Kaissa .- Gracias por tu review, ahora no me tarde tanto tiempo en actualizar (aunque admito que si me tarde) gracias por tu apoyo, espero leer otro reviwe tuyo ;)
Irma Lair- Mil gracias, n n me encanta recibir reviews tuyos, desde el fic pasado, eres un amor. Yo también odio a Takemaru T.T
Eliyasha- Amigochi! Que bueno que dejaste review, espero platicar prontito, de nuevo felicidades por tu cachorrito, o.O otro fan de InuYasha, no lo creo será un lobito como kouguis no creo que le agrade mucho n n
KaAn – Gracias, espero que te haya dejado una buena impresión el primer fic que lees de Izayoi e InuTaisho, e disfrutado muchisimo escribiendo esta historia.
Pili-Chan- Antes que nada gracias por lo del fanfic para mi pagina, te lo agradezco de corazón. Y a mi mente viene la misma cancion cada vez que pienso en Takemaru, no lo soporto, aunque tengo una amiga que dice que solo es un pobre hombre enamorado ¬¬ aun así no se lo perdono. Gracias por tu review n n
Ahora si la historia
Cap 11
.:¿La felicidad… es pasajera:.
No dejaba de besarme, me sentía desesperada, quería salir corriendo de ese lugar, pero no podía, en algo él tenía razón, yo era su mujer y no se me permitiría negarme a estar con él. No podía dejar de llorar, lo que me sentía aún peor era que tratara de reconfortarme.
-No llores Izayoi, te amo.
Él continuaba desnudándome, sentía náuseas, me dolía mucho la cabeza, desde que me había apartado del lado de mi amado InuTaisho, no había pasado un solo día en que no llorara por no poder estar con él.
No comprendía porque el no venía por mi, tal vez me había olvidado.
Me sentía muy mal en ese momento, cada segundo parecía una eternidad, traté de concentrar cada uno de mis pensamientos en cualquier cosa, no podía creer que era lo que estaba sucediendo.
-Por favor Takemaru no sigas.
-No tengas miedo Izayoi, eres mi esposa y no tiene nada de malo, no sientas pena. Ya no llores.
-
Un rayo de luz me despertó, me había quedado dormida de tanto llorar, me dolía la cabeza, había tenido una pesadilla.
-No, no había sido una pesadilla, me di cuenta al ver la persona que estaba recostada a un lado mío, esos cabellos negros lo decían todo, me había casado con Takemaru, y ahora… ahora, era "su mujer".
Me levanté suavemente para que no se despertara, me dirigí a la habitación de mi nana aún estaba dormida ya estaba claro el cielo pero aun faltaba para que amaneciera.
-Nana… Nana…
-¿Qué sucede niña?
-¿Por qué? ¿Por qué él no vino por nosotros?
-No llore niña.
-Ahora ya nada será lo mismo.
Abrazó a Izayoi, tratando de consolarla, sabia que nada la haría sentir mejor, por lo que decidió guardar silencio y dejarla desahogar todas sus penas, daría lo que fuera por verla sonreír de nuevo, ella también extrañaba los días en los que Izayoi era solo una niña, donde las heridas se curaban con un beso, donde nadie salía realmente lastimado, deseaba verla jugar y sonreír de nuevo, pero eso ya no sucedería más.
Ninguna de las dos sabía cuanto tiempo había pasado, pero ya había amanecido.
-Niña, vamos a que se lave la cara, antes de que vengan a buscarla.
Limpiando sus ojos con las manos afirmó con la cabeza.
-Niña, ahora todo lo tiene que hacer por su hijo, trate de ser feliz por el sin importar todas las cosas malas.
-Gracias nana, te quiero.
-Yo también la quiero.
Le trajo un poco de agua en un balde para que pudiera lavarse la cara.
Era la hora del desayuno, Takemaru me sonrió yo solo baje la mirada, aún me sentía triste por lo que había sucedido la noche anterior aunque sabía que era algo que tenia que suceder, por mucho que me doliera tenia que hacerme a la idea de que era su esposa.
Creo que InuTaisho se ha olvidado de nosotros…
Todo el día me invadió esa idea, aunque esa tarde parecía que mis ojos ya no podían llorar más, solo sentía una enorme tristeza y soledad en mi corazón, a lo que recordaba las palabras de mi nana y tocaba mi vientre, si, ahora todo sería por él y para él.
Habían pasado varias noches desde que Takemaru y yo nos habíamos casado, frecuentemente el dormía en mi habitación, trataba de prestarle la menor importancia posible, eso me hacia sentir un poco mejor, pensar en cualquier cosa, lo que fuera que me hiciera olvidar lo que estaba viviendo en ese instante.
No había llorado desde el día en que me dijo mi nana que lo hiciera por mi hijo, hasta una noche que Takemaru llegó a mi habitación.
Comenzó a tocarme y se quedo viendo fijamente mi vientre y lo tocó.
Me quede sin palabras.
-Algún día llevarás en el vientre un hijo nuestro…
Fue lo peor que me pudo haber dicho, hubiera sido mejor que me golpeara de nuevo antes de decir eso, no me imaginaba, ni siquiera quería hacerlo.
-No me siento bien ¿podría retirarse?
-…Pero… Izayoi…
-¡Por favor!
Me sentí desesperada, al parecer se había molestado porque le había gritado y muy enojado salió de la habitación.
…
Le parecía que una infinidad de días habían pasado desde que salió a buscarla, la había ido al palacio donde vivía con sus padres, pero allí ya no había nadie, estaba completamente abandonado.
-Amo InuTaisho, regresemos al campamento.
-Ya te dije que puedes regresar si quieres, yo seguiré buscándola.
Myoga solo guardó silencio, él estimaba mucho a su amo, le dolía verlo en esa situación.
En realidad no podía más, su cuerpo era fuerte, pero el hecho de pensar que estaría muerta lo abatía por completo.
Pasaron un par de días más hasta que se dio por vencido, estaba seguro que no la encontraría nunca.
Llego a un río y recordó la vez que había estado con ella, el día que recordaba con tanto cariño, cuando Izayoi se había enterado que tendrían un hijo, no era el mismo río, pero aún así le recordaba a ella.
Había dejado de hablar con Myoga desde días atrás, sus ojos reflejaban una profunda tristeza.
-No puede ser…
-¿Amo?
-¿Por qué? ¿Por qué no pude encontrarla? ¿Por qué me fui del campamento?
Sus palabras estaban llenas de desesperación, mientras golpeaba un árbol.
-Su situación es deplorable.
Reconocía esa voz, aunque lo había dicho con un tono de enfado, había notado la tristeza y preocupación por él.
-¿Hijo?
-¿Por qué insiste en buscar a esa humana?
-Porque la amo, es algo que creo que nunca comprenderás.
-Veo que esta molesto…
-No pude encontrarla.
-Está en el palacio al sur, subiendo la montaña.
Abrió su boca sin sentirlo, no sabía porque pero fue un movimiento involuntario, él siempre había calculado cada uno de sus movimientos y palabras, talvez la desesperación de su padre lo hizo doblegarse un poco, a pesar de todo, era lo único que tenía.
Dio la vuelta y comenzó a caminar, se molestó consigo mismo, y solo escucho a lo lejos.
-Gracias Hijo.
….
-Tenemos que partir, nos iremos por un tiempo, dejaré a varios de mis mejores hombres vigilando el palacio, aunque no creo que la encuentre aquí.
-Si, señor Takemaru.
-Y si la encuentra, espero estar aquí para matarlo. Preparen los caballos.
-¡Si señor!
Traté de ocultar mi felicidad lo mejor posible, podría estar tranquila aunque fuera por un par de días. Aunque no dejaba de dolerme, porque ¿por que no había venido por nosotros? Tal vez, una humana no era lo suficiente buena para él.
Ya está apunto de comenzar el otoño, cada vez falta menos para que nazca mi bebé.
…
Habían pasado cinco días desde que InuTaisho había visto a Sesshomaru, había llegado a la montaña, la subía con sumo cuidado de no ser descubierto, había muchos guardias desde que había llegado al pie de la montaña, pero ahora que sabía donde estaba nada le impediría llegar al lado de Izayoi.
Los días que había pasado buscándola se volvieron minutos comparados con la espera del anochecer, no se arriesgaría a que lo descubrieran si llegaba de día.
-Myoga, trata de llegar al campamento ¿recuerdas el camino?
-…Si.
-No estamos tan lejos. Nos tardamos en llegar porque no sabíamos donde estaba
-Es verdad.
-Quiero saber como esta todo y saber si puedo llevar a Izayoi.
-Si amo, regresaré lo más pronto posible.
Por fin llegó el anochecer, tenía algo de miedo y nervios, había vigilado la actividad del palacio desde un lugar estratégico, pero aún así no había visto a Izayoi.
-Talvez ella no esta aquí.
En eso una figura llamó su atención, no era Izayoi, pero le resultaba familiar.
-Sakura… Izayoi Tiene que estar aquí.
Ya estaba entrada la noche, el palacio se había quedado en una calma total comparada con su actividad en el día.
Con mucho cuidado bajó del árbol y entró al palacio.
Busco a Izayoi cuidadosamente, tratando de sentir su aroma, ese aroma que le fascinaba, pero solo lo sentía ligeramente, no pudo encontrarla enseguida.
-¿Estará aquí? ¡Si, ella esta en esta habitación!
Abrió cuidadosamente la puerta.
Todo estaba aparentemente en calma, pudo escuchar unos leves sollozos, vio aquel hermoso cabello negro, cubriendo su cuerpo con unas telas a azules, pero algo había cambiado en ella.
Camino despacio, aunque pudo escuchar los pasos en la madera del suelo.
Abrió los ojos y vio a InuTaisho.
InuTaisho no podía creer lo que veía, los ojos de su amada Izayoi estaban llenos de tristeza y desolación, no eran los ojos cálidos y llenos de felicidad que él había conocido.
-¿Por qué mi mente me hace este tipo de bromas? Ya no lo soporto más.
No era la primera vez que lo veía entrar por la puerta y sonreírle, aunque siempre se daba cuenta de que no era más que un sueño, esta vez algo era diferente, InuTaisho no sonreía, mas bien se veía lleno de tristeza.
-Izayoi…
Le dijo mientras lentamente se agachaba para abrazarla.
Con desesperación toco el rostro de InuTaisho y las lágrimas corrían por sus mejillas sin poder detenerlas.
-No es otro sueño, estas aquí… no nos abandonaste.
-Nunca podría hacer tal cosa… -la abrazó fuertemente hundiendo su nariz en el cabello de Izayoi, mientras le hablaba al oído. –No podía encontrarlos, como me has hecho falta, pensé que habías muerto.
-¿Has venido por nosotros?
-Si
-No podía soportar un día más aquí.
-¿Qué a sucedido?
La llenaba de vergüenza decírselo, aunque supo que el lo sabría de cualquier manera, recordó como él sabía que ella estaba embarazada y como los niños de la aldea jugaban a adivinar si su hijo sería niño o niña, su olfato era sorprendente, no podría engañarlo.
-InuTaisho… yo… yo… mis padres… Takemaru… -no podía decir una frase completa, estaba llena de nervios, solo podía recordar la mirada de ira de Takemaru cuando se había enterado de que había estado con InuTaisho.
-No tengas miedo.
-Ahora… soy esposa de Takemaru…
-¿Por qué? –su voz se escuchaba entrecortada, estaba lleno de ira y tristeza al ver lo que habían hecho con ella.
-Yo no quería InuTaisho, de verdad, yo no quería.
-Lo sé, ya no llores.
-Promete me que nunca nos dejarás solos de nuevo.
-Te lo prometo Izayoi. Has llorado demasiado, ven, duerme, trata de descansar un poco.
-Pero no te vayas.
-No me iré, me quedaré contigo esta noche. Y cuando regrese Myoga sabremos si podemos regresar al campamento.
-Yo no quiero regresar…
-¿Cómo?
-Se darán cuenta, de que estuve con Takemaru y pensarán que soy una mala mujer.
-Eso a mi no me importa.
-Me da vergüenza.
-No llores, trata de descansar mañana hablaremos con más calma.
-Esta bien.
InuTaisho la abrazó para que pudiera quedarse dormida.
-El bebé ha crecido mucho.
-¿Eh? Si, también se mueve mucho, tócalo, él también esta feliz de que hayas regresado.
InuTaisho puso su mano sobre el vientre de Izayoi
-Es verdad, se esta moviendo. –Con una gran sonrisa en el rostro.
-También te extrañó.
-Era una eternidad cada día sin ti.
Ya estaba apunto de amanecer cuando InuTaisho despertó a Izayoi.
-Tengo que irme, no quiero causarte problemas.
-… -¿Regresarás?
-No me atrevería a dejarlos de nuevo, esperaré a que regrese Myoga y me diga como esta todo.
-…Pero…
-Nos veremos al anochecer.
-Si…
Izayoi vio como InuTaisho salía de la habitación todavía si creer que lo había visto de nuevo.
Él no nos había abandonado. Se quedó dormida llena de felicidad.
-Niña despierte.
-Nana, buenos días.
-¿Y esa cara?
-InuTaisho vino anoche…
-¿De verdad?
-Si nana, no lo soñé, fue de verdad.
-Hija, eso te traerá muchos problemas.
-Lo sé nana, pero, estoy feliz, no se había olvidado de nosotros.
Su nana la abrazó con los ojos llenos de lágrimas de felicidad.
-Entonces se va a ir de nuevo…
-Aún no, aún no quiero regresar…
-No vamos a ponernos tristes, ya a durado con esa cara de tristeza mucho tiempo, ahora tiene que sonreír de nuevo, ande vamos a que desayune.
-Si nana.
Ese día a pesar de que estaba algo nublado y hacia mucho viento me pareció un día hermoso, me maquille, y comí como hacia tiempo que no lo hacia, mi nana siempre insistía pero en realidad no tenía hambre pero hoy me sentía feliz.
Por algunos instantes me olvidaba de todo lo malo que había sucedido.
-Hija, que bien te ves hoy.
-Padre…
-¿Cómo se ha sentido hija?
-Bien… gracias.
-Perdóname hija.
-Pero…
-Perdóname por el daño que he causado en tu vida, debí impedir esa boda y dejar que fueras feliz, se que estas enamorada de otro hombre.
-Ya no se preocupe padre. Se que quería que yo fuera feliz.
Nunca había escuchado a mi padre hablarme así, de verdad se sentía mal por mí, pero su carácter era más débil que el de mi madre.
Me sentía algo cansada y me fui a recostar a mi habitación, esa tarde pensé en muchas cosas, aún no estaba segura de irme con InuTaisho, si quería hacerlo, pero no quería que pensaran que soy una mala mujer.
Me quede dormida y tuve ese extraño sueño de nuevo. Esa niña que llora, me da mucha tristeza.
-Dime porque lloras.
La niña comenzó a moverse para verme.
-Izayoi.
-¿Hace mucho que llegaste?
-No. ¿Llevas mucho tiempo dormida?
-Creo que sí.
-Myoga aún no regresa, tendremos que esperar más tiempo.
-Pero… y si regresa Takemaru…
-Sería mejor, me las pagaría de una vez.
-No quiero que te suceda algo malo.
-No te preocupes.
InuTaisho le dio un beso a Izayoi.
-Te amo…
Comenzaron a profundizar el beso, deseaban estar juntos de nuevo como hace algún tiempo.
Esa noche fue hermosa, como si algo dentro de nosotros supiera que sería la última donde podríamos estar así.
Continuará
Gracias a todos, este es el penúltimo capitulo de este fic el final la próxima semana -
