Hola a todos, espero que se la estén pasando de lo mejor, bueno aquí está el siguiente capitulo, algo retrasado, espero que les guste, cualquier reclamación, pastelazo, tortura china, será bien recibida.
Sacralo: Muchas gracias por leer mi fic, te agradezco el tiempo que te tomas para leerlo. Gracias.
MalusnapeRickman: Que te puedo decir a veces me salé mi lado malvado y necesito poner sangre, jejeje, y pues hay cosas que pronto se descubrirán. Muajajajajaja. Y por favor no me mates por lo que le va a suceder a Snape en este capitulo.
NellyEsp: Gracias por tu comentario. Bueno Harry no podrá mostrar en plenitud sus poderes hasta que esté listo, que llegará en su momento. El pobre ya tiene bastantes cosas con que lidiar XDDD. Espero que este capitulo te guste también.
Misterio. Gracias por darte un tiempo para leerlo. Te lo agradezco muchísimo. No puedo decirte exactamente porque Brenda llamó a Severus desde el bosque. Pero pudo adelantarte que el secreto esta oculto en el bosque. Espero que te la estés pasando de maravilla por donde andas paseando, y que puedas escribirme aunque sea un review chiquito, que realmente me encantan. Gracias
Disclaimer. Bueno ya saben, todos los personajes de Harry Potter son propiedad de JK Rowling.... etc...etc...etc.
Bueno y sin más preámbulos continuamos...
CAPITULO XII
La sombra del Lobo
Harry estaba terriblemente consternado por la muerte de Brenda, Sirius y Snape estaban en las mismas circunstancias, aun no podían creer que ella estaba muerta. El director se sentó detrás de su escritorio, y empezó a hablar tranquilamente
—Esta noche nos ha traído una avalancha de nuevas revelaciones, la vasija esta aquí pero no podemos llegar a ella, debemos encontrar al guardián lo mas pronto posible, el hecho de que Remus no lo sea, nos deja como al principio, sin ninguna pista. Harry, si sabes algo más es necesario que lo digas ahora—
El chico bajó la cabeza
—Lo siento profesor—
—Bien Harry, regresa a tu dormitorio, enviaremos a alguien con tu desayuno, descansa no podemos hacer nada más por ahora—
Harry salió de la oficina del director y se dirigió a su sala común, a la luz del día pudo ver con mas detalle el rastro de sangre dejado por Brenda la noche anterior al intentar aferrarse a algo, la sangre se encontraba ya seca y resaltaba más sobre la piedra, conforme iba avanzando se dio cuenta que había lugares donde los elfos ya habían limpiado. Al entrar a su sala común encontró a Dobby esperándolo con una bandeja de comida y Jugo de calabaza
—Harry Potter, es un honor verlo de nuevo señor—
Harry se alegró de ver al elfo
—Dobby, me alegra verte, veo que estas muy bien—
—Gracias señor, el Profesor Dumbledore es muy bueno con Dobby —
el chico se acercó para empezar a comer
—Harry Potter debe estar muy cansado, después de lo que pasó anoche—
—Viste lo que paso Dobby?—
El elfo abrió sus grandes ojos, y se tapó la cara con las manos
—Si Señor, nosotros vimos cuando atraparon a la Srita. Brenda—
interesado el chico de los ojos verdes pregunt
—¿No pudieron ayudarla—
—No podíamos señor, esos lobos son mágicos y muy poderosos, no tenemos el poder para enfrentarnos a ellos—
Harry se dejó caer en uno de los sillones y vio fijamente a Dobby
—¿Puedes contarme como paso?—
Dobby se veía algo asustado
—Fue horrible señor, vimos como la perseguían por los pasillo y luego la acorralaron, primero uno la tiró al suelo y luego el gran lobo negro la tomó por el tobillo, fue terrible señor, ver como se la llevaban, la pobre Srita. Brenda es muy fuerte, pero aun así no pudo defenderse—
Harry oyó en su cabeza nuevamente los gritos de Brenda y prefirió olvidarlo, después de comer Dobby se fue dejando a Harry solo. Al medio día pudo ver desde la ventana de la torre de Gryffindor que Snape había salido, iba sólo y llevaba prisa. Supuso que Dumbledore le había encargado algo, sólo así se explicaba una salida tan intempestiva. Tampoco quiso pensar en eso, lo único que quería era descansar, no había dormido nada y su cuerpo empezaba a resentirlo, se quedo profundamente dormido al terminar la tarde.
Pero su sueño no fue tranquilo, después de algún tiempo empezó a tener una pesadilla en donde podía ver como se llevaban a Brenda, al principio sólo la veía siendo arrastrada por el castillo y que el intentaba seguirlos, pero por más que corría no podía alcanzarlos. Cuando por fin lograba llegar a donde la manada se había reunido en el bosque, vió horrorizado como hacían pedazos el cuerpo ya sin vida de Brenda, dejando escapar toda su sangre sobre la gran roca de cuarzo. Harry despertó sobre saltado, era una imagen demasiado perturbadora. Al despertar pudo ver que había jugo de calabaza y algunas piezas de pollo que sin duda Dobby le llevo para que comiera y no quiso despertarlo. Comió con calma mientras las imágenes permanecían en su mente, imagino lo que significaría morir de esa forma tan espantosa. Saco algunos de sus libros y se puso a estudiar, tal vez intentando hacer deberes podría olvidar esas imágenes en su cabeza. Estuvo haciendo su tarea de historia de la magia, recordando a los magos involucrados en una revuelta que para evitar que una población hechizara un riachuelo para que solo llevara jugo de uva. Después de largo rato de anotar y buscar, se quedó nuevamente dormido. Nuevamente la pesadilla empezó, nuevamente vio como los lobos desgarraban el cuerpo de Brenda, no pudo soportarlo y empezó a correr rumbo al castillo, pero de nada servia, siempre terminaba en el mismo lugar viendo a esas bestias acabar con Brenda, sólo pudo cubrirse los ojos para no ver tal barbarie, mientras oía los gruñidos de los lobos. Sólo quería despertar de esa pesadilla, olvidar esas imágenes. Entonces sintió que alguien estaba atrás de él, giro para ver quien era. Se quedó sorprendido al ver que era Brenda parada a su lado
—No deberías ver esto—
Harry se sorprendió mucho al verla ahí parada junto a él, mientras los lobos gruñían y aullaban. Ella lo tomó de la mano y se lo llevó de vuelta al castillo. Se detuvo en el patio en donde todo había empezado.
—Pero yo vi como los lobos, como puedes...— decía el chico sin dar crédito lo que veían sus ojos
—Calma Harry ya todo esta bien— decía ella mientras le acomodaba un mechón de pelo que caía sobre la cicatriz
El pudo darse cuenta entonces que Brenda llevaba puesta una especie de túnica griega o romana de color celeste, con broches de oro y plata, su cabello estaba recogido y parecía que toda ella tenía un leve resplandor. Harry la tocó, parecía tan real, y el leve brillo que la rodeaba la hacía verse más hermosa
—¿Qué pasó, Brenda?, ¿Cómo...?—
—No lo se Harry, sólo se que en el lugar que estoy ahora es cálido y me siento segura y tranquila, no importa lo que me haya pasado o lo que haya sufrido, todo se ha ido. Lo que ahora siento es no poder protegerte—
Él se acercó a ella
—Ya no debes preocuparte por mi, estaré bien—
Entonces la cicatriz empezó a dolerle, Brenda se acerc
—¿Estas bien Harry?—
—Voldemort esta enojado—
La mujer lo vio con preocupación
—Relájate Harry, no permitas que el sienta tus pensamientos—
Entonces todo se oscureció, Harry pudo ver que estaba en otro lugar, tenebroso y húmedo. Podía sentir que Voldemort estaba furioso. Pudo ver que estaban torturando a alguien. Vio a Lucius Malfoy en un rincón observando
—¿Estas seguro que el sabia Lucius?— dijo Voldemort en tono amenazante
—Si mi señor, yo lo vi con Dumbledore, él sabía donde estaba esa muggle, juntos fueron a intentar rescatarla— el rubio veía con regocijo como el mago que estaba en el suelo se retorcía de dolor
—Así, que me ocultaste la verdad, ayudaste a Dumbleldore, y supongo que pensabas ocultarme todo acerca del santuario. Me has decepcionado—
Voldemort volvió a torturar al mago caído con la maldición cruciatus, disfrutaba cada momento que le producía dolor, entre más fuertes eran los gritos de su victima, más fuerte era su risa de satisfacción. Pasaron varios minutos hasta que se aburrió y consideró que era suficiente, que ya era tiempo de deshacerse de ese traidor
—Muy bien traidor, pensaba que aún podías serme útil pero después de esto, no tiene caso, sólo me causas problemas Severus—
El profesor de pociones sudaba y su respiración era errática a causa del castigo que acababa de recibir, y estaba seguro que no tendría la oportunidad de ver un nuevo amanecer. Decidió arriesgarse, de cualquier manera moriría, así que se levantó sacó su varita y trató de lanzar una maldición imperdonable contra el señor tenebroso, pero Lucius lo lanzó hasta el otro lado de la habitación, su varita cayó muy lejos de él, ahora sólo le quedaba esperar la muerte
—Has sido muy estúpido Severus, hubieras vivido un poco más si no hubieras tratado de matarme, ahora despídete de este mundo— dijo Voldemort mientras apuntaba su varita contra el profesor de pociones —Avada Kedraba— sonó en ese momento.
El dolor de cicatriz terminó por despertar al joven Gryffindor. Se sentó en la cama algo mareado, se colocó sus gafas, sabía que Severus Snape debía estar muerto para ese momento. Se preguntó si Dumbledore ya lo sabría, medito por un par de segundos y decidió ir a hablar con el Director. Salió de la desierta torre de Gryffindor con rumbo a la oficina del director, de pronto todo el castillo se inundo de aullidos de lobos, cada aullido parecía salir de las mismísimas paredes de piedra. Harry empezó a buscar en la oscuridad, a unos 20 metros de donde se encontraba se podía vislumbrar la sombra de un lobo, el chico sintió miedo, el enorme animal se empezó a acercar a él. Harry empezó a entrar en pánico, en su mente recordaba las imágenes de los lobos destrozando el cuerpo de Brenda. El aullido se oyó nuevamente en el castillo, lo único que quería era estar en un lugar seguro lejos de ese animal, cerró sus ojos por un momento para intentar pensar por donde huir, pero cuando abrió sus ojos ya no se encontraba en el pasillo, estaba en medio de la oficina del director, quien junto con Sirius y Remus lo veían sorprendidos. El anciano se acercó a Harry
—Harry?, ¿que sucedió?, ¿cómo llegaste aquí?—
el chico estaba totalmente confuso, hacía un momento estaba en el pasillo y ahora
—No lo se, sólo quería escapar del lobo, pensé que me pasaría lo mismo que a Brenda, y... ahora estoy aquí— dijo desconcertado
El director lo llevó hasta la silla y lo hizo sentarse, después apareció una taza de chocolate caliente y se lo dio, Harry la tomó en sus manos aún temblando.
—¿Viste a un lobo dentro de la escuela Harry?—
—Si, en el pasillo, después de que vi en sueños a Voldemort...— el chico se detuvo abruptamente
—Vamos, Harry, viste a Voldemort y...— le insistió el director
tomó aire, mientras los otros dos hombres lo veían intentando comprender
—Vi a Voldemort y a Malfoy torturando a Snape y luego, lo vi lanzar el Avada Kedabra y... entonces desperté, no se que pasó después—
—Comprendo Harry, no debes explicar nada más— dijo el director permaneciendo en calma —sin embargo no saquemos conclusiones hasta estar completamente seguros—
Nuevamente, el aullido se oyó en el castillo, Sirius y Remus sacaron sus varitas, Dumbledore estaba demasiado calmado para el gusto de Harry, quien imaginaba que en cualquier momento los lobos entrarían y los atacarían. Entonces la voz del lobo negro se oyó desde las sombras
—La gran batalla está por iniciar, cachorro debes estar listo para competir por el poder de la vasija, el guardián se acerca al santuario, cuando llegue el momento serán convocados—
El lobo salió de entre las sombras y caminó entre los hombres, mientras clavaba la mirada de sus ojos amarillos sobre el chico de ojos verdes
—No olvides demostrar la fuerza de tu corazón, el bien y el mal son conceptos humanos y nosotros no lo comprendemos, deberás demostrar que eres digno del poder que buscas, la vasija esta esperando para otorgar su poder al mas digno de poseerlo—
El lobo regresó a las sombras sólo para desaparecer al momento siguiente dejando a los cuatro hombres en un estado de incertidumbre. Dumbledore sabía que pronto Harry enfrentaría la peor lucha de su vida y el destino del mundo mágico ahora recaían en las jóvenes manos del muchacho de ojos verdes.
