Capítulo 8: Esmeraldas que no volverán a brillar
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. Flash back -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Una sombra se deslizaba sigilosamente entre los diferentes pasadizos de la inmensa fortaleza. Ni siquiera el roce de sus ropas blancas y el movimiento de su hermoso y brillante cabello plateado podía distinguirse entre aquella intensa oscuridad. Finalmente llegó a su destino, una puerta de madera con extraños grabados tallados en ella se erigía frente a él. Observó los grabados con atención, si no fuera porque la oscuridad siempre había sido su aliada se le complicaría encontrar lo que buscaba. Por fin dio con un grabado extraño, tenía la forma de la cabeza de un demonio con cuernos con la boca abierta. La sombra metió la mano y jaló de una palanca tres veces hasta que la puerta cedió.
Era extraño, no había tenido problemas para entrar, estaba seguro que los problemas vendrían al querer salir, pero siempre, en todos sus robos había tenido que descifrar códigos, sellos de seguridad, matar algunos guardias, por decir algunas cosas, antes de llegar a su premio. Pero ahora había llegado hasta ahí sin mover siquiera un solo dedo, estaba seguro de que algo andaba mal; podían ser dos razones: la primera podía ser que fuera una trampa, la segunda podría ser que alguien se le hubiera adelantado. Entró despacio y cautelosamente pensando:
-no importa cual de las dos razones sea, tengo que conseguirlo-
Entró a una habitación un tanto oscura, solo por una débil luz al fondo que iluminaba lo que parecía ser una caja de cristal. Se acercó lentamente hasta quedar frente a ella, pero lo que vio lo sorprendió bastante.
-buscabas esto- escuchó una voz detrás de él. Se giró y se encontró frente a un youkai que lo miraba cínicamente. Lo miró de arriba a abajo. Llevaba una túnica roja con bordados dorados en las orillas, su cabello era verde claro y tenía ojos morados, en su mano derecha sostenía un anillo de oro con una piedra azul que brillaba intensamente.
-vaya vaya- dijo sonriendo -entonces era la segunda razón-
-qué tanto dices-
-nada, solo que tendrás que entregarme eso- le dijo la sombra plateada dando un paso señalando el anillo.
-eres un ladrón? No lo pareces, es la primera vez que veo a un youko plateado ladrón- le dijo sonriendo curioso -pero qué te hace pensar que te lo entregaré? yo lo he robado primero-
-tendrás que dármelo si no quieres morir-
-No. Y no puedes atacarme aquí, si lo haces alertarás a los guardias y moriremos los dos- el otro youkai sonrió desafiante. El youko lo miró otra vez, no parecía tener mucha experiencia en combates, sería una presa fácil.
Con un movimiento rápido sacó una rosa de su cabello y al instante lo transformó en látigo. Con otro movimiento que el otro youkai no pudo ver lo atrapó en un instante, se acercó a él sonriendo y le quitó el anillo de la mano.
-no pensé que fuera tan fácil, pero no me mires así, ya sabes lo que dicen: ladrón que roba a ladrón..., pero no te preocupes, no te mataré, tengo cosas más importantes que hacer- en ese momento pudo escuchar como el sonido de una alarma alertaba a toda la fortaleza -además me servirás para distraer a los guardias en lo que escapo- jaló su látigo haciendo profundas heridas en las piernas del youkai para que no pudiera ir tras él, quien emitió un grito de dolor.
El youko se dio la vuelta dispuesto a irse.
-no, devuélvemelo, lo necesito- le grito el youkai desesperado
-yo lo necesito más que tú- le respondió el youko con mirada sombría
Desde el suelo donde había caído le preguntó-cuál es tu nombre-
-qué? Esperas poder vengarte, no lo creo, dudo mucho que salgas vivo, pero para que no me olvides ni siquiera en la muerte...soy Youko Kurama- el youko desapareció por donde había llegado.
El youkai de cabello verde lo vio irse y cambió su mirada por una que estaba llena de odio y dijo en voz baja mientras escuchaba como los pasos de los guardias se acercaban cada vez más.
-no lo olvidaré...Youko Kurama-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Fin del flash back -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-un anillo? Quieres decir el anillo que pensábamos robar tú y yo, finalmente lo conseguiste- preguntó el ojiazul emocionado
-hai, pude robarlo...recuerdas cuál era su función-
-claro, no te cansaste de decírmelo, el que se pusiera ese anillo podría pedir el deseo que quisiera, solo uno, porque después se desvanecería. Pero, esto que tiene que ver con que yo haya vuelto a la vida- al ver que el pelirrojo no decía nada abrió los ojos sorprendido -no me digas que usaste el anillo para...-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Flash back -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
El Youko corría rápidamente hasta detenerse frente a un frondoso árbol. Dio un vistazo hacia atrás y sonrió.
-bien, no me han seguido, después de todo el youkai sirvió de algo, hizo todo el trabajo por mí- pensó sonriendo maliciosamente, después fijo su vista en el anillo que llevaba en la mano. Después de tanto buscar lo tenía por fin en sus manos.
-mi ángel negro, pronto estaremos juntos otra vez- pensó colocándose el anillo en el dedo. De pronto escuchó un movimiento entre los arbustos y sintió una presencia. Se encontraba tan concentrado en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que alguien lo seguía. Identificó esa presencia al instante, era ese cazador que desde hacía tiempo no lo dejaba de perseguir. Llevó hasta el mínimo su youki y comenzó su huida, no tenía tiempo en ese momento para encararlo, tenía otra cosa que le urgía más. Pero esta vez era diferente, por más que se apresuraba sentía que el cazador lo seguía de cerca. De pronto se detuvo.
-parece que se dio por vencido. Es el momento-
De pronto sintió un profundo dolor en el pecho y pudo ver como su ropa, antes blanca, ahora se teñía lentamente de rojo. Cayó en sus rodillas sintiendo como el dolor invadía todo su ser.
-aún no, no puedo morir. No quiero encontrarte en la muerte todavía, quiero que volvamos a vivir juntos aquí en el Makai, tenemos tantas cosas que hacer, tanto que habíamos planeado...Kuronue- cayó al suelo en su propio charco de sangre, entrecerró los ojos y pudo observar como el anillo que llevaba en el dedo comenzaba a brillar una vez más.
-no moriré- dijo débilmente y cerró los ojos.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Fin del flash back -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-supongo que el anillo cumplió mi verdadero deseo aunque yo no lo dijera exactamente como tal- habló el pelirrojo.
-así que esa es la razón- dijo Killian en voz baja - pero hay algo que no entiendo, por qué estabas solo? Por qué nadie te ayudó? Dónde estaban los de la banda? Dónde estaba...Yomi-
-no quise que intervinieran los demás, el anillo sería solo nuestro recuerdas? Y respecto a Yomi...ocurrió algo después de tu muerte, el se convirtió en el segundo al mando y su actitud cambió, incluso algunas veces pasó por alto mis ordenes haciendo que muchos de los nuestros perdieran la vida, así que tuve que...tomar medidas-
-entiendo-
-el ya me ha perdonado, incluso hemos vuelto a ser amigos-
-han vuelto a ser amigos? Claro, como podían dejar de serlo- le respondió Killian decepcionado. Kurama notó esto y esbozó una media sonrisa.
-no esa clase de amigos, ya no soy el mismo, no lo olvides-
-es cierto, has cambiado mucho-
-es tu turno-
-qué-
-dime que pasó después de que despertaste? Por qué estas en el ningenkai viviendo como un humano, cómo lo conseguiste-
Killian pusó cara de estar recordando -cuando desperté me sentí muy extraño y confundido. En cuanto pude lo primero que hice fue buscarte. Me dirigí a donde recordaba que se había establecido la banda pero cuando llegué no había nadie, todo estaba abandonado. Caminé por mucho tiempo preguntando a todo el que veía por tí pero ninguno supo responderme, hasta que me encontré con un youkai viejo que me dijo que habías muerto. Cuando escuché tal cosa no pude creerlo, pensé que era una broma, solo podía ser eso, nadie podía matar al gran Youko Kurama.
Seguí buscando pero a partir de ese youkai todos me dijeron lo mismo, que habías muerto- Killian se detuvo un momento y suspiró -por primera vez después de mucho tiempo me sentí completamente solo y sin saber que hacer. Sabes? Hasta tenía ganas de encontrarme al fastidioso de Yomi para que él me dijera lo que había pasado.- Kurama sonrió -Después de mucho tiempo perdí las esperanzas y pensé en dejarme morir para reunirme contigo en la muerte.
Cuando ya había tomado esa decisión escuché que dos demonios hablaban de ti, me acerqué a ellos y los obligue a hablar, me dijeron que estabas vivo y que habías participado en dos torneos, uno de ellos había sido en el Makai, pero que ahora tenías otra apariencia y que vivías en el mundo humano. Les pregunté que si sabían como habías conseguido eso pero no lo sabían, al contrario me dijeron que si no los mataba me dirían de alguien que podría ayudarme.
-qué? Se referían a un youkai-
-hai. Me dijeron su nombre pero que sería muy difícil encontrarlo ya que la mayoría de las veces cambiaba de apariencia. Lo busqué preguntando a todo el que me encontraba hasta que di con él. Me costó trabajo convencerlo de que me ayudara pero parece que cuando supo que quería buscarte cambió de idea. Me dijo que podía transferir mi alma a un cuerpo ningen y hacerme vivir como tal cerca de ti, así que eso fue lo que hice-
-no creí que existiera un youkai con tal poder- dijo Kurama extrañado -pero...qué le diste a cambio? Nadie haría algo así sin pedir nada-
-en realidad me pareció un poco extraño porque solo me dijo que se quedaría con mi cuerpo y con las habilidades que como youkai tuviera, en ese momento solo pensaba en encontrarte así que acepté y entonces...aquí estoy-
-sí, y supongo que no era esto lo que esperabas encontrar. Perdóname Kuro, en realidad quise olvidarme de mi vida como Youko cuando decidí quedarme a vivir aquí y eso me hizo olvidar lo que había pasado con el anillo, no creí que en realidad hubiera funcionado-
-quisiste olvidar tu vida de Youko y eso implicaba olvidarme a mí cierto- dijo Killian con voz dolida, pero al instante cambió y dijo queriendo parecer indiferente -lo que lamento es que ahora el deseo que pediste no valió la pena-
-pero no digas eso-
-es la verdad, al dejar de ser Youko yo ya no formo parte de tu vida, ahora hay alguien más. Pero no te estoy reclamando, me alegro...por ti. Ahora se que después de todo no estuviste solo. A mí solo me queda resignarme y esperar que seas feliz con...Hiei.-
-pero...es mi responsabilidad que estés aquí, a dónde irás- le dijo el zorro con tono preocupado
-pues yo solo vine al ningenkai por ti, pero ahora...tal vez sea mejor regresar al makai- dijo tristemente
-no, pero estás loco! Eres un ningen ahora, no sobrevivirías ni un día. No puedes irte-
-pero tampoco puedo quedarme, a tu youkai no le gustará mucho verme a tu lado-
-pero puedes seguir viviendo como ningen, como hasta ahora-
-no tiene caso Kurama, la vida de ningen no es para mí, he aguantado porque creí que valía la pena, quería saber que es lo que había pasado, la razón por la que estabas aquí. Cuando conocí a tu madre y vi como la mirabas lo comprendí, pero decidí seguir porque creí que aún tendría una oportunidad...oportunidad que perdí cuando supe de Hiei- tan solo decir el nombre le dolía.
-lo siento-
-ya no importa kitsune-
-entonces te irás, no puedo dejar que te vayas así, además me prometiste quedarte hasta que mi madre volviera- instintivamente Kurama encontró la mano de su amigo y la tomó con ambas manos -ahora soy yo el que te pide que te quedes, al menos mientras piensas lo que vas a hacer-
-de verdad quieres que me quede-
-sí, además me dijiste que me explicarías lo que enseñaban en la escuela. Se que nunca podré volver pero al menos necesito tener una idea de lo que enseñen en lo que encuentro la manera de seguir estudiando-
-qué? Pretendes que siga yendo a la escuela? Será muy aburrido sin ti, pero...está bien, te lo prometí y lo haré-
Ambos sonrieron, Kurama porque había conseguido que su amigo se quedara, y Killian porque pasaría un poco más de tiempo con su zorro.
Después de cenar se fueron a dormir. Killian durmió en una habitación de la casa que nadie usaba. Antes de dormir Kurama se quedó pensando un poco.
-no puedo dejar que se vaya después de que lo traje de vuelta y me olvidé de él por completo; además, sé que no quiero que se vaya, tan solo de pensarlo siento un vacío que no puedo explicar. Será culpa lo que siento o ...quizá después de tanto tiempo, ahora que lo vuelvo a ver me doy cuenta de que Youko aún no lo ha olvidado? No, eso no puede ser- de pronto recordó los ojos furiosos y decepcionados de cierto youkai de fuego Hiei, por qué no vienes? Tanto te has molestado que no piensas volver. Yo te necesito tanto, ahora más que nunca, no puedes abandonarme- Aunque tenía los ojos cerrados, finas lágrimas comenzaron a salir y a dejar marca sobre su rostro. -Pero qué estoy pensando, tal vez es mejor que no vuelva, solo se quedaría conmigo por lastima y yo no quiero eso, no puedo ser una carga para él- De pronto recordó las ultimas palabras que había escuchado salir del medio koorime: "Kitsune traidor". Más lágrimas comenzaron a deslizarse -de todas maneras Hiei nunca me ha querido de verdad- con este pensamiento se quedó dormido.
-
Por fin Hiei había decidido buscar a Kurama, sabía que tenía muchas cosas que decirle, había pensado mucho en su relación con Kurama, sabía que muchas veces había dicho cosas que no sentía y que con eso había lastimado a Kurama. En realidad no sabía como expresarle sus verdaderos sentimientos y cuando iba a hacerlo solo habían salido palabras crueles de su boca. Pero ahora lo último que había sabido de él era que no podía ver, y eso era por su culpa, no sabía como le iba a pedir perdón. Brincaba de rama en rama con dirección a la casa del pelirrojo.
-espero que no este enojado conmigo, pero cómo no va a estarlo, seguramente piensa que es mi culpa. Pero no lo es, si hubiera corrido al ningen ese cuando yo se lo dije nada malo habría pasado. Maldito ningen, no se le despegó a Kurama ni un momento, y encima el zorro idiota le pidió que se quedara con él- se detuvo frente al árbol que daba a la ventana de Kurama y lo vio, estaba de agachado y parecía buscar algo bajo la cama. Hiei lo vio un momento, después se dio la vuelta -mejor no, tal vez sea mejor mañana- pero se arrepintió al instante -maldición- dijo y saltó para entrar en la habitación de Kurama.
Kurama escuchó un ruido y levantó la cabeza.
-Hiei-
-que haces ahí tirado-
-solo estoy buscando algo que se me cayó...eh Hiei...no olvídalo- dijo levantándose
-qué pasa? Aún no puedes...-
-ver- Kurama sonrió amargamente -no, eso es algo que nunca podré volver a hacer-
-cómo dices?...pe...pero que quieres decir con eso- preguntó Hiei no dando crédito a lo que escuchaba
-solo eso Hiei, que no voy a recuperar la vista nunca-
Hiei sintió que le caía como un balde de agua fría y se quedó sin saber que decir por un momento. Observó la expresión triste de Kurama y como ahora mantenía esos hermosos ojos verdes cerrados. Eso quería decir que nunca más volvería a ver las hermosas esmeraldas llenas de brillo que siempre lo habían llenado de paz cuando se dirigían hacia él.
-no puede ser, y todo por mi culpa- pensó sin saber que lo había dicho en voz alta
Kurama se acercó lentamente a él.
-no digas eso, tú no tienes la culpa, solo fue un accidente-
Pero Hiei parecía no escuchar hasta que sintió la mano de Kurama acariciando su mejilla.
-Hiei tenemos que hablar-
Ambos se sentaron en la orilla de la cama, al parecer, como siempre sería el pelirrojo quien empezara a hablar.
-Hiei, tengo que explicarte lo que pasó ese día-
-...-
-Hiei, me estas escuchando-
-h...hai, ya te dije que no hace falta-
-tal vez no haga falta, pero yo quiero que sepas que lo que siento por ti no ha cambiado-
-y que es lo que sientes por mí zorro-
-te lo dije muchas veces, yo te quiero, pero necesito saber si tu aún quieres estar conmigo, quiero decir, ahora que estoy ciego no podré ir a las misiones ni podré luchar, yo no sé si tu...-
Hiei lo interrumpió con un abrazo y un suave beso en los labios. Kurama se sorprendió, el demonio de fuego jamás había hecho algo así.
-Kurama, estás así por mí culpa, yo no voy a dejarte-
-entonces...te quedarás conmigo por lástima? Yo no quiero eso-
-claro que no kitsune idiota, lo haré porque yo...no me hagas decirlo-
-entonces era mentira que no me querías- le preguntó Kurama sonriendo, en el fondo conocía los sentimientos de Hiei aunque a veces pareciera lo contrario y él se negara a aceptarlo, claro que a veces Hiei podía ser muy duro con las palabras, tanto que muchas veces en verdad lastimó los sentimientos del pelirrojo.
-ya cállate y explícame por qué demonios te abrazaba el ningen? Y por qué le pediste que se quedara contigo en el hospital-
-pues porque...en el hospital? Estabas ahí? Por qué no entraste-
-porque tú estabas muy ocupado pidiéndole al ningen que se quedara- dijo un demonio de fuego comenzando a enfadarse
-antes te dije que yo tenía que preguntarle algo, por eso no debía irse-
-y lo hiciste-
-lo hice-
-bien, entonces ya no tendremos que verlo por aquí- Hiei tomó entre sus manos las de Kurama
-Hiei, en realidad, lo que dijiste antes...-
-qué pasa-
-creo que tendrás que ver a Killian por un tiempo más-
-y eso por qué- preguntó Hiei otra vez enfadado
-porque...verás, es un poco complicado-
-habla zorro-
-pues recién he descubierto que el es...eh...un amigo del pasado-
-un amigo? Amigo de Youko- Hiei sabía que eso no era bueno.
-hai-
-quien demonios es kitsune-
-recuerdas que te hablé alguna vez de Kuronue-
-como olvidarlo, pude hacerme una idea de él aquella vez cuando peleamos con Yakumo. Pero no me digas que él es... pero cómo? Si yo no he podido sentir algún tipo de youki en él, además, no dijiste que estaba muerto? Acaso me engañaste-
-no, no. Yo también creía que estaba muerto pero...no es así. Pero tengo que decirte que por algunos días él se va a...-
Repentinamente escucharon una voz conocida para ambos.
-Kurama! Ya he vuelto, si tienes hambre la comida estará lista en un minuto, estaré abajo-
Hiei se levantó y soltó las manos de Kurama al instante, ahora si estaba furioso.
-qué demonios fue eso zorro! Ahora resulta que el tipo ese hasta la comida te hace-
-Hiei, no te enojes, solo se quedará por unos días-
Hiei estaba a punto de irse pero recordó que la última vez por uno de sus ataques había lastimado a Kurama y se había prometido a sí mismo que esta vez escucharía lo que el zorro tuviera que decirle, así que trató de tranquilizarse.
-está bien kitsune. Ahora si no es mucha molestia me puedes explicar por qué demonios está ese ningen aquí- habló controlando un poco los sentimientos que aparecían en ese momento
Kurama le relató la platica que había tenido con Killian el día anterior; Hiei permanecía con una mirada fría mientras escuchaba hablar a Kurama.
-y por eso no puedo dejar que se vaya...entiendes que...es mí responsabilidad-
-no, tú ya no eres Youko, además tuviste la grandiosa idea de no volver a serlo nunca más, y ahora me dices que es tú responsabilidad, no entiendo-
-Hiei, de verdad me gustaría que trataras de comprender que...-
-qué? Que tienes al gran amor de Youko Kurama viviendo aquí, justamente donde está él esperando que yo crea que no sientes nada puesto que tú eres ese zorro idiota-
Kurama esta vez no dijo nada, no podía decirle a Hiei que eso era cierto, que estaba seguro de que lo quería pero que no podía evitar sentir algo cuando estaba cerca de Killian, y que eso lo tenía realmente confundido.
Hiei comprendió el silencio del pelirrojo y se dio la vuelta para salir por la ventana.
-ahora sí ya entendí- y se fue dejando a Kurama sin poder detenerlo.
Continuará...
N/A:
Espero que les haya gustado este capítulo, creo que ahora sí me he pasado con el romance, gomen! Cualquier pregunta duda o comentario ya saben.
Ahora sus reviews:
Valsed: Hiei, pues andaba pensando un poco, pero ya lo tenemos de vuelta. Gracias por tu review.
Virgo no shaka: me alegra que te este gustando el fic, de eso se trata, de que guste. Sí, la verdad he sido un poquitín mala con Kurama, pero pues así se me ocurrió el fic, gomen. Gracias por tu review.
Atemu no Kitsune : que bueno que te gustó el capítulo. Noooo, eres la segunda persona que me dice mala por dejar ciego a Kurama, lo sientoooo T.T (chibi kitsune-chan llorando). Pero ya ves, tiene al precioso de Kuronue, no soy tan mala después de todo. :) (chibi kitsune-chan feliz de nuevo). Siiii, escribe un fic sobre Kurama y Kuronue, hay muy pocos y eso no es bueno. Qué nadie quiere al adorable youkai alado? Pero bueno, veo que tú y yo sí. Gracias por tu review.
La LoKa KeLLy: que bien, otra fan de Kuronue! No está tan solito después de todo. Gracias por tu review.
Suisho Haruka: bueno Hiei ya hizo acto de aparición y desaparición en el mismo capítulo, pero no te preocupes, ya no se me va a escapar para el próximo capítulo. Yo se que Kurama y Hiei se ven lindos juntos, quien más podría tener tanta paciencia con él y perdonarle todo?... Pues Yo! (mejor me callo) Gracias por tu review.
Hirui no Shadow: a mi me pasa lo mismo a veces cuando quiero dejar un review, no te preocupes. Creo que tu duda ya se resolvió en este capítulo, Kurama es responsable por lo del anillo y todo eso que pasó. Uff, que bueno que tu no me dijiste que soy mala (lo soy lo sé) pero ya veré que hago con los ojos de Kurama. Gracias por tu review.
Lythos: sí, pienso lo mismo que tú, Kuronue se ve bien con Youko. Nooo, si de verdad Kurama se quedara ciego en la serie no se que haría, me fascinan sus ojos, son lo más hermoso que he visto, por suerte este solo es un fic y dejarlo ciego es solo producto de mi mente enferma y loca. Gracias por tu review.
Usagi: sí, ya se que me pase de cursi, y creo que en los demás capítulos va a haber más de eso, sorry, es que creo que febrero me afecta un poco. Y de Hiei, pues sí ya me di cuenta que te gusta (a quién no?) y pues que te diré...no puedo decirte que no va a sufrir otro poquito porque te estaría mintiendo, pero solo será un poquito ok? Gracias por tu review.
Hasta el próximo capítulo!
