¡Holas! Este es mi primer y único ff Harry x Ron (porque ninguno de los dos me gusta demasiado...es comprensible, si pensáis que Sirius y Remus pululan por ahí...XD), yaoi por supuesto, así que si eres homofóbico/a, yo de ti me largaba A los demás, bienvenidos, espero que os guste y...¡que el yaoi os acompañe!
EL BAÑO DE LOS PREFECTOS
Harry acabó sus deberes a la madrugada. Dio un vistazo a su alrededor, el fuego de la chimenea se había apagado y no quedaba nadie en la sala común.
Suspiró, estaba muy cansado. Guardó la tinta, pluma y pergaminos en su mochila y se recordó que debía devolver el ejemplar de "Historia de los druidas del s. XIV" a la biblioteca.
Subió medio dormido a la habitación, le dolía la cabeza.
Oyó cuatro respiraciones diferentes: Neville, Dean, Seamus y Ron roncaban pacíficamente en sus camas... ¿o no?
Harry hizo una mueca. Sabía cuándo Ron fingía dormir.
No quería hablar de los entrenamientos. Harry no entendía por qué su amigo deseaba abandonar el equipo, ahora que los gemelos y él habían sido expulsados. Para Harry, el quidditch lo era todo. Para Ron, sin embargo, era una mera manera de intentar lucirse y hacer sombra a sus hermanos.
Fue donde estaba su baúl, sacó el pijama e iba a dirigirse a la ducha cuando oyó el susurro de las sábanas.
-Harry... –susurró Ron-. ¿Podemos hablar?
¿Hablar de qué?
-De...bueno, ya sabes, el entrenamiento y eso...
-Es que iba a ducharme. Son las tres de la madrugada, por si no te has dado cuenta.
-Ah...eh...¡yo también tengo que ducharme- Ron señaló sus cabellos con evidentes rastros de barro seco.
¿Por qué no lo has hecho antes?
-Eh... no me apetece que Malfoy me vea en pelotas.
¿Malfoy¿Qué tiene que ver él con que tú te duches?
-El baño.
¿Eh?
-Compartimos baño. El de los prefectos.
-Ah... pues nada, que vaya bien tu ducha.-bufó Harry, al recordar las nuevas responsabilidades de su amigo.
-No, es que... bueno, he pensado que te podrías bañar ahí también... no sé, es mejor que las duchas de Gryffindor¿no?
¿Puedo hacer eso? Quiero decir, meterme a escondidas en el baño...
-Te recuerdo que eso lo hiciste el año pasado.
Harry se molestó dos segundos en pensarlo. Tenía dos posibilidades: una, las duchas comunes de Gryffindor, que probablemente a esas alturas estarían tan frías como la mazmorra de Snape (y no menos acogedoras); o el baño de los prefectos (tal y como recordaba él, lo más cercano al paraíso que había pisado).
-Bien, pero tendrás que guiarme.
-No hay problema.-respondió Ron, esbozando una sonrisa.
Así que cogieron sus pijamas y salieron al helado pasillo bajo la capa invisible.
Ron pronto encontró la puerta, murmuró suavemente "canto de cisne"y la puerta se abrió.
Harry entró, volviendo a sorprenderse al ver aquel maravilloso lugar. Aquella vez estaba tenuamente iluminado por unas cuantas velas flotantes que daban a todo un ambiente más... íntimo. Sí, esa era la palabra.
La enorme bañera...
-Qué bien estar de nuevo aquí.-suspiró Harry.
-Es agradable¿verdad? Solo por esto vale la pena ser prefecto. No lo digo por ti.-dijo Ron rápidamente al ver la expresión lúgubre de Harry.
Enchufaron los grifos, a los pocos minutos la pequeña piscina estaba llena de agua caliente...
-Hmm...-Ron se sumergió con una sonrisa de oreja a oreja.
-Ahhh...-Harry hizo lo propio. (Nde la A: Festival de los gemidos -')
Fueron probando los diversos geles y demás sustancias, en un momento la sala se llenó de graciosas burbujas verdes en forma de tortuga, fragantes bolitas moradas con olor a violeta, pequeños corazoncitos color rosa que cuando estallaban derramaban algunos pétalos de cerezo, y unos patitos amarillos muy chillones compartieron baño con ellos.
-Y bien, Ron.-dijo Harry, apartando una tortuga diminuta-. Hablemos.
-Ah, sí... no sé, Harry... creo que debería abandonar el equipo...
-No te entiendo, Ron...
-Mírame bien, no tengo madera de guardián...
Harry se fijó. Si bien era cierto que su amigo estaba bastante delgado, lo cierto era que con la pubertad había desarrollado aquellos músculos de los que él carecía. Además, Ron era alto, y también lo suficientemente hábil como para atrapar la quaffle. Y, por encima de todo, el pelirrojo había crecido en el seno de una familia que adoraba este deporte, mientras que Harry solo lo conocía hacía unos años.
-Lo mire por donde lo mire, sigo sin entenderte.
-Soy tan torpe, Harry...
Harry se indignó.
-Ah, eres torpe porque los Slytherin lo dicen¿no, entonces si te dicen que tienes el pelo verde tú irás y te lo creerás.
¡No!
-Pues, ya estì ni eso ni nada, no les hagas caso, total ya estamos acostumbrados a sus estupideces.
-...
¿No dices nada?
-... gracias.
Ron parecía avergonzado, su cara pecosa había adquirido el tono de un tomate, estaba bastante gracioso así, rodeado de patitos y tortugas y con los chorreantes cabellos rojos deslizándose desordenadamente por su rostro y cuello.
-Sabes, creo que si tú me apoyas, algo podré hacer.-sonrió Ron.
-Claro, no estoy en el equipo pero puedo ayudarte -
-Ammm, mira esto.
Ron enchufó uno de los grifos, del que salieron unas enormes burbujas rojas...
¡Son quaffles!
-No son quaffles, pero tienen el mismo aspecto, las hizo Oliver Wood hace un par de años, según me han dicho otros prefectos...-comentó Ron.
¡Atrapa ésta!
Se entregaron al juego durante un buen rato, lo cierto es que era bastante divertido, y Ron se estaba luciendo como no lo hacía en la pista...
-No sé, Ron, aquí estás estupendo pero sinceramente en el campo dejas bastante que desear...no lo digo por fastidiar, solo que me parece...raro...
¿Y aquí...dejo algo que desear-susurró Ron.
-No...
Harry se dio cuenta de que su amigo estaba más agitado que de costumbre, aunque, teniendo en cuenta el frenético juego que estaban practicando...
¿Sabes cómo le va a Hermione con Krum- preguntó Ron.
-Ni idea.
-No sé qué ve en él...
Ron se sumergió, dio un par de brazadas y apareció dos metros más allá.
¿Y lo tuyo con Cho?
-Ah...pues...no sé.
-Yo nunca me he besado con nadie.
-Pues si ella está llorando, no te va a gustar...-Harry hizo una mueca.
-Bueno...pero si es en unas condiciones...no sé...románticas...privadas...o algo así...
-A mí también me gustaría hacerlo así.-rió Harry.
-Ah...¿ah ,sí ?
-Claro, a quién no, tal como lo pintas...-Harry se encogió de hombros.
Entonces Ron, que había salido para enchufar uno de los grifos más elevados, resbaló en el suelo mojado. Harry se apresuró a recogerlo, y ambos se hundieron en el agua.
Salieron, aún agarrados.
Harry sentía los acelerados latidos del corazón de Ron casi como los del suyo, la respiración agitada y el contacto con su húmeda y resbaladiza piel.
Harry trató de separarse, pero su amigo lo sujetaba muy fuerte, haciéndole daño.
-Soy torpe hasta para ducharme...-gruñó Ron.
-No seas así...
-Soy un fracasado, en serio...incluso Fred y George, a pesar de sus barbaridades, son mejores...
El cuerpo de Ron se convulsionó, y Harry con horror sintió que estaba llorando.
-Eh, Ron...
Ron lo miró un instante y se enjugó las lágrimas. A continuación, atrayéndolo fuertemente contra sí, lo besó.
Harry estaba paralizado, no sabía lo que le pasaba. ¿Cómo podía Ron estar haciendo aquello? Pero no pudo pensar más cuando su amigo deslizó la lengua dentro de su boca. Con Cho no había sido así, ni mucho menos. Sólo había sido un beso bastante inocente, temeroso. Este era todo lo contrario.
A Ron parecía importarle un pimiento que Harry tratara de zafarse, puesto que al ser más grande que él, lo retenía con facilidad.
Ron dejaba poco tiempo para respirar, y Harry , angustiosamente, creyó ahogarse.
Por suerte, también a Ron le faltaba el aire, separó un poco su cara lo justo para respirar y volvió a la carga.
Aprisionó a Harry contra la pared de la bañera, sujeto sus muñecas con una mano, y con la otra le acarició suavemente, a la vez que lo besaba.
Esta vez Harry, horrorizado, no pudo evitar que saliera un gemido de su garganta.
Mal, mal, mal...aquello le estaba gustando, y sólo le impedía corresponder el hecho de que fuera Ron...y Ron...no era el de siempre...su único amigo...¿qué le pasaba¿lo recuperaría alguna vez?
De pronto, Ron se detuvo.
-E-estás...llorando...-susurró.
Harry no notaba las lágrimas, pero notó que Ron lo soltaba, mirándolo con desolación.
-Yo...Harry...no sé qué me ha pasado...lo...lo siento...soy un estúpido...
Ron se miraba las manos con repugnancia. Dio la espalda a Harry y salió de la bañera.
-Bueno...me voy...a ver si aprendo a comportarme...soy idiota...-murmuró.
Dejó a Harry solo en el lujoso baño. Este ya no sabía qué pensar.
Salió del agua, se secó y se puso el pijama. El camino hacia la habitación lo hizo como en sueños...había una luz...qué molesta...
¡Harry!
¿Hm?
¡Despierta de una vez, llegamos tarde a clase!
Harry se puso las gafas y vio a Ron de pie, junto a su cama. Le subió el color a las mejillas.
¿Qué te pasa, Harry?
-N-nada...esto...¿lo de anoche...?
¿Eh?
-Bueno...tú...yo...
-Estás raro, Harry. Anoche tuve entrenamiento de quidditch¿sabes?
-Ah...¿ah, sí?
-Hay que ver cómo tienes la cabeza...cuando vine ya estabas como un tronco.-rió Ron-. Dean me dijo que te quedaste hasta tarde haciendo el trabajo de Encantamientos...
-Ah...¡ah, claro!
-Bueno, yo voy tirando. 1Te espero en el Gran Comedor!
Ron salió del cuarto con Neville, Dean y Seamus, y Harry volvió a tumbarse. A su lado estaba el pergamino con el trabajo...
Así que todo había sido un sueño...pero...tenía que dejar de soñar esas cosas.
De forma que, resueltamente, decidió pedir a la señora Pomfrey aquella poción para dormir sin soñar...
OOoOoOoOoOoOoOoOoOoOooOo
Bueno, dejo así este capi...si os ha gustado, una review y seré feliz
Bien, nos vemos en el siguiente y último capi,
Mil besos desde el Manicomio,
-misi-chan-
