La próxima vez que decida escribir dos historias y traducir otras dos al mismo tiempo, ¿alguien podría detenerme por favor?
Disclaimer: De ninguna manera esto es mío (sin contar la historia, claro).
~ * Kokoro No Hon * ~
CAPÍTULO 3
"¡¿¡¿Hiciste que?!?!" exclamó Sakura.
"Entregué tu cuenta. Ahora ya no soy tu editora."
"Pero... pero... Tomoyo, ¿esto es debido a la conversación que tuvimos aquel día? Mira, me diste un mes de plazo. Esto fue hace sólo una semana y-"
"Sakura," interrumpió Tomoyo. "Te dije eso sólo para asustarte. Tú y yo sabemos que yo no haría eso, pero me obligaron a que entregara tu cuenta. Ellos piensan que precisas de mejor asesoría, que yo no estoy haciendo bien mi trabajo." Tomoyo hizo una mueca, levantándose de su mesa y caminando hacia la ventana. "Intenté argumentar que tú odiarías su decisión, ¿pero desde cuándo me escuchan?"
"Pero, Tomoyo, tú eres la única en quien confío para ayudarme..." dijo Sakura, mirando sus manos en su regazo. Desde que ella se había hecho una escritora, Tomoyo había sido su editora. Ella era la única persona que Sakura dejaba leer sus manuscritos antes de que fueran publicados. Sakura levantó sus ojos y observó un gran cuadro de un paisaje rústico que Tomoyo tenía en la pared detrás de su mesa. Por un momento, sus ojos se perdieron en el cuadro, pero luego se volvieron hacia su amiga. "¡Tienes que hacer algo! ¡No quiero otro editor! Diles... diles que si me pasan a otro, pararé de escribir."
"No, Sakura. Tienes un contrato con ellos. Si lo rompes, te demandarán y de allí nunca más podrás volver a trabajar para este editorial. Siendo así, nunca más trabajarás conmigo, porque yo nunca voy a dejar la compañía de mi familia," Razonó Tomoyo con ella. "Vas a tener que esperar durante algún tiempo, hasta que cambie sus ideas."
Los oídos de Sakura notaron que ella habló en plural.
"¿Sus ideas?" Preguntó ella, levantando una ceja. Tomoyo sonrió, mirándola. Hoy Sakura había decidido dejar su casa vestida completamente en rojo, un color que sin una sombra de duda parecía maravilloso en ella - así como cualquier otro color que ella escogiera llevar. El gris quedaría maravilloso en ella. - Parecía una muñeca de esa manera, y su cara dulce le hacía parecer extremadamente adorable. Tomoyo sonrió un poco, pero pronto sus pensamientos tomaron el rumbo correcto.
"Bien, Sakura, la verdad es que ellos quieren que dejes de escribir escondida detrás de un seudónimo," Dijo Tomoyo lo más calmadamente posible.
"¿¡¿¡¿¡¿¡¿Queeeeeeeeee?!?!?!?!?" El grito de Sakura fue tan alto que dos pisos arriba y dos debajo, las personas consiguieron oírla.
* * *
"Parece que Tomoyo está dando las noticias a Cherry en este momento exacto," dijo uno de los accionistas de la editorial cuando la reunión simplemente se detuvo con el grito. Algunos rieron.
* * *
"¡¿¡Como que 'dejar de escribir detrás de un seudónimo'!?! ¡No, no, no, y no! ¡Ellos no pueden obligarme!"
"En realidad pueden, Sakura. Ellos saben muy bien que sólo vas a quedarte aquí por mí, y si no aceptas sus condiciones, pueden demandarte por romper tu contrato. Ese contrato que firmaste con ellos fue bastante injusto para ti." Tomoyo se sentó de nuevo detrás de su mesa, delante de Sakura.
"Esto no está pasando. Esto no está pasando..." Suspiró Sakura.
"Lo peor es que si está pasando," Tomoyo se inclinó sobre su escritorio. "Vas a tener que aguantar las cosas por el momento, hasta que pueda resolver esta situación."
"Parece que no tengo otra salida, ¡¿verdad?!" la cara de Sakura se llenó de rabia. "Bien. Creo que puedo aguantar esto hasta el próximo mes."
"No, Sakura. Ellos quieren que termines tu próximo libro con el nuevo editor."
"¡Pero 'En el Corazón de la Selva' todavía está lejos de ser publicado! Tuve un bloqueo ayer por la tarde..."
"¡¿Tú con un bloqueo?! Es como si dijeras que el mar está sin olas, quieto," Rió Tomoyo.
"Sip, yo también tengo derecho a un bloqueo." Sakura hizo una mueca fea.
"Vale, vale. No me mires así," Dijo Tomoyo, riéndose. "En todo caso, vas a tener que escribir tu próximo libro con tu nuevo editor."
"Hacer que, ¡¿eeh?!" Sakura suspiró, se levantó y caminó hacia la ventana. Era una bella tarde en Tokyo. La nieve estaba empezando a derretirse y pronto llegaría la primavera, una de las estaciones del año que Sakura más amaba. Pero no había una estación que no le trajera un recuerdo feliz. Sakura esbozó una pequeña sonrisa, observando la ocupada ciudad de allí fuera. "¿Entonces?" Preguntó sin volverse. "¿Quién va a ser mi editor temporal? Ya te aviso, si es Matsumoto, al otro lado del corredor..." Ella hizo una mueca horrible. "Pongámoslo de esta manera: 'prefiero la muerte'."
Tomoyo rió un poco. "'Enigma de la Noche'. Personaje principal: Azuka. ¿Citando a tu propio personaje?" Sakura sólo miró a Tomoyo con una mirada que decía: desembucha. Tomoyo estaba cambiando el rumbo de la conversación lo que significaba que esto era peor de lo que Sakura pensaba. Tomoyo vio que no estaba para chistes, y pronto empezó a contestar: "En verdad, es un hombre que acaban de contratar, hace unos días. Sakura, estaban planeando todo esto fuera de mi conocimiento desde hacia un tiempo, porque contrataron a otro editor y..."
"¿Y...?"
Tomoyo miró a Sakura por un momento antes de contestar.
"Él sólo va a recibir tu cuenta. De hecho, va a ganar mucho dinero para aconsejarte sólo a ti."
"¿Solamente a mi? Pero, Tomoyo, esto no tiene ningún sentido. No escribo tan rápido."
"Es por eso por lo que no va a ser sólo tu editor. Él también va a ser tu agente." Sakura miró fijamente a su amiga durante mucho tiempo.
"Tienes que estar bromeando..." Tomoyo agitó su cabeza. "¡No necesito un agente!"
"Entonces ganaste uno. Él va a trabajar en tu imagen, preparar sesiones de autógrafo... Va a prepararte para tener tu identidad revelada ante todo el mundo."
"Él va... a revolver mi vida, entonces. Va a hacer lo mismo que tú haces conmigo."
"Pero mucho peor," Agregó Tomoyo. Sakura sólo se detuvo allí, durante un largo tiempo. Su cara no mostró ningún sentimiento. "¿Sakura, qué está pasando dentro de tu cabeza?"
"Nada importante. Es solo que de repente tengo el increíble impulso de volver a la vieja Tomoeda y pasar el resto de mi vida allí, dónde voy a ser el chiste del pueblo hasta mi final, pero eh, es mejor que tener un extraño revolviendo mi vida," dijo con una voz con toda falta de emoción.
"Guau, y pensé que ibas a tomar las noticias de una manera horrible," dijo Tomoyo sarcásticamente. Se levantó de la mesa y caminó hacia su amiga. "Lo siento mucho por todo esto. Intentaré hablar con mi abuelo y mi madre, pero ellos ni me escucharán."
"Está bien, Tomoyo..." Dijo Sakura después de un rato. "No es culpa tuya."
"Sé que no va ser fácil para ti, Sakura-chan," Tomoyo bajó su tono de voz. "Considerando que no disfrutas mucho tratar con hombres, pero espero que al menos intentes conseguir sacar lo mejor en esta situación."
Sakura suspiró. "No tengo otra salida. "En todo caso, sobre mi dos en uno-"
"¿Dos en uno?" Interrumpió Tomoyo. Sakura se volvió para verla y sonrió ligeramente.
"Agente/editor." Tomoyo rió.
"Sí, pienso que puedes decir eso."
"¿Quién es él? ¿Un viejo irritable que fuma puros y maldecirá cuándo lea mis historias llenadas de romance o un muchacho que coqueteará conmigo a cada oportunidad dada?" Y Tomoyo se rió más aun por la manera que Sakura dijo a eso.
"Los hombres se dividen en esas dos categorías para ti, ¿verdad?"
"En realidad no. Están divididos en cuatro. Los dos que mencioné y: 'Demasiado joven para romper corazones y demasiado viejo para causar estragos'." Y Tomoyo continuó riendo y Sakura también empezó. "Estoy bromeando."
"¡No lo estás! ¡Eso es exactamente lo que piensas!" Ellas rieron un poco más. "Quizá deberías escribir un libro de no-ficción: 'Cómo definir el término 'hombre' de la manera más despreciativa posible'."
"No, Tomoyo, yo nunca escribiría un libro con ese título," rió ella. "¡Es demasiado largo! Pienso que 'Hombre - La Criatura' quedaría mucho mejor." Y Tomoyo no podía resistirlo más, lágrimas salían de sus ojos en cuando se tuvo que sentar en el sofá al otro lado de su oficina, su estómago doliéndole de tanto reír. "O, quién sabe, quizá simplemente 'Neanderthal' sería mejor."
"¡Sakura, eres terrible!"
"'Tarzán' también quedaría bien," Sakura continuó hablando. "Yo, Tarzán. Tú, Jane."
"¡Sakura!" La muchacha fue y se sentó al lado de su amiga en el sofá. Esperó hasta que Tomoyo se tranquilizara y preguntó: "¿Y entonces? ¿En qué categoría encaja él?"
"Creo que vas a tener que abrir una categoría más allí, Sakura," Dijo Tomoyo, secando sus lágrimas. "Él no encaja en ninguna de ellas. Es muy reservado y callado, buen profesional. Aunque todas las solteras en este piso se cayeron en el momento en que la puerta del ascensor se abrió hace cuatro días, no miró a ninguna de ellas, y sólo habla con alguien cuando necesita preguntar algo."
"¿Cuántos años tiene? ¿Cuarenta? ¿Cuarenta y cinco?"
"Ciertamente no."
"Pero de la manera en que lo describiste, parece un señor bien parecido."
"Ah, está bien lejos de ser un señor. Ni siquiera ha alcanzado los treinta todavía. Estaba leyendo su archivo. Lo cogí del archivador de mi madre cuando no estaba mirando. Y mira, tengo que admitir: es una monada."
"¿Debo llamar a Eriol en Inglaterra y decirle que consideras a mi nuevo editor 'una monada'?" Preguntó Sakura con una sonrisa maliciosa.
"¡Ni siquiera pienses en hacer eso!" Advirtió Tomoyo y después se detuvo para pensar. "Pero en todo caso, Eriol y yo hemos terminado."
"Claro, Tomoyo, Claro..." 'Es la tercera vez este año...' Añadió Sakura mentalmente. 'Él volverá.'
"¿Pero sobre qué estaba hablando? Oh, sí. Sobre tu mono 'dos en uno'. Parece ser una buena persona."
"Sí, bien... Akira también lo parecía." Los ojos de Sakura se perdieron durante un minuto, antes de que se volviera a enfrentar a Tomoyo. "Nadie es la excepción en mi clasificación. ¿Pero cuál es su nombre? Quizá ya haya oído hablar de él."
"Creo que no. El trabajaba para una editorial en Hong Kong. Mi madre lo entrevistó cuando viajó hace cuatro meses a Hong Kong por negocios. Él mostró interés en venir a Japón y ellos lo trajeron solo para cuidar de ti." Rió Tomoyo, mirando el rostro hastiado de Sakura. "Es muy conocido. Salvó a escritores del desastre profesional varias veces. Era considerado el mejor en Hong Kong."
"Es chino. Al menos, ni siquiera va a entender correctamente lo que escribo..."
"Lo dudo. Tiene un perfecto japonés. Deja de sacar conclusiones sobre el sujeto antes de conocerlo. Quizá te guste... ¡como amigo!" Tomoyo fue rápida en agregar antes de que Sakura hiciera una mueca.
"Lo dudo." Suspiró ella. "¿Cuál es su nombre?"
"Caramba... ¿Su nombre?" Sakura entornó sus ojos.
"Eres horrible para memorizar nombres. No sé por qué te he preguntado..."
"No, sé su nombre. Es Li... Li... rima con... mmmm... Ivan. No, es Lian. No, tenía algo antes y no era Lian..."
"Tomoyo, ríndete. No lo vas a recordar..." Dijo Sakura levantándose, arreglándose el vestido rojo. Por un momento recordó lo que Tomoyo había dicho cuando vio su ropa: '¿Sólo tenían ropa para ayudantes en la tienda? ¿O tenían de Mamá Noel también?'
"Ah, ¿sabes qué?" Tomoyo se levantó y agarró la mano de Sakura, abriendo la puerta y empujándola fuera de la oficina. Vio a su secretaria charlando con su novio por teléfono, pero no le dio mucha importancia a eso. La regañaría después por ello. "Yui, ¿dónde está la oficina del señor Li?"
"Al final de ese corredor, señorita Daidouji," Contestó Yui rápidamente, colgando en la cara a su novio.
"Bien." Y Tomoyo salió arrastrando a Sakura.
"¡Tomoyo! ¡Puedo conocerlo después! ¡Otro día! ¡Mira mi ropa! ¡Dijiste que me parezco a un ayudante de Papá Noel! ¿Qué va a pensar de mí?"
"Lo que todos pensamos: Que eres excéntrica."
"¡Tomoyo!" Todos por los que pasaban se detuvieron para mirarlas a las dos.
#* #* #* #
Syaoran estaba sentado en su confortable silla, recostado hacia atrás, leyendo un libro. Su corbata estaba desatada y alrededor de su cuello, el primer botón de su camisa blanca abierto, las mangas dobladas hasta sus codos. Estaba usando sus gafas de lectura. Tenía una taza de papel en una mano y un libro en la otra. La mesa delante de él, donde sus pies estaban apoyados, estaba simplemente desordenada. Estaba cubierta de libros, proyectos, papeles blancos, sin contar el teléfono, una lámpara, y un bote lleno de bolis y lápices.
Se estiró hacia la mesa por un momento, agarrando un lápiz y haciendo una anotación en el margen del libro que estaba leyendo. Tomó un trago de café y notó que la taza estaba vacía. Lo tiró en el cubo de la basura cerca de él. Era el quinto que bebía esa tarde. Gracias a dios era descafeinado, o si no seguramente no dormiría esa noche.
En su primer día en la editorial, la primera cosa que Syaoran había hecho era decorar esa oficina. No le había gustado la decoración anterior; la encontró muy simple. Ahora la oficina estaba justo como él la quería, y a excepción del escritorio, estaba completamente organizado. Delante del escritorio, tenía dos sillas, a su izquierda un pequeño sofá, bueno para descansar durante horas de descanso. A su derecha había un estante dónde podría colocar libros y otras cosas. En una esquina del cuarto, cerca de la puerta, había un pequeño árbol plantado en un jarrón y al otro lado había una mesa con una cadena de música. Todo estaba perfectamente decorado. Syaoran sabía que estaba recibiendo un tratamiento diferente de los demás, y lo aprovecharía al máximo. Entretanto, estaba curioso por saber por qué estaban tratándolo tan bien; después de todo, él solo estaba allí para asesorar a una persona. Sabía que Cherry estaba entre los mejores, incluso en Hong Kong había oído hablar de ella, pero eso no explicaba por qué le habían dado sólo su cuenta. Pero estaba bien. Él lo descubriría.
"Esto es bueno." Se dijo para sí mismo, rodeando algo escrito en el libro. "Pero podría ser mejor... está todo muy bien explicado, pero pienso que ella debería poner un poco más de-"
Un golpe en la puerta lo interrumpió. Quitando sus pies de la mesa, se sentó correctamente en su silla y dijo: "Pase."
"Buenas tardes, Li-san," dijo la mujer abriendo la puerta.
"Vaya, buenas tardes, señorita Daidouji." Notó cómo ella miraba su mesa, observando todo ese enredo. "Estoy haciendo mis deberes," explicó, alzando el libro en su mano.
"Ah, 'Hacia el Horizonte'. Es uno de mis favoritos," dijo Tomoyo sonriendo. Ella estaba parada en la puerta, con apenas medio cuerpo dentro del cuarto. "¿Cuántos libros ha leído ya?"
"Casi todos," contestó él, encontrando extraño que ella estuviera todavía delante de la puerta. El cuarto era bastante grande, y tenía que hablar más alto de lo normal para que pudiera oírlo.
"¿Y qué piensa sobre ellos?" preguntó ella, mirando fuera.
"Es una escritora fantástica, muy imaginativa, pero siempre hay cosas que debemos mejorar," dijo él e inclinó su cabeza ligeramente. "¿No querría entrar, señorita Daidouji?"
"Sí, en un minuto," dijo ella sonriendo y él pensó que oyó un lamento proveniente del corredor. "Entonces, ¿está listo para conocer a la mente detrás de los betsellers?"
"Quería preguntar eso. ¿Cuándo voy a conocerla? Todavía no me han dicho cuando la veré."
"Entonces, ¡prepárese!" Exclamó Tomoyo como si estuviera anunciando una fiesta, apuntando a su brazo que todavía estaba en el lado exterior de la puerta.
"¿Ella está allí con usted?" Preguntó él, poniendo el libro de su mano en la mesa y levantándose de su silla.
"Sí," Respondió Tomoyo sonriendo y él oyó el lamento de fuera aún más alto. Levantó una ceja y Tomoyo hizo una cara irritada. "Vamos, venga, Sak-chan. No seas tímida," dijo ella, tirando de la muchacha con extrema fuerza.
"Te voy a mostrarte lo que es timidez..." dijo Sakura, siendo empujada dentro del cuarto. Por un momento, Syaoran pensó que había visto a esa muchacha antes en algún lugar. 'Sak-chan', había dicho ella. ¡Espera un minuto!
"¿Está completamente segura de que no tiene quince años?" preguntó él con un tono gracioso y sólo entonces Sakura lo miró.
"¡Li!" Exclamó ella asustada.
"¿Cómo está, señorita Sakura?" Preguntó él con una mirada fascinada, estudiándola con esa ropa roja. "No pensé que la vería de nuevo, y mucho menos que sería mi cliente."
"¿Ah? ¿Cómo?" Tomoyo miró de uno al otro, cerrando la puerta detrás de ellos. "¿Ya se conocen?"
"Mmmm...." Fue todo lo que salió de la boca de Sakura.
"La señorita Sakura y yo nos conocimos hace unos días," Contestó Syaoran. "Estuvimos atrapados en un ascensor durante media hora. Y una cosa quedó muy clara para mí en esa media hora que permanecíamos allí." Él caminó cerca de ella y se detuvo, examinándola de arriba abajo. "Usted no es una persona muy romántica."
Tomoyo miró a Sakura. "Oh, diablos, Sakura. ¿Es posible para ti no dar esa impresión a todos los que conoces?" Tomoyo suspiró. "Y yo pensando que podíamos hacer que Li pensara por un corto tiempo que eras una persona normal..." Sakura sólo miró enojadamente a Tomoyo, que pareció no notarlo.
"Así que éste es el trabajo del que estaba hablando, señor Li," dijo Sakura, intentando tranquilizarse. Ella nunca esperaría que ese hombre se convirtiera en su editor.
"Sí. Si hubiera escuchado un poco más ese día, lo habría sabido," dijo él, deteniéndose delante de ella, apoyándose en su escritorio observándola. "¿Pero dónde están mis modales? Por favor, siéntense."
"Bien, vea, yo no puedo..." Sakura intentó excusarse y escapar, pero Tomoyo la arrastró a las sillas delante del escritorio. "Bien, quizá sólo durante algún tiempo." Syaoran se sentó de nuevo en su silla y estuvo callado durante algún tiempo.
"¿Cómo es que se hizo escritora de novelas románticas?" Preguntó él finalmente, incapaz de contener la pregunta en un tono de sorpresa y extrema curiosidad que estaban en su voz. Tomoyo rió.
"Yo también me pregunto eso mismo algunas veces," dijo Tomoyo, enfrentando a Sakura que arrugó sus cejas y la encaró.
"Era una encantadora tarde de verano unos años atrás. Mi molesto hermano entró en mi cuarto sin permiso para usar mi ordenador, desordenó mis archivos y encontró un proyecto que estaba escribiendo. Sin mi conocimiento, envió el proyecto a Tomoyo aquí, quién me obligó a que terminara ese proyecto que se publicó dos meses después" dijo Sakura rápidamente.
"'Un Cielo Estrellado', su primer libro," dijo él.
"Sí," asintió ella. Syaoran miró la pila de sus libros en su escritorio y sus proyectos.
"Una novelista de romances que no cree en el amor," dijo sin apartar sus ojos de ella ni incluso una vez. "Esto es nuevo. Cuando me ofrecieron este trabajo, no me dijeron que recibiría una misión imposible. No es por nada que ellos me dieran solo su cuenta." Sakura puso una cara indignada que él pareció ignorar y Tomoyo rió, mirando la expresión de su amiga. "Pero me gustan los desafíos."
"No puedo ser un caso tan perdido como usted está diciendo," mencionó Sakura. "Usted apenas me conoce."
"Sólo porque apenas la conozco no significa que ya no puedo sacar unas conclusiones. Y me ha entendido mal, señorita Sakura. No digo que sea un caso perdido," dijo él, sonriendo un poco, notando que Tomoyo estaba cabeceando su cabeza afirmativamente: 'Sí, lo es'. "Sólo estoy intentando decir que usted... Bueno, usted va a darme mucho trabajo y una migraña."
"Si quiere, no tiene que aceptar el trabajo," Sonrió Sakura dulcemente, ya pensando que él pudiera desistir y Sakura volvería a tener a Tomoyo como editora.
"Le gustaría eso, ¿verdad?" Preguntó él calladamente. "Pero como dije, disfruto de un desafío." Sakura miró a Tomoyo, como si pidiese su ayuda desesperadamente. Una sonrisa nada confortadora apareció en su rostro.
"Bien, ya los presenté, sé bien que no precisaban que hiciera eso. Ya se conocían," dijo ella, poniéndose de pie. "Excúsenme, pero estoy esperando a una persona que debe llegar en cinco minutos. Será mejor que vuelva a mi oficina."
"¡Tomoyo!" Exclamó Sakura, viendo a su amiga levantándose de su silla. "Voy contigo."
"No, no puedes, Sakura. Primero, porque estoy seguro de que tu y Li-san tienen mucho de que hablar," Dijo Tomoyo dirigiéndose hacia la puerta. Sakura la miraba como si fuera una niña abandonada en la escuela en su primer día de clase. "Y segundo, tu y Anthony, que es a quien estoy esperando, nunca os llevasteis muy bien, más aun cuando tu criticaste su último libro, diciendo que la única utilidad que tenía sería para acuñar una mesa de café."
"Sí, ¡pero es verdad y lo sabes!" dijo Sakura.
"Es posible, pero él no parecía muy feliz y dijo que no quiere ver tu cara ni pintada en oro," dijo Tomoyo dulcemente, abriendo la puerta. "No te preocupes, Sakura. Estoy segura de que Li-san no te morderá." Y cerró la puerta tras de sí. Sakura se quedó mirando la puerta durante un tiempo, hasta que ella oyó una voz detrás de ella.
"Parece que estamos de nuevo solos," dijo Syaoran. Ella se volvió a mirarlo. "Todavía estoy intentando creer que usted es Cherry."
"Bien, soy yo y va a tener que lidiar con eso si no le gusta."
Syaoran rió. Siempre preparada para atacar. "¿Y quien le dijo que no me gusta?" Sakura estaba a punto de abrir su boca para decir algo cuándo él la interrumpió. "Estaba leyendo sus libros." Él se levantó de su escritorio, llevando el libro que estaba leyendo en aquel momento y se sentó en la silla al lado de ella.
"¿Y qué pensó?" Preguntó Sakura, sin gustarle mucho que él estuviera tan cerca de ella. Él abrió el libro.
"Son muy interesantes," dijo él, ojeando las páginas. "Entiendo por qué las mujeres gustan tanto de este tipo de libros. Es una muy buena escritora." Él la miró. "Pero no es excelente."
"¡¿Qué?!" Exclamó Sakura. Todos siempre decían que ella era la mejor en esa área. ¿Cómo ella no podía ser excelente? Ella era una perfeccionista. Disfrutaba siendo la mejor en todo, siempre. Y ahora él estaba diciéndole que ella era 'muy buena, pero no excelente'.
"Pienso que puede mejorar," Dijo Syaoran serenamente, pareciendo no notar que ella se había tomado como una ofensa lo que él había dicho. "Yo no disfruto particularmente de este tipo de lectura, pero sé que usted puede hacerlo mucho mejor que esto."
"¿Que está mal?" Sakura estaba poniéndose más nerviosa.
"Bien, pienso que es un poco..." él hizo una mueca. "Demasiado dulce, ¿entiende? Espero que ninguna de sus lectoras tenga diabetes."
"Nadie nunca me dijo que era 'demasiado dulce'."
"Sus personajes son demasiado perfectos," dijo Syaoran. "No parecen tener ningún defecto."
"¿Qué quiere decir?" Sakura miraba el libro en su mano. "En el libro que está leyendo, el personaje de Henry tiene un serio problema con la bebida."
"Sí, que él deja de lado en cuanto él conoce a la dulce Annie. El típico príncipe desilusionado que, al conocer a la mujer de su vida, cambia solo para hacerla feliz. No es así como las cosas funcionan. Usted, quién no confía ni un poco en los hombres, debería saber eso mejor que cualquiera, ¿no cree? Y ni siquiera estoy hablando sobre Annie que, en mi opinión, debe ser beatificada. La mujer es un santo."
"Eso es ficción," dijo Sakura con la furia en su voz.
"Verdad, pero eso no significa que no pueda hacer a sus personajes un poco más humanos. Noté que todas las mujeres en sus historias son simplemente santas. No maldicen, no piensan cosas malas, y siempre piensan sobre otros en vez de sí mismas, no siendo ni un poco egoístas. ¿Eso no está un poco fuera de la realidad?" Sakura no supo qué contestar, muriendo de furia. "Creo que herí su orgullo."
"No," fue todo lo que ella dijo. Syaoran sonrió un poco.
"Mire, sólo estoy intentando ayudar. Realmente pienso que es muy buena en esto. Escribe muy bien, con todos los detalles necesarios para hacer una trama muy interesante. Sus diálogos son interesantes, dinámicos, y a menudo, los discusiones que escribe son absolutamente hilarantes. El típico conflicto hombre-mujer. La alabo por esto. Es una gran escritora y puede ser incluso mejor. Tiene potencial para mejorar. Si no lo tuviera, habría desistido de este trabajo poco después de leer su primer libro."
"Tomaré eso como un cumplido."
"Debería." Syaoran se levantó y se apoyó en su escritorio, mientras estudiándola una vez más. "Ciertamente va a mejorar su escritura rápidamente. Estoy pensando que con lo que voy a tener más trabajo es con su imagen."
"¡Eh!"
"¡Espere! ¡No estoy diciendo que sea fea!" Él levantó sus manos en posición de defensa. "Sabe vestirse bien, es diferente de otras. Pienso que es como las personas imaginarían. Es muy bonita. No necesito mandarla a hacerse un baño de belleza." Sakura se ruborizó un poco con el cumplido. Hacía algún tiempo que alguien aparte de Tomoyo y su hermano habían dicho que ella era bonita. "En realidad, pienso que está un poco por encima de la media de belleza." Y él sonrió satisfecho, viendo su rubor. Aún a pesar de no confiar ni un poco en los hombres, aún le afectaban los cumplidos ocasionales. Bueno saberlo.
"En materia de apariencia, no vamos a tener muchos problemas, pero definitivamente vamos a tener que cambiar su cabeza un poco. Nada de decir por ahí que usted no confía en las personas de mi sexo y la primera impresión que dejará cuando conozca a alguien no pueden ser la de que no cree realmente en el amor. También es bueno dejar a las personas pensar que es una de esas románticas que creen en el amor a primera vista. Quizá debamos llevarla a un psicólogo para tratar un poco más sobre eso."
"¡¿Psicólogo?!"
"Vaya, claro. Esa desconfianza suya tiene raíces en su vida personal, y a menos que yo me vuelva su confidente - Algo que ciertamente no va a suceder, ya que ni Daidouji que es su mejor amiga sabe cual es su problema - no creo que pueda ayudarla mucho con eso."
"No necesito ir a ningún psicólogo," dijo Sakura, furiosa con él.
"Ah, pero va a ir." Él apretó ligeramente su nariz como si ella fuera una niña. "Y otra cosa que tenemos que cambiar es esa actitud suya. Siempre está lista para una lucha de brazos."
"Pero... Pero... Mire, Li, no estoy disfrutando esto."
"Cálmese, señorita Sakura. Esto no es personal. Es mi trabajo y quiero hacerlo de la mejor manera posible. Cuando termine con usted, va a ser aun más famosa que ahora. Sé de lo que estoy hablando." Syaoran se levantó y volvió a su silla en el otro lado del escritorio. "Daidouji me dijo que ya está escribiendo un nuevo libro. 'En el Corazón de la Selva', dijo que ése era el nombre". Sakura asintió con la cabeza. "¿Cuántas páginas ha escrito ya?"
"Ciento tres."
"Genial. Puede traérmelo mañana, para que ya pueda empezar a leerlo."
"¿Mañana?" Preguntó Sakura, intentando escapar de eso durante algún tiempo. Después de lo que había dicho sobre sus escritos, ella quería repasarlo antes de dejarle empezar a desarreglar el texto. "Yo no sé si podré traerlo. Mañana tengo un día lleno, problemas que resolver... tengo que ir al banco... Cosas así."
"Claro," Dijo Syaoran como si no la creyera demasiado. "Está bien, entonces. Va a estar muy ocupada mañana para pasarse por aquí. Sí. Bien, pero traigame el proyecto lo más pronto posible."
"Claro, señor Li," Dijo Sakura poniéndose de pie.
"Ah, y apreciaría si parase de llamarme 'señor'. No soy mucho más viejo que usted, ¿sabe?"
"Bien."
"Y siendo así, voy a llamarla Sakura." Sonrió él.
"Qué interesante. ¿Por qué va a llamarme por mi primer nombre si yo voy a llamarlo por su apellido?"
"Porque yo lo quiero así," contestó él serenamente, levantándose para caminar con ella hasta la puerta. "Fue un placer conocerla... de nuevo, Sakura. Espero verla en breve. Vamos a tener mucho trabajo por delante."
"Sí, lo noté..." dijo ella cuando él estaba abriendo la puerta.
"Adiós, Sakura, y no se olvide de mirar a ambos lados de la calle antes de cruzar cuando esté volviendo a casa."
"Creo que sé cruzar una calle," dijo ella, volviéndose a él.
"No era lo que parecía la primera vez la vi. Cuídese." Y él cerró la puerta, riéndose de su expresión.
Syaoran caminó de vuelta a su escritorio y se sentó en su silla, poniendo sus pies en el escritorio y las manos en su nuca, mirando la puerta.
"Éste fue un encuentro interesante," se dijo a sí mismo. "Ella no se llevó bien conmigo ni un poco." Syaoran hizo una pausa cuando pasaba en su cabeza todo lo que había pasado en esos últimos minutos. "No es tan amarga como ella quiere que las personas piensen." Llegó rápidamente a una conclusión. "No es su naturaleza. Puedo ver eso en sus ojos. ¿Qué pudo volverla así?"
#* #* #* #
Sakura se despertó temprano esa mañana. La primera cosa que hizo fue hacer su cama y prepararse para pasar un día delante del ordenador. Demostraría a ese chino arrogante que ella podía muy bien hacer a sus personajes un poco más humanos. Quizá él tuviese un poco de razón, pero ella no quería admitir eso.
Fue a la sala y encendió el estéreo, como le gustaba hacer todas las mañanas. Una música alegre llenó el ambiente y ella fue caminando hasta la cocina. Sakura tenía que sentirse alegre antes de empezar a escribir ese día. Había vuelto casa ayer muy enfadada por las cosas que Li había dicho, aun cuando no hubiesen conversado mucho.
Lo que Sakura necesitaba hoy era de buen humor, un buen café de mañana, té lo bastante para beber el día entero y Sakura demostraría que ella podía ser excelente, y no una 'muy buena', escritora. Ella quería ser la mejor. Ella tenía que ser la mejor.
"¡Buenos días, Kero!" Saludó Sakura a su gato que se envolvió alrededor de sus piernas cuando ella lavaba los pocos platos que tenía en el fregadero.
Después de tomar café y alimentar a su hambriento gato, Sakura fue a su oficina dónde encendió su ordenador, se sentó, estiró sus brazos, preparándose para un día lleno.
Y el timbre sonó.
Ella levantó sus ojos de la pantalla. ¿Quién sería en aquella hora de la mañana?
Sakura se levantó y fue a la puerta delantera, mirando a través del ojo de la puerta.
"¿¡¿Qué?!?" Exclamó ella cuándo reconoció a la persona.
"Vaya, buenos días a usted también, Sakura," vino la voz de Syaoran del exterior. Ella se encaró a la puerta por un momento antes de abrirla, sólo para encontrarse con la cara de Syaoran Li, vestido como si estuviera listo para una ventisca y dos tazas de café en una bolsa de papel. "Pensé que ya que pasaría el día entero delante de su ordenador escribiendo, yo podía muy bien venir aquí y ayudarla."
"Pero... Pero..." Dijo ella cuando vio que él ya había entrado en su apartamento sin invitarlo y ya estaba quitándose su chaqueta, colgándola. "¡¿Cómo supo que yo iba a quedarme en casa?!"
"Por la forma que dijo que tenía mucho que hacer hoy. Y en caso de que está preguntándose, Daidouji fue muy cooperativa y me dio su dirección." Sakura sólo lo miró como si no pudiera creer que él estuviera allí. Él estaba mirando a su alrededor, mirando su apartamento. Sakura tenía que recordar hacer algo para vengarse de Tomoyo. "Entonces, ¿dónde está su ordenador? Quiero ver lo que escribió hasta ahora," dijo él, entrando en el corredor que llevaba a los cuartos y pronto encontró la oficina. "¡Ah, aquí está!"
"Hoy va a ser uno de esos días..." Suspiró Sakura antes de seguirlo.
Continuará...
~ & ~ & ~ & ~ & ~
¡Ok! ¡Tres capítulos listos! Y no tengo la mínima de cuántos más quedan, pero espero que dejen un review. Prometo que intentaré escribir más rápido.
¡Hasta la próxima!
... KayJuli
sunshine_kathie@yahoo.com
N. de la Traductora: Traducido del portugués con cierta ayuda de la versión inglesa en algunas expresiones ^^UUU. Pueden leer este fic en inglés traducido por Aerin o en su original que es el portugués, creado de manos de la gran KayJuli *_*. Ya de paso léanse The Power of Two Hearts, tb de esta autora, escrito en inglés y traducido en portugués y español ^^. Y dejen reviews a la autora siempre q puedan!!!
Quejas o comentarios a la traductora (es decir yo, Kassy99): eternal_phoenix_light@yahoo.es
Zai Jian
