Irma Lair.- Yo también espero que no se acabe tan mal –ja ja ja- yo también les he tomado mucho cariño, quisiera que este fic no teminara, pero asi es la vida de cruel-¡este cap no es el final, no se preste a malas interpretaciones- n n -
Yumiro.- Pues mi cerebro también había estado reseco últimamente, y luego me enoje con mi querido Inuchan (ya hace tiempecillo) pero me apachurro y no sabia que escribir T-T pero bueno ahorita ya estamos juntitos otra vez n n –ja j aja j ja- llegó la inspiración de nuevo.
Itzi.- Me encanta la maldad –ja ja ja – n un espero que no me mandes un mail bomba por dejar este capitulo como lo deje .
Chibi Haru Sama.- Suertudota que es Izayoi. Que envidia me da -suspiro- ya quiero que nasca Inu n n
The no Body Girl.- Gracias por el review, me hacen tan feliz T-T
Aki Chan.- Perdón por demorar tanto de nuevo, pero la escuela me trae loca, mugrosa universidad –buaaaaaaa—gracias por tu review espero que te guste este capitulo.
Kaissa.- Esta bien te perdono porque no me dejaste review en el otro capitulo, espero leer uno en este. Estoy nerviosa por la publicación de este capitulo, el final se acerca.
Pili-chan.- Me hiciste tener pesadillas con eso de clava como Luis Miguel – ja ja ja – espero que te haya ido muy bien en tu examen –ya cuando XD- suerte en los que siguen. PD ¿Cuándo piensas actualizar? Ja ja ja
EliYasha!.- Betty! Amiga espero que podamos platicar pronto, que bueno que te gusto el capitulo anterior, espero tu comentario sobre este.
Lady Sesshomaru.- Angie –Sama! Espero que te la estes pasando muy bien en tus vacaciones-que envidia- cuando lei tu review me emocione, nunca me habias dejado uno-siempre me lo decias por mail- que bueno que te gusto, espero que este capitulo te agrade!
Kagome-anti-Kikyo.- Amigocha! Ya vi que actualizaste ja ja ja MUUUY buen capitulo, gracias por tus reviews y ojalá te guste este capitulo, estoy nerviosa.
Ahora si el capitulo.
Espero sus comentarios!
InuYasha es propiedad de Rumiko Takahashi y de varias personas mas, este fic esta escrito sin fines de lucro.
Estando Juntos
Salimos de la habitación, no podía dejar de llorar, me dolía no despedirme de mis padres, como los iba a extrañar.
-¿Estas segura Izayoi?
-Si
Me subí a su espalda como en la mañana, con una mano tomó la ropa que llevaba dentro de una cobija.
Me sentía aliviada, podría estar con el hombre al que amo, ya no tendría que casarme con Takemaru, me sentía muy feliz.
Lloviznaba sentía las gotas frías que me caían sobre el rostro tenía algo de frió, aún así sentía las lagrimas tibias que corrían por mis mejillas.
Tenía mucho miedo, por un momento sabía que eso era lo que deseaba, pero sabía que los sueños no pueden durar para siempre, espero que no sea solo un sueño.
Después de un largo rato llegamos al campamento, me sentí muy rara, era un lugar repleto de youkais, hombres mujeres y niños.
Estaban fuera como si la lluvia no les importara, me recibieron amablemente.
-Gracias.
-Será mejor que se cubra de la lluvia.
-Si.
InuTaisho me llevo a una pequeña cabaña, donde para mi sorpresa había tres mujeres humanas, las demás al parecer eran youkais.
-Vendré en un momento, tengo que ir a averiguar algo.
-Si.
-Bienvenida. ¿Cuál es tu nombre?
-Izayoi.
-Que linda eres.
-Gracias.
-¿Cuáles son sus nombres?
-Yo soy Mitsumi, ella es Akago, y Hinoto.
-Mucho gustó.
-Sabemos que al principio te sentirás incomoda pero verás que con el tiempo te acostumbrarás.
-Si y ahora como ya se fue el joven Sesshomaru todo será mucho mejor.
-Cállate Hinoto, es el hijo del comandante.
-No importa él odia a los humanos.
-¿Odia a los humanos?
-Perdón, pensé que ya lo sabías.
-Eres una torpe.
-No se preocupen.
-¿Pero como es eso de que ya se fue?
-Si, mira…
-¡Shhh!
-Ven Izayoi, vamos a nuestra cabaña.
-Si InuTaisho.
-Con permiso.
-Propio comandante.
Estábamos fuera de la cabaña, había dejado de llover un poco.
-Escuche lo que te decían.
-¿Si?
-Si, pero no quiero que te sientas mal, hay muchos youkais que no quieren a los humanos.
-¿Y porque se fue?
-Le dije que esperábamos un hijo. Pero no te sientas mal no fue solo por eso, él es muy orgulloso y sé que pensaba en irse desde hace tiempo.
-Esta bien-no lo dijo muy animada, sabía que se había separado de su hijo por su culpa.
-Mira aquí estaremos por un tiempo, se que no es como el palacio donde vivías, pero espero poder regresar pronto a mis tierras y ahí vivirás mucho mejor.
-No te preocupes por eso.
-Ven, vamos a dormir.
-Si.
Nos recostamos sobre un futón en el suelo, hacia algo de frió, e InuTaisho me abrazó. Y comenzó a besarme.
-Ahora si podremos estar juntos siempre. Le dijo Izayoi con una sonrisa pero los ojos llenos de lágrimas.
-Si. Pero no llores, no me gusta verte llorar.
De nuevo comenzó a llover más fuerte, podía ver los relámpagos, tenía algo de miedo, era extraño estar en un lugar desconocido, aunque InuTaisho estuviera conmigo.
Continuaba besándola, tratando de alejar su mente de aquellos pensamientos que la llenaban de tristeza, sabía que Izayoi sentía miedo de estar ahí, y aunque lo amara iba a extrañar la vida que conocía.
-Te amo Izayoi.
Se escuchaba la lluvia caer, era un ruido hipnótico InuTaisho apagó la fogata de la cabaña donde estábamos, estaba todo totalmente oscuro, lentamente InuTaisho comenzó a quitarme la ropa mientras cubría todo mi cuerpo con pequeños besos, era una sensación esplendida, ese ligero cosquilleo por todo el cuerpo.
A InuTaisho le encantaba sentir el nuevo aroma de Izayoi, mezclado con el suyo en un nuevo ser por el que estaba dispuesto a dar su propia vida.
Pasaron esa noche como si fuera la primera vez que estuvieran juntos, entregándose uno al otro completamente, expresando sus sentimientos a través de sus cuerpos.
-
En este lugar las personas son muy amables, cada persona tiene una actividad designada, mientras los hombres van a cazar, las mujeres se quedan en el campamento preparando las cosas para cuando lleguen por lo general traen a algún animal salvaje para comer, hay otras dos mujeres que están esperando, pero ambas son youkais.
Los días en este lugar han sido maravillosos al lado de InuTaisho, siempre esta atento a todo, él es quien cuida de todo el campamento. Ya casi es verano, me pregunto cada día como estarán mis padres, aunque aún no es momento para ir a visitarlos.
Hoy es un día hermoso, las actividades en el campamento comienzan antes que en el palacio, InuTaisho se despertó antes del amanecer, los hombres fueron a cazar mientras las mujeres y los niños esperábamos a que regresaran preparando las verduras.
Todos son muy amables conmigo, no me imaginaba que hubiera tantas mujeres y niños en este lugar, todas las familias se ven tan felices, aun falta mucho pero ya quiero que nazca nuestro bebé, en este lugar hay humanos, youkais y algo de lo que nunca había escuchado en mi vida, los "hanyous", ahora sé que mi bebé será un hanyou, tenía la duda de si sería un humano o un youkai, pero ya veo que será una combinación de ambos.
Han pasado varios días por lo general veo a InuTaisho muy poco durante el día, pero conversamos durante la noche, hoy no han salido del campamento, por lo que lo he visto todo el día.
-Venga Izayoi vamos a caminar. –Le dijo InuTaisho aprovechando que no había mucho que hacer en el campamento.
-¿Cómo te has sentido? Le decía mientras le veía el vientre.
-Muy bien, aunque los días son muy calurosos.
-Es verdad esta apunto de entrar el verano. Pero ¿estas segura de que te sientes bien?
-Si; si me llegará a sentir mal te lo diría. –Le dijo con una sonrisa en los labios.
-Que bueno que te sientas bien y que estés feliz aquí, espero pronto poder regresar al palacio y así podamos vivir con todos nuestros cachorros en paz.
-¿Todos nuestros cachorros?
-Si, quiero que cuando llegue de algún viaje estar rodeado por todos y abrazarlos, y así jugar con todos mis… hijos.
La mirada de InuTaisho cambió notablemente al recordar que su hijo Sesshomaru se había ido del campamento, y como lo conocía tan bien sabia que se negaría para siempre el estar al lado de Izayoi y de su hijo.
-¿Estas pensando en Sesshomaru?
-Si, lo extraño.
-Ya verás que regresará cuando recapacite.
InuTaisho le sonrió sabia que le decía esas palabras para animarlo, ya que odiaba verlo triste.
-¡Izayoi! ¡Izayoi! La llamaba una joven a lo lejos mientras se acercaba a ella corriendo.
-Buenos días comandante. –Tratando de poner un tono de seriedad a su voz.
-Buenos días.
-Oye Izayoi, ven con nosotros, nos vamos a bañar al río.
-¿En el río?
-Claro es más fácil que llevar el agua al campamento. Anda ven con nosotras.
-Anda Izayoi ve un rato.
-Esta bien.
Llegamos al río donde había varias mujeres con sus hijos. Me pregunto si el bebé que espero será un niño o una niña.
-¡El agua esta muy fría! Les decía con una sonrisa.
-Ja ja ja, anda Izayoi metete completa.
-Esta bien
Hoy es un día muy caluroso, al parecer se terminaron los días frescos, es poco más del medio día y están preparando la comida, el baño en el río estuvo delicioso, mientras hacen la comida me he puesto a jugar con los niños mientras tratan de adivinar con su olfato si tendré un niño o una niña, pero parece que no llegaron a ningún acuerdo.
Esta apunto de anochecer, después de ir al río no lo he vuelto a ver, escuche algo de que se preparaban para salir pero no lo he visto y no he podido preguntarle.
-
Se escuchaban caballos a lo lejos, el palacio había estado intranquilo los últimos días, desde la desaparición de Izayoi, su nana la extrañaba mucho, aunque había negado totalmente tener alguna pista del lugar a donde se había ido o quien se la hubiese llevado.
Se había enviado un mensaje a los padres de Izayoi donde les avisaban de su repentina desaparición.
Al escuchar los caballos salieron los guardias a ver si habían llegado los dueños del palacio, Sakura, la nana de Izayoi había ido a recibirlos.
-Buenas noches.
-Buenas noches. –dijo la mujer con la voz temblorosa.
-Me gustaría ver a Izayoi ¿Puedo verla?
-Señor Takemaru, creo que eso no será posible.
-¿Cómo? ¿Esta indispuesta?
-No, la niña no se encuentra en el palacio.
-Es verdad pero que torpe soy, ha de estar con sus padres en el otro palacio.
-Señor, la princesa no se encuentra con sus padres.
-¿Cómo? ¿Dónde esta? –Decía con un tono preocupado.
Sakura dio un gran suspiro antes de poder articular palabra.
-La princesa desapareció del palacio.
-¿Pero que esta diciendo?
-Nadie sabe donde esta señor.
-¿Desde hace cuanto tiempo que desapareció?
-Hace ya más de treinta días.
-Maldición.
Takemaru se volteó, buscando a los hombres que lo acompañaban, habló con varios de ellos.
-¿Pero a donde iremos señor?
-Hasta el fin del mundo si es necesario, necesito que se dividan en grupos de varios hombres, no vamos a descansar hasta encontrarla.
-Pero señor.
-Te lo estoy ordenando, ve a decirle a los demás, partiremos esta misma noche.
-Si señor.
-
-Buenos días Izayoi.
-¿mmm? Buenos días. –le respondió algo dormida.
-Es hora de levantarse.
-No quiero. Le dijo juguetonamente mientras se volteaba.
-Anda despiertate.
-No, y usted tampoco va a salir de aquí en todo el día. –dijo mientras se levantaba rápidamente y se paraba frente a la puerta.
-Ja ja ja. Lo vez hice que le levantaras.
-Pero aún así no voy a dejar que salgas de aquí.
-Esta bien. Le decía mientras se ponía de pie.
-¿Eh?
Se paró frente a ella se agachó un poco y fácilmente la cargó en brazos.
-¡Oye baja me!
-Esta bien.
La bajó sobre el futón mientras le daba un beso.
-¿Quieres que me quede contigo un rato más?
-Si –
Comenzó a darle besos en el cuello mientras bajaba un poco más la yukata que traía puesta con pequeños besos fue recorriendo su cuello hasta llegar a su pecho
Lentamente acariciaba a Izayoi. Él también comenzó a desvestirse.
Comenzó a hacerle el amor lentamente mientras le susurraba al oido.
-Te Amo Izayoi
Mi embarazo a comenzado a notarse un poco, InuTaisho parece estar muy feliz por eso y yo también, estos días han sido los más felices de mi vida, cada vez me acostumbro a estar aquí, ya lo considero mi hogar, mañana partiremos.
-Comandante. –Argumentó un fatigado youkai.
-¿Si?
-El señor Seikai quiere hablar con usted, me envió a buscarlo.
-¿El señor Seikai? ¿Donde se encuentra?
-En la aldea vecina. Dígale que esta noche iré a hablar con él.
-Si comandante.
InuTaisho se dirigió a la cabaña que compartía con Izayoi, quien aún se encontraba recostada.
-InuTaisho.
-¿Estas bien?
-Me siento algo mareada y fatigada eso es todo.
-¿Estas segura?
-Si.
-Te ves algo pálida.
-Ha de ser por el embarazo no te preocupes ya me sentiré mejor. ¿Sucede algo?
-No, no es nada, solo que esta noche saldré a la próxima aldea.
-¿Esta muy lejos?
-Un poco, creo que regresaré en una semana
-¿Una semana? Es mucho tiempo.
-Es un viejo amigo, no te preocupes.
-Me da miedo estar sin ti.
-No te preocupes, no pasará nada malo y no te quedarás sola.
-Si, tienes razón.
-¿Podrías avisarles que no nos vamos a ir mañana?
-Claro.
InuTaisho partió al anochecer con varios de los hombres del campamento, me fui a dormir desde que se fueron,
No he dormido en toda la noche, me parece extraño estar sin él, pero que tonta soy si solo serán dos noches -suspiro-.
Ha comenzado a llover, espero que ya hayan llegado.
-
-¡Seikai! Amigo como has estado.
-¡InuTaisho que gusto! Cuanto tiempo sin verte, anda pasa a la cabaña, tenemos mucho de que hablar.
Entraron a la cabaña, Seikai le pidió a su hija, una hermosa y joven youkai que se retirara para hablar con InuTaisho.
¿Sucede algo malo?
-InuTaisho, quiero pedir tu ayuda y la de tu ejército.
-¿Para que?
-Muchos de mis hombres han muerto, por causa de un extraño mal.
-¿Cómo?
-Han enfermado, al parecer es por culpa de Ryukotsusei.
-¿Ryukotsusei?
-Si, como nos negamos a participar con él para atacar una aldea de humanos juró acabar con mi ejército.
-¿Pero porque dices que por su culpa han muerto tus hombres?
-Envenenó el agua del río.
-¿El agua del río?
-Si, InuTaisho.
-¿Ninguno de tus hombres ha enfermado?
-N…no. Al decir esto vino a su cabeza la imagen de Izayoi recostada sobre el futón diciendo que no se sentía bien.
-Me da gusto, será mejor que vayas a avisarles.
-Ahora que lo recuerdo, Izayoi…
-¿Izayoi?
-Es mi mujer. Después de la interrupción continuó hablando. –Se sentía un poco enferma el día que salimos de la aldea.
El tono de voz de InuTaisho cambió a una total preocupación.
-Será mejor que vayamos a ver a tu ejército InuTaisho.
-Si.
-¡Hija! ¡Hija!
-Si padre.
-Avísales a los hombres que saldremos.
-Esta bien
-
-¿A donde vas Mitsumi?
-Voy por agua, la señora Izayoi esta ardiendo en fiebre.
-Mikami y Keiko también están ardiendo en fiebre.
Se escucho un extraño sonido a lo lejos.
-¿Qué fue eso?
-Parecen caballos.
A lo lejos por la montaña se podían ver las sombras de hombres montados en caballos.
-¡Han venido a atacarnos!
-Tal vez se enteraron de que el comandante esta fuera.
-Salgan todos
-Tenemos que avisarles a todos y sacar a los enfermos.
-Si.
Los jinetes se acercaban al campamento a gran velocidad, los youkais que quedaban en la aldea salieron a ver que era lo que buscaban.
-¿Qué quieren aquí humanos?
-Estamos buscando a una princesa que han secuestrado de un palacio.
-Aquí no hay ninguna princesa.
-De cualquier forma revisaremos el campamento completo.
-Pero señor Takemaru.
-Takemaru- resonó en la cabeza de Izayoi como si se lo hubiesen gritado en el oído.
-Tengo que irme de aquí
Mientras discutían Izayoi con las pocas fuerzas que tenía salió de la cabaña, tratando de correr lo más rápido que su cuerpo le permitía.
Takemaru se encargó personalmente de revisar cada cabaña. Haciendo que todos salieran del lugar donde se encontraban.
-Parece que no esta la persona que buscamos señor.
-Si, será mejor irnos.
Takemaru se subió a su caballo.
-¿Mitsumi, donde esta la señora Izayoi? No la vi salir con los demás.
-¿Qué has dicho?
Volteó a verla Takemaru con una mirada desesperada.
-¡Te pregunte que habías dicho!
-La señora Izayoi, la esposa del comandante, estaba enferma y no la vi salir con las demás.
Takemaru, después de escuchar esto se alejó con su caballo, no quería que las mujeres le avisaran a alguien, estaba seguro de que Izayoi, "su" Izayoi se encontraba muy cerca de él.
Ya no puedo más me he alejado un poco del campamento, todo se ha vuelto oscuro a mi alrededor, no soporto más. Me deje caer sobre el suelo, mi cuerpo ya no me respondió y no me pude levantar.
Se desmayó en el bosque, pensaba que estaba lejos del campamento, pero la verdad se había alejado solo un poco.
-¡Vamos a buscarla!
-¡SI!
Todos se montaron en sus caballos.
-Dispénsense
-Si señor Takemaru.
-Que bueno que ya se fueron.
-Ven tonta, tenemos que buscar a la señora, estaba muy enferma.
-Si.
-
Takemaru recorrió los alrededores de la aldea, pero no pudo encontrar nada.
Al anochecer, pidieron permiso para quedarse en una aldea al parecer eran exterminadores.
-¡Señor Takemaru! ¡Señor Takemaru!
-¿Qué pasa Kaneda?
-Encontramos a esta mujer desmayada en el bosque.
Sus ojos no podían creer lo que veían, era Izayoi, su amada Izayoi.
-Esta ardiendo en fiebre ¡Traigan agua rápido!
Sintió coraje al verla, llevaba puesta lo que sin duda era la ropa de algún youkai.
Un hombre llevó el agua en un pequeño balde, Takemaru comenzó a limpiar la cara y manos de Izayoi.
Una mujer de la aldea se ofreció para ayudar a Takemaru a cuidar de Izayoi.
Él estaba observando como la mujer revisaba mejor a Izayoi para ver si no estaba herida.
-No esta herida señor.
-Gracias a los dioses.
La mujer le había pedido a Takemaru que saliera de la cabaña para cambiar de ropa a Izayoi.
Izayoi se despertó a media noche, desconcertada, al ver que una mujer a la que no conocía estaba a su lado.
-¿Dónde estoy?
-Estas en una aldea de exterminadores.
-¿Exterminadores?
-Si, al parecer te encontraron en el bosque, estas muy enferma, al parecer consumiste veneno.
-¿veneno?
-Si, tienes una fiebre muy alta.
-¿Quién me trajo aquí?
-El señor Takemaru.
-¿Takemaru?
-Si
-Iré a avisarle que has despertado estaba muy preocupado por ti.
No pude decir nada me quede sin palabras, fui una torpe al salir de la cabaña.
-¡Izayoi! ¿Estas bien, te encuentras mejor?
Continué sin poder decir algo
Takemaru corrió a abrazarme
Aunque después de abrazarla se dio cuenta de que el cuerpo de Izayoi había cambiado.
-No no puedo creerlo
Descaradamente toco el vientre de Izayoi.
-¿Estas embarazada? La veía con una mirada de furia e incredulidad.
-Contunuará-
