Hola! GRACIAS, gracias, gracias! A partir de aquí, este es oficialmente mi fic con más reviews (por una, jeje)
Un besito, y os dejo con la historia, que interesante no sé si será, pero más que mis divagaciones seguro
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Hermione cerró la puerta de su habitación para evitar que sus padres siguiesen revoloteando a su alrededor, felices de tenerla en casa. Gracias al cielo, no sabían que no había pasado el verano estudiando en la Madriguera- aunque hubiese deseado confiar en ellos, temía que la apartasen de Hogwarts, del mundo al que pertenecía.
Porque ahora lo sabía, pertenecía a ese mundo; el sentimiento de ser diferente se había evaporado en esos meses con Snape; se parecían demasiado. Intentó una sonrisa amarga al pensar en la cara del profesor ante esa idea- parecerse a Hermione Granger. Pero sí, tenían mucho en común, y por extraño que fuese, la única persona con la que no se sentía un pez fuera del agua, incomprendida y estúpida, era la única que pretendía hacerla sentirse así. Terriblemente desalentador darse cuenta de que el único que podía remotamente parecerse a ella era Severus Snape.
Se encontró contando los siete días que faltaban para el primero de septiembre; no conseguía conciliar el sueño y su estómago parecía reacio a aceptar cualquier alimento. Sentía un vacío tan grande que casi dolía.
Cerró los ojos y se concentró en no pensar. A su alrededor, todo daba vueltas, y la sensación de flotar que sintió cuando realizó el hechizo volvió a ella. Notó una oleada de poder recorrer sus venas, oyó sus sienes palpitar, y le pareció escuchar la misma voz susurrante acariciando sus oídos. Deseó más que nada estar de vuelta en la mansión Snape, conjurando la imagen de su profesor para tranquilizarse.
No sabía en qué momento la presencia de un mortífago- exmortífago, se recordó- que la odiaba le había comenzado a parecer protectora, pero cada vez que cerraba los ojos y su imagen aparecía ante ella, frío, distante, se sentía mejor; no fue hasta la tercera noche que empezó a darse cuenta de que el dolor en todo el cuerpo, la falta de sueño, y todo lo demás tenía una sola causa, y ella era demasiado lista como para no saber cual.
Entonces, y sólo entonces fue cuando se metió debajo de las sabanas, realmente asustada. Y en su cama, en mitad de la noche, sintiéndose miserable, maldijo ese lugar horrible que era un mundo que permitía que se hubiese enamorado de alguien a quien debía odiar; Severus Snape. El Profesor Severus Snape.
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La luna no aparecía por ninguna parte esa noche. Con la única luz del fuego en la habitación, las sombras parecían deslizarse por las paredes. Hacía horas que los hielos se habían fundido con el whisky, y el crepitar de las llamas parecía resonar con un eco estrepitoso en su imaginación.
Inconscientemente, Snape se llevó el vaso a los labios, que se torcieron con disgusto al notar el sabor aguado de la bebida. Disfrutó con el líquido amargo en su boca, como un pequeño castigo simbólico, mínimo, inapreciable.
El calor en el pecho le hacía relajarse tanto como podía relajarse. Que era más bien poco. Pero pronto volvió a tener frío, pese al whisky, pese al fuego. Pese a que la noche era cálida.
¿Cuánto tiempo llevaba allí sentado? ¿Horas? ¿Días? Perdido en el pasado y en el presente, mirando el cuaderno abandonado encima de la mesa. No pudo evitar por más tiempo que sus pensamientos volviesen a Hermione Granger. Su letra pulcra y ordenada llenaba las páginas de arriba abajo con anotaciones en los márgenes, recordándole irónicamente sus propias notas. Lo tomó en sus manos, y lo miró sin leerlo; casi se había aprendido las palabras de memoria, y estaba francamente impresionado.
Sin duda, había arriesgado mucho con el hechizo; Snape siempre había admirado su mente, aunque no a la chica en sí. Durante unas semanas había tenido la ocasión de ver más allá de la amiga de Potter, y por un momento, había jurado que no eran tan distintos; con todo su pasado, con todos sus errores, aún tenían algo en común. Pensó con ironía en el horror de Hermione si oyese sus pensamientos, parecerse al temido y cruel profesor de pociones, al exmortífago, a...
Cerró los ojos. Después de tantos años, aún dolía. Se maldijo a sí mismo, reprochándose su debilidad. Había perdido el derecho a sufrir tiempo atrás.
Y sin embargo, Granger se había saltado todos sus escrúpulos para meterse de lleno en las artes oscuras; era tan Gryffindor que tenía ganas de llorar. Se debatía entre el orgullo y la furia; se sentía impotente, sabiendo que había estado inconsciente, vulnerable durante tantas semanas, y que ella había estado allí, vagando por aquella casa, o a su lado. Odiaba tener que deberle la vida. Y la estupidez del hecho de poner la suya en peligro por él, sólo porque era incapaz de dejarle morir como era incapaz de dejar morir a un animal herido. Una vida que podía dar tanto al lado de la luz, en unas circunstancias como las que corrían. Estúpida Granger. Se sintió más tranquilo, pronunciando las palabras en voz alta, solo en su mansión.
"Estúpida Granger"
Y pensar en cómo se malgastaba con Potter y Weasley. Había dejado de darle sus clases diarias los fines de semana; sabía que ella lo esperaba, pero no podía tolerar el pensamiento del pelirrojo zumbando a su alrededor; le parecía un desperdicio enorme, y le enfurecía cada vez que ella se reía de una de sus nuevas estupideces. ¿Es que no se daba cuenta?
Él hubiese podido enseñarle, enseñarle de verdad, si hubiese estado dispuesta a aceptar el reto. Cerró los ojos, y durante un segundo pudo imaginársela ahí sentada, acalorada en medio de la discusión, el flequillo constantemente retirado por una mano inquieta, nerviosa, los ojos fijos en él, absorbiendo cada palabra, haciendo que por una vez valiese más la pena estar despierto que dormido. Casi podía olerla, como si sólo acabase de salir de la habitación.
Durante todo el verano, se había alejado de ella, porque había despertado en él el ansia de enseñarle sus conocimientos, su necesidad de aprender, una pasión que lo asustaba, y que tiempo atrás le había llevado a donde se encontraba ahora. Y por una vez, había estado dispuesto a aceptar el precio de interaccionar con otro ser humano, de aceptarlo en su espacio.
Por primera vez, ese ser humano no le miraba con lástima, sino con respeto. Una emoción que no se merecía y que no toleraba bien en los demás, cuando él mismo no podía respetarse.
Había trabajado duro para borrar esa mirada; había intentado destrozar su fe en una justicia natural, en que podía ganarse su aprobación si trabajaba lo suficientemente duro, si era lo bastante buena. Había sido...¿cuáles fueron sus palabras? especialmente injusto, sí, eso era, injusto, con ella. Y durante seis largos años, ella había seguido luchando sin perder la esperanza, incapaz de aceptar que todo en la vida no era blanco o negro y que alguien del lado del Bien, con el apoyo de Dumbledore, podía ser un bastardo miserable.
Y por fin lo había conseguido. De golpe, el respeto se había evaporado; en los ojos de Granger había un cansancio inusual, incluso hastío; algo de lástima, algo de miedo. Y sobre todo, dolor.
¿Por qué no se sentía feliz?
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"¿Qué cantidad de raíces hace falta?"
Veintidós gramos, se dijo Hermione en silencio, mientras el resto de la clase evitaba levantar la mirada del suelo, y el genio de Snape se iba encendiendo más y más. Pero no se molestó en levantar la mano; durante días el profesor la había ignorado, y ni siquiera había reaccionado cuando ella había hablado sin levantarla. El profesor se había limitado a seguir con su explicación, como si no hubiese oído nada, para el alborozo de los Slytherin. Y hasta Hermione tenía un tope para soportar la humillación.
Snape la tomó con Harry, sin embargo. Hermione sentía un calor insoportable crecer detrás de sus ojos, cada día apoderándose de ella con mayor facilidad. El muchacho no levantaba cabeza y el ambiente de la escuela no ayudaba. A pesar de la incredulidad general que siempre provoca la muerte de alguien joven, había cierto aire de alivio entre la mayoría de los alumnos de Hogwarts; al menos, había sido Draco Malfoy. Y eso, de alguna forma, estaba afectando al joven mago.
Tenía que hablar con él. Pero primero...
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Una, dos... tres. Ufff.
Toc, toc, toc.
Snape abrió la puerta, y pareció tentado a volver a cerrarla.
"¿Sí, señorita Granger? ¿A que debo el placer?"
"Quería devolverle esto, señor" No iba a dejar que le afectase el tono irónico de su profesor; no hubiese podido soportar la humillación de que él se diese cuenta de la confusión en la que se veía envuelta.
Le tendió la fotografía que se había llevado de la mansión Snape, ordenándole a su pulso que guardase la compostura.
El profesor miró reticentemente lo que la chica le ofrecía, y pese a que conservó una mueca inexpresiva, le fue difícil ocultar su incredulidad.
A Hermione le pareció que estaba a punto de entrar en shock.
Con la punta de los dedos, Snape tomó la fotografía, intentando tocarla lo menos posible. El frío papel le pareció más desagradable al tacto que las materias viscosas y corrosivas con las que trabajaba a diario.
Para sorpresa de Hermione, prefirió obviar el tema y ahorrarse una explicación de porqué se hallaba esa foto en su poder; no quería ni imaginarse el éxito que habría tenido en la torre de Gryffindor. Solo quería ver la espalda de la chica desaparecer por el umbral.
La dejó sobre la mesa, vuelta boca abajo, y esperó a oír la puerta; pero no sonó.
"¿Y bien, señorita Granger?" dijo, comenzando a perder la paciencia.
Hermione había tomado una decisión; si tenía que jugar el juego según sus reglas, pensaba hacerlo. Aunque tuviese que saltarse todas las normas. Se enfrentaba al Cabeza de Slytherin, después de todo.
"Quiero una tregua, profesor Snape" dijo, con un tono exigente pero calmado.
"Una... tregua" dijo él, alzando la ceja y mirándola peligrosamente "Me temo que tendrá que explicarse mejor"
"Usted deja tranquilo a Harry y el... asunto de sus padres nunca saldrá a la luz."
Snape parpadeó con sorpresa, y sintió la risa borboteando en su garganta, pugnando por salir. Se conformó con mirarla, la burla patente en sus ojos.
"Me... ¿Me está intentando hacer chantaje, señorita Granger?"
"Eso creo" asintió ella.
Francamente impresionado, si bien sintiéndose un poco culpable de haberla empujado hasta ese punto, Snape pensó seriamente en dejarse caer en la butaca. El sorprendente giro Slytherin resultó cómicamente refrescante en la chica, a pesar de los motivos tan Gryffindor.
"Bien, señorita Granger, lo ha intentado. Ahora, por favor, salga de mi despacho." dijo, remarcando claramente el ahora.
Tenía unas tremendas ganas de reír; se sentía como si estuviese bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena. El aire parecía diferente, espeso, dulzón. Los objetos se veían reales, tridimensionales por primera vez; los olores, los colores, todo era más vívido, más intenso.
Pero sólo podía concentrarse en el dolor punzante que sentía en el pecho.
"¿Por qué?"
Le costó unos segundos volver a centrarse, enfocando las pupilas de nuevo hacia la mujer que lo miraba desde los ojos de Hermione. Frunció el ceño; no podía permitirse unos segundos, Severus Snape tenía que estar siempre alerta.
Se encogió de hombros, lamentando el gesto cuando un relámpago de dolor le traspasó.
"Los dos sabemos que no lo har
Pruébeme, decía claramente su mirada. Arqueó una ceja nuevamente.
"Y si lo hiciese, un poco de publicidad extra no me vendría mal. Este año, los de primer curso son especialmen..."
"Es usted incapaz de sentir nada, ¿verdad, profesor?"
"¿Le ruego que me disculpe?"
"Me ha oído perfectamente"
"Sí, señorita Granger, soy perfectamente capaz de sentir con total eficiencia. Y en este momento siento que estoy empezando a irritarme de verdad, así que si le queda algo de sentido común, y le aseguro que lo dudo, debería salir ahora mismo de aquí."
En ese momento, el aire le falló. Aspiró con todas sus fuerzas, pero el oxígeno no llegaba.
"¿Profesor?"
"Granger" dijo con voz ahogada. "Definitivamente no es el momento."
Entró en su oficina, su capa ondeando tras él, mientras rezaba por llegar a las habitaciones, por escapar de ella, que se había quedado allí plantada en la clase.
Tendría que usar el camino más largo que iba a sus habitaciones; pasó el cerrojo por la puerta de la oficina, pero no pudo conjurar los hechizos; a toda prisa abrió el corredor en la pared, esperando que el pestillo fuese un aviso suficiente para Granger, mientras dudaba si iba a morir en aquel oscuro pasillo.
"¿Profesor Snape? Alohomora" Hermione se asomó a la oficina, preocupada, pero no había nadie. Un agujero se abría en la pared.
Siguió el oscuro corredor hasta que alcanzó la luz, y de pronto se encontró en las habitaciones de Snape.
Y luego la fama se la llevan Fred y Geoge. Primero chantajeo a un profesor – a Snape- y ahora me cuelo en sus habitaciones.
El fuego se encendió de pronto, sobresaltándola, y no tuvo mucho tiempo de mirar a su alrededor; había distinguido la figura negra de Snape encogido en el suelo, sujetándose el brazo contra el pecho, y buscando algo a toda prisa en un libro.
"Vamos, vamos" le pareció oírle murmurar.
Snape tenía razón en una cosa. Cualesquiera que fuesen las circunstancias, Hermione no podía dejar a alguien en ese estado sin intentar hacer algo.
"Profesor Snape, déjeme que le ayude, por favor."
El aludido soltó un aullido de rabia.
"Maldita sea, Granger, ¿no tiene a nadie más a quien molestar?"
Sus voluntades se batieron, pero Snape estaba físicamente perdiendo la batalla. Hermione le tendió la mano firmemente, y él la ignoró. Ella continuó allí, con el brazo extendido; mirándola con odio, finalmente él se levanto sin aceptar su ayuda, profiriendo una maldición soez que Hermione prefirió no entender. Tomó el libro del suelo.
"¿Qué estamos buscando?"
Snape abrió la boca para responder al estamos, pero fue incapaz de decir nada. Se desplomó sobre la cama, luchando por respirar. Asustada, Hermione intentó recordar los hechizos básicos de primeros auxilios, pero habían pasado más de seis años desde aquello, y estaba en blanco. Sólo veía los ojos negros de Snape, vacíos de pánico o emoción, diciéndole claramente que estaba sola en la pelea. Que no le importaba perder.
Oh no. No si ella estaba allí para evitarlo. No se lo pondré tan fácil, Profesor Snape.
"¿Ha tenido una... reunión hoy?"
Snape hizo un gesto que Hermione reconoció como burla.
Incluso medio muerto se reía de ella.
"¿Puedo preparar una poción, algo?" preguntó, al borde de la histeria.
Negó con la cabeza, apretándose el brazo contra el pecho. Rápidamente Hermione se acercó y rodeó el brazo con sus dedos.
Fue como si su profesor se hubiese convertido en estatua de sal.
De verdad no está acostumbrado al contacto humano.
Suavemente retiró el brazo del pecho y apoyó allí la cabeza, ante la mirada escandalizada de su profesor. Hizo falta un hechizo sonorus, pero oyó claramente el problema. Levantó la varita, y la mirada de Snape la paralizó. Pero se sobrepuso.
"Esta vez le toca a usted confiar en mí, profesor. Es el pulmón" dijo intentado fingir aplomo. "La costilla lo ha perforado."
Con un hechizo simple reparó la costilla- gracias a la afición de Harry y Ron por el Quidditch, no era la primera vez que lo usaba- y tras rebuscar en su memoria, utilizó un hechizo sellador para el pulmón, cruzando los dedos. Para entonces, el color de la cara de Snape era macilento, y hacía evidentes esfuerzos por mantener los ojos abiertos y supervisar la operación.
"¿Mejor?"
No recibió respuesta
"¿Profesor?"
Nada.
Se acercó a su rostro para comprobar que respiraba. Si lo hacía, era de forma tan tenue que no lo percibió. Al borde del pánico (un hechizo para sellar fisuras aplicado al pulmón no era algo que tuviese ocasión de practicar a menudo, ni siquiera con Ron y Harry cerca, ¿y si lo había empeorado todo? ¿y si lo había hecho demasiado tarde?) pensó en alguna solución.
Pero sólo las palabras de Dumbledore resonaban en su cabeza.
"A la señorita Granger, por el uso de la fría lógica... cincuenta puntos" "A Hermione Granger, por el uso de la fría lógica, uso de la fría lógica, uso de la fría lógica..."
Respiración Cardio-Pulmonar. RCP
Boca a boca.
Sólo que era Snape, y uno le hacía el boca a boca a Snape.
"Vamos, Hermione" se animó en voz alta, intentando superar sus sentimientos encontrados. " Cada segundo es vital. Él te salvó... puedes hacerlo. Puedes hacerlo."
Cerró los ojos, abrió la boca de Snape sosteniendo su mandíbula con la mano izquierda mientras con la derecha pellizcaba su nariz, e insufló. Hizo todo lo que había leído tantas veces, lo que había visto mil veces en televisión.
Ningún cambio milagroso.
Repitió la operación varias veces, insuflando cada vez una cantidad mayor de aire, y de pronto, notó una leve respiración, un leve movimiento en los labios bajo los suyos.
Suspiró aliviada.
Gracias al cielo, el profesor parecía conocer la técnica, y pese a su expresión de sorpresa, no hizo comentario alguno cuando vio el rostro de Hermione a escasos centímetros del suyo. Recuperó el control de sus músculos y extendió una mano para apartarla, pero al notar que temblaba como una hoja, simplemente la dejó allí, en el hombro de la chica, como decidiendo qué hacer con ella, sintiéndose repentinamente incómodo.
Ella notó los dedos que se aferraban a ella como una garra y los temblores recedieron ligeramente, pero las lágrimas contenidas empezaron a resbalar por su cara. Avergonzada, intentó parar, pero después de la tensión, no tenía fuerzas.
Snape maldijo a Godric Gryffindor, Hermione Granger y Voldemort por ese orden.
"¿Y ahora que pasa, señorita Granger?"
"Creí que estaba muerto"
La simpleza de la explicación le cogió por sorpresa. O tal vez la paradoja de pensar en su muerte y ver a una persona excepcional llorando. El pensamiento lo perturbó terriblemente, y estuvo a punto de quedarse mudo. Sólo a punto.
"Bueno, no lo estoy. Por Merlín, sólo estaba inconsciente"
"En casa de Lovecraft" aclaró la chica, dejándole aún más perplejo. "Pensé que estaba muerto. Para siempre" Por una vez, Snape se mordió la lengua para evitar decirle que uno siempre se moría "para siempre".
En casa de Lovecraft le había dado por muerto ¿y qué? Había conocido a esa extraña muchacha más de lo que le hubiese gustado, y sabía que no se derrumbaba por cualquier cosa. ¿Por qué lloraba ahora? ¿Cuál era el problema?
"Señorita Granger" dijo tentativamente en un tono desconocido incluso para él, consciente de que la psicología humana- y femenina- no era un terreno por el que se moviese con especial soltura- "¿Cuál es el problema?"
"Pensé que estaba muerto" repitió la chica, como si eso lo explicase todo. Era como hablar dos idiomas diferentes.
Estaba tan cerca que veía las pequeñas venas en el rostro agotado de su profesor.
"Eso ya lo ha dicho" Error. Cambio de táctica. "No lo estoy. Además, no veo porque eso iba a importarle a nadie."
"Bueno, a mí me importa" dijo ella, como si fuese algo perfectamente estúpido.
Y entonces, hizo algo aún más impensable.
Se inclinó unos milímetros y le besó.
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Esta vez contesto los reviews en orden inverso, ok?
Laurana-malfoy-rin: gracias! lo que jamás me hubiese imaginado es que alguien te hubiese recomendado mi fic (¿??) le das las gracias a pupi-chan de mi parte! ha sido un favor doble, porque ahí ando con potter y lelans... un besote, y bienvenida a mi mundo, el único, el inigualable: HG/SS!!!
Nocrala: lo sé... pero no le adoras igual? haga lo que haga sigue siendo un dios... seguro que los mató (psss, psss, calla, que se supone que lo has escrito tú y lo sabes fijo) eso, seguro que los mató!!! Lo de lázaro fue un puntazo de última hora, pero me pareció un guió. Claro que tendrá consecuencias! Has andado rápida ahí, eh?? Un besito y muchas gracias! (omito comentar mi opinión sobre la propiedad de severus, aunque el niega que haya nadie más que yo en su vida...)
cloe: gracias otra vez... no podría matar a sevvie aunque quisiera, moquearía todo el teclado y me electrocutaría en el intento... Es lo que digo, es odioso pero le adoro por ello. Será la vena masoquista?poco le queda ya de ser borde, déjale que se defienda de sus sentimientos de la única forma que sabe!
Caroline Holish: ya leí tu cap, está muy interesante, y aún te quedan unos cuantos, no? ánimo y gracias por tu review
Ichan: como decirte gracias x los reviews? tienes un estilo propio. Te dejaría reviews en las reviews, jajaja. Gracias, florecilla silvestre!
Antíope Black: jajaja, Snape agradecido, pobre flor. No será en mi fic... aunque por mucho que disfrute de sus peleas, en algún momento tendré que cambiar su actitud, digo yo. O no. A lo meojr simplemente me robo a Snape y dejo a Hermione más colgada..... No me importa, puedes usar genial todo lo que quieras.... (pucheritos) de nada por la review, más que merecida, el fic está estupendo. Me encantará echar un vistazo al otro, procuro empezar solo uno por autor para no liarme, porque soy muy lerdica, pero ahora mismo todo el mundo esta de vacaciones parece, y no actualizan, asi que ahí me verás como un clavo, y además por una vez, invitada!!!!
Melocotón: gracias! sobre todo por el tanto, tanto, tanto, que me dio un montón de ánimos! Y por todo lo demás, me alegra no ser la ´unica que vive la historia en su cabeza (es que la tengo bastante huequilla, por lo demás, también hay que admitirlo) un besote, y espero saber más de ti!!!
Sheamoonie: hace ya como cinco años que estás en ff, o te lo habías inventado antes??? Menos mal que actualizaste!!! ya tnía ganas. Me alegra que te gusta mi SSSSSeverus (es a ver si te animas a hacer algún comentario sobre la s... vivo en la esperanza de que sea él....) ah, claro que acabarán bien... de momento, solo empiezan... pero lo que les queda, hija, lo que les queda. Oye! creo que tenemos parecida edad, que bien! (¿? no se que importará la edad, pero aquí todo el mundo es mucho más mayor y más pequeño, me ha parecido curioso) muchas gracias por el review, espero que este capítulo tb te haya gustado, aunque es un poco más.... rarito, no sé.
amsp14: lo sé.... un cataclismo! jamás le haría eso a snape y menos a una fan suya como tú... es terrible, este severus, viejo cascarrabias... y ella ya lo admite, ya lo admite.. se va a pegar un susto bastante majo, porque la verdad, no debe de ser precisamente un descubrimiento genial... y ánimo con tu fic! espero con impaciencia nuevo cap! de hecho más que impaciencia! estoy pensando ir a buscarte y atarte al ordenador!!! besos, y que las musas te acompañen!
SBM-NgiE: me das miedo! con snape inconsciente no dejo a nadie, solo a mí.... lo sé, lo sé, sevvie es terrible... pero es para poner a prueba el amor de hermione, estoy segura, y además, tiene que defenderse de lo que siente, y no sabe hacerlo de otra forma.... (suponiendo que sienta, pero dado que me dice que me quiere todas las noches, supongo que sí...) se me está empezando a ir que no es broma... tu tienes el mismo carácter que herm? madre, miedo me das!!! Gryffindor, pues??? con que seas la mitad de cabezota, ya serás dificil, jeje.
Oye tu fic genial, tb. además, no hay tanto ss/hg, y es una gozada leer uno bueno de ese par...
Miss-Andreina-Snape: ¿?? lo sé, los corto en sitios rarísimos, en la peor parte, pero es que se me da fatal elegir cuando es suficiente!!! Me alegré mucho de actualizases, y me alegro tb de que me avises via review, jajaja. Un besote y gracias... este tb acaba un poco cliff... espero q no me odies
DrakeMalfoy: si, mala leche un rato... los junto SHA!!! ya lo he leído, pero oye, corregiste algo? estás en el cap 9, verdad? no preguntes, soy torpe con los ordenadores... un besote y muchas gracias!
Por último, a mis amigos (aunque nunca leerán esto, si yo puedo evitarlo), un millón de gracias, porque me dan fuerzas para todo lo que hago. os quiero un montón, ha sido un fín de semana increíble.
