¡¡Hola! Antes de nada, pediros disculpas por haber tardado tanto en actualizar, pero es que he tenido que reescribir este capítulo entero y ahora estoy reescribiendo el siguiente.

El motivo es que, (y con esto respondo a algunas de vuestras preguntas) inicialmente este fic formaba parte de un fic conjunto entre una amiga y yo sobre Bill y Charlie, ella me pidió que escribiera la parte de Charlie, y de ahí se me ocurrió la historia. Pero como el ff no tenía éxito y dejamos de escribirlo, pues pensé en hacer una historia sólo con lo que yo había pensado, pero más centrada en Snape y April. Podría haber cambiado al personaje de Charlie, pero me venía bien que la historia se desarrollara en esa época (ya veréis por qué), pero lo que he hecho al reescribir es quitarle importancia a Charlie ya que ahora no es un personaje principal, aunque sí importante para algunas cosas.

Así que, otra vez, hoy tenéis un capítulo monográfico de April, porque es necesario saber cosas de ella, aunque también sale Snape, obviamente, aunque él saldrá mucho más a partir del capítulo 5, además de que estoy pensando meter algunas cosas de su pasado, como su familia o la época en que estaba en Hogwarts. ¡Ya sabéis que admito sugerencias!

Y bueno, otra vez, espero que os guste y no se os haga pesado.

¡¡Besitos y gracias por leerlo!

i can fly
but I want his wings
i can shine even in the darkness
but I crave the light that he brings
revel in the songs that he sings
my angel severus

i can love
but I need his heart
i am strong even on my own
but from him I never want to part
he's been there since the very start
my angel severus

bless the day he came to be
angel's wings carried him to me
heavenly
i can fly
but I want his wings
i can shine even in the darkness
but I crave the light that he brings
revel in the songs that he sings
my angel severus

(Lamb-Gabriel)

Capítulo 3: Una actitud inesperada

Comenzaba el séptimo y último curso y como siempre, April acudía sola a la estación King Cross. En realidad no iba sola sino que ya era la mayor de su orfanato que aún acudía a Hogwarts y ahora recaía en ella la responsabilidad de acompañar a otros alumnos más pequeños, casualmente siempre Slytherins. Como chica responsable, y aún preguntándose la razón por la que no la habían nombrado prefecta hacía dos años, no buscó sitio en el tren hasta que hubo dejado a buen cuidado a sus protegidos.

Mientras encontró sitio donde dejar a los pequeños y se encontró con sus amigas Marianne y Kathryn, con las que estuvo un buen rato charlando y que la pusieron rápidamente al día de sus planes para ese curso, había pasado ya un bastante tiempo desde que el tren partió hacia Hogwarts.

Arrastraba su baúl en busca del compartimento donde, como todos los años, su amigo Charlie le guardaba un sitio. A la vez que caminaba por el pasillo sentía que aquel curso iba a ser muy diferente. En su interior bullía cierto nerviosismo y satisfacción por ver qué le depararía el nuevo año. Algo había ocurrido durante el verano y esto le hacía sentir muy distinta, tenía nuevas e importantes responsabilidades que afrontar y no podía esperar a ver al profesor Snape, en quien nuevamente pondría su confianza para que le ayudara.

En medio de sus pensamientos y ligeramente eufórica, llegó al compartimento donde estaba Charlie. Era imposible confundirlo porque además en él también estaban los gemelos Fred y George, que ese año empezaban su segundo curso y que ya habían conseguido hacer leyenda en Hogwarts a pesar de solo llevar un año en el colegio.

Desde el pasillo se oía el tremendo escándalo de los gemelos haciéndose bromas. April sonrió y abrió la puerta para encontrarse a Charlie regañándoles. El chico, al ver a su amiga, dejó de reprender a sus hermanos y guardó la compostura.

¡Charlie! estaba buscándote. - dijo la chica acercándose a Charlie para darle dos besos.
Fred y George se pusieron a cantar a coro "Charlie tiene novia, Charlie tiene novia". Charlie los fulminó con la mirada.
- Callaos ya, perdona April - dijo Charlie un poco avergonzado.
- No pasa nada. - dijo April sonriendo y se sentó en frente de Charlie.
- Creía que estabas enfadada conmigo, como no me has escrito en todo el verano... - dijo Charlie.
- ¿Enfadada? No, es que he estado muy ocupada en el extranjero, he estado en una especie de campamento de verano con los chicos del orfanato. - explicó April.
- Por lo que veo allí no debía haber playa porque no te veo muy morena.
- Bueno, ya sabes que no me gusta tomar el sol, tengo la piel muy blanca y luego me salen pecas.
- ¿Qué malo tienen las pecas? - dijo Charlie, que como todo pelirrojo, tenía pecas.
- A ti te quedan muy bien. - dijo April sonriendo.
Antes de que los gemelos empezaran con las bromas, Charlie les reprendió con la mirada.

¿Sabes? Tengo escoba nueva...
- Oh, que bien, ya me la dejarás un día, aunque ya sabes que lo mío no es el quidditch.
- Claro que te la dejo. A ver si me cogen de capitán este año.
- Seguro que sí.

Durante el transcurso del viaje no dejaron de hablar sobre lo que habían hecho en el verano, de la ilusión que le hacía a Charlie salir elegido como capitán y de miles de cosas más, algo que April agradeció enormemente pues estaba ansiosa por llegar a Hogwarts y ver al profesor Snape.

Una vez que llegaron, cada uno se dirigió a las respectivas mesas de sus casas mientras los nuevos alumnos se ponían en fila para la selección. April se sentó con sus inseparables amigas, seguía atenta la selección puesto que ese año ingresaba un niño de su orfanato, si las cosas seguían como siempre, sería elegido para Slytherin, como debía ser. Pero además de estar atenta a los alumnos de nuevo ingreso, también miraba fijamente a la mesa de los profesores. Sólo que esta vez no encontró la mirada de Snape, como acostumbraba encontrar aunque sólo fuera de forma disimulada. Aquello la dejó tan extrañada que ni se dio cuenta cuando el pequeño de su orfanato acudió a la mesa de Slytherin y fue a abrazarla.

¡April! Soy Slytherin como tu, la mejor casa ¿verdad? - dijo el niño.

Sí, la mejor casa. - dijo ella abrazándole también pero con una sonrisa algo forzada.

No pudo apartar la vista de la mesa de los profesores, fue inevitable que Snape mirara la escena, pero no la miró a ella sino que además tenía una extraña expresión que nunca le había visto hacia un Slytherin.

De vuelta a los dormitorios, no le apetecía participar en el bullicio que se había formado en la sala común. A menudo tenía presentimientos, y lo de aquella noche podría haber sido una casualidad, pero ella sabía muy bien que la sensación de que algo no iba bien era acertada. Lo que más le dolía y confundía era que había esperado con desesperada impaciencia el inicio de aquel curso, contando los días que faltaban para el 1 de septiembre con una sonrisa nerviosa en el rostro, deseando encontrar un gesto orgulloso de Snape hacia ella, una sonrisa de complicidad. Esperaba disfrutar de largas veladas de confidencias, de conversaciones que respondieran a sus dudas con la naturalidad y despreocupación de un amigo. Pero nada de aquello halló. Lo que encontró fue una herida en su corazón, llena de frustración e ignorancia producida por la indiferencia de Snape.

Al día siguiente, después del desayuno fueron a la primera clase del curso. Charlie se dirigió hacia la mazmorra donde daban Pociones, su asignatura menos apreciada. Allí le esperaba April, guardándole un sitio a su lado. Había pasado toda la noche intentando convencerse de que tal vez habría malinterpretado lo ocurrido en la cena de bienvenida y acudía a la clase con la esperanza de que todo volviera a ser como siempre.
- Vaya, la primera clase del curso: Pociones, ya podría haber sido Cuidado de criaturas mágicas, que me gusta más. - protestó Charlie sentándose.
- ¡Pero si Pociones es lo mejor! - dijo April y Charlie la miró pensando "creo que eres la única a la que le gustan estas clases".
Poco después entró en la sala el profesor Snape y comenzó a dar su clase. Cuando los alumnos empezaron a realizar la poción de ese día, Snape se pasó cerca de la mesa donde estaban sentados Charlie y April. La chica siguió esperando en vano aquel gesto que nunca llegó. Snape, antes de irse miró el caldero de April y luego a ella fijamente, hasta incomodarla, como si fuera la peor alumna de la clase y nada de lo que había pasado durante los seis años anteriores hubiera ocurrido nunca.
- ¿Es mi imaginación o Snape te miraba raro? - dijo Charlie en voz baja cuando Snape estaba lo suficientemente lejos.
- No tengo ni idea, a mi también me lo ha parecido, pero es la primera clase, aún no he podido hacer nada mal - dijo April sintiendo que el vacío la devoraba por dentro.
- ¡Señorita Nuwen! deje de charlar en mi clase. - le regañó Snape desde el final del aula. - o tendré que quitar puntos a Slytherin.
Charlie miró a April sorprendido, y ella bajó la cabeza, derrotada. April era la alumna favorita de Snape y nunca le había amenazado con quitarle puntos a Slytherin ni nunca la había regañado.
April le escribió en la mesa "le molestará que me siente con un Gryffindor" y se encogió de hombros. Podía imaginar que ese no era el motivo. Aun así pudo confirmar lo que la noche anterior había estado pensando.

No habían pasado más de un par de días y la misma historia se había repetido una y otra vez en las clases de pociones. April estaba bastante dolida, no estaba acostumbrada a ser tratada así y menos aún sin motivo, de ser el ejemplo de la clase había pasado a ser el objetivo de su mal humor. Empezaba a entender el odio y temor que la mayoría de los alumnos sentían hacia las clases de pociones, pero a pesar de ello no estaba dispuesta a que la actitud de Snape con ella influyera en su interés. Y como prueba, se dirigió a la biblioteca a consultar un libro que necesitaba para sus famosos experimentos.

Charlie llegó un poco tarde, a veces solían quedar en la biblioteca para estudiar o hacer deberes, y cuando se sentó junto a April, sin que ella levantara la vista del libro, se fijó en el libro que estaba consultando.
- ¿Pociones curativas? Creía que ya lo tenías superado. - dijo Charlie bromeando, hacía mucho que habían dado las pociones curativas.
- Estoy investigando. - dijo April pasando las hojas.
- Lo último que se me ocurriría sería investigar sobre pociones curativas. ¡Vaya asco! ¿No tienes otra cosa que investigar más interesante?
- A mi me interesan ¿vale? - le dijo April muy seria.
- Vale, vale, allá tu y tus pociones.
Cuando salieron de la biblioteca, April sacó el libro para seguir consultándolo tranquilamente. Charlie no entendía el interés de April por las pociones, normalmente era la asignatura odiada por excelencia. Ella además de ser muy buena en la materia, se dedicaba a investigar...Pero lo no le dijo nada, no quería que April se enfadara.

Fueron hacia el comedor para cenar.
- Mañana será la votación para elegir al capitán. - le dijo Charlie antes de ir a la mesa de Gryffindor.
- Estaré esperando para que me cuentes. - dijo April sonriendo y yendo a la mesa de Slytherin.
Mientras se acercaba donde Kathryn y Marianne le guardaba el sitio, se cruzó con el profesor Snape. El profesor se quedó mirando el libro que llevaba en los brazos, se lo quitó de las manos para comprobarlo.
- ¿Pociones curativas, Nuwen? - le dijo incrédulo.
- Si, estoy... - dijo April un poco roja cogiendo de nuevo el libro, mirando al suelo.
- Si tienes dudas puedes preguntarme. -dijo Snape antes de irse.
April se sentó en la mesa confundida. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué la trataba mal y ahora le decía aquello como si tal cosa? Empezaba a preguntarse si la respuesta tendría un doble sentido o no había oído bien. En realidad tenía tantas dudas y preguntas que hacerle… y no todas sobre pociones curativas...

Al día siguiente se realizó la votación para capitán de Gryffindor, y tal y como esperaban, Charlie fue el elegido con total unanimidad. Se sentía tan satisfecho, era lo que siempre había querido, incluso más que ser prefecto. La votación se realizaba después del entrenamiento de quidditch, y April, que ya sabía que no sería bien recibida en un entrenamiento de Gryffindor, decidió esperar a la salida del campo. Los chicos salieron charlando animadamente y bromeando, pero uno de los chicos con los que hablaba Charlie se calló de repente. Miró a ver qué pasaba, April esperaba en la puerta, apoyada sobre la pared consultando su libro.

¿Pasa algo? - le dijo Charlie al chico, de mala manera.
- Esa Slytherin... seguro que hace de espía para los de su equipo. - dijo el chico.
-¿Tu estás tonto? ¿Qué dices de espía? No hace falta que espíe ya se lo cuento yo. - dijo Charlie dando plantón al chico y acercándose a April.
Ella levantó la vista del libro y le miró sonriente, preguntando con la mirada. Él le devolvió la sonrisa.
- ¡¿Si! - exclamó April y él asintió - ¡Te lo dije! Sabía que te elegirían a ti. No sabes lo que me alegro. Vaya, ahora tengo conmigo al capitán de Gryffindor.
April se acercó a Charlie, le dio un abrazo y un beso en la mejilla. Aunque fue muy rápido, antes de que ella despegara los labios de su cara ya había notado el calor, Charlie se había puesto rojísimo en cuestión de segundos. April se sonrojó un poco al notarlo, pero hizo como si no se hubiera dado cuenta.
- ¿Qué tal si me enseñas tu escoba nueva? - le dijo cogiéndole del brazo hasta el campo de quidditch.
Charlie estaba aún un poco rojo, y es que le había sorprendido aquella actitud por parte de April, porque no era una chica muy cariñosa.

Pasaron casi toda la tarde fuera, turnándose la escoba, y a pesar de que April no fuera una gran amante del quidditch, le sirvió para distraer su mente de su preocupación principal: Snape. Empezaba a pensar que se estaba volviendo paranoica ya que no era muy buena volando, y cada vez que sabía que hacía algo mal, le parecía oír la voz de Snape recriminándola. Pero no, Snape no estaba allí, ni siquiera pensaba que fuera la persona más indicada para darle lecciones de vuelo… Tuvo que reírse al preguntarse si Snape jugaría al quidditch cuando era estudiante.

April se extrañó de no encontrar a sus amigas a la hora de la cena. Tampoco las vio durante el rato que estuvo en la sala común. Aquello era raro… por lo general siempre seguían atentas cualquier cotilleo que pudiera ocurrir durante las comidas, las clases o la propia sala común. Finalmente las encontró en la habitación, cuando la chica subió para dormir.

¿Dónde habéis estado? No os he visto en toda la tarde. - dijo April al entrar en la habitación.

¿Cómo ibas a saberlo si estabas con tu amiguito Gryffindor? - dijo Marianne con un leve deje de desprecio.

April contestó con un gruñido. No le apetecía iniciar una discusión por aquello, aunque entendía lo que sus amigas pensaban sobre eso ¿Cuándo se había visto que un Gryffindor y una Slytherin fueran amigos? Ella misma habría actuado de la misma forma si les hubiera ocurrido a alguna de sus amigas.

Entró directamente al baño para ponerse el pijama, y cuando salió se dio cuenta de lo que Kathryn y Marianne se proponían. Las chicas estaban sentadas en el suelo, rodeadas de un montón de viejos libros.

¿Qué pasa? ¿No vais a informarme? - dijo April un poco molesta.

Sí, de hecho ¡te necesitamos! - dijo Marianne agarrando la pierna de April en pose suplicante.

A ver…- dijo April sentándose junto a sus amigas y ojeando los libros. - ¿estáis buscando maldiciones?

Más o menos… Queremos inventar una… - dijo Kathryn.

April alzó una ceja, escéptica ante la probabilidad de éxito de las chicas.

¿Qué clase de maldición queréis inventar y para quien? - dijo April.

Para la niñata. Ya sabes, esa Hufflepuff idiota que no para de acosar a Robert. - contestó Katrhryn.

Querrás decir que es para la niñata que es novia de Robert, no que le acosa. - especificó April.

Bueno… después de la maldición ya no querrá verla. - rió maliciosamente Kathryn acompañada de Marianne.

Entiendo… - dijo April. Había hecho infinidad de pociones para ellas. - Estoy empezando a plantearme en cobrar por mis servicios.

¡Oye! Pues no sería mala idea… bueno, pero a nosotras no nos cobrarás… ¿verdad? - dijo Marianne.

Tendría que pensármelo. - bromeó April.

Hasta el momento no se le había ocurrido cobrar por sus pociones, pero desde luego no era mala idea, de esa manera podría mejorar su economía. Ella era huérfana y no había heredado absolutamente nada. Lo único que tenía era el poco dinero que le pagaban durante el verano dando clases a los niños pequeños de su orfanato.

Kathryn y Marianne le explicaron lo que querían conseguir y en seguida a April se le ocurrió una solución, aunque no fuera una maldición. Casualmente, una de sus pociones fallidas tuvo un efecto parecido a lo que sus amigas querían, sólo necesitaría unos retoques para perfeccionarla.

No es una maldición, pero os servirá. Creo que para dentro de poco estará lista, necesita cocerse tres días a la luz de la luna para que quede bien. Aunque…yo de vosotras tendría cuidado, la última vez se os fue un poco la mano, y esta poción puede ser muy peligrosa.

No te preocupes, seremos discretas. - dijo Kathryn.

Más os vale. No quiero ser expulsada de Hogwarts por vuestra culpa. Además, Snape os tiene fichadas desde hace tiempo. Es demasiada casualidad que siempre le ocurran cosas a las chicas que os caen mal. - dijo April.

April se acostó, pero la última parte de la conversación acudió de nuevo a su mente. El profesor Snape... Estaba intrigada por ver cómo sería la clase de Pociones del día siguiente. ¿Volvería a regañarle? ¿La ignoraría? Lo cierto era que no se acostumbraba a aquella situación tan extraña. ¿Por qué se comportaba con ella como si hubiera hecho algo mal? Debería estar orgulloso de ella ¿o no?

Aquella misma noche, Charlie estaba haciendo los deberes en la sala común, pero se notaba que estaba abstraído por algún pensamiento porque Fred y George aún andaban por allí haciendo de las suyas sin que les regañara. Seguía dándole vueltas a lo ocurrido en el campo de quidditch. No era la primera vez que soñaba con April, y cada vez que le pasaba se incomodaba al pensarlo. Aquella mañana tenía el sueño demasiado reciente y el beso de April le había dejado un poco aturdido. Se había ruborizado exageradamente, pensaba "soy un idiota, sólo ha sido un inocente beso en la mejilla, ¿iba a esperar menos de mi mejor amiga? Vale que ella no sea muy afectuosa pero hay que entenderlo, no ha tenido afecto de nadie en toda su vida, ha crecido completamente sola."

Este capítulo es un poco "trivial" pero hacía falta para saber el cambio de actitud de Snape hacia ella, aunque ella no entienda por qué. Pronto sabréis el motivo. ¡Espero que os haya gustado y que me dejéis reviews!

Aurorntonks: Me alegro que te guste el ff y que tu prima opine lo mismo que tu pero ¿Quién es tu prima? Jejejeje

Wolfang Snape: Estoy contigo ¡¡Snape es el mejor! Me alegro que te caiga bien April jejejeje. Pronto se sabrá mucho más de Snape.

Ana María: ¿Te fascina el fic? Wow! Sobre los diarios… pues ella no los escribió sabiendo que Snape los iba a leer, obviamente… si no a lo mejor no habría escrito algunas cosillas jejejeje. Como tú dices, Snape se llevará alguna sorpresa al leer el diario porque él tiene un visión incompleta de la vida de April, en realidad, él está leyendo los diarios para averiguar algo… ¡no te doy más pistas jejejeje! ¡Besitos!

Marin Black: Me alegro que te guste el ff ¡como no! Yo que esperaba que este fic fuera mi "obra maestra" y creo que va a ser el de Sirius/Bellatrix ¬¬, me gusta más como me está quedando el otro, así que tendré que ponerme las pilas con este porque como buena GAPSS ¡no puedo dejar que Sirius gane a Sev! Por cierto, puede que haya algunos capítulos de solape entre los dos fics, en este desde el punto de vista de Snape y en el otro desde el punto de vista de Bellatrix, pero queda aún para eso. ¡Besitos!

Parixs: ¡Gracias por tu comentario! Tendré en cuenta lo de revisar la puntuación, a veces me emociono escribiendo y me salen frases hiper largas. Me tranquiliza que no pienses que April es una Mary Sue jejejeje. Espero que sigas leyendo el fic y que me sigas dando consejos. ¡Besitos!

Nabiki: Moshi Moshi! Pues no he visto Carrie ¡pero si que se parece la escena del baile jejejeje! Espero que quedara aclarado por qué elegí a Charlie. Sobre la edad de Snape, pues sí lo había pensado, en esa época el tenía 29 años (son seis años menos que en la ODF donde él tiene 35) lo que me hace pensar que ¡¡qué irresistible Sev con 29 años! ¬ Si que me gusta el Brit pop jejejeje ¿y a ti? ¿te gustó la canción de Pulp? Estoy muy contenta de saber que Jarvis Cocker (el cantante de Pulp) saldrá en la peli del Caliz de fuego además de hacer la banda sonora con el guitarrista de Radiohead y creo que Franz Ferdinand cantarán las canciones. Y por cierto, espero que te haya gustado el capítulo y no desesperes ¡¡habrá mucho Snape próximamente! ¡Besitos!

La Ale: ¡Gracias por tu comentario! Me alegra que April te pareciera un personaje interesante y que el ff te parezca tierno porque… ¿por qué Snape no iba a tener una parte tierna? Espero que continúes leyendo el ff y sigas dándome tus comentarios.