Bueno sorry por la tardanza, pasaron muchas cosas y no pude actualizar hasta ahora. Pero ya esta el final, espero que les guste, y que lo disfruten.

Gracias a Nelly Esp por su review, espero que les guste el final jeje.

CAPITULO XVIII

Una nueva era

Harry Potter estaba parado en silencio en la sala común de Gryffindor cuando Hermione y Ron entraron a toda prisa

—oh Harry me alegro que estés bien, supimos lo que paso, todo el mundo mágico sabe que acabaste con Voldemort— dijo la joven bruja, mientras Ron se sobresaltaba un poco al oir aquel nombre

—Como lo hiciste Harry, dicen que no encontraron nada de él, eres grande amigo—

Harry permaneció en silencio por un momento

—Me alegra verlos muchachos, pero no quisiera hablar de esto aún—

Hermione se acercó a él y le dio un abrazo y salió en silencio jalando a Ron.

El joven de ojos verdes se quedó unos momentos más y después salió dirigiéndose a la enfermería, estaba a punto de entrar cuando oyó a Brenda y Sirius hablando

—No puedo permitir que Snivellus siga cerca de ti, debes terminar con esto de una buena vez— decía Sirius molesto

—Sabes que no puedo hacerlo, él es el guardián, él siempre estará en mi vida, es algo que yo no puedo controlar—

—Yo no puedo seguir asi, no lo soporto ni un solo momento más—

Ella lo vio con tristeza

—Siempre será así ¿verdad, no importa cuanto digas amarme, ni cuanto niegues las razones por las que te acercaste a mi, es mas importante para ti molestar a Snape que yo, Sirius creo que es mejor que todo termine aquí—

Ella se quito una cadenita que llevaba al cuello, un anillo de compromiso, tomó la mano de Sirius y se lo colocó en la palma

—Es mejor que te vayas ahora, no tienes nada más que hacer aquí—

—Brenda—

Ella le dio la espalda, Sirius quería decir algo pero Harry entró en ese momento, Sirius decidio dejar todo sin mirar atrás. Una lagrima corría por el rostro de Brenda

—Estas bien?— dijo el muchacho

—Si, si no te preocupes, estaré bien, justo estaba pensando en ti, Dumbledore me dijo que no tendrás que regresar a casa de los Dursley—

Harry sonrió, no podía creer lo que oía

—Pero eso es verdad?—

—Si, el ministerio a permitido que dejes la custodia de tus tíos y yo seré tu tutora de ahora en adelante, hoy saldre a buscar una casa adecuada—

—¿Snape ira contigo?—

Ella bajó la mirada

—Si, después de todo es el guardián del poder que llevo en mi interior, no puede dejarme andar sola por ahí, aunque solo te pertenezca a ti, no puede evitarse que sigan intentando conseguirlo, más ahora que es más fuerte—

—No lo entiendo—

Ella se acercó a él y lo toco en el rostro

—Siente, el poder ha cambiado, se ha purificado, y esto fue gracias a ti, debo irme—

Ella se dirigió a la puerta, se detuvo antes de salir y sonrió

—Pronto conocerás tu nuevo hogar y todos empezaremos una nueva vida—

Durante los siguientes meses el mundo mágico empezó a limpiar la escoria que quedó después de la derrota de Voldemort, los pocos mortifagos que pudieron escapar de Azkaban huyeron del país.

El final de cursos le dio a Harry la posibilidad de conoce su nuevo hogar, Brenda lo había decorado, una casa acogedora en las afueras de Hogsmade, el lugar estaba lleno de recuerdos lindos, en especial retratos de Lilly y James, Brenda había logrado una mezcla entre lo mejor del mundo muggle y el mundo mágico, y con un poco de ayuda había logrado que todo funcionara a la perfección. La casa constaba de una salita de estar, un estudio, la cocina, sótano y cuatro habitaciones. Harry se había instalado en la del ático, un lugar bastante espacioso y cómodo para que pudiera estar con sus amigos. Al principio le había costado adaptarse a la presencia de Snape, quien por ordenes de Dumbledore ahora vivía fuera del colegio, para estar mas cerca de Brenda. Pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que su madre tenía razón, cuando Brenda estaba cerca Snape cambiaba, no era el mismo en la casa que en la escuela, y comprendió la razón de porque no permitir que ella se quedara en Hogwarts.

La dedicación de Snape por recuperarla poco a poco dio frutos y ella dejó él pasado atrás. Algunos meses después se comprometió con él, ella y Harry fueron a Londres para comprar algunas cosas para la boda, cuando a lo lejos vieron una figura conocida, ella vio al muchacho a los ojos

—Ahora comprendo—

—Por un momento, estuve a punto de ser como él, lo deseaba, deseaba hacerlo sufrir hasta que muriera, pero recordé a mis padres y no quería convertirme en un asesino, creo que el castigo que obtuvo es el que merece—

Ambos se dieron la media vuelta y se alejaron de ahí, un hombre vestido con una túnica vagaba por las calles, todos por el rumbo lo conocían, muggles y magos, siempre llevaba una varita de madera, de noche ponía una lata y mezclaba cosas, y todos los magos le tenían lastima a ese muggle con aspiraciones de mago. Los muggles también le tenían lastima, siempre lo oían hablar, siempre diciendo la misma historia

"Yo soy Lord Voldemort, todos deben temer a mi poder, yo dominaré el mundo"