y la habitación...
.-¡Claro! Estuve huyendo de Harry, cuando lo de la Torre de Astronomía – exclamó al recordarlo, haciéndosele un nudo en el estómago al recordar la pelea bajo la lluvia en la zona más alta de la escuela.
Sacudió la cabeza y se puso en pie, tambaleándose ligeramente por un súbito temblor que le había atacado las piernas.
Se dirigió al sofá, donde había dejado la ropa y la cogió entre sus brazos. Pensó que le iría bien tener un espejo para mirarse una vez vestido y en frente de él apareció uno, de esos de cuerpo entero, con el marco de oro fino y brillante... como el pelo de Malfoy.
Se vistió frente a él, lentamente, observando sus gestos torpes al estar aún medio dormido, pasándose el pantalón por las piernas, tropezándose y teniendo que aguantar el equilibrio para no caerse de cabeza y riendo su torpeza... si Harry se encontrara allí, seguro estaría riéndose de su amigo. Se puso la camisa, pasándola por sus brazos y abotonándola, como siempre, los tres primeros botones desabrochados y la corbata suelta, solo pasada por el cuello, sin anudarla, eso lo había aprendido de Harry, quien siempre le insistía que así se veía aún más atractivo y, finalmente, se puso la capa sobre los hombros, aquella capa con ribetes rojos, como sus cabellos, el color de su casa, de la cual, tan orgulloso se sentía algunos años antes, cuando, gracias a él, entre otras cosas, había ganado la copa de la casa.
.-No sé si merezco esto... – susurró con gran pesar, al ponerse la placa de prefecto al lado izquierdo de la camisa, junto al corazón. – no soy capaz de hacer que los de mi propia casa se sientan bien...
Pensó que tal vez ya era la hora de bajar a desayunar así que recogió su juego de ajedrez mágico y cogió la varita de sobre la mesilla de noche. Se dirigió a la puerta de caoba, cerrada y, sin mirar atrás, la abrió y salió por ella. Tomó el pasillo y, dejándose llevar por sus pies, se encontró en el vestíbulo de entrada, frente al Gran Comedor.
Era la primera noche que había pasado en Gryffindor después de mucho tiempo y apenas había podido descansar. Durante toda la noche, un gran sentimiento de culpa le aprisionó en los doseles de su cama y cuando el primer rayo de sol iluminó la habitación con el color pálido del alba, pensó que sería mejor ir despertando de su trance e ir a hablar con su amante, al que la noche anterior había dejado solo en la sala común de Slytherin.
Abrió los doseles, se deshizo del abrazo de las sabanas y puso sus pies descalzos sobre el frío suelo de piedra del dormitorio de los chicos de sexto grado. Cogió las gafas de la mesilla de noche y se las puso, recobrando completamente la visión, borrosa unos instantes antes
.-¿Ya despertaste? – preguntó la voz de Neville desde su cama, aún con los doseles cerrados.
.-Sí... y por lo que veo tu también. – contestó Harry.
.-¿No estuviste con Draco? - quiso saber el chico de la cama de doseles cerrados que empezaban a abrirse para darle paso.
.-No... es que tuve mucha faena y para cuando tuve tiempo de ir a verlo ya era muy tarde... – explicó el de ojos verdes.
.-Ron no ha dormido aquí – dijo Neville, ya fuera de la cama señalando la propiedad de Ron.
.-Lo sé, ya me di cuenta... a lo mejor tenía ronda – dijo Harry quitándole importancia.
.-Lo dudo, ayer le tocaba a Hermione - explicó el chico.
.-Pues no se donde está... ni me importa – dijo el chico, también para convencerse a sí miso de que así era. /Claro que te importa/. – Oye... ¿vamos a desayunar?
.-Harry... vamos en pijama, mejor bajamos cuando nos hayamos vestido ¿Si?
Harry se miró de arriba a bajo ¿Cuándo se había puesto el pijama? No lo recordaba pero estaba seguro que se lo había puesto la noche antes, al llegar empapado a la Torre de Gryffindor.
Se vistieron, sin prestarse mucha atención el uno al otro. Harry se quitó lentamente el pijama, dejándolo caer al suelo para acabar doblándolo y poniéndolo bajo la almohada, al lado de la carta de la noche anterior.
Abrió el baúl y sacó de dentro el uniforme de Gryffindor. Se puso la camisa, ésta vez abrochando todos los botones para poder colocarse bien la corbata sobre ésta, seguidamente se puso los pantalones suavemente, sin prisa y, una vez en las caderas, se los abrochó, finalmente, se puso los zapatos sobre los calcetines grises.
Se dirigió nuevamente al baúl y cogió del interior un peine de madera para intentar, inútilmente, peinarse un poco.
.-¿Qué haces Harry¡No te peines! Te ves mejor con el pelo desordenado, como siempre – dijo Neville, que ya se había vestido, también con el uniforme de Gryffindor, pero con los botones mal abrochados.
.-Neville... ¿Te has visto los botones de la camisa? Anda, ven un momento – el chico se acercó a Harry, que le desabrochó la corbata y la camisa para abotonársela bien y, finalmente, anudar correctamente la corbata. – Mejor ahora.
.-Gracias – dijo Neville ruborizado - ¿Vamos a desayunar?
.-Venga.
Salieron de la habitación, hablando sobre las clases que tendrían ése día, pensando que a lo mejor la profesora Trelawney ya se había cansado de predecirle la muerte a Harry y, con la esperanza, por parte de Neville, de que Snape no fuera tan duro como el año pasado.
.-¡Harry! – le gritó una voz femenina desde la otra punta de la Sala Común, cuando acababa de poner el pie en ella. – ¡Espera un momento!
La chica de ojos café corrió hacia él, recobrando aire, venía de alguna parte y estaba muy nerviosa.
.-¿Has visto a Ron? – preguntó.
.-¿A Weasley¿Qué te hace pensar que lo he visto? – preguntó enojado el chico.
.-Pues que eres un chico y que a lo mejor está en la habitación de sexto... – explicó la chica.
.-No está arriba, Hermione – dijo Neville.
.-¿Y dónde lo encuentro yo ahora? – se preguntó la chica - ¿Alguna idea?
.-¿En el Gran Comedor? Es la hora de desayunar así que, si no quieres nada más, nos vamos – dijo Harry, despectivamente - ¿Neville?
.-Adiós Hermione – se despidió Neville.
Ambos se pusieron a caminar nuevamente, en dirección al Gran Comedor, uno nervioso y el otro triste, los dos enamorados, de dos personas a las que acababan de esquivar.
Desde la noche anterior que no veía a su amante, se había ido dejándolo solo, en la Sala Común de su residencia, maldiciendo hasta el último cabello fuego del joven Weasley, llorando por haberlo perdido en un mar de salados sentimientos y sintiendo el mundo sobre él, con todo su dolor y todo su peso.
Ya vestido, colores verde y plata en su atuendo de Slytherin, bajó a la Sala Común, donde le estaban esperando dos chicos, también dichos guardaespaldas del joven chico; Crabbe y Goyle.
.-Apresúrate Malfoy, tenemos hambre – gruñó uno de los chico-gorila desde el centro de la estancia al chico de los ojos plata.
.-Siempre tenéis hambre – replicó el rubio, sin aligerar el paso.
.-Si te das prisa, a lo mejor encontramos a Harry aunque vaya a distintas clases que nosotros.
Ése comentario si que provocó en el chico de ojos plata, un cambio en la forma de andar, aligeró el paso lo más posible, pasando de largo a los dos chicos que lo estaban esperando y dirigiéndose a la puerta a la velocidad del rayo.
.-Mortífagos - susurró al tiempo que la puerta se abrió para dejarle paso.
Corrió por las mazmorras, pasando por largos pasillos rectos, por pasadizos oscuros y sin antorchas que los iluminaran y por pasillos amplios e iluminados, hasta localizar la escalera que subía a los pisos superiores y al vestíbulo. Se paró a los pies de ésta, esperando a los dos chicos-gorila que había dejado atrás al ponerse a correr.
.-Crabbe, Goyle ¿A qué esperáis¿A que llueva? – gritó a sus compañeros, que le seguían tan rápido como sus voluminosos cuerpos les permitían.
.-Cuando quiere mira que prisa se da – susurró Goyle a Crabbe, haciendo que el segundo soltara una riota que pareció el gruñido de un cerdo gigante.
.-Vaaaaaaaa – les gritó crispado.
Los chicos llegaron donde se encontraba él y los tres juntos, empezaron a subir las escaleras, lentamente, sabiendo que ya casi estaban en el vestíbulo y, viendo de lejos, la puerta del Gran Comedor.
Ron estaba entrando en el vestíbulo por un pasillo de la derecha de éste y, justo delante de él, vio a tres Slytherin muy conocidos y muy odiados; Malfoy, Crabbe y Goyle.
A su tiempo, Harry entraba al vestíbulo bajando por las escaleras y encontrándose con Draco a la izquierda y Ron a la derecha, mirándose con odio, con las varitas en la mano, preparados para atacarse en cualquier momento.
El primero en atacar fue el Slytherin.
.-¡Rictusempra! – gritó, apuntando a Ron.
El rayo de luz plateada dio en el estómago de Ron que se arqueo, con las manos en él, riendo como un loco; le había lanzado el Sortilegio de las Cosquillas.
.-¡Tarantallegra! – exclamó Ron como pudo, tocando las piernas de Draco, que empezaron a moverse como si bailaran claque.
.-¡Reducto! –aulló, intentando parar el movimiento de sus piernas.
El hechizo le dio en el brazo a Ron, que casi cayó al suelo por la fuerza con la que había impactado. Se sostuvo un momento el brazo con la mano derecha y miró a Malfoy, preparando nuevamente la varita.
.-¡Animo linqui! –vociferó el pelirrojo con los ojos llenos de rábia.
Malfoy cayó al suelo, aturdido y con un gran dolor en el pecho, justo donde Ron le había tocado.
Harry bajó corriendo las escaleras, poniéndose en medio de los dos chicos que por la violencia de sus maleficios, parecía que quisieran destruirse.
.-¡Expulsiarmus! - gritó el chico de ojos verdes- ¿Qué hacéis¿Os habéis vuelto locos? – y al ver los efectos de los maleficios añadió - ¡Finite Incantatem! - paralizando de inmediato las risas de Ron y las piernas de Draco que estaba recostado en el suelo.
Se agachó, para coger las varitas de los dos muchachos, el de ojos azules de pie, mirándolo aún con rabia y con una enorme herida en el brazo que el sangraba abundantemente manchando de escarlata la camisa blanca que llevaba puesta y dejando un pequeño charco de sangre en el suelo del vestíbulo y el de ojos plata tumbado en el suelo, casi inconsciente por el hechizo aturdidor que le había lanzado Ron, justo en el pecho.
.-Animo restituo – dijo apuntando con la varita a Malfoy, que se puso de pie con las manos en el pecho, soportando el gran dolor dentro de si.
.-¿Se puede saber que os ha pasado! – gritó Harry - ¿A qué ha venido eso?
.-No te importa – soltó Ron furioso.
.-Cállate Weasley – dijo Malfoy – si no es por él, te mato.
.-Vigila no vaya a ser yo quien te mate a ti – gritó Hermione, que estaba detrás de Ron sin que nadie se hubiera percatado de su presencia hasta que había hablado.
.-¿Hermione? –se extrañó Harry al verla hablar en ese tono.
.-Harry... – dijo Hermione cortésmente en forma de saludo.
.-¿A qué viene eso Sangre Sucia? – preguntó Malfoy arrogantemente.
.-¡Estoy harta de ti maldito hijo de...!
.-¡Silentio! – la hechizó Cho, que acababa de llegar a la escena. – ¡Ni se te ocurra meterte con Malfoy!
.-¿Cho? – dijo Neville, perdido.
.-¿A que viene esto? – preguntó Ron indignado - ¿Qué pasa Malfoy, no eres capaz de defenderte tu solito?
.-Cállate Weasley, a ti también te tiene que defender la Sangre Sucia – replicó Malfoy.
Harry se acercó lentamente a Hermione, toda la gente que se encontraba en el vestíbulo estaba en silencio, con los sentidos suspendidos en el aire, esperando a ver qué le haría el joven Potter a la chica más inteligente de la escuela, que intentaba hablar pero no le salía la voz y solo gesticulaba. Harry le acercó la varita al cuello, hasta el punto de que la punta tocó su suave piel.
.-Finite Incantatem – susurró, dejando a toda la gente del vestíbulo con la boca abierta.
.-¿Se puede saber qué haces Potter? – preguntó Cho, sorprendida por lo que había hecho su amigo – se estaba metiendo con Draco...
.-¿Quién empezó¿A caso lo viste Cho? – pregunto Harry, conocedor de la respuesta.
.-No... – dijo ruborizada
.-Yo si estaba... ¿Hermione? – preguntó dirigiéndose a la chica de Gryffindor.
.-Tampoco, pero...
.-¿Pero qué? – quiso saber Harry.
.-Os habéis puesto todos a favor de Draco, Ron es uno solo y es mi mejor amigo, no se si comprendes el significado de el término: MEJOR AMIGO; es alguien a quién nunca le vas a fallar, ni le vas a hacer daño, alguien a quién quieres, tu familia, tu confidente. – dijo la chica frenética, alzando su voz por encima de los balbuceos.
Silencio.
.-Vamos Hermione – dijo Ron, rompiendo la tensión.
Cogió a la chica por la cintura y la encaminó al Gran Comedor, arrastrando los pies y caminando poco a poco.
.-Hermione, Ron... – gritó Harry.
Los aludidos viraron hacia él.
.-¿Qué? – preguntó Ron extrañado de que en vez de llamarlo Weasley le llamara Ron.
.-Mejor no os metáis en más problemas... no os conviene – dijo el chico fríamente. /Por un momento me hubiese unido a ellos, tan amigos, tan perfectos... así éramos/.
.-Entonces, confiemos en que El-niño-que-vivió esté siempre cerca para sacarnos las castañas del fuego – dijo Hermione aún más frívola.
Les dieron la espalda a Harry y sus amigos y se dirigieron al Gran Comedor. De repente, una luz roja manchó de escarlata el vestíbulo, alguien había lanzado un hechizo.
.-¡Impedimenta! – había gritado Harry, apuntando a Cho.
Al parecer, la chica había querido aturdir a Hermione, pero Harry lo había impedido, haciéndole volar la varita y dejándola tumbada en el suelo.
.-¡Ni se te ocurra Cho! Ni se te ocurra tocarlos por la espalda... – vociferó Harry.
El chico de ojos verdes se acercó a Ron y a Hermione, que lo miraban con la boca abierta del todo. Harry le cogió la mano a Ron y le puso la varita que le había hecho volar pocos minutos antes.
.-Será mejor que vayas a la enfermería a curarte ése brazo... – susurró Harry, examinando el brazo izquierdo de Ron.
.-Si, si – dijo Ron, sin creer que Harry le estuviera hablando con preocupación.
.-¿Harry? – dijo Hermione extrañada - ¿Qué pasa?
.-Lo siento chicos... pero... no puedo – se giró hacia sus nuevos amigos y se encaminó con ellos al Gran Comedor.
La gente les abrió paso. Mientras los dos mejores amigos que quedaban ahora en Hogwarts iban en dirección contraria al Gran Comedor, esperando que, en la enfermería, Madame Pomfrey le pudiera curar el brazo a Ron.
Tan solo eran las doce de la mañana pero el día en la escuela de Magia y Hechicería Hogwarts se mostraba gris y oscuro para seis personas. Seis chicos que se habían enfrentado pocos momentos antes, delante de toda la escuela en peso, dejando atrás sus sentimientos, luchando para no derrumbarse, muriendo por orgullo.
Un chico de ojos azules estaba sentado en una cama de la enfermería mientras Madame Pomfrey le curaba una herida muy profunda que tenía en el brazo, como siempre, sin preguntar como se la había hecho, pero sabiendo la razón.
.-Bueno muchacho, repose diez minutos aquí y ya puede ir a clase... – dijo a Ron, y, dirigiéndose a Hermione añadió– Señorita, quédese aquí con él y después se van juntos, ya se lo he comunicado al profesor Flitwick.
.-De acuerdo, gracias por todo – agradeció Hermione.
.-Madame Pomfrey hizo un gesto como diciendo "Es mi trabajo" y se fue, dejándolos solos en la enfermería.
.-¿Qué ha pasado Ron? – preguntó la chica.
.-Ya lo viste... – dijo Ron.
.-Yo no vi como empezó, así que, explícamelo – dijo Hermione.
.-Nada... La verdad, ni yo mismo recuerdo qué ha pasado... Yo iba al Gran Comedor a desayunar y me he encontrado de frente a Malfoy, me a mirado con sonrisa burlona y me ha dicho algo de Harry, algo de que son muy felices los dos juntos y me ha dado rabia, he sacado la varita y él también, le he dicho que era un... un... bueno no lo recuerdo, y me ha echado un maleficio de esos. Después ha llegado Harry y nos ha parado, eso ya lo has visto y a partir de ahí, ya conoces la historia – explicó el pelirrojo.
.-Ron... no puedes estar siempre peleándote con Malfoy y los suyos... Nos superan en número... Ya has visto lo que me ha hecho Cho, me ha dejado sin voz, y yo sin voz no se lanzar hechizos, además, siendo tantos, nos pueden atacar desde muchas direcciones y en eso debo darle la razón a Harry, no nos conviene buscarnos problemas con ellos... – dijo la chica muy preocupada.
.-¿Y qué sugieres¿Te gustaría que alguien a quién odias y que, además, está con quién amas ostentara ante ti de estar con ése alguien mientras tu solo puedes soñar amarlo? – dijo Ron, exasperado y conteniéndose las lágrimas – Mira, Hermione, se que suena muy melodramático pero yo amo a Harry, lo sabes tu y lo sospecha media escuela...
.-Yo solo te estoy pidiendo que te controles Ron, no voy a estar todo el día pegada a ti para sacarte de todos los problemas en los que tu solito te metes, yo te quiero, y eres mi mejor amigo, pero no puedo estar todo el día salvándote, tengo que hacer también mis cosas.
.-Nadie te ha pedido ayuda, Hermione. Me las se arreglar solito y... ¡Mejor de lo que piensas! – gritó Ron.
.-Oh si... te las arreglas muy bien a la hora de meterte en problemas pero tiene que venir Harry a solucionártelos ¿Verdad? – gritó Hermione - ¿Sabes qué, Señor me-las-se-arreglar-solo? Creo que primero tienes que aprender a superar las cosas y a dejar de hundirte en estúpidas depresiones por culpa de Harry. ¿Crees que nadie te vio anoche, cuando saliste corriendo de la Torre de Astronomía donde os habíais encontrado casualmente con Harry? No me quise meter pero lo vi todo... ¡Ron, olvídale de una vez...!
.-¡Se nota que no estas enamorada de nadie! -gritó Ron – de hecho... ¡Nadie te querría a ti, por insoportable listilla!
Hermione miró a Ron, con los ojos café heridos, lágrimas bajando por sus mejillas rosadas, los labios temblando intentando capturar dentro de ellos un grito de dolor. Tomó aire, intentando calmar los latidos de su corazón.
.-Yo... Hermione... Lo siento... No quería decir eso... Yo solo... Yo solo quiero que vuelva... – se disculpaba Ron, que se había dado cuenta del dolor que habían causado sus palabras en el frágil corazón de su amiga.
.-Yo también quiero que volvamos a ser los tres pero no puede ser, no por el momento... y no me dedico a decirte esas cosas que me dices a mí... Mira, yo he crecido sin amigos... ¿Pero tu¡Por favor Ron¿Se puede saber que ibas a hacer tu solo, sin Harry y sin mí? – preguntó la chica, llorando.
.-Hermione, eres la chica más importante para mí, no me dejes por favor, olvida lo que te he dicho... Te quiero mucho... ¿Qué haría yo sin ti? – dijo Ron, también llorando.
.-Olvida también tu lo de Harry... siento habértelo dicho pero es que parece que en esta vida yo no te importe en absoluto, es como si para ti todo empezara y acabara en Harry...
.-Y así, es – dijo Ron.
El corazón de la chica se quebró.
.-Pero justo en el principio y el final de mi vida estás tu, junto a él, te quiero muchísimo Hermione y no podría vivir sin ti, sin tu apoyo, sin que estuvieras a mi lado. – dijo el chico sinceramente, acariciándole las mejillas a Hermione y secándole las lágrimas.
.-Será mejor que vayamos a clase... – dijo Hermione, apartando las manos de Ron de su cara, creyendo que si seguían allí mucho rato más, no podría evitar decirle lo que sentía.
.-Sí...
Se pusieron los dos en pie, caminando uno junto al otro, cogiéndose de la mano en forma de reconciliación, de perdón por las palabras antes dichas sin ser reflexionada.
/La duda es uno de los nombres de la inteligencia, cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa.../.
Hacía poco más de dos horas que había evitado que Ron y Draco se destruyeran en una pelea de magia en la que, sin duda, el "premio" era él. Se habían peleado, según había dicho Draco, porqué Ron le había dicho que Harry solo era un Casanova y que no lo amaba.
Harry dudaba que realmente Ron hubiese dicho eso, de acuerdo que tenía motivos para hacerlo pero... ¿Para que? Es decir, Ron jamás diría una cosa así de él y menos a Malfoy... El chico de ojos verdes estaba muy desconcertado, no podía ser ese el motivo de su pelea... además, Harry había visto como el primero en hablar había sido Draco y que Ron solamente le había contestado.
Estaba sentado en la mesa del fondo de todo de la mazmorra, tenía clase de pociones con Snape y no quería que le bajara puntos a Gryffindor por culpa de sus estropicios en la poción de aquella mañana; la poción de la muerte en vida, el objetivo de ésta era que, cuando una persona la tomaba, todo el mundo lo creía muerto de no ser porqué solo estaba sumido en un profundo letargo.
Ron y Hermione estaban sentados en la mesa de su derecha. La chica, reprobando la manera de mezclar la poción que tenía Ron y el chico de ojos azules, desesperado por la paliza verbal que le estaba dando la chica. Harry rió, recordando que justo el año anterior, él también recibía las broncas de Hermione.
.-Ayyy chicos... como os hecho de menos... ¿Porqué fui tan estúpido? - se preguntó con melancolía el joven Potter.
Porque no tenías suficiente con ellos... Tu querías más.
.-Yo les quiero mucho aún, a los dos, hoy se ha notado demasiado... Pero es que no me puedo sacar nuestra amistad de la cabeza... ¡Como les quiero!
Vuelve con ellos.
.-No puedo... no puedo dejar a mis nuevos amigos, además, Ron y Hermione no me quieren entre ellos, se las arreglan muy bien solos, no creo que me echen de menos...
Sí te echan de menos, erais los mejores amigos de Hogwarts... ¡Los nuevos Merodeadores!
.-Potter... ¿Se puede saber qué está haciendo? – preguntó una voz detrás de él.
.-¿No lo ve? – contestó arrogantemente el chico – la poción que nos ha mandado hacer.
.-La poción, teóricamente, tiene que ser de color azul metálico y la suya es de color limón... ¿Se puede saber en qué está pensando?
.-En nada que a usted le importe... profesor – contestó el chico, mirando a Snape de arriba abajo con aires de superioridad.
.-De acuerdo, 15 puntos menos para Gryffindor... y... esta noche, queda recluido en las mazmorras. Vamos a ver... ¿Quién es el prefecto encargado ésta noche...¡Ah, sí! Weasley... pues quiero verlos aquí, a las nueve de la noche, después de la cena. – y añadió para Ron – Weasley, vaya pensando un castigo para Potter – y dirigiéndose a toda la clase – ¿Se puede saber qué están haciendo¡Vuelvan a su tarea!
Se fue con aires de suficiencia al centro de la clase, para seguir regañando a los alumnos de Gryffindor que se equivocaban.
¡Perfecto! Snape lo había castigado y, para colmo, el castigo lo debía cumplir con Ron que además, era el que se lo debía poner...
.-¡Te has lucido Harry! Esta vez si que no te salvas de Ron... ¡Oh.. Dios¿Por qué me habré distraído?
Vuelves a estar distraído.
Intentó concentrarse en los ingredientes de la poción; un cuarto de polvo de hada, un colmillo de licántropo, ojo de tritón mezclado con una escama de Ridgeback Noruego...
.-Norberto... ¡Que bien estábamos entonces, los tres juntos...!
¡Tierra a Harry¡Tierra a Harry! Escucha lo que está diciendo Ron.
.-Hermione... ¿Pero como voy a castigarlo¡Snape lo ha hecho a posta! – gritaba el pelirrojo.
.-¿Le pasa algo Weasley? – preguntó Snape que sin duda lo había oído.
.-No... – dijo Ron avergonzado.
.-Vamos a ver... 10 puntos menos para Gryffindor por gritar en la clase.
Ron iba a replicar pero Hermione le pellizcó y se llevó el dedo a los labios en señal de silencio.
.-Mejor hablamos más bajo ¿Ok? – dijo la chica – No se como puedes castigarle... ¿Recuerdas alguna cosa que no le gustara de cuando íbamos juntos?
.-¡Vamos Hermione! No voy a castigarle con algo que no le guste... después de todo, era nuestro amigo, nuestro mejor amigo... – dijo irritado el pelirrojo.
.-Pero no se lo puedes poner fácil o te las vas a cargar con Snape... – razonó Hermione.
.-Y si le pongo una redacción o algo así... es decir... un antes / después o cosas así... no será más duro que pasarse la noche limpiando los orinales de la enfermería – dijo el chico con una mueca, recordando que un año lo castigaron a hacer precisamente esa labor.
.-Bueno... no está mal...
.-Potter¿Qué pasa ahora¿No le parece interesante la poción¿Quiere que se la haga tomar? 15 puntos menos para Gryffindor y... se va a quedar toda la semana recluido. – viró a Ron – Weasley, cada día de esta semana a las nueve aquí, para controlar a Potter con su castigo... y... 10 puntos menos para Gryffindor, 5 suyos y 5 de Granger, por no callarse.
El profesor de nuevo lo había visto distraído y se le había acercado sin que Harry se percatara, el chico hubiese querido replicar pero se lo pensó antes de que el profesor le descontara más puntos... en una mañana ya habían perdido 50 puntos.
Sonó la campana que indicaba el fin de las clases de la mañana, los alumnos de Gryffindor salieron corriendo de la mazmorra, suplicando no perder más puntos ése día, en poco rato habían pasado de ser los primeros de la clasificación a ser de los últimos.
.-Me han castigado – explicaba Harry a sus amigos en el Gran Comedor a la hora de la cena.
.-¡Que qué? – se oyó por todo el Gran Comedor.
Ya había transcurrido toda la tarde, sin incidentes más allá del desmayo de Neville en la clase de Hagrid que, esa tarde, les había explicado algo acerca de los dragones y había traído un ejemplar de Zonko's que parecía real.
.-¿Quién te a castigado? – quiso saber Draco.
.-Snape – contestó Neville, quién también se encontraba, ya recuperado, junto a ellos.
.-¿Severus? – se sorprendió Draco - ¿Y qué debes hacer?
.-No sé... me lo tiene que decir hoy Ron... – dijo Harry, pensando en el castigo que le iba a poner su ex mejor amigo.
.-¿Weasley¿Ratón Pobretón te va a castigar? – se puso a reír – por favor Harry no me hagas reír... ¿Cómo te va a castigar Weasley?
.-Pues porque es perfecto y a Snape le ha salido de sus horribles narices que sea el supervisor de mi castigo y el que me lo imponga – dijo Harry, abatido.
.-¿Tienes alguna idea de cómo te va a castigar? - quiso saber Cho.
.-Ni idea... – contestó Harry.
.-No creo que sea muy duro... ya conoces a Ron... – dijo Neville en tono tranquilizador.
.-Y si nos necesitas... ¡Ya sabes! Levanta la mano derecha y lanza estrellitas plateadas, en seguida estaremos a tu lado para hacer que Weasley se entere de quien somos – dijo Cho dando un golpe en la mesa.
.-No creo que os vaya a necesitar pero gracias de todas maneras – dijo Harry.
.-¿Cómo que no? – exclamó Cho - si se pasa un poco de la ralla, ni que sea con la punta del dedo gordo del pie derecho... ¡Le hago trizas!
.-La idea de las estrellas es un poco cursi... – susurró Neville, sin que la inventora de la llamada de socorro, Cho, le escuchara.
.-Pero Harry... ¿Por qué te han castigado? – quiso saber Draco.
.-Por estar distraído... y porqué la poción en vez de azul era color limón... – dijo Harry, quitándole importancia.
.-El color estaba bien – rió Neville – era así como un poco fluorescente e iluminaba toda la mazmorra... Y la cara de Snape era horrible, entre el rojo de la ira y el amarillo de la poción...era un buen cuadro...jajaja
.-Lo imagino... – dijo Cho, riendo por debajo de la nariz al imaginarse la escena.
.-Pero Harry... creo que lo que más le ha molestado es la manera en que le has contestado... pobre hombre... ¡Ése profesor hará historia! - reía aún Neville.
.-Es que me estaba poniendo nervioso con su mirada inquisidora, a ver... ¿Y a él qué le importa lo que yo esté pensando? – se justificaba Harry.
.-Pero... ¿En qué estabas pensando muchacho? – preguntó Cho con curiosidad.
.-En Quidditch, en como van a quedar los nuevos equipos después de lo que pasó el año pasado... Por que, por ejemplo, para que yo pueda volver a jugar en Gryffindor tendrán que echar a Ginny o cambiarla de posición... como ahora Angelina, Alicia y Katie ya no están en el equipo... pues sería lo más probable... – se apresuró a decir Harry antes de que la chica indagara más.
.-¡Me encanta competir contigo! Eres un buen buscador... ¡Pero no tanto como yo! – exclamó la chica eufórica.
.-¡Y ninguno de los dos se puede comparar a mí! – gritó Draco, orgulloso de sí mismo.
.-Gracias a mi Gryffindor ganó la Copa de Quidditch en tercero... ¡Y éste año volverá a ser para mi equipo!
.-Ni lo sueñes... éste es mi último año y... ¡la Copa va a ser para Ravenclaw! – vociferó Cho, haciendo que unos chicos de primero de Huflepuff se asustaran al verla tan emocionada.
.-A ver... olvidamos que aquí el mejor soy yo. Así de simple; Draco Malfoy va a ganar la Copa de Quidditch para Slytherin. – dijo Malfoy, entusiasmado con la conversación.
.-¿Nadie defiende a Huflepuff? – preguntó Harry, extrañado de que Justin no estuviera gritando entre ellos que los mejores, sin duda, eran ellos.
.-Parece que hoy no hay seguidores amarillos cerca... – dijo Malfoy.
.-¿Se hecha de menos el entusiasmo Huflepuff en la mesa verdad? – comentó Harry, echando de menos a su amigo.
.-Si... Como se nota que no está Justin... – suspiró Cho.
.-Por cierto...¿Dónde está? – preguntó Neville distraído, buscando al chico por algún rincón del Gran Comedor.
.-No lo busques aquí... Está con Hannah, es que tenían un trabajo de herbología... – contestó Cho, que siempre estaba enterada de todo.
.-¿De herbología¿Sobre que planta en especial? – se interesó Neville.
.-Sobre la Tentácula Venenosa, ya sabes, la reproducción, los descendientes... algo complementario a lo que hicisteis el año pasado... – explicó Cho.
.-¿Sabes qué¡En ese trabajo saqué un diez! Se me da muy bien herbología– dijo Neville, muy orgulloso de sí mismo.
.-¿Ah si¡A mi también me encanta! Y no se me da del todo mal... – comentó Cho - Explícame alguna cosa sobre la Tentácula de la escuela, por si acaso éste año nos pregunta algo más... – pidió la chica.
Neville y Cho se pusieron a hablar de herbología, la asignatura que mejor se le daba al chico. Mientras, Harry y Draco entablaron una conversación a media voz, apartándose un poco de sus amigos.
.-Harry... ¿Quieres que me auto-castigue contigo? – preguntó Draco en un murmullo casi inaudible.
.-¡No¿Por qué ibas a hacer una tontería así? – se sorprendió Harry.
.-Para que no estuvieras solo con Ron... para estar contigo... – explicó el chico de ojos plata. – Además, que te castigue solo por estar distraído... ¡Lo encuentro excesivo!
.-El año pasado te hubiera parecido poco... – rió Harry.
.-Lo sé pero... todo el mundo se distrae... Me vengo contigo ¿vale?
.-No, no vale. Soy mayorcito para cargar con mis culpas, distracción o no, normal o no, ha sido mi culpa y tengo que cargar yo solo con las consecuencias de mis actos. – acercó su cara a la del Slytherin y le besó suavemente la frente en acción de agradecimiento. – Gracias de todas formas.
.-Si te toca un solo pelo... – dijo celoso Draco.
Harry rió ante los celos de Draco.
.-¿Qué te hace tanta gracia? – preguntó indignado por las risitas de su amante.
.-Celoso...
.-¿Yo¿Celoso¿Qué te lo hace pensar?
.-Tus ojos, tu voz y la expresión de tu cara... – dijo Harry, mostrándole lo bien que lo conocía.
.-No estoy celoso... – intentó desmentir Draco. /Soy un Malfoy... No puedo tener celos de alguien inferior/.
.-Pues así no te importará que me vaya con él... – dijo Harry con malicia.
.-¡No! – vociferó Draco, haciendo que todas las personas de la mesa viraran hacia él, que sonrió avergonzado e hizo un gesto para que todo el mundo volviera a sus conversaciones.
.-¿Lo ves? – dijo Harry satisfecho.
.-No son celos... Es solo que... Él va a estar todas las noches de la semana contigo... –dijo finalmente.
.-No te olvidaré ninguna de ellas... No te preocupes – dijo Harry, tranquilizándole. /A no ser que Ron se comporte demasiado bien conmigo o se vea aún más hermoso de lo que es... Entonces... No me hago responsable de mis actos/.
Continuará...
La li ho!
Después de ésta pelea me he desahogado un montón... UoUoUoUo... Esto se está poniendo interesante... ¿Cómo le va a castigar? Jujuju... ni yo misma lo sé... Pero va a ser malo... jajaja (risa malvada de la Bruja del Mar "La Sirenita"). La verdad (poniéndome un poco seria U¬¬). Es que de los capítulos que llevo escritos hasta el momento, este es mi favorito... ¡Me encanta ver como se pelean¿Y a vosotros? Dejad comentarios por favor!
Ah… por cierto, quiero añadir un comentario de última hora... xD! Hará un par de horitas, he vuelto del Tibidabo (un parque de atracciones de Barcelona), he estado con unas chicas estupendas, todas íbamos vestidas con el uniforme de Hogwarts... Bueno... imaginadlo... xD! Así k, para ésas maravillosas amigas a las que he conocido hoy, personalmente (Aura686, A-Ko, Kaika, Wonderland y Ele) pues para ellas va dedicado éste capítulo, lo lean o no, es para ellas, porque me han hecho pasar un día inmejorable! (9/4/2005)
MeryChan
5/2/2005
Ódiame porque así me daré cuenta de que algún día me amaste o me amarás, porque del odio nace el amor y del amor nace el odio.
