Capítulo 6: ¿Eres tú?

En la sala de espera Yusuke, Kuwabara y Hiei se quedaron muy preocupados por lo que les había dicho el doctor, sobre todo Hiei.

-maldición! ahora qué irá a pasar, si las consecuencias del golpe son graves nunca me lo voy a perdonar. quisiera verte ahora- pensaba el koorime con la cabeza baja y de espaladas a sus compañeros para que no vieran lo preocupado que estaba. Levantó la vista hacia los otros dos cuando escuchó la voz nada a gradable para él de Kuwabara.

-oye Urameshi, qué vamos a hacer con lo que nos dijo el doctor? Recuerda que le dijste que traerías a alguien que se hiciera responsable de Kurama en lo que localizábamos a su mamá-

-sí ya lo se, estaba pensando en buscar a Genkai, tu que dices Hiei? Estoy seguro de que ella podría ayudarnos-

-hagan lo que quieran-

-está bien, entonces iremos a buscar a Genkai. Hiei, quieres ir o prefieres quedarte? Recuerda que Kurama tardará en despertar, tendremos tiempo de ir y regresar-

-me quedaré, no lo voy a dejar solo con ese ningen- cuando dijo eso se dio cuenta de que Killian no estaba.

-a dónde se ha ido?-

-Hiei, deja de ser tan desconfiado, además recuerda que tambien es amigo de Kurama-

-seguramente fue al baño, el enano está paranoico-

-cállate si no quieres que te mate!!-

-no empiecen de nuevo, Kuwabara ya vámonos-

hiei vio como los dos se iban.

-por fin se fueron- se recargó en la pared -si el ningen se tarda en volver iré a buscarlo personalmente, no puedo permitir que se acerque a Kurama-

-------------------------------

-si se despierta por favor avíse a alguna enfermera- había dicho el doctor antes de alejarse y dejar a Killian en la habitación donde estaba Kurama.

Killian se acercó a la cama lentamente. Kurama estaba recostado con los ojos cerrados y tenía una venda alrededor de la cabeza; observó que tenía la bata blanca típica de los internos en los hospitales, se acercó más a él, y acarició su mano con la punta de los dedos. Después tomó una silla y la acercó hasta ponerla a un lado de la cama, sin hacer un solo ruido pues temía despertar a Kurama, aunque el doctor le había dicho que no despertaría pronto, pero mas valía prevenir, no quería molestarlo.

Se sentó y lo contempló un momento. Se veía tan hermoso, tenía una expresión tranquila. Killian acercó su mano hasta tocar su cabello. Con la otra mano tomó la de Kurama.

-ahora es rojo- habló con una ligera sonrisa y muy bajo -me gustaba más antes, pero igual ahora es lindo...y tan suave. Siempre me dijiste que yo era un vanidoso por cuidar tanto el mío, pero tú eres igual y nunca quisiste aceptarlo-

Bajó su mano hasta tocar su mejilla, la acarició -es tan suave- después dirigió su vista a sus labios, estaban lieramente separados y parecía invitar a besarlos.

-hace tanto tiempo que no siento tus labios en los míos- decía el ojiazul con melancolía. Se acercó lentamente hasta quedar a un centímetro del rostro de Kurama. Cerró los ojos preparándose para besarlo, cuando un ligero apretón en su mano lo hizo separarse. Se quedó quieto un momento cuando lo sintió otra vez, sí, Kurama estaba reaccionando!!

Soltó su mano y esperó, pudo ver como Kurama se movía despacio en la cama.

-Ku...- Killian se arrepintió de lo que iba a decir, no era el momento -Shuuichi- lo llamó acercándose. Pudo observar como Kurama se llevó una mano hasta tocar su cabeza y se quejó un poco.

-Shuuichi- habló otra vez Killian. Kurama abrió lentamente los ojos.

-Killian, eres tú?-

-sí, aquí estoy-

-dónde?- Kurama se levantó y se recargó en sus codos

-pues aquí a tu lado-

-pero no te veo, las luces están apagadas?-

-están encendidas...acaso...no puedes... - a killian le daba miedo terminar la frase, pero lo hizo -no puedes verme?-

-no, pero qué pasa, por qué no puedo verte? - Kurama se llevó las manos a los ojos -no puedo ver nada!!- la voz de Kurama sonaba con desesperación

-está bien, tranquilízate, voy a llamar a alguien-

-no, espera! No te vayas!, dime dónde estamos?-

-estamos en un hospital, sufriste una caída, recuerdas?-

kurama no le respondió, solo se llevó las manos a la cabeza.

-no te preocupes, ahora vuelvo-

kurama se quedó solo. Con ambas manos apretaba su cabeza, le dolía mucho. Pudo sentir las vendas y un dolor más fuerte a un lado.

-aquí debí haberme golpeado- pensó tratando de calmarse y ordenar sus ideas -no recuerdo muy bien lo que pasó, solo algunas cosas. Recuerdo que estaba con Killian, y luego llegó Hiei...-una punzada en su herida lo hizo recostarse otra vez con un quejido de dolor. -por qué no puedo ver nada??-

-----------------------------------------

Hiei ya estaba perdiendo la paciencia, había estado ahí mucho tiempo y el ningen no había vuelto.

-tendré que buscarlo yo mismo- pensó

Comenzó a caminar por los pasillos buscando con la mirada a Killian.

-acaso se habrá ido?- pensó Hiei contento con la idea de no tener que verlo y ser el único que estuviera con Kurama. Pero esa idea se esfumó cuando pudo ver a Killian saliendo de una de las habitaciones.

-oye tú- lo llamó, pero Killian lo ignoró otra vez y pasó a su lado sin mirarlo. Hiei se molestó y lo agarró por el brazo

-acaso estás sordo?! Te estoy hablando-

-suéltame, no tengo tiempo ahora-

-como que no tienes tiempo, dónde has estado?-le preguntó sospechando que había estado con Kurama

-no te importa- Killian pudo ver al doctor y lo llamó -doctor! Por favor venga!-

el doctor se acercó hasta ellos. -qué pasa?-

-Shuuichi ha despertado!- cuando escuchó esto Hiei lo soltó. Le enfureció la idea de saber que no había sido él el que había estado con Kurama cuando despertó.

-de verdad? Entonces vamos a verlo- dijo el doctor

-sí, solo que hay un problema- Killian bajó la cabeza -él...me ha dicho que no puede ver-

-cómo que no puede ver?- preguntó Hiei

-entiendo, lo revisaré- dijo el doctor y se dirigió a la habitación de Kurama. Killian no dudó en seguirlo. Hiei no sabía si ir tras ellos, se quedó ahí parado un momento asimilando las palabras que había escuchado, lo habían sorprendido. Por fin se decidió a ir con Kurama también, tenía que verlo. Cuando entró en la habitación pudo ver al doctor junto a Kurama con una luz alumbrando sus ojos. Killian estaba parado observando.

-tendré que hacer algunos estudios antes de dar un diagnóstico-

-pero...podrá ver otra vez- preguntó Killian preocupado

-aún no puedo asegurarlo, tal vez solo sea pasajero. Mañana te haré los exámenes adecuados, está bien?-

Kurama asintió despacio y se tocó la cabeza, una vez más ese dolor lo molestaba.

-te duele? Mandaré una enfermera para que te dé una medicina contra el dolor, mientras trata de descansar-

hiei vio al doctor salir, el se había quedado junto a la puerta todo el tiempo. Quería acercarse a Kurama, hablar con él, decirle que todo iría bien y que no se preocupara. Iba a acercarse cuando escuchó la voz de Kurama, eso lo hizo detenerse.

-Killian, estás aquí?-

-aquí estoy, pero si quieres descansar puedo irme-

-no, quédate-

la expresión de Hiei por las palabras de Kurama era de tristeza mezclada con enojo, solo dió media vuelta y salió de la habitación.

Killian sonrió un poco al ver al youkai salir enojado, y dijo -espera, voy a cerrar la puerta para que nadie te moleste- cerró la puerta y volvió junto a Kurama. Observó que seguía tocándose la cabeza con un leve gesto de dolor.

-con la medicina que te pondrán pronto se te pasará el dolor- le dijo. Los dos se quedaron callados por un momento. Entró una enfermera y le puso una inyección a Kurama en el brazo.

-esto te hará dormir un poco, trata de descansar- le dijo la enfermera amablemente y salió. Otra vez se quedaron callados. Por primera vez Killian no sabía que decirle a Kurama.

Después de un momento Killian rompió el silencio que se había formado -no te preocupes por las clases, yo me encargaré de que no te atrases. Si quieres puedo venir todos los días que tengas que estar aquí con los apuntes de todas las materias y puedo explicártelos, te prometo que esta vez pondré atención a todas las clases y seré yo el que te explique para que...-

-Kuronue- lo interrumpió Kurama

-si? lo siento, no debo hablar tanto, ya se que tienes que descansar, voy a dejar de...- el ojiazul paró de hablar, con tono nervioso y a la vez con un poco de miedo preguntó -¿cómo me llamaste?-

-eres tu cierto?-

-genial - pensó el ojiazul sarcásticamente -ahora ya me ha descubierto, qué le voy a decir? Kuronue, pero sí que eres tonto, esto te pasa por hablar tanto-

-pues...-le respondió dudoso

-si eres tú por favor debes decírmelo- Kurama se sentó sobre la cama y estiró su mano hacia donde había escuchado la voz de su amigo.

Killian se acercó lentamente, tomó la mano de Kurama y se sentó junto a él.

-sí, ya no tiene caso que te lo siga ocultando, de todas formas te ibas a enterar algún día-

-por qué no me lo dijiste antes? Todo este tiempo has estado conmigo y no me lo has dicho- le reclamó el zorro

-espera, no te enojes, recuerda que debes descansar-

-pero...de verdad eres tú? Tengo que estar seguro, no me quiero volver a equivocar- dijo el pelirrojo en un susurro que apenas se pudo escuchar.

-a qué te refieres con volverte a equivocar?- Killian pudo ver que Kurama estaba luchando por no quedarse dormido -Bueno, no hables ahora, tenemos mucho tiempo, lo principal en este momento es que te recuperes- empujó suavemente al pelirrojo para que se recostara, Kurama iba a protestar pero el sueño lo venció.

-no te vayas- le alcanzó a decir y se quedó dormido.

Killian se le quedó viendo tiernamente y una vez más acarició su mejilla.

-descansa, yo siempre estaré cerca de ti- y se sentó en la silla otra vez para velar su sueño.

Continuará...

N/A Hola!! Les ha gustado este capítulo? Espero que sí. Gracias a los que se molestaron en leerlo y a sus reviews.

Ahora tengo un poco de prisa y solo me da tiempo de subir el capítulo rapidísimo, pero gracias por seguir leyendo. Bueno, para todos los que tenían dudas, ahora ya saben que Killian es el guapísimo y precioso Kuronue! (lo siento, es que me gusta mucho).

Ok, cualquier pregunta ya saben.

Hasta el próximo capítulo!!