Gracias por los Reviews, Misterio, Nelly Esp y Malu, gracias por seguir la pista de este fic. Haré todo lo posible por actualizar prontito porque se que van a querer torturarme al terminar de leer XDDD. Saluditos
Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a JK Rowling y nadie mas, bla, bla, bla, etc, etc, ya saben todo lo demás
Capitulo VII
El refugio
Harry salió de su sala común bajo su capa invisible, recorriendo los pasillos del castillo con rumbo a la enfermería, estaba llegando a la puerta cuando oyó las voces de Dumbledore y Lupin, rápidamente se escondió detrás de una de las columnas, sabía que Dumbledore lo podía ver. Los hombres se detuvieron un momento frente a la puerta
—¿Qué pasará con ella profesor?—
—Estará aquí hasta que podamos encontrarle un lugar más seguro, tuvo suerte de escapar de Voldemort—
—Profesor, ¿sabe que es lo que él señor tenebroso desea de esta mujer?—
—Información, Remus, y gracias a eso aún esta viva, si Voldemort hubiera sabido que ella no sabía nada mas que nosotros, la hubiera matado—
La voz de Lupin sonó con una mezcla de admiración y melancolía
—Es una mujer increíblemente valiente, nunca imagine conocer a alguien así, muggle o mago—
Ambos hombres empezaron alejarse de la enfermería
—Lo se Remus, por eso ha sobrevivido todos estos años—
Harry no pudo oír nada más, ellos se habían alejado demasiado como para seguir oyéndolo. Para suerte de Harry, ellos dejaron la puerta abierta, así que entró sin problemas. La señora Pomfrey estaba ocupada con varios frascos en su oficina, se notaba molesta, seguramente por tener a un muggle en su enfermería. Él recorrió el pasillo, se dirigió a la última cama que estaba oculta tras un biombo. Con paso lento y nervioso Harry dio vuelta a la pequeña barrera de tela y metal; entonces la vio, Brenda estaba profundamente dormida, varios vendajes cubría las heridas que habían sido curadas poco tiempo antes. Harry se acercó, estaba a punto de quitarse la capa cuando oyó pasos, esos pasos eran inconfundibles, su cadencia y el sonido de la capa que siempre les acompañaba le decían a quien pertenecían. De inmediato se alejó de la cama y se coloco en el lugar que pensó no tendría riesgo que se tropezaran con él. Dos segundos después apareció la confirmación de lo que estaba sospechando, el profesor Snape había pasado el biombo y se había colocado a los pies de la cama de Brenda; sus ojos negros se clavaron en aquel cuerpo inerme. Todos los músculos de Harry estaban alerta, sabía que el director confiaba en el profesor de pociones pero para él, seguía inspirándole desconfianza, el joven mago estaba listo para defender a Brenda si era necesario, en ese momento no pensaba en las consecuencias que eso implicaría para él sí era descubierto, sólo pensaba en devolver un poco de lo que ella le había dado. Snape se quedo quieto por lo que parecía ser una eternidad. El hombre se movió con rapidez, rodeando la cama para acercarse al rostro de la mujer, lo que hizo dejó al chico atónito. Severus Snape, el profesor jefe de la casa de Slytherin, se inclinó sobre Brenda y la besó en los labios durante varios segundos, ella se estremeció por un momento, lo suficiente para que Snape lo notara, de un solo movimiento se alejó de ella, la expresión de aquel hombre era incomprensible para Harry, era una mezcla entre melancolía, resentimiento, y acaso ¿amor?, Harry pensó que no podía ser, que se estaba equivocando al juzgar la forma en que Snape veía a Brenda, un mago de Slytherin jamás se enamoraría de un muggle. Nuevamente Snape recuperó su acostumbrada expresión y entre dientes dijo
—Me las pagarás Black, no te perdonaré por lo que hiciste—
Y el profesor salió de la misma manera que llegó, Harry esperó varios minutos antes de moverse, quería asegurarse que nadie más entrara. Pasaron 10 minutos y todo quedó en silencio, incluso lo ruidos de la oficina de la enfermera habían cesado. Entonces decidió acercarse, estaba a pocos centímetros de la cama cuando ella despertó. Él no sabía que hacer, estaba nervioso, pensó que era mejor irse, pero la voz de Brenda lo detuvo
—Se que estas ahí Harry—
ella giró su cabeza hacía donde Harry estaba parado
—No te preocupes, no diré que estuviste aqu
El chico se quitó la capa y se acercó a la cama
—¿Cómo sabias que estaba aquí?—
Ella cerró los ojos y sonri
—Puedo reconocer el sonido que hace esa capa al viento en cualquier lugar, los magos no lo notan, están tan acostumbrados a los sonidos mágicos que lo ignoran—
Ella intentó sentarse pero Harry se lo impidi
—No, debes descansar, estas muy débil—
—No debes preocuparte, sobreviví a Voldemort, unas cuantas heridas no me mataran—
Ella lo miró a los ojos
—Es la primera vez que puedo ver que tienes los mismos ojos de tu madre, siempre te he visto de lejos—
—¿Tu la conocías bien?—
—Si, vivíamos en la misma cuadra, era un par de años más joven que ella y nos divertíamos mucho juntas, hasta que vino aquí y la deje de ver por un tiempo—
—Pero, ¿tu podías entrar a Hogwarts?—
—Si, gracias a ella, pero no siempre podía hacerlo, a veces los hechizos no funcionaban o simplemente había demasiada vigilancia—
—¿Fue por eso que Sirius creo su diario?—
—Veo que te llegó mi mensaje, no pensé vivir para contarlo, supongo que por eso viniste quieres respuestas—
Harry se ruborizo, estaba nervioso y millones de preguntas se agolpaban en si cerebro
—Si, hay tantas dudas, tantas cosas que debo saber—
—Pregunta—
—¿Como eran ellos?—
Brenda se sorprendió por un instante, pensaba que él preguntaría por el diario o por la vasija, después comprendió su equivocación
—Eran las personas más amables, inteligentes y leales que haya conocido, fue un honor para mi ser su amiga, es por eso que le prometí a tu madre cuidarte—
Esta afirmación hizo que Harry recordara
—¿Sabes algo más de la vasija?, ¿acaso mi madre era la guardiana?—
—No se nada más de lo que les dije, sólo que ahora estoy segura que es un poder muy grande, sino Voldemort no se interesaría en él—
—Pero si te busca es que aun no sabe nada—
—Si, esta desesperado por encontrar información, desea ese poder más que nada en el mundo. Harry, es tarde, creo deberías irte, yo estaré bien aquí por un tiempo, supongo que Dumbledore estará pensando donde llevarme, no quieren que este cerca del mundo mágico—
Harry tomó su capa, estaba a punto de irse
—¿Tú conociste a Snape?, digo cuando estuviste por aqu
Brenda contest
—Si, él nos descubrió, estuvo a punto de provocar que expulsaran a Sirius, nos amenazó por semanas que le diría al director, yo le rogué que no lo hiciera, pensé que no lograría convencerlo, pero por alguna razón me escuchó, sólo me pidió que me alejara de su presencia. Desde ese día nunca más me cruce en su camino, hasta ahora, he de confesar que tengo miedo de encontrarme con él—
Harry vio la expresión de Brenda, era doloroso para ella recordar eso
—Creo que es mejor que me vaya—
—Gracias por preocuparte por mi—
Harry se puso nuevamente la capa y salió en silencio de la habitación. Tomó rumbo a su sala común cuando dos siluetas en el patio llamaron su atención, se acercó con cuidado, ocultándose tras las enormes columnas, los dos hombres se apuntaban con sus respectivas varitas, Severus Snape y Sirius Black estaban frente a frente, mostrando todo el odio que sentían uno por el otro, la voz fría del profesor de pociones se oía con pavorosa claridad
—Lárgate de aquí Black—
Sirius contesto con una voz férrea
—Déjame pasar Snivellus, o no respondo, tu no eres rival para mi—
—Ya te lo dije, no pasaras, ya tenemos suficiente con la presencia de un asqueroso muggle, como para tener ahora un fugitivo—
—No te atrevas a llamarla así, te arrepentirás por eso—
Ambos hombres se preparaban para lanzar sus mejores maldiciones cuando una voz firme pero amable los interrumpi
—Caballeros, creo que deben dejar sus juegos para otro momento—
El anciano director acababa de aparecer seguido de Lupin, se acercaron a los dos hombres que de inmediato guardaron sus varitas
—Sirius, ella está en la enfermería, puedes ir a verla—
Sirius se transformo en el gran perro negro y se alejó a toda prisa, Dumbledore entonces enfoco su mirada hacia el profesor de pociones que de inmediato vio un brillo extraño tras esas gafas de media luna
—Severus, debemos hablar—
—Profesor, me disculpo por mi comportamiento ante Black, pero él también cometió una...—
—No es sobre eso de lo que quiero hablar—
Lupin se mantenía en silencio, Snape estaba intrigado, el director siguió hablando con tranquilidad
—Remus y yo hemos estado hablando, sé que sabes que el destino de Brenda es incierto, mientras Voldemort siga tras ella es importante protegerla—
—Lo se profesor, en que puedo ayudar—
—Bueno Severus, creo que el lugar más seguro para ella, mientras encontramos otro mejor, son tus habitaciones—
El profesor de pociones se puso lívido
—Profesor me esta pidiendo que aloje una muggle en mis habitaciones, pero eso es inconcebible—
El director sonrió complacido al ver la reacción de Snape
—Precisamente porque es inconcebible es tan buena idea, nadie se atreverá a buscarla ahí, sólo será por algunos días, mientras encontramos un lugar más seguro, ¿puedo contar contigo en esto, Severus?—
Snape, estaba realmente perturbado, no le hacía la menor gracia tener a un muggle oculto en sus habitaciones, pero también sabía que Dumbledore se había arriesgado mucho por él en el pasado, y no podía negarse
—Si profesor, lo ayudaré— dijo resignado —Iré a prepararlo todo—
—Excelente Severus, gracias por tu colaboración—
El maestro de pociones se fue con una actitud de total reprobación por lo que tenía que hacer. Lupin estaba divertido por tal situación, aunque al siguiente momento su expresión se volvió sombría
—¿Ella estará a salvo con él?—
—Más que en ningún otro lugar del castillo—
—¿Cuándo le diremos a Sirius?—
—Me temo Remus, que esto es mejor que no lo sepa, la rivalidad que hay entre ellos es demasiado fuerte, y podrían poner a Brenda en peligro, y aún dudo como lo dudé hace 13 años que el amor que siente Sirius por ella sea verdadero—
—No puedo negar, que había veces que él me hacía pensar eso, pero nunca le tomé importancia, siempre creí que eran las dudas propias de alguien de su edad—
Dumbledore empezó a caminar, Lupin lo imit
—Sólo el tiempo dirá que será de ellos, así que vamos, tenemos trabajo que hacer—
—Si profesor—
Harry esperó a que se fueran para regresar a toda prisa a la sala común, Hermione esperaba somnolienta, Harry se dejó caer sobre uno de los sillones
—¿Que pasó Harry?— Preguntó Hermione
—Ella está bien, pudimos hablar, no sabe nada más, dependemos de lo que tenemos—
—¿Quieres seguir con esto?, no seria mejor dejar que Dumbledore lo resuelva—
él se puso de pie nuevamente
—¿Y si no encuentran la vasija a tiempo?, se que Dumbledore es confiable, pero ha puesto a Brenda bajo el cuidado de Snape—
—Tú sabes que confía en él—
—Pero yo no, algo esconde Snape, y no se que es, pero debemos encontrar esa vasija antes que nadie, tal vez me equivoque, pero creo que es mejor correr el riesgo—
Hermione vio a Harry y comprendió que si no lo ayudaba él lo haría sólo
—Comprendo— dijo entre preocupada y resignada— y creo que encontré una pista—
continuara...
